¡Massa, el abismo o la gloria!  

Por Máximo Luppino. El autor señala que para que el tigrense llegue sueño presidencial debe obtener un éxito indiscutible en los desafíos que acaba de aceptar.

La sed de gloria del dinámico Sergio encuentra una oportunidad fabulosa de beber el dulce néctar del triunfo. El flamante superministro se transformó en el político más destacado del presente y la persona con más poder real luego de la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández.   

Este momento público de Sergio Massa no llega por una “travesura del destino”, es un tiempo que Massa supo construir a lo largo de su extensa carrera como exitoso funcionario en diversas etapas de su vida política.    

Pero los triunfos se elaboran luego de un sin números de sin sabores, de “tragos amargos”, de ingratitudes y escollos en el camino que se deben superar con valentía e intrepidez. Hacemos esta reflexión pensando en Daniel Scioli y Silvina Batakis, quienes pasaron episodios engorrosos y profundamente incómodos públicamente, pero que supieron colocar el Bien Común como prioridad de su conducta personal.  En estas líneas valoramos y agradecemos el ejemplo de generosidad y solidaridad con la República que brindaron Scioli y Batakis. Retoma Daniel la embajada en Brasil y Batakis aceptó el desafío de ser presidente del Banco Nacional de la Nación, puesto clave para poder implementar un correcto plan económico exitoso.   

Combatir la inflación infame es el gran desafío del Frente de Todos a cargo del flamante ministro que se exhibe solvente y firmemente determinado a lograr tan impostergable desafío.    

Frenar al alza provocada del dólar, generar más empleo y lograr concretamente la tan anhelada estabilidad económica con la mesa llena de alimentos en la casa de los trabajadores y humildes de la patria.  

El desafío del flamante ministro es rotundo. Cada medida que implemente Sergio repercutirá en forma directa en la economía cotidiana de los argentinos. El porvenir de Massa promete sólo dos opciones: la gloria absoluta o el abismo más profundo.   

Las marchas y contramarchas de Alberto Fernández con la triste impronta de llegar tarde, muy tarde, a la solución de los problemas es una situación que Massa sabe que debe revertir de entrada en su nueva gestión.   

Sergio Massa desea ser presidente de los argentinos. Para intentar llegar a su dorado sueño debe obtener un éxito indiscutible en los desafíos que acaba de aceptar. Es un hierro caliente que lo golpeará con fuerza o será el escalón que lo depositará en la cima del poder político nacional.   

Desde la CGT a la Cámara de Industria, más un poderoso sector agrario, ven en Massa una posibilidad de despegue económico definitivo. Las cartas están echadas, la presión es mucha y el margen de error es nulo. Esto es a “todo o nada”.  

Las horas parecen días y los días meses. La noticia de ayer parece provenir de la prehistoria. Tal es el vértigo de ansiedad en que se encuentra inmersa la sociedad nacional.   

La órbita Massa promete un nuevo derrotero estelar mucho más audaz del que se especula en instancia primera. Sin dudas se espera demasiado de Massa. No por malsana animosidad, es efecto de una prolongada espera a la cual fue sometida la comunidad de la República.   

Cristina, Alberto, Sergio, junto con los gobernadores peronistas juegan un partido con la luz apagada, donde todo vale, menos fracasar.  

El aliento se entrecorta, todos miramos debajo de las aguas turbias de una acción política compleja con intentos de golpe financiero en manos de una oposición enceguecida por obtener poder de cualquier forma y al costo que fuera. Estas ideas democráticamente repudiables encontraron por estas horas un estrepitoso freno. Observa la oposición venir una locomotora de frente a toda velocidad que no sabe ni quiere frenar. La audaz máquina de llama Sergio Massa. 

Naufragio creado para vender salvavidas 

Por Máximo Luppino, dirigente peronista. El autor advierte que el Gobierno deberá “tomar medidas drásticas” si no quiere sufrir una erosión mayor a la que ya padece.

Con atuendos democráticos proclaman el más cruel autoritarismo. Cantan el Himno Nacional Argentino deseando ser colonia del imperio. Quieren besar los pies del verdugo impiadoso al tiempo que le financian la infame hacha asesina.   

Sólo una profunda distorsión conceptual puede originar una marcha opositora el día que celebramos nuestra Independencia como Nación soberana. Un 9 de Julio es un día de júbilo patriótico. ¿Cómo se puede pensar justo en esa jornada levantar consignas políticas partidarias? Para mayor de males, un sector de los manifestantes abogaba por el fin del gobierno constitucional actual, elegido popularmente. Sentencias llenas de odio se lanzaban a los vientos cual hermosas margaritas silvestres.   

¿Los necios son culpables de su necedad? ¿Y si el cartero fuera el culpable? Claro que nos estamos refiriendo a la cascada de falsedades que ciertas cadenas informativas divulgan hora tras hora, exacerbando el ánimo social, sembrando desanimo y diciendo estupideces tales como: “¡La única salida es Ezeiza!” “Todos los jóvenes se quieren ir del país”.  

¿Dónde desean irse? ¿A la Inglaterra del renunciado Boris Johnson, luego de que más de 50 funcionarios de su propio gobierno forzaran su dimisión? ¿A la Europa dolida, donde el euro cotiza por debajo del dólar por vez primera en décadas? Quizás prefieran los Estados Unidos de Norte América donde en una balacera en una escuela o shopping puedan encontrar una muerte sin sentido.   

Por supuesto que todos los países tienen grandezas y problemas, tal cual tenemos nosotros. Sólo deseamos establecer claramente el punto de que Argentina posee valles y cumbres como las demás naciones. “No somos más que nadie, ni menos que ninguno”, somos los que visten y calzan una historia de lucha y gloria para ser libres, soberanos y justos. 

La patria es destinataria de nuestros esfuerzos y sacrificios. Es el “lugar” celestial de nuestros más profundos ideales de superación y entrega generosa donde deben plasmarse para poder crear el Bien Común. El conciudadano es siempre un hermano piense como piense, profese la creencia que desee. Sólo están fuera de esta familia espiritual los que se autoexcluyen agrediendo la cultura nacional, profanando con mentiras la realidad heroica de nuestra Nación. 

Ahí, en nuestras Malvinas, está la sangre generosamente derramada de héroes de verdad, de hermanos que lucharon por nuestra bandera y la “inmaculada” OTAN para algunos fue la responsable de las muertes de nuestros combatientes. ¿Qué corazón angustiado ha de tener el que adora a su opresor? 

Hoy se genera una suba del dólar informal de manera deliberada, se remarcan precios de productos deliberadamente, creando mucha más inflación de la que padecemos. Dirigentes piqueteros que piden, piden y piden, ¿hasta cuánto pedirán? El momento histórico mundial es muy complejo y el argentino en particular es delicado. El gobierno Nacional deberá tomar medidas drásticas si no quiere sufrir una erosión mayor a la que ya padece. 

El caos se combate con orden democrático, la libertad se gana con responsabilidad cívica comprometida. Hoy hay mucho en juego como para no detener un tanto la pelota y pensar en qué lugar de la cancha nos paramos y discernir bien para “qué lado patear”. 

¡El orden constitucional debe ser respetado y cuidado a ultranza! 

Los diseñadores del naufragio constitucional serán, más temprano que tarde, alcanzados por la marea del pueblo que está cansado de ser extorsionado por los dueños de la remarcación. 

Solidaridad donde se encuentre necesidad y firmeza férrea donde se aprecie inflación creada para destruir a las familias argentina. El gobierno debe tomar el “toro por las astas”, de lo contrario el futuro entonará melodías de suma tristeza. 

¡Creemos que lo correcto se sabrá imponer sobre los desaciertos! 

40 años, ¡sabemos que volveremos!  

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista homenajea a los excombatientes de Malvinas.

¡El alma indómita del pueblo argentino en lucha por sus legítimos derechos es invencible!   

Pasaron 40 años de aquel 2 de abril de 1982. Hoy podemos decir con la fuerza de la más profunda y rotunda convicción: ¡Malvinas, volveremos!   

En cada hogar de la patria descansa celosamente custodiada la certeza sublime de los derechos nacionales sobre nuestras islas. Esas “hermanitas” invadidas por un cruel usurpador pirata, que por vocación imperialista es ladrón de tierras y bienes pertenecientes a otros pueblos.   

Estos 40 años de evocación de las acciones heroicas de nuestros combatientes en Malvinas hicieron florecer en el corazón popular con renovada fragancia patriótica la idea de soberanía Nacional. Los pueblos determinados a pelear por lo que les pertenece logran tarde o temprano sus íntimos anhelos.   

La sangre de nuestros soldados derramada en tierra, aire y mar rubricaron ante la historia del universo los derechos genuinos de nuestra soberanía sobre las tan amadas islas. El cuerpo de nuestra patria se encontrará lastimado mientras otra bandera que no sea la azul y blanca ondee en nuestra tierra. Nuestra Nación no sólo peleó contra las fuerzas invasoras e imperialistas inglesas, también confrontó contra las armas y logística de la OTAN. Esto agigantó la lucha criolla por nuestra soberanía.   

Argentina tiene héroes. Siempre los ha tenido, desde el mismísimo amanecer de la Nación hasta nuestros días. Muchos quedaron sepultados en la fría turba malvinense, esperando, custodiando, recordándonos que hay corazones argentinos, generosos y patrióticos que dieron sus vidas por los ideales de libertad y soberanía de nuestra Nación. Otros están en el océano azul, buceando con la fe que dios les dio para cumplir con su deber. Estuvieron los que encontraron la gloria volando en misión de combate rumbo al sol de su intacto honor como guerreros del aire, tuteándose con la inmensidad del espacio, camino a quedar eternizados en el muro cristalino de los héroes de la patria.   

En honor a todos nuestros combatientes reproducimos palabras de un ejemplo de soldado argentino, Mario Cisnero:  

Mario Antonio Cisnero, nació el 11 de mayo de 1956 en la provincia de Catamarca. Apenas estalló el conflicto bélico con el usurpador británico en el año 1982 donó el 50% de su sueldo al “fondo patriótico”. Desde ese mismo momento, solicitó destino en el frente de batalla. Luego de apasionadas insistencias, se le concedieron sus deseos. Así partió el infante Cisnero, el hombre de la compañía de comandos, al seno mismo de nuestras queridas islas Malvinas. Cuando partió de la provincia de la Pampa hacia el teatro de operaciones del Atlántico Sur disparó una rotunda y drástica sentencia a sus seres queridos: “¡No me entrego prisionero, ganamos o no vuelvo!” …   

Ya a 40 años de la sublime gesta de Malvinas sabemos que volveremos para jamás partir.  

¡Argentina tiene héroes!  

Rusia - Ucrania ¿una guerra provocada?

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista apunta a los Estados Unidos y a la OTAN por la escalada de violencia en Europa del este.

Las guerras en todo tiempo y lugar muestran lo más cruel y doloroso de la humanidad. Son los individuos matándose entre sí. Produciendo mutilaciones, dolor, orfandad y pobreza extrema. Lo más indeseable de la humana hermandad.   

Antes de continuar deseamos enviar nuestra más profunda solidaridad al pueblo de Ucrania y a la comunidad ucraniana que reside en Argentina. Lo más cruel de esta guerra es que rusos y ucranianos son pueblos hermanos y en muchos casos mantienen vínculos familiares o de profunda amistad. 

Pensamos que Vladimir Putin no debió invadir Ucrania. Será el responsable señalado de la atrocidad generada por la acción bélica en curso. Pero las guerras no se producen por generación espontánea. Siempre hay causas que producen el aborrecible mal de las contiendas armadas. Hay preguntas e inquietudes que surgen a propósito de lo que acontece entre Rusia y Ucrania. Por ejemplo: ¿Rusia debía permanecer impávida ante la incorporación de Ucrania a la OTAN y permitir que bases militares dependiente de los Estados Unidos de Norte América asienten misiles nucleares a metros de Moscú?   

¿El Kremlin debía continuar “quieto” ante el avance de la OTAN de EEUU que rodea a Rusia desoyendo pactos internacionales preexistentes que limitaban el incremento bélico?   

La OTAN es sin duda alguna una organización militar que sostiene y blanquea una fuerza de intervención de Estados Unidos a buena parte del mundo, especialmente de Europa, agitando el “CUCO” de un comunismo Soviético que ya no existe. Efectivamente, Rusia hoy es un país capitalista con la modalidad histórica y cultural del país cosaco.   

Claro que los Estados Unidos está más que irritado por el crecimiento económico de su histórico competidor mundial. El gas ruso que es suministrado a Alemania y a buena parte de Europa es un hecho que jamás aceptó alegremente.   

La conciencia general de la humanidad rechaza los imperialismos. EEUU no desea perder su estatus autoproclamado de “Gendarmes del mundo” y desea manipular al mundo todo. Desde hace tiempo la potencia norteamericana se encuentra tongoneando un “ataque” a la figura de Putin y a Rusia. Nos preguntamos: ¿Hasta dónde aparece como conveniente esta guerra para los interese de los Estado Unidos de Norte América? Es otra guerra que se librará lejos de sus fronteras. Esto obliga a Europa a depender más aún de EEUU. ¿Cuántas armas de empresas yanquis serán probadas y utilizadas en este conflicto guerrero?   

Estados Unidos debe retomar el pensamiento de sus mejores hombres tal como el de Washington, Ralph Emerson, Martin Luther King y Walt Whitman entre otros. Entonces retomará el sendero de auténtica grandeza y dejar el cruel imperio de las armas y el intervencionismo crónico del latrocinio de los pueblos pobres.   

Ahora, para los EEUU, Nicolás Maduro y la Venezuela subestimada y colocada como un “mal ejemplo” se tornó en un aliado. Ya una delegación yanqui visitó al mandatario de Caracas, cerrando acuerdos por el tan deseado “Oro Negro”. No fue por arte de magia. El acercamiento a Maduro fue por arte de conveniencia, el “principio” que más parece respetar la superpotencia mundial.   

De todas maneras, condenamos la actitud invasora de Putin, de la misma manera que lo hacemos con el expansionismo cruel y desmedido de la OTAN, la misma que le dio armas y logística a Inglaterra en la gloriosa gesta Argentina de Malvinas. ¿Qué tiene que hacer Inglaterra, a miles de kilómetros de su país, en nuestras Malvinas que descansan sobre nuestra plataforma Marina y es bañada por nuestro mar Argentino? La OTAN y Estados Unidos no escuchan a las Naciones Unidas, sólo se recuestan en el tronar de sus armas asesinas para mantener su estatus colonial y anacrónico.   

¡Lo que es correcto para Ucrania no lo es para Malvinas según el tendencioso criterio pirata y usurpador de los yanquis e ingleses, hipócritas por excelencia!   

Ya con más de dos semanas de conflicto armado nada se solucionó. Más bien todo empeoró con la latente posibilidad funesta de que el conflicto escale a una violencia más drástica aún con el monstruo de una guerra nuclear merodeando en la obtusa imaginación de los cultores del mal y la oscuridad.   

Sólo la justicia de la mano del bien supremo nos garantiza paz verdadera.   

Deseamos que la compasión, el equilibrio y la armonía celestial visiten el ánimo de los líderes del mundo. 

Máximo Kirchner, entre los principios y la responsabilidad

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista analiza la coyuntura tras el sismo político que significó la renuncia de Máximo a la presidencia del bloque oficialista en la Cámara baja.

El paso al costado de Máximo Kirchner abandonando la presidencia del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, ofició como un profundo shock político para el presidente de la Nación y para la coalición gobernante.   

Lo de Máximo fue sin dudas una medida equilibrada, dentro de la lógica perturbación dirigencial que produce por el cargo de alta importancia que desarrollaba y por ser el hijo de Cristina Fernández. Pero debemos observar con suma atención que Máximo no abandona el bloque del Frente de Todos. Tampoco renuncia a la presidencia del Partido Justicialista. Más aún, sus más allegados personajes políticos no abandonan sus funciones en el gobierno Nacional. Lo cual habla a las claras de que Máximo Kirchner “no para el tablero”, más bien es una profunda señal de sus principios morales y de sus profundas convicciones.   

Máximo Kirchner continúa apostando al mantenimiento y profundización de la alianza gobernante. Claro que es una dura señal de disconformidad con temas de conducción política. Alberto Fernández deberá ocuparse sin demoras de afianzar la relación con el hasta hace muy poco presidente de bloque y con el importante sector que Máximo lidera.   

Nuestra generación se educó en el concepto de que, políticamente hablando, luego de la idea de “dictadura” la gran “segunda mala palabra” es Fondo Monetario Internacional. Es el brazo económico que aceita los grilletes opresores de los imperios sobre los pueblos.   

El imperdonable proceder de Mauricio Macri contrayendo una deuda delirante de 45.000 millones de dólares sin más objetivo que lograr su reelección presidencial, hecho funesto reconocido por el mismísimo FMI, que financió lo que por claro estatuto interno se encuentra definidamente vedado, acarreó el atroz endeudamiento. Deuda impagable con la cual ni se construyó una modesta sala de primeros auxilios para la el pueblo argentino, ni un metro de asfalto, ni ninguna línea de créditos para empresas nacionales. Nada en beneficio de nuestra población. Dicho con absoluta claridad: lo de Macri fue un latrocinio majestuoso que perdurará en los libros de historia, una verdadera traición al pueblo de la Nación. Se debería estudiar y proceder judicialmente al respecto.   

Gobernar implica actuar con responsabilidad suprema. Por infortunado que sea el “acuerdo” con el FMI, apoyamos sin dudas el convenio alcanzado por Alberto Fernández con el organismo internacional usurero por excelencia. No existía ninguna otra salida responsable que la de refinanciar la deuda contraída por los “chicos del Newman”…    

Basta recordar cuando nuestra nave insignia, el glorioso Buque escuela La Fragata Libertad, fue retenida en puerto extranjero, o cuando comenzaban a faltar medicamentos vitales para nuestros enfermos, como la insulina o remedios para el corazón, además del boicot que comenzaban a sufrir nuestras exportaciones.   

No acordar hubiera sido desatar un irresponsable infierno fronteras adentro de nuestra patria. Por esto felicitamos al equipo económico nacional y a nuestro presidente por la gran determinación concretada, a pesar de internas críticas de personas muy allegadas al corazón de Alberto.   

La actitud de Máximo Kirchner, de la vicepresidenta Cristina y la de Alberto de mantener estos niveles de profunda tolerancia y diálogo fortifica rotundamente al frente de gobierno. 

Cuando se gobierna se opta por lo posible y no por las aventuras adolescentes de arrojarle piedras a un blindado.   

Máximo Kirchner no dinamitó la alianza de gobierno, más bien la fortificó, ya que muchos que aborrecen el acuerdo con el FMI se sienten representados e interpretados por el ya ex presidente del bloque. Nos gustaría que más temprano que tarde Máximo retorne a ocupar altas responsabilidades en el gobierno, ya que mostró mesura y equilibrio en medio de una posible crisis.   

Si las crisis son aprovechadas encierran mil lecciones de aprendizaje y maduración política. Ojalá sepamos aprovechar esta gran oportunidad de exhibir responsabilidad ante el pueblo de la Nación. 

Jones Huala, terrorista con atuendo mapuche

Por Máximo Luppino, dirigente peronista. El autor define a Huala como un “un capitalista con vincha Mapuche, un delincuente con discurso revolucionario”.

Los Mapuches residentes en la Patagonia Argentina son personas pacíficas y trabajadoras con ansias de progresar y mantener el legado cultural de sus antepasados. En nuestro sur apreciamos con beneplácito que estos descendientes de pueblos originarios poseen concesiones de administración de cámpines municipales, administran con prudencia y mesura proveedurías produciendo dulces, confituras, ropas y souvenirs propios de su cultura y nuestra tierra.   

Los descendientes de Mapuches establecen lealtad a nuestros símbolos patrios y son una etnia más dentro del concierto cosmopolita de nuestra Argentina diversa que alberga en su seno un verdadero crisol de razas.   

El proceder de Jones Huala se emparenta más a la acción de un criminal que al de un líder mapuche. La violencia resentida y delictiva nada tiene que ver con la idiosincrasia pacífica y constructiva de los Mapuches.    

Sabemos que los pueblos originarios necesitan más ayuda e integración en nuestra Nación y creemos que este proceso de incorporación productiva y justa está en marcha.   

La Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) es una organización delictiva. Esto no implica estar de acuerdo con el millón de hectáreas que la empresa italiana de Luciano Benetton adquirió. Él es dueño de una parte de nuestra Patagonia de dudosa adquisición y autor de posibles delitos contra la soberanía territorial Argentina.   

Una sola bandera en nuestra patria con leyes claras para descendientes de pueblos originarios como para europeos que con un puñado de monedas desean “comprar” la autonomía propia de nuestra Nación.    

Cada vez que Jones Huala habla incurre en apología del delito, como base inequívoca de muchas más violaciones a las reglas de convivencia comunal que nuestra patria merece. Huala sienta un nefasto precedente de violencia y criminalidad manifiesta.   

¿Quiénes están detrás de este “líder” inventado por extranjeras pretensiones usurpadoras sobre nuestra Patagonia Argentina?  

La realidad de Bariloche, Esquel, El Bolsón y demás pueblos es que la comunidad Mapuche trabaja en armonía con las fuerzas vivas de nuestra Nación. No hay conflictos, más bien cooperación natural y moderada entre todos.    

Jones Huala irrumpe con un discurso lleno de odio y maldad entre pueblos que aman el progreso y el desarrollo de mano del trabajo fecundo. Detrás de algunos reclamos territoriales de Jones, en verdad reina un monstruoso negocio inmobiliario que trasciende por lejos la raquítica imaginación de Huala. De manera similar a los delictivos incendios criminales de bosques y campos que diezman el equilibrio del ecosistema nativo.   

El fuego homicida arrasa con la naturaleza, animales incinerados, propiedades hechas cenizas, sueños estrujados entre las lenguas de fuego infernal. Fuego en la Patagonia es una mancha de alquitrán en el cristalino y bello cielo de nuestro indómito sur.   

Los latifundistas terratenientes deben una explicación genuina a nuestra Nación y a los pobladores de nuestra patria. Al igual que Jones Huala, deben respetar la ley argentina. 

“¡Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada!”  

Argentina abrió las puertas de su continente a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, pero no a los criminales, ni abusadores de la bondad nacional. Debe haber un límite a la posesión de tierras por particulares. Legislar a propósito se torna una necesidad imperiosa. Máxime cuando las empresas o personas físicas son extranjeras. No hablamos de leyes que no sean las que ya implementaron casi todos los países del mundo. Muchos de ellos de extremo capitalismo como sistema de gobierno.   

La “otra mejilla” de nuestra Argentina está llena de golpes. Es hora de colocar orden en una sociedad que se acrecienta velozmente y que clama por justicia. La propiedad privada es un pilar de la democracia, como la libertad de expresión y el libre albedrío de los individuos.   

Jones Huala, un activista con discurso nativo, un capitalista con vincha Mapuche, un delincuente con discurso revolucionario.   

Ingratitud y violencia

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista señala la necesidad de reconocer a los trabajadores de la salud.

El “rebrote” de COVID-19 en el mundo sacude a todos los países obligando a los gobiernos a tomar medidas de resguardo social desagradables, pero sumamente necesarias para la salud colectiva. En Europa, Navidad y año nuevo se vivieron con celebraciones muy acortadas y medidas de precaución acorde a los abrumadores índices de contagios. Papa Noel se presentó con barbijo y saludos distantes, alcohol abundante sobre los regalos que también sufrieron el castigo de una economía global limitada. Hasta los renos jalaban del trineo con tristeza contenida. El 2022 llegó con un masivo pedido de salud en los labios de una humanidad doliente.    

Ómicron se expande con un vértigo inusitado. Es una cuantiosa cascada de nuevos enfermos, con un personal de salud fatigado. Médicos, enfermeras, camilleros, choferes y asistentes exhaustos, ya con pocas fuerzas, luego de dos años de tremenda lucha y dedicación completa al combate del COVID-19.   

En nuestra patria, las colas para realizar testeos son tremendamente pobladas. Ya sea en Ciudad de Buenos Aires, provincias, la playa o cualquier otro lugar de vacaciones.   

Entre las doradas arenas de una Mar del Plata feliz, llena de turistas, tratando de gozar de merecidas vacaciones, existen puestos de provincia y municipio testeando a los ciudadanos que sienten síntomas de Coronavirus. Asistidos por aquel mismo personal de salud que no tuvo pausa, atendiendo a sus semejantes afectados. Médicos sin vacaciones y mal pagos. Con un triste fenómeno reinante, la agresión a quienes menos lo merecen, los trabajadores de la salud sufren la intemperancia de un sector de la población que parece exigirles “súper-virtudes” a la abnegada dedicación clínica de los médicos.   

¿Cómo llegamos de los aplausos devocionales de noche tras noche llenos de gratitud al personal sanitario, a los insultos, gritos y en ocasiones golpes a los que nos atienden y cuidan? ¿Será el agotamiento psíquico, sumado a las horas de espera impiadosas, parados bajo el abrazador sol de un enero singular?   

Jóvenes, viejos, mujeres y hombres padecen más de 10 horas de espera para que al final del tortuoso día no puedan ser atendidos por falta de tiempo o insumos. Esto desencadena una cruel violencia donde las víctimas suelen ser los que velan sin pausa por nuestro bienestar.  

 ¡Se establece una situación cruel de pacientes contra sanadores!  

Ómicron invade el ánimo cívico y en algunos casos arrasa con el débil “barniz” de cultura que algunos exhiben como un logro de la moderna civilización.    

El pase sanitario se torna una necesidad indispensable para cuidar a los que desean vivir en salud. Los no vacunados por “principios” o presuntas cuestiones conspirativas mundiales deben reconsiderar su actitud. El mundo no tiene más margen de tolerancia. La pandemia no espera, avanza sin piedad.   

El presidente Macrón ya no tiene más paciencia. Promete implementar un Pase Sanitario donde el que no posea el plan completo de vacunación no podrá ingresar a espectáculos públicos, ni restaurantes, bares ni clubes. En concreto, quedará marginado de la vida social francesa y europea.   

Con diversos matices sucede algo similar en el resto de Europa. La salida es vacunas para todas y todos, cuidado consciente en todo lugar.   

En Argentina hay vacunas esperando la decisión de los que sólo se dieron la primera dosis, existiendo unos 5 millones que no se dieron la segunda vacuna. La prédica política antivacuna absurda es mentirosa y a esta altura de los contagios mundiales es criminal.  ¿Vale un infectado más por un puñado de votos inciertos?  

Menos vacunas aplicadas, más enfermos que amenazan convertir a las naciones en un desierto de penurias. Vacunarse y persuadir a que los semejantes se vacunen es hacer patria y contribuir a un resurgimiento de la humanidad.   

Las potencias mundiales deben asumir el ineludible compromiso de vacunar gratuitamente en África y en todas las naciones humildes. ¡Hoy más que nunca la humanidad es una sola! ¡La salida es colectiva y no individual!  

Gracias desde el corazón al personal sanitario que cuida nuestra Nación atendiendo con manifiesto amor a su población. 

Carpinchos en tiempos electorales

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista analiza el panorama electoral actual, en la antesala de las elecciones PASO.

Los tiempos electorales producen una extrema sensibilidad en el humor social, todo lo que acontece puede llegar a ser interpretado con un posible doble sentido, como si el cosmos mismo ocupara un rol partidario interesado, imbuido de un particular posible favoritismo en nuestro modesto y pequeño terreno de microclima humano.   

Las opiniones y declaraciones públicas suelen ser delicadamente medidas, como si se tratara de deambular a ciegas por un campo minado.   

Así vemos cómo el hecho de la abundante presencia de carpinchos en Nordelta tomó relevancia nacional como si fuera que extraterrestres se pasearan displicentemente por la calle Florida, cuando en verdad son animales propios del lugar que reclaman su natural hábitat.    

Claro está que para los “naturalistas” de Animal Planet la realidad de convivir con poderosos e inteligentes roedores cotidianamente es muy distinta a verlos en simpáticas imágenes en el cómodo living hogareño.   

Así es que los dulces y pintorescos carpinchos pasaron de ser de una novedosa atracción a insolentes ocupas despiadados que hay que desterrar. Ya se comenta que habría agrupaciones políticas que tomaron nombres como “Los Carpinchos” “Carpinchos al ataque” y más…  

En verdad las caracolas de guerra ya surcan el éter mediático y los militantes de vocación “velan las armas”. Estas elecciones legislativas son por demás relevantes ya que marcarán un horizonte político futuro que se aproxima raudamente. La oposición manifiesta su falta de propuesta abrazándose fuertemente a la foto del inapropiado cumpleaños de Olivos que Alberto jamás debió autorizar.    

El cumpleaños de Fabiola Yáñez parece ser la “tabla salvadora” de una oposición más ocupada en su propia interna que en enfrentar al oficialismo. Mostrando una ausencia de nuevas propuestas, las huestes de Cambiemos continúa debatiendo qué hacer con el expresidente Mauricio Macri. No saben si presentarlo o esconderlo y entre los que prefieren ocultar a Mauricio están los que desean esconderlo con discreción o los que prefieren “borrarlo” completamente de la campaña.   

Manes comienza a sentir la diferencia de convertirse no en la estrella invitada a un programa televisivo sino a ser candidato electoral que debe caminar por el espeso lodo del conurbano profundo haciéndose cargo de los pesados errores del pasado gobierno que él en estos momentos representa. 

Larreta no puede permitir que su candidato, el inquieto Diego Santilli sea derrotado en el mayor distrito electoral de la República, sus sueños presidenciales serían duramente golpeados y entonces Manes sería potencial candidato a presidente. Esto parece muy lejos aún, pero el dinamismo político y las “sorpresas” de un tiempo de pandemia guardan insospechadas fichas bajo la alfombra de lo impredecible. Por el lado del oficialismo la orquesta electoral toca los poderosos acordes de UNIDAD en la diversidad. Cristina, la gran matriarca, sostiene con brazo de acero a su presidente, Alberto Fernández acepta gustosamente cómodo este papel que buenos resultados ya le dio. 

Cristina Fernández afianzó rotundamente su indiscutido liderazgo interno y su proyección en las encuestas le son propicias y avanza firmemente como conductora. Sus discípulos directos Axel, Máximo y Berni, entre otros están firmemente contenidos. Sergio Massa sabe que este no es su tiempo aún. El Peronismo una vez más se prepara para ocupar el centro del campo de batalla. Saben los seguidores del General que ellos suelen lucirse en la dura lucha política. Después de todo el justicialismo forjó su distintiva identidad en las extremas batallas sociales y políticas.   

Mientras Patricia Bullrich mastica broncas y aprecia a una María Eugenia Vidal desorientada evitando el debate insistente que propone el inteligente candidato del Frente de Todos, Leandro Santoro, Milei continúa intentando incendiar la política a la cual pretende ingresar… ¡Nada nuevo bajo el sol de Dios!... A todo esto, los carpinchos de Nordelta planean sus próximos pasos. 

Patricia Bullrich, una leona herida

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista analiza ganadores y perdedores de la definición de la interna de Juntos por el Cambio.

Patricia Bullrich renunció a ocupar cargo electivo alguno luego de perder la pulseada para ser candidata a cabeza de lista por el espacio de Horacio Rodríguez Larreta en las elecciones legislativas del presente año. El lugar “natural” considerado por muchos de Patricia fue ocupado por la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal. Quien luego de perder estrepitosamente su reelección en manos de Axel Kicillof se colocó el más conveniente de los paracaídas políticos y aterrizó en un “campo de combate” más propicio para las amarillas huestes. 

Mauricio Macri, padrino de la candidatura de Bullrich, a presidir las fuerzas de Cambiemos en la Ciudad Autónoma no pudo imponer su voluntad política y quedó desairado ante la determinación de Larreta-Vidal. Los discípulos parecen querer volar más alto que el mentor del Pro. 

Claro que los que conocen a la “Pato” saben que esto no fue tomado como un chiste por la voluntariosa exministra de Mauricio. En verdad saben que Patricia Bullrich en una leona herida. La que dice renunciar a todo cargo ya actúa como una determinada candidata a presidente para el 2023. Bajo el inteligente ropaje de apoyar a “todos” los candidatos de Cambiemos, en realidad Bullrich comenzó a transitar el escabroso sendero de su propia candidatura a presidente. 

Nadie debe subestimar la capacidad de trabajo de Patricia, quien de muy joven fue miembro activo de la Juventud Peronista en su versión más dura. Estuvo entre los “imberbes echados de la plaza” por el General Perón. Luego, la exmontonera adhirió a la renovación de Antonio Cafiero. Militó con Menem, Duhalde y con Juanjo Álvarez en el municipio de Hurlingham entre muchos otros. Recordado es su tránsito como ministra de Fernando de la Rúa. Mucha participación en tan variada como vertiginosa carrera la condujo hasta Mauricio Macri. Desde Montoneros a Mauricio con llamativas estaciones intermedias, pasando por festejar en la embajada estadounidense el día de la independencia del “gran país del norte” a un presente de candidata presidencial, nos habla a las claras de una persona con fuerte vocación de acción protagónica siempre. 

Cuentan que la “Pato” supo compartir largas tertulias con célebres agentes de la Inteligencia Israelí (MOSAD). Relaciones, Patricia posee por doquier… 

Rodríguez Larreta sabe que cuenta con un apoyo formal a la vez que con una competidora prematura real dueña de una voluntad relevante. Cambiemos tendrá la mirada repartida entre la fuerza peronista competidora y la “leona herida” que cabalga con un látigo de reproches profundos para con sus compañeros de ruta. 

Bullrich es un cuadro político inestable, que bebió de las más diversas vertientes ideológicas. Le sobran argumentos para casi “cualquier cosa”. Competir con dirigentes del Pro es un deporte para Bullrich más que una preocupación. 

Mujer de “armas llevar” nunca se dejó intimidar por “cuatro gritos”. No le teme a los “locos”, ella se siente “dueña del manicomio”. 

Nuestra política jamás aburrirá al atento observador. Todos deben ser cuidadosos al momento de elegir compañeros de camino. 

El tiempo sabrá juzgar la presencia de auténtica vocación de servicio o sólo una desmedida pleitesía a nuestro propio gigantesco ego… 

Tiempo de reflexión y mesura

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista analiza el dramático conflicto entre Israel y Palestina, y las dificultades de la sociedad argentina para encontrar soluciones en común.

Los dramáticos enfrentamientos entre Israel y Palestina sacudieron la atención mundial. Por un momento, el COVID fue olvidado, y los misiles eclipsaron la atención pública de las vacunas y el drama sanitario mundial.   

Pero la realidad se impone y la pandemia produce muchos más muertos que los intolerantes misiles que surcan el espacio de la Franja de Gaza. Dos pueblos llamados a la hermandad desde tiempos bíblicos tomaron caminos diferente que los condujo a desencuentros profundos, irreconciliables por ausencia de objetivos superadores, por falta de comprensión y por la imposición de fundamentalistas activos en las dos facciones en pugna.   

La mayoría quiere la paz, pero los “señores del mal” siembran odio y rencor. Así cosechan guerras que devienen en dolor, sufrimiento y muertes de inocentes en su gran mayoría.   

La humanidad debe comprender que la violencia acuna más desencuentros e injusticias. Los argentinos debemos prestar suma atención al conflicto vigente en Medio Oriente, ya que los conflictos comienzan, vanidad y torpeza de por medio, pero no sabemos en qué punto oscuro de terror infame finalizan.   

Los argentinos debemos mirar con atención hacia dónde marchamos si entre nosotros imperan los desencuentros. Estamos a tiempo de construir una sociedad más armónica y solidaria, tenemos bases de concordia y pensamientos positivos que desean superar las rencillas internas.    

En nuestras criollas latitudes hay quienes especulan electoralmente con el Coronavirus sin cobrar conciencia del mayúsculo daño que la pandemia está produciendo. Con más de 500 muertos diarios ¿qué margen nos queda para pensar en teorías políticas partidarias? Primero el bienestar social en términos de salud y empleos a crear, luego las coordenadas electorales por sí mismas. Se acomodan andando “los melones en el carro”.   

Las elecciones legislativas del 2021 están tratando de sobrevivir a la ciénaga de dolor que lacera nuestra sociedad. Más vacunas y tolerancia que insultos y descalificaciones. Si oficialismo y oposición, cada uno con su cuota de responsabilidad según el rol a desempeñar, nos abocáramos a conseguir soluciones en vacunas y cuidados sociales en vez de pelear, todo sería más loable y fácil en nuestra comunidad nacional.   

Cada bala disparada al enemigo genera una posible lluvia de misiles y el abismo hacia la tan anhelada comprensión se hace más profundo. Ya lo manifestó Mahatma Gandhi: “la práctica del ojo por ojo, sólo producirá una sociedad ciega”, ciega en paz y felicidad. Sólo el perdón auténtico nos conducirá a la construcción de un mundo con individuos realizados espiritual y materialmente.   

Trabajemos por la comprensión y el equilibrio inteligente en nuestra comunidad más cercana. Obrando de esta manera construiremos un universo fraternal. Los que desafían al bien supremo están equivocados, sólo lo correcto y bondadoso nos otorgará grandeza de entendimiento.   

Cada idea correcta en sana intención es un paso en favor de la salud y la conciencia despejada del egoísmo opresor.   

Los tanques y fusiles nos traerán más dolor que alegrías, sólo el orden constructivo, paciente y laborioso no llevara al progreso.   

Hoy en nuestra Argentina los destinatarios de Planes Sociales piden TRABAJO. Saben que el asistencialismo es una medida solidaria de emergencia, que para nada es la solución del problema. Las personas necesitan trabajar para que su sano orgullo y autoestima crezca a la luz del correcto desenvolvimiento material. En muchas ocasiones, el alcanzar logros materiales equivale en verdad a una conquista espiritual.   

¡Paz en la Franja de Gaza, tolerancia y positivismo en nuestra amada Nación Argentina! 

Berni, entre política y balas

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista analiza la figura del pólemico ministro bonaerense, en épocas de crisis e incertidumbre.

El acuciante drama de la inseguridad es la principal preocupación de la población nacional. Más aún que el escalofriante 50% de pobres e indigentes de nuestra población.  Una legión de menesterosos se mueve como fantasmas hambrientos en medio de una sociedad que teme convertirse en uno más de este ejército silencioso lacerado por sus carencias que crecen día a día.  

El dolor, fruto de la incertidumbre angustiante que surge de lo más profundo de las entrañas familiares es: ¿Podremos comer hoy? ¿Qué pasará con nuestros hijos?...    

El combo diabólico lo conforman la desocupación, inseguridad e inflación. Estas condiciones interactúan entre sí potenciando la miseria poblacional argentina. Claro que a todo esto debemos sumarle el monstruo del Coronavirus que acorrala a pueblos enteros. En la hermana República de Brasil, la crisis sanitaria ya se presentó con su luctuosa pompa de dolor y muerte. Casi 3000 muertes diarias acontecen fronteras adentro en nuestro socio comercial dilecto. Mientras, Europa está auto-confinada con toques de queda y restricciones extremas para amortiguar un tanto las consecuencias de la tercera oleada de COVID-19.    

En nuestra Nación, el caso “M”, la niña de 7 años sin escolaridad que deambulaba sin rumbo cierto junto a un mayor con serias deficiencias mentales, concentró la atención periodística visibilizando una realidad que nos es difícil de asumir. La niña vivía con su madre en un habitáculo improvisado llamarlo “carpa” en un ejercicio de un gentil decir.   

Los funcionarios de la Nación, Provincia y Ciudad Autónoma sumaron sus esfuerzos para encontrar a la niña que desapareció por 3 interminables días.   

La mamá de M pidió por la presencia de Sergio Berni, quien raudamente se presentó a dialogar con la abrumada familia. Comenzaba el despliegue vertiginoso y efectivo de Berni entre helicópteros, más de 1000 efectivos desplegados y cámaras de televisión, Sergio se aprestaba a desplegar sus cinematográficos encantos. En una combinación de Peronismo práctico, laboriosidad plausible y un toque atractivo de “Rambo” criollo despertó recelos de otros funcionarios poco laboriosos, siempre perpetrados detrás de un burocrático escritorio. 

La “historia” tuvo un final “feliz” desde el aspecto policial. Desde lo social nos obligó a mirar atentamente lo que la comunidad no quiere ver.   

Argentina no puede continuar manteniendo estos índices de pobreza extrema. No es viable que una Nación se desarrolle con esta realidad de pobreza y marginalidad que amenaza extenderse aún más.   

Es sabido que detrás de cada problema e inconveniente descansa una oportunidad para emerger y aflorar con situaciones favorables. Nadie mejor que Sergio Berni para dar fe de esta verdad irrefutable.   

El mundo político acepta a Berni como uno de su familia.  Ya muchos ven que los humildes entienden las palabras de Sergio, “Habla el idioma del barrio” y actúa con decisión en los momentos adecuados. Cierto sector de la clase media ve en Berni una posible solución al drama de la inseguridad. Poseer el “idioma” de la gente, es un distintivo peronista que Sergio ostenta con suma espontaneidad. Pelearse con funcionarios que ante la mirada popular parecen vagos e indiferentes le regala a Berni un plus de diamantes en los números de las siempre cuestionadas encuestas.   

Lo cierto es que la gente común cuando pasa por un problema de inseguridad pide que acuda Sergio Berni. Esto ya lo ven periodistas, comunicadores sociales y analistas del futuro escenario electoral argentino.   

Berni corre hacia delante en un campo minado por la realidad delictiva, en esquemas egoístas de política partidaria donde hay que cuidarse del “fuego amigo”, de los amantes de los cómodos sofás de los burócratas de siempre.   

Mientras la indigencia amenaza con hacer volar por los aires nuestro precario “orden social”, hoy el atentado institucional posee forma de miseria y hambre. Toda acción política debe entender lo acuciante de la realidad social argentina.   

Menem supo perdonar

Por Máximo Luppino. Una evocación del exmandatario fallecido en los últimos días.

Dios perdone a las personas que juzgan y castigan cruelmente a sus semejantes aun cuando la luctuosa muerte nos llama a cruzar el rio de la vida, para continuar existiendo en la otra orilla del tiempo eterno.

De ninguna manera pretendemos que se “olviden” los errores o pecados de los difuntos, pero sí es muy bueno que un manto de compasión empática empape el ánimo de los que continúan pisando el duro suelo del planeta. 

¿Cómo calificar al que “patea cruelmente a su contrincante caído en el piso”? ¿Qué decir de aquellos que parecen regocijarse del dolor ajeno? 

¡Nadie que se digne de ser valiente combatiente hiere por detrás! 

La muerte del prójimo evoca rotundamente la llegada indefectible de nuestro propio deceso físico. La muerte iguala a las personas. 

La vida del expresidente Carlos Menem se encuentra saturada de episodios contradictorios y hasta incomprensibles, pero alguna causa motivó las acciones llevadas adelante por este hombre de acción dinámica permanente. 

De lo que sí estamos convencidos absolutamente es que Carlos poseía una virtud madre, nos referimos a la sublime capacidad de PERDONAR. Menem perdonó a los que lo encarcelaron en la última cruel dictadura que nuestra Nación padeció. Perdonó al enemigo más despiadado que el Peronismo tuvo, nos referimos a Isaac Rojas quien fuera vicepresidente de facto de la Argentina luego de un cruento golpe militar contra Perón dejando centenares de inocentes muertos. Tal fue la crueldad concretada que se la llamó “La revolución fusiladora”. No obstante, en el afán trascendente de pacificar la Nación, supo Menem ser indulgente con estos personajes oscuros de la historia de la República.  

Pacificar una sociedad no es tarea fácil, requiere de mucho temple espiritual y estar dispuesto a pasar por muchas pruebas de ánimo. Carlos Menem intentó laboriosamente establecer PAZ social en un mundo que marchaba hacia fratricidas enfrentamientos.

Aquel icónico legado histórico de encuentro nacional que protagonizaron Juan Perón y Ricardo Balbín, fue muy bien comprendido por Menem, el abrazo de esos dos grandes líderes populares marcó el sendero de reconciliación nacional que debemos imitar para lograr la grandeza de la Nación y la felicidad del pueblo. 

Otros personajes del quehacer nacional se habían ensañado con el expresidente, pero Carlos trataba dialogando de zanjar diferencias, es la persuasión que tanto nos hablaba el General Juan Perón. 

Pero están los “guerreros” de las redes sociales, autores de la difamación constante de casi todos los hacedores de la historia, de los protagonistas, los que se equivocan haciendo y construyendo. A esta estirpe de pioneros del bien común pertenecía Menem. 

Cuán grande debe ser el vacío interior de algunos que sólo atinan a destruir, ofender, insultar e intentar destruir la memoria de los individuos. 

Menem supo perdonar, por esto seguro sabremos dispensar sus yerros. 

Menem, el caudillo que supo interpretar políticamente los días que el destino le asignó. 

Carlos Saúl Menem, el cristiano, el musulmán, el peronista, el que soñó con abarcar y vivir todas las emociones de la vida. 

¡Adiós, Carlos, gracias por saber perdonar!

Jueza Karina Zucconi, ¿apuesta al delito?

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista repudia la polémica decisión de la jueza de dejar en libertad al acusado de abusar sexualmente de una joven venezolana de 18 años.

Cuando la Justicia no proporciona ecuanimidad y contención efectiva a las víctimas, produce una desazón moral muy difícil de encauzar. Entonces se asoma el fantasma voraz de la “justicia por mano propia”, proceder inaceptable para una sociedad organizada y fiel a los principios republicanos que la Constitución Nacional manda.   

Las crónicas periodísticas han sido más que elocuentes sobre un horrendo delito sufrido por una joven venezolana de 18 años de edad. El indicado como agresor es Irineo Garzón Martínez. El acusado sería responsable de abuso sexual y violación de la joven en su primer día laboral, luego de proporcionarle alguna sustancia alucinógena en un vaso de agua.   

La joven víctima en cuestión, luego de beber el agua comenzó a sentirse mareada y alcanzó a llamar por teléfono pidiendo ayuda a un familiar cercano. El sospechoso procedió a implementar su horroroso y repulsivo abuso. La Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires llega al comercio del acusado junto con la madre de la damnificada. Entre otras elocuentes pruebas que las fuerzas del orden encuentran, observan a Garzón semidesnudo en más que elocuente actitud de ofensa sexual. Las crónicas de los medios de difusión abundan con macabros detalles ofensivos para la condición humana.   

Sucede que la señora jueza Zucconi recién procesa a Garzón luego de sendas manifestaciones periodísticas, de familiares y vecinos de la víctima. Más aún, el señalado agresor es dejado en libertad, dejando un sabor de impunidad en la comunidad afectada por el deleznable delito.   

En ocasiones observamos que cuando un ciudadano se defiende dentro de su casa, de despiadados delincuentes que forzaron violentamente armados el ingreso a la morada, salvaguardando su vida y las vidas e integridad física de sus familiares son detenidos e investigados rigurosamente. Proceder inverso y dispar parecen gozar los delincuentes que ni una hora son demorados en las comisarías por designios judiciales.   

Es dramáticamente “risueño” apreciar que las víctimas pasan horas padeciendo engorrosos trámites de denuncias, mientras los otrora detenidos ya gozan de inmerecida libertad patética.   

El accionar de la jueza Karina Zucconi, según rezan las crónicas periodísticas, ya posee “antecedentes” de beneficiar a los desafiantes de la ley y “castigar” con indiferencia a las víctimas indefensas. Así lo señalaría el caso de Marianela Rago Zapata, encontrada muerta en su departamento.  La jueza Zucconi liberó a la espera de un lejano juicio oral a Francisco Amador a quien acusó reiteradamente la Cámara del Crimen como autor criminal por las pruebas reinantes.  

No deseamos “una caza de brujas”, ni “gatillo fácil”, menos aún juicios exprés en delicadas cuestiones, pero de esto al olvido y casi archivo de las causas abiertas existe un abismal espacio de sabor amargo e injusto.   

Estos son los casos donde el periodismo enaltece su vocación. De no ser por la publicidad de estos aberrantes sucesos, ciertos poderosos gozarían de impunidad absoluta. Gracias al periodismo que oficia como la gota de verdad que perfora la roca dura del corazón de ciertos magistrados, sino la realidad nunca afloraría.    

Está claro que la conducta de Karina Zucconi es cuestionable por gran parte de los medios de difusión y por algunos magistrados colegas de la jueza que ostentan un criterio mucho más acertado en sus fallos.   

Por acción u omisión no debemos permitir que la injusticia impere. Alguien debe preocuparse por los “fallos que fallan” …   

Las naciones necesitan de la verdad y del “Premio y Castigo” para alcanzar el beneficio de una democracia real, práctica y efectiva.   

Trump, ¿el poderoso enemigo de EEUU?

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista repasa los tumultuosos eventos en el capitolio americano previo a la certificación de la presidencia de Joe Biden.

Donald Trump, el presidente norteamericano que pone en jaque la democracia en los Estados Unidos de Norte América. El “inmaculado” Capitolio del país del Norte fue invadido violentamente por seguidores de Donald Trump, quienes interrumpieron la deliberación de los electores que debían consagrar a Joe Biden como presidente electo de la Nación. Saquearon los despachos de los legisladores profanando irrespetuosamente el máximo símbolo de la democracia Yanqui. Horas después, durante la noche, los electores, sí pudieron cumplir su objetivo, Guardia Nacional de por medio con Estado de Sitio decretado sobre Washington con 4 muertos y 15 heridos declarados hasta el momento ¡Ya nada sería igual en la sociedad norteamericana, había comenzado a brotar sangre propia de sus grietas políticas! 

La irrupción al Capitolio tuvo su origen en la voluntad manifiesta de Donald al afirmar: “Nos robaron las elecciones, yo gané, no Biden”… La gente que cree ciegamente en Trump se lanzó a una cruzada demencial que aún preocupa a las instituciones norteamericanas.   

Donald Trump les arrebató bruscamente el invicto y el cinturón a los “Campeones de la Democracia”. El Capitolio ardió, pero no por imperio de una potencia extranjera, sino por la torpeza y egoísmo de su propio presidente aún en ejercicio de la primera magistratura.   

La pólvora se les humedeció repentinamente a los “Gendarmes del Mundo”. Ahora descendieron muy por debajo de las “tiranías” que tanto dicen aborrecer y critican. La Venezuela de Nicolás Maduro exhortó al orden y al respeto institucional a los EEUU.   

Todos miramos al Capitolio, pero manifestaciones y hechos de violencia social se registraron en Miami, Georgia y otros estados americanos. ¿Cómo continuará la locura manifiesta de los más radicalizados seguidores de Trump?   

La amenaza de Trump de crear una tercera fuerza política norteamericana cobra forma con el pasar de las horas, haciendo peligrar el célebre y conveniente bipartidismo yanqui que reinó durante décadas.    

Donald Trump es dueño de una insondable vocación destructiva tan profunda como su profana riqueza económica. A tal punto que el poder corporativo norteamericano le suspendió todas las redes sociales al, hasta el día de la fecha, presidente norteamericano. Sin Facebook ni Twitter Donald está “incomunicado” con sus fervorosos seguidores. Atado de pies y manos no sabemos si se resigna a aceptar las reglas democráticas del país que preside aún.   

El bloqueo de las cuentas sociales fue anunciado por el mismísimo Mark Zuckerberg, gerente general de las poderosas corporaciones comunicacionales, las cuales rigen en gran medida la información mundial.

Algunos periodistas locales se mostraron asombrados por los sucesos Yanquis, es que son tan devotos del “Gran País del Norte” que compraron gustosos las “verdades” de las películas de Hollywood sin ver ni observar el rigor histórico que hace tiempo nos señala el profundo deterioro del imperio norteamericano. A ellos le informamos que: Superman no vuela, que EEUU perdió la guerra en Vietnam, que Rambo no es inmortal y que las Malvinas son argentinas. 

Quizás en los despachos yanquis comenzarán a escuchar con más atención el tango Cambalache del gran Discépolo y colocar los pies en la tierra que en ocasiones supieron regar de sangre inocente.     

“La tercera ola”, alerta en Europa

Por Maximiliano Luppino. El dirigente peronista considera que aún hoy, el mejor remedio contra el coronavirus es la prevención “radicada en una conducta virtuosa y desinteresada, rica en valores humanitarios”.

La Organización Mundial de la Salud alerta a Europa por la posibilidad de que se establezca un tercer aluvión de contagios del lacerante Covid 19. Esta amenaza horrorosa tiene preocupada a la humanidad toda. Lo cierto es que las restricciones sociales obligatorias cada vez son más estrictas en todas las latitudes del “Viejo Mundo”.   

Países cultores de las libertades individuales se vieron obligados a restringir derechos legítimos en aras del bien común. Así es que el toque de queda es marcialmente aplicado en ciudades impensadas llenas de luz que el coronavirus pretende opacar.   

El sabor es muy amargo en Madrid, París y en la pujante Milán entre otras urbes poderosas en economía e iniciativa cultural pública. Los Estados Unido de Norte América no escapa a estas medidas obligatorias de orden social. El país del norte ya superó la impresionante cifra de más de 260 mil fallecidos y el rebrote está presente.   

Los laboratorios del planeta trabajan sin pausa y a paso redoblado para darle forma definitiva a la vacuna más anhelada por la humanidad. El coronavirus se esparce en un terreno de abrazos, saludos y cercanía afectiva entre las personas. Vacaciones y reuniones son un caldo de cultivo poderoso para el monstruoso virus criminal. Las sociedades necesitan del trabajo bienhechor y de los esfuerzos mancomunados que en algún momento establece cercanía física con el semejante, entonces, arteramente, cual parásito homicida, el Covid 19 se apodera de la digna confianza humana.   

El esperanzador 2021 llegará en algunos países con una oleada pronosticada del llamado “tercer rebrote”, a la vez que la tan anhelada vacuna llegará cual una balsa de salvación en el medio de un océano de angustia mundial.   

La vacuna producida por Pfizer está avanzando con pasos firmes y concretos. En el mismo sentido, hay progresos significativos en Oxford y en la tan mentada “vacuna rusa”. Lo concreto es que el inicio del año próximo llegará con vacunas masivas en la mayor parte del mundo.   

Argentina se predispone para vacunar masivamente a partir de enero. Las vacunas procederán de variados y múltiples orígenes, siempre y cuando estén avaladas por los organismos de sanidad internacional y por supuesto los de nuestra Nación. En la salud pública no hay lugar para las vulgares parcialidades ideológicas, sólo se trata de superar la pandemia.   

El ministerio de defensa ya trabaja en el operativo masivo de vacunación en todo muestro país. Se trata de la campaña de vacunación masiva más importante que se haya llevado adelante en nuestra República. Las Fuerzas Armadas de la Nación tendrán un rol relevante en este operativo de sanidad intensiva gratuita para los habitantes de nuestro suelo patrio. Dentro de las fuerzas nacionales, el Ejército Argentino poseerá una acción especial distintiva ya que es la fuerza por excelencia que se encuentra presente con organización activa y profesional en todos los confines de la patria.   

Ola de contagio y principio de solución de la abrumadora pandemia parecen confluir en un mismo tiempo. La lucha ante la oscuridad desoladora de la enfermedad encontrará un límite en la luz científica mundial de la vacuna más aguardad por la humanidad toda.   

Es tiempo de recuperación, de reflexión activa en descubrir las causas de la pandemia que asola a la raza humana. Es momento de compartir conocimientos y establecer conductas altruistas que protejan nuestro planeta íntegramente y así prevenir atrocidades como la del Covid 19.   

El mejor remedio es la prevención radicada en una conducta virtuosa y desinteresada, rica en valores humanitarios.  

 ¡En el bien supremo se encuentra la dicha de la humanidad! 

Maduro, infortunio para Venezuela

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista sostiene que la suerte del régimen de Maduro ya está echada, y que “solo se empecina en prolongar la tortuosa agonía de un proyecto que se encaminó a un callejón sin salida”.

Nicolás Maduro no supo encontrar el camino de bienestar que el digno pueblo hermano de Venezuela merece. La miseria, el dolor y la falta de horizontes prósperos son realidades de un régimen político agotado que se resiste a asumir el costo de sus políticas equivocadas. La suerte oscura y drástica del régimen de Nicolás Maduro ya está echada, sólo se empecina en prolongar la tortuosa agonía de un proyecto que se encaminó a un callejón sin salida.   

Gobernar es construir bienestar concreto para el pueblo. No se trata de discursos altisonantes y de promesas que se escurren en la realidad cotidiana de los obreros y empleados que sólo palpan desocupación y hambre en su cotidiano vivir.   

Si el común de la gente sufre necesidades y el gobierno es impotente para lograr prosperidad podemos afirmar que la administración es mala, más allá de las ideologías y las proclamas propagandistas que digan representar.    

Claro que la Nación venezolana es gloriosa por imperio de su pueblo magnífico. El desastre repudiable es la mala praxis torpe e insensible de un gobierno que reprime a los que dice representar. Las libertades de las personas deben estar siempre garantizadas, siendo los gobiernos los que deben abonar que el espíritu de las leyes fundacionales de las naciones se cumpla irrestrictamente.      

Para liberar a las naciones de la opresión exterior y de los mercaderes internos se les debe facilitar la educación popular masiva, haciendo hincapié profunda en la propia raíz cultural del ser nacional. La verdad es liberadora y el altruismo enaltece a los que la ejercen.  Esto no es posible si la gente padece hambre y necesidades básicas insatisfechas. El estómago vacío da una perspectiva muy distinta al que posee un pasar de plena disponibilidad material.   

Coincidimos plenamente con la postura que Argentina fijó ante las Naciones Unidas votando favorablemente el informe presentado por Michelle Bachelet sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela. Argentina volvió a condenar los bloqueos y las sanciones económicas impuestas al país gobernado por Nicolás Maduro, que "agreden especialmente al pueblo venezolano.  

“Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar” dijo el General tres veces presidente de la República Argentina. Los hechos concretos definen la direccionalidad de un gobierno y la condición de progreso de su población determinan si una administración es buena o mala.   

En la historia del planeta abundaron gobernantes que con un discurso liberador se tornaron en verdad en crueles tiranos.   

Cuando los sanos ideales son contaminados por el ego monstruoso de la propia vanidad es muy fácil perder la cordura.   

“El poder es servicio” sentencia el papa Francisco. Vemos en nórticas latitudes cómo Donald Trump califica de “resfrío fuerte” al Covid 19 con tal de justificar sus temerarias acciones que han producido más de 200.000 víctimas fatales en los Estados Unidos. Un país rico que podría haber tratado con humanismo pleno a sus enfermos.   

Tanto Nicolás Maduro como Donald Trump parecen estar encantados por los sonidos sórdidos de sus propias proclamas. Mientras, la realidad de los necesitados marcha por carriles muy distintos que los de sus vanidosas políticas.   

“¡La única verdad es la realidad!” 

Dólar, el tirano que supimos crear

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista advierte los problemas que genera la “falta de confianza crónica” en nuestra capacidad, que empodera día a día más a la moneda extranjera.

La fiebre del dólar sacude la frágil economía de la Nación.   

Desde las grandes fortunas de argentinos acumuladas bajo el imperio internacional de la verde divisa, hasta las más modestas reservas de ciudadanos que buscan preservar algo de sus maltrechos ahorros, el dólar continúa azotando la cotidianidad económica del país.   

Cual un “escudo nuclear” la comunidad argenta se refugia detrás de la verde estabilidad monetaria que la moneda gringa sabe garantizar.   

El dólar es un tirano impiadoso que los argentinos hemos creado y continuamos alimentando con un desmedido afán apátrida. Alimentamos la unidad monetaria que devora insaciablemente nuestra criolla moneda. Nuestros pesos son golpeados por nosotros mismos, la falta de confianza crónica en nuestra capacidad empodera día a día más a la moneda extranjera.    

Todo se crea o destruye según el pensamiento de las personas. Le damos poder a aquello en lo cual creemos y debilitamos hasta la muerte misma a las cosas que le quitamos fe e identidad.   

Cuando los ministros del gobierno de Mauricio Macri, funcionarios de suculentas fortunas, poseían sus patrimonios depositados en el exterior de nuestra República, era la prueba fiel de que nuestra economía estaba siendo guiada hacia un lacerante fracaso. Los que dirigían las finanzas nacionales apostaban a las coordenadas mercantiles de otros países. ¿Cómo se iban a solucionar aquellos problemas si no se confiaba en las medidas que ellos mismos debían implementar? Era como “tirar la toalla” antes de subir al ring.   

Nos cuentan los economistas que, si los argentinos colocaran parte de sus ahorros en dólares en el circuito económico del país, nuestra economía resurgiría de una manera promisoria y próspera. ¿Por qué esto no sucede? Los gobiernos y la clase dirigente en general no es capaz de despertar la confianza necesaria para que veamos al peso, nuestra moneda, como una divisa poderosa en ascenso y capaz de consolidarse como expresión de una producción nacional creciente. El casi ilimitado poder que le regalamos al dólar no deja de ser un gran problema cultural antes que una inconveniente circunstancia económica. Desde hace muchas décadas reina un grupo de apóstoles de la anti-argentinidad que difunden sistemáticamente loas infinitas y fantásticas sobre las bondades de otros países. Otras naciones que poseen problemas de variada índole y que, objetivamente hablando, no son el “paraíso prometido” son sólo una aseveración de mentes ajenas al sentimiento patrio, fábulas de “tordos que buscan anidar en nidos ajenos”.    

El nacionalismo extremo es nefasto, tan dañino como la falta de gratitud y afecto al destino sabio que nos depositó en el terruño donde nacimos. El hombre es “artífice de su propio destino”.   

El día donde valoremos adecuadamente nuestra historia, nuestros próceres y nuestras propias cualidades alejadas de toda actitud fanfarrona, pero con cabal conciencia de nuestras auténticas capacidades, seguro nuestra moneda nacional tendrá el poder que merece. Entonces los argentinos transitaremos el fecundo camino de la prosperidad nacional.   

Los mensajes que nos enviamos a nosotros mismos son suicidas como Nación. Creemos en la prosperidad extranjera y cualificamos desastres internos. Esto es una locura colectiva. Estamos ataviando nuestro propio funeral con flores de malsana ingratitud.   

Debemos realizar una profunda introspección como sociedad. Darles valor a nuestros esfuerzos, despertar la confianza en nuestros hermanos, creer que es posible construir la sociedad equilibrada y justa que merecemos. Fronteras adentro, trabajando como el hornero, con cantos de laboriosidad constante, edificaremos nuestro nido de fecundidad patriótica.   

De forma subterránea y certera, la argentinidad se está cimentando. Los grandes medios de comunicación no lo ven con sus miradas profanas, pero la realidad de nuestra gloriosa Argentina surgirá con la fuerza sana de nuestra estirpe de héroes de la patria.   

A pesar de las alturas financieras que pueda alcanzar el dólar, necesitamos espiritualmente creer en nuestro amado peso argentino. La cultura criolla nos salvará del desastre que anuncian los cultores de latitudes ajenas, ficticias y materialista.   

Creemos en el bien, creemos en nuestro peso porque creemos en San Martin, Belgrano y Rosas, creemos en nuestras Malvinas y en nuestros soldados que entregaron su vida para que nuestra Nación sea gloriosa. En síntesis, creemos en dios, en su plan y en sus hijos.   

Reconciliación, el único camino posible

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista advierte la importancia de “actuar con honestidad y rectitud, el principio de la salida hacia arriba que tanto merece nuestro pueblo”.

El expresidente Eduardo Duhalde no deseaba de ninguna manera producir daño alguno a nuestra democracia con sus afirmaciones que, sí, en verdad fueron más que inoportunas e indeseables.    

Deseamos mencionar que pensamos que Eduardo Duhalde es un hombre de bien y que jamás pensó en perjudicar al presidente Alberto Fernández y muchísimo menos manchar el derrotero del orden constitucional argentino.    

También es correcto decir que nuestras fuerzas armadas están desarrollando una conducta ejemplar, luchando contra la pandemia, asistiendo a los más vulnerables, combatiendo incendios en el Delta bonaerense y en la provincia de Córdoba, además de ocuparse de la preparación propia para la defensa nacional ante una eventual agresión extranjera. Confiamos plenamente en nuestras fuerzas armadas, bastión indiscutido de la argentinidad. 

Que singular paradoja, ciertos periodistas buscan la novedad, saben que si generan un exabrupto del entrevistado será una noticia loable para su fama y buen nombre. Luego de encontrar lo que anhelan (ideas o conceptos polémicos) saltan raudamente a “destrozar” a su invitado. Se colocan una blanca túnica que desentona profundamente con sus acciones y se tornan en verdugos implacables del consultado.    

Los “gladiadores” del micrófono, luchadores del rating, vieron la oportunidad de sacrificar una víctima más ante el gran público para mostrarnos su “transparencia y honestidad” que desde siempre estuvo en tela de juicio. Farsantes de la palabra, fenicios incorregibles por opción, cual cultores del circo romano contemporáneo se horrorizaron con desmesura insólita, sobreactuando en la exhibición de su dudosa dignidad intelectual. Por supuesto, interrumpían su oratoria televisiva para realizar los avisos comerciales. Ellos mismos protagonizaban a viva voz las fatigosas publicidades reiteradas (hay que llenar el changuito), la verdad puede esperarnos en el estacionamiento del supermercado.    

Argentina continúa siendo presa de las antinomias. Las cuales parecen reinar en el doméstico feudo político criollo. Hay que aceptar que siempre existirán opositores que manifestarán enérgicamente su oposición. Es una fantasía de casi todos creer que se puede gobernar sin fuerzas encontradas en intereses y perfiles de Nación distintas.  La oposición política en la democracia da legitimidad a las medidas de gobierno de los oficialismos de turno. Sin oposición viva no hay democracia real.   

Claro está que hablamos de fuerzas políticas diversas con un alto sentido de responsabilidad y sentido constructivo.  La acción política sin una gran dosis de reconciliación real con el adversario ocasional es un ejercicio estéril que jamás construirá bienestar para la sociedad.   

Si buscamos la contradicción en las conductas ajenas seguramente la encontraremos o creeremos encontrarla. Vemos lo que deseamos ver. Las hipótesis de conflicto se tornan “reales” por la predisposición reinante en el criterio ya forjado en nuestro intelecto.    

La grieta está soberanamente presente en muchos dirigentes de nuestra sociedad y sobre todo en ciertos periodistas que alimentan sus programas radiales y televisivos con la “sangre” de los desencuentros ideológicos, fomentan rivalidades y potencian peleas que lastiman el universo del pensamiento honesto. En la gente “de a pie” hay encuentro y pensamientos comunes para poder progresar y avizorar un futuro mejor para nuestra Nación.   

Nuestros dirigentes deben ejercen una sincera reconciliación con su mundo interior y reflejar armónica convivencia para con los rivales de turno para generar consensos en vez de enfrentamientos inútiles.   

Las elecciones legislativas del 2021 ya están en el foco de atención de oficialistas y opositores. Negarlo significa burlarse de la gente.  Mientras, el hambre deteriora nuestras capas bajas y medias sociales, el coronavirus continúa azotando a la comunidad toda y nuestro país avanza a los tropezones por falta de generosidad de nuestros dirigentes.   

Asumamos con responsabilidad plena nuestras propias decisiones en nuestro mundo laboral cotidiano. Nosotros seremos parte del conflicto suicida o del consenso social deseado que debemos construir tenazmente entre todos.     

Cada pensamiento de fe y confianza en nosotros y nuestros semejantes será un auténtico paso adelante. No esperemos tanto de los demás. Obliguémonos nosotros a actuar con honestidad y rectitud. Ese será el principio de la salida hacia arriba que tanto merece nuestro pueblo.   

Destruir silobolsas, maldad y barbarie

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista sostiene que destruir aliminto “es un despropósito perverso propio de mentes oscuras”.

Ni idealistas, ni militantes sociales, menos aún representantes del pueblo, los que rompen silobolsas son delincuentes de la peor laya. Corromper alimento ante una gran parte de nuestra sociedad hambrienta, es en verdad un despropósito perverso propio de mentes oscuras.   

La destrucción y el daño resulta siempre una expresión de crueldad y suma ignorante necedad. Un genuino devoto de la justicia social construye oportunidades, transforma voluntades para edificar oportunidades de progreso para los que menos tienen. Jamás se detiene en las cavernas lúgubres del odio y el daño.    

Desde una cobarde terrorista bomba hasta un aparente inofensivo insulto descalificador lanzado a opositores son ejercicios deleznables para hombres y mujeres que tienen su compromiso con el bien para con sus semejantes. La violencia en cualquiera de sus expresiones sólo genera más violencia y muerte.   

El campo produce alimentos que son fruto del trabajo fecundo, granos que la madre tierra regala generosamente a los pueblos. Claro que sabemos que hay especuladores y latifundistas que sólo piensan en lucrar, pero la destrucción de alimentos sólo empeora el panorama social y eleva la escalada de enfrentamientos populares que fomentan los cultores de la apátrida grieta política.  

Los labriegos son buena gente, igual que los obreros de la construcción o los operarios de las fábricas. Los sin corazón “trabajan” para enfrentar pobres con desposeídos, laburantes con changarines. En verdad los arquitectos del odio buscan dividir para gobernar desde sus lujosas guaridas de mentira y falsedad.    

Cuidemos los frutos de la tierra. Que nadie piense que se “hace patria” destruyendo. Sólo la política superior de los grandes estadistas encarrilará la distorsión de principios que se trata de justificar.   

Cada grano de alimento desperdiciado redunda en más hambre para la gente. Mayor producción de alimentos significa mayor accesibilidad para los humildes del pan de cada día. 

Dolor causa ver granos desperdiciados sobre los campos, al igual que el uso político, de todos los lados, que se pretende hacer de estos hechos vandálicos.   

Fábricas produciendo y los campos sembrados con granos cuidados por todos, esa es la fórmula del bienestar para la gente y la grandeza de nuestra amada Argentina.   

Alberto, Vicentin y la Argentina pendular

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista advierte la necesidad de aminorar el “oscilar irrespetuoso” del péndulo de “la inestabilidad emocional”, actuando con equilibrio y firmeza.

Está claro que el gran cuco de los argentinos es la Venezuela de Nicolás Maduro. Basta con nombrar la tierra natal de Bolívar para que las controversias estallen virulentamente en el ánimo político nacional.  “Argentina va rumbo a ser Venezuela” es el “mantra” que repite con vehemencia Cambiemos cuando quiere lastimar al poder central. Es la punta de lanza hiriente de la oposición política al gobierno de Alberto Fernández. Debemos reconocer que el cuento del “hombre de la bolsa” resulta bastante eficaz para los tenaces opositores al presidente de la Nación y a todo aquello que huela a peronismo.  

Alberto Fernández aplicó el freno de mano en la intención de expropiar Vicentin. ¿Sabiduría política o debilidad de liderazgo la del presidente? Los inmediatos tiempos que raudamente se avecinan descifrarán claramente la incógnita expresada. Cuando una persona poderosa muestra capacidad de reconsiderar sus decisiones nos encontramos ante un individuo con capacidad de análisis y autocontrol, que rinde tributo a la inteligencia creativa.  

Para los que tomaron a Vicentin como bandera de lucha les recordamos que la empresa adeuda 20.000 millones de pesos al Banco Nación, dinero perteneciente a los argentinos y que la empresa debe devolver. Si Vicentin fue elegida como bandera de lucha, los anoticiamos a sus seguidores que es un estandarte manchado de corrupción, que tiene más que ver con las macro estafas que con el bienestar del pueblo de la república.   

Las personas vivimos entre emociones pendulares. La acción y reacción es casi instantánea en nuestras latitudes. Argentina se encuentra entre las naciones que más cuidaron a su población, protegiendo a los desamparados y reforzando un sistema de salud que estaba abandonado.  

Además, ciertos comunicadores sociales nos cuentan numerosas fábulas inciertas, donde siempre en el exterior se “vive” mejor que en nuestra argenta tierra; cuando en verdad en muchos de estos paraísos inventados por los cipayos de siempre se cuentan los muertos de a centenares de miles. Naciones tan grandes que arrojan a sus ciudadanos a las voraces fauces de la mortal infección. 

Un destacado laboratorio alemán eligió a nuestro país y a sus profesionales para monitorear una posible vacuna contra el coronavirus. La seriedad y capacidad profesional de nuestros científicos es reconocida mundialmente. El laboratorio Pfizer depositó gran confianza y reconocimiento para con el sistema de salud nacional.  

La Argentina pendular parece sorprendernos cada día con sentimientos encontrados. Mauricio Macri viajó a la hermana república de Paraguay para reunirse con importantes personalidades políticas. Mientras los presidentes manejan naciones por videoconferencias e internet, Mauricio Macri fue en persona al Paraguay ¿Cuál sería la magnitud del tema a tratar que reclamara la presencia física del expresidente? ¿O quizás sólo fue un acto de provocación más para con la cuarentena que nuestro país vive?  

Las naciones del planeta están implementando sus planes económicos para hacer frente a la crisis mundial.  

Argentina llama a sumar esfuerzos para que juntos podamos edificar la ventura que nuestra gente bien merece. Debemos aminorar el oscilar irrespetuoso del péndulo de la inestabilidad emocional, actuando con equilibrio y firmeza.  

El Estado apuesta a la responsabilidad ciudadana de higiene y distanciamiento social responsable para luchar contra el contagio del coronavirus. Así la apertura de actividades ciudadanas será más rápida y eficiente. De nosotros dependerá. 

Tenemos un presidente con capacidad de recalcular políticas de gobierno. Acudamos a la madurez cívica como verdadero instrumento de nuestras sagradas libertades individuales.

Mil y un días de cuarentena

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista sostiene que es tiempo de tomar “medidas atrevidas” si el objetivo del Gobierno es fomentar drásticamente la producción.

Casi tan agobiante como la epidemia misma, la extensa y necesaria cuarentena golpea el ánimo y el bolsillo de la gente. Un manto gris de lacerante incertidumbre se despliega sobre las esperanzas de las familias que añoran volver a una rutina de trabajo, estudio y relaciones sociales tan entrañables para nuestra naturaleza interdependiente.

Oficialismo y oposición, con responsabilidad de gobierno, comparten los trazos gruesos de una cuarentena ineludible para resguardarnos de un virus sumamente contagioso y maligno. No es apropiado ni posible un congelamiento extremo de la actividad laboral de un país. Las personas deben alimentarse, vestirse, consumir electricidad, gas, y por qué no recordar que nuestra psiquis reclama fervientemente por su hemisferio de expansión y aprendizaje junto a sus semejantes.

Los funcionarios de todo nivel bien comprenden esta situación, así que la flexibilización de la cuarentena ya está en marcha indetenible. Además, la gente por propia impronta quebró resueltamente los precintos de sujeción que los inmovilizaban.

Comprensible es mantener la distancia social para no contagiarnos y extremar todas las medidas de prevención para cuidar a nuestros semejantes y cuidarnos, pero debemos rápidamente superar la inmovilidad productiva que nos pretende sumergir en los pantanos de la desesperación colectiva.

Una excelente medida de gobierno que se proyecta indefinidamente en el tiempo suele transmutarse de buena o correcta en un inconveniente comunal que puede desesperarnos y originar un fuerte malestar popular. Aún estamos a tiempo de recrear y reorientar las medidas de cuarentena en aspectos sumamente necesario para la población.

Entre otros aspectos debemos fijar las modalidades inteligentes del retorno a clases presenciales en escuelas y universidades, de a grupos y por etapas tal vez, pero hay que definir el tan importante retorno.

¡La apatía profunda puede ser más dañina que la mismísima epidemia!

También es verdad que lo peor está llegando a nuestra patria, y que los loables esfuerzos del gobierno por cubrir las necesidades populares resultan escasos. La clase media requiere retornar a sus desafíos de progreso y producción que le da fundamento a su estirpe de pioneros de la Nación. La clase media precisa volver a sus desafíos, esto es mucho más que brindarles gratuitamente arroz y fideos.

Días y noches interminables de inacción forzada deprimen a los duendes de la creatividad. Las calles reclaman el tránsito de voluntades que le dan color y propósito a las gigantescas urbes humanas.

Coronavirus, cuarentena, contagio de políticos, Vicentin, pago de deuda y producción conforman un ramillete de problemas a superar. El que se distrae pierde y la “tortuga voluntariosa sobrepasa a la liebre displicente”.

Alberto Fernández piensa en recrear su gobierno más allá de la cuarentena y la oportuna asistencia alimentaria a los más humildes.

Es tiempo de atrevidas medidas de gobierno de cara a fomentar drásticamente la producción. Sacarle los grilletes impositivos a las pequeñas y medianas industrias para que puedan proyectar sus aspiraciones.

Nuestras PyMEs probaron de sobra que saben cómo subsistir. Es tiempo de permitirles crecer.

Covid 19, entre los contagios y la bancarrota

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista advierte el peligro del aislamiento social, y el daño que produce en el ánimo social.

Nos cuidamos, nos protegemos, se cumple la cuarentena, la humanidad es solidaria, pero el pan a cada hogar llega cada vez con más dramática dificultad y escasez. Las deudas se acumulan, los compromisos contraídos agobian, el ánimo comunal está siendo apedreado por la incertidumbre reinante. El mañana parece un campo minado plagado de nuevas y desconocidas pruebas a superar. 

Nuestros niños y jóvenes aprenden desde el hogar, sin el calor del compartir las insustituibles experiencias del aula escolar. Con la ausencia del semejante, del amigo, del compañero, del amistoso rival con el cual competir. En definitiva, las aulas son en sí mismas el gran maestro irreemplazable. La sublime lección del compartir y relacionarnos en comunidad se comienza a mamar desde las escuelas, esas mismas que hoy permanecen cerradas, aisladas y solitarias llorando lágrimas de tintas no utilizadas, sordas al alegre himno del murmullo escolar. La legión de guardapolvos blancos que todas las mañanas se desplegaba con entusiasmo por nuestras calles, le daban sentido a todos los esfuerzos de los adultos. Si les mutilamos el futuro a nuestros jóvenes, los adultos perdemos el sentido celestial de nuestro presente. Con todas las prevenciones habidas y por haber, los chicos y jóvenes deben retornar a las aulas lo antes posible. No queremos una generación de “Lobos solitarios” que no sepan el valor real de compartir esfuerzos e ideales con sus hermanos de aula en el poético transcurrir de los días que se aproximan. Cuando los niños vuelvan felices a las aulas se evidenciará el triunfo del ser humano sobre el infame virus, y nuestros días cobrarán su sentido más profundo.   

¿Qué país nos quedará luego de esta pesadilla? ¿Cuáles serán los empleos que no volverán a brillar? ¿Nos adaptaremos al nuevo mundo que está naciendo?  

La humanidad está bajo “fuego cruzado”. Por un lado, el implacable coronavirus con su abrumador mensaje de infección y muerte y por otro, la cuarentena y el distanciamiento social mundial de lógica prevención que derrumba la economía planetaria. Claro está que la vida de las personas es lo verdaderamente importante, el cuidado de los individuos debe ser la indiscutida prioridad universal. 

En Argentina este principio humanitario y sagrado es honrosamente practicado por las autoridades nacionales, provinciales y municipales; tanto por las fuerzas oficialistas como opositoras. La grieta fue superada por el correcto criterio de cuidar a nuestros semejantes. Una vez más, el recto sentir y pensar triunfa sobre el criminal materialismo egoísta y residual que aún vocifera en algunos rincones oscuros del globo planetario. 

Cierto es también que el aislamiento comunal está lacerando el ánimo social. La angustia de las personas se respira en cada calle de la república. La gente añora volver a la dinámica laboral que necesita. La economía doméstica está destruida, las personas necesitan retornar a sus labores sin descuidar las austeras prevenciones que debemos tener para evitar el mal del coronavirus. La certera y solidaria ayuda del Estado argentino es bien recibida y valorada, pero en verdad resulta insuficiente ante las inmensas carencias que padecemos. El Estado más poderoso del mundo jamás podrá cubrir las expectativas propias de cada familia, de las fábricas, talleres, oficinas y negocios que bien comprenden la necesidad de la cuarentena a la vez que observan cómo el cumplimiento de la misma les arrebata el presente y el futuro que soñaron.  

Los argentinos saben que la cuarentena es necesaria para enfrentar al virus artero, a la vez que el hartazgo está cada vez más presente en el clima familiar.   

El primer enemigo es el Covid 19, el segundo (respirándole la nuca al primero) es la bancarrota mundial que se traduce en cada barrio con la ausencia de lo primordial. Los sueños deben ser concretados, palpados, vividos en la divina cotidianidad de las horas que abrazamos. 

¡Jamás perderemos las esperanzas de vivir en libertad y fraternidad! 

Coronavirus, causa y efecto

Por Máximo Luppino. El dirigente peronista reflexiona sobre la posibilidad de resignificar el rol que cumple el género humano en la actualidad.

Mientras el infame virus obliga a las personas a recluirse, el planeta respira del agobio ambicioso de una humanidad insensata. Los humanos nos confinamos contaminando mucho menos el medio ambiente y entonces apreciamos cómo el planeta reclama su imperio de belleza y orden verde. Animales que pasean libres por las calles de las grandes ciudades, delfines nadan en los canales de Venecia y pájaros de diverso y multicolor plumaje cantan libres entre estatuas, fuentes y edificios quietos. Son prueba irrefutable del reclamo natural.

Más allá de todas las teorías conspirativas sobre la “creación” en laboratorios del Covid 19, cierto es que los científicos inescrupulosos de los países imperialistas han manipulado vida microscópica para diseñar “armas letales”. Los gases mortales que ya el hombre utilizó contra sí mismo es una prueba irrefutable de un sector científico abocado a la destrucción de la raza humana en vez de abocarse a su bienestar. El gas mostaza, el “polvo naranja” y tantas otras formas diabólicas de matar al prójimo salieron de mentes retorcidas en el oscuro arte de mutilar la vocación de vida y realización de los seres sencientes. La sola funesta intención de diseñar destrucción viral, ya comienza a matar a los seres existentes, la energía mental es la matriz del poderoso mundo de las ideas y la intencionalidad. ¡El pensamiento destruye o construye según la intención del pensante!...

La ley de causa y efecto impera, y los pensamientos son los padres de las acciones concretas. “El hombre es artífice de su propio destino” nos recordaría el sabio general… La demencial ambición humana contamina el planeta, dañando el universo mineral, vegetal y animal. ¿Quién entraría a un hospital destruyendo todos los tubos de oxígeno? ¡Sólo un desquiciado demente obraría de tal suerte! ¿Entonces, por qué arrasamos con los bosques y selvas que son las fábricas naturales del aire necesario para vivir?

Cada árbol es un dador benigno y noble del oxígeno que imperiosamente necesitamos. En vez de cuidarlo, lo destrozamos.

Estamos convencidos de que el coronavirus es un efecto del ignorante trato que ayer y hoy le brindamos al planeta. La tierra reclama armonía y belleza, vida y bondad por encima de la muerte y el dolor.

Mientras el género humano no acepte cabalmente su rol de constructor de paz y armonía, seguirán surgiendo “instructores indeseados” como el coronavirus. El criminal Covid 19 que tanto hace sufrir a todas las naciones sería sólo un adelanto de un mal mucho mayor que se aproxima si no cambiamos la brújula de nuestro destino. Todo mal puede y debe ser superado, siempre que actuemos con inteligencia y correcta intención. La intención de dominio y lucro demencial debe ser sustituida firmemente por la vocación de servicio del hombre para con el hombre y la creación toda. Es el amor constructivo el sentimiento lógico del Orden Natural. Servir para ser útil a un plan divino de desarrollo y grandeza.

La necedad capitalista se resiste a dejar su territorio de crueldad. Así vemos a algunos gobiernos que están más preocupados por la Bolsa de Valores y sus intereses financieros que por los miles de conciudadanos que mueren y sufren a su rededor.

Argentina optó desde el principio de la crisis pandémica por lo correcto. Priorizó la vida de los seres humanos antes que las finanzas demoniacas de los que prefieren una lata llena de monedas antes que sentir el latir del corazón de un semejante.

Son momentos históricos para la humanidad. Tanto sufrimiento debe dejarnos un importante bagaje de aprendizaje, seguro que así será.

Creemos en la naturaleza divina de la creación. Sabemos del amor que dio vida y sueños a la humanidad. Creemos en el presente y en los días dorados que se aproximan.