Advierten que la iniciativa obligaría a que el 70 % de los quesos lleve sellos por exceso de sodio y exceso de grasas saturadas.
El Centro de la Industria Lechera (CIL), asociación que representa a pequeñas, medianas y grandes empresas del sector, envió notas a los presidentes de bloque y de las comisiones de la Cámara de Diputados en las que planteó que el proyecto de etiquetado frontal de alimentos que actualmente está en el Congreso obligará a que “el 70 % de los quesos lleve sellos por exceso de sodio y exceso de grasas saturadas”, y que el mismo “generará asimetrías, problemas legales, productivos y logísticos en el Mercosur al impactar negativamente en las exportaciones de productos lácteos de Argentina”.
La entidad, referente del sector lácteo con 101 años de trayectoria, adhirió a la iniciativa de contar con una ley que permita al consumidor contar con una información nutricional clara y veraz, pero al mismo tiempo señaló su “preocupación que dichas metas podrían no ser cumplibles, simplemente porque algunos objetivos de reducción no serían logrables desde el punto de vista tecnológico, lo que iría en desmedro no sólo del consumo interno de productos lácteos, sino también del tan necesario ingreso de divisas por exportaciones, ya que la entrada en vigencia generaría una desventaja competitiva con respecto a otros países, principalmente los socios del Mercosur”.
Concretamente el CIL indicó la norma “hará que en Mercosur los productos lácteos argentinos estén en inferioridad de condiciones respecto de los de otros países y que un mismo producto lácteo en Argentina lleve dos sellos y en Brasil ninguno”, afectando a las exportaciones.
La entidad sostiene que considerando la contribución nutricional a la salud y la buena alimentación de los lácteos, “lo más apropiado sería que tengan un tratamiento particular, basado en la necesidad de promover su consumo dentro de una dieta equilibrada y, al mismo tiempo, establecer límites especiales de los nutrientes críticos, con el objeto de estimular la reformulación e incentivar el consumo de estos alimentos, facilitando el cumplimiento de las recomendaciones de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA)”.
Por otro lado, el Centro de la Industria Lechera Argentina remarcó que el perfil de Nutrientes recomendado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el que se basa el proyecto de ley, “establece límites de nutrientes críticos tan exigentes que hace muy difícil y, en algunos casos imposible, la reformulación de los alimentos industrializados para evitar colocar uno o más sellos. Esto llevará a que la gran mayoría de los alimentos lácteos lleven advertencias, generando mayor confusión en el consumidor que entiende que los productos lácteos son saludables, quedando sin opciones al momento de la compra”.