Se trata de una iniciativa de la oficialista Carolina Estebarena (VJ), mediante la cual se busca prohibir la comercialización de pirotecnia con efecto audible en todo el distrito, entre otros puntos.
Con la intención de proteger la integridad de las personas que sufren con los ruidos fuertes y la fauna urbana, la legisladora de Vamos Juntos (VJ) Carolina Estebarena impulsó en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires un proyecto de ley para regular la comercialización y el uso de elementos pirotécnicos.
A través de esta iniciativa, la legisladora buscará prohibir “la tenencia, comercialización, acopio y uso particular de todo elemento de pirotecnia con efecto audible”, es decir aquella pirotecnia sensible al oído humano, tales como estampido, estruendo, silbido o similares. También se prohibirá –en caso de que el proyecto de apruebe- “la adquisición y uso por parte del Sector Público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de artículos y de artificios de pirotecnia de estruendo o sonoros en los eventos y/o espectáculos que organice”.
No obstante, el texto aclara que existirán dos excepciones para el uso de este tipo de artificios: por un lado, para poder dar señales de auxilio, emergencias náuticas y para el uso de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y/o Defensa Civil; y por el otro, para la realización de espectáculos y eventos privados, para lo cual deberán ser aprobados por la Autoridad de Aplicación y cumplir con lo que estipula la Ley Nacional Nº 20.429 de Pólvoras, Explosivos y Afines y sus respectivas reglamentaciones.
También se establecerá que el Gobierno porteño junto a las empresas que comercialicen elementos de pirotecnia deberá realizar campañas de concientización, mediante las cuales se informe y cree conciencia en la población sobre los peligros que implica el uso irresponsable de pirotecnia, tanto para las personas como para los animales y el ambiente.
En los fundamentos de la iniciativa, Estebarena explicó que “la pirotecnia ha sido desde siempre muy riesgosa para la integridad física de las personas, sobre todo cuando es manipulada por personas no capacitadas, entre ellas menores de edad, que en un alto porcentaje terminan siendo los más lastimados y/o perjudicados en su salud. Estos accidentes se dan principalmente a fin de año durante los festejos de Navidad y Año Nuevo”.
“Es claro que el uso masivo de elementos de pirotecnia no solo conlleva un alto riesgo para quienes los manipulan y quienes están a su alrededor, sino también provoca un grave perjuicio para terceras personas ajenas a la maniobra. Entre estas personas, debemos incluir a aquellas con trastorno del espectro autista que tienen una mayor sensibilidad en algunos de los sentidos, y en particular el oído”, sentenció.