“El acuerdo de Macri con el Fondo sería decir ‘sí señor, sí señor'”, expresó Yasky

El diputado del FdT cuestionó las declaraciones del futuro embajador de Estados Unidos en Argentina y consideró que el país norteamericano “pretende la sumisión de todos los gobiernos de la región”.

El diputado nacional Hugo Yasky (Frente de Todos) opinó que el acuerdo de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional hubiera consistido en “decir ‘sí señor, sí señor'”, al criticar las declaraciones del expresidente, quien dijo que “si ganábamos la elección (en 2019), arreglábamos la deuda con el FMI en cinco minutos”.

Entrevistado en AM750, el legislador contó que participará de un encuentro en el CCK, sobre los movimientos populares en América Latina, junto a Evo Morales; al tiempo que anticipó que está detrás de la organización de “un acto grande en Avellaneda” para recordar el rechazo al ALCA.

“Creemos que tiene vigencia y que hay manera de demostrarlo”, señaló y sostuvo que “la derecha no tiene posibilidad de ofrecer un proyecto viable para nuestro pueblo, por eso fracasa una y otra vez”.

Al ser consultado por las expresiones del futuro embajador de Estados Unidos en Argentina, Mark Stanley, quien ante el Capitolio manifestó que nuestro país no tiene plan para pagar la deuda, el oficialista remarcó: “Forma parte de un gobierno que sigue pensando que América Latina es su patio trasero”.

“Siguen pensando que nuestros gobiernos tienen que disciplinarse y ajustar los mandatos de ellos a través de esa casta dominante local, que representan muchas veces los gobiernos de la derecha”, manifestó el secretario general de la CTA de los Trabajadores.

Y continuó: “Cuando Macri dice que él arreglaría lo del FMI en cinco minutos, en realidad está alineándose en ese discurso, el de decir ‘sí señor, sí señor’, ese es el acuerdo de Macri con el Fondo”.

Para el diputado, candidato a renovar su banca, “Estados Unidos pretende la sumisión de todos los gobiernos de la región”. “(Jair) Bolsonaro, que era el que mejor hacía los deberes para eso, ahora está hundido en el mayor de los descréditos. Va a llegar a los manotazos al final del mandato y vamos a tener un gobierno popular en Brasil. Con lo cual la perspectiva a partir del próximo año cambia de manera muy significativa en América Latina, y sobre todo en nuestra región”, aseguró.

Por otra parte, en referencia a los dichos de Victoria Tolosa Paz sobre que la oposición impulsa un “golpe blando”, Yasky consideró que “no es un delirio”. “Si uno lee Clarín el día domingo está claro que hay un operativo de sectores que saben que nosotros, independientemente de cualquier resultado electoral, en estos dos años vamos a ponerle el pecho a ese viento en contra”, dijo.

Y enfatizó que “el peronismo no va a sacar bandera blanca, al contrario, si hay una derrota vamos a profundizar las políticas para demostrarle a nuestro pueblo que la salida no es volver a la comida recalentada y vieja de la derecha de este país, que lo único que se le ocurre es quitar las indemnizaciones, la reforma laboral y el disciplinamiento social”.

Obsesionado con la deuda, Alberto debutó en G20 de manera presencial

Entre las consecuencias inesperadas que sumó la pandemia, Alberto Fernández debió limitar en extremo sus contactos internacionales, que ahora retoma con la vuelta a la presencialidad en el G20, donde hasta se cruzó con Bolsonaro, al que solo había visto por Zoom y siempre con el ceño fruncido.

Por José Angel Di Mauro

Generó cierta inquietud la reunión del miércoles pasado entre Juan Manzur y Marco Lavagna. Fue en Casa Rosada, duró una hora, y el titular del INDEC se retiró sin hacer declaraciones. No ha habido objeciones por el papel del organismo encargado de manejar las estadísticas desde su normalización durante el anterior gobierno, ni tampoco en el actual.Pero a pocos días de una elección trascendental y siendo la inflación el principal problema que aflige a los argentinos, ese encuentro generó suspicacias.

Como la que sugirió la diputada de la Coalición Cívica Paula Oliveto, que tuiteó: “Parece que Manzur llamó a Lavagna para darle instrucciones sobre el control de precios. Otra vez estamos empezando a ver cómo se pretende manipular las estadísticas y ocultar la inflación”. Lo hizo para meter presión, sobre todo a Lavagna, quien ha dejado trascender a través de allegados que se irá, antes de que le pidan hacer cualquier dibujo. No es que se lo hayan sugerido tampoco; en rigor, solo se dijo que en ese encuentro se habló de los precios. “Fue una reunión de seguimiento de los distintos indicadores que maneja el INDEC para ver cómo viene la evolución de cada uno de ellos”, dijo el propio Lavagna a través de un audio que difundió la Jefatura de Gabinete.

Eso sí, aunque Manzur acostumbra a subir a su cuenta de Twitter fotos con todos los que lo visitan, esta vez no hubo una de su encuentro con Lavagna.

La inflación de octubre se revelará el 11 de noviembre, según el cronograma adelantado por el INDEC. El congelamiento de precios dispuesto por Roberto Feletti apunta fundamentalmente a ese dato que se conocerá tres días antes de ir a votar. Pero no puede hacerse magia y el número que se conocerá ese día no sería muy distinto de los que vienen registrándose. Una consultora tiene medido 3,2 puntos. El gobierno espera menos, pero nadie garantiza milagros.

Ni siquiera el Papa Francisco, con el que el mandatario no pudo verse en su visita a Roma, a pesar de haber hecho ingentes esfuerzos: primó la postura pontificia de evitar esas fotos en plena campaña electoral. La razón más poderosa -dicen quienes mantienen aceitados contactos con el Vaticano- está en el enojo de la Iglesia por la legalización del aborto. Bergoglio acepta que era una promesa de campaña del Frente de Todos, pero no justifica que se haya impulsado su tratamiento en plena pandemia.

Tampoco encontró milagros el Presidente en su corta gira europea. Ese asiento ganado en el G20 en tiempos de Carlos Menem les asegura a los mandatarios argentinos un contacto periódico con los líderes mundiales, pero por la pandemia Alberto Fernández había debido resignarse a la virtualidad. Por fin tuvo su debut presencial en ese organismo, donde pudo cruzarse con Joe Biden y hasta se saludó afectuosamente con Jair Bolsonaro, con el que había tenido siempre un trato distante, limitado al Zoom. Perjuicios de la pandemia, que afectó también las relaciones bilaterales.

Fernández tuvo finalmente su primer encuentro cara a cara con Bolsonaro, y fue a pura cordialidad. (Foto: Presidencia de la Nación)

Allí Fernández volvió a hablar con sus colegas de la obsesión argentina: la deuda. No la tiene sencilla el Presidente, que debe expresar afuera un discurso que tiene como precedente el endurecimiento del tono que en esa materia vienen exhibiendo los principales dirigentes del oficialismo. No solo ellos: en vísperas del encuentro de Alberto Fernández con Kristalina Georgieva, la CGT emitió un comunicado en el que respalda un endurecimiento de parte del gobierno: “Acompañamos y apoyamos decididamente la firme posición de nuestro Presidente de no sumar nuevos impedimentos o postergaciones a la reparación del tejido social”, expresa el texto que enfatiza a continuación que “los acuerdos deben alcanzarse teniendo presente las consecuencias sociales provocadas por el irresponsable endeudamiento externo”.

La referencia a la deuda es solo una parte del comunicado difundido luego de un encuentro que Héctor Daer mantuvo el viernes con el jefe de Gabinete -del que sí hubo foto-, y allí la central obrera se despacha con advertencias hacia los empresarios a los que exige “asumir la responsabilidad y no esconderse detrás de la inasible cadena de producción”. La central obrera se encolumnó así detrás de la campaña oficial contra la inflación a través de un controvertido congelamiento. Y en tren de sintonizar con el gobierno es que también se alinearon con el discurso sobre la deuda.

Aunque ante los empresarios a los que citó en Casa Rosada para contarles cómo avanza la negociación con el FMI, el Presidente se esforzó en dejar claro que está buscando “el mejor acuerdo posible”, y que se cerrará en diciembre, ya no hay quienes descarten la posibilidad de que al final no haya acuerdo. Eso se piensa a partir de la decodificación de los discursos del ala más poderosa del frente gobernante. A pesar de que en esos mismos mensajes se insista en recordar que ellos “siempre pagaron las deudas que dejaron otros”.

Parte de la campaña endurecida del oficialismo incluye chisporroteos con Estados Unidos. En vísperas de que Alberto Fernández buscara una foto con Biden, el senador Oscar Parrilli la emprendía en la Cámara alta contra el futuro embajador norteamericano en la Argentina, Mark Stanley, quien durante la audiencia que mantuvo con el comité evaluador del Senado norteamericano hizo declaraciones sobre la situación de nuestro país y en ese contexto señaló que -palabras textuales del senador Parrilli atribuidas a Stanley- “es responsabilidad de los líderes argentinos llevar adelante un plan macroeconómico que devuelva estabilidad al país, y la consagración de un acuerdo con el Fondo”.

Para el senador que sin duda expresa el pensamiento vivo de la vicepresidenta, son declaraciones inadmisibles y llegó a comparar a Stanley aun antes de su designación con Spruille Braden. Lo cierto es que el futuro embajador habló de la necesidad de conocer “un plan”, precisamente cuando al presidente Fernández no dejan de recordarle que supo vanagloriarse por no creer en los planes.

Alberto Fernández se cruzó con Joe Biden en la reunión del G20. (Foto Presidencia de la Nación)

¿Acaso previendo una derrota más severa el 14 de noviembre es que el kirchnerismo se repliega, tratando de consolidar su discurso para los propios? Es la pregunta que muchos se hacen. Porque en el oficialismo parecieran dar por descontada la derrota electoral, lo cual se transmite con una campaña electoral desarticulada y en la que los resultados del Ejecutivo no llegan. Con sobreactuaciones como la de Martín Guzmán tildando de “antiargentinos” a la oposición, o la candidata principal bonaerense atribuyéndole a JxC impulsar un “golpe blando”. Ningún manual de campaña oficialista sugiere alentar la posibilidad de que el gobierno propio puede caer…

Con las PASO como antecedente, los encuestadores casi que hacen “la plancha”, y se limitan a esbozar que poco ha cambiado respecto del resultado de septiembre, aunque el ausentismo récord de entonces sugiere la posibilidad de modificaciones, incluso de resultados. Con todo, advierten que en la provincia de Buenos Aires se percibe cierta mejora de Victoria Tolosa Paz, pero también una suba de Diego Santilli, con lo que el repunte oficialista no sería suficiente.

CB Consultora Opinión Pública acertó en septiembre los resultados en 7 de las 8 provincias en las que se eligen senadores, y hoy asegura que no habrá modificaciones respecto de las PASO. Si así sucede, Cristina Kirchner tendrá que resignarse a que el Frente de Todos pierda la mayoría en el Senado. El oficialismo tiene garantizados los triunfos en Tucumán y Catamarca, como así también JxC en Córdoba, Mendoza, Corrientes y Santa Fe. Las expectativas para revertir las tenía el gobierno en Chubut y La Pampa, mas el conflicto mapuche le habría puesto clavos al cajón de la derrota del FdT en la primera, mientras que en territorio pampeano el enojo de Carlos Verna con el gobernador al que él eligió sería lapidario para las aspiraciones de revertir el cuadro.

Sí podría darla vuelta el Frente de Todos en otras provincias donde no eligen senadores, pero vale para sumar diputados. Es el caso de San Luis, donde el 1-2 del 12 de septiembre podría transformarse en 2-1 en noviembre.

A 17 días de las elecciones, Mauricio Macri se presentó en Dolores para ser indagado, hecho que terminó en un papelón del juez Martín Bava. Tras la fallida declaración del expresidente, Alberto Fernández se apresuró a firmar el decreto que releva a Macri del secreto de inteligencia. Quienes ven en esto un trasfondo electoral no dudan en ratificar sus sospechas ante la prisa del magistrado, que volvió a citar al expresidente para el miércoles 3 de noviembre.

Fuentes judiciales dan por descartado que el juez Bava procesará a Macri antes de las elecciones, de ahí la premura. 

¿Será el 11 de noviembre, el mismo día en el que se anuncie la inflación de octubre? Toda una coincidencia.

Vallejos apuntó contra Mark Stanley: “No aceptamos comisarios externos”

La legisladora K salió al cruce del futuro embajador estadounidense en el país. Además, consideró que “el FMI tiene que hacer un enorme mea culpa, porque cada vez cada vez que Argentina siguió su recetario, terminamos en terribles crisis”.

fernanda vallejos

Durante un acto frente al Congreso convocado por organizaciones sociales y sindicales, la diputada del Frente de Todos Fernanda Vallejos rechazó las expresiones del postulante a embajador de Estados Unidos en el país, Mark Stanley, quien en el Capitolio de Estados Unidos opinó que “es responsabilidad de los líderes argentinos elaborar un plan macro” para pagar la deuda de 45.000 millones que el expresidente Mauricio Macri contrajo con el Fondo Monetario Internacional.

Sin nombrarlo, la kirchnerista aludió a Stanley y le contestó: “Ya tuvimos otros emisarios… y nuestra respuesta, como argentinos, sigue siendo la misma que le dio a (Spruille) Braden el general (Juan Domingo) Perón: no nos interesa el prestigio con el que a veces recubren en el norte a los que traicionan a su pueblo. No nos conmueven esos falsos reconocimientos. El único reconocimiento que vale para un dirigente popular es el de su pueblo. Por eso, como decía Néstor (Kirchner), lo único a lo que le tenemos miedo es a la entrega”.

Al igual que el senador K Oscar Parrilli lo planteó en la sesión de este jueves en el Senado, Vallejos recordó “la definición tajante” que dio el entonces candidato a presidente, Juan Domingo Perón, cuando en 1945 acusó al lobbista Spruille Braden, designado embajador en la Argentina, de querer colocar al país “en una situación de dependencia”, “una especie de resurrección del protectorado”. Según relató entonces, Perón le contestó a Braden: “Yo entiendo que, quien haga eso a su país, es un hijo de puta”.

“Braden pretendió explicarme lo que, a su juicio, ‘debía hacer el gobierno argentino’. Si yo era ‘buenito’, a cambio de mi ‘comprensión’ era posible que los Estados Unidos no ‘vetaran’ mi eventual candidatura presidencial”, explicó el propio Perón durante un reportaje de la época.

La legisladora formuló estas declaraciones antes más de 20.000 personas que se dieron cita durante un acto en las puertas del Congreso, en rechazo al Fondo Monetario, organizado por la CTA Autónoma y otras organizaciones sociales y sindicales.

En el Capitolio, Stanley sostuvo que “la deuda con el FMI, de U$S45.000 millones, es enorme. El problema, sin embargo, es que es responsabilidad de los líderes argentinos elaborar un plan macro para devolverlos, y aún no lo han hecho. Dicen que ya pronto viene uno”.

En su discurso, la diputada valoró la importancia de la movilización popular y evocó a la figura del expresidente, Néstor Kirchner. “Después de casi dos años de pandemia, lo sabemos mejor que nunca: la movilización popular es central, es vital para nuestra democracia. No puedo evitar traer a este momento unas palabras de Néstor Kirchner, hoy que lo recordamos, a un día de los 11 años de su paso a la inmortalidad, esas palabras cuando decía, allá desde Río Gallegos, que siempre que hubiera una movilización, una demanda popular, él iba a estar al frente. Y eso es lo que intentamos hacer todos los días”.

Asimismo, subrayó que la deuda del FMI “fue dada a un país que no tenía condiciones para devolverla, lo que habla de la irresponsabilidad del acreedor”, y acotó: “Una deuda que fruto exclusivo de una decisión política para favorecer al presidente Macri, como reconoció el representante de EE.UU. en el FMI. Una deuda que se destinó a financiar la fuga de capitales de un puñado de saqueadores que se enriquecieron con las políticas neoliberales de Juntos por el Cambio, que dolarizaron esos excedentes, y esos excedentes dolarizados con los dólares de la deuda los fugaron del país”.

“Los que nunca pidieron perdón por sus errores, por su mala praxis, por haber violado sus propios estatutos, los que nunca pidieron perdón por un crédito mal dado que le hace mucho daño a nuestro país, nos mandan emisarios a exigir planes de política económica”, fustigó y acto seguido agregó: “Sus planes los conocemos muy bien los argentinos y las argentinas. Y no aceptamos comisarios externos que vengan a pretender decirnos a los argentinos cómo debemos conducir nuestra economía”.

En esta misma línea, la economista consideró que “el FMI tiene que hacer un enorme mea culpa, porque cada vez que metió la nariz, cada vez que Argentina siguió su recetario, terminamos en terribles crisis que siempre las ha pagado nuestro pueblo”. “A este pueblo no le interesa tener los planes que reclama el Fondo Monetario, no le interesa que nos digan cuánto tiene que valer el dólar, cuánto tienen que caer los salarios y las jubilaciones, cuánto se tiene que achicar el Estado”, enfatizó.

En otro pasaje de su discurso, la legisladora destacó que “a este pueblo le interesa cuidar y fortalecer la democracia, una democracia sustantiva, no meramente formal, no una democracia domesticada, como decía Néstor. Y en una verdadera democracia, la política económica la decide el pueblo en las urnas”. “Si quieren decir algo relativo a la Argentina, que vengan a decirnos en qué guaridas fiscales se esconden los dólares fugados, que cooperen con nuestro país, para compensarnos por el daño generado”, desafió.

Además, realzó los dichos del jefe del bloque del FdT en la Cámara de Diputados, Máximo Kirchner, quien sostuvo que “cuando percibimos una distancia que se abre entre la dirigencia y la sociedad, nuestra responsabilidad es estar siempre junto a nuestro pueblo”.

Al respecto, Vallejos concluyó: “Por eso le decimos no al FMI, no al ajuste, no a los comisarios externos. Sí al pueblo argentino, sí a una democracia plena donde la política económica la define el pueblo y donde el Gobierno hace lo que el pueblo quiere. Sí a la soberanía política, a la independencia económica y a la justicia social. Sí a la Argentina”.

Parrilli advirtió al futuro embajador norteamericano que no se entrometa

Cuestionó expresiones que Mark Stanley tuvo ante el Senado de su país y recordó lo que ya sucedió en la Argentina con Spruille Braden.

No es la primera vez que el senador Oscar Parrilli (Frente de Todos – Neuquén) se refiere a declaraciones de funcionarios norteamericanos, y este jueves la emprendió en el recinto contra el futuro embajador de Estados Unidos en nuestro país, Mark Stanley.

Fue por las declaraciones que hizo días pasados en el marco de la audiencia que mantuvo ante el comité evaluador del Senado norteamericano para que le dén acuerdo. “El señor me parece que ha realizado declaraciones que en nada condicen con lo que tiene que ser un embajador para lograr respeto entre los países a los que va a representar, armonía y relaciones maduras y serias con nuestro país”, señaló el senador kirchnerista.

“Ha dicho este señor que lamentablemente la Argentina está enfrentando importantes desafíos económicos, incluida una enorme deuda con el Fondo Monetario Internacional y una prolongada recesión -comentó-. Y que es responsabilidad de los líderes argentinos llevar adelante un plan macroeconómico que devuelva estabilidad al país, y la consagración de un acuerdo con el Fondo”.

Agregó Parrilli que Stanley hizo más adelante otro tipo de declaraciones, incluso que se va a involucrar con la dirigencia argentina en todos los niveles “para buscar resolver esto. A lo mejor, queriendo hacer un chiste dijo que la economía argentina es un hermoso autobús turístico al que las ruedas no le funcionan correctamente”.

Ante ello, Parrilli le advirtió al futuro embajador norteamericano que “si las ruedas no funcionan correctamente es porque alguien a lo mejor las pinchó y les tiró clavos para que no pudieran funcionar. Bueno, en eso tuvo mucho que ver el gobierno anterior de los Estados Unidos”.

Para Parrilli, “el señor Stanley debería en primer lugar ver qué es lo que ha ocurrido en la Argentina, y si hoy este colectivo no funciona correctamente en gran parte se debe a la responsabilidad del gobierno anterior de Estados Unidos, y al gobierno anterior que estuvo en la Argentina hasta el 10 de diciembre de 2019. Y en gran parte se debe al crédito que el FMI le dio al Gobierno argentino y que  hoy tenemos que solucionar, porque es uno de los mayores problemas que tiene el Gobierno argentino”.

El senador neuquino le recomendó al futuro embajador leer las dos notas que oportunamente el bloque del Frente de Todos envió al FMI, haciendo referencia a ese crédito que a juicio del oficialismo “fue dado incumpliendo todas las normas del FMI” y hasta las normas administrativas internas que rigen en la Argentina para tomar créditos.

Un crédito, aseguró, que “tuvo como objetivo garantizar la reelección de Mauricio Macri, cosa que no logró”. En ese sentido puso como prueba declaraciones de Mauricio Claver-Carone, quien como representante de la administración Trump ante el FMI en su momento reconoció expresamente que ese crédito fue porque el entonces presidente Donald Trump consideraba la presencia de Macri en Argentina “clave para América Latina”, y presionó al FMI -dijo Parrilli, en palabras atribuidas a Claver-Carone- para “sostener al Gobierno de Cambiemos que estaba en un jaque por un plan económico recesivo que podía abrir las puertas al peronismo”.

“Para los integrantes de este Gobierno está muy claro que fue Trump el que autorizó el crédito para ganar las elecciones que perdieron”, agregó el senador kirchnerista, que recordó a continuación que “no sé qué hará la oposición, pero este frente político siempre ha honrado sus deudas; siempre pagamos las deudas de gobiernos anteriores”.

En este marco, Parrilli le expresó a Stanley que “un gran sector de los argentinos nos merecemos respeto y consideración, y no necesitamos que venga un ciudadano norteamericano a decirnos qué tenemos que hacer. A lo mejor a otros se lo dicen y aceptan disciplinada, obsecuentemente todas las sugerencias que les hacen, como fue esta: ‘Tomen un crédito de 54 mil millones para ganar las elecciones y después vemos qué hacemos’. Ese es el problema que hoy tenemos todos los argentinos sobre las espaldas”.

Parrilli concluyó expresando su deseo de que “el señor Stanley revea esta postura de entrometerse en los asuntos internos de otro país. Y si desea hacerlo tiene a la bancada de Cambiemos, con ellos puede trabajar tranquilamente, lo hicieron antes”.

“Pero en este Gobierno no vamos a admitir una actitud de este tipo. Solo hay que recordar que ya hubo un Braden que fue a elecciones apoyando a la oposición, y al cual, igual que a Macri en 2019, le ganamos”, concluyó.