Marra: “la educación tiene que ayudar a igualar en oportunidades y no está pasando”

El jefe del bloque LLA insistió en que los sistemas educativos de nivel inicial, primario y secundario “están fracasando”, por lo que es necesario “poner prioridades”.

En las vísperas de la movilización de este martes en defensa a la educación pública, el jefe del bloque de La Libertad Avanza (LLA) y hombre de confianza de Javier Milei, Ramiro Marra, analizó la polémica que hay en torno al posible cierre de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y advirtió que a nivel nacional la educación no estaría ayudando a “igualar oportunidades”.

En ese sentido, a través de las redes sociales, el libertario explicó que “la educación tiene que ayudar a igualar en oportunidades” e insistió en que “no está pasando a nivel universitario, porque los niveles iniciales están fracasando”.

“Como los recursos no son infinitos hay que poner prioridades”, advirtió.

Cabe recordar que días antes, durante su visita al programa de Mirtha Legrand, Marra ya había señalado que “el nivel de preocupación que hay en la educación argentina es de todos, no sólo del Gobierno. Se está centralizando mucho en la UBA. Para mi hay que darle más prioridad a la educación inicial, a la primaria y a la secundaria porque los chicos no terminan el colegio. Si nos preocupamos por la UBA antes que el resto estamos siendo egoístas los que tenemos posibilidad de ir a la facultad”.

“Tenemos que cambiar el eje de las prioridades, que es mucho del discurso que nos quisieron vender los gobiernos anteriores de que hay cosas que son gratis. No hay nada gratis”, insistió.

Fue entonces cuando el periodista Hugo Alconada Mon, otro de los invitados al ciclo, le consultó: “¿no se pueden preocupar y ocupar por amabas en simultáneo?”. “Sí, pero con prioridades. Estamos preocupados, por eso ha habido anuncios en los últimos días sobre la Universidad de Buenos Aires sobre el tema del presupuesto. Pero hay que poner prioridades porque sino nos preocupamos por todo y no hacemos nada”, le explicó el libertario.

“La prioridad de este Gobierno es terminar con la inflación, que la gente pueda comer. Vos decís me preocupo por la UBA y nos olvidamos de que hay chicos que no comen”, sentenció.

 

 

Para Kienast, los váuchers educativos “podrían prevenir la migración masiva a escuelas públicas”

La legisladora del Frente Liberal Republicano (FLR) dialogó con parlamentario.com acerca de la iniciativa impulsada por el Gobierno de Milei y advirtió sobre las dificultades que atraviesa el sistema de educación público.

La diputada del Frente Liberal Republicano (FLR) y miembro de la Comisión de Educación, Marina Kienast, participó de un mano a mano con parlamentario.com para analizar la propuesta del Gobierno Nacional de entregar váuchers educativos para evitar la migración de alumnos del sistema de educación privado al público.

– Usted forma parte de la Comisión de Educación. ¿Qué iniciativas tienen pensado impulsar desde el Frente Liberal Republicano para el área educativa?

– Continuamos promoviendo el proyecto de mecenazgo educativo, entendiendo la importancia de la colaboración entre el sector privado y el público para proporcionar la mejor educación posible a los estudiantes. También enfatizamos la importancia de poner fin al adoctrinamiento en las aulas y proponemos la creación de un sistema de alertas anónimas similar al utilizado para los casos de corrupción. Además, vamos a seguir formulando propuestas para personalizar más la educación y mejorar la formación docente, que está muy atrasada. Hay una gran deuda con los estudiantes y tenemos que pensar fuera de la caja para saldarla. Me comprometo a llevar todos los debates necesarios a la comisión para que podamos lograrlo.

– Recientemente, el Gobierno de Javier Milei anunció que implementará los váuchers educativos para la clase media. ¿Qué opinión le merece la iniciativa?

– Es una medida alentadora a nivel educativo, pero queda mucho por trabajar. El programa propuesto por el Gobierno podría prevenir la migración masiva a escuelas públicas, ya saturadas y no preparadas para un aumento repentino de estudiantes. Para el Estado es más rentable pagar un váucher de 27 mil pesos que costear el 100% de la educación para aquellos que se ven obligados a cambiar a la escuela pública y eso es beneficioso para todos. Pero es importante cuestionar a quién se le otorga el beneficio y considerar medidas para las poblaciones más vulnerables. Si no se extiende a los estudiantes de escuelas públicas que desean unirse, estaríamos favoreciendo a un grupo de la sociedad sobre otro. La implementación de este programa puede ser una experiencia valiosa y podría ser el inicio de una nueva era en la educación de nuestro país.

– ¿Cree que el sistema de váuchers podría ampliarse a los otros niveles educativos? ¿Por qué?

– Absolutamente. Esto podría ser especialmente aplicable en el nivel superior y universitario, donde la competencia es mayor y la ubicación geográfica tiene menos impacto en la elección de la institución. En un momento en que también hay un gran debate sobre los presupuestos universitarios, el váucher educativo surge como una excelente alternativa. Si el presupuesto que se destina a la universidad se basara en la cantidad de estudiantes, podría aportar mucho orden si se implementa de manera transparente. En este nivel, el váucher debería estar vinculado a la regularidad de los estudiantes para evitar financiar a quienes se inscriben, pero no cursan las carreras. Por lo tanto, insisto en que para que funcione, debe implementarse de manera muy transparente.

– Por último, ¿cree que una medida de este estilo podría prevenir el colapso del sistema educativo público? Ya que se está viendo una fuerte migración de alumnos del sistema privado al público debido a las dificultades económicas que enfrentan sus familias.

– La escuela pública no da abasto para un chico más. Por eso una medida como los váuchers pueden traer alivio no solo al sistema público, sino a miles de familias que no llegan a pagar la matrícula de la escuela privada.

Buscan repudiar los dichos de Milei acerca de la educación pública

Los legisladores de Unión por la Patria, Partido Socialista, Vamos por Más, UCR-Ev y Confianza Pública presentaron un proyecto en rechazo a sus declaraciones en un acto del Instituto Cardenal Copello. “Es sustancial que se preserven los valores democráticos, de respeto por el otro y la educación pública”, aseveraron.

Después de que el presidente de la Nación, Javier Milei, asegurará que la educación pública “es un mecanismo de lavado de cerebros”, los diputados de Unión por la Patria (UP), Partido Socialista (PS), Vamos por Más (VxM) Unión Cívica Radical – Evolución (UCR-Ev) y Confianza Pública (CP) presentaron en la Legislatura porteña un proyecto para repudiar sus declaraciones.

La iniciativa en cuestión es de autoría de Claudia Neira (UP) y busca ratificar “el valor irrenunciable que constituye la Educación Pública y expresa su preocupación por los dichos del presidente en un acto del Instituto Cardenal Copello y las expresiones irrespetuosas frente a niños, niñas y adolescentes presentes, y al conjunto de la comunidad educativa”.

En los fundamentos de la iniciativa, los legisladores explicaron que “la educación pública constituye un pilar fundamental de nuestra Nación y, asimismo, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” y consideraron que “resulta preocupante e improcedente que presidente de la Nación, Javier Gerardo Milei, se exprese como lo hizo en el Instituto Cardenal Copello, al asegurar que la educación pública ‘es un mecanismo de lavado de cerebros'”.

“Asimismo, dichas declaraciones se vieron acompañadas también por dichos, en sus palabras, ‘muy groseros’ y que no debía mencionar, pero que finalmente terminó mencionando. Por otra parte, sorprende la reacción del presidente frente al desmayo de dos estudiantes de la Institución, al bromear al respecto cuando uno de los niños se encontraba aún desmayado a su lado”, agregó.

Por lo que concluyeron señalando que “es sustancial que se preserven los valores democráticos, de respeto por el otro y la educación pública en las instituciones del sistema educativo de nuestra Ciudad”.

La iniciativa también lleva la Firma de Jessica Barreto (PS), María Bielli, Matías Lammens, Juan Pablo Modarelli, Juan Manuel Valdés (UP), Aldana Crucitta, Lucio Lapeña, Francisco Loupias, Gustavo Mola, María Inés Parry, Manuela Thourte (UCR-Ev), Facundo Del Gaiso, Cecilia Ferrero, Hernán Reyes (VxM) y Graciela Ocaña (CP).

Massa presentó el proyecto de ley de Financiamiento Educativo para el fortalecimiento de la educación pública

Desde el Centro Cultural Kirchner el ministro de Economía señaló que la iniciativa “aumenta el compromiso del Estado llevando al 8% el objetivo de inversión”. Por otro lado, apuntó contra la oposición: “Están para el psiquiatra aquellos que plantean que a la pobreza la combatimos cobrando el acceso a la educación”.

En modo de campaña de cara a las elecciones generales, el ministro de Economía y candidato presidencial de UP, Sergio Massa, presentó este martes el proyecto de Ley de Financiamiento Educativo para el fortalecimiento de la educación pública que tiene como objetivo un aumento en la inversión en este aspecto, con un piso del 6% anual, hasta alcanzar, en 2030, el 8% del Producto Bruto Interno (PBI), apuntó contra la oposición y pidió al Congreso que “se aboque inmediatamente” al tratamiento del proyecto.

El tigrense encabezó el acto de presentación desde el Centro Cultural Kirchner en donde estuvo acompañado en el escenario junto al ministro de Educación, Jaime Perczyk, y el ministro del Interior y candidato a senador nacional, Eduardo “Wado” De Pedro. También contó con el apoyo de diputados nacionales como Germán Martínez y Hugo Yasky, y autoridades de universidades nacionales.

Al inicio de su disertación, Massa expresó: “Es un día donde siento que vale la pena el esfuerzo, el trabajo de todos los días, las dificultades que enfrentamos. Muchas veces el sabor amargo de la frustración de no poder lograr rápido todo lo que uno se propone como objetivos”.

“En un momento en el que planteamos la necesidad de construcción de un gobierno de unidad nacional a partir del 10 de diciembre, poder invitarlos y convivir trabajadores y estudiantes, docentes y rectores de un origen político y de otro origen político que, de alguna manera, nos vienen a acompañar en la construcción de una epopeya que la Argentina necesita recorrer”, propuso.

Así, resaltó: “Estamos presentando una ley que aumenta el compromiso del Estado en materia de financiamiento educativo llevando al 8% el objetivo de inversión. Me gustaría plantear algunos valores que están en juego en torno a esta discusión”.

En ese sentido, detalló: “El primer valor al que nadie que esté acá renuncia es que creemos en una argentina con educación pública, gratuita, de calidad, inclusiva. Sobre todas las cosas una educación federal porque tenemos que ver expresado nuestro sistema educativo a lo largo de todo el país”.

“El segundo valor en juego es el que, de alguna manera nos describe en nuestra región y en gran parte del mundo como Nación, que es el valor de construcción de capital humano. La inversión que hace un Estado en materia educativa le permite construir la mayor riqueza que puede tener una sociedad que es la construcción de capital humano, el valor del talento y el intelecto de su población. Es, en definitiva, lo que saca adelante a cualquier país”, sumó.

Corriendo el eje hacia el lado electoral, apuntó contra la oposición: “Ahí me aparece la primer gran duda alrededor del debate de estos días. Se llenaron la boca durante años diciendo que a la pobreza se la combatía con la educación, pero ahora resulta que para acceder a la educación quieren cobrar”.

Están para el psiquiatra aquellos que plantean que a la pobreza la combatimos cobrando el acceso a lo que nos saca de la pobreza a quienes están en la pobreza. Es casi para el análisis de psicología o psiquiatría”, chicaneó el ministro y dejó un mensaje al pueblo: “Sería bueno que, no solo por este tema sino por varios, nos propongamos que en la Argentina el equilibrio, la prudencia, responsabilidad, sean valores que también se pongan en juega y se midan a la hora de elegir gobernantes”.

En tanto remarcó que el abordaje del sistema educativo “lo hacemos de una punta a la otra porque creemos que es clave atacar al grupo más vulnerable con inversión fuerte el de primera infancia por dos razones: la primera es porque ahí jugamos en la mitad de la carrera de igualdad de oportunidades en términos de nutrición, de preparación pedagógica y de formación de los pibes”.

“Si de verdad soñamos con una Nación que tenga un pacto intergeneracional en el que invertimos en las futuras generaciones, es ahí adonde primero tenemos que ir a invertir, después en los maternales, en los jardines. ¿Y por qué? Por dos razones una que tiene que ver con la centralidad que juega la escuela en la organización familiar”, indicó Massa.

En esa línea, explicó: “Muchas veces, en eso que llamamos la discriminación, que sufre la mujer, en el mundo del trabajo, en la Argentina, también aparece la ausencia del Estado en infraestructura y servicio educativo para permitirle a la mujer tener igualdad de oportunidades en el sistema laboral”.

“Si de verdad asumimos una sociedad de iguales y asumimos la defensa de nuestros principios constitucionales, inexorablemente tenemos que darle la oportunidad a la mujer de recuperar ese tiempo de cuidado que hace que en la Argentina no tengamos igual remuneración por igual tarea entre hombres y mujeres. Las mujeres son grandes protagonistas de la etapa que viene”, avizoró.

También resaltó el trabajo “fuerte en la conectividad en la primaria porque nuestros hijos son hijos de la revolución, de la tecnología y el conocimiento. Son nativos digitales, tienen adaptación, conocimientos y aprendizajes”.

A su vez, el tigrense sostuvo que “tenemos que invertir fuerte en el uso de las nuevas tecnologías y en el proceso de utilización de las nuevas tecnologías para el aprendizaje en nuestros docentes y capacitarlos para que no estén en desventaja con el alumno. Para que sientan y se sientan empoderados cuando están al frente del aula en el uso de la tecnología y sobre todas las cosas en el buen uso de la tecnología en el proceso de aprendizaje”, y agregó: “Creemos que es clave que en cuarto y quinto año, robótica y programación sean obligatorios en la Argentina”.

“Si nosotros nos damos obligatoriamente robótica y programación en la escuela, no le vamos a dar las mínimas herramientas de salida para el mundo del trabajo a nuestros pibes. Y entonces lo que estaremos fabricando es frustración. Estaremos generando la idea de que el sistema educativo no le sirvió y estarán buscando alternativas”, consideró el candidato oficialista y agregó: “Tenemos que animarnos a construir en el sistema universitario un régimen de carreras más cortas asociadas al proceso de la industrialización con salida laboral”.

Massa invitó a ir al Congreso a “defender la nueva ley de financiamiento educativo para que aquellos que quieren recortar en el sistema educativo le digan en la cara a nuestros estudiantes, a nuestros docentes, a nuestros no docentes, a nuestras máximas autoridades, las distintas universidades, que eligieron el ajuste en el sistema educativo como un mecanismo para cerrar sus programas económicos”.

“Nosotros vamos a aumentar la inversión en el sistema educativo porque creemos que es la mejor inversión que puede hacer una sociedad”, destacó y añadió: “Queremos invitarlos a que planteen con claridad lo que está en juego. Porque alguno gritaba por ahí ‘voucher’, si los pibes a la hora de ir a elegir universidad necesitaran un ticket canasta o fueran a un viaje de egresados”.

Siguiendo con las críticas a la oposición, apuntó: “Otros plantean la necesidad de achicar el sistema universitario. Nos falta todavía capilaridad del sistema universitario. Nos falta mayor desarrollo, no solamente de carreras, sino de universidades desde el punto de vista federal. Y tenemos que seguir ampliando la oferta universitaria pública en la Argentina”.

“Apelamos y aspiramos a que el esfuerzo que el Estado nacional hace a la hora de impulsar una inversión de esta magnitud venga acompañado queridos gobernadores del esfuerzo que muchas veces nos lleva a tener situaciones en provincias”, resaltó.

Así, comparó: “Nosotros creemos en la educación pública, no queremos una sociedad en la que se construya la idea de que el que usa la educación pública cayó ahí. Esa es la mirada de aquellos que desprecian la educación pública. Nosotros tenemos que tener como sueño que en nuestra sociedad se elija el sistema de educación pública sobre la base de algunos principios que tenemos que construir entre todos. La idea de defender la calidad de lo público es central para defender lo público”.

“Tenemos que encontrar un principio de acuerdo en los mínimos de inversión, porque de nada sirve que digamos que defendemos la escuela pública si los pibes van a los baños de las escuelas y se llueven o están rotos. Tenemos que defender un mínimo de acceso a la tecnología, porque de nada nos sirve que hablemos de motor de la movilidad social ascendente cuando hablamos del sistema de educación pública y después nos encontremos con que haya pibes en las escuelas de ciudades grandes de la Argentina que no tienen conectividad para poner su tableta para poder laburar, aprender, operar o interactuar con sus compañeros y docentes”, planteó Massa.

Promediando su discurso, reiteró: “Los quiero invitar a una epopeya, como les decía antes, que es de aquí a los próximos 10 años, y que nos tiene a todos de distinto lugar como protagonistas, que es hacer, en primer lugar, crecer la inversión del Estado en la educación en la Argentina en todas sus jurisdicciones, Nación, provincias y municipios, que también tienen que empezar a comprometerse con la inversión educativa”.

Los quiero invitar además a exigirle al Congreso que se aboque inmediatamente al tratamiento de esta nueva ley de financiamiento educativo, porque llegó el tiempo también de que se caigan las caretas y de que aquellos que decían y se desvivían por plantear la defensa de la educación pongan el voto y muestren que están dispuestos a invertir”, lanzó.

“Los gobernantes hablamos con los presupuestos. Si quieren ser gobierno en la Argentina les tienen que decir cuánto están dispuestos a hacer para hacer crecer nuestro capital humano, para hacer crecer nuestro sistema educativo, para invertir en nuestras futuras generaciones, para que de una vez por todas en los debates de los procesos electorales no aparezcan los globitos ni los cuentitos por tiktok que después termina en enormes frustraciones”, disparó el ministro.

Y cerró: “Yo quiero que entre todos construyamos el debate sobre la verdad de nuestro sistema educativo. Nos van a ver defendiendo con convicción nuestras becas, nuestras escuelas, nuestros docentes, nuestros no docentes y nuestras universidades porque para el futuro de la Argentina, para derrotar la pobreza y para incorporarla al siglo XXI hay que invertir en educación con la nueva tecnología de la mano. ¡Viva la educación pública!”.

El progresismo y la escuela pública decadente

Por Alberto Asseff, diputado nacional de JxC. El autor sostiene que la recuperación de la escuela pública debe estar “a la vanguardia de nuestras aspiraciones”.

No hay mejor sinonimia de progreso que educación. Correlativamente no existe más semejanza que la que une ignorancia y atraso. Sin embargo, en nuestra Argentina trastrocada los pontífices del ‘chamuyo’ progresista despliegan una retórica tan cínica como desquiciante. Exaltan a la escuela pública por igualitaria mientras la hunden con huelgas – muchas por tiempo indeterminado, hasta llegar a todo un año de parálisis como acaeció en Santa Cruz y en Chubut-, con adoctrinamiento, con la introducción de la ideología sectaria al aula, promoviendo el imperio de la mediocridad y con otras aberraciones. 

Quienes mandan en la educación del país no son los ministros provinciales del área, sino los gremios lastimosamente dominados por la ideología de izquierda arropada como progresista. Para esta postura el mérito y la evaluación de los docentes es poco menos que un agravio al derecho humano de la persona del ‘trabajador’ docente. No se les puede llamar maestros a nuestros docentes porque se trata de trabajadores. La excelsitud del vocablo ‘maestro’ en vez de enorgullecer a estos sindicalistas parece escandalizarlos. Maestro proviene de magister, el que está dotado de los mayores conocimientos, quien sobresale por su mérito y está capacitado para dirigir y orientar. Tanto que el magisterio se reserva para el postgrado. Es más que un profesional. Es un doctor. El maestro, en nuestra escuela, esa que impulsó Sarmiento y que encumbró la ley 1420 durante el gobierno de Roca, era un componente principal de la comunidad. La señorita maestra fungió durante más de un siglo como la segunda mamá. Un maestro estaba a la par del intendente. Era un ‘jefe’ natural de la vecindad. 

En algún momento una funesta bisagra obró para tornar a la cuna del progreso en guarida de ideólogos de trasnoche y gremialistas atravesados por las pulsiones cruzadas del populismo y los intereses corporativos. Así, como está prohibido evaluar, encastrar la enseñanza con el mundo del trabajo y la empresa, exigir rendimientos a unos y otros – maestros y alumnos -, premiar el mérito de esmerarse en la capacitación y tantas otras aspiraciones propias del más elemental sentido común, la escuela pública está en proceso decadente, atrapada por la opacidad, la mediocridad. Eso explica dos fenómenos: la deserción y la creciente traslación de educandos al ámbito privado. Hoy, los padres más humildes de la clase media baja – esa que es acechada por la pobreza hacia la que el populismo la desliza gradualmente-, hacen esfuerzos para enviar a sus niños a la escuela parroquial. 

Es patético que cada tanto se alzan voces llamando la atención sobre el medio millón de chicos que dejaron el aula por la pandemia. En rigor, no sabemos si son medio o un millón, pero conocemos este drama del que las autoridades educativas no se ocupan y sobre el que no existe siquiera un esbozo de planificación. A propósito de la pandemia y del aislamiento y luego distanciamientos sociales que imperaron durante el flagelo, sigue siendo uno de los peores dislates que el ejecutivo nacional haya cerrado primero las aulas y las abriese al último. Desde el fútbol hasta los festivales de música, todo estaba siendo paulatinamente rehabilitado, menos las escuelas. Las universidades no le van en zaga. Recién ahora reabren habiendo pasado nada menos que dos años. 

No es ni atrevido ni alarmista afirmar que el populismo quiere una Argentina pobre e ignorante. No sólo materialmente necesitada, sino espiritualmente despojada. Pobreza e ignorancia son gemelas. Se nutren mutuamente. El plan – ese que no existe desde el 10 de diciembre de 2019, el mismo que se anuncia con bombos y platillos ‘guerreros’ aunque sea limitado a la inflación y que tampoco sale a la luz- no es otro que el pobrismo. Todos pobres y todos sometidos. Eso sí, todos ‘iguales’. Existe un plan inconfeso, pero en ejecución. Un país más sombrío que aquel de siervos de la gleba del que relata la historia de todos los lares. Rehúyen del país con ciudadanos empoderados, empezando por su educación. Un hombre educado es básicamente libre. La libertad aterroriza al populismo. 

La educación, en el programa para cambiar la Argentina, está en la primacía de los objetivos. No hay desarrollo humano, social y económico sin educación gradualmente encaminada a la excelencia. En ese contexto, la recuperación de la escuela pública debe estar a la vanguardia de nuestras aspiraciones. El maestro es un trabajador sí, pero especialísimo y distinguidísimo. En sus manos y en su cerebro está el futuro. La educación es un servicio también excepcionalmente importante. Por eso, debe ser declarado esencial, igual que la seguridad y la salud. 

Nunca más una promoción al grado superior sin evaluación. Un examen final evaluatorio para otorgar los títulos secundarios, tanto los de salida laboral como los preuniversitarios. Evaluación en agosto del rendimiento escolar, tanto para maestros como para alumnos. Estímulos para establecimientos con mejores rendimientos como menos deserción y más resultados en su enseñanza. 

La Argentina encaminada por el rumbo de prosperidad general no admite que más del 50% de los niños de sétimo grado no tengan aptitudes en lectoescritura y que el mismo porcentaje de los secundarios no puedan comprender un texto. 

La Argentina para progresar debe volver a colocar a la educación arriba de todo. 

El oficialismo porteño bloqueó el pedido de juicio político a miembros del TSJ

El archivo del expediente fue aprobado con 34 votos positivos, 18 negativos y una abstención. Se preveía enjuiciar a los cuatro magistrados que fallaron en contra de una demanda que buscaba garantizarle el acceso a una vacante en nivel inicial a un menor de edad.

Tras un tenso debate, Vamos Juntos (VJ) y sus aliados bloquearon –con 34 votos a favor, 18 en contra y una abstención- un pedido del Frente de Todos (FdT) para realizar un juicio político político contra los jueces del Tribunal Superior de Justicia: Marcela De Langhe, Inés M. Weinberg de Roca, Santiago Otamendi y Francisco Lozano, en relación un fallo por vacantes.

La medida, que ya había sido analizada previamente en la Comisión de Asuntos Constitucionales –presidida por Hernán Reyes (VJ)-, se archivó dado a que recibió el acompañamiento de los diputados de Vamos Juntos, UCR-Evolución, GEN y PS; en tanto el FdT y FIT la votaron en contra y AyL se abstuvo.

Al momento de presentar la iniciativa, el FdT había advertido que el fallo del TSJ “ignoraba” lo establecido en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, que en su artículo 24 indica que el distrito “asume la responsabilidad indelegable de asegurar y financiar la educación pública, estatal laica y gratuita en todos los niveles y modalidades, a partir de los 45 días de vida hasta el nivel superior, con carácter obligatorio desde el preescolar hasta completar diez años de escolaridad, o el período mayor que la legislación determine”.

Por lo que aseguraron que el fallo en cuestión “provoca una limitación del ejercicio del derecho de niñas y niños siendo una grave vulneración que responde a una visión subsidiaria del Estado, la cual intenta relativizar derechos a favor de la educación privada y del desmantelamiento del Estado”.

Mientras que desde el oficialismo aseveraron que “el presente proyecto no se corresponde con una modificación de las normas que dichos jueces y juezas aplicaron al momento de dictar sentencia o una declaración de este cuerpo respecto de dicha posición doctrinaria, sino a dar inicio al procedimiento de juicio político previsto en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires en los Artículos 92, 93 y 94”.

El debate en el recinto

En ese sentido, el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Hernán Reyes (VJ), advirtió que “la mayoría de la Comisión debatió este proyecto, evaluamos que hay que archivarlo” e indicó que “no vamos a hacer una evaluación de las causas que podrían ser de mal desempeño, esto debería hacerlo la Cámara Acusatoria; tampoco debemos evaluar aquí acerca de la infraestructura escolar…”.

“La figura del juicio político por mal desempeño tiene que tener una conducta que pueda ser valorada por esta Legislatura, la verdad que acá lo único que hay reprochable es una interpretación doctrinaria… puede haber lecturas disimiles pero no se puede decir que producto de esta posición doctrinaria del Tribunal, pero no por eso tenemos que destituir a cuatro de los cinco miembros”, indicó y remarcó que “hay una línea vertical en el FdT: los jueces se alinean con su ideología partidaria o serán removidos de su cargo”.

Mientras que la vicepresidenta de la Comisión de Educación, Lorena Pokoik (FdT), señaló que “esto es para iniciar un proceso de investigación para ver si hay o no un mal desempeño, no es nuestra función juzgar. El Tribunal hizo lugar a un recurso inconstitucional ante el pedido de una madre que pedía que se le garantice una vacante en el nivel inicial para su hijo de dos años” y destacó que “la Constitución porteña dice que la obligatoriedad de garantizar las vacantes está desde los 45 días y este fallo va en contra del derecho a la educación”.

A la vez que la diputada del FIT Mercedes De Mendieta le advirtió al oficialismo que “podrán archivar el pedido de juicio político pero no nuestro rechazo a este nefasto fallo contra todos los niños de la Ciudad de Buenos Aires. Son miles las familias que, desesperadas, buscan una vacante en el sistema público y se les niega; quedan en una situación muy compleja: o pagan una escuela privada o los niños quedan desescolarizados”.

Mientras que el radical Ariel Álvarez Palma (UCR-Ev) aseveró que “el artículo 92 establece las causales para llegar a un juicio político, aquí es donde cabe que nos preguntemos si la decisión de los jueces puede ser tomado como un delito o un mal desempeño” y recordó que “los jueces no pueden ser juzgados por los contenidos de sus decisiones, esto es para evitar presiones por partidos políticos o Gobiernos”.

A su turno, el legislador del GEN Sergio Abrevaya opinó que “este proyecto directamente no debía haberse tratado, más allá que yo no estoy de acuerdo con la sentencia y coincido con algunas de las expresiones que aquí se han vertido. Creo que la vacante debería garantizarla el Estado, pero la sentencia está basada en el derecho”.

Asseff: “Hoy la escuela está degradada, porque los docentes están proletarizados y son ‘trabajadores’ de la educación”

El diputado nacional de JxC participó de la presentación del libro de José Martiniano Duarte, y se refirió respecto al estado del sistema educativo público.

El diputado nacional del bloque Juntos por el Cambio Alberto Asseff participó, vía plataforma zoom, de la presentación del libro de José Martiniano Duarte “Loco, vano y mal cristiano, una biografía de Aldo Rico. Una historia de soldados”. Con la presencia de Aldo Rico y la editora del libro Analia Martínez. El encuentro se realizó en el taller del artista Juan Carlos Pallarols. 

Al inicio del encuentro se leyeron fragmentos del libro y Martiniano Duarte, dirigente de UNIR quien dijo unas palabras. Visiblemente contento por la repercusión del libro explicó que “nuestra generación de soldados combatió en las Malvinas y sin embargo debe pagar culpas de otros”, y agregó “nosotros no bombardeamos la Plaza de Mayo ni hicimos golpes militares”. 

Martiniano Duarte explicó: “Escribí un libro, combatí por la patria. Nunca mate a nadie que no tuviera un arma en la mano, no queme una iglesia ni bombardee la plaza”. Y finalizó recordando que “la democracia en los setenta no le importaba a nadie. Sólo importaba el poder. La vida humana no valía nada ni de un lado ni del otro”. 

Luego fue el turno de Aldo Rico, quien explicó la definición de lo que es ser soldado y graficó “los soldados tiene un solo objetivo: la defensa de la patria, tanto en la paz como en la guerra” y lamentó que “la patria hoy está en peligro”. 

Y explicó que “la función del soldado es conservar el Estado nacional en orden a lo que dispone el poder político. Deben garantizar la supervivencia del Estado nacional”. 

Finalmente, Asseff coincidió con la idea central de Aldo Rico y explicó que la idea de que el soldado esta para defender a la patria “es un concepto que tiene vigencia en el mundo entero y aquí debemos restaurar esa idea”. Asseff siguió su exposición y lamentó la “situación difícil de la argentina” y recordó lo sucedido en el Chaco donde en una escuela se homenajeó al Che Guevara, calificando el hecho de “disolvente, pues está infectado el futuro de la argentina”. 

Por último, Asseff hizo hincapié en la escuela pública “comprometida con el futuro del país donde todos usan el mismo guardapolvo y es integrativa. Esa escuela pública nos distinguió en el mundo. Esa escuela que nos permitió generar la esplendorosa clase media, que fue una nota excepcional en el cono sur. Y hoy esta degradado, porque los docentes están proletarizados y son ‘trabajadores’ de la educación”. 

Dimos lugar a una entidad desdibujada, hoy en disolución peligrosamente y que debemos recomponer” dijo sobre la escuela, para cerrar.