Se inaugurará en el Congreso la muestra “Belgrano: Arquetipo de la revolución”

El evento tendrá lugar este viernes, a las 15.30. La exhibición estará hasta el 17 de agosto. 

La Dirección General de Cultura del Congreso, a través de la Dirección de Museo Parlamentario, inaugurará el próximo viernes 5 de julio a las 15.30 en el Atrio del Congreso, la muestra "Belgrano: Arquetipo de la revolución" en la que se homenajea al creador de la bandera y uno de los máximos exponentes de la lucha por la independencia argentina.

Un arquetipo es una forma primordial y universal que reside en el inconsciente colectivo, manifestándose como patrón recurrente de conducta, como símbolo a lo largo del tiempo. Es el eco profundo, la chispa ancestral que ilumina y guía nuestra comprensión de nosotros mismos y del mundo. 

“Manuel Belgrano es el arquetipo del revolucionario porque encarna la esencia del cambio radical, el espíritu indomable que busca la transformación de una realidad opresiva hacia un ideal de libertad y justicia. En su figura se entrelazan la valentía, la visión y el sacrificio, reflejando un arquetipo que resuena en las entrañas de los movimientos que claman por la libertad”, destacaron desde la organización de la muestra. 

En la exhibición se mostrará “el camino del héroe: de un intelectual, economista y teólogo a un guerrero que busca la libertad de un país apenas difuso, dejando todos sus privilegios, fortuna y posiciones”. Además, se destacan los estudios económicos y teológicos realizados por Belgrano, testimonios escritos que revelan la profundidad de su pensamiento y su dedicación a los ideales de justicia y progreso. Junto a ellos, el Acta del 25 de Mayo de 1810 emerge como un emblema de esperanza y decisión, marcando el alba del sueño de independencia.

“Una reproducción del manuscrito original del Himno Nacional Argentino nos transporta a un tiempo donde cada verso resonaba como un eco de libertad y unidad. La invitación al Cabildo Abierto del 22 de mayo nos permite imaginar la agitación y el compromiso de aquellos que, en un acto de coraje, se reunieron para forjar el destino de una nación”, expresaron. 

También se lucirá el llamado apasionado al "Éxodo Jujeño", un momento en el que la esperanza y la estrategia se entrelazaron en un movimiento histórico. La correspondencia oficial y el diverso material relacionado con la creación de la bandera nacional trazan un lienzo colorido de su vida y su obra, reflejando su inquebrantable devoción a la patria.

Cada uno de estos tesoros históricos no sólo narra la crónica de un hombre convertido en símbolo, sino que también evoca la esencia de un país en busca de su identidad.

 

Charla sobre Manuel Belgrano en el Congreso

La misma se desarrollará en el Senado y estará abierta al público. La misma tiene como objetivo destacar la figura y el pensamiento del creador de la bandera.

Este martes 27 de junio a las 18, las direcciones de Cultura del Congreso de la Nación invitan a la charla "Belgrano: sus ideas en la construcción de nuestra Nación” con entrada libre y gratuita en el Salón Arturo Illia del Palacio Legislativo (H. Yrigoyen 1849).

En el marco del Ciclo Los Albores de la Patria y en conmemoración por el Día de la Bandera participarán del conversatorio los historiadores Julia Rosemberg  y  Javier Trímboli  y el profesor de Filosofía y magíster en Historia Económica, Ulises Bosia, autor del libro “Belgrano: el hombre y su legado”, ganador del primer premio del Concurso de Ensayo Histórico del Congreso de la Nación 2020.

Este encuentro tiene como objetivo destacar la figura y el pensamiento de Belgrano, su rol en la Revolución de Mayo, como así también sus ideas y aportes en la organización política de los pueblos de América del Sur, y en las bases de lo que será en el futuro el Estado nacional argentino.

La charla también se podrá seguir en vivo y en directo por el canal de YouTube del Senado (youtube.com/senadotvargentina) y por la página de Facebook de Cultura de la Cámara de Diputados (facebook.com/culturadiputados).

El ciclo Los Albores de la Patria, promovido por las direcciones Generales de Cultura del Congreso de la Nación, conmemora las fechas patrias del calendario nacional con eventos artísticos multidisciplinarios que visibilizan las identidades regionales, impulsando el espíritu federal y la participación ciudadana.

Vega presentó en el Salón Azul un libro sobre Manuel Belgrano 

Junto a los autores y el prologuista del libro, la senadora nacional señaló la “deuda que tenemos con uno de los próceres más importantes que tiene nuestra Patria”.

En el Salón Azúl se realizó la presentación del libro “Manuel Belgrano. La verdadera historia de su casa familiar en Buenos Aires”, encabezada por la senadora de La Rioja, Clara Vega (Hay Futuro Argentina), junto a los autores, Roberto Colimodio y Alejandro Maddonni, y el prologuista de la obra, Lic. Manuel Belgrano. 

Al comenzar, la senadora Nacional expresó, “es una deuda que tenemos con uno de los próceres más importantes que tiene nuestra Patria”, en referencia a los homenajes por el bicentenario de Manuel Belgrano interrumpidos por la pandemia. 

Manuel Belgrano es quien más entrega y acompañamiento tuvo con el NOA”, sentenció Vega. 

“Mi trabajo acá es la puesta en valor de toda la historia cultural que respalda a mi provincia y al norte argentino. Estamos trabajando para declarar sepulcro histórico a la tumba de Facundo Quiroga, sitio histórico a Barranca Yaco y establecer un sendero quiroguiano para fortalecer a las economías regionales”, explicó. 

Finalmente, Vega dijo, “esto es un llamado de atención a las ciudades por el abandono hacia nuestra historia. Este libro va a quedar para ayudar a identificar otras casas no reconocidas”. 

Manuel Belgrano, reivindicado en el Senado por ser pionero del cáñamo en el país

En sus discursos, durante el debate de la ley de desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo, Silvia Giacoppo y Anabel Fernández Sagasti recordaron el rol del prócer en el crecimiento de esta planta.

En la recta final del debate de la ley de desarrollo del cannabis medicinal y la industria del cáñamo, dos senadoras resaltaron el rol de Manuel Belgrano en la introducción al país de la planta del cáñamo hace dos siglos atrás.

Última oradora de Juntos por el Cambio, la jujeña Silvia Giacoppo recordó que tras un viaje a Europa, el creador de la bandera argentina volvió inspirado con las propiedades de esta planta y, por eso, al votar esta ley se le está rindiendo un "homenaje", además de "estar cumpliendo ya con una manda belgraniana".

Belgrano "hablaba que el desarrollo de las provincias del país tenía que ser mirado con la producción del cáñamo, que tiene muchísimas propiedades", agregó la legisladora radical.

Por su parte, la vicejefa del bloque oficialista, Anabel Fernández Sagasti, que cerró el debate, mencionó que "Manuel Belgrano en 1795 redactó un texto en el que exponía las utilidades del cáñamo y el lino, una especie de manual de instrucciones que hizo el prócer sobre el desarrollo de estas plantas".

"Claramente había visto el desarrollo y el potencial de estas plantas en Europa, en Castilla y en Galicia, donde habían servido estas plantas para exterminar la pobreza, según propias palabras de Manuel Belgrano", continuó la mendocina.

Y relató: "Es así que cuando llegó al virreinato del Río de la Plata extendió semillas por todo el virreinato para intentar que esta producción tuviera el mismo auge que en Castilla y Galicia".

"Con esta ley estamos haciendo honor a un gran pensador, un gran patriota, un gran político, militar, y un estadista, que entendía que la faz productiva era necesaria para el desarrollo de nuestro país. Hace más de dos siglos entendía que era prioridad para el país", completó.

El diputado italo-argentino Eugenio Sangregorio homenajeó a Manuel Belgrano

El diputado de la República italiana rindió un sentido homenaje a Manuel Belgrano, por ser descendiente de italianos y haber sido padre de la patria.

El diputado italo-argentino Eugenio San Gregorio rindió un sentido homenaje a Manuel Belgrano, por ser descendiente de italianos y haber sido quien nos dio la bandera de la patria: “Yo, como italo-argentino, le rindo homenaje al ilustre creador de la bandera”, expresó. 

“Rindo este homenaje como diputado de la República de Italia y como tal lo hago en nombre de mi nación italiana y como hijo de adopción argentino”, agregó el legislador, y señaló que vale recordar que en la Argentina hay 20 millones de personas con sangre italiana. 

“Feliz día de la bandera para todos los argentinos que con orgullo cada 20 de junio recordamos el fallecimiento del dignísimo General Manuel Belgrano qué a orillas del río Paraná, un 27 de febrero de 1812, utilizando los colores de la escarapela les pidió a sus soldados jurar fidelidad a la bandera Celeste y Blanca símbolo de la argentinidad”. 

Eugenio Sangregorio es un político italo-argentino, diputado de la República Italiana desde 2018 y líder de la Unión Sudamericana Emigrantes Italianos (USEI). 

Manuel Belgrano, un legado de unión y futuro

Por Diego F Migliorisi. Autor de “Iluminando nuestra patria”, y estudioso del creador de la bandera, realiza una semblanza de nuestro héroe al cumplirse 251 años de su nacimiento.

Un 3 de junio hace 251 años nacía uno de los hombres más brillantes que ha tenido nuestra tierra, José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano.  Su legado es tan sorprendente como vigente, en él yacen soluciones a los problemas históricos de la Argentina. La educación de la población es el pilar de su pensamiento afirmando que “un pueblo culto jamás podrá ser esclavizado” y que “sin educación no hay adelantamiento”.

El también abogado, militar, diplomático, ecologista, ha sido uno de los principales promotores de la agricultura, la industria y el comercio donde su pensamiento económico esta presente pasados dos siglos.  No exportemos cuero crudo para luego importar zapatos representa la imperiosa necesidad potenciar la industria nacional para exportar asi productos manufacturados, instalando una industria en cada campo, potenciando las economías regionales así la generación de empleo.

En su memoria consular de 1802, Belgrano, destacaba que “todas las naciones cultas se esmeran en que sus materias primeras no salgan de sus estados a manufacturarse, y todo su empeño es conseguir, no solo el darles nueva forma, sino aún atraer las del Extranjero para ejecutar lo mismo, y después vendérselas. “

Esa mano de obra calificada llega a través de la educación. Sin dudas el legado manifiesta en forma contundente. “La educación es libertad”. 

Por ello, en toda su obra aborda este principio de libertad relaciona con la educación y el crecimiento del ser humano sin condicionamientos “Educación, Señor Excelentísimo, educación piden estos pueblos para ser virtuosos e ilustres como corresponde siquiera en nuestra religión; de no, jamás seremos nada.” Afirmando que “No soy de la opinión de aquellos que quieren que los labradores vivan de la ignorancia”, como así, “Hubo un tiempo de desgracia para la humanidad en que se creía que debía mantenerse al Pueblo en la ignorancia y, por consiguiente, en la pobreza, para conservarlo en el mayor grado de sujeción”.

En su autobiografía, el 23 de junio de 1810, el General mencionaba con dolor la situación de pobreza que veía en su época, potenciada, lamentablemente, con el correr de las décadas: “Cuando vemos a nuestros labradores en la mayor parte llenos de miseria e infelicidad; que una triste choza apenas les liberta de la intemperie, que en ella moran padres e hijos, que la desnudez está representada en toda su extensión, no podemos menos que fijar el pensamiento para indagar las causas de tan deplorable desdicha”

También era periodista y principal defensor de la libertad de prensa. Nunca tuvo reparos en estar al frente de esa lucha utilizando el periódico del que era director “Correo de Comercio “como es el caso de su nro. 4 de fecha 1/8/10 destacando que “La libertad de prensa no es otra cosa que una facultad de escribir y publicar lo que cada ciudadano piensa y puede decir con la lengua. Es tan justa dicha facultad, como es la de pensar y de hablar, y es tan injusto oprimirla, como lo sería tener atados los entendimientos, las lenguas, las manos o los pies a todos los ciudadanos. Es necesaria para la instrucción pública, para el mejor gobierno de la Nación y para la libertad civil, es decir, para evitar la tiranía de cualquier gobierno que se establezca, dado lo cual son bienes pruebas, que ningún tirano pueda haber donde ella este establecida, y que ningún tirano ha dejado de quitarla con todo cuidado a sus súbditos, que porque son incompatibles entre sí”

Manuel Belgrano, era integro y comprometido con nuestro pueblo, y uno de los mas claros ejemplos fue la donación de los premios recibidos por la exitosa campaña con el ejercito del norte, para la construcción de escuelas. Este hombre que paso a la inmortalidad el 20 de junio de 1820, destaco en su autobiografía “no hizo otra cosa que echar semillas que algún día fuesen capaces de dar frutos, ya que, porque algunos estimulados del mismo espíritu se dedicasen a su cultivo, ya que porque el orden mismo de las cosas las hiciera germinar.”

Sus últimas palabras han sido un mensaje más que contundente: “Yo espero que los buenos ciudadanos de esta tierra trabajarán para remediar sus desgracias. Ay Patria mía”.

Diego F Migliorisi es fundador de 1770Argentina.org

Autor de Manuel Belgrano, Iluminando Nuestra patria

Lanzan concurso literario sobre Manuel Belgrano

La convocatoria ‘Belgrano, el hombre y su legado’ estará abierta hasta el 20 de junio. Pueden presentar un ensayo histórico mayores de 18 años.

Un concurso sobre la vida del prócer Manuel Belgrano fue lanzado hoy por las direcciones de Cultura de la Cámara de Diputados y del Senado de la Nación, en el marco de la conmemoración del bicentenario del abogado y militar creado de la bandera nacional.

A 201 años de la muerte de Belgrano, la Dirección General de Cultura y Museo de la Cámara baja y la Dirección General de Cultura del Senado presentaron en forma conjunta un concurso para presentar un ensayo histórico denominado ‘Belgrano, el hombre y su legado’.

El concurso, según informaron desde la Cámara baja, tiene como objetivo “evocar, analizar y revalorizar el legado de la gesta de Belgrano, como uno de los líderes de la Revolución de la Independencia que derrumbó el poderío español en el Virreinato del Río de la Plata, y como conductor del Éxodo jujeño”.

En ese sentido, precisaron que las temáticas que se abordarán en los ensayos históricos deberán dar cuenta de tópicos tales como “el paso de Belgrano por el Real Consulado de Comercio de Buenos Aires, su influencia en el espíritu de la Constitución Nacional, sus ideas sobre la organización de las Provincias Unidas del Río de la Plata, entre otros”.

Los organizadores del concurso señalaron que “pueden participar del concurso personas mayores de 18 años y las obras deberán presentarse con seudónimo y enviarse a través de un formulario online que se difunde en la página web de la Cámara de Diputados de la Nación”.

El plazo de recepción de las obras será hasta el 20 de junio y las que resulten premiadas se publicarán y pasarán a formar parte de la Biblioteca del Congreso de la Nación.

Concurso de Ensayo Histórico “Belgrano, el hombre y su legado”

Hasta el 20 de junio las direcciones de Cultura de ambas cámaras recibirán los trabajos que serán evaluados por un prestigioso jurado.

Se encuentra abierta la convocatoria a la nueva edición del Concurso de Ensayo Histórico del Congreso de la Nación organizado conjuntamente por las direcciones de Cultura del Senado y la Cámara de Diputados.

En el “Año del General Manuel Belgrano”, este concurso tiene como objetivo evocar, analizar y revalorizar el legado de la gesta de Belgrano y los patriotas que junto a él pelearon por la independencia y la grandeza de la Nación argentina.

El jurado estará compuesto por el periodista Carlos Ulanovsky, la periodista Florencia Canale, el presidente del Instituto Nacional Belgraniano y sobrino nieto del prócer Manuel Belgrano, la historiadora Julia Rosembreg y el profesor de Historia Javier Trimboli.

El plazo de recepción de los ensayos será hasta el 20 de junio de 2021. Las obras que resulten premiadas se publicarán y pasarán a formar parte de la Biblioteca del Congreso de la Nación.

Para acceder a las bases y condiciones del concurso, haga click aquí.

Manuel Belgrano: creador de la bandera, político y un luchador incansable por el Bien Común

Por Luis Esteban Vivacqua. A 200 años del fallecimiento del prócer, el profesor de derecho constitucional rememora sus contribuciones y legado.

El 20 de junio de 1820, en medio de la anarquía generada por la derrota en Cepeda y el resurgimiento de las visiones localistas, se desvanecía el sueño americanista de nuestro prócer, fallecía Don Manuel Joaquín del Sagrado Corazón de Jesús Belgrano.  

Hoy 200 años después los argentinos seguimos divididos y confundidos, por estos días el objeto de nuestro desencuentro será la reforma a la justicia, la cuestión económica y la vivencia de la pandemia de Covid 19, poniendo nuevamente en segundo plano a Belgrano.  

Manuel Belgrano era mucho más que creador de la bandera y militar. Fue abogado, político, periodista, promotor de la educación, economista, terciario dominico y, sobre todo, podríamos decir, que fue un estadista con destacada participación antes y después de la Revolución de Mayo.  

Nació el 3 de junio de 1770 en el seno de una familia de comerciantes. Sus padres, Domingo Belgrano y Peri y María Josefa González Casero, tuvieron doce hijos. Los Belgrano eran una familia religiosa, ligada a la orden dominica, con una sólida posición social y económica.  

Asistió a la escuela en la parroquia de Santo Domingo, con fuerte impronta en valores éticos y morales, pasando luego a realizar estudios secundarios en el Real Colegio de San Carlos, incursionando en filosofía, lógica, física, matemática y tres cursos de teología.  

A los 16 años de edad, en compañía de su hermano Francisco, partió rumbo a Madrid, donde estudiaría lenguas (inglés, italiano, francés), derecho (Univ. de Salamanca y Valladolid) y economía política.  

Su estadía en España le permitiría conocer los cambios que acontecían en Europa por aquellos tiempos. Frecuentaría salones importantes forjando amistades relacionadas con las ¨Sociedades Económicas¨ de la época, accediendo a las  

lecturas de las obras de la modernidad previa consulta y aprobación de las autoridades eclesiásticas.  

De los estudios de la historiadora Cristina Minutolo de Orsi surge que confluyeron en Belgrano dos corrientes: el renacentismo (liberalismo y las visiones de autores como Quesnay y Adam Smith) y resabios medievales (la neoescolástica y la doctrina salamantina) absorbidos en la Universidad de Salamanca. Su pensamiento podría enarbolarse en el marco de un liberalismo basado en un humanismo práctico con una visión de unidad que pregonaba el bien común para el desarrollo de los pueblos americanos.  

El sueño americanista que reflejaba la identidad iberoamericana tuvo fuertes lazos con las doctrinas de Suarez y Francisco de Victoria. Asimismo, su visión de la problemática indígena y sus propuestas relacionadas a la agricultura vendrían, para la historiadora, de su paso por Salamanca; sin embargo algunos autores disienten de la fuente y se la asignan a Quesnay junto a su defensa por el libre comercio.  

En el año 1794, ya de vuelta en estas tierras, fue designado como secretario del Consulado de Buenas Aires, y se desempeñó como funcionario público, elaborando diversas propuestas buscando impulsar reformas y modernizar al Estado Español.  

Belgrano ante la imposibilidad de llevar a cabo sus propuestas desde la secretaria del Consulado, comenzó a publicarlas, en unas memorias anuales del mismo y en periódicos de la época, desarrollando diversos escritos sobre economía, agricultura, educación y recursos naturales. También desarrollo opiniones sobre la unidad de los pueblos, la condición racial y social de sus habitantes, la formación moral y religiosa, el acceso a la educación, y particularmente, la educación de la mujer.  

En la Revolución de Mayo fue designado con el cargo de Vocal de la Primera Junta junto a Saavedra, Castelli y Moreno. Luego, la Junta de Gobierno le encomendó la responsabilidad militar y política en la expedición al Paraguay, donde sería derrotado en Tacuarí, y luego se haría cargo del Ejercito del Norte, con suerte diversa: vencerá en Tucumán y en Salta y será derrotado de Vilcapuyo y Ayohuma.  

Belgrano junto a otros hombres de mayo había enarbolado la idea de nombrar a la infanta Carlota como regenta de los dominios españoles en américa esto  

buscaba evitar que las posesiones españolas se sumieran en anarquía a la merced de potencias extranjeras; y volverá, con una postura similar, cuando elevara tiempo después la propuesta del reinado de un descendiente de los Incas al Congreso de Tucumán, que no será receptada.  

No nos podemos olvidar del más recordado hecho como fue la creación de la Bandera. Así, en Rosario, el 27 de febrero de 1812, Belgrano expresa ¨la mandé hacer blanca y celeste conforme a los colores de la escarapela nacional; espero que sea de la aprobación de V.E…..¨.  

El político, el militar y el estadista fue un luchador por el bien común. Así, lo describe la historiadora Cristina Minutolo de Orsi, al expresar que ¨el bien común tiene para él categoría ética y lo coloca por encima de los intereses particulares y en buena medida de los intereses de la mayoría. Es un bien porque está consustanciado con la naturaleza del hombre y su desarrollo como ser humano (persona). Todos los escritos de Belgrano son una teoría fundada en el bien común, pues para él es fuente importante porque de él pueden participar todos los que forman la comunidad social. El bien común permite el desarrollo de todo el hombre y todos los hombres; insiste en la capacitación y educación de la familia, donde se debe aprender en comunión de amor las conductas para integrarse en la sociedad¨.  

Manuel Belgrano, ese enigmático hombre (Halperín Donghi) donde confluyeron dos vertientes, la escuela de salamanca y la moderna fruto del iluminismo, a 200 años de su partida física de este mundo, con ese profundo humanismo que lo caracterizo, nos interpela a todos los argentinos a la unidad, y nos susurra al oído con su último aliento, la pregunta: ¿Estamos preparados para construir el bien común? 

En memoria de Belgrano, una diputada pide concluir una escuela

Beatriz Avila presentó un proyecto de ley para poner fin a “207 años de deuda”, atenta a que solo se construyó la primera parte de lo que quería el héroe de la Patria.

“Manuel Belgrano fue pionero en fomentar la educación pública como un elemento esencial para el desarrollo de la Nación”, señala la diputada nacional Beatriz Avila en un video posteado en sus redes sociales en el que hace referencia a una obra inconclusa de lo que es el legado del creador de la bandera.

En su mensaje, la diputada nacional del Partido por la Justicia Social recuerda que “Tucumán fue una de las provincias donde el General Belgrano decidió pasar años de su vida, y donde eligió construir la Escuela de la Patria”.

“He presentado el 3 de junio un proyecto en la Cámara de Diputados de la Nación para que se incluya una partida especial para terminar la Escuela de la Patria en Tucumán”, añade la legisladora nacional, haciendo referencia así a “207 años de deuda” para con uno de los héroes de nuestra independencia. Y concluye: “Honremos este 2020, año del general Belgrano, su eterna memoria y su invaluable legado”.

Presentan un proyecto para licitar la realización de una histórica escuela en Tucumán

La legisladora nacional Beatriz Ávila presentó un proyecto de resolución reclamando que se incluya en el próximo presupuesto general una partida suficiente para cubrir la ejecución de la totalidad de las obras faltantes de la Escuela de la Patria, legado belgraniano.

La diputada nacional Beatriz Ávila presentó un proyecto para licitar la realización de la segunda etapa de la Escuela de la Patria, el legado que dejó el general Manuel Belgrano en Tucumán para todos los niveles educativos.

Se trata de una deuda de 1813, cuando el abogado devenido en militar decide aceptar una recompensa por triunfos en batalla, y los destina para la construcción de cuatro escuelas a favor de las provincias de Tarija (hoy Bolivia), Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán; pero que con el tiempo, tres de las escuelas se construyeron, menos la de Tucumán, ya que, por distintas circunstancias, los gobiernos que se sucedieron hasta la organización nacional, y posteriormente a ella jamás remitieron a la provincia ni un peso del dinero adjudicado a Belgrano y donado por éste a los fines mencionados.

La legisladora del partido por la Justicia Social de Tucumán advirtió que recién en 1998 se remitió el dinero para sólo para la primera etapa de la obra; que el Ministerio de Educación de la Nación sólo efectuó un único llamado a licitación por los medios escritos de comunicación de todo el país, para la construcción de esa etapa y es lo único que se construyó.

Ávila recordó que, durante su gestión como diputado de la Nación por Tucumán, Miguel Camel Nacul presentó un proyecto de ley para conseguir la correspondiente reparación mediante el reconocimiento de la deuda por parte de la Nación, y que así, luego de 185 años, en 1998 el Ministerio de Educación de la Nación remitiera a la provincia la suma de US$ 1.930.00 que cubría aproximadamente, la mitad del presupuesto total de la obra aprobada por el referido organismo, y alcanzaba para ejecutar sólo la primera etapa de ella.

El Ministerio de Educación de la Nación llamó a licitación pública por esa primera etapa, y se adjudicó a una empresa que cotizó los trabajos en $1.630.966 y ejecutó las obras. Años después, durante la gobernación de José Jorge Alperovich, se obligó a la provincia que devolviera el remanente de $299.033 ya devaluados, retenidos durante la gestión de Julio Miranda en 2002, en obras que se realizaron por ese monto en el mismo edificio escolar, y hasta allí se pudo avanzar.

Por esto, la legisladora denuncia que disponen de “un edificio a medio construir”, en el que ue cursan casi 3.500 alumnos provenientes de familias sin demasiados recursos. “Un edificio que debería ser orgullo no solo para los tucumanos sino para la Nación toda. Punto de encuentro y honra al prócer de la patria que murió en total pobreza, marginado del escenario institucional de entonces, luego de servir incondicionalmente a la causa de la independencia”, expresó en los fundamentos del proyecto.

Elegía al general Manuel Belgrano, el adelantado de la Patria

Por Rodolfo D. Giacomozzi. A 250 años de su nacimiento, un recorrido extenso de la vida del creador de la bandera nacional, en lo que representa un homenaje de la mutual aduanera.

En la ciudad de Buenos Aires, ese 3 de junio de 1770 que era domingo, Doménico y María Josefa daban a luz. El milagro del nacimiento hacía que la naturaleza se salga con la suya y nos anuncie el futuro en un moisés. Ese niño pródigo vendría no solo con el pan bajo el brazo, sino también con el don de alimentar con sus preces de libertad y dignidad la patria que soñara.

La hija mayor de la familia -María Florencia- con sus 12 años, junto a los otros seis hermanitos menores se aferran a la canastilla…ha llegado Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús.

María Josefa González Casero, porteña, hija de una tradicional familia caditana y genovesa, contrajo matrimonio a los 15 años con Domingo Francisco Cayetano Belgrano, natural de Oneglia -Vía Carmine 90-, progenitores ellos de dieciséis hijos durante veintitrés año.

El solar que habitaron, era de material, tenía una sola planta y un altillo. En el frente una amplia puerta de dos hojas daba acceso al zaguán, con grandes habitaciones y ventanas enrejadas que se disponían a ambos lados de la entrada. Sobre la puerta principal se sobreponía un balcón con un arco barroco que daba a la azotea y en ella a ambos lados se extendían barandas con balaustres de formas romboidal. Los registros indican que el solar estaba muy bien amueblado y las ventanas tenían cortinas adornadas con volantas y madroños. En el patio había un aljibe, cuyo pozo de agua hoy lo resguardamos como patrimonio; su parte superior o brocal se trasladó al Cabildo en tiempos de la demolición de la Casa donde nació el prócer.

Ella, María Josefa, no solo sostendrá la crianza de ese verdadero jardín de infantes… se pondrá al hombro la educación de todos los niños, el control de más de una docena de personal -entre domésticos y sirvientes mulatos- que convivieron desde 1757 en ese amplio solar de calle Piran. Los fondos con su patio, su quinta y los castaños traídos de Cádiz, daban a la calle Del Rosario, barrio de Monserrat. Agreguemos a lo domestico la defensa a ultranza de su marido acuciado por pleitos estaduales de los cuales saldrá finalmente airoso. “La casa no descansa sobre el suelo, sino sobre la mujer de la casa, que la sostiene!”.

En esa Ciudad Trinitaria y Puerto de los Buenos Aires para 1776 se celebraba la creación por Carlos III del Virreinato de las Provincias del Rio de la Plata, reemplazando a Lima en ser punto comercial estratégico de salida comercial hacia Europa. Contemplada desde la ribera, la ciudad ofrecía un aspecto desolado, con casas de una sola planta de techos con tejas. Veredas de ladrillos y calles de tierra en sus veinte manzanas frente al rio, el ejido central con el Cabildo, la plaza de armas, la Aduana, Almacenes, cuarteles y no muy lejos Santo Domingo, a metros del solar de la familia Belgrano. El censo de 1778 databa una población de 27.294 habitantes. Con mayoría de población blanca, el restante 20% lo integraban esclavos, negros y mulatos y el 5% eran clericós y frailes.

Para entonces, la enseñanza tenía carácter de privilegio. Los maestros solo enseñaban a españoles e indios. Las escuelas Pías, que dependían de las parroquias daban enseñanza gratuitas y elemental a mulatos y mestizos. Las escuelas particulares con aval del Cabildo, permitían a los maestros enseñar en sus casas a comerciantes y gente pudiente. Las Escuelas de Convento, impartían instrucción más avanzada dirigida a las clases más pudientes y que habilitaba el ingreso a las universidades. San Ignacio, San Francisco, La Merced y Santo Domingo estaban en esa línea de dictado de enseñanza.

A la Escuela de Dios, del Convento de San Pedro Telmo -luego Santo Domingo-, concurrirá Manuel Belgrano, al igual que todos sus hermanos, a cursar primeras letras con el fraile dominico José del Rosario de Zemborain, maestro de educación primaria. “La educación es un acto de amor, por lo tanto un acto de valor”. P. Freire.

Las profundas reformas que va a emprender el Virrey Vertiz en lo educativo y cultural permiten la creación en 1772, del Real Colegio de San Carlos en homenaje a Carlos III. Coadyuva a ese impulso la trascendente llegada en 1780, de la Real Imprenta de los Niños Expósitos que es instalada en la llamada Manzana de las Luces y comienza a generar la publicación de ediciones populares de cuadernillos de primeras letras, almanaques y novenarios. Esta imprenta hará historia: de ella saldrá -en vísperas de las Jornadas Mayo- la publicación de los primeros periódicos locales como El Telégrafo Mercantil del Río de la Plata, con ideas revolucionarios. Pese a que la Corona trataba de evitar la difusión de novedades, llegan a Buenos Aires las obras de Voltaire, Rousseau, entre otras. “La historia escrita es contemporánea de los siglos y antorcha de la verdad”. Cicerón.

En ese Colegio de San Carlos se educaron la mayor parte de los líderes de la Revolución de Mayo: Saavedra, Moreno, Paso, Castelli y Alberti. También Manuel Belgrano, que con sus adolescentes 13 años ingresará al Colegio como pupilo el 5 de marzo de 1783, debiendo someterse a los requisitos de ingreso que era muy estrictos: hijos legítimos, cristianos y de primera clase, saber leer y escribir muy bien, recepción de uniforme y juramento de obediencia. La disciplina incluía castigos de cepo, grillos y azotes, que serían abolidos recién en la Asamblea del Año XIII… Valen señalar esos rigores disciplinarios porque modelarán sin duda, el carácter firme de Manuel Belgrano en el curso de su vida política y militar. “Grandes son los hombres que no saben sucumbir y se sirven de la adversidad para entrenar su valor”. Seneca.

Doménico Francisco Cayetano María Belgrano, que se desempeñaba como vista y contador de la Real Aduana de Buenos Aires, obtiene licencia del rey el 1 junio de 1776 para que Manuel junto con su hermano Francisco se trasladen a España a instruirse en la legislación comercial, matricularse y trabajar en la mercadotecnia de importación y exportación. Una vez en España, irá definiendo su vocación intelectual, ya no por el Comercio sino por el Derecho y la Economía Política. La astucia de la historia -dirá el historiador Luis Gondra- le jugará una partida en contrario al padre de Manuel: el hijo iba a regresar armado caballero de las ideas revolucionarias del siglo; la revolución francesa le sacude la solapa y le contagia el fuego sagrado de sus tres emblemas libertarios y lo lanza a fundar las independencia espiritual y política de su patria. Ricardo Rojas definirá la grandeza de Doménico: “El llegó a estas orillas, no para fundar en las riberas del Plata la civilización europea de sus padres, sino la civilización argentina de sus hijos”.

Con solo 16 años Manuel llega a Cádiz, rumbo a Salamanca y Valladolid donde se matricula en 1793, como bachiller en Leyes. Su afición al estudio de las teorías sobre Economía lo llevan a devorar los textos de autores italianos como Genovesi, Galiani y Filangeri, que habían revisado con sentido práctico las teorías liberales. Armonizará estas corrientes con las sustentadas por los españoles Jovellanos y el conde de Campomanes. En esa mitad del siglo XVIII, la luz de la sabiduría iluminaba las tinieblas de la ignorancia. Sapere aude! ten el valor de servirte de tu entendimiento!, era el lema de la Ilustración….el barón de Montesquieu, J. Locke, J.J. Rousseau con su Contrato Social…ellos serán las fuentes que forjarán en Manuel sus dotes intelectuales…

Nombrado por el rey Carlos IV Secretario Perpetuo del Real Consulado de Buenos Aires, asume un 2 de junio de 1794, razón más que obvia para regresar al Río de la Plata. Una vez acá, se dispone a discutir sus nuevas ideas con los monopolistas españoles a quienes les endilgara que “solo les interesa comprar por cuatro para vender por ocho”. Partidario de la formación de empresas nacionales y de fábricas de paño en el rubro textil, propone traer artesanos y maquinaria de Barcelona e incluso de China para aprender oficios que favorezcan el empleo nativo y el intercambio comercial con valor agregado. Y se hará tiempo para darle al Consulado su patrono -San Francisco Javier-, y poner a la institución bajo la protección de la Virgen de la Inmaculada Concepción, de quien era devoto. Además la virgen era patrona del reino de España.

Belgrano consideraba la instrucción pública como un problema de índole vital, por ello va a crear la Escuela de Náutica, la Escuela práctica de Agricultura, la Academia de Geometría y Dibujo, la Escuela de Comercio y la de Arquitectura y Perspectiva. Su desvelo era que las personas aprendieran oficios y pudieran aplicarlos en beneficio del país.

En tiempos de la Defensa y Reconquista toma parte en las batallas de Buenos Aires contra el invasor, como capitán del batallón de Milicias Urbanas. Desde allí en adelante su militancia por la patria no tendrá resuello y será el quien en vísperas de la Revolución de Mayo, golpee la mesa para que los patriotas allí reunidos ultimen la renuncia del virrey Cisneros.

Ya como integrante de la Primera Junta se le encomienda marchar a Paraguay, se ve entonces convertido, de hombre de leyes en improvisado militar y no dudo en calzarse las botas. Al mando de un Ejército que se va formando al andar, atraviesa el Litoral fundando poblaciones (Curuzu Cuatiá) y escuelas. Viendo el estado miserable de los naturales les redacta un texto de alto valor social, el “Reglamento para el Régimen Político de los 30 Pueblos de las Misiones”. Para la dignificación social: iguala el pago en salario tanto para españoles como para aborígenes, dispone el libre goce de sus propiedades, la libertad de comercio, un fondo público para fundar escuelas y la supresión de castigos. Se constituyen así, en las primeras disposiciones sobre Derechos Humanos básicos. En su mensaje dirá: “No hay objeto más digno de la atención del hombre que la felicidad de sus semejantes”.

Designado jefe de las baterías del Rosario, creo allí en un acto de soberanía el 27 de febrero de 1812, la Bandera Nacional con los colores de la escarapela ya que las tropas usaban distintivos españoles. En las barrancas del Paraná, Belgrano hace bendecir la Bandera hecha a mano por María Echeverría de Vidal y frente a sus tropas hace izar por Cosme Maciel en improvisado mástil, la primera bandera de la América del Sur “templo de la independencia y la libertad”. El Triunvirato lo cuestiona pues no quería mostrarse independentista, necesitaba de los británicos aliados a España para detener el avance portugués desde Brasil a la Banda Oriental.

Destacado para asumir como general en jefe del Ejercito Auxiliar del Perú, planta su cuartel general en Jujuy, y a orillas del río Juramento, el 25 de Mayo de 1812 y prometiendo fidelidad a la enseña enarbolada expresa: “No os olvidéis que nuestra obra es de Dios, que Él nos ha concedido esta Bandera y nos manda sostenerla con honor”. Habrá que esperar al Congreso de Tucumán para que la enseña patria se apruebe oficialmente, el 20 de julio de 1816.

Para el 3° Aniversario de la Revolución De Mayo, el general Manuel Belgrano hace diseñar sobre un paño blanco un escudo que denomina “Bandera de la Libertad Civil” y que ofrenda al pueblo jujeño en reconocimiento a la gesta del Éxodo Jujeño y a la heroica participación de las comunidades alto peruanas en las batallas de Las Piedras, Tucumán y Salta. Ese mismo escudo lo va a replicar como emblema para las cuatro escuelas de provincia, a construirse con la donación de los 40.000 pesos fuertes que la Asamblea Constituyente acuerda entregarle por sus triunfos, el 8 de marzo de 1813 junto con un sable de honor.

El 23 de agosto de 1813, el mismo día en que se llevaba a cabo el Éxodo Jujeño, tenía lugar en Buenos Aires el primer izamiento de la bandera de Belgrano en las torres de la iglesia de San Nicolás de Bari. La izó el patriota Juan Manuel Beruti , vecino trinitario y funcionario de la Contaduría en la Real Aduana de Buenos Aires.

El 4 de julio de 1813 las damas potosinas le obsequiarán a Belgrano un escudo llamado Tarja de Potosí, una joya de oro y plata cincelada por orfebres de la Puna. En su centro lleva la leyenda “Al Protector del Continente Americano” y tiene figuras representativas de los océanos Pacifico y Atlántico, de Malvinas, del cerro de Potosí y de la Ciudad del Rio de la Plata, donde se acunó la infancia de Manuel. Para admiración de argentinos y americanos la Tarja de Potosí -escudo histórico- es emblema distintivo del Mercado Común del Sur (Mercosur) y se encuentra actualmente exhibida en el Museo Histórico Nacional.

Este recorrido extenso pero valedero en recordación del general Manuel Belgrano, es el sincero homenaje que hacemos los aduaneros, a 250 años de su nacimiento en el Solar paterno, que es hoy sede de nuestra Asociación Mutual de los Aduaneros Argentino (AEANA).

Hoy los aduaneros -con coraje belgraniano- estamos en el frente de batalla que exige la hora, ante los riesgos de la pandemia. En tiempos normales, los aduaneros somos necesarios, en tiempos difíciles somos esenciales, pero desde siempre los aduaneros somos imprescindibles en la custodia y resguardo de la soberanía económica de la Nación.

Finalmente, queremos anunciar la donación de cinco medallas talladas con la imagen de Manuel Belgrano realizadas por el escultor Carlos Leonardo Gómez -miembro honorario de la Junta Histórica-, quien ha decidido obsequiarlas: al Instituto Nacional Belgraniano que preside el licenciado Manuel Belgrano; a la Casa Belgraniana Solar Histórico de Tucumán en la persona de la licenciada Gigliola Petrelli; al Instituto Sarmantiniano de Lima Perú, en la persona del coronel Enrique Gargurevich; al Instituto Belgraniano de Jujuy, en la persona de Joaquín Carrillo y la quinta medalla a la Junta de Estudios Históricos Aduaneros “Domingo Francisco Belgrano”.

Benemérito General Manuel Belgrano: honramos vuestra memoria y desde nuestra Mutual -Solar Belgraniano- recibe, el beso tierno de la Patria.

Rodolfo D. Giacomozzi es secretario de AEANA