El Congreso se iluminó de verde por el Día Mundial del Ambiente

Por iniciativa de la cartera ambiental nacional, el Palacio legislativo adhirió a la concientización sobre el cuidado de la casa común.

El Palacio Legislativo se sumó este domingo a la iniciativa organizada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, y se iluminó de verde para conmemorar el Día Mundial del Ambiente que se celebra cada 5 de junio en todo el mundo.

Con el objetivo de promocionar la concientización del cuidado ambiental y el cuidado del planeta, el Congreso se sumó a una propuesta que lleva adelante la cartera ambiental en edificios públicos emblemáticos del país.

El Día Mundial del Ambiente surge a partir de la propuesta del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y se celebra cada 5 de junio desde 1973.

Y se considera como una jornada convocante para la divulgación ambiental que conmemoran millones de personas en el mundo. Todos los años lo auspicia un país diferente, y en este 2022 el anfitrión y organizador es Suecia, bajo el lema “Una sola Tierra”.

Por el Día Mundial del Ambiente, edificios emblemáticos se iluminaron de verde

Se trata de una iniciativa del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, que conduce Juan Cabandié, para concientizar sobre el cuidado de la casa común.

En el Día Mundial del Ambiente se iluminaron de verde la Casa Rosada, el Congreso Nacional, la cúpula del CCK, Tecnópolis, el Palacio de Aguas Corrientes, el Palacio de las Aguas Corrientes y la sede del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Además, se sumaron a la iniciativa otros edificios simbólicos en diferentes provincias del país como Córdoba, Santa Fe, San Luis, Catamarca, Mendoza, Jujuy, La Rioja y San Juan.

Debido a las medidas de restricción de circulación adoptadas por el Gobierno nacional en el marco de la pandemia por Covid-19, la propuesta, denominada “La acción ambiental es ahora”, se transmitió a través del canal de Youtube de la cartera ambiental nacional.

Hacia una integración de lo productivo y lo ambiental, con la gente adentro

Por Juan Cabandié. El titular de la cartera de Ambiente aboga por establecer la dimensión ecológica como un planteo social que nos permita avanzar hacia una transición justa.

El viernes pasado conmemoramos el Día Mundial del Ambiente, una jornada que nos invita a reflexionar sobre nuestras prácticas. Desde que asumimos, sostuvimos que el desarrollo económico debe estar integrado con lo ambiental. Es decir, tender a la construcción de un nuevo modelo que involucre ambos aspectos.

El desafío de nuestro presente es establecer la dimensión ecológica como un planteo social que nos permita avanzar hacia una transición justa. Sabemos que los cambios no se hacen de la noche a la mañana, pero debemos mejorar gradualmente los procesos productivos del país y nuestras acciones cotidianas.

La pandemia de coronavirus nos señala lo que podría sucedernos en el futuro próximo, a consecuencia del cambio climático, con eventos cada vez más pronunciados.

Fortalecer la economía pero no a cualquier precio, y procurar que lo ambiental contemple políticas productivas, pero con la gente adentro.
Son muchas las urgencias ambientales en Argentina. Por un lado, no es aceptable tener cinco mil basurales a cielo abierto en nuestro territorio, realidad que impone abordar el problema. Pero, por el otro, el Estado nacional se debía una política federal para el tratamiento de los residuos que considerara la elaboración de proyectos de plantas de tratamiento en distintos puntos del país, la entrega de equipamiento específico para los municipios y la promoción de normativa ambiental en las localidades beneficiarias.

Hemos hecho de estos temas una de nuestras prioridades.
Además, la pandemia de coronavirus nos señala lo que podría sucedernos en el futuro próximo, a consecuencia del cambio climático, con eventos cada vez más pronunciados, como aumento de la sequía y la desertificación, mayores inundaciones y la pérdida marcada de biodiversidad. En tal sentido, tenemos compromisos asumidos mediante el Acuerdo de París que nos obligan a revisar prácticas y a transformar nuestra matriz energética y productiva para no perder créditos ni competitividad.

Lo que es más, los compromisos internacionales nos llevan a pensar que, en términos económicos, algunas actividades que no se adecuen a lineamientos ambientales podrían dejar de aportar utilidades. Como consecuencia, los productores perderían ingresos y el país, divisas.

En este tiempo en que nos encontramos en aislamiento por la pandemia podemos aprender que la única salida para abordar las problemáticas ambientales es la solidaridad y la fraternidad entre las personas y los pueblos. Estamos seguros de que este es el camino que debemos transitar para volver mejores a nuestras actividades cotidianas. Porque cuidar el ambiente es cuidar la casa común, una casa que es la de todos y todas.

Cabandié es ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.