Con la intención de continuar visibilizando la lucha contra la imprudencia al volante, la Legislatura porteña declaró de Interés Cultural para la Ciudad de Buenos Aires el mural “Flores para Martina”, el cual homenajea a Martina Miranda, una adolescente de 16 años que fue asesinada en un accidente de tránsito en 2016 mientras cruzaba la avenida Scalabrini Ortíz, en el cruce con Vera, en el barrio porteño de Villa Crespo.

En un acto muy emotivo y con la presencia de Oscar y Silvia, padres de Martina, Victoria Ferreyra, quién realizó el mural, y las Madres del Dolor, se descubrió una placa en la que se distingue a la obra.

La iniciativa fue impulsada por el radical Ariel Álvarez Palma (UCR-Ev), quien afirmó que “cuando me contaron acerca de lo que le había pasado a Martina y como sus padres decidieron rendirle homenaje a través de este elocuente mural en el que se la recuerda a Martina viva, decidí que debía ser destacado de alguna manera” e insistió en que “pasar por este lugar y encontrarse con tantos colores, con tanta vida, emociona profundamente; el mural transmite un mensaje lleno de vida, alegría y desde este lugar se busca generar conciencia vial”.

El mural de 1600 metros se encuentra en Plaza Patio Gurruchaga en el barrio  de Villa Crespo. Victoria Ferreyra, fundadora de Pinta Argentina, creó esta obra a gran escala de arte murario en el que aparece la imagen de la joven, junto a la Madre Teresa de Calcuta, Frida Kahlo, flores enormes, y dos elefantes que representan el amor que se tenían con su novio.

Cabe recordar que Miranda fue asesinada el 14 de febrero de 2016 cuando venía de celebrar su primer “San Valentín” junto a su novio Franco, cuando Damián Villanueva, de 22 años, cruzó en rojo la mencionada avenida y la atropelló a toda velocidad.

Tras el accidente, Villanueva huyó en contramano por la avenida Corrientes y terminó suicidándose dos días después.