¿CFK candidata, o una operación para evitar la migración de votos a Milei?

El Gobierno que presume de no tomar deuda mendiga dólares para evitar un naufragio. Los contactos de los acreedores con la oposición y la convicción casi general de que lo mejor es que lleguen fondos para evitar acelerar un desenlace.

Por José Angel Di Mauro

Ni siquiera las cosas previstas especialmente para favorecer al Gobierno terminan logrando su objetivo. Cuando nada viene bien, todo sale mal, resumía en la semana un observador neutral después de ver los resultados del viaje presidencial a Brasil, originalmente programado para darle algo de relevancia al cada vez más desdibujado presidente de la Nación, pero también para conseguir fondos tan necesarios en este tiempo de penurias.

En el plano comunicacional, en lo más alto del poder pensaron que la difusión de una fotografía de trabajo durante el vuelo a Brasilia le vendría bien a Alberto Fernández. Pero no parece haber sido tan lograda: apenas se lo veía ahí al presidente y hasta la figura preponderante en la imagen era Sergio Massa. Voceros oficiales aseguraron que el objetivo era mostrar a un presidente rodeado de sus colaboradores más cercanos.

A propósito, ¿le habrán facturado a Victoria Tolosa Paz su presencia en el acto de Cristina en La Plata tomando la foto cuando ella fue al baño?

Hombres trabajando: un presidente apenas visible, por más que se haya buscado otra cosa con la imagen.

La frase lanzada por el presidente Lula durante la conferencia de prensa que compartió con el mandatario argentino resumió bien la situación, aportándole una cuota de patetismo a la incursión argentina en tierras brasileñas: “Alberto Fernández es un compañero que llegó bastante aprensivo y va a volver más tranquilo. Es verdad, sin ningún dinero, pero con mucha disposición política”, expresó Lula y Fernández no pudo más que reírse fuerte, como buscando aclarar que lo de su amigo era solo un chiste.

Son escenas que rozan el patetismo y pintan claramente el momento difícil que vive la Argentina. Pueden ser emparentadas con las notas que proliferaron los últimos días en el puerto de Buenos Aires, o en Gualeguaychú, mostrando a sonrientes uruguayos que habían vivido como reyes unos días en la Argentina y se iban con ropa o electrodomésticos comprados muy barato, con la “prepotencia” de monedas fuertes que desnudan la endeblez de un peso argentino en caída libre. Igual que la autoestima argentina.

Menos mal que al menos ganamos el Mundial, para tener algo de lo que alardear…

La búsqueda de fondos para compensar la carencia extrema de dólares se le está haciendo azarosa al Gobierno argentino y terminamos dependiendo de la buena voluntad de Estados Unidos, para que pueda llegar a influir en los países cuyos votos necesitamos para destrabar el aporte de plata fresca que le permita a esta administración llegar con resto al final del mandato. Este gobierno que vive denostando al anterior por haber vuelto al Fondo Monetario, termina mendigando dólares mientras desde su propio seno siguen las bravatas contra nuestros acreedores/salvadores. Vale aclarar en este contexto que durante la presente gestión no se pagó nada de la deuda contraída por el demonizado Mauricio Macri, sino que los fondos remitidos habían sido previamente enviados por el FMI para evitar defaultear.

La decisión no está tomada en el Fondo y con toda lógica los contactos de sus miembros no se limitan a Sergio Massa y su gente. También se hacen con economistas de la oposición: les interesa saber qué harán quienes tengan que pagar lo que se le vaya a enviar a esta administración. Un sector duro de Juntos por el Cambio entiende que el mejor escenario sería evitar que la mecha se extienda para que tenga que apagarla el gobierno que venga -sea el que sea-, y que el eventual estallido suceda antes de las elecciones. Que sea así el gobierno actual el que deba hacerse cargo de su propia debacle.

Este razonamiento no es el dominante en el campo opositor. Porque un naufragio de la actual administración podría llevar a un adelantamiento de la entrega del poder y eso significaría trasladarle a la oposición un problema antes de tiempo, cuando no han sido resueltos allí los liderazgos, algo que solo sucederá en agosto con las PASO. Además, semejante situación representaría que el trabajo sucio deba hacerlo el que sigue, con una ciudadanía cada vez más urgida y en consiguiente una luna de miel muchísimo más breve.

Puede suceder también que un estallido de la economía llevara al electorado a optar por propuestas extremas, consagrando de ese modo al ascendente Javier Milei. Una alternativa totalmente impensada aun cuando el líder de La Libertad Avanza crecía fuertemente, pero hoy posible, como lo muestran las encuestas que -tal cual anticipamos aquí hace dos meses- hablan de un escenario electoral dividido en tres tercios.

La eventual llegada del extravagante candidato al poder representaría todo un desafío para las instituciones, justo en el momento de cumplir la democracia recuperada 40 años. Es que más allá de sus particulares ideas, se trataría de un presidente sin estructuras partidarias que lo sostengan: siguiendo la lógica de tres tercios, estaríamos hablando de una Cámara baja con apenas 40 diputados propios, con lo que le faltarían 90 para el quórum. Imposible hacer pasar una ley sin una búsqueda de consensos que hoy se da de bruces contra su imagen de predicador contra la casta… Pero sigamos: ni un solo senador, ningún gobernador propio, ni siquiera intendentes que lo representen. Con mucho más, pero siempre por nuestras crisis recurrentes, han caído en estos cuarenta años los dos presidentes que tuvo el radicalismo.

El economista Juan Carlos De Pablo ponía el viernes paños fríos a las prevenciones respecto del líder libertario, al aclarar en LN+ que “el Milei que yo conozco no es la caricatura que aparece en televisión… que probablemente sea una estrategia, porque es lógico que dice: me hago el loquito y voy ganando, ¿por qué me voy a hacer el cuerdo? Y yo le digo: el único problema que tenés con esto es que de tanto hacerte el loquito, podés enloquecer…”.

Como hemos dicho, la irrupción de un tercer actor preponderante en el escenario electoral es lo que ha hecho reverdecer esperanzas en el seno del kirchnerismo. Porque imaginan que al que más votos les saca es a Juntos por el Cambio y lo suponen un candidato al que pueden vencer en un balotaje.

De ahí que no se entienda que haya sido Mauricio Macri el que sugiriera un balotaje entre Juntos por el Cambio y Milei, con el kirchnerismo desplazado a un vergonzante tercer lugar. Si el principal líder opositor alienta semejante alternativa, no hace más que promover al voto blando de Cambiemos a inclinarse por el libertario con el objetivo supremo de arrastrar al kirchnerismo al tercer lugar. Con el riesgo muy probable de que sea el propio JxC el que termine ocupando así ese lugar.

En ese marco es que la semana cerró con el reverdecer de las esperanzas kirchneristas porque su líder sea finalmente candidata en octubre. La especie la lanzó el periodista Gato Sylvestre desde una radio oficialista y sirvió para recrear el viernes las mejores expectativas en el mundo K. Si bien el periodista no dijo para qué cargo sería la eventual candidatura, sonó como que estaba hablando de la presidencia. Sobre todo porque ubicó como candidato a senador a Máximo Kirchner. Fuera del kirchnerismo duro, donde se reforzó así el “operativo clamor”, ni en la oposición, ni mucho menos en la Casa Rosada le dieron demasiado crédito a la especie. Por el contrario, se habló de “una operación” para reforzar expectativas en un momento en el que el Frente de Todos también ve migrar mucho voto que le fue propio hacia el campo libertario, transformado el mismo en la expresión coyuntural del “voto bronca”.

Lo cual no implica que CFK no vaya a ser candidata. Por el contrario, es muy probable que termine encabezando la lista de senadores en la provincia de Buenos Aires, como en 2017, no necesariamente para tener fueros -que son siempre bienvenidos-, sino para reforzar con su nombre las posibilidades de ganar en la provincia de Buenos Aires.

Aunque tampoco es de descartar que no sea candidata a nada, como prometió en diciembre pasado. Porque refuerza así el aura de proscripción que tan bien parece sentarle y le serviría como reproche a un ganador opositor en octubre o noviembre, y también como solidaridad hacia su hija, que podría quedar involucrada en la causa Hotesur-Los Sauces, sin cargos que la resguarden de una eventual condena.

Y dicho sea de paso, solo el oficialismo pareciera atender que en la próxima elección se eligen senadores por la provincia de Buenos Aires, donde Juntos por el Cambio defiende las dos bancas por la mayoría que consiguió en 2017. Porque a la principal oposición le sobran precandidatos para la gobernación, mas pareciera desentenderse por ahora de reforzar ese tramo clave de la boleta sábana.

Di Tullio: “¿Por qué quieren jubilar a Cristina y no a Magnetto?”

Para la titular del bloque Unidad Ciudadana, la vicepresidenta “es la única dirigente que es capaz de llevar a la Argentina a un lugar bueno y seguro”.

La senadora nacional por la provincia de Buenos Aires Juliana Di Tullio afirmó que “Cristina es la única dirigente que es capaz de llevar a la Argentina a un lugar bueno y seguro”, y reclamó que el Poder Judicial “no puede impedirle a gran parte del pueblo argentino que quiere votar a Cristina nuevamente presidenta”, en referencia a lo que considera “la proscripción política” de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras el fallo en la llamada Causa Vialidad.

Durante una entrevista otorgada al programa Toma y Daca, por radio AM 750, Di Tullio comparó la situación de la vicepresidenta con la sufrida por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, tras la condena por parte del juez Sergio Moro, y aseguró: “Es muy grave que tres jueces digan “no tenemos pruebas, pero tampoco dudas” y proscriban a una dirigente elegida tres veces por la mayoría del pueblo argentino”.

Di Tullio aseveró que “hay una pelea política respecto a cuál es el modelo económico para que todos podamos comer, tener seguridad, tener educación. La política se ha judicializado, hay un intento de que el poder económico tenga más poder que la voluntad popular”. “¿Por qué quieren jubilar a Cristina y no quieren jubilar a (Héctor) Magnetto? Quieren jubilar a una mujer que se le atreve al poder económico y esa es Cristina Fernández de Kirchner”, agregó.  

Respecto a la situación de la Argentina frente al endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional, Di Tullio aseguró que “nadie dice que no hay que pagar ese sobreendeudamiento histórico tomado por el gobierno de Mauricio Macri, pero hay que renegociar esos vencimientos porque es impagable”. “Esa deuda significa bajos salarios, más informalidad, menos calidad en la educación, en la salud, en la seguridad”, explicó Di Tullio, y aseguró que en todo el arco político “saben que no se puede pagar”.

“Si alguien tiene voluntad de gobernar y no hacer sufrir a su pueblo, sabe que hay que renegociar. En un país como Argentina, el ‘déficit cero’ hoy es sufrimiento. Ningún gobernante tiene derecho a someter al pueblo argentino a ese dolor”, concluyó.

Las grietas que dejó abiertas la visita de Lula

Mientras la Cámara baja se preparaba a dar inicio a lo que la oposición definió como “un show” en la Comisión de Juicio Político, el presidente encabezaba la cumbre del organismo que tanto luchó por presidir, y que tuvo una presencia rutilante y ausencias notorias.

Por José Angel Di Mauro

Furcios al margen, el presidente tuvo otra semana de fuerte protagonismo, más allá de que los resultados no hayan sido los esperados. El eje de la semana presidencial pasó por la cumbre de la CELAC, un organismo regional por cuya presidencia Alberto Fernández hizo muchos esfuerzos, y si bien hubiera querido seguir al frente del mismo, debió resignar la presidencia pro témpore a instancias de San Vicente y las Granadinas. La gloria es efímera.

Extrañará nuestro presidente ese cargo por el que tanto bregó, más no le alcanzó para ser reconocido como “líder regional”, su secreta aspiración. Bien en lo profundo de su optimista ser, aspira a que en un hipotético segundo mandato pueda tener las posibilidades que -por ejemplo- la pandemia le negó.

A la cita en Buenos Aires faltaron dos de los invitados más controversiales: los presidentes de Venezuela y Nicaragua, cosa que en definitiva debió haber aliviado a Fernández, quien sin embargo lamentó dichas ausencias. Fundamentalmente la del primero, respecto de quien había dicho Fernández que “está más que invitado”. Otra vez será: Nicolás Maduro prefirió no correr riesgos luego de que Patricia Bullrich hablara de denunciarlo ante la DEA.

Fernández se dio el lujo de retratarse junto a Lula cada vez que se lo propuso. El brasileño, que no ha cumplido aún un mes de su tercer mandato, fue la estrella de la cumbre. Todos querían retratarse con él, quien ensayó un discurso bien político, en el que habló más hacia dentro de su país que a sus vecinos regionales, pero tiene sentido: han pasado apenas tres semanas del intento de golpe en su país y le quedaron fuertes resquemores que liberó en su mensaje. Incluso en la conferencia de prensa que brindó junto a Alberto Fernández y que terminó acaparando, acorde al nivel de interés que cada uno despierta.

El mandatario brasileño le apuntó a la ultraderecha, y alertó sobre los peligros que encarnaría su llegada al poder. No hablaba ahí solo de su país, sino también lo hizo cuando se refirió al país anfitrión de esta cumbre. Música para los oídos de Alberto Fernández, que al día siguiente sumó esos términos a su propio discurso, delante del resto de los presidentes.

Durante la conferencia de prensa conjunta, el brasileño aclaró que no le gusta hablar de la política de otro país, que no era correcto, pero remarcó que “lo único que espero es que Argentina no permita que la extrema derecha gane las elecciones”. Entendiendo a Javier Milei como esa posibilidad, ¿acaso el mandatario de nuestro principal socio comercial ve probable ese eventual triunfo? ¿O se refería directamente a alguna alternativa de Juntos por el Cambio?

No cayeron bien tales expresiones en ese espacio. Algunos se quejaron de que el brasileño dijera que cuando Alberto Fernández ganó las elecciones él había sido “muy feliz”. La verdad es que Jair Bolsonaro dijo cosas más fuertes y directas cuando en plena campaña de 2019 alertaba contra la posibilidad de la vuelta del kirchnerismo al poder. Así y todo, algunos observadores hicieron notar que la dirigencia de Juntos por el Cambio prácticamente pasó por alto la presencia de Lula en el país. Nadie de la oposición pidió reunirse con Lula. En rigor, ninguno de ese espacio podía cortarse solo y no se justificaba tampoco que la Mesa Nacional de JxC pidiera una reunión formal.

“Mucho Maduro y poco Lula”, graficaba el viernes el columnista Eduardo Van der Kooy en el programa La Rosca, de TN

En Juntos por el Cambio se limitaron a hacer referencia a las visitas “indeseables” -a juicio de ese espacio- que tendría la Argentina, y tomaron como un triunfo la ausencia de Maduro. En plena y descarnada campaña interna de esa fuerza, no se pudo evitar que algunos de sus miembros se adjudicaran tal resultado. Es el caso de la presidenta del Pro, a quien el propio presidente venezolano atribuyó su decisión final. Una medida que no hace más que dejar claro su aislamiento. La verdad es que el venezolano solo puede andar tranquilo más allá de sus fronteras en países como Rusia, Irán, Cuba o Bolivia. Esperaba hacerlo también aquí, pero finalmente prevaleció la cautela y el antecedente muy reciente de lo que pasó con un avión de ese país y su tripulación, a expensas de un juez de Lomas de Zamora.

Con todo, no puede decirse que la presencia de Lula haya abierto alguna grieta en la principal oposición; sí sucedió en el Gobierno. En la Rosada resultó clara la satisfacción porque el brasileño no se hubiera hecho un hueco en la agenda para visitar a la vicepresidenta en el Senado. Cristina Kirchner consiguió que sí lo hicieran la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, Luis Arce (Chile) y Gustavo Petro (Colombia). Sobre su encuentro con la primera difundió un video en el que la invitada fue apenas una presencia tangencial: Cristina habló de la bandera hondureña, de su papel durante el derrocamiento de Manuel Zelaya en 2009, y Xiomara aparece solo al final, viendo cómo nuestra vice le firma un ejemplar de “Sinceramente”. No hubo videos similares con los otros dos visitantes.

Cristina Kirchner con Gustavo Petro.

Lo cierto es que el álbum quedó inconcluso. En términos de las figuritas del Mundial, Lula venía a ser la imagen de Messi, y el brasileño no se desplazó hasta el Senado, ni ella lo hizo tampoco a un terreno neutral. Hoy el brasileño tiene un mejor vínculo con Alberto Fernández que con la expresidenta. Pero la verdadera grieta no quedó exteriorizada por ese detalle.

Una curiosa crisis se abrió el jueves, cuando trascendió el fastidio del ministro del Interior por haber sido excluido de la reunión organizada con Lula y los organismos de derechos humanos. Para Eduardo “Wado” de Pedro, que no lo hubieran invitado a ese acto celebrado en la mismísima Casa de Gobierno fue una verdadera ofensa, y él no evitó que trascendiera su enojo, más bien lo contrario. Habló de “falta de códigos” de parte del propio presidente de la Nación, y al día siguiente, lejos de amainar la tormenta, le salió a contestar Victoria Tolosa Paz. “Si fueron declaraciones del propio ministro, creo que es un buen momento para aclarar si es un trascendido mediático utilizado para algún sentido. Es buen momento para que el ministro De Pedro pueda aclarar si esto ocurrió o no, porque ponen en boca de él alguna situación como falta de códigos. Si hay falta de códigos, en todo caso, es en referencia de quiénes son parte de un gobierno y critican al Gobierno”, fue la incandescente réplica de la ministra, convertida en vocera presidencial ante esta asonada.

Siempre el presidente privilegió la cautela ante los cuestionamientos internos del cristinismo. En este último tramo de mandato, en el que pelea nada menos que por su subsistencia, pareciera haber cambiado de táctica. De Pedro fue citado como “un competidor” para la presidencia, y esa sola definición pareciera empoderar a Alberto en tal coyuntura. Pero Wado es Cristina, lo saben todos. Por eso no pueden más que esperarse consecuencias por estas acciones.

De Pedro fue el ministro que encabezó la serie de “renuncias tácticas” de funcionarios que protagonizó el cristinismo tras la derrota en las PASO de 2021. Esa que dividió aguas en lo más alto del poder, marcando quiénes estaban de cada lado. Ejemplo, Victoria Donda, que hasta entonces se consideraba más afín a Alberto.

Previsiblemente, nada sucedió entonces con ninguno de los renunciantes, ni mucho menos con De Pedro, que solo dejó de ser “Wadito” para el presidente a partir de entonces. No fue lo que sucedió por ejemplo con un albertista full time como Matías Kulfas, eyectado de inmediato tras un off menos lapidario que el que ahora se adjudica al ministro del Interior. ¿Distintas varas? Se verá.

Mientras tanto, la Cámara de Diputados muestra una inédita actividad para un mes de enero de cualquier año. Para encontrar alguna actividad legislativa en este mes dedicado siempre al descanso de los legisladores hay que remontarse al olvidable 2002. A diferencia de 2022, cuando el presidente convocó a extraordinarias que no movieron el amperímetro, esta última semana dos comisiones comenzaron a trabajar, y se espera lo mismo para la próxima semana. Al menos en Diputados; se verá si sucede lo mismo donde manda Cristina Kirchner. No parece: allí sí se respetará el descanso de enero.

Fuegos de artificio, pues nada indica que la actividad que puedan tener las comisiones vaya a transmitirse al menos al recinto de Diputados, donde la oposición puede hacerse fuerte y ha decidido que mientras el Gobierno insista con mantener vigente el enjuiciamiento a la Corte, no darán quórum.

Y ya se sabe el destino final del juicio político que arrancó el jueves en esa Cámara. Nunca se pondrán a prueba los 2/3 en el recinto, a sabiendas de que no están los votos para enjuiciar a la Corte. Lo que arrancó el jueves pasado en la Comisión de Juicio Político es una puesta en escena de parte del oficialismo que buscará erosionar a los miembros del Tribunal Superior en particular y a la Justicia en general. Con un trasfondo ineludible representado por las causas contra la vicepresidenta.

Presentaron otro proyecto en repudio al intento golpista del “Bolsonarismo” en Brasil

La iniciativa corresponde al Frente de Izquierda y apuntaron contra las fuerzas políticas y militares por haber tenido “abierta connivencia” en el ataque a los tres poderes del Estado.

myriam bregman diputados izquierda

El Frente de Izquierda presentó un proyecto de resolución para expresar su “más enérgico repudio” a las “acciones golpistas por parte de seguidores de Bolsonaro en Brasil” que tuvieron lugar el pasado domingo. También apuntaron contra las fuerzas políticas y militares por haber tenido “abierta connivencia” en el ataque a los tres poderes del Estado.

Entre los fundamentos, plantean que el ataque de “centenares de bolsonaristas” a la sede de los tres poderes en Brasilia “ocupando y produciendo destrozos” fue una acción “largamente anunciada incluso antes de conocerse el resultado electoral”.

“Los bolsonaristas fueron trasladados en micros desde los campamentos que instalaron en los cuarteles para reclamar a las Fuerzas Armadas un golpe frente a la derrota electoral de Bolsonaro”, informaron.

En ese sentido, denunciaron: “Queda a la luz la connivencia del del secretario de Seguridad de Brasilia quien se tomó vacaciones frente a los anuncios públicos de los fascistas sin toman ningún tipo de medidas dejó la zona liberada”.

El proyecto lleva las firmas de Romina Del Plá, Nicolás del Caño, Myriam Bregman y Alejandro Vilca.

Diputados del FdT dicen “no al intento golpista en Brasil”

Lo hicieron a través de un comunicado tras conocerse los graves sucesos acontecidos en el país vecino.

El bloque de diputados nacionales del Frente de Todos expresó “su absoluto repudio al intento golpista llevado adelante por fuerzas bolsonaristas en Brasil”.

Para la bancada conducida por Germán Martínez, “el violento asalto a las sedes de las principales instituciones de la democracia en Brasilia es un nuevo ejemplo de que las derechas pretenden instalar el caos como herramienta de desgaste y desestabilización institucional”.

Los legisladores se solidarizaron “plenamente” con el presidente Lula y destacaron que “el pueblo de Brasil no renunciará a la esperanza renacida con su regreso a la presidencia del hermano país”.

Por último, convocaron a todas las fuerzas políticas democráticas con representación parlamentaria en la Argentina a condenar sin reparos los hechos sucedidos”.

Cristina trazó un parangón con lo del Capitolio y lanzó una advertencia

La vicepresidenta pidió hacer un “análisis profundo y descarnado” y habló de discursos del odio, financiadores y responsables.

No fue esta vez la primera en tuitear sobre los hechos sucedidos en Brasil, pero se explayó al hacerlo. Hablamos de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien vinculó lo sucedido en Brasilia con el ataque al Capitolio de 2021 por parte de partidarios de Donald Trump.

“Las imágenes de hoy en Brasilia replican con exactitud las imágenes del 06/01/2021 en el Capitolio de Washington. No es casual…”, tuiteó la vicepresidenta, con imágenes de ambos hechos.

Y agregó: “Los discursos del odio en medios de comunicación y redes sociales, la estigmatización del que no piensa igual, hasta querer inclusive suprimir su vida y la violencia son el signo contemporáneo de las nuevas derechas. No basta con el imprescindible repudio o la necesaria condena…”, señaló.

“Quienes creemos en lo nacional, popular y democrático debemos darnos además un análisis profundo y descarnado frente a este fenómeno que más allá de la existencia de organizadores, financiadores y responsables (que siempre los hay) captura a segmentos de la población (inclusive algunos en contra de sus propios intereses económicos) para jaquear la democracia”, agregó la expresidenta.

Cristina concluyó expresando su confianza “en la experiencia de Lula para afrontar este verdadero desafío a la democracia del Brasil”.

Fuerte repudio de oficialistas y opositores a los sucesos registrados en Brasil

El asalto por parte de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro al Congreso Nacional de Brasil, el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, recibió la condena de legisladores argentinos.

No hubo grieta en el Congreso frente a los graves sucesos acontecidos en Brasilia este domingo, donde partidarios del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron en el Parlamento reclamando la salida del presidente recientemente asumido Lula Da Silva.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, repudió “de manera enfática la toma del Congreso Nacional de Brasil y le expreso toda mi solidaridad al presidente @lulaoficial. Estas acciones demuestran que la democracia se enfrenta al odio y que debemos combatir la intolerancia con más diálogo”.

Desde el interbloque Federal, su presiente, Alejandro “Topo” Rodríguez, repudió y condenó “el intento de #GolpeDeEstado y la violencia en #Brasil, con la toma del Congreso, el Palacio Presidencial y el Tribunal Supremo. Solidaridad con el pueblo hermano de #Brasil y con @LulaOficial”.

La diputada oficialista Mónica Litza escribió: “Repudiemos fuerte el intento de golpe de Estado en #Brasil. No nos dejemos engañar por falsos ideologismos. Acá está en juego el gobierno constitucional elegido por el pueblo brasileño. #FuerzaLula”, en tanto que su par Cristina Britez tuiteó: “Con Lula. Con la democracia.  Fuerza Brasil”.

A su vez, la secretaria Parlamentaria del bloque oficialista de la Cámara baja, Paula Penacca, repudió “las acciones golpistas y violentas llevadas adelante por grupos bolsonaristas en Brasilia. Defender la democracia en la región es una tarea fundamental”.

Y agregó: “Todo nuestro apoyo al gobierno y al pueblo hermano de Brasil. Fuerza, compañero @LulaOficial”.

El senador nacional radical Martín Lousteau expresó también su “repudio absoluto al ataque a las instituciones de Brasil” y manifestó su apoyo al presidente Luis Inácio Lula da Silva. “Repudio absoluto al ataque a las instituciones de Brasil. Todo mi apoyo al presidente Lula y al pueblo brasileño en este ataque a la democracia”, tuiteó.

El diputado nacional del Frente de Todos Daniel Arroyo se solidarizó también con el presidente Lula y expresó “el más enérgico repudio a los grupos que actúan con pura violencia contra las instituciones, por fuera de cualquier regla. El camino siempre es la democracia”.

El presidente Lula decretó la intervención federal de Brasilia.

Por su parte, el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, condenó “los episodios de violencia contra las instituciones democráticas de Brasil. El respeto por el Estado de Derecho en toda la Región debe ser sin condicionamientos. Nuestra solidaridad a @LulaOficial y al pueblo brasileño”.

El legislador porteño Marcelo Guouman también expresó su “enérgico repudio a los actos vandálicos que atentan contra la República y contra la Democracia. Apoyo al presidente @LulaOficial y al pueblo de Brasil”.

“Condenamos los episodios de violencia y el asalto a los tres poderes del Estado en Brasil. Las instituciones democráticas deben ser respetadas siempre, nuestra solidaridad con @LulaOficial y todo el pueblo de brasileño”, expresó por su parte la Coalición Cívica.

La diputada Marisa Uceda se solidarizó también con el pueblo brasileño y conLula “ante el intento de Golpe de Estado que militantes del bolsonarismo y la extrema derecha realizaron hoy a través del ataque a los edificios gubernamentales de Brasilia. #NuncaMas #DemocraciaParaSiempre”, mientras que la entrerriana Blanca Osuna tuiteó: “Máximo repudio al intento de golpe de estado contra el gobierno democrático del Presidente Lula”.

El presidente del bloque radical Mario Negri escribió por su parte: “Expreso mi absoluto repudio al asalto violento de las instituciones en Brasilia. ¡Espero que prevalezca el orden y la democracia en todo Brasil!”.

La vicepresidenta de ese bloque de diputados nacionales, Karina Banfi, expresó: “Grupos de extrema derecha que apoyan al expresidente Jair Bolsonaro usurpan el Congreso de Brasil en Brasilia. Mi más enérgica condena a estos actos vandálicos ajenos a toda República y respeto por la Democracia”.

El titular del bloque Pro de diputados, Cristian Ritondo, señaló: “Lo que está pasando en Brasil es muy grave. Desde Juntos por el Cambio siempre vamos a estar en contra de la violencia, porque sin democracia no hay libertad”.

El diputado provincial del frente de Todos Rubén Eslaiman señaló: “Como hombre de la democracia y diputado de la Provincia repudio enfáticamente el intento de golpe de Estado de la derecha reaccionaria y expreso toda mi solidaridad con el presidente de Brasil Lula”, al tiempo que el diputado nacional Federico Fagioli tuiteó: “A una semana de la asunción de @LulaOficial, Bolsonaristas invaden las sedes de los tres Poderes en #Brasilia: Congreso, Presidencia y corte suprema. Repudio absoluto a este intento de golpe de estado y total apoyo a Lula. Es un ataque a la Democracia, esto no puede pasar”.

El Partido Solidario (PSol), que preside el diputado Carlos Heller, expresó su “repudio al ataque a la democracia llevado a cabo contra el gobierno y el pueblo brasileño por partidarios ultraderechistas del bolsonarismo. Manifestamos nuestra solidaridad con el gobierno legítimo del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva elegido democráticamente por su pueblo en las recientes elecciones”.

Agregaron que “el pronunciamiento del presidente argentino Alberto Fernández fue elocuente, expresando ‘el apoyo incondicional del Gobierno y el pueblo argentino al Presidente Lula y no permitir nunca más el regreso de los fantasmas golpistas’”, y consideraron que “este intento antidemocrático afecta a todos los pueblos de nuestro continente. La ciudadanía popular brasileña, liderada por su presidente Lula Da Silva con el apoyo solidario de las democracias americanas, saldrá airoso de esta nueva encrucijada”.

Desde el Congreso saludaron la asunción de Lula

El brasileño inició este domingo su tercer mandato al frente del país más grande de Sudamérica y desde todos los sectores lo destacaron.

La primera en saludar la asunción de Lula Da Silva en Brasil fue la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner. “Amanece un nuevo día en la América del Sur. Fuerza Lula! Fuerza Brasil!”, tuiteó la exmandataria argentina.

https://twitter.com/ChicoAcido/status/1609492262395715586?s=20&t=WPPxTNy4HaGMhsss3phtdw

La diputada nacional Susana Graciela Landriscini señaló: “Lula vuelve a recuperar a Brasil para la causa nacional, popular y Latinoamericana. Deseo que el pueblo recupere la Memoria, la Verdad y la Justicia y que el Estado recobre el protagonismo económico y retome las políticas sociales, educativas y de salud para todos y todas”.

Desde Evolución Radical, Rodrigo de Loredo saludó a Lula y señaló: “Es imperioso recuperar nuestro vínculo con nuestro vecino y principal socio comercial, dañado por una política exterior poco profesional y alejada de posicionamientos estratégicos”.

Desde el oficialismo, Carolina Gaillard felicitó a Lula “por esta nueva etapa que se abre para Brasil. Que esta nueva gestión fortalezca el desarrollo de los pueblos hermanos de toda Latinoamérica!”.

La insólita diplomacia albertista y el espejo brasileño como objetivo

La gorrita que se calzó el candidato ganador fue un efecto inesperado para Alberto Fernández, que buscó protagonismo al día siguiente con su visita exprés. El operativo clamor en el Frente de Todos, las dudas de CFK y la desencajada interna en JxC.

Por José Angel Di Mauro

Si bien esperaban festejar en la primera vuelta, no celebraron menos el domingo pasado al confirmarse el triunfo en el balotaje. Es cierto que esperaban un resultado más holgado, pero así y todo fue suficiente: las elecciones se ganan por un voto, diría Axel Kicillof.

Así las cosas, lo que habían planificado para el pasado 2 de octubre, con fuerte presencia en Brasil de dirigentes kirchneristas y medios afines, pudieron concretarlo el domingo 30, celebrando como un triunfo propio. Hablaron de cambio de clima en la región, de un giro a la izquierda con guiño a “la Patria Grande”; ni pensar en que si bien es cierto que ha habido triunfos de ese signo en Chile, Perú y Colombia, lo de Brasil ha confirmado en realidad que los que vienen perdiendo son los oficialismos.

Alberto Fernández no se aguantó y al día siguiente armó una comitiva numerosa y se fue a festejar con Lula en San Pablo. Un presidente electo que no pudo evitar mostrarse hasta incómodo ante tanto afecto sobreactuado. Tantos dirigentes del oficialismo en el país vecino, en una suerte de viaje de egresados para participar de una fiesta ajena, se contradice con la arenga oficialista de no gastar dólares que aquí escasean. “El derecho a viajar colisiona con el derecho a la generación de puestos de trabajo”, decía 4 meses atrás la efímera ministra de Economía Silvina Batakis, una de las que pasó el fin de semana electoral en Brasil y se sacó fotos el domingo en el búnker del presidente electo.

Necesitado de protagonismo, el presidente argentino hizo gala en Brasil de la curiosa diplomacia de un gobierno que es el único desde 1983 que transcurrió su gestión sin tener una bilateral con un presidente de Brasil, nuestro principal socio comercial. Fernández se vio personalmente con Jair Bolsonaro solo dos veces -en Roma durante una reunión del G20 y en la última Cumbre de las Américas-, en informales encuentros al paso. Hasta hubo una reunión del Mercosur que debió hacerse en la Argentina cuando Alberto ejercía la presidencia pro tempore, que finalmente se realizó de manera virtual luego de confirmarse que Bolsonaro estaba dispuesto a venir.

La diplomacia de este gobierno es cuanto menos poco ortodoxa. Batalló fuertemente para lograr poner a Gustavo Beliz al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero perdió la pulseada nada menos que con Trump, que impuso allí a Mauricio Claver-Carone. En lugar de aceptar la derrota en aras de una buena y lógica convivencia, el gobierno argentino se la pasó cuestionando a Claver-Carone, adjudicándole sintonía con Mauricio Macri. Fue lo que el norteamericano terminó teniendo con Sergio Massa, quien logró así destrabar un crédito de 800 millones de dólares. Pero finalmente el titular del BID cayó en desgracia cuando se conoció un affaire suyo con una subordinada y lo destituyeron.

La información que eyectó al amigo de Trump fue filtrada a través de una denuncia anónima que muchos -incluido el destituido- atribuyen al gobierno de Alberto. Por eso se especuló de entrada con que el reemplazante de Claver-Carone no sería un argentino, por aquella regla de que “el que saca no pone”. Para suceder al norteamericano, Bolsonaro postuló a Ilan Goldfajn, bien conocido por el gobierno argentino, pues es actualmente director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, y como tal se ocupa de auscultar las cuentas argentinas. Viene haciendo declaraciones críticas respecto de nuestro país, por ejemplo sobre los múltiples tipos de cambio, como así también advirtió que la perspectiva inflacionaria de nuestro país ha empeorado desde que se alcanzó el acuerdo con el Fondo. Así las cosas, el gobierno de Fernández no lo quiere al frente del BID y de eso le habló Alberto a Lula durante su encuentro del lunes post electoral. Sugiriéndole una estrategia para dejarlo afuera, promoviendo una postergación de la elección en el BID prevista para el 20 de noviembre, y buscar mientras tanto un candidato común.

Más allá de lo hablado en esas dos horas que compartieron el lunes, lo cierto es que Lula habría dado luego el visto bueno a la postulación de Goldfajn.

Otro de los aspirantes es el chileno Nicolás Eyzaguirre, exministro de Hacienda de su país y que ocupó el mismo lugar que hoy tiene Goldfajn en el Fondo, durante la gestión de Néstor Kirchner. Alberto Fernández no tiene un buen recuerdo del chileno. Así las cosas, si bien hay un tercer país que busca ese lugar, México, que propone a Alicia Bárcena, el gobierno argentino ha dejado claro su rechazo a los dos aspirantes con mayores posibilidades. Un lujo que no debería darse un país necesitado de créditos como el nuestro.

La diplomacia de Juntos por el Cambio tuvo también señales discordantes respecto de Brasil. Si bien Macri, Horacio Rodríguez Larreta y la UCR saludaron al ganador, la Mesa Nacional de la principal oposición no pudo ponerse de acuerdo para suscribir un comunicado conjunto. Patricia Bullrich y el Peronismo Republicano se resistieron. Pesó en esa decisión el gesto de Lula de calzarse una gorra con la leyenda “Cristina 2023” que hábilmente le alcanzó la diputada K María Cristina Britez. Las metidas de pata no son exclusividad de los gobernantes argentinos.

Buena parte del Frente de Todos aguardaba con ansias un triunfo de Lula para abonar el “efecto espejo” y avanzar con una candidatura de Cristina Kirchner, especulando con las simetrías entre ambos dirigentes. En ese marco, el lawfare -caballito de batalla del relato kirchnerista- cumple un papel determinante; pero no solo eso: el círculo se cerraría con el candidato deseado. Y ese no es otro que Mauricio Macri, quien debe cumplir en esta película el papel de Bolsonaro.

El propio expresidente se ha prestado a ello al endurecer su discurso, aun con el riesgo de complicar la relación puertas adentro con sus socios de Juntos por el Cambio, más allá de que los mayores chispazos hoy suceden dentro del PRO. Macri habla en su libro y en las entrevistas de que el cambio a implementar en un eventual segundo tiempo debe ser drástico, sin medias tintas. Despojado del gradualismo que signó sus dos primeros años. “Hacer lo mismo, pero más rápido”, decía en la campaña de 2019… y perdió.

El cristinismo quisiera la certeza de tener enfrente a Macri para confirmar a su líder como candidata, con el deseo de reeditar el resultado brasileño. No es sencillo. El expresidente sabe de sus limitaciones para gobernar un país fuertemente agrietado. Hay además un detalle que parecieran pasar por alto los que desde Juntos por el Cambio proponen implementar las medidas más drásticas en las primeras 100 horas de gobierno: para eso se necesitan mayoría en las dos cámaras, que solo se lograría con una victoria contundente -“colosal”, como la que insiste en fijar como objetivo Ricardo López Murphy-. En caso contrario, no hay manera. Solo así se podría contrarrestar la amenaza que anticipadamente ha lanzado el secretario adjunto de la CTA, Daniel Catalano: “Si Macri es presidente, se viene el quilombo del siglo. Hay que pasar de 14 toneladas a 28 toneladas de piedras”.

Es lo que le esperaría también a Javier Milei si por ventura lograra colarse ante una fuerte fragmentación que pudiera sobrevenir de acá a un año, y para la que no dejan de hacer mérito el oficialismo y la principal oposición, con sus peleas internas cada vez más notorias. Para tratar de ordenar un poco el clima interno, este martes la Mesa Nacional de JxC volverá a reunirse después de dos meses sin hacerlo. No será un encuentro presencial, pero al menos se verán por Zoom.

Patricia Bullrich ha hecho contribuido con sus posturas extremas que entiende le dan rédito, pues las encuestas así lo demuestran. Con todo, sabe que en una interna el aparato pesa y mucho, y a pesar de presidir el Pro está en inferioridad ante Rodríguez Larreta. “Pelea con dos escarbadientes ante una maquinaria poderosa”, señaló a este medio un encumbrado dirigente de JxC que es candidato en su distrito y tiene canales abiertos con todos los sectores.

En este contexto, en el oficialismo saben que la eliminación de las PASO sería un durísimo golpe para la principal oposición, pero el tema está frizado. Por la resistencia presidencial, y porque no están los votos en Diputados, donde acaba de presentarse un proyecto más de los diputados oficialistas riojanos. Tiene solo dos artículos y no le da vueltas al tema: “Derógase el título II de la Ley 26.571”, dice tan solo el primer artículo. El otro es de forma. Pero es solo testimonial por lo que hemos dicho.

Como su contrafigura Macri, Cristina Kirchner mantiene el suspenso sobre su candidatura y eso hará hasta el final. “Voy a hacer lo que tenga que hacer”, dijo al respecto el viernes en su reaparición pública tras el atentado fallido. Es lo que decía en 2019, y lo mismo que dice hoy Macri. Sí o sí será candidata, pero cavila entre el Senado y la Presidencia. El primer cargo es absolutamente alcanzable. La otra apuesta es muy riesgosa, pues es un todo o nada. Demasiado para quien necesitará fueros.

Cristina 2023: una diputada K fue la que le dio la gorra a Lula

La legisladora que estuvo en los festejos en el búnker del presidente electo en Brasil ya le había dado una remera kirchnerista.

Un alto perfil tuvo la diputada nacional misionera María Cristina Britez en su estadía en Brasil, este fin de semana, para participar de los comicios que consagraron a Luiz Inacio Lula Da Silva presidente por tercera vez. La diputada del Frente de Todos cerró esa celebración que la mostró muy activa con una jugada que terminó recorriendo el mundo.

La diputada misionera en las calles de San Pablo.

Fue cuando el presidente electo estaba hablando en su búnker ella le alcanzó una gorra con la inscripción: CFK 2023. Y el líder brasileño no tuvo problemas en recogerla y ponérsela en la cabeza. Tras unos segundos que alcanzaron para retratar la imagen que luego se viralizaría, se la sacó y la devolvió. Misión cumplida para la diputada kirchnerista.

Para el kirchnerismo puro y duro, la vuelta de Lula al poder representa un punto de inflexión que quieren utilizar para apostar a una candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner.

Previamente Britez había realizado otra movida que también resultó exitosa. Fue durante una caravana realizada el día anterior, le arrojó una remera en la que se ven las figuras de Néstor y Cristina Kirchner, más Lula. El destinatario del obsequio la recibió y tampoco tuvo problemas en exhibirla para ser retratado así.

Guarangadas políticas en una cultura decadente 

Por Nancy Sosa, periodista. Tras las elecciones presidenciales celebradas en Brasil, la autora analiza la coyuntura social y política del país y la región.

Se creyó, al menos en Argentina, que Cristina Fernández de Kirchner fue la única guaranga, capaz de no reconocer su derrota electoral en 2015, ni entregar los atributos residenciales al nuevo presidente Mauricio Macri. El pasado domingo 30 de octubre Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, repitió ese acto de mal gusto y no reconoció el triunfo de su contendiente Ignacio Lula Da Silva. Se fue a dormir. 

Como se ve, las guarangadas políticas no son exclusivas del país más austral del mundo, tampoco reconoce derechas ni izquierdas, simplemente emergen como actitud humana de pésima calidad que impide, a quienes no pueden controlar sus pasiones, manifestar respeto y buenas costumbres en situaciones de adversidad electoral. 

La mezquindad suele imponerse en esos casos esporádicos para revelar la verdadera estatura de un hombre o una mujer, habla del flojo talante de la persona y proyecta hacia el electorado las peores cualidades de alguien carente de conocimiento real del juego de la política dentro del sistema democrático. El egoísmo deja sobre la mesa sus ropajes de autoritarismo provenientes tanto del populismo de la derecha como el de la izquierda. 

Ese autoritarismo evidencia con ese simple gesto las características de una cultura política inconveniente para los países que quieren crecer, porque genera grieta, divisiones enormes en los pueblos, y lega herencias de pésimos hábitos en la vida cotidiana de cualquier nación. 

Desde el encumbramiento del kirchnerismo en Argentina, allá por 2003, y luego de 16 años de ejercer el poder, quedó establecido por ejemplo que hacer uso de las arcas del tesoro nacional para generar obras públicas de las cuales devienen coimas como si fuesen una religión, es lo común y natural durante el ejercicio del poder. No es que antes no hubiera existido esa costumbre, pero la impunidad hizo que la naturalizaran en extremo. Sellado a fuego quedan las pruebas palmarias que saldrán cuando emerja con fuerza la causa jurídica denominada “de los cuadernos”. 

¿Es acaso saludable para una sociedad tomar como un hecho aceptable la vigencia de la “coima” como mecanismo para conseguir adjudicaciones de obras públicas? ¿Está bien que funcionarios de un gobierno deambulen portando bolsas con billetes de dólares o euros entre las oscuras horas de las noches? ¿Es “lógico” que algunos miembros de la clase política terminen sus mandatos o funciones con su patrimonio enriquecido sin ninguna explicación? 

Esa cultura tuvo muchos años de construcción para impregnar de malos hábitos a parte de la sociedad argentina, por ejemplo, al admitir como “normal” encerrarse en la casa desde las seis de la tarde para evitar ser atacado en las calles por delincuentes sin frenos ni miramientos. La amenaza a la seguridad personal y social creada por esta cultura del “dejar hacer” desde el gobierno, mirando hacia otro lado, crea un manto de terror y miedo que paraliza a ese otro sector de la sociedad que eligió trabajar, estudiar, esforzarse para ser cada día un poco mejores. La inseguridad se convirtió en un aliado de los gobiernos desde el mismo momento en que el propósito de quienes detentan el poder fue adormecer al pueblo para seguir gobernando sin dar cuenta de sus actos. 

La Justicia será una de las grandes deudoras en esta herencia. Al cúmulo de causas pendientes, con prisiones preventivas por doquier sin que llegue a tiempo -jamás- un juicio para los hacinados en las cárceles se agrega la falta de control dentro de ellas, donde los capo mafias siguen mandando en el negocio del narco afuera de esas paredes. La justicia será responsable de dejar en libertad por orden de sus mandantes en el poder de turno a decenas de miles de delincuentes que vuelven a las calles para seguir delinquiendo, libres como pájaros, desparramando el terror en las calles de las zonas urbanas donde la policía ya tiene medo hasta de patrullar. Se ha perdido la autoridad de las fuerzas de seguridad y bien puede decirse que “por algo será”. Hacia el interior de esas fuerzas se despliega un mundo de corrupción y abuso nunca develado. 

Pero la cultura que inevitablemente se heredará tiene rasgos peores que el anteriormente descripto. Dejará in situ un escenario inmenso de pobreza en la Argentina, dentro del cual el padecimiento de los que trabajan, pero no les alcanza para comer, se juntará irremediablemente con los que no saben lo que es el trabajo y los que no conocieron desde sus abuelos lo que es la cultura del trabajo, que tuvo tanto valor en otros momentos de la historia. 

Esta cultura genera en los más jóvenes que no es importante cumplir con los horarios de ingresos a sus tareas, y por el contrario cualquier excusa viene bien para faltar porque el esfuerzo no es equivalente al salario. O porque la ganancia de un sueldo no supera lo que se gana con la suma de varios planes sociales que, a su vez, alimentan la vagancia, la dejadez y la ausencia de proyectos para crecer. 

El hambre ya no es un juego, es una realidad cotidiana. Y asombra porque en este país “siempre hubo un palo en donde rascarse”, siempre hubo un plato de comida para convidar al vecino atormentado y con vergüenza. Hoy las ollas populares, los comedores o comederos, se cuentan de a miles, no son la excepción, son la “normalidad” y no solamente en las villas de emergencia o villas miserias. Hasta eso quieren hacer: cambiarle el nombre a la miseria. En el medio siempre hay un negocio en algún comedor donde un amigo del poder hasta vende los productos destinados a darles una comida a los hambrientos. 

La herencia cultural va despuntando cada día más en la educación, donde ya no se trata de tener ocho hojas rayadas o cincuenta como lo fue en la década del 60, cuando, pese a todo, se estudiaba y con ahínco, dedicación y ganas de llegar a ser mejores, con sueños de ingresar a una universidad. Hoy, la costumbre es que, por “h” o por “b”, las clases no se dan, los maestros faltan, abundan los feriados, las currículas no se cumplen, los docentes no se actualizan, faltar a clase es “normal”, y las calificaciones permiten pasar a un estadio superior sin haber estudiado. La nueva cultura kirchnerista impuso que el alumno tiene más razón que el docente, que el respeto se diluye con los reclamos de padres exaltados, y que el peligro de agresión de los alumnos a los docentes avanza sin límites. 

En el ámbito de la salud el panorama se agrava día a día. Se ha vuelto una costumbre que en los hospitales atiendan a medias, o no atiendan. Los turnos en las obras sociales, las prepagas, el PAMI y los hospitales públicos se otorgan con meses de anticipación, sin importar la gravedad del enfermo. Los insumos escasean en todos los sectores para ricos y para pobres. Los médicos y los enfermeros trabajan con sueldos miserables, en pésimas condiciones de infraestructura, en instalaciones donde las refacciones se hacen esperar por años. Y eso ya se vuelve “natural”. 

La calle de las grandes urbes se ha convertido en un infierno con la instalación -quizás de por vida- del hábito de reclamar cortando el tránsito, alterando la circulación de la vida cotidiana, estableciendo una lucha de clases nunca deseada porque ese es un concepto del pasado. Nadie quiere que haya gente sin trabajo, sin comida y sin futuro. Pero hay unos miles que detestan a los que trabajan, a los que viven mejor que ellos, a los que se esfuerzan por tener una existencia digna y disfrutan de cierta tranquilidad económica. Ese conjunto de personas ideologizadas malamente por unos pocos ha generado la gran confusión, enfrentando a unos con otros argentinos. Y hasta es política de estado eso de ir contra la riqueza de unos pocos. Pero es una mentira, porque quienes lo promueven tienen muchísimo más que los que persiguen, y están en el poder utilizando herramientas de dominación que producen solamente inequidad para arriba y para abajo. Son los mismos que han creado la cultura del pobrismo. 

La cultura del pobrismo es el peor dato de la herencia que se recibirá el año que viene cuando las nuevas elecciones presidenciales le pongan coto a este desbande, en el que un sector de la sociedad adepta al ideologismo de un populismo berreta cree que las transformaciones y los cambios en una nación pasan por el uso del lenguaje inclusivo y la aceptación de la política de género. 

El paso del tiempo ha ido dejando estos mojones de una cultura quebrada que habrá de reconstruirse, no para retornar al pasado anterior a la destrucción cometida por el kirchnerismo, sino para generar una actualización en las normas que permitan abandonar el estado de anomia que está deflecando una sociedad por la falta de rumbo claro y concreto, positivo y creciente, adaptado a la época de la sociedad del conocimiento, de la información, de la revolución tecnológica y la convergencia digital. 

Esa cultura tamizada en conceptos de una vieja escuela nacida con la Guerra Fría, donde la obligatoriedad era transitar entre dos bandos bien marcados, hoy debe desaparecer para acomodarse a los nuevos tiempos en que la globalización multilateral, las sociedades del consenso y el anhelo por la paz se imponen y buscan erradicar precisamente las hilachas de una humanidad cansada de tanto tironeo superfluo e inútil. 

La nueva mirada sobre el mundo en que se aspira a vivir busca revisar conceptos vetustos y actualizar el sentido de metas mundiales, por ejemplo analizar si la igualdad no implica uniformidad, si la desigualdad en los pueblos se resuelve solo con la economía, si la sociedad del rendimiento nos está agotando, si la libertad individual debe ser absoluta en desmedro del conjunto, si la distribución de la riqueza es verdaderamente una solución para la equidad, si la confrontación entre los mercados y el estatismo rinde frutos, si se elige la creación de trabajo en vez de fomentar la asistencia social permanente con planes impagables, entre tantos otros temas. 

Lo único cierto, después de este breve análisis, es que las cosas así, como están, no van más. 

Cómo repercutió la victoria de Lula en el oficialismo y la oposición

El oficialismo celebró el resultado registrado en Brasil. Pero también desde Juntos por el Cambio resaltaron el resultado registrado en el principal socio comercial argentino.

Luiz Inácio Lula da Silva será el nuevo presidente de Brasil. Así lo establecieron las elecciones de este domingo: un balotaje que fue mucho más ajustado de lo previsto y que se definió por apenas décimas, y que fue celebrado en nuestro país sobre todo por el oficialismo.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue la primera voz en pronunciarse: “Hoy más que nunca, amor y mucha felicidad. Gracias pueblo del Brasil. Gracias compañero Lula por devolverle la alegría y la esperanza a nuestra América del Sur”, tuiteó la exmandataria.

Casi al mismo tiempo, el presidente Alberto Fernández consideró que el triunfo de Lula “es merecido y le hace muy bien a la región”, anticipando que el vínculo entre ambos países “seguramente será mucho más profundo y más realista y sincero, y eso no es poca cosa”.

“Los brasileros llevaron a Lula al lugar en el que está hoy, es merecido y le hace muy bien a la región. Lula es un líder regional muy importante y la relación entre Argentina y Brasil debe ser indestructible, más allá de quien gobierne”, agregó en declaraciones a Radio 10.

Pero también desde la oposición se pronunciaron. El primero desde Juntos por el Cambio fue el jefe del bloque radical de la Cámara baja, Mario Negri, quien felicitó al pueblo brasileño, y advirtió que “Lula deberá hacer esfuerzos para gobernar para todos en una nación polarizada. Brasil, la región y el mundo precisan paz, respeto a las instituciones y cooperación”.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, destacó por su parte: “La Avenida Paulista llena de esperanza Latinoamericana. Gracias @LulaOficial por resistir siempre”.

A través de un comunicado, el Comité Nacional de la UCR expresó por su parte su beneplácito frente a “la gran jornada democrática protagonizada por el hermano pueblo de Brasil”, felicitando a Lula por su triunfo y confiando en que “su liderazgo en la mayor democracia del continente contribuirá a fortalecer los vínculos de amistad y cooperación entre nuestras dos naciones, en el camino de integración latinoamericana que inauguraron los presidentes Alfonsín y Sarney al sembrar las bases para la creación del Mercosur”.

Natalia Souto viajó a Brasil para presenciar el balotaje entre Lula y Bolsonaro

La diputada oficialista arribó este viernes al país vecino donde el domingo, los brasileños deberán elegir entre Lula y Bolsonaro, en una elección donde primará la polarización.

La diputada nacional Natalia Souto (Frente de Todos) arribó este viernes a Brasil para presencia el balotaje que se realizará el domingo que determinará quién será el nuevo presidente del país vecino.

La legisladora adelantó cuál será su agenda: “Voy a Brasil para ser testigo de una elección fundamental, no solo para Brasil, sino también para todo el continente”. También anticipó que “como parte de una comitiva de países de Latinoamérica” participará el sábado del seminario del Psol.

“A la noche iremos a presenciar el último debate televisivo de los candidatos. Luego nos reuniremos con el embajador Daniel Scioli, y finalmente a la caravana de la victoria del PT y de Lula, como cierre de la campaña. El domingo vamos a recorrer los centros de votación, para terminar en el bunker, esperando los resultados”, detalló Souto.

Brasil va a las urnas con una economía que se recupera y con deflación 

Este domingo, los brasileños deberán elegir entre Lula y Bolsonaro, en una elección donde primará la polarización.

Este domingo, los brasileños eligen entre Lula y Bolsonaro con una economía que se recupera y con deflación: un crecimiento del PBI estimado en 2,3% y una inflación anual del 6,2%, que contrasta fuertemente con el 100% de inflación estimado para la Argentina. 

Al respecto de esto, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli; Dante Sica, exministro de Producción y Trabajo y socio fundador de ABECEB; Ricardo Sennes director de Prospectiva (Brasil), el politólogo Andrés Malamud y Gustavo Pérego, director de ABECEB, analizarán el futuro de Brasil en un foro, el martes 1° de noviembre a las 8:30 en el Yacht Club de Puerto Madero. 

Los principales números para Brasil en 2023 anticipan una inflación que se reduce al 5%, y una actividad que se desacelera y crece sólo un 1%. 

Brasil es el principal socio comercial de Argentina y eso no va a cambiar, cualquiera sea el resultado electoral. En números, la relación con el país vecino es deficitaria para la Argentina. Con los datos de septiembre, el déficit comercial bilateral acumulado en lo que va de 2022 fue de USD 2.185 millones cuando en igual período de 2021 había sido de USD 599 millones (es decir, se multiplicó casi por 4), producto de importaciones que aumentaron 36% anual y exportaciones que lo hicieron al 19%. 

Con importaciones que seguirán creciendo por encima de las exportaciones en lo que resta del año se espera que el rojo comercial bilateral continúe ampliándose, pudiendo cerrar 2022 con un déficit bilateral en torno a USD 2.800 millones, apenas 20% por debajo al déficit promedio histórico de USD 3.500 millones entre 2004-2018. 

El nuevo ciclo político y económico que inicia Brasil, los desafíos del presidente elegido sólo 24 horas antes, las primeras medidas que adoptará el nuevo gobierno, su impacto en la economía argentina y en las empresas con negocios bilaterales será uno de los principales temas que se abordarán en el Foro “El Otro Cambio Climático” que organiza ABECEB. 

Mariana Camino, la CEO y socia fundadora de ABECEB comentó “Durante lo que queda del año se definirán los caminos comerciales para el próximo año y creemos que ahora más que nunca es relevante el diálogo entre Brasil y Argentina, los principales productores de Sudamérica. Durante el Foro discutiremos cómo impactará la situación política en la región y en el mundo en nuestro país y nuestros vecinos”. 

Lula habló con Cristina Kirchner y le expresó su solidaridad

El funcionario ya se había expresado en redes sociales. En el mismo sentido se pronunciaron mandatarios y expresidentes de América Latina como Nicolás Maduro y Evo Morales.

El expresidente de Brasil Inacio Lula da Silva – que se encuentra en plena campaña electoral- se comunicó telefónicamente con la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, para expresarle su solidaridad ante el intento de asesinato que ocurrió en la noche de este jueves.

El candidato presidencial ya se había manifestado a través de las redes sociales: “Toda mi solidaridad con mi compañera @CFKArgentina, víctima de un criminal fascista que no sabe respetar las diferencias y la diversidad”, y agregó: “Cristina es una mujer que merece el respeto de todos los demócratas del mundo. Gracias a Dios salió ilesa”.

A su vez, Lula reclamó un rápido accionar de la Justicia: “Que el autor sufre todas las consecuencias legales. Esta violencia y odio político que algunos han alentado es una amenaza para la democracia en nuestra región. Los demócratas del mundo no tolerarán ninguna violencia en los desacuerdos políticos”.

El repudio de líderes y presidentes latinoamericanos

La expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016) expresó su “solidaridad con Cristina Fernández” y su “deseo de que su país, Brasil y América Latina superen esta situación y retomen el camino de la paz”.

También lo hizo el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien escribió: “El intento de asesinato a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, merece el repudio y condena de todo el continente. Mi solidaridad con ella, el Gobierno y el pueblo argentino. El camino siempre será el debate de ideas y el diálogo, nunca las armas ni la violencia”.

“Enviamos nuestra solidaridad a la vicepresidenta @CFKArgentina, ante el atentado contra su vida. Repudiamos enérgicamente esta acción que busca desestabilizar la Paz del hermano pueblo argentino. ¡La Patria Grande está contigo compañera! #FuerzaArgentina #FuerzaCristina”, expresó por su parte el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

En suma, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, condenó “enérgicamente” el suceso y le envió una carta de solidaridad al presidente Alberto Fernández. “(Quiero) expresar mi condena enérgica por el fallido atentado a la vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner; fue algo lamentable, reprobable, pero al mismo tiempo diría milagroso porque está bien Cristina”, añadió.

El uruguayo Lacalle Pou escribió: “La violencia nunca, nunca puede ser tolerada bajo ningún concepto. Mi solidaridad con Cristina Fernández y todo el pueblo argentino ante el atentado”. “Toda mi solidaridad con la vicepresidenta @CFKArgentina y el pueblo argentino. El Gobierno peruano condena el atentado ocurrido hoy contra su vida. Repudiamos todo acto de violencia”, sumó el presidente Pedro Castillo de Perú.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, afirmó en su cuenta de Twitter: “Repudiamos enfáticamente el atentado contra la vida de la hermana @CFKArgentina, vicepresidenta de #Argentina. Desde el Estado Plurinacional de #Bolivia, enviamos todo nuestro apoyo, a ella, su familia, el Gobierno y el pueblo argentino”.

La hondureña Xiomara Castro manifestó una “enérgica condena al intento de asesinato perpetrado contra la vicepresidenta @CFKArgentina” y enviaron un “mensaje de respaldo para Cristina y el pueblo argentino”.

“Condeno los hechos registrados contra la vicepresidenta Cristina Fernández y envío la solidaridad del Ecuador al Gobierno argentino de @alferdez. Creemos en la democracia y la paz. Rechazamos el odio y la violencia”, escribió, por su parte, el ecuatoriano Guillermo Lasso.

El cubano Miguel Díaz-Canel posteó: “Desde Cuba, consternados con el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner, trasladamos toda nuestra solidaridad a la vicepresidenta, al gobierno y al pueblo argentinos”.

Además, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, consideró: “El atentado a Cristina en Argentina, es el resultado del sectarismo que se convierte en violencia. Se ha convertido en práctica latinoamericana pensar que la política es la eliminación física o jurídica del adversario, tal práctica es puro fascismo. La política debe ser libertad”.

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, condenó “el cobarde intento de magnicidio” en contra de Cristina Kirchner y añadió: “La Patria Grande está contigo, hermana”. También se expresó Rafael Correa, expresidente de Ecuador: “¡Qué le pasa al mundo! Mi solidaridad absoluta con Cristina. @CFKArgentina”.

Valdés vio una señal de unidad en la Plaza del 10 de diciembre

Dice que le gustó “mucho” la foto de la vicepresidenta tomada de la mano de Alberto Fernández. Para él, el FdT está mejor que antes de las PASO.

El diputado nacional Eduardo Valdés analizó lo que dejó el acto en Plaza de Mayo en el cual las principales figuras del oficialismo se mostraron unidas, junto a Lula Da Silva y Pepe Mujica. “Me gustó mucho la foto de Cristina agarrada de la mano con Alberto. Es la mejor síntesis de la plaza del 10 de diciembre”, señaló.

En diálogo con C5N, el diputado del Frente de Todos recordó además que “el presidente decidió ir a abrazarse con Lula cuando estaba injustamente encarcelado para visibilizar esa situación. Decidió ponerse del lado de Evo (Morales) cuando un golpe lo sacó del poder. En medio de una decisión dura con el FMI, fue a hablar a la cumbre que convocó Joe Biden y habló de Bolivia y de la democracia en la región. Ese es el compromiso de Alberto con la región”, y agregó respecto de las negociaciones con el FMI: “No tengo dudas de que lo que se va a negociar va a ser en favor del pueblo argentino. El acuerdo debe ser aprobado por el Congreso por decisión de nuestro gobierno”.

En cuanto al recambio legislativo en la Cámara de Diputados, Valdés destacó: “El Frente de Todos tiene hoy 118 diputados en la Cámara. Dos más que los que teníamos antes, mientras que la oposición se dividió en varias partes. El cachetazo con afecto que nos dieron nuestros compañeros en las PASO fue efectivo y pudimos repuntar. Hoy tenemos una mayor fortaleza”.

Para concluir, el diputado por la ciudad de Buenos Aires definió su identidad política: “Soy Frentetodista las 24 horas del día”.

Cristina volvió a mostrarse con Lula

La vicepresidenta de la Nación le hizo un regalo muy especial que exhibió en las redes sociales.

Cristina Fernández de Kirchner volvió a mostrarse este sábado junto al expresidente brasileño Lula Da Silva. Y posteó su encuentro en las redes sociales.

La vicepresidenta de la Nación acompañó al brasileño a la localidad de Mercedes y le regaló una imagen de Eva Duarte de la artista argentina Marina Olmi.

La exmandataria celebró la presencia de Lula durante los festejos organizados por el Gobierno con motivo del Día de la Democracia en Plaza de Mayo, donde el brasileño fue una figura central y hasta hizo uso de la palabra.

Lula cenó con Alberto, Cristina y Massa en Olivos

El presidente de la Cámara de Diputados posteó en su cuenta de Twitter una fotografía con el brasileño y el calificativo “ENORME”.

En vísperas de la celebración de la que tomará parte este viernes en Plaza de Mayo en el acto organizado por el Gobierno nacional por el Día de la Democracia, el expresidente brasileño Lula Da Silva participó este jueves por la noche de una cena en Olivos.

Estuvieron allí el presidente de la Nación, Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

No trascendieron detalles de lo conversado durante la velada, pero fue una muestra más de la relación privilegiada del Gobierno argentino con el exmandatario brasileño, que genera molestia en el presidente del país vecino, Jair Bolsonaro, al punto tal que a ello se atribuye que haya resuelto que la cumbre del Mercosur prevista para la semana que viene sea virtual.

CFK convocó a ir este viernes a la Plaza de Mayo

A través de las redes sociales posteó un mensaje con su voz en la que llama a los argentinos y argentinas a celebrar la democracia juntos.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner convocó este miércoles a concurrir el viernes a la Plaza de Mayo para “celebrar en familia el Día de la Democracia”.

El mensaje de Cristina tiene imágenes que remiten a celebraciones de sus años en el poder, donde se ve reiteradamente a Néstor Kirchner, a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, al expresidente brasileño Lula Da Silva, y artistas que tomaron parte de esas celebraciones.

“¿Te acordás cuando nos encontrábamos en la Plaza de Mayo todos los 10 de diciembre para celebrar en familia el Día de la Democracia?”, arranca el video posteado por la exmandataria, quien recuerda que “siempre lo hicimos con muchísima alegría y reafirmando nuestro compromiso con los derechos humanos. Sí, ese compromiso por el que los argentinos y las argentinas somos reconocidos y reconocidas en el mundo entero”.

En las imágenes se ve incluso al entonces ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo, hoy diputado nacional de la oposición, y la vicepresidenta convoca: “Este viernes nos volvemos a encontrar en la Plaza. Va a haber música para disfrutar y vamos a estar con Alberto y con Lula”.

“Ah, y como siempre, traé tu bandera… la argentina”, concluye la invitación formal de Cristina Kirchner.

Máximo Kirchner convocó a movilizarse a la Plaza de Mayo el 10 de diciembre

“Los que levantan el dedo para señalar errores, sería bueno que levanten el culo para trabajar y corregirlos”, sugirió el diputado en un acto en Avellaneda.

El presidente del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, dio por confirmado el acto que el Gobierno prepara para el 10 de diciembre, del que participarán el primer mandatario, la vicepresidenta Cristina Kirchner y estará invitado Lula.

Fue al participar este sábado de la inauguración de la nueva sede del Ateneo Cristina Conducción en Avellaneda, donde estuvo acompañado por el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, y el senador provincial Emmanuel González Santalla.

En el marco de su discurso, el presidente del bloque del Frente de Todos en Diputados convocó a los argentinos a colmar la Plaza de Mayo el próximo 10 de diciembre en el marco del día de la democracia y los derechos humanos.

“Hay que reventar en serio la Plaza. Ese día invito al pueblo argentino a que abrace a alguien que como Cristina sufrió la persecución judicial y que volverá a ser presidente del Brasil”, expresó en relación a la asistencia de Lula a los festejos junto al presidente Alberto Fernández y a la vicepresidenta.

“Confiemos en nosotros y nosotras, demos una demostración de voluntad transformadora, que no nos quiebren la autoestima. Vamos a salir adelante”, afirmó.

Máximo puso en valor la tarea de la militancia durante la campaña de 2019 y el trabajo que desde el 10 de diciembre de 2015 hicieron para que el macrismo no se extendiera por más de un período de gobierno: “Éramos muy pocos y pocas los que creíamos que se podía revertir. Muchos decían que había (María Eugenia) Vidal y (Mauricio) Macri para ocho años. Ninguno de los que está aquí creía eso y nos pusimos a trabajar para que la provincia y la Argentina fuera gobernada por alguien que representara el proyecto que tiene en el centro a las personas”.

También repasó el trabajo realizado durante la pandemia y puso en valor el trabajo de quienes integran el sistema de salud y los comedores.

“En esta situación de una enfermedad que afectó al país y al mundo uno esperaba mayor madurez de las fuerzas políticas y de los medios de comunicación. Hoy que pueden salir no salen, solo cuando teníamos más de quince mil contagios y los médicos se debatían entre la vida y la muerte de nuestro pueblo salían. Hay cosas que no se pueden hacer pensando si te van a votar o no. Y lo que hicimos fue cuidar a nuestra gente”, indicó.

“La solidaridad de los argentinos y argentinas hizo que un país que habían dejado destruido enfrentara la pandemia. Por supuesto que falta. Hoy recordaba que en una Plaza, en un acto del 25 de mayo de 2015, había una bandera que decía ‘Nos duele lo que falta…’. Y lo hablamos en ese momento con muchos compañeros y compañeras, y les preguntaba ¿no les duele lo que nos falta? Teníamos enormes demandas y desafíos. El problema es no ser consecuente con lo que uno dice. Si nos duele hay que militar y transformar para que falte menos”.

En otro pasaje señaló: “Nos hemos roto el alma para que un montón de gente pudiera vivir mejor, no hubo nada que nos hiciera cambiar el horizonte. Hay muchas palabras, el problema no son las palabras, sino cuando la distancia entre la palabra empieza a ser tan grande. Tenemos que luchar, transformar, militar y acercar la palabra política a la realidad de la gente”.

Los que levantan el dedo para señalar errores, sería bueno que levanten el culo para trabajar y corregirlos. En el living de casa todos tenemos razón, el tema es salir y confrontar nuestras ideas y ver cómo podemos lograr una síntesis superadora que le mejore la vida a nuestro pueblo”, destacó.

En otra parte de su discurso recordó las palabras de Cristina en Avellaneda cuando el 28 de diciembre de 2017 dijo que iba a hacer todo lo que estuviera a su alcance para que otro argentino o argentina estuviera en la Casa Rosada a partir del 2019. “Y no fue broma aunque lo hizo el día de los inocentes. Lo que sí es broma es que digan que ella quiere romper el Frente. Lo que quiere es que la Argentina salga adelante”.

“Está bien crecer 9 o 10 puntos, eso está bien, pero si ese crecimiento no llega a nuestra gente no sirve”, afirmó, para agregar luego: “Es importante entender y explicar que las cosas no se solucionan de un día para el otro, esto es paulatino, paso a paso. Lo que no puede dominarnos es la ansiedad, pero tampoco puede movernos el posibilismo”.

“La política se hace con la gente no en los párrafos de un artículo de un medio de comunicación. Se hace con los vecinos y vecinas, en las calles”, concluyó Máximo Kirchner.

Para Taiana, el FdT debe ser tomado como ejemplo por otros partidos de izquierda de la región

En el marco de su participación en los festejos por los 40 años del PT, el senador nacional estuvo en Brasil con Lula y Pepe Mujica.

El senador nacional Jorge Taiana participó este fin de semana de la celebración por los 40 años de la fundación del Partido de los Trabajadores de Brasil, que se realizó en Río de Janeiro, con la presencia de Lula Da Silva, Pepe Mujica, Lucia Topolansky, Celso Amorim, Fernando Haddad, Gleisi Hoffman y Manuela Davila, entre otras figuras internacionales.

En un panel que compartió junto al excanciller Celso Amorim, Taiana afirmó que “Argentina puede ser usada como ejemplo por los otros países de la región para que las fuerzas progresistas puedan ganarle en las urnas a los gobiernos que están implantando un modelo económico neoliberal”.

“Gobernamos 12 años y nos derrotaron. Y lo primero que aprendimos y que los otros partidos de izquierda tienen que aprender es que, tras una derrota electoral, hay que levantarse y seguir luchando. Gracias a eso, cuatro años después de la derrota conseguimos vencer a ese mismo gobierno que nos había apartado”, expresó.

El excanciller argentino agregó que “para remontar una derrota es fundamental la unidad de las fuerzas progresistas, pero no solo de los partidos, sino de todas las fuerzas, incluyendo movimientos sociales y sindicatos. No vamos a construir una fuerza ganadora si no reconocemos la diversidad de nuestro movimiento”, dijo, al tiempo que señaló: “Hay que confiar en nuestro pueblo. Si no hay confianza en el Pueblo, si no sabemos escuchar, si no sabemos hablar el lenguaje de los más humildes y entender su sufrimiento y sus luchas, no vamos a poder construir esa fuerza mayoritaria. Es la fuerza del Pueblo la que da el poder a los dirigentes y no al revés. Por eso tenemos que tener el oído siempre cerca del Pueblo y los pies en el barro”.

Por último, Taiana finalizó su discurso señalando que “un objetivo central que define esta época es la lucha contra la desigualdad. Es la desigualdad la peor consecuencia del proyecto neoliberal financierizado en el mundo y en la región”.

“Esta lucha es la que nos va a dar la fuerza necesaria para acumular sectores, aunar esfuerzos y derrotar los proyectos de minorías privilegiadas”, remató.