Cristina se reunió con intendentes del conurbano

La vicepresidenta insistió sobre un programa de gobierno a largo plazo que genere distribución equitativa del ingreso para lograr una sociedad más justa.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió en el Senado a los jefes comunales Juan José Mussi (Berazategui), Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Andrés Watson (Florencia Varela) y el diputado nacional del Frente de Todos Julio Pereyra.

Durante el encuentro dialogaron sobre la actualidad de sus distritos y la coyuntura nacional y provincial con el objetivo de profundizar una agenda de trabajo en común que responda a las demandas de la comunidad.

Según se informó posteriormente, conversaron acerca del crecimiento de cada una de las comunas y “la importancia de seguir avanzando con obras que además de mejorar la calidad de vida de los vecinos, generan trabajo, uno de los máximos objetivos del peronismo”.

A su vez, conversaron sobre la coyuntura electoral y la importancia de cuidar la unidad, si bien los alcaldes coincidieron en que actualmente todos los objetivos están puestos en resolver las demandas de la comunidad. Al respecto, la exmandataria volvió a reiterar la importancia de  trabajar en “un programa de gobierno a largo plazo que genere distribución equitativa del ingreso para lograr una sociedad más justa”.

Mussi: “Si vuelve Macri me muero”

El intendente de Berazategui antecedió a Cristina Kirchner con su discurso, en el que cargó contra el neoliberalismo y llamó a mantener la unidad para no perder el poder: “Nosotros queremos a todos los peronistas adentro, aun a los malos”.

En la previa del discurso de Cristina Fernández de Kirchner en Ensenada,dos intendentes actuaron como una suerte de “teloneros” de la vicepresidenta. El anfitrión, Mario Secco, y el de Berazategui, Juan José Mussi. Sus discursos fueron más breves, pero tuvieron pasajes de fuerte contenido político.

El primero en hablar fue el dueño de casa, que sobre el final pidió para la vicepresidenta “respeto con esta mujer”, y remarcó: “Si el peronismo gobierna el país es por la decisión de esta mujer”, señaló y en el público comenzaron a cantar “Cristina presidenta”.

Luego reivindicó la posibilidad de disentir dentro del Frente de Todos. “¿Cómo no vamos a tener derecho para hablar y para decir lo que sentimos?”. Y cerró: “El próximo año volveremos a poner un proyecto nacional y popular. No tengan duda que lo vamos a hacer. Unidos y organizados hasta la victoria compañeros”.

A continuación habló Mussi, quien contó las anécdotas que compartió -de chico y de joven- con Perón y Evita. Pero no se limitó a contar historias, también se refirió al presente y a la necesidad de mantener la unión del Frente de Todos para no perder el poder. Al punto tal de resultar controvertidas algunas de sus definiciones.

“Deseo la unidad del peronismo para no perder. No quiero más a los neoliberales. Yo quiero ganar, yo quiero que nos conduzcan a la victoria”, señaló en un pasaje, y la emprendió contra el expresidente: “Lo padecimos a Macri, nunca más un Macri en la Argentina. Los que no me quieren querrán que vuelva Macri para que me muera. Si vuelve Macri me muero”.

En otro pasaje sostuvo que “tenemos que consolidar la unidad del peronismo para poder ganar las próximas elecciones. No pido la unidad, exijo la unidad porque como peronista me lo merezco”.

“Así como le dijimos nunca más a las cosas que decía Hebe (de Bonafini) –señaló en referencia a los militares-, le tenemos que decir nunca más a los neoliberales en la Argentina”.

Expresó luego su deseo de que “el presidente termine su mejor posible su gestión. Si va a ser él o no, no lo sé, pero quiero un peronista. Y si le va mal, nos va ir mal a todos”.

Para él, en las próximas elecciones hay que ir “con Cristina a la cabeza, en el medio, como sea… Necesitamos que nos representen”. Y agregó: “Yo no le quiero tirar argentinos a los chanchos. Yo no quiero que mis vecinos de Berazategui tengan un gobierno neoliberal, porque eso es tirar los vecinos a los chanchos…”.

“Todos nos podemos equivocar, el movimiento es un movimiento nacional, popular y cristiano. Si no aceptamos que hay equivocados, no sería cristiano nuestro movimiento”, sugirió.

Dijo que el día anterior, reunidos con Cristina, le había dicho: “Nosotros queremos a todos los peronistas adentro, aun a los malos”. Y completó su controvertido razonamiento afirmando que “los más equivocados de los peronistas nunca van a ser como un gorila. Lo que no quiero es gorilas”.

Agregó: “No me preocupo por los equivocados, tengámoslos adentro para ganar. El río ancho y caudaloso, cuando avanza deja la basura al costado”.

Sobre el final afirmó que “lo que no nos podemos permitir es que ganen los neoliberales. Si nos pasara eso, me sentiría tan responsable como todos los que están aquí, y aceptaría eso de que Dios y la Patria me lo demanden”.

El intendente de Berazategui se mostró conforme con la intención de postergar las PASO

Juan José Mussi destacó la importancia de que Nación y provincia acompañen a los municipios con fondos para hacer más llevadera la situación de la pandemia.

El intendente de Berazategui Juan José Mussi se refirió al rebrote de coronavirus en la provincia, y admitió que “la pandemia se transforma en algo muy difícil de sobrellevar, ya que disminuye la actividad económica y aumenta los gastos”.  

En declaraciones a Siete Colores por FM 97 Une, el jefe municipal destacó que él ya intuía que no se iba a llegar a vacunar a todo el mundo “para agosto” y resaltó que hay que tener en cuenta que “es una época en la que Argentina está en pleno invierno y hay otras enfermedades que siempre nos ocupan camas”. 

Por otra parte, con respecto a la segunda ola de coronavirus, Mussi aseguró que en su partido ya empezaron a aplicar las nuevas restricciones y no descartó que se establezcan medidas “que no afecten mucho a la economía pero que sí impacten sobre la conducta ciudadana”. 

Finalmente, el intendente señaló que “estamos de acuerdo con las medidas que toma la provincia. Acompañamos los decretos y los diferentes métodos para combatir el coronavirus. Estamos en la misma onda y vamos a seguir así porque en todos lados, incluida la Ciudad de Buenos Aires, las aperturas desmedidas han sido perjudiciales”. 

Se deshace la armonía política que generó el pánico por la pandemia

Conforme evoluciona el confinamiento obligado por una pandemia que todavía no estalló, la cuarentena va flexibilizándose igual que los modos conciliadores que venían exhibiéndose en la emergencia.

Por José Angel Di Mauro

Está claro que “la montaña” la tenemos delante, no atrás. Entiéndase por montaña al pico de la pandemia, que los países que fueron azotados por la misma ya han atravesado y nosotros en cambio vemos como una amenaza cercana, mas sin los temores que generaba hasta hace no mucho tiempo. Los países de Europa que tuvieron miles de muertos ya están abandonando las cuarentenas estrictas que tuvieron que adoptar cuando la situación se les iba de las manos. Naciones como Alemania, que a partir de un sistema de salud de envergadura atravesó la emergencia de manera airosa, pudieron reanudar este fin de semana sus torneos de fútbol. Todo un dato, que genera envidia en sus vecinos con ligas poderosas.

Como pocas veces antes, la Argentina pudo contar esta vez con el diario del lunes; y tal vez como nunca, aprovechó esa situación, disponiendo medidas que permitieron que el brote hasta ahora no se haya disparado en el territorio nacional. La parte del vaso vacía es que una cuarentena tan estricta mantiene aplanada la curva de contagios, pero no evita que en algún momento llegue el pico, que va de la mano de la flexibilización del aislamiento, que se va dando, pues es imposible mantener semejante rigidez in eternum. Por razones económicas y sociales.

La Ciudad de Buenos Aires autorizó para este fin de semana la salida de los chicos, que vivieron confinados durante los últimos dos meses; la Provincia también autorizó a que puedan acompañar a sus padres cuando salen a hacer las compras diarias. Es un poco lo que el Presidente había sugerido al anunciar la fase 3, y que Buenos Aires, CABA, Córdoba y Santa Fe se apresuraron a rechazar entonces. Pero en este caso es algo recomendado por los médicos -tan apegados al aislamiento ellos-: pasado tanto tiempo el confinamiento genera consecuencias en la salud. No hay demasiados antecedentes para analizar bien, pero un estudio del neuropsicólogo español Alvaro Bilbao compara los síntomas de estrés postraumático en los padres y los niños en cuarentena con quienes no estuvieron confinados, y encontraron que las puntuaciones medias de estrés postraumático eran cuatro veces más altas en los niños que habían estado aislados.

Como pocas veces antes, la Argentina pudo contar esta vez con el diario del lunes; y tal vez como nunca, aprovechó esa situación.

Ni qué decir de las consecuencias económicas de una cuarentena estricta y perdurable. La AFIP ya confirmó que el Estado volverá a pagar la mitad de los sueldos privados en el mes de mayo, y se sabe que analizan mantener el IFE mientras dure la crisis sanitaria. Pero el propio ministro de Economía ha deslizado que el socorro del Estado nacional no puede ser infinito.

En este contexto, con la montaña aún por delante, es que el clima político se enrareció en los últimos días. Fue el propio Presidente el que, tras haber vuelto a sentar a su lado a Axel Kicillof y el opositor Horacio Rodríguez Larreta, abandonó el tono conciliador para fustigar a la oposición. Venía haciéndolo al hablar de quienes cuestionaban mantener la cuarentena por sus graves efectos económicos, sabiendo que con ello les apuntaba a Mauricio Macri y sus dirigentes más cercanos, pero en sucesivas entrevistas repitió puntualmente sus críticas al gobierno anterior y especialmente a la gestión de María Eugenia Vidal.

No hizo falta esforzar la imaginación para recordar la reunión de tres horas que Alberto Fernández mantuvo con su vicepresidenta en Olivos en los días previos a esa embestida.  La expresidenta puso en la mira al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde el primer día, y su compañero de fórmula mostró disposición a atender sus inquietudes. Cuando CFK habló del presupuesto de la Ciudad, el gobierno nacional confirmó que avanzarían en un recorte en la coparticipación porteña, que solo la pandemia postergó. La vicepresidenta arrastró a HRL en la embestida judicial que ensayó a partir de los dichos -y silencios- de la jueza Ana María Figueroa. En una nueva demostración de fuerza, se puso en marcha toda una cadena de acciones y reacciones de legisladores que le responden -recordemos que las listas legislativas del año pasado se armaron en el Instituto Patria-, y no puede considerarse ajena a estas medidas la decisión de la Oficina Anticorrupción de apartarse de la querella en los juicios que más complican a  la expresidenta. Vale recordar que Félix Crous, el titular de la OA, es un reconocido dirigente kirchnerista que supo ser habitué del emblemático 678.

felix crous
La oposición quiere interpelar a Félix Crous.

El analista Sergio Berensztein tiene su visión sobre el tema. Convencido de que lo que está sucediendo en la Justicia es parte de un plan bien concreto, relaciona el supuesto aceleramiento en ese sentido con la sensación de que “el futuro próximo va a traer aparejada una crisis muy significativa”, consecuencia de la pandemia y la deuda, ante lo cual Cristina estaría adelantando los tiempos “por miedo a que se debilite su administración y (luego) no pueda hacerlo. Cristina tiene que huir hacia adelante por miedo a que después no pueda resolver estas cuestiones judiciales”.

cristina kirchner sesion virtual 13 de mayo
Cristina Fernández de Kirchner tiene una influencia enorme en el Gobierno que contribuyó sustancialmente a ungir.

Como sea, Fernández de Kirchner es un animal político de una envergadura como quizá hoy nadie pueda exhibir. Y como tal es la única que parece tener un plan y una estrategia. Mientras el gobierno debe administrar en un contexto que ya era complicado antes de la pandemia, y la oposición adolece de la falta de articulación que genera la vuelta al llano y la ausencia de un liderazgo concluyente, ella planifica. Por eso puede darse el lujo de pensar en 2023 y por eso busca limar a Rodríguez Larreta, y también a María Eugenia Vidal, que esta semana reapareció en público, pero sigue sin hacer declaraciones periodísticas. “No es el momento”, dicen desde su entorno, pero alienta a que hablen los dirigentes que le responden, que tachan la definición “macristas” para tildarse de “vidalistas”.

Imposible no vincular con esto el fuerte enojo que se dejó trascender los últimos días desde la Provincia contra el jefe de Gobierno porteño por haber flexibilizado la cuarentena. Arrancó el gobernador -tan cercano a Cristina-, siguieron sus colaboradores y luego se sumaron los intendentes más afines al kirchnerismo.  El argumento es que al permitir la apertura de comercios, se genera un flujo de habitantes del Conurbano hacia la Ciudad, justo en momentos en que ese distrito viene mostrando un incremento de casos. A tal punto surgieron los cuestionamientos que el intendente de Berazategui, Juan José Mussi, llegó a advertir la posibilidad de cerrar los accesos a CABA. “Tendríamos que cerrar los puentes”, dijo. La lista de los intendentes críticos es extensa, pero completó el cuadro la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, que calificó como “acto de irresponsabilidad por parte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires habilitar comercios que no son esenciales”.

Desde la Ciudad evitan elevar el tono; recuerdan que el incremento de casos detectados no tiene que ver con las últimas medidas, pues la medición tiene un delay  de algunos días, y además sostienen que la mayoría corresponden a los barrios populares, que es donde han intensificado los testeos ante la certeza siempre contemplada de que esos son los sectores más expuestos a la propagación del virus. Sugieren de manera privada que en la Provincia se atajan frente al pico próximo a llegar y no descartan, como han dicho, volver sobre sus pasos si el alza se mantiene constante.

Tendríamos que cerrar los puentes”, dijo Juan José Mussi, intendente de Berazategui.

En ese contexto debe sumarse la mención que hizo Máximo Kirchner en la sesión de Diputados del miércoles. Presente en el recinto durante el histórico debate, el titular del bloque oficialista de diputados cerró el mismo con un mensaje hacia el jefe de Gobierno porteño: “Para aquellos que le dicen que tiene que abrir a lo que dé lugar, le decimos que cuenta con nosotros para aguantar esa presión y preservar lo que hay que preservar, que es la vida de la gente”. Algunos lo tomaron como un respaldo, otros como la intención de mostrar una señal de debilidad suya precisamente ante las presiones.

Medió en esta controversia el propio Alberto Fernández, convocando al jefe de Gobierno y su vicejefe a Olivos, con la excusa de mostrarles el kit de diagnóstico rápido creado por científicos argentinos. El Presidente ya había encabezado la presentación del mismo, acompañado por los ministros de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza, y de Salud, Ginés González García, pero deliberadamente generó la foto con Larreta y Santilli. Una señal hacia adentro y hacia afuera.

Ya se sabe cuál es el peso de las imágenes, y el Presidente quiso que esa se difundiera y para eso organizó el encuentro. De la reunión con su vice, la semana anterior, no hubo en cambio ningún documento gráfico.