Argentina merece construir una fuerza política alternativa que cambie el paradigma autoritario, patriarcal y extractivista. Milei contra el resto del mundo.
América Latina enfrenta impactos climáticos crecientes que amenazan los derechos humanos, la biodiversidad y los medios de vida de millones de personas, especialmente de comunidades indígenas, afrodescendientes, mujeres, niños y niñas, adolescentes, jóvenes y otras poblaciones vulnerables. Este contexto requiere compromisos firmes y acciones rápidas y justas por parte de la comunidad internacional en la COP29, reconociendo la responsabilidad histórica y la necesidad urgente de justicia climática. Los latinoamericanos en esta COP abogamos por una transición justa que tome en cuenta factores estructurales, priorizando una perspectiva interseccional con los pueblos y comunidades para liderar el cambio desde sus propias realidades y contextos. La transición justa requiere mecanismos financieros basados en subvenciones que no generen nuevo endeudamiento.
Es fundamental integrar de manera transversal la transición en las políticas y programas del Estado. Muchos programas de desarrollo no se integran adecuadamente, lo que dificulta la planificación y coordinación de políticas. Esto implica que los beneficios de una transición justa no se distribuyen equitativamente y que muchos grupos vulnerables quedan excluidos. Es esencial que las políticas se diseñen con los conocimientos tradicionales y las experiencias vividas por las comunidades afectadas. La falta de inclusión efectiva en la toma de decisiones de aquellos/as que están en la primera línea del cambio climático perpetúa desigualdades.
Las ecofeministas del mundo estamos teniendo aquí un rol de incidencia destacado. Nuestro mayor logro de la primera semana de negociaciones ha sido garantizar que se incluya en la resolución de transición justa las tareas de cuidados y a los y las trabajadoras/es informales, siendo que las mujeres somos mayoría en estos grupos.
Argentina, con su intempestiva e inexplicable decisión de retirarse de las negociaciones, se queda fuera del debate para obtener recursos y en los hechos contradice el discurso inicial (que no llegaron a leer) que subieron en la web de Naciones Unidas, donde responsabilizaban de la crisis a los países desarrollados rechazando imposiciones regulatorias.
El año pasado, finalizando la COP28 desarrollada en Dubai, asumía Javier Milei la presidencia de la nación. Autoproclamado ultraliberal y negacionista de la evidencia científica sobre la crisis, que ya afirmaba entonces que son “mentiras del socialismo”. Sin embargo desde entonces hasta ahora, y a pesar de la eliminación del Ministerio de Ambiente, los procesos gubernamentales iniciados a partir de los compromisos asumidos en las Convenciones de cambio climático, biodiversidad y lucha contra la desertificación y el Acuerdo de Escazu continuaron su derrotero, sobre la base de la fortaleza que les otorga su ratificación posterior a la aprobación parlamentaria.
En el contexto de un gobierno negacionista de los derechos humanos y de la crisis climática, el retiro de esta COP y nuestro aislamiento del diálogo multilateral significa para la Argentina una oportunidad pérdida para obtener los recursos que necesitamos para los cambios imprescindibles para evitar y afrontar las sequias, los incendios y las inundaciones que nos están azotando.
María José Lubertino es presidenta de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos. Doctora en Derecho, especialista en Derecho Ambiental. Profesora Derechos Humanos UBA
Encabezados por Elisa Carrió, los diputados de la Coalición Cívica hablan de “un retroceso en la histórica política ambiental de nuestro país” y una violación de la Constitución Nacional.
La Coalición Cívica rechazó este jueves la decisión del presidente de la Nación de retirar a la delegación argentina de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP 29).
“Rechazamos y manifestamos nuestra preocupación por el retiro de la delegación argentina de la COP29 en Bakú, Azerbaiyán, decidido por el presidente Javier Milei. Esta decisión constituye un retroceso en la histórica política ambiental de nuestro país y una violación de principios fundamentales consagrados en nuestra Constitución Nacional en su artículo 41, en la ley marco de cambio climático y en el Acuerdo de París, del cual Argentina es signataria”.
Además, agregaron, “debilita la posición internacional de nuestro país frente a los desafíos globales del cambio climático y a las oportunidades económicas de la transición ecológica”.
En un comunicado recordaron que en Bakú “se están discutiendo temas esenciales para la transición energética global y para las finanzas verdes, que representan oportunidades de inversión que Argentina no puede darse el lujo de ignorar. La ausencia de nuestro país en esta instancia clave nos margina de posibles beneficios económicos y estratégicos, privándonos de acceder a herramientas necesarias para fomentar un desarrollo sostenible y competitivo, que logre insertarnos más fuertemente en las cadenas globales de valor”.
Esta actitud, agregan, “se suma a la preocupante demora en la sanción de leyes esenciales como la de promoción del hidrógeno verde y de bajas emisiones, una política clave para atraer capitales y posicionar a Argentina como un actor relevante en el mercado energético global”.
Suscriben el pronunciamiento argentino Elisa Carrió y sus diputados Maximiliano Ferraro, Juan Manuel López, Paula Oliveto, Mónica Frade, Victoria Borrego y Marcela Campagnoli.
Para la CC, “el retiro de la COP29 no solo socava nuestros compromisos ambientales, sino que también envía un mensaje peligroso al alinearnos con autocracias que han optado por ignorar los acuerdos climáticos internacionales como Irán, y alejándonos de las democracias desarrolladas comprometidas con el desarrollo sostenible, como Alemania, Noruega, Nueva Zelanda, Suiza o incluso Israel, país con el cual se proclama una supuesta alianza estratégica”.
Sostienen desde la Coalición Cívica que “el cambio climático no es un problema abstracto: es una realidad que afecta directamente a la vida de las personas y el desarrollo productivo. La salida intempestiva y sin explicaciones de la COP 29 en Bakú también rompe con la política exterior climática mantenida por todas las administraciones -desde el gobierno de Carlos Menem a la actualidad-, y con la convicción manifiesta en materia de multilateralismo climático. Por otro lado, muestra una fuerte contradicción con los intereses del país en materia de acuerdos comerciales (como el que viene trabajándose entre el Mercosur y la Unión Europea) y de acceso a grupos de países con intereses comunes (OCDE)”.
Así las cosas, la Coalición Cívica insta al Gobierno nacional a “reconsiderar esta postura, a reinsertar a Argentina en los foros internacionales donde se define el futuro del planeta y a priorizar una agenda climática seria que esté a la altura de los desafíos y oportunidades del siglo XXI”.
“Por una Argentina que construya puentes hacia el futuro, en vez de muros de aislamiento”, concluye el comunicado del partido de Elisa Carrió.