La polémica se desató recientemente por la selección de “libros sexuales” incluidos en el programa “Identidades Bonaerenses”.
Los senadores bonaerenses del PRO, y los bloques de diputados de La Libertad Avanza y de UCR + Cambio Federal pidieron explicaciones al gobierno de Axel Kicillof por el criterio de selección de libros incluidos en el programa “Identidades Bonaerenses”, a causa de su contenido de material sexual “explícito con escenas de violencia”.
La primera presentación que salió a advertir sobre la distribución de libros “con sexo explícito” en escuelas, fue la realizada por la senadora del PRO y presidenta de la comisión de Educación, Aldana Ahumada.
“Kicillof gasta en materiales que no respetan ni las edades ni la madurez de los estudiantes. Todo en nombre de una supuesta ‘formación’ que no tiene control ni responsabilidad. La falta de transparencia es alarmante. No sabemos quién selecciona estos títulos ni bajo qué criterios”, criticó la senadora en su oportunidad.
En detalle, los libros que dispararon la polémica fue “Cometierra”, de la escritora Dolores Reyes; y “Las aventuras de la China Iron”, de Gabriela Cabezón Cámara; entre otros, que también son observados por actores del sistema y legisladores.
Los pedidos de informes fueron dirigidos a la Dirección General de Cultura y Educación, cartera que conduce Alberto Sileoni, en el que reclamaron conocer los fundamentos pedagógicos de la inclusión de algunos títulos en los libros distribuidos en Bibliotecas de gestión Estatal del nivel secundario.
La colección Identidades Bonaerenses “pretende transformar la lectura individual en una ocasión de reflexión colectiva sobre lo leído, lo dicho y lo silenciado, tanto por las familias lectoras como por las instituciones educativas de las que son parte”. La colección de más de 100 títulos está dirigida a 2350 escuelas secundarias y a institutos de educación superior.
“Los libros incluyen una guía detallada, algunos llevan una inscripción que los dirige a chicos de 15 años en adelante y otros, con temáticas más complejas, van a la secundaria orientada; ofrecemos literatura con sugerencias específicas y acompañamiento docente", dijo Sileoni y se defendió "es paradójico: a los 12 años pueden ir presos, pero a los 17 no pueden leer este libro”, se defendió Sileoni.
“La inclusión de obras con material explícito en sus descripciones de violencia y sexualidad ha suscitado una fuerte respuesta de padres, docentes y consejeros escolares, quienes ven en estas alturas un riesgo innecesario para la integridad emocional y psicológica de los adolescentes”, puntualizaron desde el bloque de LLA que dirige el diputado Agustín Romo.
En detalle, los legisladores libertarios pidieron conocer “en un plazo no mayor a 30 días” si en la implementación del programa “Identidades Bonaerenses” hubo estudios de impacto pedagógico, psicológico o social sobre el contenido de las obras seleccionadas, como así también si se efectuaron consultas a profesionales en psicopedagogía y psicología infantil sobre la idoneidad de dichos textos.

Entre otros, algunos de los ejemplares que dispararon la polémica de contenidos en las escuelas bonaerenses.
El bloque de diputados de la UCR + Cambio Federal, que conduce el diputado Diego Garciarena, también presentó un pedido de informes para que se especifique el acto administrativo mediante el cual se dispuso la “distribución de libros con contenido sexual explícito” incluidos en la colección “Identidades Bonaerenses”.
En esa línea, el radicalismo pidió que el gobierno de Kicillof brinde detalles sobre la guía educativa que acompaña la inclusión de los libros sexuales “distribuidos con contenido explícito” y especifique los establecimientos educativos secundarios a los que fueron distribuidos.
“Resulta sumamente importante el derecho a recibir educación sexual integral en los ámbitos educativos. Pero dada su trascendencia, cabe analizar si esa educación debe estar dada con material que incluye escenas de sexo explícito, lenguaje fuerte y vocabulario soez”, fundamentaron desde el bloque UCR + Cambio Federal.