Fue en una reunión informativa celebrada en la Comisión de Salud, con especialistas que expusieron sobre la norma que busca promover el parto seguro.
Se trata de una iniciativa de la diputada Mónica Fein, que alerta sobre el uso inadecuado de esa práctica. Se abordará en la Comisión de Salud este martes.
En un martes de mucha acción a nivel comisiones, la última en ser convocada el viernes fue la de Acción Social y Salud Pública, que encabeza la socialista Mónica Fein. La misma se reunirá a partir de las 13.30 y será para tratar la creación de un Programa nacional de uso adecuado de la cesárea (PNUAC), en el ámbito del Ministerio de Salud de la Nación.
La reunión contará con la presencia de especialistas que expondrán sobre este proyecto que es impulsado por la propia Mónica Fein, y cuyo objetivo es promover y garantizar el parto seguro para todas las personas gestantes y sus hijas e hijos, promoviendo el modo de nacimiento más seguro y el seguimiento y monitoreo de datos vinculados a la práctica del nacimiento por cesárea en las instituciones proveedoras de servicios de salud.
Desde hace décadas se viene alertando sobre las consecuencias del uso inadecuado de la cesárea. Así como existen aún en el mundo personas gestantes que presentando una emergencia obstétrica no pueden acceder a una cesárea, simultáneamente hay muchas otras embarazadas y bebés que son innecesariamente expuestos a los riesgos asociados a esta intervención, sostiene la impulsora de esta iniciativa.
El proyecto remarca que cuando una cesárea tiene justificación clínica, su aplicación disminuye la morbi-mortalidad materna y perinatal. Cuando las tasas de cesárea sin justificación clínica aumentan, también lo hacen la morbimortalidad materna y perinatal. Este uso excesivo e innecesario de la cesárea en países de bajos y medianos ingresos sobre utiliza además recursos materiales y humanos que son esenciales para el cuidado de la población, lo que tiene un impacto negativo tanto en el acceso universal a los servicios de salud, como en la salud materna e infantil.
En la indicación de cesáreas no justificadas, intervienen muchas veces factores no clínicos de diverso origen que involucran a distintos actores, como las personas gestantes y sus familias, los equipos de salud y las instituciones de salud, entre otros. Para reducir las cesáreas injustificadas relacionadas a estos factores no clínicos, se ha demostrado que existen intervenciones no clínicas efectivas y seguras.
La iniciativa es impulsada a través de un proyecto por los diputados socialistas, atentos a las alertas que circulan en torno a las consecuencias del uso inadecuado de esas operaciones.
Los diputados socialistas Mónica Fein y Enrique Estévez presentaron un proyecto para crear un Programa Nacional de Uso Adecuado de la Cesárea. La iniciativa tiene como fin promover y garantizar el parto seguro para todas las personas gestantes y sus bebés, promoviendo el modo de nacimiento más seguro y el seguimiento y monitoreo de datos vinculados a la práctica del nacimiento por cesárea en las instituciones que brindan servicios de salud.
Esta iniciativa establece disposiciones que resultan complementarias y se enmarcan en las establecidas en la Ley 25.929 de Parto Respetado, como así también la Ley 26.529 de Derechos del Paciente y la 27.611 de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el embarazo y la primera infancia.
El proyecto consta de una decena de artículos y atiende una realidad: las alertas que circulan en torno a las consecuencias del uso inadecuado de la cesárea. En ese sentido, se advierte que así como existen aún en el mundo personas gestantes que presentando una emergencia obstétrica no pueden acceder a una cesárea, simultáneamente hay muchas otras embarazadas y bebés que son innecesariamente expuestas a los riesgos asociados a esta intervención.
En la Argentina la tasa de cesáreas ronda el 35%; a nivel mundial se observa que, por distintas causas, este dato aumenta 1% por año. Si bien los especialistas sostienen que es una práctica que llegó para salvar vidas, con estos índices comienzan a crecer los riesgos para las madres e hijos.
Cuando una cesárea tiene justificación clínica, su aplicación disminuye la morbimortalidad materna y perinatal. Cuando las tasas de cesárea sin justificación clínica aumentan, también lo hacen la morbimortalidad materna y perinatal, alerta el proyecto de los diputados socialistas. Al respecto señalan que “este uso excesivo e innecesario de la cesárea en países de bajos y medianos ingresos sobre utiliza además recursos materiales y humanos que son esenciales para el cuidado de la población, lo que tiene un impacto negativo tanto en el acceso universal a los servicios de salud, como en la salud materna e infantil”.
En la indicación de cesáreas no justificadas intervienen muchas veces factores no clínicos de diverso origen que involucran a distintos actores, como las personas gestantes y sus familias, los equipos de salud y las instituciones de salud, entre otros. Para reducir las cesáreas injustificadas relacionadas a estos factores no clínicos, se ha demostrado que existen intervenciones no clínicas efectivas y seguras.
Desde el año 2020 se inició en diversos lugares del mundo la estrategia de implementación de intervenciones llamada QUALI-DEC (la sigla en inglés que significa “Uso adecuado de la cesárea mediante la toma de decisiones de calidad por parte de mujeres y profesionales de la salud”), que propone una intervención no clínica multifacética dirigida simultáneamente a los médicos, las personas gestantes, sus familiares y las instituciones de salud para reducir la práctica de cesáreas no justificadas médicamente. Esta estrategia proporciona a estos actores herramientas prácticas que les orienten en la elección del modo de parto más adecuado, combinando cuatro intervenciones de seguridad y efectividad comprobada, señala el proyecto que enumera:
- Acompañamiento elegido por la persona gestante.
- Herramienta de información para la toma de decisión por parte de las mujeres y los profesionales de la salud del modo más seguro de nacimiento (cuadernillo informativo y aplicación web comunicacional para las personas gestantes)
- Auditoría de cesárea en grupos de bajo riesgo (Grupo 1 a 4 de la Tabla de Robson) con retroalimentación de resultados y recomendaciones a los equipos de salud
- Líder de opinión que fomente el uso de algoritmos clínicos de manejo respaldados por la más sólida y actualizada evidencia científica
La investigación se centra en cómo implementar estas intervenciones de la manera más apropiada y eficaz, teniendo en cuenta el contexto local e institucional.
Cuentan Fein y Estévez que este proyecto actualmente evalúa y produce información comparada en la implementación de manera simultánea de la estrategia en cuatro países: Argentina, Burkina Faso, Tailandia y Vietnam. Por nuestro país el proyecto es implementado por el equipo del Centro Rosarino de Estudios Perinatales (CREP) liderado por Guillermo Carroli.
Esta investigación aborda la promoción de la salud, los derechos inalienables de las personas gestantes y sus hijas/os y el empoderamiento de la mujer, la utilización de las mejores prácticas clínicas por parte de los profesionales de la salud y la oportuna disponibilidad de los datos necesarios para accionar positivamente en la toma de decisiones. También contempla el apoyo y acompañamiento continuo de las mujeres durante el trabajo de parto y parto promoviendo la participación de los actores y actoras interesadas y de los destinatarios de la intervención multifacética desde el comienzo mismo de la investigación, para así asegurar la optimización del impacto esperado.
Objetivos de la ley
El proyecto tiene como autoridad de aplicación al Ministerio de Salud de la Nación y fue girado a las comisiones de Acción Social y Salud Publica, de Mujeres y Diversidad y de Presupuesto y Hacienda.
Prevé implementar mecanismos de recopilación de datos para el monitoreo y evaluación de los diferentes modos de parto, tanto en el ámbito público como privado de la atención de salud en todo el territorio nacional; como así también promueve el acceso a la información basada en evidencia científica sobre los perjuicios asociados al nacimiento por cesárea sin indicación médica para que las personas gestantes puedan tomar decisiones informadas.
Asimismo promueve la capacitación y formación de las y los profesionales de la salud a los efectos de hacer efectivos los objetivos de la presente ley.
También prevé llevar adelante, en coordinación con las jurisdicciones, el monitoreo de los diferentes modos de nacimiento, debiendo recabar datos sobre los nacimientos por cesárea en todo el territorio, confeccionar y brindar estadísticas en relación a las causas que motivan la realización de esta práctica. Específicamente se deberá realizar un seguimiento de los partos por cesárea practicados en población de bajo riesgo de nacimiento por cesárea (Grupos 1 a 4 según la clasificación de la Tabla Robson de la Organización Mundial de la Salud), razones de su indicación, identificación y revisión de los casos en los que podrían haberse evitado la cesárea y la elaboración de recomendaciones y acciones para evitar futuras cesáreas en casos similares.
La OMS estableció que aproximadamente -con las variaciones particulares de cada país- un 15% de las cesáreas que se practican actualmente es un porcentaje razonable. Es decir que, hasta 15% de las cesáreas que se llevan a cabo tenían el máximo de los beneficios y el mínimo de los riesgos. A partir de ahí empiezan a aparecer más riesgos, y se empiezan a hacer cesáreas a mujeres que no las necesitan clínicamente.