El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, descartó que el Gobierno de Alberto Fernández pueda permitir que se le imponga desde el Fondo Monetario Internacional un ajuste y consideró “un gran error” la posibilidad de implementar una amnistía.

Entrevistado por el diario El País de Madrid, Massa ratificó la “posición muy clara” de la Argentina respecto de la deuda, al señalar que nuestro país “tiene vocación de ordenar su relación con el FMI”, pero aclaró que “hay dos cosas que este gobierno no va a permitir: que se le imponga un ajuste y que se le imponga un programa económico”.

“Queremos pagar gracias al crecimiento conseguido conun programa elaborado en Argentina”, enfatizó. En ese sentido expresó su convencimiento de que “el crecimiento económico nos permitirá cerrar un buen acuerdo”, y aseguró que “el Gobierno cree en el equilibrio fiscal, en el superávit comercial, en un tipo de cambio competitivo, en la acumulación de reservas y en el desendeudamiento”.

Todo eso, aseguró, “tiene que acompañarse de crecimiento con inclusión y de creación de empleo, para doblegar la pobreza”.

Consultado sobre el cepo cambiario, Massa señaló que “Chile y Brasil también tienen controles. Cuanto más exportemos, más podremos relajar las restricciones”.

Con relación a Venezuela, Massa admitió que “nuestra coalición (de gobierno) reúne miradas distintas”, aclarando que “yo mantengo desde hace años que el gobierno venezolano no cumple las pautas democráticas mínimas. Y el presidente también ha sido claro en su respaldo al informe Bachelet”.

Por otra parte Massa descartó la posibilidad de que el presidente vaya a dar un indulto a exfuncionarios condenados por corrupción. “No veo la menor posibilidad -aseguró-. La Justicia es quien absuelve o condena”, y respecto de una amnistía para los casos de corrupción fue tajante: “Sería absurda, un gran error”.

“Manda el presidente, no lo dude”, respondió el presidente de la Cámara baja al ser consultado sobre el poder del presidente y su vice, y señaló respecto de su relación actual con Cristina Kirchner que es “de respeto y trabajo coordinado”.