Diputados retomó el debate por la reducción de la jornada laboral

Fue la segunda reunión informativa de la Comisión de Legislación del Trabajo, donde se escucharon opiniones de representantes gremiales, empresariales y funcionarios.

Con muchos invitados, siguen debatiendo sobre la reducción de la jornada laboral

Será este miércoles a partir de las 16.30, en el marco de una reunión a la que han sido invitados a una comisión de Diputados representantes gremiales y especialistas.

La segunda reunión de la Comisión de Legislación del Trabajo para continuar con el tratamiento de los proyectos de ley de reducción de la jornada laboral se realizará este miércoles a partir de las 16.30.

Será una reunión informativa a la que fueron invitados a exponer Héctor Daer, secretario General de la CGT; Mario “Paco” Manrique, secretario Gremial de la CGT y adjunto del SMATA; Ricardo Diab, de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME); Walter Correa, ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires; Oscar García Díaz, de la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires (UIPBA); Estela Díaz, ministra de las Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires; Juan José Etala, de la Unión Industrial Argentina; Marcelo Uribarren, presidente de la Unión Industrial de Córdoba, y Alejandro Manzanares, del Colegio de Abogados de Córdoba.

También fueron invitados los referentes del ámbito académico Florencia Gutiérrez, integrante del Centro de Economía Política (CEPA); Omar Yasín, abogado laboralista y profesor adjunto de Derecho del Trabajo en la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ergasto Riva, licenciado en administración por la Universidad de Buenos Aires (UBA); Sebastián Etchemendy, profesor investigador asociado de la Universidad Torcuato di Tella (UTDT) e investigador principal de FUNDAR, y los dirigentes Claudio Dellecarbonara, trabajador del subte, miembro del Secretariado Ejecutivo de Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), y Néstor Pritola, diputado nacional (MC), ex integrante de la comisión directiva y congresal del Sindicato Gráfico Argentino.

Con esta nómina de invitados, se espera continuar con el esquema de diálogo social tripartito con el objeto de lograr los consensos necesarios para modernizar la ley 11.544 que lleva casi 100 años de vigencia regulando la jornada de trabajo en nuestro país.

Con representantes gremiales invitados, Diputados vuelve a debatir sobre la reducción de la jornada laboral

La reunión está prevista para el próximo miércoles a las 16.30. Será la segunda reunión informativa para debatir entre siete proyectos que establecen reducir la carga laboral entre 40 y 36 horas semanales.

A cargo de Vanesa Siley, la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados se reunirá este miércoles a las 16.30 para continuar con el debate de los proyectos que proponen la reducción de la jornada laboral.

Las siete iniciativas que hay sobre el tema se dividen en, cinco de los oficialistas Hugo Yasky, Claudia Ormachea, Eduardo Valdés, Mónica Litza y Sergio Palazzo, y las dos restantes de Nicolás Del Caño (Frente de Izquierda) y el socialista Enrique Estévez.

En la primera reunión estuvieron invitados: Ricardo Peidró, secretario adjunto de la CTA Autónoma; Julio Cordero, vicepresidente del departamento de Política Social de la Unión Industrial Argentina (UIA); Claudio Marín, secretario general FOETRA y gremial de la CTA de los trabajadores; Natalia Salvo, presidenta de la Corriente de Abogados Laboralistas “7 de Julio”; Pablo Anino, editor de la sección economía de La Izquierda Diario; y la ministra de Trabajo Kelly Olmos.

Para la próxima semana fueron invitados representantes gremiales y especialistas quienes expondrán sobre la Ley de Régimen de Jornada Laboral y las modificaciones sobre jornada máxima laboral.

Los proyectos a considerar

La iniciativa presentada por la diputada oficialista Claudia Ormachea establece que la jornada de trabajo sea de 6 horas diarias o 30 semanales; mientras que la del líder de la CTA, Hugo Yasky -quien había anticipado el 11 de septiembre pasado el inicio de este debate-, propone que no se exceda de las 8 horas diarias o los 40 semanales, sin disminución del salario que los trabajadores estén percibiendo en el momento en que se reduzca la duración del trabajo.

Por su parte, el referente del sindicato bancario y diputado nacional Sergio Palazzo propone que la jornada laboral tenga un máximo de 8 horas diarias, pero que no exceda los cuatro días a la semana.

Al igual que el proyecto de Ormachea, las propuestas de Valdés y Del Caño proponen un máximo de 6 horas diarias y 30 semanales.

Por otro lado, el socialista Enrique Estévez y Mónica Litza propusieron que la jornada laboral no exceda las 36 horas semanales.

Con voces de todos los sectores, arrancó en Diputados el debate sobre la reducción de la jornada laboral

Fue en una reunión informativa de la Comisión de Legislación del Trabajo, donde hubo numerosos invitados que incluyeron la experiencia internacional. Muchas voces a favor, las dudas planteadas y el cuestionamiento de la UIA.

En el marco de una reunión informativa, arrancó este martes en la Cámara de Diputados el debate de la reducción de la jornada laboral, que tiene como base siete proyectos de ley, cinco de oficialistas,  uno de la izquierda y el restante del socialismo.

Fue el primer encuentro desarrollado en el seno de la Comisión de Legislación del Trabajo, cuya presidenta, Vanesa Siley (FdT) aclaró en el inicio de la reunión que este será el primer encuentro, pero no el último, e informó que “la CGT va a estar presente en la próxima reunión y también algunas cámaras empresariales que nos pidieron participar”.

“Esta discusión es para modificar una norma que data de 1929, que es la ley que rige actualmente la jornada laboral en Argentina, de 48 horas semanales”, señaló la oficialista y dijo entonces que se trata de “modernizar y actualizar la legislación laboral, que cumpliría dentro de cinco años 100 años”. “Cuando se habla de reformas laborales frente a la tecnología, el cambio en las relaciones laborales, hablamos también de este derecho fundamental que es la jornada laboral”, expresó.

Al comparar lo que ocurre en otros países, detalló que “hoy acaba de tener dictamen en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados de México y está próximo a pasar a recinto; en Chile se discutió en abril de 2023 y se convirtió en ley; en Colombia en el 2021 y se convirtió en ley; en Ecuador fue en el año 1983 que se redujo a 40 horas”.

Por otra parte, en Reino Unido hubo una prueba piloto de 61 empresas para reducir un día la semana, que duró seis meses y tras ese tiempo “solicitaron tener definitivamente como régimen una jornada de cuatro días”. De acuerdo con los resultados, “se ve notablemente incrementada la productividad, una baja en el ausentismo, baja en accidentes laborales, lo que trae como consecuencia la baja de un costo”, destacó. Y añadió que además apunta a “mejorar la calidad de vida no solamente en términos físicos, sino de salud mental”. “Todavía no se ha encontrado en todas las experiencias del mundo ningún aspecto negativo”, sumó.

Autora de uno de los siete proyectos en consideración, la diputada Claudia Ormachea (FdT) resaltó que “hace 100 años que no se discute sobre el tema de la jornada” y, sobre el impulso de la iniciativa, consideró que ante los avances tecnológicos y después de la pandemia “era necesario sentarse y pensar en este derecho”. “Es un tema de debate con pruebas piloto en todo el mundo, en los países desarrollados y en los países también de América Latina”, apuntó.

La dirigente de La Bancaria defendió que “es una medida que tiene que ver con mirar la calidad de vida de los trabajadores, mejorar la salud de los mismos”. “Un horario de trabajo que pueda ser mejor compaginado con la vida personal”, remarcó y aclaró que “esta ley, como cualquier otra, no es que viene a prometer cantidad de puestos de trabajo. Esta ley lo que sí va a hacer es una mejor distribución del trabajo y, por supuesto, en algunos sectores de la economía, creación de puestos”.

Al subrayar el aspecto clave de que “este avance no implique una reducción en el salario”, la oficialista afirmó que “las experiencias que se han llevado adelante demuestran que para el lado de las empresas hay menos ausentismo, menos accidentes, la gente trabaja de otra manera y rinde”. Por último pidió, sacarse “la mirada desde lo partidario para que esto se convierta en una ley que mejore la vida de todos”.

Los expositores

El primer expositor en hablar fue Ricardo Peidró, secretario adjunto de la CTA Autónoma, quien argumentó que reducir la jornada laboral contribuye “en la responsabilidad familiar compartida” entre hombres y mujeres, al tiempo de recordar que “la pelea por la jornada laboral es constitutiva del movimiento sindical; está en el ADN de nuestras organizaciones esta pelea”.

“Tenemos internacionalmente experiencia, pero la jornada laboral en la República Argentina es una de las más altas en la región”, manifestó y aseguró que “no es una cuestión que se nos ocurre ahora”, sino que “se está aplicando y discutiendo en todo el mundo”. Para el líder de la Asociación de Agentes de Propaganda Médica, “indudablemente es tiempo de avanzar y profundizar nosotros en este tema” porque esta medida está “directamente relacionada con la salud y la seguridad en el trabajo”, además de generar una “mayor igualdad en esta sociedad”.

En contra de la propuesta, Julio Cordero, vicepresidente del departamento de Política Social de la Unión Industrial Argentina (UIA), preguntó a los legisladores: “Yo limito la jornada para que trabaje menos, ¿para qué? ¿O sea, está mal trabajar, estamos en contra del trabajo? ¿Para qué, para ir afuera a hacer qué? Por supuesto la vida familiar es absolutamente importante, pero esto ya se debatió internacionalmente. El límite dispuesto por la OIT es de 8 horas  diarias o 48 horas semanales”.

A continuación, Claudio Marín, secretario general FOETRA y gremial de la CTA de los trabajadores, solicitó que se separe la cuestión del “tiempo de trabajo” de la “productividad” porque “sino parece que la productividad depende del tiempo que una persona esté a disposición de su empleador”, por lo que remarcó que “ese no es el único elemento ni tampoco se le puede llamar productividad”.

Así, definió a la productividad como “lo que se puede lograr en la producción a partir de aplicar determinadas técnicas, herramientas y capacitación requiere una inversión por el lado patronal para poder lograr una productividad que no necesariamente tiene que ver con la extensión de la jornada ni la carga del trabajo”.

“Cuando los sindicatos formamos parte de la organización del trabajo, cuando el propietario invierte la productividad y eso no quiere decir que haya que trabajar de más. O sea, lograr mayores resultados no implica una relación directa con la cantidad de tiempo que dure una jornada de trabajo porque hay otros elementos en el medio a tener en cuenta porque si no estamos haciendo una discusión pobre”, señaló el secretario de FOETRA.

En tanto, planteó que “la reducción de la jornada no tiene por qué tener un correlato automático con una caída de la productividad porque eso no es productividad, es tener menos carga que puede redundar en una mejora en la productividad al final de la jornada. Es absolutamente necesario que el Congreso pueda llevar adelante una normativa general donde los sindicatos podamos discutir en cada ámbito la implementación sobre la base de una ley que motiva, dispara y da un marco necesario”.

A su turno, Natalia Salvo, presidenta de la Corriente de Abogados Laboralistas “7 de Julio”, expresó que “el trabajo es fundamental para ordenar una sociedad, pero el trabajo con derechos”. “Son derechos humanos consagrados en tratados internacionales con jerarquía constitucional”, afirmó.

En relación a las causas porque las que se mostró a favor de la reducción de la jornada de trabajo, explicó que “si hubo un síntoma de reducir las jornadas fue la salud de los laburantes”, y amplió: “Luego de ver la salud deplorable de los trabajadores que eran de 16 y 17 horas, vino la reducción”, a principios de siglo XX.

“Estamos discutiendo intereses objetivos, pero el trabajador discute por mejores condiciones de trabajo y de vida y la regulación es fundamental para que exista un capitalismo sustentable”, concluyó.

El otro integrante de la Corriente de Abogados Laboralistas “7 de julio”,

Luis Padín, mencionó que “la disminución de la jornada laboral debe ser sin pérdida y que reparta el trabajo existente”. En tal sentido, sostuvo que “la creación de derechos ni la destrucción no genera empleo”.

A su vez, destacó que “los operativos pilotos demuestran que la reducción de las aumentan la productividad y reducen el ausentismo”. Finalmente advirtió que “no debe ser aceptado que el convenio colectivo perfore derechos de los trabajadores en distintos contextos”.

La experiencia española

La secretaria Internacional, Cooperación y Migraciones de Comisiones Obreras de España, Cristina Faciaben, contó que en dicho país la jornada laboral se determina por convenio colectivo. “La cobertura es del 86% de los trabajadores, es decir hay un 15% de la clase trabajadora que no tienen cobertura y están bajo la normativa mínima que es el estatuto de los trabajadores que fija la jornada máxima semanal en 40 horas exigiendo que haya un descanso de 12 horas entre jornada y jornada y el máximo de una jornada ordinaria pueden ser 9 horas”, precisó.

“Desde las comisiones obreras defendemos la reducción del tiempo de trabajo por muchas razones que ya se han apuntado. Tiene comprobado efectos positivos, tanto para las empresas como los trabajadores, es la parte más importante. Además, da respuesta a las necesidades manifestadas por los propios trabajadores y da una autonomía. Racionaliza los tiempos, hay que pensar en los usos del tiempo más allá del trabajo, en forma global como escuela, televisión, fútbol”, detalló Faciaben.

A su vez, afirmó que España es uno de los países donde los trabajadores tienen una jornada para comer de 2 horas y donde las personas “más trabajan a partir de las seis de la tarde, o evitar trabajos nocturnos o a contra turno”. “Facilita y equilibra la vida laboral y personal, la corresponsabilidad entre progenitores, también puede reducir la dualidad de los mercados de trabajo donde los hombres tienen jornadas muy largas y horas extras mientras que las mujeres tienen horas reducidas, ayuda a las empresas a dar puestos de trabajo, reduce el ausentismo y las faltas en el trabajo, también impacta en la sustentabilidad del ambiente al reducir los desplazamientos y tiene impactos positivos en la salud física y mental”, enumeró.

“Puede llevar a mejoras de la productividad por todas las ventajas y la calidad del empleo y el salario, son factores positivos que permiten más ese ser más productivo”, destacó y advirtió que reducir la jornada no implica reducción del salario, no debe ser una imposición, que sea una negociación mediante acuerdos, no debe ser “una moneda de cambio que el empresario llame al trabajador a su gusto como un recurso a disposición”, no se debe ser reduccionista y se tienen que pensar alternativas porque “no en todas las actividades es posible reducirlo a 4 días semanales”.

Pablo Anino, editor de la sección economía de La Izquierda Diario, colaboró en el proyecto que presentó el diputado nacional Nicolás Del Caño (FIT) y expresó: “es tratar esto porque contrapone a la agenda de la ultraderecha”, como así también agregó que “los salarios se cayeron el gobierno de Mauricio Macri y por la devaluación de Sergio Massa y el FMI”.

“Nosotros planteamos que, además de la reducción de la jornada, que nadie ganes menos de la canasta básica, sin flexibilidad y sin bajas de salarios”, señaló Anino, y añadió: “Bajo estas condiciones, esto debe ir con una lucha del sector trabajador”.

Del mismo modo, remarcó que “reivindicamos la lucha mediante una discusión en el Congreso”, pero advirtió que “las centrales sindicales defienden corporativamente los derechos en un país donde hay trabajadores informales y desocupados”.

A su vez, consideró que, en caso de darse la reducción de la jornada de trabajo, “en las 12.000 grandes del país, se podrían generar 1,1 millón de nuevos trabajadores”. “Esto mejoraría las condiciones de vida de la clase trabajadora porque el trabajo bajo el capitalismo es sometido a la explotación”, cerró.

Kelly Olmos a favor del proyecto

El cierre del tramo destinado a oradores invitados correspondió a la ministra de Trabajo de la Nación, Raquel “Kelly” Olmos, quien adelantó el apoyo de esa cartera a esa iniciativa, promoviendo en tal sentido que en caso de adoptarse una modificación de la cantidad máxima de horas “se haga de una manera escalonada, con un horizonte y una previsibilidad”, y que a partir de fijar ese máximo de horas “fortalezcamos la competencia de la negociación tripartita de cada convenio para la mejor distribución de las horas máximas a los efectos de adecuar cada sector.

la funcionaria señaló que “si optáramos por un mecanismo de reducción, estaríamos impulsando una redistribución más adecuada de la productividad alcanzada, aportando al concepto de justicia social”.

“No es un tema ideológico”

El diputado nacional Eduardo Valdés (FdT), autor de uno de los siete proyectos presentados, sostuvo que “veo que los países de mayor índice Gini que son los que están reduciendo el horario laboral como Noruega, Alemania o Dinamarca”, y afirmó que “no es un tema ideológico porque lo discute la derecha inglesa”.

Asimismo, planteó que “las empresas más importantes fueron al calor de esos derechos laborales y los líderes del mundo se lo están debatiendo y se lo están planteando”. “Argentina tiene prestigios en el mundo con los derechos humanos y laborales”, indicó.

“El mundo está planteando nuevos desafíos y hay menos fuentes de trabajo. Ojalá esta reducción permita que se tomen otros trabajadores que quedaron fuera del mercado de trabajo. Bienvenido este debate”, cerró Valdés.

Desde la oposición, el diputado Martín Tetaz (Evolución Radical) dijo estar “a favor de la reducción”, y explicó que “los datos de Argentina son de mediados del 50, cuando eran 2060 horas mensuales y hay una tendencia constantemente a reducir”.

Sin embargo, propuso que “se ensayen y exploren instrumentos para la reducción de la jornada laboral porque no podemos sostener la productividad con la reducción de la jornada”. “No pretendamos que la causalidad va al revés. Generemos una normativa con incentivos”, señaló.

Del mismo modo, planteó: “Hay sectores que no tienen sentido por ejemplo en tareas de cuidados y una serie de empleos, donde la norma no puede ser de carácter general”. A su vez, añadió: “Los incentivos son el camino correcto y el Estado debe llevar ese experimento que son de participación voluntaria”.

“El conjunto de regulaciones puede tener un impacto, pero estaría bueno crear condiciones para que las empresas exploren modos alternativos o que puedan elegir cumplir 10 horas en 4 días porque el mercado de trabajo no es homogéneo”, concluyó.

En el cierre, Daniel Arroyo (FdT) agregó: “Tenemos la necesidad de reducir la jornada de trabajo, luego tratar el tema de la informalidad -que son el 40 por ciento de los que trabajan- y el tercer tema es el tema de los ingresos”, pero aclaró: “Celebro que trabajemos ordenadamente”.

Luego, la diputada María Rosa Martínez (FdT) le respondió a Tetaz respecto a los incentivos que propuso en su intervención y le recordó el tratamiento del proyecto del Empleo MiPyME: “Reducir tareas de cuidado es mejorar la calidad de las horas de trabajo y estamos discutiendo en un país con productividad”, añadió.

Yasky y el proyecto que se viene

El diputado nacional Hugo Yasky afirmó que “nos preocupa resolver la informalidad”, y dejó abierta una posibilidad que contemple una solución que pase por el Congreso: “Estamos trabajando con un proyecto que tiene un objetivo ambicioso, informalidad cero”.

“Sabemos que va a generar resistencias de los sectores empresarios, pero nos va a permitir poner en debate un tema que se utiliza como argumento para postergar avances en la legislación laboral”, explicó respecto la iniciativa en la que se encuentran trabajando desde su bloque.

Para terminar, manifestó que “queremos que la gente trabaje menos para que viva mejor y que viva menos alienado”. “Europa demostró que no hay impacta positivamente en la productividad, es un avance para el sector empresario y la vida es eso que pasa mientras que uno está ocupado haciendo otras cosas”, concluyó.

Finalmente, la presidenta de la Comisión de Legislación del Trabajo, Vanesa Siley, dio por terminada la reunión y anticipó que habrá más reuniones informativas con nuevos expositores.

Con invitados, arranca en Diputados el debate por la reducción de la jornada laboral

Con la presencia de la ministra de Trabajo, se reunirá este martes la Comisión de Legislación del Trabajo para analizar siete proyectos sobre el tema. Será una reunión informativa.

Presidida por Vanesa Siley, la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados se reunirá este martes a partir de las 13, para comenzar a analizar los proyectos que hay sobre la reducción de la jornada de trabajo.

Según se anticipa, serán puestas a consideración siete iniciativas que hay sobre el tema. Cinco son de diputados oficialistas, a saber: Hugo Yasky, Claudia Ormachea, Eduardo Valdés, Mónica Litza y Sergio Palazzo. Las dos restantes son de Nicolás Del Caño (Frente de Izquierda) y el socialista Enrique Estévez

La reunión contará con la participación de especialistas, dirigentes sindicales y autoridades nacionales.

Según se anticipa, estarán presentes en esta reunión informativa Raquel Cecilia Kismer de Olmos, ministra de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación; Julio Cordero, vicepresidente del Departamento de Política Social de la Unión Industrial Argentina (UIA); Claudio Marín, secretario General FOETRA y Secretario Gremial de la CTA de los Trabajadores; Ricardo Peidró, secretario General Adjunto de la CTA Autónoma. Secretario General de AAPM; Natalia Salvo, presidenta de la Corriente de Abogadas y Abogados Laboralistas “7 de Julio”; Luis Padin, integrante de la Corriente de Abogadas y Abogados Laboralistas “7 de Julio”; Pablo Anino, economista, editor de Economía de La Izquierda Diario y en el programa radial El Círculo Rojo; Svenja Blanke, integrante de la Fundación Frederich Ebert; y Cristina Faciaben, secretaria Internacional, Cooperación y Migraciones de Comisiones Obreras de España.

Según anticiparon fuentes legislativas, tras este diálogo social tripartito con las instituciones invitadas a participar, se espera continuar la próxima semana con el tratamiento de los proyectos para modificar la ley 11.544 que lleva 94 años de vigencia.

Los proyectos a considerar

La iniciativa presentada por la diputada oficialista Claudia Ormachea establece que la jornada de trabajo sea de 6 horas diarias o 30 semanales; mientras que la del líder de la CTA, Hugo Yasky -quien había anticipado el 11 de septiembre pasado el inicio de este debate-, propone que no se exceda de las 8 horas diarias o los 40 semanales, sin disminución del salario que los trabajadores estén percibiendo en el momento en que se reduzca la duración del trabajo.

Por su parte, el referente del sindicato bancario y diputado nacional Sergio Palazzo propone que la jornada laboral tenga un máximo de 8 horas diarias, pero que no exceda los cuatro días a la semana.

Al igual que el proyecto de Ormachea, las propuestas de Valdés y Del Caño proponen un máximo de 6 horas diarias y 30 semanales.

Por otro lado, el socialista Enrique Estévez y Mónica Litza propusieron que la jornada laboral no exceda las 36 horas semanales.

La experiencia internacional

A propósito de la visita de funcionarias extranjeras, viene a cuento de conocer la experiencia de la puesta en marcha de este tema en otros países.

En España, la duración máxima de la jornada laboral es de 40 horas semanales. Allí se prevé llegar a 32 horas semanales. Un primer paso sería que en 2024 entrara en vigor una reducción para llegar a 37,5 horas semanales.

En Chile, la norma permite trabajar hasta 45 horas por semana, jornada que se redujo desde las 48 horas en 2005. Ya desde junio del año pasado, el Ministerio del Trabajo de Chile creó el sello 40 horas, certificación que reconoce a las empresas que ya aplican la jornada laboral reducida.

Para Del Caño se podrían generar un millón de empleos reduciendo la jornada laboral

El diputado de izquierda brindó una charla en la Universidad de Belgrano en la que analizó la crisis económica y social del país.

El diputado nacional Nicolás del Caño (Frente de Izquierda – Buenos Aires) disertó este jueves en la Universidad de Belgrano ante estudiantes, docentes y miembros de la comunidad y planteó sus propuestas para hacer frente a la crisis económica y social que atraviesa nuestro país.

El legislador diagnosticó un crecimiento de la “bronca genuina contra la casta política”, provocado el aumento de los niveles de pobreza y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

A la hora de plantear propuestas para sortear de esta situación, hizo hincapié en la necesidad de reducir la jornada de trabajo a seis horas, con un salario que cubra la canasta familiar, como se debate por estos momentos, según destacó, en los países desarrollados.

“Esto permitiría repartir las horas de trabajo para darle empleo a quienes no lo tienen hoy”, explicó y subrayó: “Si se aplicara a las 12.000 empresas más grandes del país, se podrían generar 1.000.000 de trabajos genuinos y se lograría un aumento del 33% del salario”.

Por último, señaló que “la productividad del trabajo en la actualidad lo permite, ya que obviamente no es la misma que en 1929, cuando se conquistó la jornada de ocho horas en la Argentina”.

Se viene el debate sobre la reducción de la jornada laboral

El tema comenzó a instalarse en una reunión de asesores, prolegómeno del comienzo de la discusión en comisiones de la Cámara de Diputados.

En lo que representa el preludio de su tratamiento en comisión entre los propios diputados, comenzaron a analizarse entre los asesores los proyectos presentados por los diputados del Frente de Todos Hugo Yasky y Claudia Ormachea que apuntan a reducir las horas de la jornada laboral, sin que esto implique una reducción de los derechos adquiridos por los trabajadores, incluyendo el salario percibido.

Los proyectos cuentan con estado parlamentario y fueron remitidos para su evaluación al grupo de asesores de diputados que son parte de la Comisión de Legislación del Trabajo, que conduce la oficialista Vanesa Siley.

Según pudo saber parlamentario.com, en el inicio de esas discusiones hubo aportes de todos los bloques presentes y también algunas reticencias de parte de Juntos por el Cambio. De todas maneras, según confiaron las fuentes consultadas, el debate se encuentra abierto a fines de modernizar la norma vigente en nuestro país que data de 1929 y que se pretende adecuar a los debates mundiales.

Los proyectos existentes

Como hemos dicho, hay en la actualidad dos proyectos con estado parlamentario que se refieren a la reducción de la jornada laboral. El de Hugo Yasky fue presentado el 25 de septiembre de 2020 y tiene también las firmas de sus pares Pablo Carro, Blanca Osuna, Fernanda Vallejos, Rosana Bertone, Patricia Mounier, Gladys Medina, Mónica Macha, Gabriela Cerruti, Itai Hagman, Claudia Ormachea y Juan Carlos Alderete.

La iniciativa modifica las leyes 11.544 y 20.744. Precisamente sustituye el artículo 1° de la Ley 11.544 estableciendo que “la duración del trabajo no podrá exceder de 8 horas diarias o 40 horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas, aunque no persigan fines de lucro. No están comprendidos en las disposiciones de esta ley los establecimientos en que trabajen solamente miembros de la familia del jefe, dueño, empresario, gerente, director o habilitado principal”.

Agrega ese artículo que “la limitación establecida por esta ley es máxima y no impide una duración del trabajo menor de 8 horas diarias o 40 semanales para las explotaciones señaladas”.

El proyecto establece además que “no podrá ocuparse a personas de 16 a 18 años en ningún tipo de tareas durante más de 6 horas diarias o 36 semanales. La distribución desigual de las horas laborables no podrá superar las 7 horas diarias. La jornada de las personas menores de más de 16 años, previa autorización de la autoridad administrativa laboral de cada jurisdicción, podrá extenderse a 8 horas diarias o 40 semanales”.

El proyecto de Claudia Ormachea es más reciente -data del 2 de marzo de 2022-, pero en rigor de verdad ella ya había presentado una iniciativa en ese sentido en noviembre de 2020 junto a su par tucumano Carlos Cisneros.

Esta iniciativa es más extrema, pues establece que “la duración del trabajo no podrá exceder de 6 horas diarias o 36 semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas, aunque no persigan fines de lucro”.

La norma no comprende a los trabajos en los establecimientos en que trabajen solamente miembros de la familia del jefe, dueño, empresario, gerente, director o habilitado principal. Agrega el proyecto que “la limitación establecida por esta ley es máxima y no impide una duración del trabajo menor de 6 horas diarias o 36 semanales para las explotaciones señaladas”.

También el artículo 1° señala que “la jornada máxima diaria salubre podrá ser ampliada a 7 horas diarias siempre que las tareas se desarrollen exclusivamente entre lunes y viernes”.

El artículo 2° del proyecto de Ormachea establece que “la jornada de trabajo nocturno no podrá exceder de 5 horas y 15 minutos, entendiéndose como tal la comprendida entre las 21 y las 6 horas”. Para casos de lugares insalubres, la duración del trabajo no deberá exceder de 4 horas y media diarias o 27 semanales.

Antecedentes

Hay en el Senado también proyectos que van en el mismo sentido, como el que presentó el jujeño Guillermo Snopek en agosto de 2021, que también limita la duración de la jornada a 6 horas diarias o 36 semanales; en tanto que ya perdió estado parlamentario una iniciativa del puntano Daniel Pérsico presentada en 2017.

También en 2017 el diputado (MC) Héctor Recalde presentó un proyecto para reducir el horario de trabajo de los menores de edad, en tanto que Facundo Moyano impulsó en noviembre de 2017 un proyecto de disminución dela jornada laboral a 40 horas semanales.

La experiencia mundial

Cuando a mediados de 2021 la entonces diputada Fernanda Vallejos salió a respaldar la reducción de la jornada laboral, puso como ejemplo el debate que el tema genera en otros países. Por caso, contó que el gobierno español había lanzado entonces una prueba piloto para establecer la semana laboral de cuatro días y destinar 50 millones de euros a empresas en su adaptación a este nuevo modelo.

En Islandia dos ensayos realizados entre 2015 y 2019 comprobaron que llevar a 35 y 36 horas semanales la jornada laboral, sin reducción de sueldo, mantuvo o mejoró la productividad al igual que la salud.

En la región, Colombia avanza en la reducción de la jornada laboral actual de 48 horas semanales, a 42. La iniciativa plantea que la reducción sea gradual, es decir, cada año se bajarían 2 horas de la jornada actual, desde 2023 y hasta 2026, hasta llegar a las 42 que prevé la ley.

En tanto, en Chile a fines de junio la Cámara de Diputados declaró admisible el proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral a 4 días y extender los días de descanso a 3.

Menos es más: los resultados de una ecuación positiva para el mundo

Por Carlos Nicora*. Un análisis sobre la reducción de la jornada laboral en Argentina, luego que el Reino Unido anunciara una prueba piloto con 30 empresas considerando sus beneficios económicos, ambientales, sociales y sanitarios. El autor cuenta con un proyecto para avanzar en este sentido, comenzando con empresas y fábricas.

La reducción de la jornada laboral a 4 días es una iniciativa que gana terreno en el mundo. Luego del primer paso que dio Islandia en 2015 en el sector público, grandes empresarios decidieron apoyar esta medida. El antecedente más reciente es de principios de este año Reino Unido donde los trabajadores pasaron disminuyeron su semana laboral de lunes a jueves, 32 horas semanales, manteniendo el mismo sueldo.

El sentido común diría que se trata de un atentado contra la rentabilidad empresarial con resultados catastróficos en la productividad. Sin embargo, los datos obtenidos de las experiencias que nos anteceden indican que, no sólo aumentó la productividad producto de la motivación de los empleados, sino que disminuyeron gastos fijos asociados al ausentismo y el consumo. La clave no sólo está en el compromiso que asumen los trabajadores y su valoración hacia la empresa, sino en tener una dotación plenamente lúcida y fidelizada con el objetivo del organismo o compañía para el que se desempeña.

El estrés es la otra pandemia que el mundo padece hace años. Según informes brindados por el Banco Mundial, el estrés es aliado de la pobreza en Latinoamérica, es “el mal del siglo XXI reduce la productividad y, como consecuencia, la capacidad económica y de desarrollo de cualquier país”. Los resultados negativos se extienden también al aumento de los trastornos de salud física y mental producto del estrés.

En términos macroeconómicos, la reducción de la jornada laboral evidencia otras consecuencias positivas, como el aumento del consumo cultural y la inversión en esparcimiento: gastronomía, turismo local, actividades familiares, etc. El tiempo en familia es valorado no sólo por el trabajador, sino por todo su entorno, y se extiende a un mejor equilibrio en la distribución de las tareas del hogar y crianza de los niños y niñas. Generando futuras generaciones más comprometidas con el otro.

Los beneficios de generar nuevos modos de producción, con mejoras en la calidad de vida de los trabajadores son múltiples, no se limitan a la particularidad de cada empresa. La experiencia de atravesar el Covid-19 ha motivado a locales gastronómicos y empresas pequeñas a focalizarse en una mejora sustancial de las condiciones laborales de sus empleados con alternativas que dinamizaron el negocio.

Incluso, en un contexto de pandemia, la disminución de tiempo compartido en espacios comunes también limita la propagación del Covid-19, un plazo de 3 días de receso permitiría mitigar la situación pandémica.

Como seres capaces de capitalizar la experiencia, debemos aprovechar los aprendizajes, con medidas positivas que promuevan la generación de nuevos recursos que faciliten el desarrollo y la vida de los sectores más productivos.

El proyecto Eureka en Argentina propone avanzar en este sentido, en un terreno aún inexplorado en nuestro país pero con resultados positivos a nivel mundial. El debate que genera el cambio en la jornada laboral ya tuvo un correlato a principios de 1900 cuando se quiso disminuir la cantidad de horas en las fábricas. Hoy, como un deja vú, volvemos a poner sobre la mesa los valores no sólo económicos que fomentan tal iniciativa, sino la necesidad de compartir otro tipo de experiencias y vivencias a nivel social y humano. Dejemos de lado temores infundados y apoyemos nuevos modos de desarrollo.

* Carlos Nicora, consultor de la Organización de Estados Iberoamericanos.

Palazzo insiste con reducir la jornada laboral

Recibió el apoyo de PyMEs en ese sentido, y cuestionó la postura de la UIA y textiles.

El secretario general de La Bancaria y precandidato a diputado de la provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos, Sergio Palazzo, se reunió con dirigentes de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), en el marco del Día del Empresario Nacional, y apuntó contra los sectores que proponen disminuir las horas de trabajo con rebajas salariales.


Este lunes, empresarios PyME reclamaron en Plaza de Mayo por un plan de reactivación a través de un “shock de empleo” que, entre otros puntos, exige la reducción de la jornada laboral con el objeto de sumar 500 mil puestos de trabajo.


Entre los oradores del acto estuvo Palazzo, quien, a través de su cuenta oficial de Twitter, sostuvo: “Ustedes saben que hemos instalado la disminución de la jornada de trabajo con el mismo salario. El titular de la UIA (Unión Industrial Argentina), al hacer referencia a este tema dijo que debía ser con rebaja salarial”.


“Lo mismo dijo el empresario (Teddy) Karagozian – el mismo que propone eliminar la indemnización por despido-; está claro que empezaron las operaciones para evitar que avancemos generando un nuevo derecho y generando empleo con esta medida”, aseveró el secretario general de La Bancaria, quien agregó: “Pues bien, hoy es el Día del Empresario Nacional. Y he sido invitado por ellos de la ENAC, que me han manifestado su apoyo a la banca pública y en su documento del día de hoy, manifiestan con contundencia que están de acuerdo y acompañan el proyecto de reducción de la jornada de trabajo con el mismo salario”.

Bajo esta línea, Palazzo concluyó: “Sería bueno que el titular de la UIA tome nota del mensaje que emiten las PyMEs que suscriben el documento”.


Palazzo es precandidato a diputado nacional por la lista del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires. Forma parte de la lista que encabeza Victoria Tolosa Paz e hizo del reclamo de una reducción de la jornada laboral su principal propuesta de cara a las urnas.


La ENAC, creada hace 6 años, adhirió al reclamo del sindicalista, asegurando que, con reducciones de cargas patronales, incentivos impositivos, y normas que impidan a las grandes empresas el recurso a las horas extra se puede incluir a más personas en el mercado de trabajo.

Yasky insiste con dar el debate sobre la reducción de la jornada laboral

El diputado del Frente de Todos y dirigente sindical propone que se pase de 48 horas semanales a 40. “El sindicalismo y la política deben hacerse cargo de esta discusión”, expresó.

El diputado nacional Hugo Yasky (Frente de Todos) reiteró su intención de instalar el debate sobre la reducción de la jornada laboral, un tema sobre el que, en los últimos días, también se manifestaron a favor otros de sus pares, como Fernanda Vallejos.

El secretario general de la CTA de los Trabajadores propone discutir el cambio de las 48 horas semanales a 40, en base a un proyecto de ley que presentó el año pasado en la Cámara baja.

“Argentina tiene una de las jornadas laborales más extensas, de 48 horas semanales, fijada hace 101 años por la OIT. Sí, hace 101 años”, señaló en su cuenta de Twitter el legislador oficialista.

En ese sentido, destacó que “el experimento en países como Chile, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Japón e Islandia muestra buenos resultados”.

Yasky, que en las elecciones de este año irá en busca de un nuevo mandato, advirtió que “los índices de desocupación son alarmantes. Estamos ante la posibilidad de distribuir más equitativamente un bien escaso como el empleo”. Y enfatizó que “el sindicalismo y la política deben hacerse cargo de esta discusión”.

Además, el diputado aseguró que “el impacto positivo en el ambiente está estudiado: reducción de combustión, del gasto de energía y de la circulación de gente”.

https://twitter.com/HugoYasky/status/1423032041797558276

“La posibilidad de tener una vida menos alienada representaría beneficios incuestionables para lxs trabajadorxs y la sociedad en su conjunto”, continuó, y sostuvo que este cambio “también beneficiaría a los grupos empresarios: el ensayo sobre la reducción de la jornada laboral en Islandia demostró una mejora en la productividad”.

Finalmente, el dirigente sindical consideró que “la pandemia nos golpeó fuerte, después del cimbronazo de la debacle macrista. Estamos ante la posibilidad de repensar las desigualdades y transformarlas en justicia social. Convertir este proyecto en ley sería el primer paso”.

El proyecto presentado por Yasky -en septiembre del año pasado- propone modificar el artículo 1ro. de la Ley 11.544 -de jornada de trabajo-, de modo de establecer que “la duración del trabajo no podrá exceder de 8 horas diarias o 40 horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas, aunque no persigan fines de lucro”.

Además, busca adecuar con este cambio la letra del artículo 190 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), referido al trabajo de menores entre 16 y 18 años.

Por otra parte, una iniciativa paralela busca modificar el artículo 198 de la LCT, que quedaría redactado: “La reducción de la jornada máxima legal solamente procederá cuando lo establezcan las disposiciones nacionales reglamentarias de la materia, estipulación particular de los contratos individuales o convenios colectivos de trabajo. En estos casos la jornada pactada tendrá los mismos efectos que la jornada máxima legal”.

Vallejos abogó por la reducción de la jornada laboral

La legisladora del Frente de Todos respaldó la discusión en torno a la semana de cuatro días o menores horas dedicadas al empleo en el país. Es con el objetivo de formalizar mayor cantidad de fuentes de trabajo, crear nuevos, aumentar la productividad y mejorar la calidad de vida de quienes trabajan. Qué experiencias hay en España, Islandia, Colombia y Chile.

“¿Cómo puede ser que a esta altura de los avances técnicos y tecnológicos que ha acumulado nuestra sociedad, tengamos estos niveles cada vez más altos de desocupación?”, planteó este martes la diputada Fernanda Vallejos. Así, defendió el debate que se abre camino en Argentina en pos de la reducción de la jornada laboral con el objetivo de formalizar mayor cantidad de empleos, crear nuevos, aumentar la productividad y mejorar la calidad de vida de quienes trabajan. Esto, a la vista de las fructíferas experiencias en otros países de la región y el mundo.

La legisladora se preguntó: “¿Cómo puede ser que vivamos vidas tan inhóspitas, donde los hombres y las mujeres que tienen la suerte de tener un trabajo, de pronto trabajen, en el mejor de los casos 8, 10, 12 y hasta 14 horas?”, para luego advertir que esto implica “jornadas laborales interminables por sueldos miserables o al menos insuficientes para calzar la felicidad a la que todo hombre y mujer a esta altura de la humanidad debería tener derecho a aspirar”.

La discusión para reducir la jornada laboral adquirió mayor peso en el último tiempo frente al impacto de la pandemia en mayores niveles de desocupación, desigualdad y pobreza. En esta línea, el Grupo 25 de Mayo pidió en la Proclama del 9 de julio un modelo de capitalismo nacional de salarios altos y trabajo digno para apuntalar la recuperación económica con inclusión social. También, la plena la plena vigencia del art. 14 bis de la Constitución Nacional.

Vallejos es una de las principales referentes del Grupo 25 de Mayo, junto al secretario General Adjunto de Camioneros, Pablo Moyano; el secretario general de la CTA, Hugo Yasky; el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, Guillermo Moretti, y el presidente de la Sociedad Rural de Córdoba, Pedro Salas.

En uno de los puntos de esa Proclama que difundieron el Día de la Independencia, impulsaron la reducción de la jornada laboral “conforme con los objetivos de alcanzar el pleno empleo, el crecimiento de la masa salarial y la necesidad de que los trabajadores y trabajadoras no vivan para trabajar sino que trabajen para vivir, disponiendo del tiempo y los recursos suficientes para disfrutar de los afectos, el arte, la reflexión, el estudio o la cultura, mejorando la productividad de la sociedad”.

El diputado nacional del Frente de Todos Hugo Yasky, el diputado porteño del Frente de Todos, Mariano Recalde, y la ministra de Trabajo del gobierno de Axel Kicillof, Mara Ruiz Malec, también animaron el debate para la reducción del tiempo de trabajo.

Los planteos responden a que la duración del trabajo en Argentina es una de las más altas en el continente. Según la Ley 11.544, el trabajo “no podrá exceder de ocho horas diarias o cuarenta y ocho horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas”.

Vallejos retomó el tema como uno de los desafíos de la economía que viene y abogó por “distribuir las horas de trabajo necesarias para sostener la producción que requiere nuestra sociedad, sustentar la reproducción biológica y material y satisfacer las necesidades que como comunidad tenemos entre los millones de desocupados”.

Las experiencias internacionales

Argentina mira a otros países que han avanzado en la reducción de la semana o las horas diarias dedicadas al trabajo. Por caso, el gobierno español lanzó a principios de año una prueba piloto para establecer la semana laboral de cuatro días y destinar 50 millones de euros a empresas en su adaptación a este nuevo modelo. La iniciativa provino del diputado y dirigente de Más País Íñigo Errejón, con quien Vallejos ha mantenido un sostenido intercambio de miradas sobre la temática.

Por otro lado, en Islandia dos ensayos realizados entre 2015 y 2019 comprobaron que llevar a 35 y 36 horas semanales la jornada laboral, sin reducción de sueldo, mantuvo o mejoró la productividad al igual que la salud.

En la región, Colombia avanza en la reducción de la jornada laboral actual de 48 horas semanales, a 42. La iniciativa plantea que la reducción sea gradual, es decir, cada año se bajarán 2 horas de la jornada actual, desde 2023 y hasta 2026, hasta llegar a las 42 que prevé la ley. En tanto, en Chile a fines de junio la Cámara de Diputadas y Diputados declaró admisible el proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral a cuatro días y extender los días de descanso a tres.

En este marco, por último Vallejos afirmó que “estamos en perfectas condiciones para plantearnos un modo diferente de funcionamiento, porque hemos logrado, a lo largo de los años, construir las capacidades técnicas para poder hacerlo”. Y finalizó: “¿Qué es lo que nos está impidiendo avanzar en este sentido? En un sentido muchísimo más humano, pero además muchísimo más sustentable que no ponga en riesgo los equilibrios ecosistémicos de nuestro planeta, que no ponga en riesgo nuestra salud física y mental y que no ponga en riesgo nuestra plenitud psíquica y espiritual”.