Se constituyó el Grupo Parlamentario de Amistad con Cuba

Los nuevos integrantes del GPA recibieron al Embajador de Cuba, Pedro Prada Quintero, y a la vicejefa de misión, Dagmara Calzada.

La diputada nacional Alejandra Obeid (FdT – Santa Fe) fue elegida presidenta del Grupo Parlamentario de Amistad (GPA) con la República de Cuba y diputado Manuel Aguirre (UCR – Corrientes) resultó electo vicepresidente.

Tras la formalización, Obeid agradeció su designación y destacó la importancia de esta herramienta para fortalecer la relación entre nuestro Congreso y la Asamblea Nacional. A su vez, los diputados presentes comenzaron a diagramar la agenda de trabajo que guiará las actividades del GPA durante este año.

Del mismo modo, los integrantes del GPA recibieron al Embajador de Cuba en Argentina, Pedro Pablo Prada Quintero, junto a la vicejefa de misión, Dagmara Calzada, con quienes hablaron sobre la relación bilateral. El diplomático también compartió con los presentes sus apreciaciones acerca de las recientes elecciones legislativas acontecidas en Cuba.

Otro de los puntos de la agenda de trabajo fue la cooperación educativa. Al respecto, resaltaron las conversaciones bilaterales en curso para promover la utilización de parques tecnológicos en universidades como forma de vincular la producción y el conocimiento, poniendo énfasis en la trasferencia de know how para en sectores estratégicos.

Argentina y Cuba mantienen lazos estrechos que se reflejan principalmente en la interacción de sus sociedades, en la cooperación e intercambio cultural constante, así como también en la pertenencia a espacios multilaterales como la Asociación Latinoamericana de Integración, Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (ALADI), la CELAC y las Naciones Unidas.

Dentro de los últimos hitos bilaterales se destacan tanto el acuerdo de cooperación agrícola orientado a propiciar la soberanía alimentaria de Cuba a partir del incremento de su capacidad productiva agroalimentaria, como la reactivación de los vuelos de Aerolíneas Argentinas hacia la isla.

Además de las autoridades designadas, integran el GPA con Cuba los diputados nacionales: Nelly Daldovo, Carlos Heller, Mónica Macha, María Rosa Martínez, Blanca Osuna, Hugo Yasky y Ximena García. Asimismo, participó de la reunión constitutiva el presidente del Bloque del FDT, Germán Martínez, junto al director general de Diplomacia Parlamentaria de la Cámara baja, Ariel Sotelo.

Adolfo Rodríguez Saá recibió al embajador de Cuba en el Senado

En dicho encuentro trataron temas relacionados al “desarrollo del sector agropecuario y la cooperación técnica bilateral”. Además, destacaron la ayuda humanitaria de Argentina hacia el país caribeño.

El senador nacional y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, Adolfo Rodríguez Saá, recibió este miércoles en el Palacio Legislativo al embajador de Cuba en la Argentina, Pedro Prada Quintero, con quien dialogó sobre las relaciones bilaterales entre ambos países y acordaron un trabajo “a puertas abiertas”.

Durante el encuentro, Rodríguez Saá se refirió al agradecimiento del “histórico y valioso respaldo de la posición argentina sobre la cuestión Malvinas”, especialmente el “apoyo de Cuba en el marco del Comité Especial de Descolonización, su copatrocinio del proyecto de resolución y su intervención en ese ámbito”.

Además, acordaron “un trabajo a puertas abiertas entre la embajada y la Comisión de Relaciones Exteriores para avanzar en cuestiones que hacen a la tecnología en materia productiva, a la educación, el deporte y acuerdos bilaterales de exportación e importación de productos”.

En suma, se trataron temas que hacen a la propuesta de la Cancillería para el desarrollo del sector agropecuario y la cooperación técnica bilateral, y el desarrollo de la pandemia en ambos países, donde se destacó la ayuda humanitaria que tuvo la Argentina hacia el país caribeño.

El legislador del FdT y el embajador, finalmente destacaron “la necesidad de llevar adelante la tarea coordinada de intercambio parlamentario que pueda acercar la posición de todos los países de Latinoamérica en encuentros que se realicen en el marco de los parlamentos de los países latinoamericanos y donde Cuba ha ofrecido ser sede de estos posibles y futuros encuentros”.

La audiencia también contó con la presencia de la encargada de negocios y consejera, Dagmar Calzada.

En plena campaña, se viene un plenario de Relaciones Exteriores y de Trabajo del Senado

Los temas en agenda del plenario en la Cámara alta no son conflictivos pero la política internacional será uno de los puntos de mayor tensión.

comision relaciones exteriores senado septiembre 2020

A poco más de un mes de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), el Senado realizará el próximo lunes 9 a las 16, un plenario de las comisiones de Relaciones Exteriores y Culto y de Trabajo y Previsión Social en forma virtual, con el objeto de tratar dos proyectos de ley de convenios de seguridad social con otros países firmados en el gobierno anterior.

Uno de ellos, data de 2019 y es un proyecto de ley del Poder Ejecutivo que aprueba el convenio de seguridad social con la República de Corea, suscripto el 27 de noviembre de 2018, por el expresidente Mauricio Macri.

La otra iniciativa de ley prevé la aprobación del convenio con el Estado de Israel sobre seguridad social, firmado el 12 de septiembre de 2017, también durante el macrismo.

Si bien estos temas no son conflictivos, la política internacional será el tema principal que puede generar cruces entre los legisladores del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, que hace tiempo piden la visita del canciller Felipe Solá por la postura adoptada por el Gobierno nacional respecto a la situación en Cuba y en Nicaragua.

El Gobierno no se sumó a la iniciativa para exigir que Cuba “respete la libertad” y la oposición salió al cruce

Declaración de la administración estadounidense de Joe Biden sobre la situación social y política en Cuba. Argentina no se sumó. Juntos por el Cambio criticó la postura del Gobierno del Frente de Todos.

Una veintena de países, entre ellos varios latinoamericanos, se alinearon al Gobierno de Estados Unidos e instaron conjuntamente a Cuba a respetar los derechos civiles y liberar a las personas detenidas por las protestas celebradas este mes en la isla.

Sin embargo, uno de los ausentes fue Argentina, por lo que los legisladores nacionales de la oposición salieron al cruce rápidamente.

“Y después el kirchnerismo habla de violencia institucional, de Chocobar, Maldonado y te quiere correr por izquierda, cuando son los perpetradores y apoyan a quiénes violan los Derechos Humanos”, afirmó el diputado porteño Álvaro de Lamadrid (Juntos por el Cambio).

En esa línea, argumentó´: “El Gobierno no condena a Cuba porque Cristina (Kirchner) le tiene que devolver el favor de Florencia (Kirchner).

“Cuando sí había un gobierno que decía que en Cuba hay dictadura, Cristina y Máximo (Kirchner) buscaron fueros y Florencia se fue a Cuba. Ser kirchnerista es ser cómplice”, fustigó Álvaro de Lamadrid.

cristina florencia kirchner cuba febrero 2020

Por su parte, el diputado porteño Fernando Iglesias disparó: “La cepa Habana del coronavirus solo ataca a los generales cubanos. El método Putin prolifera. Cuba, Venezuela, Irán, Rusia: nuestros aliados”, en referencia al fallecimiento del general cubano Rubén Martínez Puente.

Brasil, Colombia y Ecuador fueron algunos de los 20 países que, junto al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llamaron a La Habana a que “respete los derechos y libertades legalmente garantizados del pueblo cubano”.

La declaración, sin embargo, no está firmada por algunos de los principales aliados de Estados Unidos, como Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Japón y España, a pesar del entusiasmo que mostraron por colaborar con el presidente demócrata Joe Biden.

Todos estos países votan siempre en la ONU a favor del fin del embargo estadounidense a Cuba y fueron críticos de la decisión del expresidente republicano Donald Trump, antecesor de Biden, de reimponer sanciones a Cuba levantadas antes de su mandato.

Del romanticismo revolucionario a la esclavización totalitaria

Por Nancy Sosa. La periodista analiza la historia de la revolución cubana, a la luz de las últimas protestas contra el régimen castrista.

La humanidad es propensa a los cambios y transformaciones, los generan hombres y mujeres de diferentes épocas con mayor o menor grado de éxito. Esos cambios son como una montaña rusa que sube y baja, a veces abruptamente. Esas transformaciones surgen de momentos llamados revolucionarios, de revoluciones que en su raíz prometen románticamente modificaciones tendientes a alcanzar la felicidad de los pueblos. 

Sin embargo, la historia se ocupa de reflejar impiadosamente que los romanticismos revolucionarios conducen sin remedio a la expansión de las ambiciones personales y de poder, y los pueblos padecen sin excepción las consecuencias de las expansiones desmedidas y del poder dictatorial que se instala para conservar lo presuntamente logrado. 

En ese proceso, almas de todo tipo, personas buenas y malas, ricos y pobres, ignorantes o ilustrados se involucran tras una ilusión que apenas se esboza en sus cerebros porque en su mayoría nadie sabe hacia donde se va y cuáles son los objetivos de semejante movimiento energético llamado política. 

Hacer historia es perder el tiempo, aquí. Solo valen algunos ejemplos como la Revolución Francesa, de la que quedaron al menos principios básicos y un Estado nuevo del que reniegan líderes del siglo XXI con escasa formación política e histórica. Libertad, Igualdad y Fraternidad, la caída de la monarquía clásica, un cambio transversal en la cultura y los modos de vida fueron sus resultados, necesarios y celebrados. Pero esa Revolución, en la que hubo muertos en cantidad derivó luego en el imperio Napoleónico que reinstaló un poder cuasi monárquico, dominante por dentro y exageradamente expansivo por fuera de Francia. El romanticismo creado por la Revolución Francesa derivó en un totalitarismo que esclavizó pueblos y naciones. La humanidad creció a costa del padecimiento de los pueblos. 

Con la Revolución Industrial pasó más a o menos lo mismo, con la diferencia de que la esclavización se encapsuló en la estructura de la producción y del trabajo, dando lugar luego a la fatídica “división internacional del trabajo”. En esa fase se inscribió la denominada revolución bolchevique que se planteó las etapas del socialismo y el comunismo, sin éxito en ninguno de los dos. Esa revolución, que se extendió en el tiempo como su hubiera triunfado se cayó definitivamente en 1989 junto con el muro de Berlín, pero dejó en el intento millones de muertos, sometimientos militaristas rígidos, seguimientos persecutorios a propios y extraños, y un imperio que brilló más en la Guerra Fría, pero se descongeló en un santiamén a manos de las mafias rusas que dieron lugar a la ahora denominada Federación Rusa. El único perjudicado de las estrategias sofisticadas, incluyendo la Perestroika fue el pueblo ruso, hoy envuelto en una serie de reacciones que, como en otros lugares, son los últimos estertores de una revolución caduca y el fracaso de un poder omnímodo. 

No entran en esta descripción los golpes de Estado, solo las irrupciones políticas consideradas “revolucionarias”, y entre ellas, las que tuvieron cierta duración en el tiempo y son próximas a nosotros. 

Es el caso de las “revoluciones” cubana, venezolana y nicaragüense. De esta última la permanencia en el tiempo no es una razón para otorgarle la valía de un triunfo sino todo lo contrario. Daniel Ortega es el típico izquierdista que, con la excusa de instalar un socialismo justo, terminó apropiándose de un país para hacer lo que se le diera la gana, cargarse miles de muertos sin que nadie ose condenarlo y someter a un pueblo que ya está exiguo. Venezuela es el caso más palpable de una “revolución” cuasi justificada en los inicios de Hugo Chávez por la desigualdad y la pobreza dentro de un país rico gracias a su petróleo. ¿Adónde fue a parar esa buena intención militarista de “salvar al pueblo” de la injusticia? A la dictadura de Chávez, y de Nicolás Maduro después de la muerte del líder. Maduro logró que emigraran de ese país cinco millones de venezolanos, mientras él cometía todo tipo de atropellos, asesinatos de adversarios, duros castigos, torturas y aberraciones contra los derechos humanos. Y encima no tiene más petróleo ni alimento para los que quedaron. 

En Argentina se celebraba a Chávez como si fuera Juan Domingo Perón. Pretendió serlo, más no pudo. En Argentina, los imberbes de la década del 70 encontraron en la figura de Néstor y Cristina Kirchner a los líderes de una revolución trunca a causa de la dictadura militar en 1976. El devenir de los hechos parecía darles una oportunidad de saldar aquella “deuda” del destino, pero solo consiguieron permanecer tres mandatos para cometer el peor asalto a las arcas del Estado que se haya visto jamás. Hubo un parate de cuatro años y retornaron para “profundizar” la revolución iniciada pero solo consagran hasta ahora un grado superlativo de ineficiencia en la gestión administrativa, política y diplomática, como nunca antes. 

La Revolución Cubana fue desde 1960 una llama señera de todas las izquierdas de la mitad del mundo. Su máximo líder, Fidel Castro, creó verdaderamente una idea de revolución con aspiraciones a crecer desde una modesta isla con ningún territorio aledaño para anexar, ninguna plataforma marina capaz de aumentar su geografía. Solo Sierra Maestra, y luego la toma del gobierno de un perverso Fulgencio Batista, adicto a las farras, la prostitución, las fiestas y las amistades norteamericanas que viajaban por mar unas pocas horas para vivir la vida loca. Y el pueblo cubano, muerto de hambre. ¿Cómo no aplaudir a Fidel? El hombre fuerte, carismático, con un discurso seguro y promesas como ramilletes en cada mano. Con solo 34 años y un conjunto de soldados amateur pero bien entrenados en Estados Unidos, “bajaron un día de Sierra Maestra” para recuperar a Cuba e instalar la revolución comunista. 

Desde ese entonces fue maestro y formador de cuanto niño rebelde caía a sus pies honrándolo hasta la emulación. Y cuando se le sumó el Ché Guevara, se llevó la mitad de las simpatías juveniles argentinas. Perón dio cuenta de cómo hasta los mejores cuadros del peronismo hacían “entrismo” al estilo cubano. Y soportó las bravuconadas de las orgas armadas donde caló hasta los huesos la idea de que todo se lograba a punta de rifles y pistolas. 

Claro que era atractivo. Hasta los periodistas más inquietos en el primer tramo del retorno de la democracia nos emocionamos hasta las lágrimas cuando nos invitaron a visitar Cuba, participar de diversos “Congresos”, rigurosamente desmitificados por el gran García Márquez como una gran ironía y para que los concurrentes se diesen cuenta de que “eso no era lo importante”. 

Todos los que fuimos hablamos con los cubanos y nos trajimos una idea diferente a la proclamada por el régimen. Con los pocos que se animaron a hablar rescatamos unas verdades no difundidas por los medios locales, pero era solo adentrarse a algunos barrios marginales para darse cuenta de que el nivel de vida del pueblo no era el mismo que veíamos en el Hotel Havanna y otros de esa categoría. Las guaguas (micros) argentinas eran las mismas que le había enviado Perón a Fidel en 1973. Desde entonces y hasta 1986 el transporte seguía siendo el mismo. Y los “arbolitos” funcionaban a full en la plaza central de la Habanna cambiando dólares. 

En los últimos días de este mes de julio de 2021 vimos cómo aquél viejo romanticismo revolucionario se convertía en farsa, como en todos los intentos previos. Acostumbrarse a pensar que la transformación del mundo pasa por la consigna “patria o muerte” es quedarse dormido en las tierras ciegas del olvido. 

El mundo nunca va para atrás, mal o bien siempre marcha hacia adelante. Y aunque lo que viene no siempre es mejor que lo que había, es para avanzar, nunca para retroceder. 

La revolución tecnológica, ésta que estamos viviendo ahora, está descabezando todos los resabios revolucionarios con un simple “like”, que convoca multitudes desde la “primavera árabe” hasta la fecha. No hay más líderes, no hay más masa, no hay quien te lleve de las narices para hacer lo que se le da la gana. Tampoco sabemos qué consecuencias traerá esta nueva revolución, pero hay algo muy cierto: las revoluciones pedestres están muertas y las armas que prevalecen son la información, las herramientas digitales, esas que en un abrir y cerrar de ojos hacen que el mundo entero sepa qué está pasando en determinado lugar, cuántos atropellos se están cometiendo, cuantos pobres existen en el globo terráqueo, y cuánta gente se muere por minuto a causa de un virus. 

Lo que más se lamenta no es la pérdida de la ocasión de participar de una revolución creyendo que de esa forma se cambiará al mundo. Se lamenta que tanto romanticismo, tanta inocencia bajo el dominio de una bota civil o militar, se pierda sin dejar una simple gota que sirva para hacer una buena poesía. 

Patria y Vida vs. Patria o Muerte

Por Daniel Bosque. El director de Mining Press y EnerNews analiza las protestas en Cuba contra el gobierno castrista y la reacción que generó en la región.

Patria y Adidas. Camino al restorán casero, un paladar donde me chuparé los dedos con un plato de ropa vieja, a media cuadra de la Catedral, el joven Elder me toma del brazo. No es una brigada de civil de los que abundan en La Habana Vieja, me jura. Sólo quiere saber las marcas y modelos de mis jeans y zapatillas. Terminamos hablando largo de su hambre de ropas de onda versus mis juveniles admiraciones por Sierra Maestra, Fidel y el Che, que a él poco le dicen. 

A metros de El Malecón, el simpático Humberto que me ha llevado en su Coco-taxi, una de los tantos que surcan la ciudad. Dice ser ingeniero electrónico, ex becado en Moscú y me cuenta cuánto vale un tomate, sí, uno solo. Y por qué todavía está aquí, donde procura ser feliz con Shirley, su mujer médica y sus dos niños. “Ella es maestra, pero lo que más tiempo le lleva es hacer colas para conseguir comida”. 

Los cubanos son, sobre todo, a menos conversadores. Aunque cuesta el tamiz de la sabia desconfianza. En la capital, en Trinidad, Santa Clara, Cienfuegos, Pinar del Río, la cadencia del hablar es diferente pero el recelo es similar. Más de medio siglo de estrictos controles y delaciones sugieren la cautela, aunque en el último lustro los smartphones crearon redes entre los jóvenes primero y los más grandes después, por donde circuló rápido y a borbotones el malestar. 

Paradojas del globo. Mientras centenares de miles de progres en América Latina despotrican contra el neoliberalismo e idolatran a la Revolución Cubana, en pocos días se han descascarado más Daniel y Rosario, en Managua y han salido a las calles miles de cubanos de a pie. 

“El castrismo, en lo posible, prefiere no matar a sus opositores, los detiene, maltrata y tortura. Después los devuelve a la calle despojados de derechos civiles, trabajo, medios de vida y dignidad, para que tú veas lo que te puede pasar”, me dice Juan, un adherente al Movimiento San Isidro, la plataforma de intelectuales y artistas que a comienzos de año dijo basta, así no, esto no es revolucionario. 

Cuba, por su historia y por su lugar en el mapa, desde los tiempos de José Martí fue la arena dialéctica entre anexionistas y libertarios. Un debate que se extendió al interior del castrismo, pero ya el hegemón no era Estados Unidos, sino Rusia. Y en la unción de Miguel Díaz-Canel, burócrata y hombre de negocios de la Revolución, también han estado estos dilemas. El opaco presidente, sin el aura de los hermanos fundadores, fue alfil de Raúl, hoy nonagenario y en las dos últimas décadas admirador de China y su capitalismo de Estado. Por eso, tras la sucesión de Fidel, unas cuantas empresas prósperas, como la turística Gaviota, fueron pasadas a las Fuerzas Armadas. 

“Hoy estamos mucho peor que en Periodo Especial” me dice Marlén (n.de la r.: los duros 90 que sucedieron a la caída de la URSS y antes de que el petróleo y los dólares de Chávez, además del turismo aliviaran la economía). “No hay comida y la que hay está por las nubes y todo se agravó tras la muerte de Fidel y la unificación de las dos monedas, además mucha gente que trabajaba en el Estado, dice que medio millón, fue despedida”. Otro suplicio social, marcado desde hace dos años, es el colapso eléctrico. La red está en crisis severa y se suceden apagones promedio de 14 horas. Familias y negocios pierden alimentos y medicinas. 

La politología de camisetas es débil, aunque efectista, al definir al mundo y sus actores como bloques unívocos. Pero ni el Partido Comunista de Cuba es todo sintonía ni lo es el “imperialismo yankee” al que acusa de haberlo hambreado. Los acuerdos Obama-Raúl bendecidos por Francisco desde Roma abrieron el rumbo para viajes y remesas de los 1.350.000 de cubanos que viven en EE.UU., pero que Trump revirtió con la misma lógica que sancionó a China: lo que no hace bien, hace mal. 

Washington, encorsetado por las bases de la nueva izquierda demócrata, no quiere pisar la trampa de intervenciones caribeñas y tampoco recibirá a oleadas de “marielitos” que Cuba desearía hipotéticamente exportarle, como aquellos 125.000 que llegaron a Florida en 1981. Ni abrir gratuitamente el oxígeno de las remesas de emigrados para que el “castrismo sin castros” se perpetúe y siga exportando su tutorial, espías e intelligentsia, un modelo exitoso que ya adoptaron Nicaragua y Venezuela, en ese orden, y con los resultados conocidos. 

En el Congreso de los Estados Unidos desde hace dos décadas colisionan dos facciones. Quienes se cansaron de ver como se forraban capitales europeos (mucho español) y canadienses con el bloqueo Helms-Burton de 1996 y enfrente quienes quisieran ayudar a Cuba vendiéndole alimentos a la isla en llamas. Cuba, como Venezuela, es un arquetipo de la insustentabilidad: importa más del 60% de los hidratos y proteínas animales y vegetales que consume, desperdiciando su potencial geográfico y natural. 

Salud y salud. “Ya tú sabes, se pudrió todo con la pandemia, aumentaron mucho los contagios y muertes, porque aquí no hay hospital que esté funcionando bien, no hay ni aspirinas ni dipirona”, me dice Armando, de Matanzas, donde siempre fue dura la represión castrista, pero aun así mucha gente salió a la calle. “No vayas a creer todo lo que te dicen, muchos de los que salieron defender la Revolución son de las BAR (n.de la r: Brigadas de Acción Rápida) que son iguales a las que Cuba les entrenó a Chávez, Maduro y los Ortega”, me dice. 

Hay otra cara del prisma: 30.000 médicos cubanos cooperantes en 67 países son un símil profesional de los proletarios héroes del dólar de Corea del Norte: sus familias reciben US$ 50 mensuales en la isla para parar la olla y viven en misiones con más holguras y un férreo control del régimen. Y otra más son los centros de salud física y mental donde se atienden ricos y famosos del mundo, como el hospital oftalmológico José Martí que opera cataratas por US$ 3.000, no tiene turnos ni quirófanos para los ciudadanos cubanos. 

Qué pasará ahora es el gran acertijo. Hambre más pandemia han detonado las cabezas y roto cercos, justo en la usina de las utopías que alentaba a unirse y marchar a los indignados del mundo. #Patriayvida es un hashtag tan ingenioso como desesperado de los hijos y nietos descreídos de un proceso político que enseñó a leer y le abrió hospitales al pueblo hasta que el tren se detuvo con el fin del azúcar heroico.  

“Muchas veces nos echamos al mar, esta vez nos echamos a las calles”, me dice Frank, un estudiante de Santa Clara. 

Lejos, muy lejos, en el frío Sur del planeta veo por TV a viejos políticos comunistas y populistas que alientan por zoom a sus colegas caribeños, al grito de “Patria o Muerte, Venceremos”, a reprimir a sangre y fuego la indignada protesta cubana. Si hay miseria y decadencia, que no se noten. Obviamente, la defensa a los DD.HH. no es para todos y todas. 

Un Gobierno demasiado condicionado en las relaciones exteriores

Es un mal momento para administraciones que el Gobierno argentino considera que no puede cuestionar, razón por la cual los desaires se suceden. Y se proyectan en organismos multilaterales donde Alberto Fernández no logra consumar alguna victoria en el plano internacional. Semana decisiva para las elecciones.

Por José Angel Di Mauro

El presidente necesita mejores asesores. No puede ser que cada vez que le hacen una pregunta incómoda, responda admitiendo su desconocimiento sobre tal o cual tema. En realidad, no es “tal o cual tema”; en general las polémicas sobre sus dichos surgen a partir de cuestiones controversiales para el espacio que él formalmente encabeza. Hablamos puntualmente de lo que sucedió esta última semana cuando Jorge Rial le preguntó sobre las protestas en Cuba y Alberto Fernández dijo no conocer exactamente la dimensión del problema en la isla.

No fue la misma postura que mostró por ejemplo con la situación en Colombia o las protestas en Chile, ocasiones en las que se pronunció inmediatamente. Sin que nadie le preguntara y a través de las redes sociales, aun a riesgo de quedar mal con naciones muy cercanas… Al menos geográficamente, no respecto de la ideología de sus gobiernos, motivo de las críticas.

Lo de Cuba fue una astilla en el pie toda la semana, por eso sorprende que el presidente volviera a dar un reportaje, cuando no había dudas de que le preguntarían sobre el tema. Debió haber tenido ensayada una respuesta más convincente, pero se limitó a cuestionar el bloqueo. Tema sobre el cual hizo hincapié el actual embajador argentino en La Habana, Luis Ilarregui, cuando se presentó ante los senadores de la Comisión de Acuerdos del Senado, el 11 de febrero del año pasado. Ese mismo día se trataron también allí los pliegos de Sabino Vaca Narvaja y Sergio Basteiro, propuestos por el Gobierno para representarnos en China y Bolivia, respectivamente. Países con los cuales este gobierno privilegia su relación.

Precisamente este último tuvo especial protagonismo estos días por la denuncia combinada entre nuestro gobierno y el boliviano contra Mauricio Macri por la supuesta colaboración en una conspiración contra Evo Morales.

“Los argentinos y los cubanos nos queremos mucho. Cualquier argentino que va a Cuba sabe que va a ser muy bien tratado; y a nosotros nos caen muy bien los cubanos. Por eso digo, como corolario, que lo de Cuba con Argentina es un amor de ida y vuelta”, expresó al terminar su exposición ante los senadores ese día el actual embajador en Cuba. País al que Cristina Fernández de Kirchner viajó en dos oportunidades como presidenta, y una decena de veces más cuando su hija estuvo internada en la isla por razones de salud. De ahí que recreara una relación tan especial con las autoridades de la isla, por lo que resultaría impensable que el presidente expresara críticas que también ha evitado por ejemplo hacia Venezuela.

Como sea, las relaciones exteriores son uno de los puntos débiles de esta administración. Hace pocos días lo comprobó una vez más al perder la Argentina la votación para ocupar la presidencia de la Corporación Andina de Fomento. Alberto Fernández tenía mucha esperanza de anotarse su primer gran triunfo internacional, pero Argentina no consiguió ni siquiera los votos de sus socios del Mercosur, y Colombia se quedó con ese puesto para el cual nuestro gobierno había propuesto a Christian Asinelli, un hombre cercano a Gustavo Beliz. No fue la primera derrota para Beliz, quien precisamente había sido impulsado el año pasado como titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y perdió la pulseada con el candidato de Donald Trump.

De derrota en derrota en el plano internacional, la elección que no quiere perder el Gobierno es la de noviembre próximo en la Argentina. Esa que desvela a esta administración y para la que está dispuesta a poner toda la carne en el asador, aunque ello suponga desatender las prevenciones de Martín Guzmán, cuyo cálculo del 29% de inflación anual representa un karma al que prefiere no referirse: con el 3,2% de junio ya el porcentaje interanual supera los 50 puntos.

Lejos de esos índices inmanejables, el ministro de Economía sigue abocado a la negociación de la deuda y en ese contexto le prometió en Venecia a Kristalina Georgieva que la Argentina no va a entrar en default con el FMI en septiembre. Va a pagar, le dijo, con los fondos extra que recibiremos de parte de ese mismo organismo, contradiciendo lo que votó el Senado para no usar esos dólares para la deuda. Dicho sea de paso, ese proyecto nunca llegó a ser tratado en Diputados, un ámbito donde el oficialismo no puede maquillar su condición minoritaria. Primera minoría, pero minoría al fin.

Para encabezar la lista está casi descartado Santiago Cafiero, un nombre que sugieren como un respaldo contundente al presidente, aunque en Casa Rosada lo ven exactamente al revés.

Son días decisivos los que vienen, de cara al sábado 24 en el que se acabará el misterio respecto de los nombres para las listas legislativas para las PASO. El oficialismo mantiene el misterio en el principal distrito del país. Allí asoma para muchos como número puesto el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, reconfirmado como favorito cuando el martes pasado ese distrito fue elegido para que el presidente anunciara un bono de $5.000 para los jubilados. Una medida enmarcada plenamente en la campaña, como ya de por sí lo está la vacunación.

Con todo, el marido de Jesica Sirio tiene ciertas prevenciones respecto de aceptar o no liderar la lista para diputados. Ya lo hizo en 2013, cuando perdió con Sergio Massa, pero más allá de ese resultado cabe recordar que a Insaurralde nunca le sentó bien el Legislativo y que renunció a su banca al cabo de un año. Espera más garantías para que valga la pena dejar su intendencia.

Para encabezar la lista está casi descartado Santiago Cafiero, un nombre que sugieren como un respaldo contundente al presidente, aunque en Casa Rosada lo ven exactamente al revés. Sobre todo porque está probado que cada lugar que pierde el albertismo -si es que el mismo existe- es ocupado por el kirchnerismo. Se ha sugerido también para encabezar la lista al ministro Gabriel Katopodis, quien tampoco está interesado a dejar su cargo. El único ministro que parecería dispuesto a hacerlo sería, dicen, Daniel Arroyo.

En tren de mencionar ministros de Alberto para encabezar, desde el kirchnerismo mencionaron ante este medio a Jorge Ferraresi, aunque más que un guiño al presidente, esa sería una señal hacia su vice.

Desde el massismo, Cecilia Moreau ofreció una salida original: Sergio Massa o Máximo Kirchner para encabezar la lista. “Porque a mí me parece que lo que se pone en juego en esta elección es qué modelo de conducción queremos para la Argentina y sobre todo para la provincia de Buenos Aires en los próximos dos años”, justificó durante una entrevista en FM Milenium. Si bien para la vicepresidenta del bloque oficialista en Diputados eso pondría en valor lo que significa el Frente de Todos, sería una jugada realmente riesgosa para cualquiera de los dos.

En tren de originalidades, no faltó quien sugiriera armar una interna en la Provincia, habida cuenta de que en la vereda opuesta todos los caminos conducen a las PASO entre Diego Santilli y Facundo Manes; una pulseada que comienza a resultar atractiva y que puede generar no solo atención, sino también votos, lo cual inquieta particularmente al oficialismo.

El incremento exponencial de la llegada de vacunas entusiasma mientras tanto al Gobierno nacional, que ha detectado en las encuestas un repunte que atribuyen a la mejora en materia sanitaria.

Como sea, es poco probable que el Frente de Todos plantee una interna bonaerense. Sí podría suceder en la Ciudad de Buenos Aires, donde hasta ahora era número puesto Leandro Santoro. Respaldada por Víctor Santa María -hombre fuerte del PJ porteño-, Gisela Marziotta quiere renovar su banca y se tiene fe para encabezar, convencida de ser la más idónea para enfrentar a María Eugenia Vidal. Parece que conoce muy bien a la exgobernadora, por haber ido juntas al mismo colegio.

El incremento exponencial de la llegada de vacunas entusiasma mientras tanto al Gobierno nacional, que ha detectado en las encuestas un repunte que atribuyen a la mejora en materia sanitaria. De todos modos, las vacunas no alcanzan a garantizar nada si la economía no mejora.

Una encuesta de Zuban Córdoba y Asociados conocida el viernes no ofreció grandes sorpresas, pero sí datos nuevos. Igual que el mes anterior, el Gobierno aparece con un 42% de imagen positiva y 56% negativa, con el presidente con números similares (43% – 56%). Impera el pesimismo, con un 58,9% que cree que la Argentina va por el rumbo incorrecto, pero números en definitiva complicados tanto para el oficialismo como para la oposición. Proyectando indecisos, JxC tiene una intención de voto de 33,3%; el Frente de Todos sube a un 30,2%; el espacio de Randazzo suma un 8% y la izquierda asciende al 5,4%, a expensas de los libertarios (4,3%).

Un dato que esta consultora sugiere atender especialmente es que mientras muchas elecciones en pandemia han registrado un elevado abstencionismo en el mundo, en esta encuesta una mayoría manifestó una amplia voluntad de ir a votar. El 75,3% anticipó que es “muy probable” que vaya a votar en las PASO, y el 12,4% “algo probable”. Porcentaje que, de cumplirse, mostraría una asistencia récord: 87,7%. Lo cual, advierte la encuestadora, no es un buen indicador para los oficialismos.

La oposición reclamó en el recinto la presencia de Felipe Solá

Fue por el comportamiento del Gobierno en relación a la situación en Cuba. Los senadores de JxC cuestionaron la política “zigzagueante” de esta administración. La dura réplica de una oficialista.

La situación en Cuba estuvo muy presente en la sesión de este jueves en el Senado, donde la oposición reclamó una y otra vez la presencia del canciller Felipe Solá para analizar la reacción de nuestro Gobierno respecto de la crisis en la isla.

La primera en sacar el tema fue la senadora Guadalupe Tagliaferri (Pro – CABA), quien presentó una cuestión de privilegio contra Solá, advirtiendo que “no se puede comprender el silencio que está manifestando el canciller respecto de la situación social del pueblo cubano”. Reclamó una actitud distinta de parte de nuestro país con el “pueblo cubano”, enfatizando que “los que somos hermanos somos los pueblos, no los gobiernos”.

“Vemos que el mundo entero está manifestando su preocupación frente a que hay cubanos manifestándose en la calle, sea el reclamo que sea el que estén pidiendo, no es que hay reclamos y derechos que manifestamos que estén bien que se hagan cuando son los que nos interesan a nosotros. El derecho humano a reclamar es un derecho que se defiende siempre, aun cuando no estemos de acuerdo con el planteo”, remarcó la senadora porteña.

En otro pasaje recordó que en ese mismo Congreso, el presidente Alberto Fernández les dijo a los legisladores que “si en algunas de las cuestiones que él se había comprometido en su campaña se estaba equivocando, le pidió al pueblo argentino que salga a manifestarse y se lo recuerde”. En ese sentido destacó que “el mundo entero está mirando como nosotros como país, con nuestra historia, guardamos silencio frente a la violación del derecho humano básico de manifestarse. Vemos cómo se llevan a cubanos que no se saben dónde están. Vemos a periodistas que están detenidos por haber informado”, y lamentó que “por cuestiones políticas nos estemos callando ante la violación de derechos humanos de un pueblo. Porque lo hacemos en algunos casos sí y en algunos casos no”.

Tagliaferri concluyó advirtiendo que “pareciera que para el Gobierno nacional lo que son hermanos no son los pueblos, sino los gobiernos políticos afines. Y lamento que en Argentina, con nuestra historia sobre esta opinión, estemos callándonos viendo en la televisión como hay personas que están siendo detenidas y nadie sabe dónde están”.

En el mismo sentido fue que el radical fueguino Pablo Daniel Blanco pidió una moción de preferencia solicitando la comparencia del canciller en el Senado. “Que venga a explicar la política internacional en razón de que vemos con mucha preocupación el tratamiento, o no tratamiento, que se le está dando a la situación que está viviendo el pueblo de Cuba”. Ante ese reclamo, destacó el senador de JxC, el Gobierno de Miguel Díaz-Canel “lo único que hizo fue reprimir”.

Luego señaló que en el transcurso del último año “nuestro Gobierno ha tenido una política muy zigzagueante en política de derechos humanos, advirtiendo que “un criterio tiene cuando algo sucede en Chile, o Colombia, y una actitud completamente distinta cuando pasa en Venezuela, Nicaragua, o ahora Cuba”.

Blanco se manifestó preocupado porque “nuestro presidente de la Nación diga que no tiene información suficiente sobre el tema, pero que el bloqueo se tiene que terminar. Y yo me pregunto cuál es la función que cumple el canciller que no le explica al presidente lo que está sucediendo en Cuba”.

Más adelante, el senador fueguino agregó: “No escucho a las Madres de Plaza de Mayo, al Premio Nobel de la Paz Pérez Esquivel, no escucho al CELS, manifestarse sobre esta violación a los derechos humanos”.

“Vergüenza ajena”

Desde el oficialismo, la senadora tucumana Beatriz Mirkin ironizó respecto de los senadores de Juntos por el Cambio diciendo que “no se equivocan nunca”. A su juicio, ellos “siempre van por la equivocada, siempre plantean lo que no hay que plantear”.

“Hace 40 años que no los escucho decir que Cuba vive un bloqueo y que ese bloqueo los está destruyendo”, dijo. Y agregó: “No les permite comer, no les permite  vivir, y a pesar de eso Cuba vive. Y entonces, cuando los escucho tan desesperadamente luchar por los derechos humanos, la verdad que yo siento vergüenza ajena”.

Ya durante el tratamiento de los pliegos de Marcela Losardo y Guillermo Nielsen, habló Julio Cobos en su condición de vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos, para insistir con el pedido de una visita de Felipe Solá. “Me parece que es imprescindible la presencia del canciller, porque hay muchas cosas que nos gustaría escuchar de su propia persona: qué es lo que está pasando en el Mercosur; que está pasando con el tratado Mercosur – Unión Europea; qué pasa con la política argentina que tiene la visión de los derechos humanos en el caso de Venezuela, Nicaragua y ahora Cuba. Son muchos temas, por eso me parece que es oportuno, si tiene que defender la política exterior del Gobierno, es la oportunidad: esta es la casa de las leyes”.

Piden citar a Solá al Congreso por Cuba

untos por el Cambio participó de la marcha a la Embajada de Cuba en Argentina y mientras marca su postura en las redes sociales, senadores nacionales presentaron un proyecto para convocar al canciller para que brinde explicaciones sobre la postura nacional respecto a la situación social y política en la isla centroamericana.

Cuba vive momentos de protestas sociales en reclamo de “libertad” en la isla y, en ese marco, el senador nacional de Juntos por el Cambio Pablo Blanco presentó un proyecto para convocar, de acuerdo a la facultad conferida por el Artículo 71 de la Constitución Nacional, al ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá, a comparecer ante el Senado, a fin de brindar explicaciones sobre los lineamientos y el posicionamiento en materia de política exterior y defensa de los Derechos Humanos que el gobierno nacional está llevando adelante con respecto a la situación que atraviesa la hermana República de Cuba.

El proyecto fue acompañado por los senadores Alfredo de Ángeli, Martín Losteau, Laura Rodríguez Machado, María Belén Tapia, Silvia Elías de Pérez, Pamela Verasay, Humberto Schiavoni, Víctor Zimmermann, Silvia del Rosario Giacoppo, Mario Fiad, Guadalupe Tagliaferri, Claudio Poggi y Stella Maris Olalla.

“Nuestro país supo ser un ejemplo de mediación y búsqueda de concordia frente a atropellos. No compartimos en absoluto este giro que ha dado nuestra política exterior que nos llena de oprobio y vergüenza. Cuba debe ser libre e independiente de cualquier tiranía y merece el apoyo argentino y de toda la comunidad internacional que cree en las bondades de la libertad, la democracia y, justamente, la autodeterminación de los pueblos que ella posibilita”, agregó.

En ese sentido, continuó: “No se puede ser neutral siquiera formalmente cuando en un país hermano se conculcan derechos, se somete al pueblo a vejaciones, se realizan ejecuciones sumarias, se tortura y desaparecen personas, su agrede a periodistas y se mantiene secuestrada a la democracia”.

“Las declaraciones del Presidente de la Nación son de un cinismo absoluto pues es absolutamente falso que Alberto Fernández desconozca lo que ha sucedido en Cuba el fin de semana pasado y desde hace más de medio siglo. Y si su afirmación fuera verdad, el canciller debería renunciar inmediatamente por no informarlo como corresponde para que esté al tanto de lo que sucede”, apuntó.

En un comunicado, Blanco manifestó: “Llama poderosamente la atención que un gobierno que se jacta de ser adalid de los Derechos Humanos se haga el “distraído” frente a hechos de semejante gravedad que, lamentablemente, lo emparentan con los regímenes que los producen. La salida del Grupo de Lima, el encolumnamiento ideológico y por negocios con Rusia, China, Venezuela e Irán son un oprobio para la Nación Argentina que nos aísla del mundo y nos cierra las puertas a mercados internacionales justo en el momento en los que el país más los necesita”, destacó.

“Es por estas razones que citamos al canciller a comparecer ante el Senado para que explique las razones por las cuáles el gobierno ha adoptado esta actitud que aísla a la Argentina y la vuelve cómplice de gobiernos contrarios a las libertades y los Derechos Humanos”, finalizó el senador fueguino.

Preocupación por la “grave crisis” en Cuba

Legisladores de Juntos por el Cambio apoyaron las “manifestaciones pacíficas en favor de la libertad y la liberación del régimen totalitario que gobierna la isla”.

Los diputados de Juntos por el Cambio Alberto Asseff, Soher El Sukaria y Carmen Polledo expresaron su preocupación por “la grave crisis socioeconómica, sanitaria, institucional y democrática que está atravesando Cuba”, al tiempo que apoyaron “las manifestaciones pacificas en favor de la libertad y la liberación del régimen totalitario que gobierna la isla”.

Asseff invocó a la Cámara de Diputados de la Nación, “que se ha expresado en reiteradas oportunidades a favor de la democracia, el respeto por las instituciones, la alternancia en el poder y el respeto por los Derechos Humanos, entre otras declaraciones con un claro perfil en apoyo a la libertad”, para pedir que en esta ocasión se exprese en contra “de las violaciones a los principios, derechos y garantías del ser humano que se está viviendo en Cuba, y asimismo se apoye las manifestaciones pacíficas en favor de la libertad y la liberación del régimen totalitario que gobierna la isla”.

Por último el titular del Partido UNIR reivindicó la consigna “Patria y vida”, hoy convertida en lema de las protestas del pueblo cubano, y condenó la represión en la isla.

“Ante el atropello del régimen cubano contra su pueblo, no se duda”

Así lo advirtieron desde el bloque de diputados del Pro, que instó al Gobierno nacional “asumir una posición internacional clara de defensa irrestricta de los valores de la democracia”.

“El régimen Cubano apela nuevamente al único método que lo mantiene en el poder desde hace 62 años: la represión indiscriminada y la violación sistemática de los derechos humanos”, expresó este lunes el bloque de diputados nacionales del Pro.

A través de un comunicado, los diputados señalaron que “hemos visto en las últimas horas a miles de ciudadanos salir a las calles pidiendo libertad y reclamando por sus derechos. Cuando los pueblos les pierden el miedo a los dictadores, los cambios se hacen realidad y, más temprano que tarde, gana la democracia”.

En ese marco instaron al Gobierno nacional y a todas las organizaciones democráticas a “repudiar los atentados contra el pueblo cubano y a asumir una posición internacional clara de defensa irrestricta de los valores de la democracia”. En ese marco puntualizaron que “la tan mentada ‘no injerencia’ en asuntos internos de otros países es absolutamente relativa frente al atropello de la dignidad humana”.

“Refugiarse en una entelequia ideológica como hace el Gobierno nacional solo beneficia a quienes someten a sus pueblos a la pobreza, la represión y la muerte”, agrega el bloque que preside Cristian Ritondo, que concluye advirtiendo que “ante el atropello del régimen cubano contra su pueblo, no se duda, se lucha codo a codo junto con los oprimidos y se exige el cese inmediato de la represión y la liberación de los presos políticos. Más que un reclamo político es un imperativo moral”.

Legisladores alertaron sobre las protestas en Cuba

Desde Juntos por el Cambio, varios diputados se solidarizaron con el pueblo cubano.

En una situación inédita por su magnitud, miles de ciudadanos cubanos salieron este domingo a las calles en La Habana y otros puntos de la isla para protestar contra el desabastecimiento, la inflación y los cortes de luz en medio de la crisis sanitaria por el coronavirus.

Varios legisladores de Juntos por el Cambio se expresaron sobre el tema en las redes sociales. Es el caso del presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, quien se solidarizó “con la histórica movilización en Cuba por democracia, libertad y una vida digna. No hay excusas para justificar persecuciones, represión o violaciones de derechos humanos”.

La diputada radical Xiomena García también se pronunció: “Fuerzas al pueblo cubano que se manifiestan al grito de libertad y democracia. Estamos con udes. #SoSCuba #CubaLibre”.

En el mismo sentido se pronunció la diputada de la CC-ARI Marcela Campagnoli: “Acompañamos al pueblo cubano en sus protestas pidiendo por la democracia, la libertad y una vida digna en su propia patria.

Cuba merece dejar atrás su situación actual sin persecuciones, sin presos políticos y sin violaciones a los DDHH”.

El PJ pide a Biden excluir a Cuba de la lista de Estados terroristas

A través de un comunicado suscripto por el diputado José Luis Gioja y el senador Jorge Taiana, el peronismo solicita al presidente de EEUU retrotraer una decisión adoptada por Donald Trump.

El Partido Justicialista de la República Argentina hizo un llamado al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para que deje sin efecto “a la mayor brevedad” la decisión tomada por su antecesor Donald Trump de incluir a Cuba dentro de la lista de “Estados que patrocinan el terrorismo”, ya que la medida –“manifiestamente infundada”, afirma la declaración- “viola los principios del derecho internacional y de las normas establecidas por las Naciones Unidas”.

La declaración de Cuba como “Estado patrocinador del terrorismo” implica, para el Partido Justicialista, “una evidente amenaza a la seguridad e integridad del pueblo cubano así como una serie de obstáculos comerciales y sanciones económicas que van en contra de un mundo en paz y con un sistema multilateral fortalecido. Es por eso que el PJ le solicita al presidente Biden que inicie el proceso para quitar de esta lista al Gobierno y al Pueblo de Cuba”, señala la declaración suscripta por el  presidente del Consejo Nacional del PJ, José Luis Gioja, y el responsable de Relaciones Internacionales del PJ, Jorge Taiana.

A su vez, el Partido Justicialista invitó a que otras fuerzas políticas de América Latina “se pronuncien por la anulación de esta medida y de esta forma poder avanzar en el camino de la paz, el respeto y la cooperación internacional que permita tender puentes y no destruirlos”.      La declaración concluye expresando la “solidaridad y acompañamiento” del PJ con el Gobierno cubano y rechaza “todo tipo de medidas unilaterales tomadas fuera del marco de la ONU que impliquen un bloqueo económico, financiero o político hacia Cuba o hacia cualquier pueblo del mundo”.

Cristina Kirchner regresó al país junto a su hija

Tal cual lo había anticipado por las redes sociales, la vicepresidenta llegó al país procedente de Cuba en compañía de Florencia, quien se atendió en la isla durante el último año.

cristina florencia kirchner cuba febrero 2020

Ya se encuentra en el país y en cuarentena preventiva, tal cual lo había anticipado por llegar del exterior, la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner. La exmandataria llegó al país proveniente de Cuba en compañía de su hija Florencia, quien estaba en la isla en tratamiento médico desde hacía más de un año.

Cristina anunció el viernes pasado su retorno a la Argentina a través de las redes sociales, donde dijo que Florencia “junto a sus médicos y sus médicas, lograron restablecer parte de su salud perdida y hace un tiempo vienen trabajando su regreso a casa. Pero ya se sabe, nada es tan sencillo. Por eso Flor me pidió que la venga a buscar para ayudarla… sentía que sola no iba a poder”.

La exmandataria agradeció también a “esa Cuba de médicos y médicas que ejercen su vocación con compromiso, con un criterio profundamente humanista y que con diagnóstico preciso, por primera vez, le brindaron a Flor las herramientas que necesitan aquellos y aquellas que han perdido su salud”.

“Si bien Cuba no es un país de riesgo, al llegar cumpliré con los 14 días de aislamiento. Sé que es una obviedad decirlo pero ya se sabe… a veces hay que aclarar hasta lo obvio”, apuntó CFK, que entonces pidió a la población “que hagan lo mismo, que se cuiden y que cuiden a los demás respetando el aislamiento preventivo en sus casas. Los y las quiero mucho”.

Cristina Kirchner anunció que volverá de Cuba con su hija Florencia

La vicepresidenta partirá este viernes desde La Habana con la joven, quien realizó un tratamiento médico allí durante un año. Aclaró que cumplirá con la cuarentena y pidió que todos “hagan lo mismo”.

cristina florencia kirchner cuba febrero 2020

En medio de la pandemia por el coronavirus, la vicepresidenta Cristina Kirchner anunció que regresará desde Cuba junto a su hija Florencia Kirchner, quien concluyó el tratamiento médico al que se sometió durante un año en aquel país.

“Marzo 2020. Escribo estas líneas desde La Habana, en la misma casa en ue terminé de escribir el primer capítulo de Sinceramente hace exactamente un año. En unas horas más, regresaré a Buenos Aires en el vuelo semanal de Cubana de Aviación con mi hija Florencia”, escribió este viernes en Twitter la exmandataria.

Con palabras de elogio y agradecimiento al sistema de salud cubano, la titular del Senado sostuvo: “Ella (Florencia) junto a sus médicos y sus médicas, lograron restablecer parte de su salud perdida y hace un tiempo vienen trabajando su regreso a casa. Pero ya se sabe, nada es tan sencillo. Por eso Flor me pidió que la venga a buscar para ayudarla… sentía que sola no iba a poder”.

“Algo tan humano y por eso tal vez incomprensible para los depredadores de almas y corazones que durante esta semana especulaban mediáticamente, como siempre, el porqué de este viaje; el décimo en un año”, continuó.

El anuncio de Cristina Kirchner en su Twitter.

Luego repasó que en el último año pasó “casi cien días” en La Habana y confesó sentir que “aunque tuviera cien vidas, ellas no me alcanzarían para expresar mi agradecimiento a esta Cuba solidaria, castigada por los poderosos pero digna y altiva”.

“Esa Cuba que estuvo junto a mí en un momento muy difícil de mi vida, que le tendió su mano a mi hija sin especulaciones y que la cuidó y protegió cuando la feroz persecución mediática y judicial dañó severamente su salud”, agregó.

También destacó: “Esa Cuba de médicos y médicas que ejercen su vocación con compromiso, con un criterio profundamente humanista y que con diagnóstico preciso, por primera vez, le brindaron a Flor las herramientas que necesitan aquellos y aquellas que han perdido su salud”.

“Esa salud que, en tiempos de pandemias con ribetes bíblicos, vuelve a ser un bien comunitario que exige de todos y todas solidaridad, humanismo y, sobre todo, compromiso social”, sostuvo Cristina Kirchner en referencia a la propagación del coronavirus.

Y resaltó que “si bien Cuba no es un país de riesgo, al llegar cumpliré con los 14 días de aislamiento. Sé “que es una obviedad decirlo pero ya se sabe… a veces hay que aclarar hasta lo obvio”.

“Les quiero pedir que hagan lo mismo, que se cuiden y que cuiden a los demás respetando el aislamiento preventivo en sus casas. Los y las quiero mucho”, finalizó la presidenta del Senado.

Cristina Kirchner se mostró junto a su hija Florencia en Cuba

La vicepresidenta publicó una foto con la joven, quien realiza un tratamiento médico en la isla desde hace un año.

cristina florencia kirchner cuba febrero 2020

A casi un año de que Florencia Kirchner realice un tratamiento médico en La Habana, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se mostró por primera vez este martes junto a su hija, en una foto publicada en su cuenta de Instagram.

Además, en el texto que acompaña la imagen, la exmandataria anunció el perfil que se creó Florencia en esa red social, al arrobar el usuario @florenciakf.

“Despidiéndome de @florenciakf antes de volver a Buenos Aires”, escribió junto a la foto en la que se las ve sonrientes, a la joven con un sombrero y a la presidenta del Senado con anteojos negros.

Desde que la hija del exmatrimonio presidencial se somete a un tratamiento médico en Cuba, Cristina viajó un total de nueve veces a visitarla. El diagnóstico inicial fue un linfedema en miembros inferiores, bajo peso corporal y estrés postraumático.

En la presentación de su libro, que realizó el sábado pasado en la Feria del Libro de La Habana, la vicepresidenta confirmó que “Florencia está muchísimo mejor”, aunque no detalló el cuadro actual de su hija.

En ese marco, agradeció “al gobierno de Cuba y a los médicos” y dijo: “Como madre tuve la experiencia fantástica de que fuera diagnosticada adecuadamente y hoy la verdad es que está muchísimo mejor”.

CFK reveló que no quería darle la mano a Macri en el traspaso

“No me gusta fingir”, afirmó la vicepresidenta al detallar por primera vez qué pensó en ese momento y por qué puso la cara que puso.

En la presentación de su libro en Cuba, Cristina Fernández de Kirchner reveló qué pensó cuando durante el traspaso presidencial llegó el momento de darle la mano al presidente saliente, Mauricio Macri. Sin referirse al expresidente por su nombre, contó, entre las risas de la concurrencia que “en realidad, cuando (Macri) me extendió la mano, no es que puse esa cara, me salió… Pero voy a explicar por qué”.

Respecto a darle la mano a Macri, la vicepresidenta admitió que “por un instante pensé en no dársela. ‘Se la doy, no se la doy’, la verdad que no se la quería dar, porque no soy hipócrita”. Empero, Cristina dijo que pensó en el escándalo que se hubiera armado y las cosas que hubieran dicho de ella, pero justificó ese deseo en que “después de todo lo que había hecho contra mí, contra mi familia, me parecía un gesto de hipocresía”.

“No me gusta fingir”, resumió Cristina Kirchner, que aseguró que pensaba todas esas cosas en ese momento y la cara “se me iba transformando y ese es el resultado de la cara”.

Luego comparó situaciones con lo que se vivió recientemente en Estados Unidos entre el presidente Donald Trump y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. “Ustedes vieron que en mi país hay muchos admiradores de lo que pasa en el gran país del Norte, siempre lo ponen como modelo de lo que hay que hacer. Nancy Pelosi, la líder de los demócratas, rompió el discurso… ¿Ustedes se imaginan eso en la Argentina? Si hubiera agarrado el bastón y lo hubiera tirado… Increíble. ¿Se dan cuenta los tilingos que somos los argentinos? Y me incluyo”.

Si hubiera pasado algo así en la Argentina, sostuvo que “nos hubieran excomulgado”, ante lo cual CFK sostuvo que “es hora de dejar de ser un poco tilingos y asumirnos, yo me siento orgullosa de pensar lo que pienso”.

Cristina reclamó desde Cuba un “nunca más” al endeudamiento

En la presentación de su libro “Sinceramente” en La Habana, la vicepresidenta argentina reclamó la creación de una especie de Conadep que investigue la deuda contraída durante los últimos años para que algo así no vuelva a repetirse.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que el endeudamiento en tiempos del macrismo fue peor que el registrado durante la dictadura militar, y afirmó que “nunca en toda nuestra historia” se había contraído una deuda tan elevada con el Fondo Monetario Internacional.

Por eso, reclamó la creación de una suerte de Conadep para investigar la deuda contraída durante los últimos años para que algo así no vuelva a repetirse.

“Estamos ante un plan más que de endeudamiento, de subordinación definitiva del país a intereses que no son nuestros”, afirmó la vicepresidenta en la presentación de su libro “Sinceramente”, realizada este sábado en Cuba.

Tras afirmar que su hija se encuentra Florencia, internada en la isla desde hace casi un año, y agradecer al Gobierno cubano y sus médicos, afirmó que se intentó condenarla a ella “socialmente” y se quejó por ello una vez más del lawfare.

“El lawfare en Argentina tuvo un componente mafioso y fue meterse con los hijos”, afirmó.

La expresidenta expuso junto al escritor Marcelo Figueras.

Pero buena parte de su exposición la dedicó Cristina Kirchner al tema de la deuda. Y comparó el endeudamiento asumido en la era Cambiemos con el tiempo del Proceso, cuando “comenzó un período de endeudamiento por el cual se tomó deuda por más de 10 mil millones de dólares anuales”.

La presentación del libro “Sinceramente” en La Habana fue con el mismo estilo que se hizo a lo largo y ancho de nuestro país, con preguntas del periodista y escritor Marcelo Figueras, que le permitieron exponer a la vicepresidenta argentina.

En ese marco recordó que la Argentina tuvo durante la gestión kirchnerista “un proceso de industrialización creciente, un modelo donde se valoraba el trabajo”, y remarcó que durante ese tiempo “nos desendeudamos”.

Sin embargo, dijo, “vino después del 10 de diciembre de 2015 nuevamente el modelo de endeudamiento”, y afirmó que “el período más terrible de endeudamiento había sido (hasta entonces) el de la dictadura; (pero) estos cuatro años del macrismo el promedio fue de 30 mil millones de dólares por año”.

Además, recordó que su gestión había dejado el país con “cero peso de deuda al Fondo Monetario Internacional; nos habíamos independizado de esa auditoría condicionante… Y cuatro años después nos entregan el país con  una deuda de 44 mil millones de dólares al Fondo Monetario”.

“Nunca en toda nuestra historia, ni con gobiernos militares, nunca se había debido al FMI una suma de esta magnitud”, afirmó, para remarcar luego que “nunca el Fondo le había prestado a ningún país una suma similar”.

“Las mafias se dedicaron a perseguir a Florencia”, denunció Cristina Kirchner.

Destacó luego la responsabilidad “del que prestaba y el que recibía; esto no fue casual”.

“Hubo un período de endeudamiento mucho más grave que el de 2003”, destacó Cristina Kirchner, haciendo hincapié en el “crecimiento del endeudamiento no solamente en montos, sino en plazos”, alertando que ahora los vencimientos se suceden de manera muy continua. “No hay país que pueda sostener ese nivel de pago”, enfatizó.

Ante un auditorio en el que se encontraban el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y legisladores argentinos como la senadora nacional chaqueña María Inés Pilatti Vergara y la diputada nacional Gisela Marziotta, CFK remarcó que “estamos ante un plan más que de endeudamiento, de subordinación definitiva del país a intereses que no son nuestros”.

Para Cristina Kirchner, este debe ser “un punto de inflexión en la historia del endeudamiento de la República Argentina”, por lo cual, sostuvo, “deberíamos investigar. El no haber investigado la otra vez permitió que se hiciera lo  mismo de nuevo. Con los mismos personajes”, y señaló el caso del expresidente del Banco Central Federico Sturzenegger, de quien recordó que ya había tenido participación en el tema del megacanje en tiempos de Domingo Cavallo, y “vino por segunda vez y volvió a hacer lo mismo”.

“Tiene que haber un nunca más, a través de una comisión, no sé si a través del Parlamento, debiera ser también algo integrado por la sociedad, como fue la Conadep”, sostuvo.

Cristina Fernández de Kirchner cargó responsabilidades sobre el FMI por el préstamo que la dio a la Argentina y destacó que “todos deben respetar las normas: el acreedor y el deudor. El préstamo viola el estatuto del FMI. Se hizo violando las obligaciones que tiene el propio Fondo Monetario Internacional”.

En ese sentido habló de la necesidad de que el Banco Central haga un informe sobre cómo fue el endeudamiento y quienes fueron los beneficiarios, y que así como Raúl Alfonsín hizo una comisión para saber qué había pasado en materia de derechos humanos, “de la misma manera me parece que también hay que decirles a los argentinos cómo fue este modelo de endeudamiento”.

“Lo importante es que ahora podamos tener un diagnóstico de lo que pasó y que lo que se haga tenga que ver con lo que dijimos en la campaña: que no podemos pagar si no podemos crecer”, sostuvo en otro pasaje, para afirmar entonces que “no se sale de una recesión restringiendo la inversión del Estado”.

En otro pasaje, Cristina se quejó por el aumento de las tarifas en tiempos de Cambiemos, y sostuvo que las tarifas “tienen que ser revisadas: yo quiero saber si todos los aumentos que se dieron han sido correctos; si las inversiones han sido hechas, para tener el punto de partida de que lo que se está demandando ha sido correcto”.

Con todo, concluyó que “si la gente no la puede pagar, no es una tarifa justa”.

Cristina Kirchner en Cuba
La vicepresidenta de la Nación realizó su segundo viaje a Cuba desde que volvió al Gobierno.

Ante la consulta de si debía haber una investigación judicial en el tema tarifario, Cristina aclaró que con la ley de emergencia aprobada recientemente por el Parlamento “tenemos los instrumentos legales para poder” hacer esa investigación, pues se ha facultado al Poder Ejecutivo “para intervenir los organismos de regulación, hacer una revisión tarifaria que le devuelva a los argentinos la confianza” en cumplir lo que se ha dicho en campaña. Al respecto, dijo, “lo hemos hablado con Alberto (Fernández) y él tiene ese compromiso ante la sociedad y lo va a cumplir, no tengo dudas”.