Proyectos escritos en servilletas de papel

Por Mariela Blanco. Aquietados, estoicos y extemporáneos, los bares también son un buen espacio donde poder sacarse el mal gusto de las noticias con una “lágrima”.

Este fin de semana se celebró la primera edición de La Noche de los Bares Notables en más de 40 establecimientos de toda la Ciudad y esto nos lleva a pensar en el significado de estos reductos donde algunas veces se pasea la soledad y, otras, se amontona a los amigos.

La propuesta busca reconocer la labor que llevan a cabo los bares notables de la ciudad e impulsar su desarrollo y ofreciendo promociones especiales pero, vale decir que históricamente, han sido más que un lugar donde saciar el hambre. Los bares notables fueron y serán “el fortín de los proyectos plasmados en servilletas de papel”.

Aquietados, estoicos y extemporáneos, los bares también son un buen espacio donde poder sacarse el mal gusto de las noticias con una “lágrima”.

El cambio de época dejó atrás aquel cafetín en el cual -dicen que dicen- se aprendía “filosofía, dados, timba y poesía”, y el infame impacto económico de la pandemia liquidó al unísono a algunos notables, como La Puerto Rico que hoy, afortunadamente, se prepara para reabrir sus puertas.

Aún recuerdo lo que decía el cartel que estaba cerca de la puerta de ingreso sobre Adolfo Alsina para resumir este espíritu fraternal de la tertulia: “Científicos han descubierto una novedosa forma de chatear en directo y en 3D; lo llaman tomarse un café con alguien”.

Nombrame un bar y te digo un barrio. ¿O acaso Las Violetas no es sinónimo de Almagro? ¿Decir El Progreso no es decir Barracas? ¿Roma no es La Boca?

En otros países, no hay un bar que eche raíz en la “bonita vecindad”. En cambio, en Buenos Aires, cada uno es un recorte fotográfico de otro tiempo que se estampa sobre el actual pulso vertiginoso de la metrópolis.

En síntesis, los “notables” estuvieron de fiesta y los porteños tuvimos otra nueva oportunidad para definir un barrio, olvidar las penas o patentar una idea fructífera o inútil leída entre líneas en la borra del café.

Por la pandemia, piden mayor asistencia para los bares notables de la Ciudad

Los legisladores del Frente de Todos (FdT) le solicitaron al Gobierno porteño que exima del pago del ABL e Ingresos Brutos para esos comercios. Así como también se establece un subsidio del 100% en el valor de las tarifas de luz, agua y gas y otro subsidio para el personal de trabajo.

A casi 100 días de haber iniciado el aislamiento social, preventivo y obligatorio, los diputados del Frente de Todos (FdT) impulsaron en la Legislatura porteña un proyecto de ley mediante el cual buscarán que el Gobierno de la Ciudad garantice una mayor asistencia a los bares, confiterías, billares y cafés notables debido a la crisis económica que atraviesa el país.

En ese sentido, la medida plantea que se los exima del pago de ABL e Ingresos Brutos y que se les otorgue un subsidio del 100% en las tarifas de agua, luz y gas. Además se establece un subsidio al personal de trabajo, el cual será equivalente al valor de medio Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) al momento de percibirse la misma; en el caso de que el trabajador perciba ingresos por el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), provenientes del Gobierno Nacional, el subsidio será de carácter complementario hasta completar íntegramente la remuneración mensual, normal y habitual que recibe por sus tareas.

También prevé la implementación de una línea de créditos blandos, los cuales serán otorgados por el Banco Ciudad. Según se desprende del articulado de la iniciativa, y en caso de la misma sea aprobada, todas estas medidas regirán hasta el 31 de diciembre de este año.

En los fundamentos de la medida, los diputados explicaron que la iniciativa “tiene como finalidad dar un marco de protección a los cafés, bares, billares y confiterías notables de la Ciudad de Buenos Aires, cuya actividad se encuentra amenazada por la pandemia del nuevo coronavirus Covid 19, la cual afecta a la economía en su conjunto, pero con particular énfasis a la gastronomía y el turismo, poniendo en serio peligro a estos comercios”.

Sobre esa misma línea insistieron en que “la Ciudad de Buenos Aires se caracteriza por su rica historia social y cultural, su arquitectura notable y las personas emblemáticas que han habitado sus calles, lo que la convierte en un centro de atracción turístico que recibe visitantes de todo el mundo” y advirtieron que “los cafés, bares, billares y confiterías notables son los lugares por donde han pasado muchas de nuestras figuras más paradigmáticas, y entorno donde se ha forjado nuestra cultura porteña, símbolo de nuestra idiosincrasia. A su vez, por su belleza arquitectónica y antigüedad, son testigos del paso del tiempo y conforman parte de nuestro legado histórico, rasgos identitarios de nuestra porteñidad”.

“Es en la suma de esos elementos culturales, históricos y arquitectónicos donde radica el real valor patrimonial de estos lugares, constituyendo parte imprescindible de nuestra memoria colectiva, pero por eso mismo, también insumo de una de las actividades económicas más importantes de nuestra Ciudad como es el turismo, tanto de compatriotas del resto del país como visitantes de todas las latitudes del planeta”, aseguraron y consideraron que “es menester protegerlos en la medida que cuando lo hacemos estamos defendiendo nuestro pasado y nuestro presente, nuestro acervo cultural y nuestra actividad económica”.

Al mismo tiempo que concluyeron señalando que por eso “proponemos una ayuda integral que garantice su preservación, eximiendo del pago de tributos y subsidiando cuando hiciera falta los mismos, de la misma manera que se propone un subsidio para sostener los ingresos de la planta laboral de los mismos. De esta manera, no sólo estaremos protegiendo parte imprescindible de nuestro patrimonio como porteños y porteñas, sino la fuente laboral y los ingresos de sus trabajadores y trabajadoras”.