Con la presencia de Filmus, Diputados inició el debate con especialistas sobre Plan de Ciencia 2030

Con diferentes posturas de los especialistas, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Daniel Filmus, pidió establecer fechas para avanzar con el dictamen del proyecto.

La Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, presidida por el diputado radical Facundo Manes (Buenos Aires), tuvo este martes una reunión informativa con gobernadores y científicos para comenzar con el debate del proyecto Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 impulsado por el Gobierno.

También fueron convocados Adriana Sequis, presidenta de la CNEA; Darío Kusinsky, presidente de la Comisión de Ciencia, Técnica y Arte del CIN; la doctora Susana Hernández, presidenta de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias; el doctor Daniel Vega rector de la Universidad del Sur, investigador del CONICET y presidente de Ciencia y Técnica del CIN; Lucas Luchilo, magister en política y gestión de la ciencia y tecnología UBA; Sandra Pitta, investigadora independiente CONICET; Tomás Santa Coloma, investigador CONICET; Sergio Matheos, exsubsecretario de Coordinación del MINCYT, investigador del CONICET; Fernando Stefani, director del Centro de Investigaciones en Bionanociencias; Germán Bakker, titular de la Agencia Neuquina para el Desarrollo; Marina Bayma, secretaria de Ciencia del Gobierno de Santa Fe; y Myriam Laconi, de la Dirección de Investigación, Ciencia y Técnica de Mendoza.

La iniciativa que se puso a consideración recibió la media sanción del Senado el 27 de octubre de 2022 y será ejecutada desde la cartera que comanda actualmente Daniel Filmus. El Ministerio coordinará las acciones necesarias para el cumplimiento de dicho plan con las jurisdicciones y entidades involucradas.

Al inicio de la reunión, Diego Hurtado, especialista en historia de la ciencia y la tecnología argentina explicó el proyecto: “Desde 2023, se ven los efectos de la ley en los siguientes diez años, esto supone que si hacemos las cosas bien como país, nos permitirá solucionar problemas en la Argentina”.

Así también agregó: “Buscamos mejorar las capacidades productivas, porque es una condición necesaria tener un plan, y este plan surge como metodología de trabajo”. Del mismo modo, siguió: “El núcleo del plan son dos agendas,  las nacionales y las territoriales”.

“Partimos de un diagnóstico y una evaluación de las últimas dos décadas en ciencia y tecnología, y la estrategia es fomentar y consolidar un sendero para la transición energética”, indicó. Además, afirmó que las agendas territoriales integradoras o provinciales “son un rasgo original de este plan”.

En tal sentido, continuó: “Hay provincias que han elaborado sus propios planes alineados con el Plan Nacional 2030, y fue muy buena la  reunión de Filmus con los gobernadores del Norte grande”. “Este plan propone una revisión cada tres años, no importa quien gobierne, pero pensando en un horizonte a diez años”, añadió.

En esa línea, la doctora Susana Hernández, presidenta de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, expresó: “Las asociaciones que constituyen el Encuentro Permanente de Asociaciones Científicas (EPAC) en la elaboración de documentos que sintetizan ideas científicas y tecnológicas para los que pertenecemos a la sociedad civil”.

Además, sostuvo que “contamos con tres documentos que han sido presentados en 2021 y los pondré a disposición del diputado Manes”. “Los científicos están más que felices de aportar sus documentos para este Plan Nacional, pero la ciencia y la tecnología por sí mismas no resuelven los problemas de la humanidad”, advirtió.

Del mismo modo, Lucas Luchilo, magister en política y gestión de la ciencia y tecnología de la UBA, sostuvo que la iniciativa es “el comportamiento efectivo del presupuesto de la función Ciencia y Tecnología”.

Sin embargo, presentó dudas sobre la aplicación total de lo estipulado: “En 2021 no se cumplió lo que se propuso pagar con lo que realmente se pagó; para el 2022 hay una discrepancia importante entre lo que se devengo y lo que se pagó; y en 2023 tenemos dos opciones, si el ajuste fiscal le gana a la caída del PBI, no vamos a cumplir, si el ajuste fiscal no le gana a la caída del PBI, lo vamos a cumplir”.

En el cierre de su exposición, presentó -mediante diapositivas- que “la pendiente argentina de publicaciones científicas en SCOPUS (base de datos bibliográfica de resúmenes y citas de artículos de revistas científicas propiedad) por investigadores es la menor en toda la región”.

El presidente de la Comisión de Ciencia, Técnica y Arte del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Darío Kusinsky, agradeció la invitación y expresó: “apoyamos las políticas a largo plazo porque nos parece importante generar previsibilidad y sostener líneas de trabajo en el tiempo”.

“El desarrollo de la función de cada universidad compete a políticas públicas y el proyecto pondrá un marco estratégico”, señaló Kusinsky.

En esa idea, el doctor Daniel Vega rector de la Universidad del Sur, investigador del CONICET y presidente de Ciencia y Técnica del CIN, agregó: “Para el sistema tecnológico es importante contar con un plan para las carreras que van a ir cambiando por una alta demanda en el mercado laboral”.

Así también, hizo apreciaciones sobre el sector: “Manifiesto mi preocupación por la escasa cantidad de científicos y doctores que han surgido en los últimos 20 años”, y pidió: “Debemos fomentar los posgrados universitarios y el plan contempla la financiación de los posgrados”.

Marina Bayma, secretaria de Ciencia del Gobierno de Santa Fe, se mostró a favor del proyecto Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 y explicó: “Es un Plan consensuado en las 24 jurisdicciones y que al ser atravesado por una ley no s pone más arriba (al sector)”. Además, valoró que tome cuestiones con perspectiva de género.

Del mismo modo, Germán Bakker, de la Agencia Neuquina para el Desarrollo, agregó: “Ver reflejado en el Plan a las agendas integradoras donde cada provincia puede establecer sus objetivos”. Nos alienta a tener compromisos provinciales”, indicó.

Por otro lado, Tomás Santa Coloma, investigador CONICET, manifestó: “Hay algunos temas que quiero considerar donde no están claros los objetivos”, añadió: “Me gustaría una ley que refinancie al RA-10”, y advirtió: “Hay una falta de inversión privada, que debería ser de tres veces más que la del Estado”.

También, Adriana Sequis, presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), a su turno, sostuvo “este plan nos da previsibilidad en los lineamientos estratégicos”, y agregó: “Tenemos proyectos tecnológicos emblemáticos que requieren continuidad en el tiempo”.

Del lado de las críticas, el primero fue Sergio Matheos, exsubsecretario de Coordinación del MINCYT, aclaró que haría “críticas constructivas” y pidió que el Plan 2030 tenga “relación con planes anteriores”. Además, consideró: “Hay que contemplar más al sector privado y está un poco ausente en el Plan”.

Sin embargo, Sandra Pitta, investigadora independiente CONICET, fue la especialista más critica: “Me pareció que el Plan debe ser concreto y simple y es muy difícil de leer”, y agregó: “Tiene un sesgo autoritario, céntrico y anticapitalista”.

Con mas fervor, afirmó que el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 “nos va a llevar al fracaso”. “La parte privada no invierte porque las reglas no son claras porque hay tipos de dólares, impuestos y cepos y este Plan pone el carro adelante del caballo. Primero debería haber reglas claras y creo que hay que reescribirlo en su totalidad para que sea claro”, enfatizó.

En última instancia, Fernando Stefani, investigador del CONICET y director del Centro de Investigaciones en Bionanociencias valoró “el esfuerzo por establecer una agenda estratégica para el país”, y aclaró que “las acciones requieren tiempo”.

“Para ser eficientes necesitan seguimiento, mejora y velocidad y Argentina tiene un atraso muy grande”, indicó. Sin embargo, advirtió: “Para generar velocidad debemos actualizar las instituciones porque no alcanza con los enunciados de este Plan, a pesar de ser positiva”.

Respecto al proyecto, explicó que “necesita plazos y recursos necesarios”, y añadió: “Las instituciones vienen golpeadas por años desde la política. Es valiosa la agenda y creo que debiéramos aplicar las leyes ya existentes”. “Le pido al Ejecutivo que mande un Plan como anexo a la Ley de Presupuesto”, cerró.

Filmus, al igual que Brawer defendieron el proyecto.

Llegado el turno de responder las cuestiones, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Daniel Filmus, agradeció las exposiciones y pidió “hacer el esfuerzo para llegar a un consenso”. “He discutido y debatido con los organismos que dependen de cada ministerio”, agregó.

En esa idea, explicó: “Hasta el 2020 las inversiones se distribuían de una manera y ahora de otra, el NOA recibe 1000 por ciento más, el NEA 800 más, y la Patagonia, un 751 más. Todos crecieron por la ley”. Además, afirmó: “Tenemos 12.000 investigadores en el CONICET”.

En tal sentido, explicó: “La biotecnología tuvo un crecimiento enorme, y los desarrollos necesitan inversión privada y viene creciendo por los beneficios fiscales”. Además, agregó que “hubo un plan de jerarquización respecto a los salarios”.

“Estamos haciendo una ley para darle fuerza y preferimos no poner todos los puntos ideológicos (del oficialismo) con tal de lograr el consenso con los legisladores de la oposición”, indicó.

En el final, Filmus manifestó: “Argentina tiene que definir, pero lo planteado acá son los grandes temas y que esto sirva para decir que es verdad”. “Nuestros jóvenes no se van a quedar en el país si no les damos un camino, y no conozco un país que no haya crecido de la mano de sus universidades y científicos”, cerró.

La diputada nacional Sabrina Ajmechet (Pro – Buenos Aires) cuestionó: “Me quedé con ganas de escuchar un poco más a quienes plantearon argumentos muy importantes”, y agregó: “Si hablamos de una política de Estado, deberíamos tener en cuenta a la oposición, ya que no sabemos quién gobernará a partir del año que viene”.

Por otro lado, el diputado santafesino Roberto Mirabella (FdT) pidió convocar a un plenario de comisiones y al sector privado para avanzar con el proyecto Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030.

Así tambien, la diputada Mara Brawer (FdT – CABA) aclaró que el proyecto se conoce desde octubre del año pasado, en relacion a los especialistas y opositores que plantearon realizar modificaciones.

Por último, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Daniel Filmus, le pidió al presidente de la comisión homónima, Facundo Manes, establecer una fecha para la próxima reunión y avanzar con el dictamen.

Repudiaron declaraciones de un funcionario contra el campo

“El Estado debe ayudar, colaborar y establecer puentes para aprovechar todo ese potencial”, indicaron legisladores de JxC. Además, valoraron el rol del INTA.

Diputados de Juntos por el Cambio salieron al cruce de las expresiones del secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Diego Hurtado, quien dijo que el modelo agroexportador “no necesita ciencia y tecnología porque la demanda de conocimiento la produce la industria”. Juan Martín y Lucila Lehmann destacaron que el sector agropecuario es el más innovador y competitivo del país, y enumeraron desarrollos locales, desde vacunas hasta avances en nanotecnología.

Tras las declaraciones de un funcionario nacional kirchnerista contra el sector agropecuario nacional, los diputados de Juntos por el Cambio manifestaron su repudio y exigieron que “el Estado y en particular los funcionarios con responsabilidades de gestión, en vez de formular este tipo de declaraciones, ayuden, colaboren y establezcan puentes para aprovechar todo el potencial del campo y desplegarlo en la senda del desarrollo estratégico en nuestro país”.

El cuestionamiento de los legisladores santafesinos fue expresado mediante un proyecto de declaración como réplica a los dichos del secretario  de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Diego Hurtado, quien manifestó en una disertación que el modelo agroexportador “no necesita ciencia y tecnología porque la demanda de conocimiento la produce la industria”.

Para Juan Martín y Lucila Lehmann estas declaraciones “no representan la realidad de nuestro país, que integra su desarrollo económico mediante la participación sinérgica de los sectores agropecuario, industrial y de servicios, y en el que interactúan la economía del conocimiento o la bioeconomía, la agroindustria, etc”. “Se trata de un sector que pese a las sucesivas trabas e impedimentos que le coloca el sector público de forma sistemática, va a la vanguardia en materia de innovación y desarrollo tecnológico a nivel mundial”, enfatizan.

En ese sentido, recuerdan que “el sector agropecuario argentino ha mostrado en los últimos años un gran dinamismo y una alta capacidad para la innovación y adopción de nuevas tecnologías. Sabemos que invertir en ciencia, tecnología e innovación (CTI) es fundamental para el desarrollo económico y el progreso social, y así lo viene haciendo el sector agropecuario con inversiones públicas y privadas en I+D (Investigación y Desarrollo)”. 

El rol del INTA y el futuro

El diputado radical y su par de la Coalición Cívica destacan que “la promoción del cambio tecnológico y la inversión en investigación agropecuaria pública es principalmente desarrollada en Argentina a través del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) mediante una amplia red de actividades de extensión, información y comunicación”. “El INTA en particular y todo el sistema en general han desarrollado múltiples programas y actividades con el objetivo de promover la adopción de tecnologías y mejorar la productividad y eficiencia del sector agropecuario. Podemos citar entre los casos relevantes el desarrollo de la vacuna anti – aftosa, la mejora genética del trigo, el desarrollo de cultivos resistentes a herbicidas, vacunas y prevención de enfermedades, nuevas técnicas de manejo agronómico, tecnologías de mapeo de suelos, agricultura de precisión, silobolsas, agrobótica y nanotecnología”. 

Además, y profundizando en esa argumentación, Juan Martín y Lucila Lehmann ponen acento en que “en semillas se invierte el 4% del total la inversión privada en I+D; las asociaciones técnicas privadas CREA y Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa forman redes de creación y difusión de conocimientos con fondos totalmente privados y en colaboración con INTA; hay una fuerte la inversión en hardware y software de compañías privadas y desarrollos de soluciones para el agro en maquinarias agrícolas o ingeniería genética”.

A diferencia de lo expresado por Hurtado, Juan Martín y Lucila Lehmann proyectan que “el futuro de nuestra economía estará en focalizar nuestros esfuerzos en agregarle el mayor valor posible a nuestra soja y maíz, y exportar cada año más productos avícolas, carne bovina, carne de cerdo y productos lácteos; y para ello serán esenciales las nuevas tecnologías aplicadas sobre la base de la investigación científica para elevar la productividad sin dejar de mantener e incluso mejorar la sostenibilidad de los recursos naturales y el medio ambiente”.

Finalmente, los diputados aprovecharon la ocasión para reiterar el pedido-si es que el oficialismo efectivamente quiere apoyar a las empresas de base tecnológica- para que el Senado que preside Cristina Kirchner avance con el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento, que tiene media sanción de la Cámara de Diputados, pero que está cajoneado en la Cámara alta.