Desde la oposición cuestionaron al Gobierno por la “devaluación”

A partir de las nuevas medidas anunciadas respecto al dólar, Vidal responsabilizó a Sergio Massa, mientras que Tetaz puso el eje en la independencia que necesita el BCRA.

A propósito de las nuevas medidas anunciadas por el Ministerio de Economía respecto al dólar, en medio de las negociaciones con el FMI, la oposición salió a cuestionar la “devaluación”.

En su Twitter, la diputada del Pro María Eugenia Vidal enfatizó: “No es un ‘paquete fiscal’. No es una ‘simplificación cambiaria’. Es una devaluación, y el responsable es Sergio Massa, ministro de Economía y candidato a presidente”.

“Las medidas de Massa generan más inflación y ajuste a los jubilados y trabajadores. Los que lloraban en tele, calladitos. Billetera mata conciencia”, fue el mensaje de la legisladora de la CC-ARI Paula Oliveto.

Por su parte, al compartir un cuadro con todos los tipos de cambio que hay, el diputado de Evolución Radical Martín Tetaz consideró que “esto tiene una sola salida: independencia absoluta del BCRA para que nunca más un presidente de la Nación o un ministro de Economía pueda manipular la moneda”.

“Le pondrán otros títulos, raras explicaciones técnicas y como siempre relato, pero no es otra cosa que una DEVALUACIÓN. Acuerdan pasar agosto solo por conveniencia electoral mientras el país profundiza su crisis. El peor gobierno de la historia se acaba el 10/12”, escribió el senador nacional dentro de JxC Juan Carlos Romero.

Desde La Libertad Avanza, el legislador porteño y precandidato a jefe de Gobierno de la Ciudad, Ramiro Marra, publicó: “¿Nadie le va a reclamar esto al Súper Ministro de Economía? Lo tapa con una suba de impuestos, pero es claramente una devaluación encubierta. Sergio Massa está haciendo DESASTRES en la economía”.

“La forma que va a tener el Gobierno de devaluar es en lo sucesivo”, opinó Tetaz

Así lo sostuvo el diputado opositor en referencia al mecanismo dispuesto por el Banco Central para incentivar la liquidación del agro. “Hay una suerte de robo a mano armada”, consideró.

El diputado nacional Martín Tetaz (Evolución Radical) opinó este miércoles sobre el mecanismo dispuesto por el Banco Central para incentivar la liquidación de productores agropecuarios y consideró que la media se enmarca en que “la forma que va a tener el Gobierno de devaluar es en lo sucesivo”.

“En general las devaluaciones se hacen pasando parte de las liquidaciones que se hacían en el dólar oficial a algún dólar paralelo, o alguna mezcla de dólar paralelo, y esto es exactamente lo que están haciendo”, explicó, al tiempo que cuestionó que “hay una suerte de robo a mano armada” al campo.

En cuanto a su plazo, que regirá hasta el 31 de agosto, el porteño apuntó que “la temporada alta de la cosecha es mayo-junio. Hay una parte de la liquidación que se demoró y están tratando de que entre esa liquidación. Después de agosto no queda mucha soja para liquidar”.

Sobre el viaje de la ministra de Economía, Silvina Batakis, a Washington dijo que responde a la situación de “cualquier ministro de Economía que va a Estados Unidos a juntarse con su deudor, a acordar las condiciones de pago”, pero en este caso se da “en un contexto de descalabro total”.

No obstante, resaltó que es “preferible que mantengamos una buena relación con el Fondo Monetario” y eso “de alguna manera despeja de que si venía algún ministro de Cristina (Kirchner) iba a romper con el Fondo”.

“El problema no es Batakis, el problema de la incertidumbre en Argentina es que nadie sabe si Batakis tiene el respaldo político que corresponde”, observó el opositor y criticó que “hay que tratar de adivinar si Cristina está de acuerdo” con su gestión.

Por otra parte, en declaraciones a radio La Red, el legislador aseguró que los equipos económicos de Juntos por el Cambio trabajan, de cara a las elecciones del año que viene, en un plan para “normalizar la economía” a través de “cuatro grandes reformas que necesita la Argentina: una monetaria; una en materia laboral para las PyMEs; una tributaria; y una reforma del Estado”.

Heller: “Hay una apuesta a la devaluación”

Así lo afirmó al justificar que productores agropecuarios no estén liquidando granos. Atribuyó las causas de la inflación a “puja distributiva e instalación de expectativas”.

Principal referente económico en la Cámara de Diputados, Carlos Heller, aclaró este jueves que el sistema financiero “tiene récord de depósitos, y este mes en particular -y lo digo desde la experiencia, de los datos que manejo todos los días-, los depósitos no han dejado de subir desde el primer día del mes”.

Así las cosas, sostuvo que “el problema del sistema financiero es el exceso de liquidez que tiene, porque la demanda de créditos no está a la altura de los depósitos que hoy tiene el sistema”. Entre otras cosas, señaló que eso tiene que ver con la emisión, con “todo un problema de cómo funciona la economía”, y sintetizó: “El sistema financiero tiene los niveles de mora más bajos de la historia. No solo tiene el nivel más bajo de la historia, sino que también tiene el nivel de cheques rechazados más bajo de la historia”.

Entrevistado en radio Mitre, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja salió al cruce de títulos de los diarios tales como que la deuda pública total de la Argentina es récord. Aclaró que había analizado en términos reales la deuda pública total en pesos y dólares medida contra el producto, en valores absolutos, y explicó: “La deuda total pública de la Argentina pasó del 89,8% del PBI en diciembre de 2019, al 80,1% en marzo de 2022; pero además, en diciembre de 2019, el 70% era en moneda extranjera y en marzo de 2022, 55%. Además no hay vencimientos de deuda hasta el segundo semestre de 2025”.

Heller recordó que el presidente de la Cámara de Exportadores de Granos y Oleaginosas expresó esta semana que la Argentina tiene 25 millones de toneladas de soja no comercializadas: 15 mil millones de dólares. “Por dicha importación le ingresarían al Estado 3.675 millones de dólares, por retenciones; convertidas a pesos. 475.500 millones de pesos, algo así como el 6% de la recaudación total del primer semestre de 2022”, detalló, puntualizando además que la diferencia entre las importaciones de combustibles entre el primer semestre de 2022 y 2021 asciende a 4.329 millones de pesos”.

Heller agregó que cualquier integrante de la cadena agrícola puede constituir un plazo fijo con un seguro contra devaluación. “Por lo tanto, ese chacarero o acopiador que hoy tiene soja guardada, para mí está haciendo un mal negocio”, advirtió, explicando que “el Estado le está diciendo: ‘Liquide y yo le garantizo que al vencimiento del plazo fijo se lo liquido al valor que existe en ese momento del dólar’”.

Empero, admitió que el sistema no está funcionando: hay muy pocos plazos fijos de ese tipo, “porque hay una apuesta a la devaluación”, aseguró, considerando que “no se conforman con un seguro de que no se devalúa porque apuestan a la devaluación”.

El legislador oficialista puntualizó que “el Estado apunta a que no va a devaluar; es como cuando se hacen contratos de dólar futuro: el Banco Central le dice a alguien que es un importador que el tipo de cambio va a estar a tanto, y si está a más, le pago más, y si está a menos, usted me paga. Y funciona”.

Ante una pregunta sobre cuánto le queda a los productores por los granos que venden, aclaró que no tenía el detalle, pero enfatizó que “pareciera que el negocio no está mal, porque tenemos récord de venta de maquinaria agrícola”.

La falta de diálogo en el Gobierno

¿Por qué Cristina Kirchner no respalda a la ministra Silvina Batakis?, le preguntaron a lo que Heller respondió: “Hace 15 días el problema era que no dialogaban, y ahora que ella no explica… El sistema de gobierno de la Argentina es unipersonal, no nos engañemos”, aunque admitió que no se puede “dejar de reconocer el peso que tiene Cristina en las decisiones que se toman en todos los órdenes”.

Con todo, sostuvo que a su juicio “la unidad del espacio Frente de Todos es fundamental para que este proceso pueda salir adelante”. Y confesó que a su juicio “es una buena noticia que no trascienda lo que hablan” el presidente y su vice, aunque admitió que “sé que para ustedes no”.

El diputado porteño aclaró que no compartía el discurso de Juan Grabois, que habló de “sangre en las calles”, aunque dijo entender “la presión que debe tener de los que él representa”, que son “los que peor la están pasando”.

“Pero efectivamente el Frente de Todos es una coalición que está llena de matices y que no van a dejar de existir nunca, porque cuando dejan de existir, deja de ser una coalición”.

Ejemplificó con lo sucedido en España, donde Podemos hizo hace pocos días una manifestación en contra del incremento de la participación de España en la OTAN, lo cual no se contradice a su juicio con los altísimos cargos en el gabinete de España que ese partido tiene. “Y no se rompió la coalición por eso”, destacó, sintetizando que “más que no haya diferencias, hay que tratar que exista una instancia donde las diferencias se administren”.

La brecha cambiaria

Consultado sobre la brecha en el tipo de cambio, Heller expresó que “hay un indicador que históricamente lleva el Banco Central, denominado “tipo de cambio real competitivo, el cual a su juicio “está en un nivel estable hace mucho tiempo. Es decir que la Argentina no necesita devaluar para que sus productos sean competitivos en ámbitos internacionales”.

El acuerdo con el Fondo dice que el dólar tiene que seguir a la inflación, y eso no está ocurriendo, le advirtieron en el programa Lanata sin filtro, a lo que Heller respondió: “Por suerte”.

“Históricamente en la Argentina cuando se explicaba por qué subían los precios, nos decían que era por los salarios. Ahora sabemos que se van recomponiendo atrás de los precios; decían que era por el tipo de cambio, está atrasado; nos decían que era por las tarifas, están atrasadas; nos decían que era por la emisión, y en el último año la base monetaria está por debajo de la inflación. En todos los casos la inflación parece tener un comportamiento autónomo de los factores que siempre explicaron el fenómeno de la inflación”.

De tal manera, atribuyó la suba de precios a “puja distributiva e instalación de expectativas”. “Cuando alguien se estoquea y se sienta sobre el producto está haciendo eso: eso se llama expectativa”.

Consultado sobre si se va a cumplir el acuerdo con el Fondo, Heller repuso: “Con el Fondo lo que no hay que tener es deuda. Primero, no habría que haber tomado el crédito con el Fondo; segundo, los acuerdos nunca son buenos; tercero, este acuerdo es el acuerdo menos malo posible, no tiene exigencia de ajuste. Es perfectamente cumplible sin tener que ajustar”.

A continuación advirtió que “si tenés más gastos que ingresos, tenés cuatro posibilidades: aumentar ingresos, tomar deuda, emitir, o achicar gastos”. En ese sentido aseguró que la oposición quiere achicar el déficit, bajar ingresos recortando impuestos, no emitir… Entonces quiere que lo haya en la otra punta es un gran ajuste del gasto”.

El SBU y la reducción horaria laboral

Al ser consultado en otro pasaje sobre el Salario Básico Universal, Heller dijo tener “una visión de fondo, de que como solución de fondo, el SBU es una mala solución. Tiende a estratificar la división de ricos y pobres en el mundo. Está pasando en el mundo lo que pasó en la Revolución Industrial; de entrada rompían las máquinas hasta que cambió y empezó a pelear por la jornada de 8 horas”.

“Creo que hoy la enorme influencia de la tecnología en todos los procesos hace imprescindible discutir la jornada de trabajo sin reducción del trabajo y crear nuevos puestos para que la gente tenga trabajo. Mientras tanto, crear mecanismos de contención social es imprescindible para el Estado, que debe controlar, porque son recursos públicos”.

Si bien en la Cámara de Diputados se está analizando el tema en base a proyectos ya presentados, ante la consulta de si el Poder Ejecutivo maneja alguna iniciativa en ese sentido, Heller se remontó a 1992, cuando el entonces diputado Floreal Gorini presentó un proyecto sobre el tema, y anticipó que “lo estoy tomando como referencia para trabajar en esa idea”.

Con todo, aclaró que no se puede hacer solo en un país, “porque te saca de competencia en los costos. Francia lo intentó, pero quedó en desproporción con Alemania. Además, no es un problema de la Argentina, sino global”.

Las penurias y desventuras de nuestro peso 

Por Oscar Lamberto. El exlegislador nacional señala el deterioro permanente del valor de la moneda, fruto de la inflación, como un mecanismo de ajuste de la economía.

En julio del 2019 estábamos con mi compañera paseando en la ciudad de Lima en el Perú, como hacen casi todos los turistas quisimos traer algún recuerdo del viaje, en la plaza principal de la ciudad, una simpática vendedora con atuendo coya y un carrito lleno productos emblemáticos de la cultura de ese hermoso país, nos ofreció lo que estábamos buscando, regalos para nuestra familia numerosa y que además no ocuparán mucho lugar en la valija. 

A la hora de pagar, le pregunté cómo se cancela esta compra, la joven acostumbrada a los turistas internacionales me dijo “acepto plata peruana, chilena, boliviana, paraguaya, uruguaya, brasileña, dólares americanos, euros, tarjetas de crédito, salvo plata argentina que no me la acepta nadie, ni los argentinos la quieren”. Con el orgullo nacional mancillado, pague con la tarjeta, por esos días el dólar rondaba cuarenta pesos. 

Nuestro país históricamente tuvo un problema con su moneda, desde la revolución de Mayo hasta 1880 existieron todo tipo de medios de pagos, monedas de plata con la esfinge del rey de España, de cobre, de papel emitida por los bancos, o las provincias, hasta se importó una moneda de los Estados Unidos con la cara de Washington. 

La dupla Julio Argentino Roca y Carlos Pelegrini trabajaron por dotar al país de una moneda nacional, que reuniera los atributos, medio de pago, reserva de valor y unidad de cuenta. Así se creó la moneda convertible con el oro, que con altibajos permaneció hasta el cierre de la caja de conversión, que se produjo como una consecuencia inevitable de la caída mundial del patrón oro, fruto de la debacle del capitalismo de los años treinta. 

A mediados de esa década se creó el Banco central de la República Argentina, y fue nacionalizado en 1946, es el organismo emisor de la moneda nacional, que ha tenido objetivos distintos según el pensamiento político de los gobiernos de turno 

Así hubo etapas, la mayoría de los años, con un banco central dependiente del ministro de Economía, otras funcionaron como un organismo autónomo. A veces su objetivo principal fue sostener el valor de la moneda, otras impulsar el desarrollo, la mayor cantidad de años fue auxilio del tesoro y prestamista de última instancia del sistema bancario. Durante el periodo de la convertibilidad el banco central tenía prohibido emitir para financiar el tesoro. 

Salvo paréntesis muy acotados, los periodos inflacionarios fueron la marca de una época, donde se quitaban ceros a la moneda, se cambiaron las denominaciones y la moneda fue perdiendo dos de sus atributos principales, dejó de ser reserva de valor y unidad de cuenta. 

Los ahorros de los argentinos se fueron dolarizando, las transacciones inmobiliarias se realizan en dólares, y dada la desconfianza creciente, los dólares van al colchón, cajas de seguridad y bancos extranjeros, la suma fugada es tan extraordinaria que por si sola alcanzaría para impulsar cualquier proyecto de desarrollo. 

Recientemente hemos escuchado un argumento novedoso que la inflación es consecuencia de la dolarización cuando los hechos históricos demuestran lo contrario, la gente huye al dólar por el envilecimiento del valor de la moneda nacional. 

El Banco Central no preserva el valor de la moneda desde que emite sin límite para financiar al gobierno, luego paga intereses e indexación para esterilizar la cantidad de moneda en poder del público, que está generando un pasivo que es un presagio de un nuevo estallido. 

Los precios de una economía están en constante movimiento, algunos suben, otros bajan, los precios de los combustibles y de los alimentos tienen impacto en todas las economías, pero la suba de un producto en particular por importante que fuera, no configura por sí mismo la inflación, que es un proceso donde todos los precios de manera sostenida y por un periodo largo aumentarán en simultaneo, siendo la causa principal la política monetaria y fiscal. 

Una política fiscal ordenada y una política monetaria que expanda la oferta para acompañar el crecimiento es el prerrequisito para tener una moneda nacional. Si al déficit creciente del Estado se lo financia con emisión, es imposible que no pierda valor y que la gente no huya a otra moneda que cree más segura. 

Es una exageración hablar de bimonetarismo cuando se comparan una moneda que la gente quiere atesorar con otra que quiere desprenderse lo más rápido posible. Aunque la primera se la declare ilegal y la segunda sea de curso forzoso. 

Que los gobernantes quieran trampear a los ciudadanos no es nuevo, tanto en el antiguo Egipto, como en el imperio Romano tardío hay antecedentes de la alteración del valor de la moneda y de la aplicación de precios máximos con pena de muerte a quien los incumpliera, todas las experiencias terminaron en rotundos fracasos. 

Hace rato que los economistas demostraron que la moneda de mayor calidad reemplazará a la de menor calidad, en términos entendibles me saco los pesos de arriba y atesoro dólares. 

Si algún funcionario se le ocurriera prohibir la tenencia de dólares y tuviera éxito, la gente ahorraría, en bolsas de azúcar, aceite, silos con granos, ganado en pie, bienes del hogar, inmuebles, es decir cualquier bien que me permita salir del peso. 

Es un error conceptual hablar de bimonetarismo cuando no existen dos monedas, porque además de los tres atributos que debe tener una moneda necesita también que la gente crea, que tenga confianza, porque también es el crédito que el ciudadano le otorga al Estado y la confianza disminuye cuando se presume la insolvencia del deudor. 

El deterioro permanente del valor de la moneda, fruto de la inflación, es un mecanismo de ajuste de la economía, que hace pagar el precio del ajuste, a jubilados, asalariados, a quienes perciben planes, a los ahorros en pesos, es el mayor fabricante de pobres. 

Por el dólar a 200, Solano aseguró que “la devaluación ya está en marcha”

El candidato a legislador porteño por el FIT-U aseguró que “los distintos cepos implementados por el gobierno y el remate de reservas del Banco central, no logran contener la devaluación”.

A días de los comicios del 14 noviembre, el candidato a legislador porteño del Frente de Izquierda – Unidad (FIT-U), Gabriel Solano, visitó la Comuna 4 para dialogar con vecinos y trabajadores, al mismo tiempo que aprovechó la ocasión para referirse al récord de cotización del dólar paralelo.

En ese sentido, el candidato afirmó que “la devaluación ya está en marcha y se va a agravar después de las elecciones del 14 de noviembre. Los distintos cepos implementados por el gobierno y el remate de reservas del Banco central, no logran contener la devaluación” y alertó acerca de que “el FMI exige para poder concretar un acuerdo la unificación del tipo de cambio. Lo que no es otra cosa que una devaluación”.

“Las causas de la depreciación del peso están en la fuga de capitales que el gobierno permite y el constante pago de la ilegítima deuda externa. Guzmán confirmó que en diciembre pagará 1.900 millones de dólares al FMI”, añadió.

Al mismo tiempo que concluyó señalando que “esta situación repercutirá en la inflación y depreciará los salarios. Por eso defender el voto al Frente de Izquierda es defender el voto por un salario mínimo igual a la canasta familiar y contra el acuerdo con el FMI”.