Para graficar su capacidad negociadora, Bullrich recordó su papel en el Grupo A

Fue cuando el periodista Carlos Pagni le preguntó cómo pensaba negociar con el Congreso, si llega a ser presidenta.

Entrevistada por Carlos Pagni en Odisea Argentina, en La Nación+, la precandidata presidencial Patricia Bullrich observó que “la Argentina no ha tenido diálogos para el cambio. La Argentina ha tenido diálogos para mantener el status quo. Entonces, ¿yo soy dialoguista o no? Bueno, depende. Si el diálogo me hace avanzar, dialogo”.

Dentro de esta perspectiva, le dijo el entrevistador, “te voy a preguntar sobre algo que vos conocés como poca gente: ¿Cómo te vas a manejar con el Congreso? Porque después necesitás sacar leyes, donde después las cosas no son tan nítidas, donde hay que negociar…”.

“¿Cómo te imaginás vos mirar el Congreso, donde estuviste muchísimo tiempo, desde el Poder Ejecutivo?”, le preguntó el periodista.

“Bueno, yo en el Congreso hice acuerdos que significaron construir una mayoría que terminó en una mayoría opositora totalmente diferente a la que había tenido el Congreso -recordó la precandidata-. Nosotros pasamos de ser 50 (diputados) a ser una mayoría en el año 2009. Y eso yo lo conduje”, señaló en referencia a lo que se conoció como el Grupo A, en Diputados, luego de la derrota legislativa del kirchnerismo en las elecciones de 2009.

Continuó: “Así que digamos, si vos tenés determinado cuál es el objetivo, vas a encontrar cuáles son los aliados que necesitás… Te faltan dos, tres, cinco diputados, bueno, habrá diputados liberales que entren al Congreso que entenderán las cosas que se puedan hacer, algunas sí, y otras no… Habrá provincias que quieren defender determinadas economías, y quieren hacer determinados acuerdos, y bueno, harán determinados acuerdos. ¿Pero para qué? Para una dirección. Porque hay momentos en los que si vos tenés el cambio acá y el no cambio acá, hay un punto de inflexión que si vos lo bajás, el cambio se transforma en continuidad”.

Y continuó: “Entonces, ¿cuánto es ese punto? ¿Hasta dónde vos vas a lograr que te desarmen tanto las leyes que te las conviertan finalmente en un instrumento exactamente lo contrario de lo que vos querías?

Fijate lo que pasó en nuestro Gobierno con la Ley de Alquileres. Fue una negociación, se negoció con Massa, ¿y qué fue? Una espada de Damócles terrible… ¿Entonces negociaste para qué? ¿Para perder la propia legitimidad de tu propia gente, y para qué sirvió? Para que nadie tuviese una solución”.

Reclaman que diputada del Pro separe ya a una asesora que defiende al líder de la “banda de los copitos”

Así lo planteó el bloque oficialista de Diputados, a partir de la información difundida por el periodista Carlos Pagni.

Cuando el periodista Carlos Pagni habló de los abogados del líder de lo que se ha dado en llamar “la banda de los copitos”, citó a Brenda Salva, asesora de una diputada nacional que no mencionó, pero sí aclaró que era del Pro. Previsiblemente el bloque oficialista de la Cámara baja reaccionó señalando a la legisladora en cuestión y reclamándole que separe de su equipo a la abogada en cuestión.

La diputada del Pro es Karina Bachey, de la provincia de San Luis, elegida en las últimas elecciones que ganó Juntos por el Cambio en ese distrito.

Es imprescindible que la diputada nacional del Pro Karina Bachey separe con urgencia de su staff de asesores a Brenda Salva, abogada defensora de Gabriel Carrizo”, señalan desde el bloque que conduce Germán Martínez. Para los diputados del Frente de Todos, “su permanencia contradice el apego a la convivencia democrática en la que debe funcionar la Cámara de Diputados”.

“Somos las y los diputados quienes elegimos a nuestros colaboradores. Y somos nosotros los que tenemos que, individualmente, pedir su baja administrativa”, plantearon los legisladores a través de Twitter, concluyendo con este reclamo: “Basta de mirar hacia el costado. Si queremos más democracia, separemos a asesores/as que defienden a estos personajes”.

¿Qué dijo Pagni en su editorial del lunes pasado? “El propio Carrizo, vendedor de copitos de azúcar, tiene dos abogados más. Una es Brenda Salva, que curiosamente es asesora de una diputada del Pro. Pueden ser todas casualidades, seguramente. Pero hay otro detalle más inquietante. Aparece otro abogado de este mismo vendedor, Fernando Sicilia, que es defensor de dos personas que fueron noticia durante los últimos dos o tres años: Leandro Araque y Facundo Melo. Son dos integrantes de la banda de espionaje ilegal que trabajaba a las órdenes de Silvia Majdalani en la AFI durante el gobierno de Macri”.

Pagni detalló que “Araque es un espía que fue reclutado por la AFI de la Policía Metropolitana. Melo es un abogado que navega por todos los ríos. Es curioso que un abogado como Sicilia tome como cliente a este otro imputado que es un vendedor de copitos de azúcar. Entonces, la primera pregunta obvia es ¿Quién paga estos abogados? ¿Lo quieren cuidar a Carrizo o hay que proteger a alguien que puede estar ligado a él? Quizá no esté ligado a Carrizo por el atentado contra Cristina, sino por otras actividades vinculadas con la vida de los vendedores ambulantes que, a lo mejor, venden otras cosas. Lo cierto es que aparece ahora una especie de jefe de esta banda que tiene abogados ligados de un modo u otro a la política y a causas de espionaje. La pregunta que uno se hace es cuánto algodón de azúcar hay que vender para pagarle a estos abogados. Todo esto empieza a tener otra densidad”.

Para Laspina, las 14 toneladas de piedras anticiparon lo que después pasaría en la región

Citó la reacción generada por determinados sectores en 2017 contra la reforma previsional impulsada por el Gobierno de Mauricio Macri como lo que después sucedería en países como Chile, Colombia y Ecuador contra administraciones del mismo color político.

En su paso por Odisea Argentina, el programa de Carlos Pagni en La Nación+, el diputado nacional Luciano Laspina dejó varias definiciones interesantes, pero una visión muy particular e inquietante respecto de los fenómenos que se están dando en la región, que consideró como “de desestabilización”. Y como para situarnos en el centro de la escena, advirtió que estos cuadros se iniciaron nada menos que en nuestro país.

Tras estimar que, a diferencia del inicio de la gestión de Cambiemos, “ahora sí hay un sector muy grande de la sociedad que ve algo que no veía en 2015, y que es que el modelo del kirchnerismo está agotado”, señaló que más allá de eso, “lo que tenemos que explicar es que el intento de salida que genera el presidente Macri motivó otros problemas, y generó el problema de la deuda, que tuvo que ver entre otras cosas con el gradualismo”. Algo que definió como “un intento de salida del déficit fiscal, que buscaba bajar el gasto público y bajar los impuestos”. En ese marco, dijo que “hasta que se convergía al equilibrio fiscal se tomó deuda, y esa deuda nos generó una turbulencia financiera”.

“Con una salvedad, que tiene que ver como lección para lo que viene, que es diciembre de 2017, que a veces pasa inadvertido en el análisis histórico de lo que fue el Gobierno de Mauricio Macri -agregó-. Porque fue, creo yo, la primera desestabilización en Latinoamérica a un gobierno de centro liberal o de centro de mercado, que estaba intentando hacer reformas de consolidación fiscal pro mercado”.

“Fue, creo yo, la primera desestabilización en Latinoamérica a un gobierno de centro liberal o de centro de mercado, que estaba intentando hacer reformas de consolidación fiscal pro mercado”, señaló Laspina.

En ese sentido, el diputado de Juntos por el Cambio sostuvo que “las 14 toneladas de piedras (en la Plaza de los Dos Congresos) anticipó lo que pasó después en Chile; lo que le pasa a Colombia; lo que le pasó al propio Ecuador, a pesar de que después volvió a ganar la centroderecha; las declaraciones de hace algunos días del Foro de San Pablo, diciendo que ellos apoyaban todos los movimientos insurreccionales en países que buscaban reimponer el modelo neoliberal… Y ese fue un golpe político tremendo para el Gobierno de Mauricio Macri, porque lo dejó totalmente en shock desde el punto de vista político, y venía de arrasar en las elecciones parlamentarias”.

Así las cosas, Laspina alertó que “esto lleva a unfenómeno preocupante en las democracias latinoamericanas, que es, como vos llamás,el deslizamiento autocrático de los gobiernos de centroizquierda populistas  y paradójicamente la debilidad institucional de los gobiernos de centroderecha, lo cual te lleva a una radicalización”.

¿Por qué? “Porque si vos de un lado tenés a un desestabilizador, lo único que podés tener del otro lado es un gobierno estilo (Nayib) Bukele en E Salvador de centroderecha populista liberal con sesgo autoritario, lo cual es nefasto, y sobre lo cual tenemos que reflexionar mucho la clase política. Porque es un desafío enorme para las reformas que vienen”.

Laspina y las lecciones que dejó el Gobierno de Cambiemos

En una entrevista detalló las oportunidades que se le plantearon en 2016 y que no supo o no pudo aprovechar. Definió al vigente como un “populismo económico” y si bien consideró que La Cámpora “ha madurado”, dijo que “sus ideas atrasan 30 años”.

El diputado de Juntos por el Cambio Luciano Laspina sostuvo que el actual gobierno mantiene un modelo de crecimiento gestado durante el kirchnerismo, al que el gobierno de Cambiemos “intentó cambiar”, pero “no llegó a corregirlo”. El diputado santafesino habló de “populismo económico” y detalló sus rasgos como un “sesgo antiexportador, antiinversor y antiempleo en los tres niveles de gobierno, tanto en materia tributaria, como materia regulatoria”.

características que definió como “un cepo al crecimiento”, por lo que consideró que “sin revisar esa agenda, es imposible que Argentina vuelva a crecer”.

Entrevistado por Carlos Pagni en “Odisea Argentina”, por La Nación+, el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja aseguró que “Argentina es una máquina de impedir generar empleo”, y puso como ejemplo la Ley de Teletrabajo recientemente aprobada por el Congreso. Recordó que él no la votó, pero reivindicó a su vez el voto en contra de Juntos por el Cambio en el Senado -en la Cámara baja el resultado fue más amplio-. Ese es pera él “el último ejemplo que dimos como dirigencia política de una ley que va a contramano de lo que se necesita para crear empleo. Y así en todos los niveles”.

“Ese modelo está agotado y Argentina no va a salir de la depresión económica aun con el acuerdo de la deuda. Incluso aunque estabilicemos las cuentas fiscales, es un problema más complejo”, dijo. Laspina sostuvo que “hay un error de diagnóstico y por supuesto que hay conflictos de poder” en esta administración.

Agregó que a su juicio, “para salir del populismo, para dar vuelta la página, yo creo que vos necesitás una coalición política amplia, transversal a los partidos, con un diagnóstico común. Yo creo que esa es una primera lección que dejaron los cuatro años del gobierno de Juntos por el Cambio”, dijo, aunque reconoció que “es fácil decirlo, muy difícil hacerlo en la práctica”.

“En 2016 fue un intento que después se abortó”, reconoció, al recordar la experiencia de Sergio Massa en Davos acompañando a Mauricio Macri. “Era una forma de decir: hay otra oposición distinta”, observó.

El periodista le recordó que ahora Alberto Fernández lo tiene a Massa a su lado. “Pero no alcanza, porque ahora está Cristina, que dinamita esa posibilidad”, advirtió Laspina, que reconoció también que “en aquel momento había algunos sectores de nuestro gobierno que dinamitaron esa posibilidad”, y añadió: “Yo me acuerdo de haber recibido inversores en 2016, cuando Argentina era una estrella en los mercados de capitales, y les decía: ‘Bueno, mirá, si nos va mal a nosotros, lo tenés a Sergio Massa, a Urtubey, a Schiaretti y a María Eugenia Vidal. ¿Con cuál te quedás? Obviamente los inversores con cualquiera de esos veían que no había una vuelta al populismo. Entonces, una segunda lección que dejan los 4 años de Cambiemos es que salir del populismo requiere necesariamente recrear una oposición de centro nacional, que sea alternativa de gobierno, sino volver al populismo y al péndulo”.

“Tambien, fácil de decir, muy difícil de hacer”, reconoció, y en ese sentido puso 2016 como “un ejemplo donde nosotros teníamos una oposición que apoyaba las leyes, y nos metía un montón de leyes en contra… Hasta la ley antidespidos. Cuando esa coalición opositora de centro racional empieza a desdibujarse y nosotros quebramos esa alianza -porque esto es como un matrimonio, nunca hay un solo culpable-, el Gobierno de Macri pierde gobernabilidad. Ese centro racional se diluye y emerge como alternativa a una crisis el kirchnerismo, que es la vuelta al populismo. Y eso condicionó al Gobierno de Macri”.

Cómo ve al presidente actual

En otro pasaje, Luciano Laspina dijo que ve a Alberto Fernández “como un presidente sin un proyecto político, un presidente de transición”.

Respecto de La Cámpora, consideró que “ha madurado, tiene exponentes más dialoguistas”, y lo atribuyó a que “entienden que el ascenso al poder, que podrá darse tal vez con Mäximo Kirchner, requiere no ser una opción radicalizada”.

Y si bien habló de una “maduración personal” de ese sector, advirtió que “cuando rascás un poco sus ideas, atrasan 30, 40 años”.

Por otra parte señaló que La Cámpora “hoy es un factor de poder”, y observó que actualmente tienen alrededor de 60 diputados. En 2023 el presidente que llegue va a tener que sentarse a dialogar con La Cámpora”, porque el deseo de esa agrupación es “llenar las listas de diputados. Tienen un proyecto de poder y superación hacia adelante”.

Ante ello, observó que “un presidente que no lo tiene está debilitado”.

Cristina Kirchner llama a poner a la Justicia “en la senda que la República le impone”

La vicepresidenta de la Nación detalló una serie de elementos que probarían que los jueces actuaron con segundas intenciones al detener a algunos exfuncionarios del kirchnerismo.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner la emprendió una vez más contra la Justicia al insistir la instalación del Lawfare, que refiere como “un plan sistemático que requiere la articulación de medios de comunicación, sectores del Poder Judicial y agencias y organismos del Estado para atacar y destruir a opositores políticos”.

En ese marco, la exmandataria cargó contra la Corte Suprema, a la que acusa de inacción ante “los escandalosos mecanismos del Lawfare”.

En una extensa sucesión de tuits, la exmandataria arrancó diciendo que “un conocido periodista acaba de ‘informarnos’ (claro que cuatro años después) que en el año 2016 el diario La Nación estuvo a punto de dedicar una tapa de domingo a los jueces de Comodoro Py que no habían ‘perseguido” a funcionarios de nuestros gobiernos”.

El periodista en cuestión y al que Cristina no nombra es Carlos Pagni, quien hizo esa referencia en el editorial de su programa Odisea, que se emite los lunes por La Nación+, y sobre el cual agregó que “dijo también que, a partir de ese dato, un juez federal ‘paró la publicación de la tapa’ ordenando la detención repentina de un exfuncionario -y yo agrego- que, además, había dejado de serlo… ¡en el año 2009!”. En este caso el exfuncionario es Ricardo Jaime.

“Dicen que una verdad a medias es una mentira y resulta que lo que no contó el conocido periodista es que justamente ese domingo, 3 de abril de 2016, en el que supuestamente iba a aparecer la famosa tapa con los jueces de Comodoro Py”, agregó la vicepresidenta, para señalar luego que “era el mismo domingo en que se iba a dar a conocer a nivel mundial el escándalo de los Panamá Papers en el que estaba directamente involucrado el entonces presidente Mauricio Macri. Fue por eso que el juez Ercolini, el día anterior, ordenó la detención del exfuncionario”.

Según Cristina, “la verdad completa es que: o metían preso a un exfuncionario o publicaban la tapa con la foto de los jueces. El objetivo era el mismo: tapar y encubrir a Macri en un escándalo que provocó la renuncia de presidentes, primeros ministros y ministros en todo el mundo”.

Agrega la exmandataria que “como dicha detención no fue suficiente para tapar la magnitud del escándalo que se desató con los Panamá Papers, por estar involucrado nada menos que el presidente de la Nación, Mauricio Macri, a los dos días de ese domingo se ordenó otra prisión preventiva…”. En este caso señala a “un empresario detenido en el aeropuerto de San Fernando cuando llegaba de Río Gallegos para asistir precisamente a una indagatoria en Comodoro Py, con la ridícula excusa que el avión ¡que ya había aterrizado!… ‘no tenía plan de vuelo’”. El empresario es Lázaro Báez.

“He sostenido y sostengo que en la Argentina y en la región se instaló el Lawfare: un plan sistemático que requiere la articulación de medios de comunicación, sectores del poder judicial y agencias y organismos del Estado para atacar y destruir a opositores políticos”, puntualiza Cristina Fernández, que concluye diciendo que “finalmente es La Nación, a través de uno de sus principales columnistas, el que describe a medias y a conveniencia algunos de los escandalosos mecanismos del Lawfare sin que hasta el momento en la Corte Suprema, responsable última del Poder Judicial, se les mueva un pelo”.

“Ahora, que las cosas empiezan a quedar al descubierto y que se desnudan los mecanismos de la persecución de opositores y del encubrimiento de la corrupción macrista, es más fácil entender la necesidad de volver a poner a la Justicia en la senda que la República le impone”, remata la vicepresidenta de la Nación.