Nanni, encargado de leer los cambios en el proyecto de boleta única, reveló que padece “dislexia leve”

Tras viralizarse el momento de la sesión en que informó sobre las modificaciones, el diputado radical contó por qué tuvo dificultades, pero aseguró que no se debió a ese trastorno.

Tras viralizarse el vídeo del momento de la sesión en la Cámara de Diputados donde informó sobre los cambios de último momento al proyecto de boleta única de papel, el legislador radical Miguel Nanni reveló que tiene dislexia, aunque aseguró que las dificultades para leer las modificaciones no se debieron a ese trastorno que padece de forma “leve”.

En declaraciones a radio Rivadavia, el salteño recordó este lunes que como vicepresidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales trabajó la ley y la conocía, e incluso dio como miembro informante “un discurso normal y bueno” en el arranque del debate.

Pero luego, a la hora de la votación en particular, “las modificaciones me las pasaron manuscritas y no entendía la letra”, expresó. Y continuó: “Es la primera vez que me toca defender como miembro informante una ley y ante los gritos (del Frente de Todos) yo paraba, pretendía ser educado, y quería responderles que no estábamos haciendo ninguna trampa”.

Nanni admitió que ese momento fue “engorroso” y que le “pedía ayuda” a sus pares Silvia Lospennato y Alejandro Cacace “para no perderme en la remuneración de los artículos”. “A lo último me pasaron las modificaciones impresas y ya pude leer bien. Era muy dificultoso porque eran ilegibles los manuscritos”, afirmó.

Luego contó: “Tengo una dislexia leve, se la heredé a mi hijo muy severa, pero no fue ese el motivo. Sería victimizarme”.

Y resaltó que la dislexia no le impidió formarse como abogado: “Soy un egresado orgulloso de la UBA, tengo dos maestrías en la Universidad Austral, si algo sé es leer”. “Este incidente no puede opacar las bondades de la boleta única de papel”, añadió sobre la iniciativa que tuvo media sanción.

El Congreso se iluminó otra vez para una fecha especial

La fachada del Palacio Legislativo apareció con una tonalidad especial con motivo del Día Internacional de la Dislexia.

Este viernes por la noche la fachada del Congreso de la Nación se iluminó de una tonalidad turquesa por el Día Internacional de la Dislexia, trastorno que afecta al 10% de la población mundial según la Organización Mundial de la Salud.

La iniciativa es impulsada por la Federación Española de Dislexia (DISFAM), que bajo el lema “Unidos por la Dislexia” invita a los países a iluminar de turquesa a edificios emblemáticos.

La dislexia es una alteración de la capacidad de leer por la que se confunden o se altera el orden de letras, sílabas o palabras.

La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta a millones de personas. Su detección y actuación precoz resulta imprescindible para evitar el fracaso escolar, puesto que puede generar problemas de comprensión y asimilación de contenidos en niños y niñas que la tienen.

De acuerdo a cifras estimadas, los niños disléxicos (con edades comprendidas entre los 7 y 9 años) representan entre el 3 y el 6% de la población infantil, presentando esta condición más en los niños que en las niñas.

La Ley 27306 garantiza en nuestro país el derecho a la educación de niños, adolescentes y adultos con dislexia y otras dificultades específicas de aprendizaje (DEA).

Disfam Argentina, la Asociación Argentina de Dislexia y Familia, promueve junto a otras Asociaciones del mundo y de la Argentina octubre como el mes de la concientización de dicha condición.

El Congreso se iluminó de turquesa por el Día Mundial de la Dislexia

La acción fue impulada por la Federación Española de Dislexia, bajo el lema “Unidos por la Dislexia”.

Este jueves y viernes el Palacio del Congreso se iluminará de turquesa en adhesión y apoyo a que se declare el 8 de octubre como Día Mundial de la Dislexia, con el objetivo de fomentar la concientización sobre este trastorno, que afecta al 10% de la población de todo el mundo.

Esta acción es impulsada por la Federación Española de Dislexia (DISFAM), que bajo el lema “Unidos por la Dislexia” invita a los países a iluminar de turquesa a edificios emblemáticos y solicitar a la Organización de las Naciones Unidas que fije el 8 de octubre como Día Mundial de la Dislexia.

En la Argentina, además del Congreso se reflejarán con ese color el Monumento al Bicentenario (Tucumán), los monumentos a San Martín y Plaza de las Banderas (Neuquén), y las legislaturas de Chaco y de Buenos Aires, entre otros.

La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta a millones de personas. Su detección y actuación precoz resulta imprescindible para evitar el fracaso escolar, puesto que puede generar problemas de comprensión y asimilación de contenidos en niños y niñas que la tienen.