“La Argentina de la grieta se acaba y se viene un país de consensos”, avizoró Yedlin

El senador tucumano expuso en la Cena Anual de la Fundación Consenso Salud. Allí, planteó que la “gran tarea pendiente” es mejorar la gobernanza del sistema de salud que “se muestra altamente fragmentado y segmentado”. También pidió una ley para residentes médicos.

El senador nacional y titular de la Comisión de Salud, Pablo Yedlin (FNyP – Tucumán), expuso en el marco de la Cena Anual de la Fundación Consenso Salud realizada en el Palais Rouge en donde avizoró que “la Argentina de la grieta se acaba y se viene un país de consensos”, al tiempo que remarcó la necesidad de mejorar la “gobernanza” en el sistema de salud y una ley para residentes médicos.

“El 2024 nos plantea el desafío de integrar el sistema de salud argentino. Mejorar la gobernanza del sistema de salud, que se muestra altamente fragmentado y segmentado, es la gran tarea pendiente. La Argentina de la grieta se acaba y se viene un país de consensos”, sostuvo Yedlin.

Además, el senador oficialista enfatizó en que “necesitamos una Argentina sin grietas y que trabajemos en un país que tienda puentes, que entienda sus prioridades, con dirigentes abocados a mejorar la calidad de vida de todos los argentinos”.

En su discurso, Yedlin señaló que el sistema de salud tiene tres funciones: mejorar la salud de la población, con buenos indicadores sanitarios, que la gente no empobrezca por enfermar y que los ciudadanos se sientan satisfechos con el sistema de salud.

En esta línea, elogió el trabajo hecho durante la pandemia para cuidar a los ciudadanos y los indicadores que muestran las bajas tasas de mortalidad infantil en relación a otros países de la región, así como las altas tasas de cobertura en diferentes programas del sistema a los que la población accede gratuitamente.

A su vez, reivindicó la Ley de Enfermería que promovió en el Congreso de la Nación y pidió por una norma para residentes médicos. “Necesitamos también que el sistema de salud entienda su recurso humano como un valor importante, con mejores salarios y más capacitación “, remarcó el senador.

Por último, Yedlin compartió propuestas para superar “este sistema tan fraccionado y fragmentado. Nos tenemos que unir no por el pánico de la pandemia sino por decisión propia”.

Además del senador tucumano, expusieron en la apertura del encuentro Claudio Belocopitt, presidente de la Unión Argentina de Entidades de Salud (UAS); la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti; y el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós. También participaron el Superintendente de Servicios de Salud, Dr. Daniel López, el titular del INCUCAI, Dr. Carlos Soratti, los ministros de salud de Rio Negro, Fabián Zgaib; de Neuquén, Andrea Peve; de Formosa, Aníbal Gómez; y de Misiones, Oscar Alarcón. Y los legisladores nacionales Mario Fiad y Paula Olivetto. Asimismo, se hicieron presentes importantes referentes de la medicina privada, de la seguridad social, empresarios, académicos y reconocidos profesionales.

Schiaretti llamó a “descolonizar el peronismo”

Con un discurso “antigrieta” el gobernador cordobés lanzó su campaña junto a su vice, el diputado nacional Florencio Randazzo.

El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y el diputado nacional Florencio Randazzo, precandidatos a presidente y vicepresidente de la fórmula de Hacemos por Nuestro País, dieron inicio a su campaña bajo el lema “Levantemos Argentina”,  con el eje puesto en “la producción y el trabajo, el diálogo, el respeto a las instituciones y a la pluralidad de pensamiento”.

“Somos la expresión de la producción y el trabajo, queremos un país sin grieta, en el que se pueda progresar”, subrayó Schiaretti.

En el acto, realizado en el Hotel Intercontinental de Capital Federal, el precandidato presidencial advirtió que “el kirchnerismo se encuentra en un fin de ciclo” y que “la grieta ha sido un negocio para pocos en perjuicio de la Argentina”.

“Es la que hace que los dirigentes políticos se peleen por los cargos, mientras a los argentinos no les alcanza la plata”, afirmó el precandidato presidencial. Y agregó: “Los dirigentes políticos se pelean por figurar en las listas mientras el pueblo espera soluciones y gestión”.

La campaña de Schiaretti y Randazzo se presenta como una propuesta de transformación y desarrollo para toda Argentina. Ambos dirigentes son reconocidos por su vasta experiencia en la gestión pública, su capacidad de trabajo y su compromiso con el país.

Randazzo señaló que “coincidimos en que “la gestión es la principal herramienta de transformación de la política”. “Tenemos los mismos valores y convicciones, y la misma visión de país de cara al futuro”, agregó.

El espacio liderado por Schiaretti y Randazzo se define como un espacio peronista no kirchnerista, que se presenta como opción para que “la Argentina pueda salir de la grieta”. Entre otros dirigentes nacionales son candidatos a diputados Diego Bossio, por Capital Federal, e Hilda “Chiche” Duhalde, por la provincia de Buenos Aires.

Acompañado por los candidatos de todo el país, Schiaretti también afirmó que “vamos a eliminar las retenciones a las exportaciones, de manera gradual pero hasta hacerlo totalmente”, y aseguró “hay que promover y ayudar a los que producen, no ponerles trabas”.

Los laureles que supimos conseguir

Por Cata Cabana. La historiadora hace referencia al intento de magnicidio a la vicepresidenta y al repudio generalizado de distintos sectores de la política que es una muestra de “defensa a la democracia”.

La historia argentina nos muestra la constante grieta que dirime todos y cada uno de los sucesos y procesos.

Si hacemos un recorrido histórico podemos ver y aprender de algunas consecuencias que esa grieta dejó.

A pesar de eso, por momentos logramos olvidar las diferencias y nos unimos para avanzar, y esos son los laureles que supimos conseguir.

Enumeremos. Nos llevó 6 años entender que el camino era la Independencia. Luego de luchar internamente, nos unimos para firmar. Nos llevó 44 años ponernos de acuerdo y firmar la Constitución Nacional. 66 años probamos hasta conciliar que el voto secreto y obligatorio era un ejercicio saludable.

Pero, 53 años estuvimos hasta aprender que la violencia y la censura no eran un camino viable.

Los procesos son extensos, y claro: no son absolutos. Pero en los últimos 39 años conseguimos el laurel más importante: la democracia.

Argentina se unió para declarar “Nunca más” y se comprometió a defender el poder del pueblo, a través de los representantes. Nuestro gran laurel es la diversidad de ideas, y la convivencia de las mismas.

La democracia nos enseña que no tenemos que pensar todos igual, y entonces a respetar. De la unión nace la fuerza, y se consigue el laurel. Coronados de gloria. No olvidemos nuestra historia, que, si bien es compleja, es ejemplo de unión y libertad.

Que los libros de historia del futuro nos recuerden como los que repudiamos un atentado y defendimos el principio de la democracia que supimos conseguir.

Beatriz Ávila aseguró que la nueva medida del dólar turista: “Viene a seguir fomentando la grieta”

La senadora tucumana consideró que las disposiciones de Silvina Batakis siguen la línea de Cristina Kirchner, que buscan “mimetizarse con los regímenes cuasi dictatoriales”.

El Gobierno nacional dispuso una medida que aumenta de 35% a 45% la percepción a cuenta del pago de bienes y ganancias para las compras y gastos en el exterior, lo que habitualmente es conocido como “dólar turista”. En ese contexto, la senadora tucumana Beatriz Ávila consideró que la nueva medida “viene a seguir fomentando la grieta” y se alinea “a los regímenes cuasi dictatoriales”.

Anta esta disposición de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), la parlamentaria sostuvo: “Nuevamente una medida sectaria del kirchnerismo, que más que solucionar el tremendo problema de falta de divisas que sufre el país por los desmanejos económicos de Alberto Fernández, viene a seguir fomentando la grieta tratando de culpar a los que viajan o realizan gastos en el exterior”.

Según la senadora, esta decisión se trata de “igualar para abajo”. “El ideal del kirchnerismo es todos iguales, pero sin educación, iguales, pero sin empleo genuino, iguales, pero sin importaciones, iguales, pero sin gasoil, iguales, pero dependiendo de los planes sociales para sobrevivir, iguales, pero sin importaciones para poder producir”, disparó.

En relación a la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, Ávila recordó una de las primeras declaraciones de la funcionaria, quien dijo que “el derecho a viajar colisiona con el derecho a los puestos de trabajo”. La legisladora tucumana dijo que esa frase “evidencia la desesperación por agradar a Cristina (Kirchner) y, porque no, mimetizarse con los regímenes cuasi dictatoriales con los que les gusta codearse”.

“Esta medida, juntamente con las prohibiciones de pagar en cuotas pasajes y paquetes turísticos en el exterior y las compras en free shops, no tienen el volumen ni la envergadura para solucionar ninguno de los problemas monetarios del país. Simplemente se toman para generar más grieta y para dividir más a los argentinos entre quienes pueden viajar al exterior y quiénes no. Lamentable debut de una ministra, distraída en nimiedades, mientras se le escapa el dólar Blue, se le dispara el riesgo país y le estallan los índices de inflación”, cerró la legisladora opositora.

“¿A quién carajo le importa qué va a pasar en la elección de 2023?”, enfatizó Randazzo

El diputado nacional se refirió a la cumbre que hubo entre referentes del peronismo no K y radicales. “Hay muchos argentinos que están podridos de la grieta”, aseguró.

florencio randazzo diputado

El diputado nacional Florencio Randazzo enfatizó que, ante la compleja situación económica que vive la Argentina, en la ciudadanía “¿a quién carajo le importa qué va a pasar en la elección de 2023?”.

Así respondió el legislador en declaraciones a radio La Red cuando fue consultado por si se piensa en un frente electoral entre dirigentes del peronismo no K, tras una cumbre que hubo en la casa del exgobernador salteño Juan Manuel Urtubey.

“Es una irresponsabilidad plantear eso, faltan dos años, falta una eternidad”, consideró el exministro del Interior que participó del asado en el que estuvieron el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti; los diputados de la “pata peronista” del Pro, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó; y la compañera de Randazzo en el bloque Identidad Bonaerense Graciela Camaño. Pero también asistió el mandatario jujeño y presidente de la UCR Nacional, Gerardo Morales.

Randazzo señaló que “todos tenemos las mismas intenciones de que Argentina pueda salir del estado de estancamiento en el que está”. “La grieta nos hace un enorme daño, nos aleja de la posibilidad de encontrar soluciones a los problemas que tiene el país”, sostuvo.

El legislador explicó, en ese sentido, que “no podemos vivir en este nivel de confrontación y de estupidez que nos está llevando a un país inviable”.

“Es imposible resolver los problemas si no tenemos una economía con niveles de inflación razonable”, sumó.

Sobre la tensa relación entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el exministro del Interior consideró que “es increíble”, ya que “son los responsables de administrar”. “Es una falta de respeto a todos los argentinos, pareciera que están jugando con todos nosotros”, continuó.

El chivilcoyense agregó que “el Gobierno necesita hombres y mujeres responsables que gestionen el Estado” porque “hay muchos argentinos que están podridos de la grieta”. “La grieta es un negocio para una facción del Frente de Todos, para una facción de Juntos por el Cambio, para un parte del periodismo y los encuestadores, que nos está condenando al fracaso”, advirtió.

Aunque descartó poder coincidir en un nuevo bloque en la Cámara de Diputados con aquellos legisladores que estuvieron en el encuentro, sí reconoció que se pueden “pensar en algunas propuestas comunes”, ya que “todos están a favor de la boleta única, de la ley de alcohol cero”, dijo.

¿Se podrá superar la grieta?

Por Alberto Asseff. Para el autor, la grieta se encabalga en nuestra reticencia para darnos los verdaderos debates.

La Argentina sufrió una grieta desde los albores del país. Todos los pueblos padecieron sus dilemas, pero quizás la nota que nos diferencia es que supieron zanjarlas. Nuestra división da la impresión que es ingénita, inacabable, incesante. Igualmente, la experiencia es que nunca culminamos por desempatar la puja. No termina de haber un ganador neto. El caso del federalismo es ejemplificativo: la solución que encontramos fue ni ser federales ni unitarios, sino un tipo híbrido que dejó a todos insatisfechos y que hasta hoy es disfuncional. Formalmente tenemos provincias autónomas, pero dependientes del Tesoro nacional. Aparatos burocráticos enteros propios del federalismo, altamente costosos, pero que en los hechos funcionan como ineficientes delegaciones del poder central.

En materia de pensamiento, la recíproca neutralización entre estatistas y privatistas ha suscitado el caso único del planeta, un país pletóricamente dotado que hace casi un siglo que retrograda. Hace 90 años que debatimos si el Estado nacional debe asumir un rol activo en la economía y demás planos de la vida nacional o si el sector privado debe ser el primer actor. La opción sigue abierta. Hace décadas que sucesivos gobiernos se empeñan en racionalizar el gasto público anunciando planes de austeridad y de estabilización que nunca culminan en coronarse con los resultados proclamados. Consecuentemente, ante la frustración resurgen las propuestas de volver al Estado omnipresente que exprime cada vez más a la Argentina productora de bienes y servicios, inversora de riesgo. Estos vaivenes se traducen en atraso.

No nos ponemos de acuerdo ni siquiera en algunos valores básicos. Por caso, no coincidimos si el orden y la ley son o no fundamentales para el progreso. Están quienes sostienen que “en el desorden hay vida” y que los buenos jóvenes deben hacer lío. Contrasta esta postura con el manual que se aplica en casi toda la tierra: el orden es el amigo natural del progreso. La vigencia de la ley es la única garantía de igualdad e inclusión.

Otro asunto en que disentimos es en el valor del mérito. Se lo ha catalogado como elitista y antiigualitario en una inocultable apelación a la mediocridad como “solución” para las iniquidades. El sentido común indica que el esfuerzo y el mérito deben ser alentados, pero entre nosotros se los tacha públicamente.

Recientemente, luego de que en 1994 reformamos la Constitución supuestamente para incorporar derechos de cuarta y quinta generación, el planteo reformista retorna a  la primera  escena ahora para enmendarle la plana a Montesquieu y su clásica división de poderes. Ya no necesitamos como garantía de control y de límites a un Poder Judicial independiente, sino que devendría en ‘servicios administrativo de justicia’ cual dependencia del Ejecutivo. Pasaría algo análogo que con los maestros que de aquellos guías sociales de principios del siglo XX se han transformado en los proletarios de la educación. De segunda mamá a ‘trabajador de la educación’, una mutación en la que naufragó aquel timbre que nos distinguió en el mundo: el país periférico con mayor alfabetización del globo.

La grieta se encabalga en nuestra reticencia para darnos los verdaderos debates. Por ejemplo, ahora el Congreso está abocado a adoptar la nueva fórmula de actualización jubilatoria. Decidirá si esa ecuación incluye o no a la inflación como variable del ajuste periódico. Gambetea así la verdadera cuestión, esto es el sistema previsional quebrado porque el 50% de los trabajadores no están registrados y por ende no aportan ¿Qué sentido posee abordar el efecto y eludir las causas? ¿No deberíamos estar analizando a fondo cómo reducir la informalidad laboral, incluyendo las cargas tributarias que transforman a un trabajador en una hipoteca para su empleador?

La inflación no es sólo un flagelo económico y un factor disuasivo de la inversión. Es un síntoma de que nos embarga una anomia inocultable ¿Por qué cruzando nuestras fronteras, cualquiera de ellas, el índice anual de inflación no supera el 5% y acá hace medio siglo que padecemos un promedio de 45%, apenas con algunos breves intervalos sobre todo cuando se mantuvo la situación controlada a fuerza de ponerle un tapón. Que inexorablemente saltó una y otra vez por los aires. Desde “quien apuesta al dólar pierde” hasta el 1 a 1 pasando por la inflación cero de Gelbard.

¿Es posible superar la grieta? Si hacemos un fortísimo ejercicio de sinceridad y nos apeamos de prejuicios ideológicos – en otras palabras, si adoptamos el realismo como parámetro y actitud – podríamos formalizar acuerdos sustantivos que no pueden soslayar un punto de partida: cero concesión a la impunidad. Acá no saldremos con el cínico ‘borrón y cuenta nueva’. La nueva etapa histórica sobrevendrá cuando quienes traicionaron al país robándole salden sus deudas y resarzan los perjuicios ocasionados.

La grieta es entre decencia y corrupción. La honestidad deberá desplazar a las mafias. No hay otro modo de superar la grieta.

*Diputado nacional (Juntos por el Cambio, partido UNIR)