Por qué ArSat es importante como activo estratégico del Estado nacional

Hay temas que merecen un sensato debate antes que unilaterales medidas impulsadas sin examinar historias, datos, concreciones.

Por Osvaldo Mario Nemirovsci

Creo difícil ver manos legisladoras alzadas aprobando la privatización de ArSat.

Permítanme ofrecer una mirada para reflexionar sobre el tema.

En 1963, se puso en órbita un primer satélite de comunicaciones geoestacionario, el Sincom I, y fue un gran avance si vemos que, apenas habían pasado dieciocho años desde que una obra de ciencia ficción escrita en 1945 por Arthur Clark, había imaginado -así como Julio Verne imaginaba La Vuelta al Mundo en 80 Días o el Viaje al centro de la tierra”- la posibilidad de que se pudieran transmitir datos desde la Tierra a una suerte de satélite artificial en la estratosfera y de ahí distribuirse a otros lugares.

Apenas dieciocho años después que la literatura fantástica lo imaginara, se pone en órbita el primer satélite de comunicaciones, y dos años después, en 1965, sale el primer satélite comercial, llamado Early Bird, pájaro madrugador. Fue puesto en órbita por un consorcio internacional de más de 130 países que se llamó Intersat.

Historiemos que, en 1865, veinte países se juntan y discuten sobre el tema de las comunicaciones y firman un primer convenio telegráfico internacional. Es el origen de lo que en 1932 se conforma como la Unión Internacional de Telecomunicaciones, que es el organismo intergubernamental más antiguo que hay, antecesor incluso de las Naciones Unidas y se constituye dentro de las ONU, como agencia especializada en telecomunicaciones.

La UIT juega un papel fundamental en la gestión de los recursos de frecuencia radioeléctrica y de órbita, que son, contra lo que mucha gente supone, recursos naturales finitos, limitados, y por lo tanto suscitan una demanda constante y creciente. De ahí la importancia que tiene la órbita que la Argentina posee.

Se creó ArSat en 2006, apenas cuatro años después de una Argentina en emergencia y eso fue una clara señal de que se podían fijar objetivos de crecimiento, de grandeza y en el campo de la ciencia dejar de ser de ser consumidores de tecnología para pasar a ser productores de conocimiento.

Las nuevas relaciones de producción tienen que ver con la sociedad del conocimiento, con la sociedad de la información y con un salto cualitativo y tecnológico que la Argentina comenzaba a dar a partir de crear una empresa para soluciones satelitales.

Debemos valorizar el conjunto de conocimientos científicos y tecnológicos alcanzados, que se materializaron en la construcción de un sistema satelital que se ubicó en una buena posición como ArSat y construyó satélites geoestacionales de mediano porte, con dos toneladas de peso que orbitan a 36.000 kilómetros de altura en una banda ecuatorial.

Somos parte de los pocos países que manejan la posibilidad del recurso de los sistemas satelitales. Sepamos, que el parque satelital envejece, ya que dura entre doce y dieciocho años. Muchos de los satélites que están orbitando van a entrar en desuso por lo que va a haber una fuerte demanda para reponerlos.

Estos satélites se utilizan para brindar señales de televisión y radio, Internet, transmisión de datos, solución de última milla, transmisión multimedial, transmisiones especiales de TV, video conferencias e incluso prestaciones que contienen un nivel de valor social, como en el caso de la telemedicina o de la educación a distancia.

Mantener ArSat impacta en dos temas centrales. Por un lado, tiene que ver con la defensa de los intereses nacionales y, además, crea y genera empleo de alta densidad tecnológica que ubicó a nuestros técnicos y profesionales en el diseño, desarrollo y fabricación de satélites de comunicaciones. Y más de 500 pymes son abastecedoras de insumos y material.

Nuestros tecnólogos, técnicos y científicos están capacitados para impulsar innovación productiva, y aplican en ArSat, a partir del diseño, desarrollo y fabricación en el país de este tipo de satélites, todos aquellos conocimientos en los que fueron preparados.

¿Qué se quiere decir cuando se considera que una Nación es avanzada, o se afirma que un país es del primer mundo? ¿Por qué se los califica de esa manera? ¿Porque son más lindos, porque tienen mejor cine o porque comen mejor? Si bien puede haber parte de esto último, lo cierto es que un país se considera avanzado cuando puede hacer cosas como estas, es decir, cuando tiene la posibilidad de generar ciencia propia de carácter tecnológico, porque es innovador en la producción y porque en definitiva puede crear conocimiento.

Sin caer en patrioterismo vacío, pensemos con humildad que nuestro país tiene con ArSat, el camino que llevó a ubicarnos en el derrotero de las naciones más avanzadas que crean ciencia propia con aplicación tecnológica.

No todos los países tienen órbita. Nuestro país tiene dos y son apreciadas por otros países, la 71.8, conocida como 72, y la 81 Oeste. Cuando no se ocupan son solicitadas por otras naciones, y por eso es importante hacer buen uso de ellas.

Nuestros satélites, llegan a los mercados más dinámicos que, desde el punto de vista comercial, le otorgan carácter de rentabilidad al emprendimiento, porque ilumina a todas las Américas: Argentina, América Central, gran parte de Estados Unidos y Sur de Canadá. Por ello se consideran rentables.

Incluso no es bien visto en el mundo que Argentina, un país no considerado de primer nivel en el campo de la informática, pueda salir a competir en la construcción de satélites. ¡Pero lo hicimos, con Invap y ArSat y se hizo maravillosamente bien!

Un satélite es mucho más que una construcción material. Es un bien altamente intensivo en conocimientos, en el que prácticamente el 50 por ciento de su valor es intangible. Son horas-mente en ingeniería. La producción se realiza de manera casi artesanal, es decir unidad por unidad. Un satélite es la emblematización de que nuestro país, la Argentina, da un paso adelante en esta carrera por estar en los primeros niveles de la tecnología.

Hay una nueva economía que tiene que ver con este cambio de las formas de producción requiere nuevas inteligencias. Tener, en el Estado, una empresa de este tipo, está en ese camino.

Hay dos facetas: la verdadera revolución tecnológica que significa generar la conciencia de que podemos fabricar satélites, y la segunda parte, que es la comercialización que la empresa con presencia del Estado lleva adelante. Tal vez lo más importante es lo primero, y a lo mejor nos quedamos discutiendo lo segundo, que tiene que ver con los manejos de una actividad que ya está desarrollada en la Argentina, que es la venta, la comercialización y el uso de las comunicaciones.

Al crear AR-SAT, nos convertimos en generadores de contenidos y aplicaciones. Se creó, con sentido nacional, ciencia y conocimiento argentino. Y eso, ¡es un orgullo, sin dudas!

La soberanía está constituida por muchas cosas: es la bandera, la Patria y la defensa de los derechos humanos, de los intereses territoriales, del patrimonio nacional y de los recursos naturales, pero también es crear conocimiento.

Y eso, no se logra en manos privadas ni lo garantiza el mercado.

 

Osvaldo Mario Nemirovsci es diputado nacional mc – Río Negro

La conectividad, en la mira de los senadores en la reunión con el presidente de ARSAT

En una reunión informativa, el titular de la empresa de telecomunicaciones brindó un informe de situación del país a nivel conectividad y proyectos de investigación y desarrollo. Aseguró que “por ahora, no es necesario una ley más moderna”.

La Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara alta, presidida por Silvina García Larraburu (FdT), realizó este martes una reunión virtual en la que expusieron el presidente de ARSAT, Pablo Tognetti, y el secretario de Ciencia y Tecnología de Formosa, Julio René Aráoz, con la conectividad en el eje de la preocupación de los senadores nacionales.  

A su turno, Tognetti consideró que “ARSAT tiene un rol estratégico en la implementación de las políticas de Estado del acceso de la población a las tecnologías de la información y de las comunicaciones”.

“Actualmente hay 34 mil kilómetros extendido de fibras en el país”, remarcó ante la consulta de los legisladores.

Mencionó además que “los desafíos del plan Conectar 2020-2023 son la extensión de la REFEFO, la fabricación del satélite ARSAT-SG1 para dar banda ancha satelital en hogares rurales, la puesta en valor de la Televisión Digital Abierta y la potenciación del Centro Nacional de Datos”.

El presidente de ARSAT explicó “alrededor del 30 por ciento de la facturación de la actividad satelital es en dólares. Casi el 45 por ciento de los ingresos totales de ARSAT proviene de los satélites”, apuntó.

Luego, al ser consultado sobre si es necesario algún cambio en la legislación, consideró que las actuales leyes “son muy buenas”, son “adecuadas” aunque remarcó que “siempre hay actualizarlas porque los avances son muy rápidos”, por lo que los senadores se comprometieron a estar pendientes de las modificaciones que se necesiten.

Tras la exposición de Tognetti, fue el turno de Araoz, quien explicó que “el modelo formoseño propone rescatar los valores y la identidad de la comunidad y plasmarlo en políticas productivas, sociales, de desarrollo y educativo, con el objetivo de lograr la realización del formoseño en su tierra”.

Sostuvo que “en ciencia y tecnología el horizonte es lograr soberanía tecnológica sustituyendo productos que traen consigo la materia prima y el trabajo de otros hombres y mujeres del país y del mundo”.

El funcionario resaltó que “se toma la validación científica como política de desarrollo en el campo del conocimiento y que ARSAT nos ha apoyado con el tendido de la red de fibra óptica provincial en Formosa; hoy integrada a la Red Capricornio, que totaliza unos 15.000 kilómetros de fibra óptica a través de cinco países”.

Por último, manifestó que “la pandemia ha puesto en valor al sistema científico y tecnológico, oportunidad que no podemos perder. Es necesario trabajar en la formación de consensos para darle continuidad”.

A su estilo, la reunión la cerró el jefe de bloque del Frente de Todos, José Mayans: “Este año se hará presente la Ley de Presupuesto para 2022 y debemos ir viendo la forma de mejorar la inversión en ciencia y tecnología, y en servicios de comunicación. Porque, como decía (Juan) Perón, ‘necesitamos brazos, cerebros y capitales'”.

Funcionarios expusieron sobre los avances en Ciencia y Tecnología

Participaron de una reunión de la comisión presidida por la senadora García Larraburu el titular del ARSAT, Pablo Tognetti, y el secretario del área en Formosa, Julio Aráoz.

Durante la reunión de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado que se desarrolló este martes expusieron el presidente de ARSAT, Empresa Nacional de Tele comunicaciones, Pablo Tognetti, y el secretario de Ciencia y Tecnología de la provincia de Formosa, Julio René Araoz. Luego los senadores les realizaron consultas.

La presidenta de la comisión, la rionegrina Silvina Marcela García Larraburu (FdT), inició el encuentro destacando el compromiso “con el desarrollo científico y tecnológico del país” de los funcionarios invitados.

En ese sentido, Aráoz explicó que “el modelo formoseño propone rescatar los valores y la identidad de la comunidad y plasmarlo en políticas productivas, sociales, de desarrollo y educativo, con el objetivo de lograr la realización del formoseño en su tierra”.

Sostuvo que “en ciencia y tecnología el horizonte es lograr soberanía tecnológica sustituyendo productos que traen consigo la materia prima y el trabajo de otros hombres y mujeres del país y del mundo”.

El funcionario resaltó que “se toma la validación científica como política de desarrollo en el campo del conocimiento y que ARSAT nos ha apoyado con el tendido de la red de fibra óptica provincial en Formosa; hoy integrada a la Red Capricornio, que totaliza unos 15.000 kilómetros de fibra óptica a través de cinco países”.

Por último, manifestó que “la pandemia ha puesto en valor al sistema científico y tecnológico, oportunidad que no podemos perder. Es necesario trabajar en la formación de consensos para darle continuidad”.

A su turno, Tognetti consideró que “ARSAT tiene un rol estratégico en la implementación de las políticas de Estado del acceso de la población a las tecnologías de la información y de las comunicaciones”. Actualmente hay 34 mil kilómetro extendido de fibras en el país”.

Mencionó que “los desafíos del plan Conectar 2020-2023 son la extensión de la REFEFO, la fabricación del satélite ARSAT-SG1 para dar banda ancha satelital en hogares rurales, la puesta en valor de la Televisión Digital Abierta y la potenciación del Centro Nacional de Datos”.

El presidente de ARSAT explicó que “alrededor del 30% de la facturación de la actividad satelital es en dólares. Casi el 45% de los ingresos totales de ARSAT proviene de los satélites”.