En un duro mensaje por cadena nacional, el presidente Javier Milei criticó a los legisladores por aprobar leyes que amenazan el superávit fiscal, anunció medidas para proteger el equilibrio económico y llamó a los argentinos a elegir un nuevo Parlamento en 2025 que respalde su plan de crecimiento.
Dos días después de sufrir una estrepitosa derrota en el Congreso nacional, el presidente de la Nación, Javier Milei, denunció que en el Congreso “promulgan leyes que irremediablemente llevan a la quiebra nacional”.
A través de una cadena nacional grabada por la tarde y difundida a partir de las 21 de este viernes, el primer mandatario advirtió que “si el Congreso quiere volver atrás, me van a tener que sacar con los pies para adelante”.
Milei lanzó una dura advertencia al Congreso de la Nación, acusándolo de impulsar leyes que atentan contra el superávit fiscal y la estabilidad económica lograda tras un año y medio de gestión.
Con un tono firme, el mandatario defendió los logros de su administración, como la reducción de la inflación y la pobreza, y anunció medidas para blindar el déficit cero frente a lo que calificó como un “espectáculo lamentable” de la clase política. El primer mandatario sostuvo que esta semana el Congreso “dio un nuevo espectáculo lamentable” porque “impulsó un conjunto de leyes destinadas a destruir el superávit fiscal, usando causas nobles como excusa”.

El presidente Milei se mostró flanqueado por el equipo económico del Gobierno.
Milei señaló que el Congreso, en el último mes, aprobó proyectos de ley que, bajo “causas nobles” como excusas, implican un gasto anualizado del 2,5% del PBI, equivalente a crear “una YPF por año” o un endeudamiento adicional de 300.000 millones de dólares, lo que representaría un aumento del 70% de la deuda nacional.
Entre las iniciativas mencionadas están la reinstalación de la moratoria previsional, aumentos salariales para universitarios y mayores pensiones por discapacidad.
“Estas leyes no buscan mejorar los ingresos de jubilados, docentes o discapacitados, sino recuperar el poder perdido por una clase política que no se resigna a su derrota electoral”, expresó el mandatario flanqueado por miembros del equipo económico encabezados por el ministro de Economía Luis Caputo.
Según el presidente, estas decisiones son un “engaño demagógico” que ignora la falta de financiamiento y arriesga el regreso de la inflación, un flagelo que su gestión ha reducido de un 300% interanual a un 25%, con proyecciones de eliminarla para mediados de 2026.
Milei acusó al Congreso de actuar como un “objeto inamovible” que promueve el gasto público sin respaldo, contradiciendo su rol histórico de proteger el patrimonio de los ciudadanos frente al Poder Ejecutivo. “En una república sana, el Parlamento defiende a los representados, pero aquí pretende imponer el gran impuesto no legislado que es la inflación”, sentenció, recordando la frase de las revoluciones americanas: “No hay tributación sin representación”.
Para el presidente, el Congreso está llevando al país “al mundo al revés” al impulsar políticas que destruyen el crecimiento económico.
Medidas para proteger el déficit cero
Para contrarrestar lo que describió como un “sabotaje” legislativo, Milei anunció dos medidas concretas. Prohibición de financiar el gasto con emisión monetaria, con lo cual el próximo lunes firmará una instrucción al Ministerio de Economía para impedir que el Tesoro Nacional solicite préstamos al Banco Central para financiar el gasto primario, formalizando una práctica que ya se aplicaba.
La otra medida que anunció tiene que ver con el mantenimiento estricto del déficit cero. En los próximos días, enviará al Congreso un proyecto que penalizará la aprobación de presupuestos con déficit fiscal. La iniciativa establecerá una regla fiscal estricta que exigirá equilibrio o superávit, obligando a los legisladores a identificar la fuente de cada nuevo gasto. Además, incluirá sanciones penales para quienes incumplan estas normas.
“Cada peso que quieran gastar debe tener nombre y apellido. Tienen que decir de dónde sale y a quién se lo sacan”, enfatizó Milei, subrayando que estas medidas buscan “amurar” el déficit cero, que calificó como la “piedra angular” de la recuperación económica.
El presidente explicó que, sin acceso a mercados internacionales de crédito debido al historial de defaults de Argentina, financiar los gastos aprobados por el Congreso implicaría emitir dinero o aumentar impuestos. La emisión monetaria, afirmó, generaría una “bola de nieve” inflacionaria, como la vivida en 2023 con una inflación diaria del 1,5%, llevando al país a una nueva hiperinflación.
Por otro lado, sostuvo que subir impuestos como retenciones, el impuesto PAÍS o Ganancias destruiría el crecimiento económico, reduciría empleos y salarios, y disminuiría la recaudación, forzando nuevamente a la emisión monetaria.
“Esto no es un juego. Aprobar estos proyectos implica volver al pasado de la decadencia, tirar a la basura el sacrificio de los argentinos”, advirtió Milei, quien aseguró que no permitirá que se hipoteque el futuro del país. “Si el Congreso quiere volver atrás, me van a tener que sacar con los pies para adelante”, desafió.
Un llamado a las urnas y al Congreso
Milei apeló directamente a los ciudadanos, instándolos a no dejarse engañar por quienes “llevaron al país al pozo” y a elegir en las elecciones de octubre de 2025 un nuevo Congreso que apoye su programa de crecimiento económico.
“Ustedes definirán quién resiste más: la fuerza imparable del cambio o el objeto inamovible de la casta política”, afirmó, presentando las elecciones como una oportunidad para resolver el conflicto entre su visión y las prácticas tradicionales.
Al dirigirse a los legisladores, el presidente les exigió estar “a la altura de la tarea encomendada” por el pueblo, instándolos a abandonar la “adicción al gasto público” que beneficia a los políticos pero perjudica a los ciudadanos. “No hay soluciones mágicas. La única manera de mejorar los ingresos es con crecimiento genuino, y eso requiere orden fiscal y monetario”, insistió.
Milei destacó los avances de su gestión, como la reducción de la pobreza de 12 millones de personas, la caída de la indigencia del 20,2% al 7,3%, y el aumento de los salarios privados por encima de la inflación desde abril de 2024.
Sin embargo, reconoció que los problemas heredados de “casi un siglo” no se resuelven en dos años, y llamó a la paciencia para consolidar los resultados.
Con una cita de Virgilio y Ludwig von Mises —“jamás cedamos frente al mal, vamos a combatirla con mucho más fuerza”—, el presidente reafirmó su compromiso de eliminar la inflación, mantener el superávit fiscal y terminar con los privilegios políticos.
“No vine a buscar atajos ni a parecer bueno. Vine a hacer el bien, aunque digan que soy cruel”, concluyó, prometiendo un futuro de progreso para los 47 millones de argentinos si se mantiene el rumbo trazado.