En su descargo, el legislador tucumano calificó de “fiscal militante” al funcionario judicial que pidió su indagatoria y presentó argumentos para rechazar la acusación.
El diputado provincial tucumano Ricardo Bussi salió al cruce del fiscal federal de esa provincia Pablo Camuña, quien acusando al legislador de haber “propagado el Covid-19”, pidió esta semana su indagatoria. “El poder político pergeña una nueva causa y esta vez, con un fiscal militante a la cabeza”, replicó el exsenador nacional a través de un comunicado.
El funcionario judicial considera que Bussi concurrió a una sesión de la Legislatura provincial sintiendo síntomas y en ese marco fue que generó el contagio de un colega. Camuña sostiene que tanto el legislador como su pareja “habrían violado en reiteradas oportunidades las medidas de aislamiento obligatorio impuestas en su domicilio de la localidad de Yerba Buena”.
En su respuesta, que Bussi hizo llegar a este medio, sostiene que “al momento de asistir a la Legislatura, el supuesto día que había ido con intenciones de contagiar, ya hacían 27 días que había llegado de la República de Brasil”, y en ese sentido presenta como prueba los pasajes emitidos por la aerolínea a través de la cual viajó. Asimismo advierte que “no se pudo probar que tanto yo como mi esposa hayamos realizado compras (que impliquen un traslado) durante el período de cuarentena”.
En la presentación, que oficia como documento ante la Justicia, Bussi señala que a pedido suyo se levantó secreto profesional de los médicos que lo atendieron en esa oportunidad, los doctores Fernando Chahla, Isa y Rasguido. “Chahla informó que la noche del 16/3 me diagnosticó una gastroenterocolitis como consecuencia de mis permanentes dolencias gástricas. Esa noche no tenía fiebre. Para él no tenía ningún síntoma de Covid-19. En tanto Isa, médico de Galeno (mi obra social) al momento de realizar la visita, al otro día en mi domicilio ya que había empeorado mi cuadro, dijo que tampoco tenía fiebre. Sin perjuicio de ello solicitó hisopado. Rasguido, adujo que al momento de examinarme pude haber tenido dengue por la zona en donde vivo y sobre mi contagio de Covid que lo puedo haber adquirido en la propia legislatura porque es mi ámbito de trabajo”, apunta Ricardo Bussi.
En su presentación, Bussi remarca que “es tan maliciosa la denuncia, que resulta pueril pensar que la traje de Brasil ya que el doctor Luis Medina Ruiz del SIPROSA (2° en jerarquía, luego de la ministra Chahla) afirmó a los medios locales que mi caso era ‘muy raro’, ya que hacía un mes yo había regresado de Brasil, es decir que era imposible que yo haya diseminado el virus. No es necesario aclarar que recién hace un tiempo se declaró la circulación comunitaria en la provincia y que no contagie a nadie, a nadie (diversos testeos PCR’s, realizados a mi entorno familiar y a periodistas así lo demuestran)”.
En su descargo, Bussi considera como “la frutilla del postre” a las declaraciones de sus pares Federico Masso y Sandra Tirado, quienes manifestaron que “el 17/3, me vieron en la Legislatura desganado, con cara de cansado, ojos pálidos, etc. Justo ellos, afines al gobernador Manzur, además de personas que pertenecen a grupos de riesgo que si fueran conscientes de ello, no deberían haber asistido a la famosa sesión legislativa. Sus afirmaciones fueron tan falsas y tendenciosas y se contraponen con las declaraciones del doctor Isa, que me atendió esa noche, que dijo que yo estaba lúcido, que no estaba desganado ni tenía ojos vidriosos”.
Como conclusión, Bussi considera que todo lo expuesto “demuestra que estamos ante una causa armada por el Gobierno y quien está al frente de la misma es nada más y nada menos que un ‘fiscal militante’”.
En la nota presentada como descargo, el presidente de Fuerza Republicana pide que ese mismo fiscal “investigue con la misma intensidad que me investigaron a mí, el extravío de 2 kilos de cocaína, que desaparecieron de su fiscalía, oficina que lleva adelante investigaciones relacionadas con el tráfico de drogas. Otro dato no menor, la secretaria actuante, doctora García Salemi, secretaria militante al igual que el fiscal, luego de la desaparición de la droga, continúa en su cargo y la causa, parece haber quedado en el olvido”.
