Vía Crucis

Por Carlos Fara. ¿Está la Argentina transitando su propio calvario a la espera de renacer cual Ave Fénix de sus cenizas? ¿Está en las primeras o en las últimas estaciones?, se pregunta el autor luego del estallido de choferes indignados y la búsqueda estéril de candidato oficialista.

Las cachetadas que recibió Berni no son la noticia política más importante de la semana, pero sin duda construyen la imagen más importante con todas las derivaciones que tuvo: desde teorías conspirativas hasta el juego del gran bonete, pasando por detenidos dudosos y con parientes llorando por televisión. La política argentina no se priva de nada. Cada vez que se produce un desastre, solo se termina contribuyendo a profundizarlo. Nunca un gesto de cordura, nunca un “perdón, me equivoqué”, nunca una medida paliativa. Solo reflexiones de pacotilla: “Che, con todo esto ¿no podrá ganar Milei?”. Nadie sabe quién ganará, solo sabemos quién perderá.

¿Estos hechos convertirán a la seguridad en un tema de campaña? Sí para los medios, no para los votantes. ¿Por qué, si es uno de los 2 ó 3 temas más importantes? Porque cuando la sociedad piensa que las opciones políticas no ofrecen nada muy distinto entre sí y creen que nadie podrá mejorar la situación, el issue entra en vía muerta. El tema se diluye como factor de discriminación en la opinión pública. Todo lo que podrá suceder es un corrimiento continuo hacia la dureza. “¿Quién da más?”. “Yo propongo cadena perpetua para todos los delincuentes”. “¿Quién da más?”. “Yo propongo que cuando mueran vayan al infierno”. Etc. etc.

Pero como si tuviéramos pocos problemas (y deudas por pagar), esta semana nos reclamaron (lo digo en plural, porque la fiesta la pagaremos entre todos, tarde o temprano, con más dinero o menos futuro) dos deudas por aparentes errores de cálculo. ¿Dos en una semana, cuando el FMI además nos advierte que tenemos que ponernos las pilas? Para semana corta es mucho, y eso que Biden recibió a Alberto en donde nunca pudo entrar la jefa. Justo en Semana Santa. Un verdadero Vía Crucis.

Para paliar tanta malaria, Sergio Tomás Copperfield sacó de la galera varios conejos (ya usados en otros trucos) de modo de lograr calmar aguas. Dólares a $300 por doquier para conseguir agua en el desierto. ¿Alcanzará para llegar a agosto cuando se vote en las PASO, siendo que al agujero fiscal es más grande y febrero fue recesivo? Porque ya sabemos que el lunes post entraremos en una dimensión desconocida, como el personaje del astronauta en la secuencia final de “2001 Odisea del Espacio”. 

Difícilmente alcance. Las inercias políticas, económicas, sociales y culturales no cambian de la noche a la mañana, ni tampoco se trata solo de proyecciones matemáticas: la desconfianza acelera las crisis. Nada de lo que sucedió en el oficialismo en los últimos 3 meses ayudó a modificar la curva de la evolución. Lo que parecía poco probable en enero, se convirtió en una amenaza más sólida 60 días después. “Qué fragilidad…”, cantaba Sting.

Como los números no se ordenan lo necesario para calmar a las bases electorales, entonces apareció el juego de “el tapado” a partir del final de la columna dominical de “El Perro”. Algunos hablaron del Chiqui Tapia. Después se mencionó al ignoto Pablo González. El mismo lo desmintió ante periodistas, aunque aceptaría al ser un soldado de la causa. Pero 1) él no representaría ninguna sorpresa impactante (para qué llevar a un desconocido); 2) no significaría nada para la mayoría del Frente ni para sus electores decepcionados, y 3) ¿el tapado se destapa tan temprano? Ya analizamos aquí que CFK no mostrará sus cartas antes de mayo, tras ver cómo evoluciona el panorama.

Como los números no se ordenan ni el tapado aparece, entonces Wado dijo que se aceptaba que hubiese primarias a regañadientes. Unos 50 días después de la famosa mesa política que jamás se volvió a reunir, debe recordarse que elaboraron un documento en donde afirmaban que podría haber competencia interna. Dado que van pasando las semanas y ninguno de los nombres despunta (altamente esperable), lo mejor que puede hacer la conducción del Frente es abrir el juego a una primaria que consagre a alguno/a, ya que 1) así nadie pagará el costo del dedazo, 2) al menos será del gusto popular, y 3) instalará fuerte al ganador, quien llegará a la primera vuelta con el impacto psicológico favorable de tener una base de apoyo propia, no prestada (como Alberto). De hecho, el propio Máximo lo había planteado un poco inesperadamente en una declaración pública el 24 de marzo: “hay que ir a elecciones y que la sociedad defina”.

Más allá de las internas oficialistas, los bifes que se comió Berni y los salvavidas que reparte Massa, esta semana el mundo político aceleró sus especulaciones sobre ¿Milei en segunda vuelta?, y eventualmente ¿ganando la presidencial?, dado el impacto de los hechos del lunes y los malos presagios económicos. Lo primero que se debe decir es que una aceleración del malestar social no necesariamente tiene que favorecer a “el león”, porque –ya lo hemos analizado en esta columna- debe computarse qué fichas moverían factores de poder (empresariales, mediáticos) en un escenario de catástrofe.

En segundo lugar, no debe olvidarse la pregunta que muchos votantes se hacen frente a la urna: “Pero ¿y éste con quién va a gobernar? ¿Sin senadores, casi sin diputados, sin gobernadores?”. Ya sé: ahora me lloverán los cuestionamientos respecto a que esa es una reflexión que el grueso del vulgo no hace, que eso es demasiado racional. Pues, les diré que luego de 37 años de profesión (que acabo de cumplir en estos días), los electores son mucho más perspicaces de lo que se supone. Con mi equipo estamos acostumbrados a escuchar cosas como “Fulano es un gran tipo, pero en la política se lo van a comer crudo. Acá hace falta un zorro que sepa cómo manejarse con tantos intereses”.

En la liturgia cristiana Jesucristo es el “cordero de Dios que quita los pecados del mundo y atiende nuestras súplicas”. Así, atraviesa las 15 estaciones del Vía Crucis hasta que finalmente resucita entre los muertos. ¿Está la Argentina transitando su propio calvario a la espera de renacer cual Ave Fénix de sus cenizas? ¿Está en las primeras o en las últimas estaciones? Para meditar en tiempos de Pascua.

Negri: el presidente “se fue de boca en Rusia”

La aclaración de Alberto Fernández respecto de Estados Unidos fue para el jefe radical un reconocimiento a la “sobreactuación” en Moscú.

El presidente Alberto Fernández señaló este sábado que, “así como Trump en su momento trabajó para favorecer al gobierno de Macri y darle un crédito muy nocivo para Argentina, también digo que, el gobierno de Joe Biden, cuando llegó el momento de dar una solución acompañó”.

En declaraciones al programa “Secreto de Sumario”, emitido por Radio 10, el mandatario explicó que cuando “hablé de que Argentina sea la puerta de entrada para Rusia estaba hablando de inversiones. No voy a imponer un régimen maoísta”, aclaró y enfatizó que el país debe tener con Estados Unidos “una relación madura, franca, sincera y de respeto mutuo” al igual con otros países del mundo, al hacer referencia a la gira oficial que realizó hace unos días por Rusia y China.

El presidente del bloque radical de la Cámara baja, Mario Negri, reaccionó a través de su cuenta de Twitter, donde señaló que “el presidente debió salir a poner paños fríos con Estados Unidos, lo cual confirma que se fue de boca en Rusia y eso en política exterior se paga”.

“Nadie cuestiona el multilateralismo, pero Fernández sobreactuó ideologizando la relación con Moscú, sin que además se lo pida nadie”, agregó el legislador cordobés.

Para Negri, “está claro que los dichos de Alberto Fernández en Rusia generaron algo más que un dolor de cabeza entre la Argentina y Estados Unidos”. Y remató: “La política exterior está manejada con sumo amateurismo”.

Obsesionado con la deuda, Alberto debutó en G20 de manera presencial

Entre las consecuencias inesperadas que sumó la pandemia, Alberto Fernández debió limitar en extremo sus contactos internacionales, que ahora retoma con la vuelta a la presencialidad en el G20, donde hasta se cruzó con Bolsonaro, al que solo había visto por Zoom y siempre con el ceño fruncido.

Por José Angel Di Mauro

Generó cierta inquietud la reunión del miércoles pasado entre Juan Manzur y Marco Lavagna. Fue en Casa Rosada, duró una hora, y el titular del INDEC se retiró sin hacer declaraciones. No ha habido objeciones por el papel del organismo encargado de manejar las estadísticas desde su normalización durante el anterior gobierno, ni tampoco en el actual.Pero a pocos días de una elección trascendental y siendo la inflación el principal problema que aflige a los argentinos, ese encuentro generó suspicacias.

Como la que sugirió la diputada de la Coalición Cívica Paula Oliveto, que tuiteó: “Parece que Manzur llamó a Lavagna para darle instrucciones sobre el control de precios. Otra vez estamos empezando a ver cómo se pretende manipular las estadísticas y ocultar la inflación”. Lo hizo para meter presión, sobre todo a Lavagna, quien ha dejado trascender a través de allegados que se irá, antes de que le pidan hacer cualquier dibujo. No es que se lo hayan sugerido tampoco; en rigor, solo se dijo que en ese encuentro se habló de los precios. “Fue una reunión de seguimiento de los distintos indicadores que maneja el INDEC para ver cómo viene la evolución de cada uno de ellos”, dijo el propio Lavagna a través de un audio que difundió la Jefatura de Gabinete.

Eso sí, aunque Manzur acostumbra a subir a su cuenta de Twitter fotos con todos los que lo visitan, esta vez no hubo una de su encuentro con Lavagna.

La inflación de octubre se revelará el 11 de noviembre, según el cronograma adelantado por el INDEC. El congelamiento de precios dispuesto por Roberto Feletti apunta fundamentalmente a ese dato que se conocerá tres días antes de ir a votar. Pero no puede hacerse magia y el número que se conocerá ese día no sería muy distinto de los que vienen registrándose. Una consultora tiene medido 3,2 puntos. El gobierno espera menos, pero nadie garantiza milagros.

Ni siquiera el Papa Francisco, con el que el mandatario no pudo verse en su visita a Roma, a pesar de haber hecho ingentes esfuerzos: primó la postura pontificia de evitar esas fotos en plena campaña electoral. La razón más poderosa -dicen quienes mantienen aceitados contactos con el Vaticano- está en el enojo de la Iglesia por la legalización del aborto. Bergoglio acepta que era una promesa de campaña del Frente de Todos, pero no justifica que se haya impulsado su tratamiento en plena pandemia.

Tampoco encontró milagros el Presidente en su corta gira europea. Ese asiento ganado en el G20 en tiempos de Carlos Menem les asegura a los mandatarios argentinos un contacto periódico con los líderes mundiales, pero por la pandemia Alberto Fernández había debido resignarse a la virtualidad. Por fin tuvo su debut presencial en ese organismo, donde pudo cruzarse con Joe Biden y hasta se saludó afectuosamente con Jair Bolsonaro, con el que había tenido siempre un trato distante, limitado al Zoom. Perjuicios de la pandemia, que afectó también las relaciones bilaterales.

Fernández tuvo finalmente su primer encuentro cara a cara con Bolsonaro, y fue a pura cordialidad. (Foto: Presidencia de la Nación)

Allí Fernández volvió a hablar con sus colegas de la obsesión argentina: la deuda. No la tiene sencilla el Presidente, que debe expresar afuera un discurso que tiene como precedente el endurecimiento del tono que en esa materia vienen exhibiendo los principales dirigentes del oficialismo. No solo ellos: en vísperas del encuentro de Alberto Fernández con Kristalina Georgieva, la CGT emitió un comunicado en el que respalda un endurecimiento de parte del gobierno: “Acompañamos y apoyamos decididamente la firme posición de nuestro Presidente de no sumar nuevos impedimentos o postergaciones a la reparación del tejido social”, expresa el texto que enfatiza a continuación que “los acuerdos deben alcanzarse teniendo presente las consecuencias sociales provocadas por el irresponsable endeudamiento externo”.

La referencia a la deuda es solo una parte del comunicado difundido luego de un encuentro que Héctor Daer mantuvo el viernes con el jefe de Gabinete -del que sí hubo foto-, y allí la central obrera se despacha con advertencias hacia los empresarios a los que exige “asumir la responsabilidad y no esconderse detrás de la inasible cadena de producción”. La central obrera se encolumnó así detrás de la campaña oficial contra la inflación a través de un controvertido congelamiento. Y en tren de sintonizar con el gobierno es que también se alinearon con el discurso sobre la deuda.

Aunque ante los empresarios a los que citó en Casa Rosada para contarles cómo avanza la negociación con el FMI, el Presidente se esforzó en dejar claro que está buscando “el mejor acuerdo posible”, y que se cerrará en diciembre, ya no hay quienes descarten la posibilidad de que al final no haya acuerdo. Eso se piensa a partir de la decodificación de los discursos del ala más poderosa del frente gobernante. A pesar de que en esos mismos mensajes se insista en recordar que ellos “siempre pagaron las deudas que dejaron otros”.

Parte de la campaña endurecida del oficialismo incluye chisporroteos con Estados Unidos. En vísperas de que Alberto Fernández buscara una foto con Biden, el senador Oscar Parrilli la emprendía en la Cámara alta contra el futuro embajador norteamericano en la Argentina, Mark Stanley, quien durante la audiencia que mantuvo con el comité evaluador del Senado norteamericano hizo declaraciones sobre la situación de nuestro país y en ese contexto señaló que -palabras textuales del senador Parrilli atribuidas a Stanley- “es responsabilidad de los líderes argentinos llevar adelante un plan macroeconómico que devuelva estabilidad al país, y la consagración de un acuerdo con el Fondo”.

Para el senador que sin duda expresa el pensamiento vivo de la vicepresidenta, son declaraciones inadmisibles y llegó a comparar a Stanley aun antes de su designación con Spruille Braden. Lo cierto es que el futuro embajador habló de la necesidad de conocer “un plan”, precisamente cuando al presidente Fernández no dejan de recordarle que supo vanagloriarse por no creer en los planes.

Alberto Fernández se cruzó con Joe Biden en la reunión del G20. (Foto Presidencia de la Nación)

¿Acaso previendo una derrota más severa el 14 de noviembre es que el kirchnerismo se repliega, tratando de consolidar su discurso para los propios? Es la pregunta que muchos se hacen. Porque en el oficialismo parecieran dar por descontada la derrota electoral, lo cual se transmite con una campaña electoral desarticulada y en la que los resultados del Ejecutivo no llegan. Con sobreactuaciones como la de Martín Guzmán tildando de “antiargentinos” a la oposición, o la candidata principal bonaerense atribuyéndole a JxC impulsar un “golpe blando”. Ningún manual de campaña oficialista sugiere alentar la posibilidad de que el gobierno propio puede caer…

Con las PASO como antecedente, los encuestadores casi que hacen “la plancha”, y se limitan a esbozar que poco ha cambiado respecto del resultado de septiembre, aunque el ausentismo récord de entonces sugiere la posibilidad de modificaciones, incluso de resultados. Con todo, advierten que en la provincia de Buenos Aires se percibe cierta mejora de Victoria Tolosa Paz, pero también una suba de Diego Santilli, con lo que el repunte oficialista no sería suficiente.

CB Consultora Opinión Pública acertó en septiembre los resultados en 7 de las 8 provincias en las que se eligen senadores, y hoy asegura que no habrá modificaciones respecto de las PASO. Si así sucede, Cristina Kirchner tendrá que resignarse a que el Frente de Todos pierda la mayoría en el Senado. El oficialismo tiene garantizados los triunfos en Tucumán y Catamarca, como así también JxC en Córdoba, Mendoza, Corrientes y Santa Fe. Las expectativas para revertir las tenía el gobierno en Chubut y La Pampa, mas el conflicto mapuche le habría puesto clavos al cajón de la derrota del FdT en la primera, mientras que en territorio pampeano el enojo de Carlos Verna con el gobernador al que él eligió sería lapidario para las aspiraciones de revertir el cuadro.

Sí podría darla vuelta el Frente de Todos en otras provincias donde no eligen senadores, pero vale para sumar diputados. Es el caso de San Luis, donde el 1-2 del 12 de septiembre podría transformarse en 2-1 en noviembre.

A 17 días de las elecciones, Mauricio Macri se presentó en Dolores para ser indagado, hecho que terminó en un papelón del juez Martín Bava. Tras la fallida declaración del expresidente, Alberto Fernández se apresuró a firmar el decreto que releva a Macri del secreto de inteligencia. Quienes ven en esto un trasfondo electoral no dudan en ratificar sus sospechas ante la prisa del magistrado, que volvió a citar al expresidente para el miércoles 3 de noviembre.

Fuentes judiciales dan por descartado que el juez Bava procesará a Macri antes de las elecciones, de ahí la premura. 

¿Será el 11 de noviembre, el mismo día en el que se anuncie la inflación de octubre? Toda una coincidencia.

“Eso de Juan Domingo Biden no me gusta”

Así lo expresó el senador Jorge Taiana, cuando se debatía el proyecto de declaración para que el giro del FMI no se utilice para el pago de deuda, en referencia al presidente de Estados Unidos.

jorge taiana comision presupuesto

El senador del Frente de Todos Jorge Taiana fue uno de los que intervino durante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de este jueves, en la que el oficialismo avaló un proyecto que que insta a utilizar el desembolso del FMI para gastos de la pandemia.

Durante su discurso, el excanciller observó que “la pandemia no es la culpable de la caída de todos los productos brutos, la pandemia agrava la caída de muchos de los productos brutos, en una crisis donde ya estaba presente la no recuperación ni de la actividad económica mundial, ni del comercio. Ese es el debate que se da sobre la financialización, sobre la ortodoxia de los organismos internacionales y sobre la necesidad o no de estímulos y políticas activas para salir de la crisis”.

“Está cambiando la política, de una política ortodoxa, que se ha llamado neoliberal, por una política más expansiva, más acercada a la producción y que tiende a ponerle límites”, sostuvo el legislador y señaló que eso es, lo que a su criterio, “está pasando ahora en Estados Unidos con el presidente Joe Biden”.

Y, a continuación, rechazó la comparación del presidente estadounidense con Perón. “La verdad que yo como peronista tradicional, y disculpen los que no son peronistas, a mí eso de Juan Domingo Biden no me gusta. Juan Domingo Perón era Juan Domingo Perón. El señor Biden debería llamarse en todo caso Franklin Delano Biden, porque es una política que intenta rescatar el New Deal de Roosevelt”, apuntó.

Con un mensaje al FMI, Cristina destacó medidas anunciadas por Joe Biden

La vicepresidenta compartió fragmentos del reciente discurso del presidente norteamericano. Hizo énfasis en los impuestos a la rentabilidad empresaria y a los altos patrimonios.

A través de un extenso hilo de Twitter, la vicepresidenta Cristina Kirchner destacó el discurso del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, a 100 días de su gestión, con un nuevo mensaje al Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Sorpresas te da la vida. Acabo de leer el discurso de Joe Biden ante el Congreso de EEUU, dando cuentas del estado de la Unión. Comparto algunos textuales imperdibles”, introdujo Cristina antes de compartir varias declaraciones del presidente norteamericano.

La vicepresidenta resaltó los pasajes referidos a la sindicalización de trabajadores, el plan de empleo American Jobs Plan y el denominado “Compre Americano”.

“Me interesa que te enteres cómo Biden piensa financiar todo esto”, continuó Cristina, y citó otro segmento de Biden donde sostuvo que “es hora de que las empresas estadounidenses y el 1% más rico de los estadounidenses comiencen a pagar su parte justa. Sólo su parte justa”.

“Vamos a reformar los impuestos corporativos para que paguen su parte justa y ayuden a pagar las inversiones públicas de las que también se beneficiarán sus empresas”, anunció Biden en otro pasaje citado por la vicepresidenta argentina.

El presidente estadounidense señaló en ese sentido que con la pandemia “veinte millones de estadounidenses” de clase media y trabajadora “perdieron su trabajo”, mientras “al mismo tiempo, aproximadamente 650 multimillonarios en Estados Unidos vieron aumentar su patrimonio neto en más de $1 billón, en el mismo período exacto”.

“Mis conciudadanos, la economía de goteo hacia abajo nunca ha funcionado y es hora de hacer crecer la economía desde abajo y desde el centro hacia afuera”, insistió Biden, ante lo cual Cristina finalmente remató: “¿Qué cosa, no? Y eso que el FMI no le financió la campaña a (Donald) Trump”.

El PJ pide a Biden excluir a Cuba de la lista de Estados terroristas

A través de un comunicado suscripto por el diputado José Luis Gioja y el senador Jorge Taiana, el peronismo solicita al presidente de EEUU retrotraer una decisión adoptada por Donald Trump.

El Partido Justicialista de la República Argentina hizo un llamado al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para que deje sin efecto “a la mayor brevedad” la decisión tomada por su antecesor Donald Trump de incluir a Cuba dentro de la lista de “Estados que patrocinan el terrorismo”, ya que la medida –“manifiestamente infundada”, afirma la declaración- “viola los principios del derecho internacional y de las normas establecidas por las Naciones Unidas”.

La declaración de Cuba como “Estado patrocinador del terrorismo” implica, para el Partido Justicialista, “una evidente amenaza a la seguridad e integridad del pueblo cubano así como una serie de obstáculos comerciales y sanciones económicas que van en contra de un mundo en paz y con un sistema multilateral fortalecido. Es por eso que el PJ le solicita al presidente Biden que inicie el proceso para quitar de esta lista al Gobierno y al Pueblo de Cuba”, señala la declaración suscripta por el  presidente del Consejo Nacional del PJ, José Luis Gioja, y el responsable de Relaciones Internacionales del PJ, Jorge Taiana.

A su vez, el Partido Justicialista invitó a que otras fuerzas políticas de América Latina “se pronuncien por la anulación de esta medida y de esta forma poder avanzar en el camino de la paz, el respeto y la cooperación internacional que permita tender puentes y no destruirlos”.      La declaración concluye expresando la “solidaridad y acompañamiento” del PJ con el Gobierno cubano y rechaza “todo tipo de medidas unilaterales tomadas fuera del marco de la ONU que impliquen un bloqueo económico, financiero o político hacia Cuba o hacia cualquier pueblo del mundo”.

Rebotes locales del final de la era Trump y relevos que inquietan

No por esperado dejó de sorprender el cambio de conducción de YPF, en un momento tan especial para la petrolera. La modificación dejó clara una constante: todo hueco es rellenado por un K. Un dato tenido en cuenta a la hora de mensurar el enojo con Felipe Solá.

Por José Angel Di Mauro

Más allá de sus mensajes contradictorios enviados al gran país del Norte, el gobierno celebró genuinamente la asunción de Joe Biden en los Estados Unidos. Una ceremonia rodeada de la atmósfera especial que le da a todo hoy la pandemia, sobre todo en el Hemisferio Norte, donde aun con vacuna la segunda ola está haciendo más estragos que la primera. Fue un evento que seguimos en directo por los canales de noticias; inédito también escenográficamente, por la reducida cantidad de invitados: no llegaban a mil. Gran contraste con la asunción de Barack Obama, que reunió a un millón de personas, otra que el velorio de Maradona…

De haber sido reelecto, también hubiera celebrado aquí Mauricio Macri. Más allá de la afinidad que logró establecer su administración con la de Donald Trump, lo cierto es que podríamos decir que la asunción del magnate en su país fue el inicio de la pesadilla para el gobierno de Cambiemos. Una larga y tortuosa sucesión de hechos que -más allá de la buena onda entre ambos empresarios devenidos a presidentes- desalineó todos los planes que el gobierno de los CEOs había elaborado.

La Argentina de Macri había entablado en su “regreso al mundo” una renovada relación con la administración demócrata, coronada por la visita de Obama a nuestro país. El gobierno de Macri apostó un pleno a Hillary Clinton y perdió; estaba claro que las consecuencias globales nos afectarían, con una política norteamericana que se encaminaría hacia un mayor proteccionismo.

Alcanza con citar un ejemplo para verificar el impacto que tuvo aquí el resultado de hace 4 años. El cambio de contexto internacional sucedió en pleno debate por el impuesto a las Ganancias. Un protagonista de esos días en la Cámara de Diputados describió ante quien esto escribe el pánico que comenzó a percibirse en su gobierno a partir del triunfo de Trump. Inmediatamente después del resultado electoral en EE.UU. comenzaron a cerrarse los mercados internacionales de los que la Argentina dependía para mantener el gradualismo. “Recién se abrieron en enero de 2017, y la sensación en la Casa Rosada era que se nos había cortado el chorro, como después nos pasó definitivamente -recordó ese legislador oficialista para el libro “Gobernar en minoría”-. Pero eso ya se había anticipado por la llegada de Trump y la esperada suba de tasas, porque el nuevo presidente iba a bajar impuestos, iba a haber más déficit, más suba de tasas en Estados Unidos… Entonces los mercados se asustaron y se cerraron”. En efecto, en 2018 eso que se esperaba terminó sucediendo y la Argentina dejó de tener acceso al crédito y comenzaron las corridas del dólar. Queda claro por qué el triunfo de Trump fue el principio del fin para el gobierno de Cambiemos.

Mauricio Macri tuvo buena relación con Donald Trump, pero no pudo evitar las consecuencias de ese gobierno.

Con la vuelta de los demócratas al poder, el gobierno de Alberto Fernández volvió a mostrar sus notorias contradicciones, que a esta altura ya son una marca registrada. Con un muy correcto mensaje del presidente argentino y paralelamente otro de la Cancillería en el que se le advertía al gobierno de Biden “que no se apueste a la desunión de nuestras naciones como en la etapa anterior”. Un tuit que generó un vendaval de críticas por su tono extemporáneo y falto de diplomacia.

Dicen que la carta que al día siguiente le mandó Fernández a Biden fue para compensar el agrio texto de su Cancillería, pero en realidad el Presidente ya la tenía en mente cuando conoció el tuit que despertó su enojo. Fue tan así, dicen las fuentes, que ni siquiera quiso hablar con Felipe Solá. Las explicaciones se las dio al Presidente Justo Chavez, jefe de Gabinete de Cancillería y yerno del ministro. Y no habría quedado satisfecho.

El embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, suena para reemplazar a Solá, si finalmente Alberto decide cambios. Cuando en el marco de una conferencia de prensa organizada por la Asociación de Periodistas de la República Argentina (APeRA) le preguntaron puntualmente sobre esa posibilidad, Argüello mostró su cintura política para evitar una respuesta comprometedora. “Hoy soy embajador”, remarcó, y como tal se ilusiona con construir puentes en la relación entre ambos países. Como base, puso como ejemplo el contacto telefónico que Fernández tuvo con Biden, ni bien se lo confirmó como presidente electo: “La verdad que acordamos una charla de 10 minutos, con un margen de 2 o 3 minutos… Y para mi sorpresa, terminaron hablando casi 35. Y tengo que decir que el diálogo fue absolutamente positivo y es lo que inspira esta buena expectativa que tenemos respecto de la etapa que se abre”, enfatizó.

Se lo ve muy firme al embajador en Washington como para quitarlo de un puesto tan estratégico en un momento clave. Lo más probable es que, fiel al estilo de gobierno que viene demostrando, Fernández no decida relevos. Sobre todo porque está probado que cada puesto que queda libre lo ocupa un kirchnerista. De hecho, en la semana sonó fuerte la versión de que el senador Jorge Taiana, excanciller de Cristina Kirchner, reemplazaría a Felipe Solá. Para hacerla completa, la versión incluía el nombre de quien ocuparía la banca de Taiana en el Senado: Juliana Di Tullio, exjefa del bloque en Diputados, y muy del paladar de Cristina.

En efecto, es una constante que todos los reemplazos registrados en esta gestión son digitados desde el Instituto Patria. Y como botón de muestra no hay más que ver al relevo del presidente de YPF: Pablo González. Santacruceño y paladar negro kirchnerista hoy es presidente de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja, la comisión más preciada para Cristina Fernández de Kirchner, como para que quede claro la importancia del elegido. Exvicegobernador de Alicia Kirchner en Santa Cruz, su llegada al sillón principal de la petrolera insignia de la Argentina es toda una señal, que completa la presencia de Sergio Affronti -un joven ejecutivo que reporta directamente a la vicepresidenta- como CEO de la empresa.

Guillermo Nielsen, presidente saliente de YPF.

Sonó desprolijo lo de YPF y lo pagó con el derrumbe de sus acciones -más allá del rebote del viernes-. Si algo sabe el presidente saliente, Guillermo Nielsen, es de mercados financieros… y se va justo cuando la petrolera renegocia su deuda de 6.000 millones de dólares. La situación de YPF es compleja: cuando Repsol la compró, valía 15.000 millones de dólares; Axel Kicillof le pagó a los españoles 5.000 millones por la expropiación del 51%. Hoy vale 1.500.

Tan del riñón kirchnerista es Pablo González, que cuando en noviembre pasado se contagió de Covid, la cúpula del bloque oficialista de la Cámara baja –Máximo Kirchner y Cecilia Moreau– debió aislarse por haber sido contactos estrechos del santacruceño. Hombre de buenos modos y de estilo moderado, González es partidario de descentralizar la actividad de YPF, y tiene en mente crear una estructura operativa de la empresa en Santa Cruz.

Ya en los albores de la gestión Fernández se había dado también un cambio clave en el área energética, cuando Sergio Lanciani debió dejar la Secretaría de Energía, que quedó en manos de otro kirchnerista puro y duro, el neuquino Darío Martínez.

El cristinismo, cuando no directamente La Cámpora, manejan así hoy todas las cajas principales del gobierno. Están al frente de la ANSeS, el PAMI, la AFIP, Aerolíneas Argentinas y ahora YPF. La petrolera es además una de las principales anunciantes en los medios y como tal será clave en tiempos de campaña electoral.

Una campaña para la cual los gobernadores se jugaron la semana pasada los últimos cartuchos para suspender las PASO. El Presidente, que suele decir a sus interlocutores lo que estos quieren escuchar, no les dio demasiadas garantías pues está claro que el kirchnerismo en general y La Cámpora en particular, no quieren saber nada con esa movida. Pero cerró la semana con un decreto que amplía el temario de sesiones extraordinarias y abre un resquicio al tratamiento del tema. No menciona específicamente a las PASO, pero cita como séptimo tema “emergencia sanitaria y calendario electoral 2021”. Habrá que ver si eso implica la suspensión de las primarias, o bien una postergación electoral: se habla de llevar las PASO a octubre y las generales a diciembre. La evolución del calendario de vacunación sería el argumento.

Los gobernadores le insistieron a Fernández sobre las PASO.

Dispuestos a jugar fuerte en todos los distritos aun en contra de los candidatos de los jefes distritales del FdT, en el kirchnerismo son reacios a borrar las PASO, lo que impone reparos a que prospere la movida de los gobernadores. Como sea algunos mandatarios ya tienen decidido adelantar los comicios provinciales, un clásico para cuando no están seguros de acompañar al gobierno nacional en una elección unificada. Salta ya dijo que vota el 4 de julio y Misiones avanzaría en el mismo sentido. Si la movida se expande, en lugar de una sola elección muchos argentinos podrían votar tres veces este año. Hablemos de contrasentidos…

Taiana afirmó que Estados Unidos con Joe Biden volverá a las políticas bilaterales

El senador dijo que ese país es fundamental en la relación con el FMI y cuestionó que hayan adelantado su respaldo a Juan Guaidó en Venezuela.

El senador nacional del Frente de Todos Jorge Taiana explicó su postura con respecto a la asunción del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y cómo influirán sus políticas en América Latina.

En declaraciones a Radio Provincia, el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta destacó que “la nueva administración estadounidense será más bilateral” y con respecto a la negociación con el FMI dijo que “siempre es decisiva la participación de Estados Unidos en el Fondo por la cantidad de votos que tiene por sobre el resto”.

Al respecto, explicó que “el Fondo sabe que el crédito otorgado a Mauricio Macri fue escandaloso, pero hoy tienen una actitud prudente. Si no hay acuerdo, es un problema para el FMI. El mundo atraviesa un momento en donde nadie quiere que ningún país se caiga”.

En otro orden, Taina afirmó que “Biden ha anunciado que su país va a regresar a la OMS (Organización Mundial de la Salud) y lo mismo pasa en el tema ambiental con los acuerdos de París”.

Por otra parte, sostuvo que “hay elementos que muestran que (Donald) Trump despreció a América Latina, fue un escándalo en términos de racismo y sexismo”, y calificó como “poco sensato” que el nuevo gobierno de Estados Unidos haya adelantado que va a reconocer a Juan Guaidó en Venezuela.

Para Taiana, Trump “impulsó claramente el golpe en Bolivia”

El titular de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado se refirió a las elecciones en Estados Unidos y apuntó que el presidente saliente daba un “ejemplo muy contrario para la democracia”.

jorge taiana sesion virtual 23 de julio 2020

El senador nacional Jorge Taiana (Frente de Todos) sostuvo este lunes que Donald Trump, el presidente de Estados Unidos que no logró la reelección, fue “un hombre que impulsó claramente el golpe en Bolivia”.

También lo cuestionó por haber “impulsado el cambio en el BID, donde se abandona la tradición de que el presidente sea un latinoamericano” y por ir “en contra de las relaciones comerciales o inversiones con China”.

“El ejemplo que daba para abajo (en la región) era muy contrario para la democracia y el Estado de Derecho”, remarcó el excanciller, que además consideró que “se sobrevaloran los éxitos de Trump” y “hubo una serie de analistas que disminuyeron los desastres que hacía”.

El titular de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto del Senado señaló que la victoria de Joe Biden se dio por “más participación juvenil, y de ciudadanos afroamericanos y latinos -salvo los cubanos y venezolanos-, que se veían amenazados por Trump”.

Para el oficialista, “(Trump) se va más o menos bien, aunque le puede echar la culpa al coronavirus”. “Pero su modelo de darle plata a los ricos y quitársela a los pobres es un modelo que difícilmente hubiera tenido mucho apoyo en una próxima gestión”, agregó en diálogo con Radio 10.

Para Maximiliano Ferraro, el triunfo de Biden “es una buena noticia para la región y el mundo”

El titular de la Coalición Cívica ARI se pronunció tras la victoria demócrata en las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

“El triunfo del Partido Demócrata con Joe Biden y Kamala Harris es una buena noticia para la región y el mundo porque expresa la importancia de la democracia global, el desarrollo sustentable, el multilateralismo, los derechos de las mujeres y las minorías, la salud y educación públicas y la convivencia en un mundo cada vez más complejo”, sostuvo este sábado el presidente de la Coalición Cívica, el diputado Maximiliano Ferraro.

Para el diputado nacional, “este triunfo hace sobrevivir el Acuerdo de Paris, tan importante para estos tiempos”.

El legislador le deseó al presidente Biden “el mayor de los éxitos en esta nueva etapa que se inicia en los Estados Unidos”, y expresó su anhelo por “un fortalecimiento de los lazos de amistad entre Argentina y Estados Unidos, y poder retomar una agenda conjunta de diálogo serio bilateral y multilateral que había iniciado el presidente Barack Obama con la Argentina”.

“Es una oportunidad para que desde Argentina construyamos puentes, defendamos los valores de república y la libertad, frente a los muros del populismo y radicalizaciones de todo tipo”, añadió el presidente del bloque de diputados nacionales de la CC ARI.

Sobredosis de optimismo frente a una temporaria calma cambiaria

Mientras celebra mesuradamente la derrota de Trump, el gobierno da por terminada la cuarentena y se ilusiona con una vacuna que pueda distribuir en tiempo récord y que evite una segunda ola en campaña electoral.

Por José Angel Di Mauro

Tal vez el optimismo fue el pecado original del gobierno de Cambiemos. Eso que le hacía pensar que una lluvia de inversiones iba a acompañar la llegada de “un gobierno racional”, tras “12 años de populismo” en la Argentina. Ese optimismo que les hacía hablar del segundo semestre, de que derrotar la inflación era el desafío más sencillo y que dar la Reparación Histórica -a expensas de generar 1,9 punto más de gasto- era posible pues íbamos a crecer al 6 o 7% y el gasto se iba a ir licuando con el tiempo, fue en definitiva la perdición del gobierno de Mauricio Macri.

Una de esas apuestas de la primera parte del mandato de Cambiemos fue el realineamiento con los Estados Unidos -relación extraviada en tiempos de Cristina a punta de alicate-, pero el fervor le jugó una mala pasada cuando se jugaron abiertamente  por Hillary Clinton y contra todos los pronósticos se impuso Donald Trump. A la larga, y debido a que Mauricio Macri tenía una relación de vieja data con el magnate, el gobierno argentino logró entablar una muy buena relación con Washington, pero siempre se consideró que el más serio error en política exterior de la gestión anterior fue alinearse anticipadamente con los demócratas y quedar decididamente en offside.

Ese fue un error que el gobierno de Alberto Fernández no cometió. Tanto andar a contramano en política exterior, esta vez la administración del Frente de Todos se cuidó de mostrar preferencias, más allá de que se morían por celebrar la derrota de Trump. Pero se cuidaron de no hacerlo. Buena parte de ese mérito es del embajador argentino en Washington Jorge Argüello.

El optimismo a ultranza del gobierno de Macri se chocó con una realidad que alineó los planetas en su contra: sequía histórica, Brexit, Trump… Siempre se lamentó ese oficialismo de no haber tenido al menos un poco del viento a favor que acompañó a Néstor Kirchner.

Esta semana en Gobierno no pocos comenzaron a pensar que los planetas se le están alineando a Alberto Fernández. Nadie podría hablar de “viento a favor” cuando este gobierno se encontró a tres meses de gestión con una pandemia, pero no puede negarse que en los últimos días “cambió el clima”.

Si el valor de la moneda norteamericana es capaz de marcar el estado de ánimo de los argentinos, nada mejor que un dólar blue bajando día tras día. Claro que para ese milagro arañó antes los 200 pesos, pero cuando esa moneda baja todo lo previo pasa a un segundo plano. Incluso que el ministro de Economía haya tenido que dejar de lado los manuales que traía desde Columbia para abrazar cierta ortodoxia. Con todo, la tormenta lejos está de haber pasado y no pocos economistas advierten que las medidas son “cortoplacistas”, que las reservas siguen bajando y que a lo sumo la calma durará hasta las fiestas; pero esto es un día a día y conforme ese criterio la pax cambiaria es un activo inapreciable.

En ese contexto es que un encumbrado dirigente oficialista confió a este medio sus previsiones positivas para 2021. Tras asegurar que ya para el presente año era pesimista aun antes de la pandemia, hoy se juega a anticipar que en 2021 la Argentina “va a crecer más de 5 puntos”. Afirma que entre inversión pública e inversión privada vamos a generar arriba de 450 mil empleos; que el acuerdo con el Fondo nos va a devolver definitivamente a los mercados, y que ese acuerdo nos sacará “las dos montañas que teníamos por delante en materia de vencimientos, 2021 y 2022”. Lo cual, afirma, “termina de darle a la Argentina una mejor perspectiva de tasa al sector público y al sector privado”. Para nuestro interlocutor, “el año que viene el consumo va a crecer más de 12 puntos y el único enemigo que tiene que atender el gobierno el año que viene es la inflación”.

Alberto Fernández al anunciar el vienes el pase del ASPO al DISPO. (Foto: Presidencia de la Nación)

Se sostiene que la carta pública de la vicepresidenta actuó como una suerte de revulsivo. En ese marco, y con cierta calma alcanzada al borde de la cornisa, el gobierno parece decidido a aprovechar cada chance que se le presenta. A riesgo de que le facturen la sobredosis de optimismo, salieron a agitar la palabra mágica en pandemia: vacuna. Y así como hace no mucho tiempo explotaron al máximo los acuerdos alcanzados por la vacuna de Oxford y la de Pfizer, ahora le sacan rédito a la Sputnik V. El objetivo es plantear ante la gente exhausta por la pandemia un horizonte promisorio que solo puede prometer la vacuna. De ahí la novela rusa, que levantó previsibles resquemores.

En la negociación con los rusos participó activamente el gobernador Axel Kicillof y ahora se entiende de qué habló la vicepresidenta con el embajador de la Federación Rusa, Dmitry Feoktistov, cuando lo recibió en su despacho del Senado el 29 de octubre.

La vicepresidenta al recibir al embajador ruso en su despacho del enado.

En ese marco, el gobierno redobló la apuesta. Con idas y vueltas como siempre ha sido con las autoridades de Salud en esta pandemia, el Presidente se despachó el viernes garantizando que para fines diciembre habrá diez millones de argentinos vacunados. Lo cual no coincide con lo que anticipan los especialistas, pero habrá que reconocerle entonces al Presidente la audacia de arriesgarse a que sus palabras se le vengan en contra. Cosa de la que sabe con creces.

La consigna en tiempos de malas es dar buenas noticias y si son pocas, exprimir al máximo las que haya. En ese marco, Alberto Fernández dio por terminada la cuarentena. Al pasar del ASPO al DISPO, aspira a que dejen de contarle los días al decreto que firmó el 19 de marzo, que se deje de hablar de “la cuarentena más larga del mundo” y que aun cuidándose, la gente comience a dar vuelta la página. Y que la vacuna, rusa, inglesa o china, haga lo suyo para evitar lo que sino será una segunda ola en plena campaña electoral.

Una campaña que el gobierno aspira a postergar lo más que pueda. Por lo pronto, suspendiendo las PASO. Con ese objetivo los gobernadores están haciendo el trabajo fino de limar las  primarias, bajo el argumento del gasto excesivo en tiempo de pandemia, y del riesgo sanitario que conlleva una elección extra, aun en tiempos de distanciamiento. El gobierno se hace mientras tanto el distraído y dice que cualquier modificación tiene que provenir del Congreso. Y allí ya varios legisladores sugirieron la inconveniencia de hacer las PASO, pero ninguno todavía presentó un proyecto, elemento indispensable para poder comenzar a hablar en serio.

Una encumbrada fuente legislativa deslizó ante este medio por dónde puede venir la presión que aplicarán en la materia: en las supuestas contradicciones de Juntos por el Cambio, muchos de cuyos miembros más notorios se pronunciaron de manera crítica respecto de las primarias obligatorias en el pasado reciente. Pero van más allá, al señalar un proyecto que tiene estado parlamentario y corresponde al diputado del PRO Pablo Tonelli. Lo presentó en octubre del año pasado, después de las primarias de agosto que fueron lapidarias para Cambiemos, y en el mismo pide directamente derogarlas. Vale aclarar que Tonelli siempre fue crítico de las PASO, a las que considera “inconstitucionales”. Y no lo empezó a decir después de que a Cambiemos le fue mal: ya a principios del año pasado decía que esa ley viola “la autonomía de los partidos políticos, que deben tener libertad para organizarse y poder elegir sus candidatos”.

Es así que nuestra fuente legislativa mostró las cartas al señalar que si eventualmente se toma la decisión de avanzar en la suspensión de las PASO, “¿para qué inventar proyectos si ya está el de Tonelli?”.

De tal manera el oficialismo no haría otra cosa que repetir con las PASO la maniobra ya utilizada en el Senado con la reforma de la Ley del Ministerio Público, para la que está usando proyectos de la oposición para ir más allá y cambiar la mayoría necesaria para poner o sacar al procurador general.

A propósito, es ante esa movida que Elisa Carrió salió a pedir a Juntos por el Cambio rever el rechazo a la designación de Daniel Rafecas como procurador, tomándolo como el “mal menor”, ante el riesgo de que el kirchnerismo opte por un candidato más radicalizado que pueda imponer por mayoría simple. La poca sintonía del kirchnerismo con el juez federal quedó expuesta esta semana cuando la senadora María de los Angeles Sacnun, que responde a Cristina, se mostró molesta con la líder de la Coalición Cívica por salir a apoyar a Rafecas. Es en ese marco que Juntos por el Cambio resolvió no tomar partido, pues el propio oficialismo no se decide.

Podría pensarse que el objetivo de Lilita habría sido ese: exponer esas diferencias y potenciarlas. ¿Cuántas chances sigue teniendo Rafecas después de que Carrió saliera a apoyarlo tan abiertamente?

Cristina Kirchner felicitó a Biden y Harris

A través de su cuenta de Twitter destacó que Kamala es la primera mujer electa como vicepresidenta en ese país.

“Finalmente pudimos conocer la voluntad del pueblo estadounidense”, señaló este sábado la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, poco después de conocerse el triunfo del candidato demócrata en los Estados Unidos.

“Felicitaciones a @JoeBiden, presidente electo, y a @KamalaHarris, primera mujer electa como vicepresidenta de los Estados Unidos”, agregó la exmandataria argentina.

Por supuesto que también el presidente Alberto Fernández saludó a los ganadores. “Felicito al pueblo estadounidense por el récord de participación en las elecciones, una clara expresión de la voluntad popular”, expresó a través de su cuenta de Twitter, y la segunda parte de su mensaje fue similar al de su vicepresidenta: “Saludo a @JoeBiden, próximo presidente de los Estados Unidos, y a @KamalaHarris, que será la primera vicepresidenta mujer de ese país”.