La discusión que viene, de cara a la aprobación de la ley Bases

Con el presidente otra vez fuera del país, la Cámara baja convertirá en ley las demoradísimas ley de Bases y el paquete fiscal. Con una discusión que dominará la semana en torno a qué pueden hacer los diputados con los cambios del Senado.

Milei al recibir la Medalla Hayek en Alemania.

Por José Angel Di Mauro

Embarcado en su octavo viaje por el Hemisferio Norte desde que es presidente, Javier Milei disfrutó en España de la sorprendente popularidad de la que goza, para sorpresa de propios y ajenos. Y  probablemente de él mismo. En la Madre Patria, el líder libertario despierta amores y odios, pero en absoluto indiferencia.

Reflejos de un país con muestra muchas coincidencias con esta parte del mundo. Allí se ha abierto una grieta de las que aquí conocemos de sobra. Entusiasmado, el presidente del país del 200% de inflación da lecciones de economía y libertad en el Primer Mundo mientras se llena el pecho de medallas de indefinido prestigio.

Antes de partir, Milei pasó por Rosario, en uno de los contados viajes al interior que lleva en estos seis meses. Se sabe que no le despiertan interés -y mucho menos entusiasmo- los viajes de cabotaje. Eso queda para su hermana Karina, que antes de acompañarlo a Europa pasó por Chubut, en compañía de Martín Menem, para seguir construyendo la red partidaria que se está encargando de armar de cara a 2025. También recorre mucho el país la vicepresidenta, que para la celebración de Martín Güemes anduvo por Salta, luciendo ropas de gaucho y hasta montó a caballo.

Victoria Villarruel construye sobre bases elevadas. En una encuesta conocida esta semana vuelve a aparecer sobre Javier Milei, a quien con un diferencial positivo de 50,4% aventaja por 6 décimas. Tercera, a 5 puntos, aparece Patricia Bullrich, y cuarto, con 41,9% el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Todo según un sondeo de Proyección Consultores sobre el que ya volveremos.

Como decíamos, Milei fue a Rosario, adonde desde tiempos de Cambiemos no había ido ningún presidente para el Día de la Bandera. Sí lo hacía asiduamente Cristina Kirchner, quien se auopercibía “fan” de Belgrano. Precisamente allí fue donde en febrero de 2012 expresó su recordado “vamos por todo”, según la lectura de labios que se hizo entonces. Ella venía de ganar la reelección por el 54% en primera vuelta. También venía de la tragedia de Once; otro jalón en la pendiente que el kirchnerismo ya había iniciado sin saberlo. Javier Milei tiene su 56% -pero en segunda vuelta-, y en Rosario mostró un perfil moderado acorde al momento: esta semana el Congreso aprobará finalmente la ley de Bases y el paquete fiscal, un punto de inflexión para su gestión. Nada de hacer olas con la oposición.

Javier Milei en su paso por Rosario.

Por eso en su breve discurso transmitido por cadena nacional el presidente habló fundamentalmente de Belgrano, y si bien dio señales en el sentido de trazar un parangón con su propia gestión, se ahorró improperios y -por el contrario- en tono conciliador convocó a todos los sectores para la cita del 9 de julio en Tucumán, para firmar el Pacto de Mayo.

Será con un mes y medio de demora respecto de la fecha inicialmente prevista; con leyes más flacas de lo originalmente escrito; pero un valor singular para esta administración que verá así consagradas sus primeras dos leyes. Un número escueto, pero exponencial si se tiene en cuenta la cantidad de reformas que abarcan ambas leyes. Qué características tendrá lo finalmente aprobado es la incógnita que se develará promediando el jueves que viene, si se cumplen los plazos previstos: martes, plenario de comisiones para dictaminar sobre la ley de Bases; luego reunión de Presupuesto y Hacienda para hacer lo mismo con el paquete fiscal; y el jueves, el debate de ambos temas en el recinto de Diputados.

Queda libre el miércoles por si la discusión del martes en el plenario de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales se extiende más de lo previsto, y obliga a postergar el dictamen para Medidas Fiscales.

No debería ser; ahora solo se trata de emitir un dictamen que conjugue lo sancionado en Diputados, con las reformas del Senado. Tal vez no sea solo un dictamen sino varios, pero la discusión no se circunscribirá a un “por sí o por no” entre lo que hicieron una y otra cámara, sino en si es válido o no que Diputados reponga artículos que la Cámara alta rechazó. La discusión ya está planteada incluso en el seno de los propios bloques dialoguistas. Por caso en el radical, Fernando Carbajal -alineado con Facundo Manes- ya ha dicho que la Cámara baja no puede insistir con Moratoria previsional, Ganancias, ni Bienes Personales. “Lo que el Senado rechazó, quedó afuera. El sistema es bicameral, ambas cámaras deben aprobar. Lo rechazado queda afuera”, sostiene el exjuez formoseño.

Carbajal enumera: 1) Moratoria previsional fue excluido de la votación en general. El tema fue desechado, no puede ser insistido. 2) Ganancias se aprobó en general, se rechazó en particular por 41 votos a 31. 3) Bienes Personales, se aprobó en general y se rechazó en particular por 37 a 35. “Ganancias y Bienes Personales fueron desechados por el Senado, no puede insistirse”, considera Carbajal, convencido de que “no es lo mismo modificar o adicionar un texto, que un capítulo votado en contra por el Senado. La insistencia solo opera cuando hay una aprobación con cambios, no cuando el Senado rechaza en forma expresa”.

El jefe del bloque radical, Rodrigo de Loredo, interpreta lo contrario: “Una amplísima mayoría sostiene a las claras que la correcta interpretación constitucional faculta a la Cámara de Diputados a insistir con su proyecto original cuando se rechazó del texto legal una parte del mismo. La supresión del capítulo de Ganancias y Bienes Personales configura en sí una modificación al texto y así tiene que ser interpretada”.

El constitucionalista Andrés Gil Domínguez se inscribe dentro de esa “minoría” para la que el artículo 81 de la Constitución deja clara la “imposibilidad constitucional de que una Cámara de origen insista respecto de un proyecto de ley que fue rechazado parcialmente por la Cámara revisora”.

“En un sistema bicameral federal el elemento central del proceso de formación y sanción de las leyes es la voluntad afirmativa mediante la cual se aprueba un proyecto de ley. Solo la concurrencia afirmativa puede transformar un proyecto de ley en una ley sancionada por el Congreso”, afirma.

Ex diputado y senador, pero sobre todo exconstituyente, Jorge Yoma, también sale al cruce de la posición de Rodrigo de Loredo. Para el riojano, no se puede “resucitar” la media sanción de Diputados “ignorando el rol constitucional del Senado como Cámara revisora”. En las redes le planteó al jefe del bloque radical que Diputados “tiene que expedirse por sí o por no sobre lo que el Senado les comunicó”. Terció en esta discusión el diputado radical Martín Tetaz, quien planteó que “si Diputados le dice NO a lo que aprobó Senado, queda en pie la versión de Diputados”, y lo mandó a leer el artículo 81 de la Constitución, a lo que Yoma le contestó: “Martín, hermano, no necesito leerlo. Yo lo redacté”.

Aperitivos de lo que se presume será la gran discusión que se planteará el martes en comisiones y seguirá el jueves en el recinto. El criterio que vaya a utilizarse se resolverá en definitiva con una votación, y quienes consideran que puede prevalecer lo resuelto en Diputados por sobre lo rechazado en el Senado son mayoría.

La Constitución dejó espacio para grises que darán lugar a que los jueces tomen intervención llegado el momento, y llegará el día en el que la Corte Suprema deba resolver. El Tribunal Superior es remiso a intervenir en cuestiones que deba solucionar la política… Y si la política ya lo ha resuelto con una votación, difícilmente modifique ese resultado.

Aprobadas ambas leyes, la sociedad se pondrá a esperar a ver los efectos de las mismas; si el Gobierno puede comenzar a gestionar a partir de tener sus leyes. Mientras tanto evalúa los resultados actuales con preocupaciones en las que el precio de los alimentos y otros gastos básicos del hogar (léase inflación) marcha al tope de sus problemas, con 53,9%; seguida por los bajos salarios (36,7%), la inseguridad (36,3) y aumentos de tarifas (34,1), según datos de Proyección Consultores. Y donde un 27,8% dice no llegar a fin de mes; un 36,9% admite tener que achicar gastos para llegar a fin de mes; y solo un 28,9% considera que les alcanza para lo que necesitan y un mínimo 6,3 jura que hasta puede ahorrar.

En ese contexto, el 44,7% cree que la economía de su hogar estará peor en los próximos 6 meses, contra un 34,9% que opina lo contrario.

Contra estos datos preocupantes para el Gobierno, esa misma encuesta muestra a un 49,8% viéndole al presidente “actitud para mejorar la situación del país”, contra un 37,3% que ve lo contrario; un 48,5% lo ve a Milei cumpliendo sus promesas (el 40,2 no); un 47% considera que Milei tiene un plan de gobierno (el 35,2% no) y también hay diferenciales positivos en materia de honestidad (45,9) y credibilidad (45). Están parejos quienes le ven a Milei capacidad para gobernar y los que no: 43,5 a 43; pero el balance es negativo para el presidente cuando se consulta sobre su estabilidad emocional (46,7 negativo); capacidad de diálogo (50,9) y empatía con los sectores más vulnerables (54%).

Di Tullio salió al cruce de Díaz Ayuso: "Sea agradecida"

La jefa de Unidad Ciudadana en el Senado le respondió a la presidenta de la Comunidad de Madrid, quien volvió a arremeter contra Argentina en sus comentarios.

juliana di tullio sesion senado 30 junio 2022

La jefa del bloque Unidad Ciudadana en el Senado, Juliana Di Tullio, salió a responderle a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien volvió a arremeter contra la política en Argentina y dijo que "no es casualidad que cada vez más argentinos" se vayan a vivir a España.

"Señora Alcaldesa @IdiazAyuso ¿Sabe cuántos inmigrantes españoles hay en mi patria, Argentina? ¿Sabe cuántos y cuántas vinieron para escapar de la violencia política y el hambre de su país, encontrando aquí paz, pan y trabajo? El peronismo y mi patria les abrazó. Sea agradecida", escribió en su Twitter la senadora cristinista.

Días atrás, al criticar medidas del presidente español Pedro Sánchez, la representante del Partido Conservador había expresado: "Me niego a que el peronismo arruine el motor económico de España".

En esta oportunidad, en el marco del Foro Madrid Capital para la Internacionalización Iberoamericana, Díaz Ayuso señaló que "Argentina ha sido uno de los países más ricos del mundo, y esta fuente de prosperidad del siglo pasado ahora lleva décadas estancada por políticas intervencionistas al servicio del poder político" con "gasto público desbocado, una inflación que supera el 50%, desánimo, desincentivo".

"No es casualidad que cada vez más argentinos y otros ciudadanos de la región vengan a vivir a Madrid, a vivir en paz, a ejercer su derecho a crecer tanto como su esfuerzo y su sacrificio les lleve sin ver cómo todo lo que han conseguido es pisoteado por la máquina de la subvención por sistema", agregó la dirigente española.

Gioja le respondió a Díaz Ayuso: “Se olvida que fueron ellos quienes vinieron a la Argentina en busca de ayuda”

Así lo sostuvo el diputado del Frente de Todos, tras las críticas al peronismo de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

El diputado del Frente de Todos José Luis Gioja salió a responderle este jueves a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien criticó al peronismo. “Se olvida que fueron sus connacionales españoles de la posguerra civil los que llegaron a la Argentina buscando ayuda”, le recordó el sanjuanino a través de su cuenta de Twitter.

Además, el vicepresidente segundo de la Cámara baja consideró que Ayuso “es una dirigente de poca memoria”, y atribuyó sus críticas al PJ por “ayudar a los más necesitados”, en alusión a que la española proviene de un partido conservador.

Durante un debate en el Pleno de la Asamblea de Madrid, la representante del Partido Conservador criticó las medidas del presidente español Pedro Sánchez, comparándolas con el peronismo. “El Gobierno de las mayorías nos va a llevar a la ruina: primero crean pobreza y, luego, crean ayuda del Estado como hacen los peronistas repartiendo subsidios”, lanzó Díaz Ayuso.

“Me niego a que el motor económico de España se instale en esa decadencia política y económica que está arruinando tantos países por el mundo. Aquí la gente quiere ser libre, quiere tener sus proyectos, quiere tomar sus decisiones”, agregó la dirigente española.

La necesidad de mostrar señales de unidad cuando las divisiones prevalecen

El presidente se esmera en mantener un protagonismo que las actitudes del propio oficialismo afectan. Ahora buscará en el Viejo Continente recuperar centralidad y distanciarse de las internas.

Por José Angel Di Mauro

Es obvio que Horacio Rodríguez Larreta debe haber seguido con sumo interés el resultado de las elecciones en Madrid, donde esta última semana Isabel Díaz Ayuso arrasó en las elecciones autonómicas. No solo porque la derecha del Partido Popular venció ampliamente a la coalición progresista del presidente Pedro Sánchez y su socio Pablo Iglesias, líder de Podemos. Este último había dejado su cargo de vicepresidente para liderar la candidatura de Podemos en Madrid, y tal fue la derrota, que anunció que dejará la política.

Recordemos que Podemos es una fuerza que tiene apenas 7 años de vida en España y se le atribuye financiamiento chavista y una gran simpatía mutua con el kirchnerismo.

Amén de cuestiones ideológicas afines, el jefe de Gobierno porteño debe haber reparado especialmente en las razones de la amplia victoria de Díaz Ayuso, una escéptica de las grandes cuarentenas que en nombre de la libertad resistió muchas de las medidas de aislamiento promovidas por el socialista Pedro Sánchez. Tan distintas son las realidades entre ambos países que no es aconsejable hacer extrapolaciones trasatlánticas, pero no pocos analistas trazaron los últimos días paralelismos entre lo sucedido en Madrid y la pulseada entre Nación y CABA.

Es probable que Larreta haya pensado mucho estos días en la experiencia madrileña en plena pandemia; pero tampoco debería desatender los sucesos en Colombia, donde el Gobierno ya ha retirado la reforma impositiva que desató una gran crisis en ese país, pero las protestas no cesan. El objetivo no tan oculto parece ser ahora la caída del gobierno de derecha de Iván Duque. Semejantes protestas recuerdan lo sucedido anteriormente con otro gobierno de derecha en la región, el chileno, que cesaron por imperio de la pandemia. Sin temor a equivocarse, es el destino que muchos analistas sugieren hubiera corrido Mauricio Macri en caso de haber resultado reelecto.

Más allá de esas reflexiones que el contexto internacional puede plantearle, Rodríguez Larreta celebró esta semana lo que en los días previos al fallo de la Corte Suprema ya era un secreto a voces: el revés del DNU impulsado por el presidente Fernández, que supuso un severo traspié para el Gobierno nacional. El jefe de Gobierno se pregunta por estos días si la Corte se animará en breve a fallar en el mismo sentido en una disputa que a él le interesa más que la presencialidad en las escuelas: la demanda por los fondos que Nación le retrajo a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Habida cuenta la confirmación del concepto de “provincia” que el Tribunal Supremo le reconoció a CABA, no debería extrañar que el fallo favoreciera también a Larreta, más allá de que muchos insistan con la teoría de las compensaciones.

Como sea, el oficialismo en pleno reaccionó para muchos de manera sobredimensionada contra la CSJN. Luego del tuit de Cristina Kirchner que comparó prácticamente el fallo cortesano con un golpe de Estado, el sector más duro del frente gobernante machacó insistentemente con el mismo concepto.

Hay quienes sostienen que una eventual sobreactuación frente al fallo judicial podría obedecer a la intención de tapar el escándalo del funcionario de Energía que se resistió a dejar el cargo pese a la decisión de Martín Guzmán, desairando en consecuencia también a Alberto Fernández.

Como sea, cuando ya el Gobierno presentía su traspié en la Corte se gestó la señal de unidad que pretendió brindar en Ensenada. El presidente apareció allí flanqueado por Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa -la dueña de los votos de la victoria, y el garante del triunfo por aportar el porcentaje faltante, respectivamente-, y dos metros más allá Axel Kicillof, para completar el eje del poder en el Frente de Todos. Por si hiciera falta explicar lo obvio, Alberto Fernández pidió retratar esa que definió como “la foto de la unidad”.

Más allá del fallido que vendría inmediatamente después, en boca del mandatario: “Aquí estamos los que estamos convencidos de lo que hay que hacer en la Argentina. Y no va a haber ni tapa de los diarios, ni sentencia judicial que nos lleve a hacer aquello que debemos hacer en favor de los argentinos”. Riesgos de quien habla mucho y todo el tiempo…

El esmerilamiento del ministro de Economía está en marcha y es una consecuencia obvia de no haber podido echar a Federico Basualdo, como se lo propuso. En la Rosada buscaron minimizar la situación afirmando que ese funcionario se irá cuando se calmen las aguas, pero no es lo que sugirieron fuentes de La Cámpora que, por el contrario, advirtieron que será Guzmán el que se vaya… cuando ellos quieran. No mucho más se puede esperar del titular del Palacio de Hacienda en este contexto.

Muy preocupado por las cuentas fiscales, Guzmán considera que no se puede dar más IFE y así y todo cada vez son más las voces del oficialismo que se lo reclaman. Sin medias tintas lo advirtió el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, que arrancó la semana  considerando “indispensable que continúe una política como es el Ingreso Familiar de Emergencia, y creemos que debemos reconvertir esas instancias en políticas para que no reciban ningún tipo de cuestionamientos”. El “Cuervo” Larroque es además secretario general de La Cámpora.

Habría que considerar que el discípulo de Joseph Stiglitz estaría decidido a dejar el cargo más temprano que tarde, y hay en el Gobierno quienes aclaran que antes concluirá las negociaciones con el Fondo Monetario, para darle un marco adecuado a su salida. Convencidos de que un eventual recambio no representará una mejora, el jueves el vocero del FMI, Gerry Rice, expresó un enfático respaldo al ministro. “Estamos plenamente implicados en las conversaciones con el ministro Guzmán. Es nuestro interlocutor en esas conversaciones”, dijo ante la pregunta sobre los problemas internos que debe afrontar por estos días. “Estamos plenamente implicados con él en este momento”, insistió el director de Comunicaciones del Fondo.

Pero no la tiene fácil Guzmán, a quien permanentemente desde el kirchnerismo duro le marcan la cancha. Lo hizo Fernanda Vallejos, que suele expresar el pensamiento de la vicepresidenta, y que relativizó la conveniencia de un acuerdo con el FMI, que a su juicio implicaría en el mediano y largo plazo la sujeción del país a “la supervisión y auditoría del organismo, lo que equivale a que ningún gobierno de signo popular pueda desarrollar su programa, sometido a los ajustes permanentes”.

Similar melodía se escuchó el jueves en la Cámara alta, donde a fines del año pasado los senadores oficialistas redactaron una carta que enviaron al FMI acusando a sus miembros de haberle dado “irresponsablemente” fondos al Gobierno de Mauricio Macri. Ahora, encabezados por el ultracristinista Oscar Parrilli, el oficialismo dio dictamen a un proyecto para que los fondos extra del FMI que llegarán al país -unos 4.350 millones de dólares- se utilicen para atender gastos por la pandemia y no para pagar deuda.  En sus negociaciones, Martín Guzmán tenía en el menú de opciones la posibilidad de usar esa plata para afrontar los vencimientos correspondientes a este año, mientras se dilataban las negociaciones con el Fondo, conforme lo que pide Cristina Kirchner de no arreglar con ese organismo antes de las elecciones. Con lo cual, esta decisión del oficialismo senatorial condiciona las negociaciones que lleva adelante el ministro. Al punto tal que durante el plenario que el jueves discutió este tema, el radical chaqueño Víctor Zimmermann preguntó a sus pares oficialistas si ese proyecto no podría llegar a entorpecer la negociación con el Fondo, y si el ministro Guzmán está de acuerdo con el mismo”.

Parrilli insistió en que estaban tratando de darle a Guzmán “una herramienta de qué decirle y plantearle al FMI”, y en consecuencia no hacían otra cosa que ayudar al Gobierno “para que cuando se siente a negociar, además del equilibrio fiscal, además del equilibrio comercial, además de pagar las deudas, hay que lograr un equilibrio social en Argentina”.

comision presuesto y hacienda senado oscar parrilli

El presidente se adecuó el viernes a esa sintonía. No solo anunció -en presencia de Guzmán- un refuerzo asistencial para los sectores más humildes, sino también mandó un mensaje a los acreedores, que “deberán esperar hasta que los argentinos recuperen la dignidad” para que se les pague.

Así y todo, por más esfuerzo que ponga el presidente en esa empresa, desde el kirchnerismo cada vez se preocupan menos de mostrar sus discrepancias, aun en detalles mínimos, como cuando Jorge Taiana planteó en ese plenario del Senado sobre los fondos extras del FMI que no le gusta “eso de Juan Domingo Biden” que AF repitió varias veces los últimos días. “Juan Domingo Perón era Juan Domingo Perón; el señor Biden debería llamarse en todo caso Franklin Delano Biden, porque es una política que intenta rescatar el New Deal de Roosevelt”.

En ese marco es que el presidente emprendió su postergado viaje a Europa. En un momento se había especulado con reducir la gira, pero finalmente se reflotaron todos los destinos y reuniones. Será una ocasión ideal para recuperar protagonismo, salir de la encerrona local, y buscar respaldos para las negociaciones con el Fondo.  Por eso Fernández subió al avión a Martín Guzmán, para alejarlo de paso de las impiadosas internas.

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