Bahillo sostuvo que “nuestro país tiene que ser el líder mundial en la producción de alimentos”

Además, el secretario de Agricultura destacó la importancia de las economías regionales por la “ocupación y el trabajo que generan”.

El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, se presentó este miércoles en la Comisión homónima del Senado, que preside el rionegrino Alberto Weretilneck, ante la cual brindó una presentación respecto a la labor llevado a cabo por la cartera y sostuvo que “nuestro país tiene que ser el líder mundial en la producción de alimentos”. También, destacó la importancia de las economías regionales.

Al inicio de la reunión, que se llevó a cabo en el Salón Arturo Illia, el titular de la Comisión manifestó su “satisfacción” por recibir al funcionario a quien le agradeció su participación en el “ámbito más federal de la representación en el Congreso porque cada senador representamos distintas provincias y algo sumamente importante son las economías regionales porque necesitamos no solamente que el país son los granos, sino otros temas como la pesca, ganadería”.

En su ponencia, Bahillo sostuvo que “se debe dar un diálogo comunicacional constructivo entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo que permita construir una agenda de las decisiones de las políticas publicas y dar las respuestas que la sociedad demanda”.

Nuestro país tiene que ser el líder mundial en la producción de alimentos, es una decisión que tenemos. Tenemos una matriz productiva diversificada que es muy rica y diversa, coproductores muy eficientes con mucha tecnología que podemos integrar en dos grandes vectores en lo que es la región pampeana- la región centro y lo que son las economías regionales. para nosotros son todas de igual importancia”, expresó el funcionario.

Además, contó que tanto el ministro de Economía como el presidente les han dado indicaciones de “trabajar con igual intensidad, responsabilidad y prioridad en todas las economías que hacen al nivel primario de actividad productiva”.

Por otro lado, informó que “tenemos la mayor cuenca fotosintética del planeta por lo cual nos permite partir de condiciones objetivas muy competitivas en lo que es agricultura y ganadería. Tenemos productores con un buen nivel de eficiencia y tecnología que son de lo más avanzado del mundo que nos permite tener en la región centro un volumen de producción importante y un ingreso de divisas significativo”.

Respecto a las economías regionales, Bahillo sostuvo que “no tienen la visibilidad y el reconocimiento que nos gustaría que tengan por la importancia que tienen las mismas en todos los rincones del país”. Asimismo, comparó que “no generan el mismo volumen que generan   la región centro en cuanto dólares, pero genera una ocupación y una cantidad importantísima en cuanto a jornadas, mano de obra, trabajadores, que hacen que sean tan importantes como las otras actividades de la región centro”.

A continuación, compartió datos para “mostrar la significancia” en términos productivos que tiene el país dividido en dos cuestiones: por un lado, la cuestión agrícola de la región centro y, por el otro lado, las economías regionales.

Foto: Juan Carlos Cardenas / Comunicación Senado

Región centro

“Los principales cereales y oleaginosas cuando vamos al volumen producido y la superficie sembrada cuando tomamos trigo, maíz, soja, cebada tenemos 35 millones de hectáreas sembradas, 71.300 productores, con una producción de 134 millones de toneladas, con un volumen de exportación en dólares de 39 mil millones en la campaña 2021-2022”, detalló el funcionario y sumó: “A esto hay que agregarle lo que se destina al mercado interno el consumo a través de las moliendas, el trigo, o la proteína vegetal que se transforma en animal”.

En cuanto a la producción de soja que “es el cultivo más extensivo” que hay explicó: “Se siembran 16,1 millones de hectáreas, 6.300 productores, la producción son 44 millones de toneladas y 23.800 millones de dólares de exportación”.

“Hay una concepción errónea de que nuestro país tiene una economía primerizada” cuestionó Bahillo y precisó: “Si bien en maíz se exporta el 66%, en soja se exporta el 90% y con un grado de agregado de valor, pero es muy poco el poroto de soja y mucha la harina y demás subproductos”. “Aún cuando exportamos un grano de maíz deberíamos repensar si está tan primerizada esa economía porque detrás de ese grano de maíz hay un desarrollo muy importante en genética, en eventos para llegar a esa tecnología para tener agricultura de precisión, ene l desarrollo de maquinaria agrícola”, sumó.

Sobre el maíz detalló que hay 8 millones de hectáreas, 48.700 productores, la producción es de 59 millones de toneladas y la exportación es por 9.295 millones de dólares y “ahí tenemos las provincias con mayor superficie sembrada”. En cuanto al girasol contó: “Tenemos 2 millones de hectáreas sembradas, 11.600 productores, 4 millones de toneladas y 1334 millones de dólares en exportación”.

“En cebada, que es un cultivo casi exclusivo de la provincia de Buenos Aires viene creciendo, tenemos 1.600.000 hectáreas sembradas, 8.700 productores, con un volumen de 5,3 millones de toneladas, y se exportan por 943 millones”, agregó en otro pasaje de su informe y afirmó: “Cuando hacemos la sumatoria de lo que invierte el sector primario en estos cinco cultivos en capital de trabajo más la tecnología y todo lo que invierten año a año andan alrededor de los 35 mil millones de dólares.

En ese sentido, informó que “el paquete tecnológico para poder sembrar una hectárea de maíz anda alrededor de los 1.200 dólares por hectárea”, y resaltó: “Esa es la importancia de dinamizar las economías y a los pueblos del interior”.

Economías Regionales

En este eje, Bahillo explicó: “Cuando dividimos por región y hacemos la sumatoria son cerca de 40, vemos la importancia de las mismas. Algunas de ellas con un grado de desarrollo en la cadena de valor muy importante como es la vitivinicultura, el limón en Tucumán, la avicultura en Entre Ríos”.

Sobre la mano de obra en las economías regionales ejemplificó: “Si tomamos los cítricos dulces como mandarina, naranja y arándanos en Entre Ríos nada más la mano de obra que ocupa es de 20 mil personas por año”. “Esto permite visibilizar la importancia de las económicas regionales en cuanto a la ocupación y el trabajo que generan”, destacó Bahillo.

“Argentina produce al año 7,5 millones de toneladas anuales de frutas que se distribuyen en 500 mil hectáreas. Se generan 200.000 puestos de trabajos directo y exportaciones por 2.200 millones de dólares. En hortalizas se producen 7 millones de toneladas anuales en más de 700 mil hectáreas que va al mercado interno. El sector demanda 10 millones de jornales por año y exporta 420 millones de dólares”, explayó.

También, precisó que “hay 2 mil productores de peras y manzanas que generan entre 50 mil y 60 mil empleos directos e indirectos. Se industrializa el 10% de la producción que va a jugos. En frutales cítricos, que es una cadena de valor muy importante, tenemos limón, mandarina, pomelo y naranja. Nuestro país ha tenido una fuerte agenda en los últimos tiempos que ha sido el ingreso de cítricos dulces a Estados Unidos, pero los del NEA no pueden ingresas por cuestiones políticas. Algunas provincias han llevado gestiones importantes en los últimos 10 años para poder ingresar”.

Es un tema que ha estado en la agenda de los acuerdos comerciales bilaterales. En la visita que va a hacer el ministro de Economía en los próximos días le hemos introducido este tema como prioritario”, adelantó Bahillo.

En suma, detalló que “la vid es otra de las cadenas de valor más importantes porque es la que más integrada y desarrollada está con una superficie de 15 mil hectáreas”. “El ajo es una de las economías que no tiene la visibilidad y la importancia que merecen, pero tiene un impacto local fuerte. Se exporta el 66%, el 28% es de consumo interno y la semilla el 10%”, agregó.

“La cebolla 1.500 productores, 2.500 puestos de trabajo permanente. Esto no sale en los grandes títulos de la prensa, por lo general no tiene mucha visibilidad, pero creo que mi responsabilidad por lo menos es visibilizar estas economías regionales por el impacto que tienen.  La producción de papa tiene entre 500 y 700 productores, 240 mil productores temporales, 2.150 empleados, exportaciones por 265.000 millones de dólares consumo interno 72%”, explayó.

Foto: Juan Carlos Cardenas / Comunicación Senado

Sector ganadero

Al respecto, el funcionario precisó que “el sector porcino es uno de los que más ha crecido en los últimos años tiene un grado de integración importante como el sector avícola. En ganadería bobina, lo que es de cría y engorde tenemos una con mucha tecnología y productores muy eficientes, con una conversión e índice productivo muy bueno”, pero lamentó que hay “una ganadería de segunda que no tiene el grado de tecnificación ni los indicadores productivos que deberíamos tener”.

“Ahí hay que trabajar en fondos rotatorios provinciales que atiendan a la capacitación de los productores para que mejoren el manejo del rodeo y hacer un seguimiento cercano con los productores. Todo es para mejorar sus establecimientos y mejorar técnicas de manejo”, consideró el secretario.

En suma, opinó que con respecto al sector ovino “hay que analizar algunas cuestiones que tienen que ver con la rentabilidad y con la posibilidad de atender estas economías regionales con políticas directas porque no están pasando por un buen momento”.

“Vamos a un año récord de exportación de carne bobina alrededor de las 900 mil toneladas al año con el 27% de la faena que se va a exportación. Es un muy buen número”, adelantó el funcionario de Agricultura.

Por último, comentó: “Queremos incorporar en esta reconfiguración del ministerio de Economía una mirada acerca del sector primario porque queramos trabajar la cadena de valor porque no podemos mirar al sector productivo deteniéndonos solamente en el nivel primario. Tenemos que ver el grado de industrialización y de participación que tienen en cada uno de los sectores porque también es un rol del Estado ordenar la cadena cuando es muy distorsionada”.

“El grado de industrialización es una obligación del Estado trabajar en ese sentido. Vamos por más producción, por más exportaciones. Entendemos que todo esto debe hacerse con sostenibilidad ambiental porque tenemos que sumar a la agenda productiva el ambiente y la sostenibilidad del mismo. Estamos convencidos que hay que salir de esas discusiones que nos inmovilizan, siempre y cuando se cuide el ambiente”, remarcó Bahillo y cerró: “Tenemos que ir por más con sostenibilidad ambiental, incorporando ciencia y técnica, políticas del Estado como programas de riego. Tenemos que tener políticas de crecimiento para tener la capacidad de resolver tensiones sin que afecten los niveles de producción. Todo esto lo tenemos que hacer con políticas públicas que incluyan la oferta laboral”.

“La ganadería ovina necesita previsibilidad y el Estado nacional debe dar señales claras en ese sentido”

Así se expresó la diputada nacional Lorena Matzen, al acompañar el proyecto de ley de autoría de su par patagónico Gustavo Menna, para prorrogar por 10 años el Régimen para la Recuperación de la Ganadería Ovina.

La diputada nacional Lorena Matzen se refirió al proyecto de su par patagónico Gustavo Menna, para prorrogar por 10 años el Régimen para la Recuperación de la Ganadería Ovina, y advirtió la necesidad de dar “más previsibilidad”, y de que el Estado nacional “de señales claras en ese sentido”. 

Los parlamentarios patagónicos expresan en los fundamentos que el régimen aprobado por la Ley 25.422, cuya vigencia proponen prorrogar, logró una estabilización e incluso cierta recomposición del stock ovino nacional, que alcanza hoy casi 15 millones de animales, en más de 130 mil establecimientos. 

Señalan que, el contexto actual, de baja de precios internacionales, alta presión tributaria, costos elevados influidos por las distancias, la falta de infraestructura y las dificultades generadas por el despoblamiento tales como la acción de los predadores y el aumento de casos de abigeato, “demuestra que esta economía regional requiere de la continuidad del programa de promoción establecido por la norma”. 

La iniciativa también actualiza el monto del Fondo para la Recuperación de la Actividad Ovina (FRAO) creado por la Ley 25.422, ampliándolo a 1.500 millones de pesos y como punto clave, dispone que la distribución de estos recursos deberá hacerse teniendo en cuenta, de forma prioritaria, el stock ovino de cada provincia, implementando de este modo un criterio objetivo que operará garantizando equidad y justicia en la asignación, sobre todo en los montos destinados a la Patagonia. 

“En tiempos en los que la humanidad se replantea su vida, de altos grados de concentración en los centros urbanos hacia un repoblamiento en zonas rurales, las caídas del precio de la lana y los cambios en las tendencias globales de consumo, deben ser contrarrestados con regímenes como el que pretendemos sostener”, dijo Matzen. 

Autoridades del SENASA y el INTA brindaron un informe ante la Comisión de Agricultura y Ganadería

Carlos Paz y Susana Mirassou, respectivos presidentes de esos organismos, expusieron por videoconferencia en la comisión que preside “Pitín” Aragón.

Los titulares del SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Animal), Carlos Paz, y del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), Susana Mirassou, expusieron por videoconferencia este jueves ante la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, donde se refirieron a las medidas adoptadas por la pandemia del Covid-19.

Paz señaló que al asumir en el SENASA se encontró con un organismo “con bajo presupuesto, alrededor de 400 personas despedidas -la mayoría en 2019- y un dibujo regional achicado de 14 a 7 regiones” que obligó a hacer una “reconfiguración conversada con las provincias”, ya que “una de las principales preocupaciones del ministro (Luis Basterra) era la división regional tan grande”.

Ante la comisión presidida por José Ruiz “Pitín” Aragón (Frente de Todos), el funcionario explicó que a raíz de la pandemia se elaboraron protocolos para las distintas cadenas productivas, fundamentalmente para “los bolsones de agricultura familiar, los galpones de empaque, los mercados frutihortícolas y empresas frigoríficas”.

Paz indicó que casi todos esos protocolos fueron homologados por el Ministerio de Salud y que también hubo intervención de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo.

Según el titular del SENASA, se registraron “varias personas con contagios” de coronavirus y “un fallecido en un frigorífico de Quilmes”.

“Eso nos llevó a una segunda etapa, que fue qué hacer con esas cadenas productivas cuando aparecía un caso positivo, en un esquema donde gran parte de la gente queda fuera del sistema, ya sea por edad o por enfermedades preexistentes”, señaló.

Paz también se explayó, ante una pregunta del diputado Javier Campos (Coalición Cívica) sobre la decisión de Brasil de dejar de vacunar contra la aftosa en algunos estados, entre ellos Río Grande do Sul, en una resolución con implicancias para Argentina por tratarse de un estado fronterizo.

“Esta es una situación que conocemos porque tenemos una relación bilateral fuerte y una parte importantísima de comercio agropecuario. La sorpresa fue que se agregara al estado de Río Grande do Sul, algo que no estaba previsto en la comunicación del organismo brasilero”, relató.

Ante esta situación, el SENASA mantuvo una comunicación telefónica con los responsables brasileros, que aclararon que “fue una decisión política originada en un pedido del propio Estado”.

Nosotros tomamos la decisión de seguir vacunando. Dudamos al principio si nos convenía largar la vacunación en las fechas previstas cuando se introdujo la cuarentena. Pero en acuerdo con el Ministerio tomamos la decisión de no cambiar las fechas de vacunación, y fue una medida acertada en función de que la cuarentena se alargó y si hubiéramos esperado una atenuación, posiblemente hubiéramos tenido una demora muy grande en la vacunación”, detalló Paz, y precisó que gracias a esta decisión, hoy “más del 80% del rodeo vacuno está vacunado”.

Tras el contacto telefónico con Brasil, el SENASA envió una nota oficial solicitando mayor información sobre el tema, pero el pedido aun no fue respondido.

La reunión de comisión siguió con la exposición de Mirassou, que ante una pregunta de Jorge Vara (UCR-Corrientes) sostuvo que “la articulación Nación-provincias-municipios es clave para el INTA” y “es un camino que hay que seguir recorriendo, y más aun ante la situación de pandemia”.

Mirassou habló del trabajo sobre “el aprovechamiento de residuos, descartes y subproductos agropecuarios en busca de tecnologías para la obtención de alimentos y bioproductos para cadenas productivas, en el enfoque de economía circular”.

Además, informó que “se ha constituido un comité de contingencia del INTA para apoyar todas las actividades del programa Argentina contra el Hambre”.

Preocupación por despidos

Al inicio de la reunión informativa tuvo lugar el testimonio de Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital, quien reclamó por “la restitución de puestos de trabajo de compañeros despedidos por el gobierno anterior”.

Catalano denunció que el Ministerio de Agricultura y Ganadería “fue uno de los más desguazados de los últimos años” y que además sufrió “un nivel de persecución muy alto” durante la gestión de Cambiemos.

El dirigente gremial responsabilizó a Ricardo Buryaile de ejecutar una “política de desguace a nivel federal para debilitar el trabajo que se venía llevando adelante con los pequeños productores”.

Según Catalano, hubo “más de 1.200 despidos en todo el Ministerio, y esa situación de injusticia hasta el día de hoy no la pudimos resolver”.

El titular de ATE Capital consideró que la cartera “necesita de estos puestos de trabajo para poder reactivarse”. “Sabemos que la crisis es cruda, pero la alimentación de nuestro pueblo también está en una situación crítica”, dijo.

Asimismo, propuso que una parte de la recaudación generada con el futuro impuesto a la riqueza sea destinada a pequeños productores.

Basterra: “Hemos visto la mejor predisposición de gremios y empresarios” en el marco de la pandemia

Mientras que “el gremialismo fue el tutor de la salud de los trabajadores”, el empresariado aceptó enfrentar los “conflictos de rentabilidad”, destacó el ministro de Agricultura y Ganadería en una reunión informativa del Senado.

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, destacó este jueves que existió “la mejor predisposición” por parte de gremios y del sector empresario para ajustarse a los “lineamientos” sanitarios por la pandemia del Covid-19 y, a la vez, no frenar la actividad.

Basterra formuló esos conceptos durante un informe brindado en la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del Senado, que preside el senador Adolfo Rodríguez Saá (Frente de Todos).

Por videoconferencia, y acompañado por numerosos funcionarios de su cartera, el ministro señaló que “nuestros productores entienden lo que significa tener que tomar decisiones” en este contexto, por experiencias de epidemias surgidas de animales, como la fiebre aftosa.

Por eso, consideró que “el abordaje en tres etapas -contención, mitigación y salida- fue de fácil comprensión” para el sector agropecuario.

Rodríguez Saá debutó como presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería (Foto: Comunicación Senado)

Según el funcionario, una de las premisas fundamentales fue la de “garantizar el alimento para cada uno de los ciudadanos”, como así también “que no cese el flujo de comercio exterior, atento a la difícil situación del país en términos de la deuda”.

Sin embargo, subrayó que “la premisa por encima de estas dos” es “que todas las actividades se lleven adelante con la dimensión del riesgo y con el principio de preservar la vida ante todo”.

“Nada puede ser más importante que preservar la vida. Si no se preserva la vida no hay posibilidades de producir”, enfatizó Basterra.

En ese sentido, señaló que “esta situación nos exige a todos alcanzar consensos y acuerdos para poder llevar adelante este tremendo desafío que es luchar contra un enemigo invisible”.

Al referirse a los protocolos sanitarios, aclaró: “Desde nuestro Ministerio no quisimos definirlos como tales porque un protocolo conlleva una obligación de cumplimiento; por lo tanto, definimos lineamientos para llevar adelante las actividades, con atenuación extrema de los riesgos de contagio de los actores que participan en la actividad”.

Así, se acordó “que estos lineamientos sirvieran de base para la discusión de los gremios con las patronales, y el resultado fue más que óptimo: hemos visto la mejor predisposición de los gremios para que no se pare la actividad, y la mejor predisposición de los empresarios a ajustar sus procesos de producción, en muchos casos con conflictos de rentabilidad”.

Basterra puso como ejemplo que “se gasta dos o tres veces más en el traslado de personal para la cosecha, que demanda evitar el hacinamiento”, y sin embargo “esta situación fue claramente comprendida porque entendemos que sostener la producción no es un privilegio, sino una responsabilidad para garantizar el alimento y el flujo de bienes”.

Del mismo modo, dijo que “el gremialismo cumplió un rol muy importante: ser el tutor de la salud de los trabajadores”.

En tanto, mencionó el caso particular de la pesca, donde “el confinamiento es absoluto porque una vez que los trabajadores se suben al barco”, éste comienza a navegar y se torna imposible la atención médica.

Por esa razón, “fue necesario agudizar las medidas de control para que en el personal de la pesca la probabilidad de riesgo sea la mínima”, indicó.

La Cuota Hilton y el precio de la carne

En otro tramo de su exposición, Basterra admitió que “es probable que no se cumpla este año” la Cuota Hilton, el cupo de exportación de carne vacuna sin hueso de alta calidad y valor que la Unión Europea otorga a países productores y exportadores de carnes.

“Veníamos cumpliendo, pero el ‘parate’ que generó la pandemia en Europa nos pone a todos en una situación muy difícil al bajar la demanda”, dijo, aunque por otra parte destacó que se empieza a ver una “reactivación” en China con “nuevo interés comercial por carnes argentinas”, en el marco de la reapertura gradual de la actividad.

El ministro aludió también a los aumentos de los precios internos de los alimentos, particularmente la carne, y afirmó que actualmente se ve una “tendencia a la baja”.

“El precio de la carne tiene distintos componentes. La producción de nuestros animales y la incumbencia que tiene nuestro Ministerio llega hasta el frigorífico”, explicó, y recordó que “el paro de comercialización adoptado por tres de las cuatro entidades agropecuarias a principios de marzo hizo que el mercado se anticipara con las ventas”.

Basterra afirmó que la medida de fuerza tuvo que “un impacto sobre el Mercado de Liniers que hizo que los días posteriores, ante la ausencia de hacienda, hubiera un incremento de precios importante que impactó inmediatamente al consumidor”.

Hoy quedó la inercia de estos precios. Los representantes de los frigoríficos y los productores nos dijeron que esta tendencia iba a tender a normalizarse. En estos momentos estamos a valores iguales o debajo de los previos existentes al inicio de cese de la comercialización”, afirmó.

Rodríguez Saá asumió la presidencia de la Comisión de Agricultura y Ganadería

El puntano fue electo por sus pares para encabezar la comisión, que este jueves escuchará un informe del ministro Luis Basterra.

El senador del Frente de Todos y exgobernador de San Luis Adolfo Rodríguez Saá asumió este miércoles la presidencia de la Comisión de Agricultura y Ganadería, que este jueves escuchará un informe del ministro del área, Luis Basterra, por videoconferencia.

Además, en la reunión constitutiva, el entrerriano Alfredo De Angeli (UCR) fue electo vicepresidente, mientras que el santafesino Carlos Reutemann (Interbloque Parlamentario Federal) fue designado secretario.

“Esta es una comisión que tiene que ver con el presente y el futuro de la economía de la Argentina”, destacó Rodríguez Saá, y agregó que la exposición del ministro Basterra, programada para este jueves a las 16, “posibilita empezar a trabajar con buena información”.

Los integrantes restantes de la comisión serán, además de Rodríguez Saá, José Mayans, Roberto Mirabella, Eugenia Duré, Jorge Taiana, Antonio Rodas, Teresa González, Daniel Lovera, Beatriz Mirkin, Rubén Uñac, Carlos Caserio y Víctor Zimmermann por el oficialismo.

Por Juntos por el Cambio, formarán parte del cuerpo Gladys González, Esteban Bullrich, Juan Carlos Marino, Julio Martínez y Silvia Giacoppo, además de De Angeli, y cierra la lista el senador Reutemann.

Basterra hablará ante la Comisión de Agricultura y Ganadería del Senado

El ministro del área expondrá este jueves. El miércoles a las 15 se realizará la reunión constitutiva y Adolfo Rodríguez Saá asumirá la presidencia.

Mientras avanzan los preparativos para la primera sesión remota, que será el próximo miércoles 13, el Senado retomará esta semana las rondas virtuales de ministros, con la presentación del responsable de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra.

Basterra -quien expuso el pasado 13 de abril en la Cámara de Diputados- encabezará este jueves una videoconferencia de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca, para explicar las medidas llevadas adelante en el marco de la pandemia del Covid-19.

Previamente, este miércoles a las 15, la comisión realizará su reunión constitutiva, en la cual el entrerriano Alfredo De Angeli (UCR) le cederá la presidencia al puntano Adolfo Rodríguez Saá (Frente de Todos).

En su presentación ante la Cámara baja, Basterra defendió las políticas del Ministerio para que “ninguna actividad se interrumpa” por la pandemia.

“Hemos ido avanzando para que ninguna actividad se interrumpa”, destacó Basterra

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca habló del trabajo realizado para evitar contagios de Covid-19 y garantizar la provisión de alimentos.

“Hemos ido avanzando para que ninguna actividad se interrumpa”, destacó este lunes el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, quien encabezó una reunión virtual de la comisión homónima en la Cámara de Diputados y habló de los distintos protocolos para evitar contagios de Covid-19.

En una reunión remota de la comisión presidida por el diputado José Ruiz Aragón -que se cortó en varias oportunidades por problemas técnicos-, Basterra explicó que el objetivo es “garantizar la provisión de alimentos” y “el flujo de las mercaderías”, aunque advirtió que las medidas preventivas tomadas están sujetas a modificaciones permanentemente según el avance de la pandemia.

“Con gremios y patronales estamos trabajando en la segunda etapa, que es la de la mitigación -es decir, cuando el virus comienza a difundirse y empiezan a aparecer casos directamente relacionados a la actividad-, para ver cuáles van a ser los protocolos para que la actividad no pare”, informó.

El funcionario celebró que solo se detectaron dos casos de coronavirus, uno en la industria láctea y otro en el sector de la carne.

En tanto, negó que el trabajo de los productores sea un “privilegio”. “Nuestro sector tiene un profundo compromiso con la sostenibilidad de nuestra sociedad”, sostuvo, y explicó que en este contexto se busca “garantizar provisión de alimentos, antes que las exportaciones”, lo cual se hizo “con un sentido epidemiológico”.

“Hemos interactuado con los sectores productivos, tanto patronales como gremiales, para definir lineamientos que garanticen la realización de actividades con un riesgo atenuado, para preservar la salud de los trabajadores”, señaló.

En ese sentido, puso como ejemplo “la situación compleja de la pesca” ya que “una vez que un barco se hace a la mar no puede regresar a los 15 minutos y ser atendido por una ambulancia”, por lo cual se elaboraron protocolos “que se han ido ajustando” para evitar que la actividad se frene.

El ministro también mencionó que existen dificultades en la floricultura, una actividad que está dentro de las excepciones pero “cuyos canales comerciales están afectados”.

Basterra destacó el trabajo conjunto con la UATRE, el gremio de los peones rurales, y ponderó la labor conjunta entre la Secretaría de Agricultura Familiar y el SENASA para atenuar los riesgos de contagio.

Por otra parte, dijo que se busca “garantizar el flujo de las mercaderías” y reconoció que “en algunos casos puede haber demoras porque algunos protocolos exigen distanciamientos”. A su vez, elogió el trabajo de los gobiernos provinciales “para que los pueblos habiliten el tránsito”.

“Nuestro presidente fue muy claro y dijo que prefiere la vida a que se incremente el porcentaje de situaciones no deseadas como la pobreza. Antes que nada es preferible tener que recuperar la economía y no tener que llorar a cientos de muertos”, coincidió Basterra.