El oficialismo apura el dictamen de un proyecto sobre lavado de activos

Convocó a un plenario de comisiones para el martes, a fin de poder debatir el tema al día siguiente en la sesión convocada. Para el Gobierno, urge su aprobación.

El próximo martes 18 de abril, a las 11 de la mañana, ha sido convocado un plenario de las comisiones de Legislación General, de Finanzas y de Legislación Penal, con el fin de tratar exclusivamente el proyecto de ley por el cual se modifica la legislación vigente sobre la prevención y represión del lavado de activos, la financiación del terrorismo y el financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva.

La intención de la convocatoria es sacar el dictamen para que en la sesión prevista para el martes a partir de las 11 pueda tratarse ese proyecto clave.

El oficialismo había intentado alcanzar el dictamen el 20 de diciembre del año pasado, último día para dictaminar luego de la extensión del período ordinario hasta el 30 de diciembre. Pero finalmente esa reunión no se hizo pues el Gobierno decretó feriado para ese día por el regreso de la selección campeona del mundo.

Eran días de controversias entre el oficialismo y la oposición, relación que estalló por los aires por rispideces surgidas por el Consejo de la Magistratura. Pero antes del quiebre en las relaciones entre los bloques, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio avanzaban encaminados hacia un texto de consenso de la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo, que resulta clave para el país pues es una exigencia del FMI y, además, Argentina será evaluada por el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional) en septiembre del año próximo.

Así, en la previa de lo que debía ser una posible sesión antes de fin de año, el tema volvió a ser instalada en la agenda, tal vez como uno de los proyectos acordados que podrían ser llevados al recinto para el cierre del 2022. Finalmente no hubo dictamen, como dijimos, ni sesión, por falta de quórum.

La iniciativa busca reformar la legislación vigente sobre prevención y represión del Lavado de Activos (LA), de la Financiación del Terrorismo (FT) y del Financiamiento de la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva (FP).

En los considerandos, el Poder Ejecutivo mencionó que GAFI se encarga de elaborar recomendaciones para los países y de evaluar el cumplimiento técnico de dichos estándares internacionales, y que la última revisión sustancial en nuestro país fue aprobada en febrero de 2012, cuando en esa ocasión “se integraron las 9 Recomendaciones Especiales para enfrentar el financiamiento del terrorismo a las cuarenta 40 Recomendaciones del GAFI, y se introdujeron nuevas medidas para combatir el financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva y se requirió a los países que identifiquen, evalúen y entiendan los riesgos que enfrentan en la materia, posibilitando la aplicación de un enfoque basado en riesgo”.

Entre las modificaciones, se busca “reafirmar y fortalecer la independencia operativa y autonomía de la UIF, disponiendo su autonomía y autarquía funcional, administrativa, económica y financiera”.

“La reforma que se propone tiene por finalidad saldar las ambigüedades, falencias y omisiones que presenta la legislación actual, a través de la propuesta de mecanismos claros de distribución y administración de los bienes objeto de decomisos; la definición de responsabilidades y competencias claras para los organismos públicos involucrados en su custodia, administración y gestión y la transformación del recupero de activos de origen ilícito, en una fuente de financiación de las actividades del Estado en pos del interés público”, se detalla.

Presente en las dos reuniones informativas que se realizaron durante el mes de noviembre de 2022, el titular de la Unidad de Información Financiera, Juan Carlos Otero, anunció el 30 de noviembre una serie de cambios que se iban a incorporar “en busca de consensos para aprobar este proyecto de ley que es muy importante para el país, que lo va a evaluar el GAFI en septiembre de 2023”, dijo.

Al detallar las modificaciones, Otero se refirió a un verbo sobre el tipo penal de lavado de activos; al monto desde el cual se aplica la pena prevista en el artículo 303 del Código Penal (el proyecto hablaba de 300 mil pesos y pasará a 9 millones de pesos); y que se incorpora la pena de multa y se suprime la multa de prisión en lo que hace al tipo penal atenuado.

También habló de cambios respecto del agravante por el tipo penal de terrorismo; el congelamiento de bienes por financiación del terrorismo; los sujetos obligados en lo que hace a los abogados; la eliminación de incisos en el régimen sancionatorio previsto en el artículo 24; y que se incorpora el concepto de operación sospechosa.

Además, se agregó la creación de una Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización para el sistema de prevención, investigación y persecución penal de lavado de activos y financiamiento de lavados de activos y armas de destrucción masiva; y un Registro de Proveedores Virtuales.

Carrió y diputados de la Coalición Cívica denunciaron al Gobierno ante el GAFI

Sostienen que existen “maniobras tendientes a desmantelar todo el esquema institucional de controles con el único propósito de consagrar impunidad de Cristina Kirchner”.

La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, junto a diputados nacionales de su partido presentaron una denuncia contra el Gobierno ante el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) por “sincronizadas maniobras tendientes a desmantelar todo el esquema institucional de controles con el único propósito de consagrar impunidad de Cristina Fernández y exfuncionarios sometidos a procesos judiciales en estado procesal avanzado”.

“Denunciamos que el actual gobierno argentino se encuentra embarcado en acciones coordinadas que apuntan al desmantelamiento de los organismos de control previstos en la normativa argentina, al debilitamiento de las instituciones que han sido creadas y diseñadas legislativamente, conforme estándares internacionales”, indica la denuncia.

El escrito, que fue elevado este miércoles al presidente del GAFI, Marcus Plever, fue firmado por Carrió y los diputados de la Coalición Cívica Mónica Frade, Maximiliano Ferraro, Juan Manuel López, Mariana Stilman, Marcela Campagnoli, Alicia Terada, Javier Campos, Laura Castets, Rubén Manzi y Leonor Martínez Villada.

“Este desmantelamiento del organismo (en alusión a la UIF), a través del nombramiento mismo de sus autoridades, los despidos del personal técnico capacitado y promotor de causas judiciales relevantes que condujo al procesamiento de funcionarios,- hoy nuevamente en cargos relevantes de la función pública-, no son hechos aislados, sino concatenados con otros que apuntan a consagrar la total impunidad de los funcionarios comprometidos en la Justicia”, expresan en la denuncia, y advierten que la Unidad de Información Financiera “está siendo jaqueada en su pleno funcionamiento e independencia operativa”.

Además, Carrió y los legisladores llamaron la atención sobre “el peligro de incluir, en una eventual reforma judicial, el traspaso de la UIF a la órbita del Ministerio Público Fiscal, quebrantando todos los estándares internacionales recomendados por el GAFI”.

“La consagración de este nuevo esquema derrumba los mecanismos de control cruzados y su independencia operativa, para situarlos bajo la influencia y contralor de Cristina Fernández y el presidente, quienes carecerán de contrapesos institucionales para la limitación de ese poder”, señalaron.

Asimismo, indicaron que “desde enero de este año, con la salida de Mariano Federici al frente de la UIF, nuestro país perdió la presidencia del grupo Egmont a nivel mundial. Desde entonces, la saga incluyó el nombramiento de su presidente, Carlos Cruz y su vice, Mariana Quevedo, ambos impugnados para esos cargos y, el posterior vaciamiento de la unidad, con la desvinculación de personal técnico profesional especialmente vinculado a las causas de corrupción que venía impulsado activamente ese organismo”.

“No es posible analizar el vaciamiento de la Unidad de Información Financiera sin el análisis de un contexto más general, en el que todas las propuestas del Poder Ejecutivo Nacional conducen a un mismo propósito: debilitar controles, concentrar poder y garantizar impunidad”, advirtieron Carrió y los diputados, y concluyeron que “la UIF debe ser independiente y autónoma operativamente”.