Se encuentra en ese país en guerra para interiorizarse sobre la situación de miles de niños “secuestrados por Rusia”. Tras votar sobre el veto, se pagará de su bolsillo los pasajes para regresar al país de sus antepasados.
En Chelm, última estación en Polonia antes de tomar el tren a Kiev, Ucrania.
La diputada nacional Lilia Lemoine viajó a Ucrania, invitada por dos ONGs, con la intención de visibilizar la situación que vive ese país en guerra con Rusia desde hace dos años y medio, y en particular para alertar sobre lo que está pasando con los chicos secuestrados durante la conflagración con el régimen de Vladimir Putin.
La legisladora nacional viajó acompañada por el parlamentario del Mercosur por La Libertad Avanza Iván Dubois, con quien realizó este viernes una transmisión en vivo a través de YouTube, en la que comparó lo que está haciendo Rusia con los menores, con lo que sucedió en Argentina durante la dictadura.
Luego de un extenuante viaje que detalló: París-Varsovia, desde allí en tren hasta Chelm, Polonia, y luego hasta Kiev, realizó con su compañero de viaje una transmisión en la que relató el objetivo de su presencia en Ucrania.
Recordemos que Lemoine integra el Grupo de Amistad Parlamentaria con Ucrania, y aclaró que esa travesía “no está paga por impuestos argentinos; son aportes privados a dos ONG extranjeras con sede en Kiev, que cubren pasaje, hoteles y hasta algunas comidas”.
Durante la transmisión, Dubois explicó que “cuando Rusia empezó a invadir Ucrania, a los enfermos se los dejaba tirados; a los ancianos les negaban atención y a los niños se los llevaban”. “Para protegerlos”, era el argumento, pero si bien “todo el mundo pensaba que después los devolverían, porque sus familiares seguían vivos”, dijo, eso no sucedió. Según Iván Dubois, “el Gobierno ruso, en un plan sistemático, ya lleva más de 16 mil niños secuestrados. Dato confirmado por la mayoría de las ONGs del mundo y los medios”.
Además, agregó, “cuando les daban papeles nuevos, les cambiaban el nombre y los asignaban a organismos del Estado para que los cuiden, e incluso a otras familias. Nenes muy chiquitos, no adolescentes”.

Junto a su compañero de viaje, Iván Dubois, relató el objetivo de la visita a través de un vivo de YouTube.
“O sea, están quitándole identidad a los chicos, y se los están llevando a Rusia para que sean rusos, no ucranianos”, afirmó Lemoine. Y continuó: “Chicos que nacieron en Ucrania y que tienen sus familias acá y que quizá no los vuelvan a ver porque no solamente muchos quedaron huérfanos, sino que además a muchos les cambiaron el nombre”.
Según Dubois, se sigue dando permanentemente una situación de “secuestro de niños, con la finalidad de cambiarles el pasaporte; son niños muy chiquitos, cambiarles la mentalidad, para que sean pro rusos y que tomen posesión de su propiedad privada que heredarían en una futura Rusia para los rusos que hoy es Ucrania”.
“Por eso estamos acá, para de primera mano informarnos de esa situación”, explicaron ambos legisladores.
Lilia Lemoine insistió en la necesidad de dar “visibilidad, porque Argentina es un país aliado de Ucrania, porque nuestro gobierno lo es. Es verdad que el kirchnerismo apoya a Rusia por alguna cuestión; sabemos que el Gobierno de Alberto Fernández fue pro Rusia, aunque también se expidió a favor de Ucrania cuando comenzó la guerra”.
Lemoine aclaró que ella no es especialista en el tema y que la asesoran Iván Dubois y Luciana Minassian, excompañera de lista en 2019. “Es una abogada en Derechos Humanos que fue quien empezó a contarme de la crisis de los niños secuestrados en Ucrania. Es con ella con quienes estamos trabajando varios temas también y planeando otras visitas, pero yo sé que mi presencia hace ruido. La mitad de la gente (está) burlándose, y la otra mitad tomándoselo muy en serio”, señalo´, agradeciéndole particularmente a los medios que se lo tomaron en serio.
Aclaró también que no es un riesgo tan grande el que están tomando, pues no están yendo a zona de guerra. De apellido Bolukalo, la diputada contó que ella es descendiente de ucranianos, de parte de dos desus abuelos, mientras que también tiene una abuela judía-polaca. Por eso Lemoine se definió como judía y descendiente de ucranianos, por lo que dijo tener “sobrados motivos para venir acá”, aclarando que las ONGs que los invitaron son las que se han hecho cargo de los gastos.
Lemoine aclaró que si bien ese viaje iba a durar varios días, tendrá que interrumpirlo pues debe volver a Buenos Aires para estar el miércoles que viene en la sesión que se hará para analizar el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. Cosa que le endilgó a “la UCR de (Martín) Lousteau, que insiste en ponerse del lado del kirchnerismo por el presupuesto universitario”.
“Tengo que volver al Congreso porque cada voto cuenta, así que si no es el domingo, será el lunes, pero voy a estar volviendo a Buenos Aires. Vuelvo a la sesión y después voy a invertir mi sueldo de 4 millones de pesos en volver (a Ucrania) y extender mi agenda”, explicó, remarcando que esas “no son vacaciones”.

El viaje en tren de 12 horas rumbo a Kiev.