Fuerte repudio de oficialistas y opositores a los sucesos registrados en Brasil

El asalto por parte de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro al Congreso Nacional de Brasil, el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, recibió la condena de legisladores argentinos.

No hubo grieta en el Congreso frente a los graves sucesos acontecidos en Brasilia este domingo, donde partidarios del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron en el Parlamento reclamando la salida del presidente recientemente asumido Lula Da Silva.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, repudió "de manera enfática la toma del Congreso Nacional de Brasil y le expreso toda mi solidaridad al presidente @lulaoficial. Estas acciones demuestran que la democracia se enfrenta al odio y que debemos combatir la intolerancia con más diálogo".

Desde el interbloque Federal, su presiente, Alejandro “Topo” Rodríguez, repudió y condenó “el intento de #GolpeDeEstado y la violencia en #Brasil, con la toma del Congreso, el Palacio Presidencial y el Tribunal Supremo. Solidaridad con el pueblo hermano de #Brasil y con @LulaOficial”.

La diputada oficialista Mónica Litza escribió: “Repudiemos fuerte el intento de golpe de Estado en #Brasil. No nos dejemos engañar por falsos ideologismos. Acá está en juego el gobierno constitucional elegido por el pueblo brasileño. #FuerzaLula”, en tanto que su par Cristina Britez tuiteó: “Con Lula. Con la democracia.  Fuerza Brasil”.

A su vez, la secretaria Parlamentaria del bloque oficialista de la Cámara baja, Paula Penacca, repudió “las acciones golpistas y violentas llevadas adelante por grupos bolsonaristas en Brasilia. Defender la democracia en la región es una tarea fundamental”.

Y agregó: “Todo nuestro apoyo al gobierno y al pueblo hermano de Brasil. Fuerza, compañero @LulaOficial”.

El senador nacional radical Martín Lousteau expresó también su “repudio absoluto al ataque a las instituciones de Brasil” y manifestó su apoyo al presidente Luis Inácio Lula da Silva. "Repudio absoluto al ataque a las instituciones de Brasil. Todo mi apoyo al presidente Lula y al pueblo brasileño en este ataque a la democracia”, tuiteó.

El diputado nacional del Frente de Todos Daniel Arroyo se solidarizó también con el presidente Lula y expresó “el más enérgico repudio a los grupos que actúan con pura violencia contra las instituciones, por fuera de cualquier regla. El camino siempre es la democracia”.

El presidente Lula decretó la intervención federal de Brasilia.

Por su parte, el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, condenó “los episodios de violencia contra las instituciones democráticas de Brasil. El respeto por el Estado de Derecho en toda la Región debe ser sin condicionamientos. Nuestra solidaridad a @LulaOficial y al pueblo brasileño”.

El legislador porteño Marcelo Guouman también expresó su “enérgico repudio a los actos vandálicos que atentan contra la República y contra la Democracia. Apoyo al presidente @LulaOficial y al pueblo de Brasil”.

“Condenamos los episodios de violencia y el asalto a los tres poderes del Estado en Brasil. Las instituciones democráticas deben ser respetadas siempre, nuestra solidaridad con @LulaOficial y todo el pueblo de brasileño”, expresó por su parte la Coalición Cívica.

La diputada Marisa Uceda se solidarizó también con el pueblo brasileño y conLula “ante el intento de Golpe de Estado que militantes del bolsonarismo y la extrema derecha realizaron hoy a través del ataque a los edificios gubernamentales de Brasilia. #NuncaMas #DemocraciaParaSiempre”, mientras que la entrerriana Blanca Osuna tuiteó: “Máximo repudio al intento de golpe de estado contra el gobierno democrático del Presidente Lula”.

El presidente del bloque radical Mario Negri escribió por su parte: “Expreso mi absoluto repudio al asalto violento de las instituciones en Brasilia. ¡Espero que prevalezca el orden y la democracia en todo Brasil!”.

La vicepresidenta de ese bloque de diputados nacionales, Karina Banfi, expresó: “Grupos de extrema derecha que apoyan al expresidente Jair Bolsonaro usurpan el Congreso de Brasil en Brasilia. Mi más enérgica condena a estos actos vandálicos ajenos a toda República y respeto por la Democracia”.

El titular del bloque Pro de diputados, Cristian Ritondo, señaló: “Lo que está pasando en Brasil es muy grave. Desde Juntos por el Cambio siempre vamos a estar en contra de la violencia, porque sin democracia no hay libertad”.

El diputado provincial del frente de Todos Rubén Eslaiman señaló: “Como hombre de la democracia y diputado de la Provincia repudio enfáticamente el intento de golpe de Estado de la derecha reaccionaria y expreso toda mi solidaridad con el presidente de Brasil Lula”, al tiempo que el diputado nacional Federico Fagioli tuiteó: “A una semana de la asunción de @LulaOficial, Bolsonaristas invaden las sedes de los tres Poderes en #Brasilia: Congreso, Presidencia y corte suprema. Repudio absoluto a este intento de golpe de estado y total apoyo a Lula. Es un ataque a la Democracia, esto no puede pasar”.

El Partido Solidario (PSol), que preside el diputado Carlos Heller, expresó su “repudio al ataque a la democracia llevado a cabo contra el gobierno y el pueblo brasileño por partidarios ultraderechistas del bolsonarismo. Manifestamos nuestra solidaridad con el gobierno legítimo del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva elegido democráticamente por su pueblo en las recientes elecciones”.

Agregaron que “el pronunciamiento del presidente argentino Alberto Fernández fue elocuente, expresando ‘el apoyo incondicional del Gobierno y el pueblo argentino al Presidente Lula y no permitir nunca más el regreso de los fantasmas golpistas’”, y consideraron que “este intento antidemocrático afecta a todos los pueblos de nuestro continente. La ciudadanía popular brasileña, liderada por su presidente Lula Da Silva con el apoyo solidario de las democracias americanas, saldrá airoso de esta nueva encrucijada”.

Guarangadas políticas en una cultura decadente 

Por Nancy Sosa, periodista. Tras las elecciones presidenciales celebradas en Brasil, la autora analiza la coyuntura social y política del país y la región.

Se creyó, al menos en Argentina, que Cristina Fernández de Kirchner fue la única guaranga, capaz de no reconocer su derrota electoral en 2015, ni entregar los atributos residenciales al nuevo presidente Mauricio Macri. El pasado domingo 30 de octubre Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, repitió ese acto de mal gusto y no reconoció el triunfo de su contendiente Ignacio Lula Da Silva. Se fue a dormir. 

Como se ve, las guarangadas políticas no son exclusivas del país más austral del mundo, tampoco reconoce derechas ni izquierdas, simplemente emergen como actitud humana de pésima calidad que impide, a quienes no pueden controlar sus pasiones, manifestar respeto y buenas costumbres en situaciones de adversidad electoral. 

La mezquindad suele imponerse en esos casos esporádicos para revelar la verdadera estatura de un hombre o una mujer, habla del flojo talante de la persona y proyecta hacia el electorado las peores cualidades de alguien carente de conocimiento real del juego de la política dentro del sistema democrático. El egoísmo deja sobre la mesa sus ropajes de autoritarismo provenientes tanto del populismo de la derecha como el de la izquierda. 

Ese autoritarismo evidencia con ese simple gesto las características de una cultura política inconveniente para los países que quieren crecer, porque genera grieta, divisiones enormes en los pueblos, y lega herencias de pésimos hábitos en la vida cotidiana de cualquier nación. 

Desde el encumbramiento del kirchnerismo en Argentina, allá por 2003, y luego de 16 años de ejercer el poder, quedó establecido por ejemplo que hacer uso de las arcas del tesoro nacional para generar obras públicas de las cuales devienen coimas como si fuesen una religión, es lo común y natural durante el ejercicio del poder. No es que antes no hubiera existido esa costumbre, pero la impunidad hizo que la naturalizaran en extremo. Sellado a fuego quedan las pruebas palmarias que saldrán cuando emerja con fuerza la causa jurídica denominada “de los cuadernos”. 

¿Es acaso saludable para una sociedad tomar como un hecho aceptable la vigencia de la “coima” como mecanismo para conseguir adjudicaciones de obras públicas? ¿Está bien que funcionarios de un gobierno deambulen portando bolsas con billetes de dólares o euros entre las oscuras horas de las noches? ¿Es “lógico” que algunos miembros de la clase política terminen sus mandatos o funciones con su patrimonio enriquecido sin ninguna explicación? 

Esa cultura tuvo muchos años de construcción para impregnar de malos hábitos a parte de la sociedad argentina, por ejemplo, al admitir como “normal” encerrarse en la casa desde las seis de la tarde para evitar ser atacado en las calles por delincuentes sin frenos ni miramientos. La amenaza a la seguridad personal y social creada por esta cultura del “dejar hacer” desde el gobierno, mirando hacia otro lado, crea un manto de terror y miedo que paraliza a ese otro sector de la sociedad que eligió trabajar, estudiar, esforzarse para ser cada día un poco mejores. La inseguridad se convirtió en un aliado de los gobiernos desde el mismo momento en que el propósito de quienes detentan el poder fue adormecer al pueblo para seguir gobernando sin dar cuenta de sus actos. 

La Justicia será una de las grandes deudoras en esta herencia. Al cúmulo de causas pendientes, con prisiones preventivas por doquier sin que llegue a tiempo -jamás- un juicio para los hacinados en las cárceles se agrega la falta de control dentro de ellas, donde los capo mafias siguen mandando en el negocio del narco afuera de esas paredes. La justicia será responsable de dejar en libertad por orden de sus mandantes en el poder de turno a decenas de miles de delincuentes que vuelven a las calles para seguir delinquiendo, libres como pájaros, desparramando el terror en las calles de las zonas urbanas donde la policía ya tiene medo hasta de patrullar. Se ha perdido la autoridad de las fuerzas de seguridad y bien puede decirse que “por algo será”. Hacia el interior de esas fuerzas se despliega un mundo de corrupción y abuso nunca develado. 

Pero la cultura que inevitablemente se heredará tiene rasgos peores que el anteriormente descripto. Dejará in situ un escenario inmenso de pobreza en la Argentina, dentro del cual el padecimiento de los que trabajan, pero no les alcanza para comer, se juntará irremediablemente con los que no saben lo que es el trabajo y los que no conocieron desde sus abuelos lo que es la cultura del trabajo, que tuvo tanto valor en otros momentos de la historia. 

Esta cultura genera en los más jóvenes que no es importante cumplir con los horarios de ingresos a sus tareas, y por el contrario cualquier excusa viene bien para faltar porque el esfuerzo no es equivalente al salario. O porque la ganancia de un sueldo no supera lo que se gana con la suma de varios planes sociales que, a su vez, alimentan la vagancia, la dejadez y la ausencia de proyectos para crecer. 

El hambre ya no es un juego, es una realidad cotidiana. Y asombra porque en este país “siempre hubo un palo en donde rascarse”, siempre hubo un plato de comida para convidar al vecino atormentado y con vergüenza. Hoy las ollas populares, los comedores o comederos, se cuentan de a miles, no son la excepción, son la “normalidad” y no solamente en las villas de emergencia o villas miserias. Hasta eso quieren hacer: cambiarle el nombre a la miseria. En el medio siempre hay un negocio en algún comedor donde un amigo del poder hasta vende los productos destinados a darles una comida a los hambrientos. 

La herencia cultural va despuntando cada día más en la educación, donde ya no se trata de tener ocho hojas rayadas o cincuenta como lo fue en la década del 60, cuando, pese a todo, se estudiaba y con ahínco, dedicación y ganas de llegar a ser mejores, con sueños de ingresar a una universidad. Hoy, la costumbre es que, por “h” o por “b”, las clases no se dan, los maestros faltan, abundan los feriados, las currículas no se cumplen, los docentes no se actualizan, faltar a clase es “normal”, y las calificaciones permiten pasar a un estadio superior sin haber estudiado. La nueva cultura kirchnerista impuso que el alumno tiene más razón que el docente, que el respeto se diluye con los reclamos de padres exaltados, y que el peligro de agresión de los alumnos a los docentes avanza sin límites. 

En el ámbito de la salud el panorama se agrava día a día. Se ha vuelto una costumbre que en los hospitales atiendan a medias, o no atiendan. Los turnos en las obras sociales, las prepagas, el PAMI y los hospitales públicos se otorgan con meses de anticipación, sin importar la gravedad del enfermo. Los insumos escasean en todos los sectores para ricos y para pobres. Los médicos y los enfermeros trabajan con sueldos miserables, en pésimas condiciones de infraestructura, en instalaciones donde las refacciones se hacen esperar por años. Y eso ya se vuelve “natural”. 

La calle de las grandes urbes se ha convertido en un infierno con la instalación -quizás de por vida- del hábito de reclamar cortando el tránsito, alterando la circulación de la vida cotidiana, estableciendo una lucha de clases nunca deseada porque ese es un concepto del pasado. Nadie quiere que haya gente sin trabajo, sin comida y sin futuro. Pero hay unos miles que detestan a los que trabajan, a los que viven mejor que ellos, a los que se esfuerzan por tener una existencia digna y disfrutan de cierta tranquilidad económica. Ese conjunto de personas ideologizadas malamente por unos pocos ha generado la gran confusión, enfrentando a unos con otros argentinos. Y hasta es política de estado eso de ir contra la riqueza de unos pocos. Pero es una mentira, porque quienes lo promueven tienen muchísimo más que los que persiguen, y están en el poder utilizando herramientas de dominación que producen solamente inequidad para arriba y para abajo. Son los mismos que han creado la cultura del pobrismo. 

La cultura del pobrismo es el peor dato de la herencia que se recibirá el año que viene cuando las nuevas elecciones presidenciales le pongan coto a este desbande, en el que un sector de la sociedad adepta al ideologismo de un populismo berreta cree que las transformaciones y los cambios en una nación pasan por el uso del lenguaje inclusivo y la aceptación de la política de género. 

El paso del tiempo ha ido dejando estos mojones de una cultura quebrada que habrá de reconstruirse, no para retornar al pasado anterior a la destrucción cometida por el kirchnerismo, sino para generar una actualización en las normas que permitan abandonar el estado de anomia que está deflecando una sociedad por la falta de rumbo claro y concreto, positivo y creciente, adaptado a la época de la sociedad del conocimiento, de la información, de la revolución tecnológica y la convergencia digital. 

Esa cultura tamizada en conceptos de una vieja escuela nacida con la Guerra Fría, donde la obligatoriedad era transitar entre dos bandos bien marcados, hoy debe desaparecer para acomodarse a los nuevos tiempos en que la globalización multilateral, las sociedades del consenso y el anhelo por la paz se imponen y buscan erradicar precisamente las hilachas de una humanidad cansada de tanto tironeo superfluo e inútil. 

La nueva mirada sobre el mundo en que se aspira a vivir busca revisar conceptos vetustos y actualizar el sentido de metas mundiales, por ejemplo analizar si la igualdad no implica uniformidad, si la desigualdad en los pueblos se resuelve solo con la economía, si la sociedad del rendimiento nos está agotando, si la libertad individual debe ser absoluta en desmedro del conjunto, si la distribución de la riqueza es verdaderamente una solución para la equidad, si la confrontación entre los mercados y el estatismo rinde frutos, si se elige la creación de trabajo en vez de fomentar la asistencia social permanente con planes impagables, entre tantos otros temas. 

Lo único cierto, después de este breve análisis, es que las cosas así, como están, no van más. 

Cómo repercutió la victoria de Lula en el oficialismo y la oposición

El oficialismo celebró el resultado registrado en Brasil. Pero también desde Juntos por el Cambio resaltaron el resultado registrado en el principal socio comercial argentino.

Luiz Inácio Lula da Silva será el nuevo presidente de Brasil. Así lo establecieron las elecciones de este domingo: un balotaje que fue mucho más ajustado de lo previsto y que se definió por apenas décimas, y que fue celebrado en nuestro país sobre todo por el oficialismo.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue la primera voz en pronunciarse: “Hoy más que nunca, amor y mucha felicidad. Gracias pueblo del Brasil. Gracias compañero Lula por devolverle la alegría y la esperanza a nuestra América del Sur”, tuiteó la exmandataria.

Casi al mismo tiempo, el presidente Alberto Fernández consideró que el triunfo de Lula “es merecido y le hace muy bien a la región”, anticipando que el vínculo entre ambos países “seguramente será mucho más profundo y más realista y sincero, y eso no es poca cosa”.

“Los brasileros llevaron a Lula al lugar en el que está hoy, es merecido y le hace muy bien a la región. Lula es un líder regional muy importante y la relación entre Argentina y Brasil debe ser indestructible, más allá de quien gobierne”, agregó en declaraciones a Radio 10.

Pero también desde la oposición se pronunciaron. El primero desde Juntos por el Cambio fue el jefe del bloque radical de la Cámara baja, Mario Negri, quien felicitó al pueblo brasileño, y advirtió que “Lula deberá hacer esfuerzos para gobernar para todos en una nación polarizada. Brasil, la región y el mundo precisan paz, respeto a las instituciones y cooperación”.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, destacó por su parte: “La Avenida Paulista llena de esperanza Latinoamericana. Gracias @LulaOficial por resistir siempre”.

A través de un comunicado, el Comité Nacional de la UCR expresó por su parte su beneplácito frente a “la gran jornada democrática protagonizada por el hermano pueblo de Brasil”, felicitando a Lula por su triunfo y confiando en que “su liderazgo en la mayor democracia del continente contribuirá a fortalecer los vínculos de amistad y cooperación entre nuestras dos naciones, en el camino de integración latinoamericana que inauguraron los presidentes Alfonsín y Sarney al sembrar las bases para la creación del Mercosur”.

Empate electoral en Brasil

Por Jorge Horacio Gentile*. El análisis de los comicios brasileños da pie al autor al debate sobre la implementación de la boleta única en nuestro medio.

El 2 de octubre pasado, en el quinto país más extenso de la tierra, Brasil, utilizando urnas electrónicas, se realizaron en forma impecable elecciones, donde se elegían presidente y vicepresidente de la República, gobernadores y vicegobernadores, diputados y senadores federales y legisladores de los 26 estados que conforman dicha federación, y en su capital, Brasilia.

Un empate fue el inesperado resultado; entre dos veteranos políticos, que se postulaban para la presidencia, junto a otros 7, que no alcanzaron el 10 % de los votos.  Por un lado, Luiz Ignacio Lula da Silva; un ex presidente, que lo fue dos veces, de 77 años, de centro izquierda y que estuvo 580 días preso por una causa del “Lava Jato” (auto lavado) que luego fue anulada por razones formales por el Supremo Tribunal Federal; y, por otro, por el actual presidente, Jair Messías Bolsonaro, un derechista de 67 años, capitán retirado del ejército, que fue diputado federal entre 1991 y 2019. Lula triunfó en 14 estados y Bolsonaro en 11 y en el Distrito federal.

Las encuestas preelectorales, ya que no hubo en “boca de urna”, pronosticaban el triunfo de Lula en primera vuelta por más del 10 % de los votos, pero sólo obtuvo el 48,4% contra el 43,2% del actual presidente, y, por no haber obtenido la mitad de los sufragios positivos, ambos disputarán la primera magistratura en una segunda vuelta, el próximo 30 de octubre.

Bolsonaro tendrá mayoría en el Congreso, entre los electos por primera vez hay 3 diputadas “trans”, 2 indígenas y un joven diputado de 26 años, Nicolás Ferreira, que obtuvo 1,4 millones votos, el mayor número de la historia.

Este sistema electoral electrónico, que funciona a la perfección desde hace más de 25 años, le permitió votar a 123.682.372 personas, el 79,05% de la población, donde los sufragistas presionaban botones que indican en la urna electrónica un número que identificaba a los candidatos. Por ejemplo, para presidente, el de Lula era el número 13 y el de Bolsonaro el 22. Luego de apretado, podían utilizar el botón que decía: “anulado”, si se hubieran equivocado o deseaban cambiar por otro, o el de “confirmado”, que daba por emitido el voto.

Hubo solo 2,82% votos nulos y el 1,59 en blanco. La organización y el control estaba a cargo de eficientes tribunales y policías electorales, como pudimos comprobar, lo que se parece mucho al que tiene la India, la democracia más poblada del mundo, donde cada 5 años votan hasta 900 millones de persona, también con urnas electrónica.

Como argentino me gratificó la jornada cívica que pude vivir, donde no estuvo ausente lo emocional, porque pudimos apreciar el entusiasmo de las manifestaciones que apoyan a los dos candidatos principales. Si lo comparamos con nuestras elecciones, donde se sigue votando con millones de boletas de panel, en comicios que terminan con escrutinios cuyos resultados recién se conocen al día siguiente, cuando no hay impugnaciones que lo retrasen aún más.

Es inconcebible que sigamos discutiendo en nuestro país si se adopta la “boleta única”, que ya tienen Córdoba y Santa Fe, y que fue proyectada por primera vez por el diputado provincial de Córdoba Teodosio Pizarro en el año 1959. El voto electrónico parece imposible.

La Constitución de Córdoba en su artículo 78,2, innovó en 2001, al establecer el voto de preferencia, que permite, como en Brasil, que el elector pueda cambiar el orden de las listas de legisladores que proponen los partidos, para luego hacer el reparto proporcional; porque, casi siempre, los que confeccionan dichas boletas las encabezan con parientes o punteros para favorecerlos, relegando a los más capaces y honestos. Es de lamentar, esto nunca se aplicó por no ser reglamentado.

*Observador en Brasilia y San Pablo de las últimas elecciones de Brasil, profesor emérito de las UNC y la UCC, presidente de la Asociación Argentina de Derecho Parlamentario y fue diputado de la Nación.

Tolosa Paz desde Brasil: “Es muy posible el regreso de Lula a la presidencia”

La diputada del Frente de Todos dijo que "no esperaba tanta diferencia" entre ambos candidatos. Pronosticó que "todavía hay un 10%" que puede "apoyar" al expresidente en segunda vuelta.

La diputada nacional Victoria Tolosa Paz (FdT) participó este domingo como observadora internacional en las elecciones de Brasil y, tras el triunfo de Lula da Silva sobre Jair Bolsonaro por más de cuatro puntos, sostuvo que el regreso del exmandatario como presidente brasileño “es muy posible”.

Entrevistada por Radio Perfil, la legisladora manifestó que “no esperaba que hubiese tanta diferencia de votos entre Lula y el oficialismo”, aunque la contienda se resolverá finalmente el próximo 30 de octubre en balotaje.

De cara a esa segunda vuelta, la bonaerense analizó: “Lula le sacó más de cuatro puntos de diferencia a Bolsonaro y todavía hay un diez por ciento que puede apoyarlo".

"Simone Tebet, que salió tercera, fue otra sorpresa, que las encuestas no acertaron, pero ya no sorprende nada porque siempre dan pronósticos que no terminan ocurriendo. En 2019 daban ganador a Juntos por el Cambio en primera vuelta y eso no estuvo ni cerca de ocurrir”, recordó la diputada "albertista".

Al recordar que en sus anteriores mandatos Lula da Silva también accedió a la presidencia a través de triunfos en segunda vuelta, Tolosa Paz remarcó que en caso de ganar y asumir un nuevo gobierno, “tendrá un contexto difícil para gobernar porque en ambas cámaras hay muchos legisladores que responden a Bolsonaro”.

La diputada Souto viaja a Brasil en apoyo a Lula  

La legisladora del Frente de Todos presenciará los escrutinios del resultado de la elección presidencial, junto a dirigentes del Partido de los Trabajadores.

La diputada nacional Natalia Souto (FdT) viajó este viernes hacia Brasil para participar de varias actividades organizadas por los partidos de los Trabajadores, y Socialismo y Libertad brasileños para acompañar el acto en apoyo al candidato Lula Da Silva en el marco de las elecciones presidenciales de este domingo dos de octubre.

Entre otras actividades, la legisladora se hará presente el sábado a las 16 en el seminario de política internacional del PT, participará en la actividad de Recepción de Delegaciones Internacionales en el Hotel Nobile Downtown, organizada por el PSOL y el domingo estará en el seguimiento del escrutinio junto a dirigentes de dichos partidos.

Así Souto, como otros dirigentes y legisladores del Frente de Todos manifestaron su apoyo público con el expresidente brasileño, quien se enfrentará al actual jefe de Estado brasileño Jair Bolsonaro, entre otros nueve candidatos, en una nueva jornada electoral presidencial.

Obsesionado con la deuda, Alberto debutó en G20 de manera presencial

Entre las consecuencias inesperadas que sumó la pandemia, Alberto Fernández debió limitar en extremo sus contactos internacionales, que ahora retoma con la vuelta a la presencialidad en el G20, donde hasta se cruzó con Bolsonaro, al que solo había visto por Zoom y siempre con el ceño fruncido.

Por José Angel Di Mauro

Generó cierta inquietud la reunión del miércoles pasado entre Juan Manzur y Marco Lavagna. Fue en Casa Rosada, duró una hora, y el titular del INDEC se retiró sin hacer declaraciones. No ha habido objeciones por el papel del organismo encargado de manejar las estadísticas desde su normalización durante el anterior gobierno, ni tampoco en el actual.Pero a pocos días de una elección trascendental y siendo la inflación el principal problema que aflige a los argentinos, ese encuentro generó suspicacias.

Como la que sugirió la diputada de la Coalición Cívica Paula Oliveto, que tuiteó: “Parece que Manzur llamó a Lavagna para darle instrucciones sobre el control de precios. Otra vez estamos empezando a ver cómo se pretende manipular las estadísticas y ocultar la inflación”. Lo hizo para meter presión, sobre todo a Lavagna, quien ha dejado trascender a través de allegados que se irá, antes de que le pidan hacer cualquier dibujo. No es que se lo hayan sugerido tampoco; en rigor, solo se dijo que en ese encuentro se habló de los precios. “Fue una reunión de seguimiento de los distintos indicadores que maneja el INDEC para ver cómo viene la evolución de cada uno de ellos”, dijo el propio Lavagna a través de un audio que difundió la Jefatura de Gabinete.

Eso sí, aunque Manzur acostumbra a subir a su cuenta de Twitter fotos con todos los que lo visitan, esta vez no hubo una de su encuentro con Lavagna.

La inflación de octubre se revelará el 11 de noviembre, según el cronograma adelantado por el INDEC. El congelamiento de precios dispuesto por Roberto Feletti apunta fundamentalmente a ese dato que se conocerá tres días antes de ir a votar. Pero no puede hacerse magia y el número que se conocerá ese día no sería muy distinto de los que vienen registrándose. Una consultora tiene medido 3,2 puntos. El gobierno espera menos, pero nadie garantiza milagros.

Ni siquiera el Papa Francisco, con el que el mandatario no pudo verse en su visita a Roma, a pesar de haber hecho ingentes esfuerzos: primó la postura pontificia de evitar esas fotos en plena campaña electoral. La razón más poderosa -dicen quienes mantienen aceitados contactos con el Vaticano- está en el enojo de la Iglesia por la legalización del aborto. Bergoglio acepta que era una promesa de campaña del Frente de Todos, pero no justifica que se haya impulsado su tratamiento en plena pandemia.

Tampoco encontró milagros el Presidente en su corta gira europea. Ese asiento ganado en el G20 en tiempos de Carlos Menem les asegura a los mandatarios argentinos un contacto periódico con los líderes mundiales, pero por la pandemia Alberto Fernández había debido resignarse a la virtualidad. Por fin tuvo su debut presencial en ese organismo, donde pudo cruzarse con Joe Biden y hasta se saludó afectuosamente con Jair Bolsonaro, con el que había tenido siempre un trato distante, limitado al Zoom. Perjuicios de la pandemia, que afectó también las relaciones bilaterales.

Fernández tuvo finalmente su primer encuentro cara a cara con Bolsonaro, y fue a pura cordialidad. (Foto: Presidencia de la Nación)

Allí Fernández volvió a hablar con sus colegas de la obsesión argentina: la deuda. No la tiene sencilla el Presidente, que debe expresar afuera un discurso que tiene como precedente el endurecimiento del tono que en esa materia vienen exhibiendo los principales dirigentes del oficialismo. No solo ellos: en vísperas del encuentro de Alberto Fernández con Kristalina Georgieva, la CGT emitió un comunicado en el que respalda un endurecimiento de parte del gobierno: “Acompañamos y apoyamos decididamente la firme posición de nuestro Presidente de no sumar nuevos impedimentos o postergaciones a la reparación del tejido social”, expresa el texto que enfatiza a continuación que “los acuerdos deben alcanzarse teniendo presente las consecuencias sociales provocadas por el irresponsable endeudamiento externo”.

La referencia a la deuda es solo una parte del comunicado difundido luego de un encuentro que Héctor Daer mantuvo el viernes con el jefe de Gabinete -del que sí hubo foto-, y allí la central obrera se despacha con advertencias hacia los empresarios a los que exige “asumir la responsabilidad y no esconderse detrás de la inasible cadena de producción”. La central obrera se encolumnó así detrás de la campaña oficial contra la inflación a través de un controvertido congelamiento. Y en tren de sintonizar con el gobierno es que también se alinearon con el discurso sobre la deuda.

Aunque ante los empresarios a los que citó en Casa Rosada para contarles cómo avanza la negociación con el FMI, el Presidente se esforzó en dejar claro que está buscando “el mejor acuerdo posible”, y que se cerrará en diciembre, ya no hay quienes descarten la posibilidad de que al final no haya acuerdo. Eso se piensa a partir de la decodificación de los discursos del ala más poderosa del frente gobernante. A pesar de que en esos mismos mensajes se insista en recordar que ellos “siempre pagaron las deudas que dejaron otros”.

Parte de la campaña endurecida del oficialismo incluye chisporroteos con Estados Unidos. En vísperas de que Alberto Fernández buscara una foto con Biden, el senador Oscar Parrilli la emprendía en la Cámara alta contra el futuro embajador norteamericano en la Argentina, Mark Stanley, quien durante la audiencia que mantuvo con el comité evaluador del Senado norteamericano hizo declaraciones sobre la situación de nuestro país y en ese contexto señaló que -palabras textuales del senador Parrilli atribuidas a Stanley- “es responsabilidad de los líderes argentinos llevar adelante un plan macroeconómico que devuelva estabilidad al país, y la consagración de un acuerdo con el Fondo”.

Para el senador que sin duda expresa el pensamiento vivo de la vicepresidenta, son declaraciones inadmisibles y llegó a comparar a Stanley aun antes de su designación con Spruille Braden. Lo cierto es que el futuro embajador habló de la necesidad de conocer “un plan”, precisamente cuando al presidente Fernández no dejan de recordarle que supo vanagloriarse por no creer en los planes.

Alberto Fernández se cruzó con Joe Biden en la reunión del G20. (Foto Presidencia de la Nación)

¿Acaso previendo una derrota más severa el 14 de noviembre es que el kirchnerismo se repliega, tratando de consolidar su discurso para los propios? Es la pregunta que muchos se hacen. Porque en el oficialismo parecieran dar por descontada la derrota electoral, lo cual se transmite con una campaña electoral desarticulada y en la que los resultados del Ejecutivo no llegan. Con sobreactuaciones como la de Martín Guzmán tildando de “antiargentinos” a la oposición, o la candidata principal bonaerense atribuyéndole a JxC impulsar un “golpe blando”. Ningún manual de campaña oficialista sugiere alentar la posibilidad de que el gobierno propio puede caer…

Con las PASO como antecedente, los encuestadores casi que hacen “la plancha”, y se limitan a esbozar que poco ha cambiado respecto del resultado de septiembre, aunque el ausentismo récord de entonces sugiere la posibilidad de modificaciones, incluso de resultados. Con todo, advierten que en la provincia de Buenos Aires se percibe cierta mejora de Victoria Tolosa Paz, pero también una suba de Diego Santilli, con lo que el repunte oficialista no sería suficiente.

CB Consultora Opinión Pública acertó en septiembre los resultados en 7 de las 8 provincias en las que se eligen senadores, y hoy asegura que no habrá modificaciones respecto de las PASO. Si así sucede, Cristina Kirchner tendrá que resignarse a que el Frente de Todos pierda la mayoría en el Senado. El oficialismo tiene garantizados los triunfos en Tucumán y Catamarca, como así también JxC en Córdoba, Mendoza, Corrientes y Santa Fe. Las expectativas para revertir las tenía el gobierno en Chubut y La Pampa, mas el conflicto mapuche le habría puesto clavos al cajón de la derrota del FdT en la primera, mientras que en territorio pampeano el enojo de Carlos Verna con el gobernador al que él eligió sería lapidario para las aspiraciones de revertir el cuadro.

Sí podría darla vuelta el Frente de Todos en otras provincias donde no eligen senadores, pero vale para sumar diputados. Es el caso de San Luis, donde el 1-2 del 12 de septiembre podría transformarse en 2-1 en noviembre.

A 17 días de las elecciones, Mauricio Macri se presentó en Dolores para ser indagado, hecho que terminó en un papelón del juez Martín Bava. Tras la fallida declaración del expresidente, Alberto Fernández se apresuró a firmar el decreto que releva a Macri del secreto de inteligencia. Quienes ven en esto un trasfondo electoral no dudan en ratificar sus sospechas ante la prisa del magistrado, que volvió a citar al expresidente para el miércoles 3 de noviembre.

Fuentes judiciales dan por descartado que el juez Bava procesará a Macri antes de las elecciones, de ahí la premura. 

¿Será el 11 de noviembre, el mismo día en el que se anuncie la inflación de octubre? Toda una coincidencia.

Tras proponer la pena de muerte, un diputado ahora busca facilitar el acceso a armas de fuego

Se trata del neuquino Francisco Sánchez, del Pro, quien adelantó que imitará al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

Luego de proponer la pena de muerte para violadores y homicidas de niños, el diputado nacional Francisco Sánchez (Pro-Neuquén) adelantó que presentará un proyecto de ley para facilitar el acceso a armas de fuego a “ciudadanos decentes”.

Sánchez anticipó que imitará al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que hace pocos días anunció que implementará medidas para que los “ciudadanos de bien” cuenten con facilidades para estar armados.

“Bolsonaro quiere facilitar el acceso a las armas de los ciudadanos decentes. Lo mismo vamos a presentar este año en el Congreso, porque más de 30 años de garantismo solo han servido para desproteger a los trabajadores honestos que levantan este país”, afirmó Sánchez en su cuenta de Twitter.

Recientemente, Bolsonaro señaló: “Hemos batido el récord en relación a 2019. Más del 90% en venta de armas, pero todavía es poco, tiene que aumentar más”.

Sánchez informó que propondrá la misma medida en el Congreso y se sube así a una nueva polémica, luego de proponer aplicar la pena de muerte contra violadores y asesinos de menores de edad.

Ofelia Fernández salió a contestarle a Bolsonaro

Fue luego de que el presidente brasileño cuestionara la aprobación en la Argentina de la ley del aborto.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, alzó la voz el miércoles, tras la aprobación en nuestro país de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. El polémico mandatario cuestionó duramente la decisión de los senadores argentinos y aclaró que en su país eso no ocurrirá, al menos mientras él sea presidente.

Quien aquí le salió al cruce fue una legisladora porteña del Frente de Todos, Ofelia Fernández. Con dureza, tuiteó: “Muy buena la opinión que nadie te pidió, aprovecho para recomendarte que no te relajes que a la fuerza feminista latinoamericana en Brasil se le suma la furia por Marielle. Suerte, esto recién empieza”.

Previamente la diputada porteña había celebrado la aprobación de la ley y expresó: “Abrazo enorme a las compañeras latinoamericanas, ojalá esto les de fuerza para ganar los derechos que se merecen. Hasta que todo sea como lo soñamos, juntas”. Y graficó su deseo escribiendo en mayúsculas: “QUIERO VER VERDE EL MAPITA”.

Argentina y Brasil ajustan su relación bilateral para impulsar al Mercosur

Por Delia Flores. Especialista en Mercosur, la autora analiza la reunión entre los presidentes Alberto Fernandez y Jair Bolsonaro.

La reunión virtual entre el presidente argentino, Alberto Fernández, y su par brasilero, Jair Bolsonaro, dejó atrás las tensiones comerciales entre ambos países.

Desde el gobierno brasilero, indicaron que en el encuentro los dos mandatarios acordaron renovar los contactos e impulsar los temas de interés común.

Esta es una buena noticia, ya que de ahora en más, la relación bilateral entre Argentina y Brasil se enfocará en superar  los desafíos  ocasionados por la pandemia de Covid-19.

Según el comunicado del Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería de Brasil “la reunión proporcionó una oportunidad para que los dos presidentes confirmaron su deseo de trabajar juntos a favor del desarrollo de sus países, del perfeccionamiento del Mercosur y de las negociaciones comerciales del bloque con otros socios”.

Esto le da un nuevo aire al Mercosur, sumado a que Uruguay busca fortalecer el bloque y reactivar el acuerdo Mercosur /Unión Europea.

Se vienen tiempos de desafíos y de mirar para adelante, pensando en el bien común aún con estrategias disímiles en materia de comercio exterior.

Celebro el gran trabajo de los diplomáticos y asesores, que sin dudas están logrando importantes consensos más allá de los disensos.

Delia Flores es especialista en Mercosur

Grupo Delia Flores (Logística y transporte de cargas)

Junto a otros diputados, Massa se reunió con Bolsonaro

Del encuentro tomaron parte legisladores del resto de la oposición y tuvo por objeto buscar afianzar la relación bilateral entre la Argentina y Brasil.

El titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, fue recibido en el Palacio del Planalto por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. “Coincidimos sobre la importancia de consolidar el Mercosur y me manifestó su deseo de afianzar la relación bilateral entre la Argentina y Brasil para potenciar nuestras economías”, aseguró Massa sobre el encuentro.

Al finalizar su reunión con el mandatario, Massa ofreció una conferencia de prensa en el Palacio Legislativo de Brasil, junto a su par brasileño Rodrigo Maia, en la que agradeció a Bolsonaro por la invitación y sostuvo que ambos coinciden “sobre la importancia de consolidar el Mercosur y el deseo de consolidar la relación bilateral entre la Argentina y Brasil, como una forma de trabajo coordinado para potenciar nuestras economías”.

“Quiero agradecer su deseo de trabajar juntos. Aprovechar los congresos para seguir hermanando la relación entre la Argentina y Brasil. Desde el 8 de diciembre, líderes parlamentarios de distintas fuerzas políticas de ambos países venimos trabajando conjuntamente para afianzar la relación”, señaló el titular de la Cámara de Diputados.

Y agregó: “Nuestra obligación, que coincidimos con el presidente Maia, es ayudar al abrazo argentino-brasileño como la forma de consolidar la relación entre nuestros pueblos, pero también para ayudar a que el trabajo argentino y el brasileño tengan valor en el mundo”.

“Creo que es muy importante consolidar la democracia sobre la base de la independencia de poderes en nuestra región y sobre la base del respeto a la verdad, como planteó nuestro presidente Alberto Fernández el 1 de marzo en la apertura de sesiones en la asamblea legislativa”, concluyó Massa.

Massa encabeza una delegación parlamentaria argentina que cumplió en Brasilia una serie de encuentros diplomáticos que apuntan a afianzar el vínculo de la Argentina con ese país, el principal socio económico en el Mercosur. La extensa agenda incluye reuniones de trabajo con su par brasileño, Rodrigo Maia, los titulares del Senado y del Supremo Tribunal Federal, y el jefe del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).

La comitiva argentina está integrada además por los diputados Álvaro González (PRO), Luis Contigiani (Frente Progresista Cívico y Social), Lucila Masín (Frente de Todos) y Pablo Ansaloni (FE-Unidad Federal para el Desarrollo).

Massa arrancó con un almuerzo de trabajo en la residencia oficial del titular de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, del que participaron delegaciones parlamentarias de ambos países.

El presidente de la Cámara de Diputados finalizará este jueves su agenda en Brasil. Viajará a Rio de Janeiro para reunirse con Gustavo Montezano, presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES).