San Perón 

Por Cata Cabana, historiadora. La autora recuerda la historia de cómo se gestó el feriado del 18 de octubre, el “día de San Perón”.

Todos conocemos la historia de la masiva marcha de aquel 17 de Octubre de 1945 en la que el pueblo le exigió al gobierno militar que suspenda la prisión de Peron, quien había sumado cargos de sumo poder estratégico (Vicepresidente, Secretaria de trabajo y Ministro de Guerra). 

El General (otrora Coronel), cumplía condena en la Isla Martín García, y fue traído a la Casa Rosada, donde – frente a todos – renunció a sus cargos militares y anunció su candidatura presidencial.

Lo que pocos conocen es la historia de San Perón.

Durante los años del gobierno peronista, todos los 17 de Octubre se realizaban festejos, desfiles y celebraciones. Los trabajadores terminaban la jornada cantando “Mañana es San Perón / que trabaje el patrón”.

A última hora, Peron firmaba el decreto y daba como feriado el 18. De esta manera, se continuaban los festejos en Capital, y podían volver a sus hogares aquellos que habían venido de más lejos.

Esta medida, daba dos días de celebración política entre el líder y los trabajadores (sus principales votantes).

Lógicamente, luego del golpe del 55, se dejó de celebrar el día de la lealtad, ya que se prescribió todo lo referido a Peron o peronismo. Y en consecuencia, el día de San Perón cayó en el olvido.

Buenos Aires: un destino imperdible 

Por Cata Cabana, historiadora. La autora celebra la amplia diversidad cultural de la capital nacional.

La razón por la cual muchos eligen visitar la reina del Plata es su ecléctica diversidad.  

Se puede ver a vuelo de pájaro en dos días o disfrutarla en una semana.  

Buenos Aires tiene todo para un buen recuerdo: hospitalidad, excelente gastronomía y una amplia agenda cultural.  

No sólo los museos son imperdibles, sino sus inolvidables pasajes y cuadras llenas de arquitectura y hermosos detalles.  

En Buenos Aires, es posible pasar de la belle epoque al modernismo con tan solo cruzar de vereda, así como enamorarse en un tango y cantar un rock.  

Desde los carnavales de febrero hasta el mundial de tango en septiembre, siempre hay algo sucediendo.  

La ciudad que nunca se detiene, que tiene una historia en cada esquina, y un café para compartir. 

¿Cómo no visitar Buenos Aires? 

1890 – la primera gran crisis  

Por Cata Cabana, escritora e historiadora. La autora compara la crisis de 1890 con la actual y destaca que aquella fue resultado de la especulación financiera.

La historia argentina se mide en décadas, muchas llevan -incluso- nombre. 

Nuestra República, o, mejor dicho, nuestro país tal y como lo conocemos ahora se concretó en 1880. A partir de ese momento se plantearon políticas sociales y económicas con el objetivo de trazar un rumbo. Pero no todo salió como se esperaba. 

En esos 10 años, el gobierno argentino se endeuda, mayormente con Inglaterra, para construir mejoras: trenes, fábricas, vapores, edificios, caminos, entre otras. Mejoras que traerían inmigrantes, más trabajo, y progreso. 

Sucedió lo inesperado: el grupo que gobernaba estaba formado por antiguas familias patricias, dueños de las tierras y los destinos. En el centro porteño, un grupo de idealistas políticos quiso abrir el juego y, mediante la Revolución del Parque, dieron nacimiento a los radicales; con el objetivo de abrir el juego político y darle al pueblo la posibilidad efectiva de elegir, y no sólo legitimar al presidente. 

Este primer achaque, fue acompañado de un golpe económico: el primer default.  

El presidente Juárez Celman, no pudo sostener su poder, y por pedido de su propio partido, presentó la renuncia. En su lugar, asumió Carlos Pellegrini. 

Pasó a la historia como “Piloto de Tormentas”, ya que en sus dos años de gestión tomó medidas específicas en el rumbo económico. La más importante: la creación del Banco Nación (detalle de color, la sede principal está donde estuviera el primer teatro Colon, del cual su padre fue el arquitecto). 

El mundo artístico se hizo eco de la crisis. Un ejemplo es el increíble cuadro realista de Ernesto de la Cárcova: “Sin Pan y sin Trabajo”, que refleja las falencias de las promesas incumplidas de aquella década del 80. 

Tenemos la oportunidad de aprender de la historia. Y ver que, si con menos herramientas se piloteó la tormenta, con más, debiera haber más paciencia.  

Aquella crisis fue resultado de la especulación financiera, ¿otra oportunidad de aprender, tal vez? 

Patricios contra patriotas, y otras curiosidades 

Por Cata Cabana, historiadora. Con motivo de un nuevo aniversario del Día de la Independencia, la autora repasa los procesos de conformación del nuevo Estado.

En este nuevo aniversario de nuestra declaración de independencia, es imperioso detenerse a reflexionar sobre la importancia de ese proceso, suceso y hecho histórico. 

Cuando hablamos de historia, de algo acontecido en el pasado, a veces lo hacemos de forma abstracta; es decir: olvidando que fue realizado por hombres y mujeres de aquel entonces.  

Una de las formas sencillas de relatar es a través de un protagonista, pero… ¿qué sucede con todos aquellos que acompañaron ese momento? 

Es probable que todos sepamos cómo se llegó a aquel 9 de Julio de 1816, después de las batallas heroicas de los héroes de la Patria.  

Lo que tal vez no tomemos en consideración es la cantidad de fracasos y derrotas que hubo en el camino. Lo interesante es que, a pesar de todo aquello, no había lugar para la frustración: la Patria era el proyecto a cumplir. 

El principal objetivo era salir del mando español, no volver a depender de ninguna corona del Viejo Continente; sin embargo, esto no era tarea sencilla… y no sólo por las fuerzas enviadas desde Europa, sino por el poco apoyo que recibía el proyecto por parte de Buenos Aires.  

Los Generales como San Martín, Belgrano y Güemes dejaron de recibir apoyo alimentario y económico por parte de la capital del Virreinato, pusieron de sus propias fortunas los recursos, eran los “contra patricios”.  

El enemigo no era sólo Europa, lo eran también las familias patricias que no acompañaban la gesta independentista, liderada por Patriotas (una grieta heredada desde 1810). 

No todo Buenos Aires era así. En la casa de Mariquita Sánchez de Thompson se realizaban tertulias políticas que acompañaban las ideas de independencia. Una mujer de palabras y cartas tomar. 

Las Provincias Unidas del Río de la Plata firmaron la declaración de independencia el 9 de julio de 1816 en Tucumán. Firman las Provincias de la Unión, donde figuran Cochabamba, Tarija, y otros territorios que hoy no forman parte de la República Argentina. Otra curiosidad: invocan al Eterno que preside el Universo… ¿será el Gran Arquitecto del Universo?, sabiendo de las logias masónicas que lideraban los movimientos ideológicos de aquel entonces. 

La independencia se declara, pero debe ser reconocida por otro para que exista como tal. Para ello, había que definir el proyecto a seguir: ¿quién iba a gobernar?.  

El proyecto de Belgrano incluía un descendiente del imperio Inca. De todos los proyectos presentados, ninguno llegó a puerto. A partir de 1816 se abre un nuevo proceso, el de conformación del Estado, pero esa… es otra historia. Por ahora, ¡Viva la Patria! y a defender la independencia.