Ocaña quiere PASO solo en los distritos donde haya más de una lista

En momentos en que se especula con la posible suspensión de las primarias, la diputada de Juntos por el Cambio consideró esa movida como una “extorsión” oficial, pero aclaró que esas elecciones deberían estar acotadas.

La diputada nacional por Confianza Pública Graciela Ocaña señaló este sábado que “las PASO deben realizarse sólo en aquellos distritos donde haya listas partidarias que compitan entre sí”, y agregó que “si no hay internas entre los partidos no tiene sentido organizar una PASO como en 2019”.

En declaraciones a FM Milenium, Ocaña expresó que “las PASO es un mecanismo interesante para mejorar la representación de los partidos” y reiteró su postura a través de un proyecto de ley que establece que no se realizarán las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias en aquellos casos en que las agrupaciones políticas hayan presentado una lista única de precandidatos por categoría, debiendo la Justicia Nacional Electoral proclamarlas como lista de candidatos a las elecciones generales.

“Este interés del presidente Alberto Fernández por suspenderlas me llama la atención, no entiendo cuáles son sus razones”, dijo y añadió que “es llamativo que se plantee en las puertas de un año electoral, es parte de la extorsión del Gobierno que hace con los gobernadores peronistas contra los distritos que no lo son, como hemos visto que hicieron contra la Ciudad de Buenos Aires quitándole más del 10 por ciento su presupuesto”.

En ese sentido, la legisladora nacional sostuvo también que “el acto eleccionario debe realizarse cuando realmente exista una disputa de precandidatos y no que se desvirtúe un acto de tanta importancia convirtiéndolo en una mera encuesta”.

Asimismo, recordó que “en 2009 se celebraron las elecciones de manera normal en el marco de la gripe H1N1” y sumó que “excusar razones sanitarias por la pandemia me parece difícil de explicar después de lo que vimos en el velatorio de Maradona”.

Finalmente, Ocaña manifestó que “el Congreso debe ser el ámbito para discutir las PASO”, pero aclaró que “el presidente pudo haberlo incluido en el listado de proyectos para discutir en sesiones ordinarias o extraordinarias”.

Como con la Procuración, para suspender las PASO el oficialismo también piensa en un proyecto de la oposición

Mientras cada vez más gobernadores se pronuncian a favor de su suspensión y Juntos por el Cambio lanza advertencias, en el Frente de Todos podrían echar mano a una iniciativa del año pasado de Pablo Tonelli.

Por José Angel Di Mauro

El primero fue el gobernador de San Juan, Sergio Uñac. Después fueron sumándose otros mandatarios, con mayor o menor énfasis, pero todos  con el mismo objetivo final: generar masa crítica para que el año que viene no se realicen las elecciones primarias que dispone una ley sancionada en 2009.

Este viernes fue el turno del gobernador tucumano Juan Manzur, y eso generó la reacción del presidente del interbloque de diputados nacionales de Juntos por el Cambio, Mario Negri, quien cuestionó la iniciativa impulsada por sectores del peronismo de suspender en 2021 las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). “El Gobierno nacional está haciendo gatopardismo. Por un lado, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, dice que no está en los planes del Ejecutivo suspender las PASO, pero, por otro lado, gobernadores del PJ salen a proponerlo”, señaló Negri.

“Mientras en países hermanos como Bolivia o Chile los ciudadanos fueron a elecciones en medio de la pandemia, acá en Argentina los dirigentes del PJ piden suspender nueve meses antes las PASO con la excusa de la peste”, dijo el diputado cordobés.

En su cuenta de Twitter, Negri se hizo eco de las declaraciones del gobernador de Tucumán, quien este viernes pidió la suspensión de las PASO por “el difícil momento sanitario y económico”. https://twitter.com/marioraulnegri/status/1324836396062920706?s=20

Desde el Gobierno nacional se muestran ajenos a una eventual movida en ese sentido, aunque algunos dan señales inocultables de cierta anuencia hacia la suspensión de las primarias al relativizar su importancia, sobre todo para una elección legislativa, que es cuando son menos los que buscan competir en el seno de los partidos. “Hay que ver si están de acuerdo con gastar 13.000 millones de pesos en lo que no es más que una gran encuesta nacional”, deslizó este viernes una fuente legislativa consultada. Con todo, ese mismo legislador oficialista consultado aclaró que el pedido no estaba viniendo desde el Ejecutivo, sino que hay ya “catorce o quince gobernadores que piden suspenderlas, como así también algunos legisladores”. Citaron los casos del mendocino José Luis Ramón, el cordobés Carlos Gutiérrez y el rionegrino Luis Di Giácomo, más la mendocina Claudia Najul, la única voz en ese sentido proveniente de Juntos por el Cambio.

“Pero no hay ningún proyecto presentado”, recalcó el legislador. Desde el Poder Ejecutivo, mientras tanto, surge la siempre la misma respuesta ante cada consulta en ese sentido: cualquier decisión sobre ese tema debe tomarla el Congreso de la Nación.

En este marco, eso sí, desde la Cámara Nacional Electoral ya vino una señal, con un fallo en el que básicamente se adelanta que no llegan a cumplir con el cronograma electoral, producto del impacto de la pandemia. Es el elemento del que llegado el momento se agarrarán algunos gobernadores para suspender las PASO provinciales. “Habrá que ver qué piensan los gobernadores de Juntos por el Cambio”, razonó un dirigente oficialista a la espera de que sean ellos los que terminen imponiéndole al principal bloque opositor una mirada crítica hacia las primarias.

“También es cierto que es muy difícil para Juntos por el Cambio oponerse, con el proyecto de (Pablo) Tonelli de suspensión de las PASO con estado parlamentario. Porque en realidad si la mayoría de los gobernadores toma la decisión, es simplemente tratar el proyecto Tonelli… Dictaminarlo y entrarlo al recinto”, advirtió ante parlamentario.com una calificada fuente legislativa del oficialismo.

En efecto, en octubre del año pasado -ya pasadas las PASO que fueron lapidarias para la suerte de Cambiemos-, el entonces presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja presentó un proyecto de ley para directamente derogar las primarias. El proyecto del diputado del Pro establece la derogación del título II de la Ley 26.571 que introdujo las PASO, y que las internas de los partidos políticos se realicen tal cual ocurría hasta entonces: de acuerdo con lo que establecen sus respectivas cartas orgánicas.

Vale aclarar que el diputado Tonelli siempre fue crítico de las PASO, al punto tal de calificarlas de “inconstitucionales”. Pero sus críticas hacia las primarias no surgieron a partir de la derrota de Cambiemos en agosto de 2019, sino que ya a principios de ese año las había calificado de inconstitucionales por violar “la autonomía de los partidos políticos, que deben tener libertad para organizarse y poder elegir sus candidatos”.

“Si se eliminan, yo feliz y contento”, dijo entonces en el programa “El hecho maldito”, de Futurock.

En esa línea, un encumbrado miembro del oficialismo señaló a este medio que “si eventualmente se toma la decisión de avanzar, a partir de que haya un consenso alrededor de este tema” en cuanto a la suspensión de las PASO, “¿para qué inventar proyectos si está el de Tonelli?”.

En caso de apelar a esa jugada, el Frente de Todos podría adoptar con las PASO la misma medida que el kirchnerismo está usando en el Senado con el tema del procurador general de la Nación: recogiendo un proyecto de la oposición para sacar provecho propio.

Primer gobernador que pide la suspensión de las PASO

Se trata de Sergio Uñac, quien fundamentó su reclamo en razones sanitarias y económicas y pidió elaborar un proyecto de ley en ese sentido.

Días pasados surgió una versión muy fuerte respecto de la intención del Gobierno nacional de suspender las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). El mismo día, desde el Ministerio del Interior se ratificó el cronograma electoral. Pero el tema sigue siendo objeto de consideraciones y la especulación de que se termina optando por esa alternativa, con el argumento de la pandemia y el ahorro que la suspensión de esas elecciones representaría para las exhaustas arcas del Estado.

Este lunes el gobernador de la provincia de San Juan, Sergio Uñac, se convirtió en la figura política más encumbrada que pide abiertamente la suspensión de esas elecciones previstas para 2021. Lo hizo a través de sus redes sociales, en una serie de tuits.

“Teniendo en cuenta las Elecciones Legislativas 2021, y respetando los mandatos constitucionales y el recambio de las autoridades elegidas por voto popular, considero oportuno que se evalúe la suspensión de las PASO establecidas por Ley Nº 26.571”, señaló el gobernador sanjuanino.

Para Uñac, “esto significaría menor riesgo sanitario y mayor ahorro económico”.

El mandatario sanjuanino concluyó sugiriendo que “a través del diálogo y el trabajo conjunto con los sectores políticos, generemos los consensos necesarios para presentar un proyecto de ley destinado a la suspensión de las PASO para el año 2021”.

La economía ya le pone un lastre a la imagen presidencial

Por José Angel Di Mauro En plena campaña, un dirigente macrista que un año más tarde ocuparía un rol importante en la gestión Cambiemos deslizó ante éste y otros periodistas lo que imaginaban como la llave para ganar en el futuro en los feudos del peronismo. “Les ponemos el voto electrónico y se acabó”, dijo […]

Por José Angel Di Mauro

En plena campaña, un dirigente macrista que un año más tarde ocuparía un rol importante en la gestión Cambiemos deslizó ante éste y otros periodistas lo que imaginaban como la llave para ganar en el futuro en los feudos del peronismo. “Les ponemos el voto electrónico y se acabó”, dijo confiado.

Fueron gobierno, pero con el tiempo comprobarían que no era tan sencillo: la reforma electoral pasó por Diputados, pero se empantanó en el Senado.

Tampoco eliminaron las PASO, como también habían sugerido, aunque terminaron siéndoles útiles en 2017, mas fueron su perdición en 2019, cuando la presidencia de Mauricio Macri terminó abruptamente ante la contundencia del resultado de las primarias. Sobrevino entonces una fuerte devaluación, tiro de gracia para la reelección.

Aunque lo contrario suene bien para el republicanismo, todo traspié legislativo erosiona al Gobierno que lo promueve sin éxito. Vale como dato para esta administración, en cuyas filas ya imaginan eliminar las PASO, al menos para la próxima elección: la pandemia, que solo terminará cuando exista la vacuna -y para eso falta al menos un año-, es un argumento contundente que alcanzará para imponer su suspensión. Que será definitiva en 2023, para cuando el Frente de Todos espera tener el número suficiente para disponerlo por mayoría simple. Si lo consideran necesario. En las legislativas les servirá que no haya PASO, simplemente porque el peronismo se ordena fácilmente cuando no es gobierno -salvo excepciones, cuando fue oficialismo, el kirchnerismo no usó ese recurso, y en el llano tampoco lo aceptó-, y estiman que así le complicarán la vida a una oposición que ya viene alertando sobre el tema, convencida de que tendrán que esa ya es decisión tomada en el Frente de Todos.

Preocupado por la pandemia y el post pandemia, el Gobierno no tiene mucho tiempo para pensar en elecciones. Ni tampoco es su desvelo; de eso se ocupan en el Instituto Patria, donde como ya hemos dicho diagraman la estrategia para 2021, 2023 y aun para más adelante. Y ya tienen a futuros candidatos en campaña. Es lo que viene haciendo sin rubores Sergio Berni, con especial énfasis esta última semana. La particular construcción del Frente de Todos hace que un ministro provincial pueda polemizar sin riesgos con el Gobierno nacional. Las muestras de fastidio, que existieron no fueron exteriorizadas por los funcionarios nacionales, salvo escasas y muy leves excepciones, atentas a que el ministro de Seguridad bonaerense responde a la vicepresidenta. El mismo lo dejó claro en un reportaje en el que no solo soslayó al Presidente de la Nación, sino también a su jefe directo, el gobernador.

El mediático Sergio Berni, un hombre con grandes aspiraciones.

Pero como ya se sabe que Axel Kicillof es el preferido de Cristina Kirchner, quien lo imagina sucediendo a Alberto Fernández en el próximo turno, a nadie se le ocurrió plantear contradicciones en los dichos de Berni. Quien no tiene límites en sus aspiraciones, dicho sea de paso: ha presentado un recurso para ser repuesto dentro del Ejército, con el deseo de ascender a coronel, para luego ser general. También quiere ser presidente. Antes, tal vez, vaya por la gobernación, pero primero podrá ser testeado en las legislativas, donde quizá compita con María Eugenia Vidal. Hombre de acción, como se autoproclama, es difícil imaginarlo en una banca de Diputados; preferiría seguir en la gestión hasta 2023 y buscar entonces un cargo ejecutivo a través de las urnas. ¿El lugar de Kicillof, si el exministro de Economía busca quebrar el maleficio de los gobernadores bonaerenses con Balcarce 50?

¿Qué otro sentido tendría el cara a cara con los empresarios más que el de modificar la imagen que puedan tener estos de quien en un futuro mediato podría aspirar a seguir los pasos de sus padres?

No hay que descartar a Máximo Kirchner, sobre todo si la experiencia provincial de Kicillof no es lo suficientemente convincente. El líder de La Cámpora es, para Cristina, el sucesor natural por obvias razones. Por eso se le dio el cargo de relevancia que ostenta en Diputados, y es la cara visible de los principales proyectos que emergen allí. El le pondrá la firma al impuesto a las grandes fortunas, aunque el texto sea de Carlos Heller; él suscribió el de la campaña para donar plasma, aprobado en tiempo récord, cuando ya se habían presentado medio centenar en el mismo sentido.

El primogénito de los Kirchner hace de local en todo el distrito bonaerense, donde su voz pesa para los intendentes tanto como semejante apellido hace imaginar. Y ha empezado a dialogar con los empresarios, como trascendió la última semana a partir de un encuentro que mantuvo con los dueños de las principales compañías de la Argentina. Fue de la mano de Sergio Massa, con quien ha construido un vínculo clave, más allá de que en el futuro terminen compitiendo entre sí. ¿Qué otro sentido tendría el cara a cara con los empresarios más que el de modificar la imagen que puedan tener estos de quien en un futuro mediato podría aspirar a seguir los pasos de sus padres?

A propósito de Massa, el presidente de la Cámara baja construye su agenda, haciendo su propio equilibrio. En el mundo K, Máximo es su socio principal. Y con el objeto de preservar sus bases originales, la última semana presentó un proyecto tipificando como “delito contra la propiedad” los ataques a silobolsas. Aunque el mismo despertó resistencias del kirchnerismo duro, al oficialismo le sirve, pues la oposición había tomado el tema como caballito de batalla. Habrá que ver cuál es la evolución del proyecto en la Cámara, pues le corresponden las generales de la ley que comentábamos al principio. Al ser una iniciativa del presidente del Cuerpo, tiene que salir, sí o sí.

¿Por qué se está hablando de 2023 dentro del propio oficialismo, cuando hay un presidente que no tiene vedada la reelección y cuenta con una imagen elevada? Porque él mismo se ha ocupado, con gestos, de dar la sensación de ser un presidente de transición. Muchos ya en privado admiten considerar que Alberto Fernández ha cumplido con el objetivo de devolver al peronismo al poder y su destino es ordenar las variables para que el próximo gobernante ponga en marcha el programa deseado. Arreglar el tema de la deuda es una; veremos la recepción que tiene en los acreedores la nueva propuesta que hará el Gobierno este lunes.

Alberto Fernández al participar de la Cumbre del Mercosur. (Foto Presidencia de la Nación)

El propio Fernández abona la teoría de la transición con discursos como el que tuvo en la cumbre del Mercosur el jueves, al señalar que “sé que mi paso por la Argentina es solo un paso”. Rápidos de reflejos, no fueron pocos los que interpretaron como un límite autoimpuesto lo de “solo un paso”.

La pandemia hará su aporte en la materia. Ningún gobierno saldrá indemne de esta crisis sanitaria mundial, con impacto directo en la economía. Un adelanto contundente lo tuvimos el lunes pasado, cuando el INDEC reveló un derrumbe de la economía del 26,4%: la mayor caída de la historia. Fue el primer mes de la cuarentena y por lo tanto la etapa más cerrada.  Pero donde uno ponga los ojos encontrará datos negativos. Según un relevamiento de la Fundación Mediterránea, desde el inicio de la cuarentena solo un 28% de las empresas pudieron estar “plenamente activas” estos más de cien días. El 54% operó solo de manera parcial y el 18% estuvieron “totalmente inactivas”, al menos hasta mayo, último mes del relevamiento.

El Gobierno, que ya está preparando el Presupuesto 2021, estima que la economía caerá poco menos del 10%. Se aferra en ese sentido al dato que dio el Fondo Monetario, aunque el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que hace el Banco Central entre analistas y universidades anticipó un promedio del 12%. Pero esto es muy dinámico: el mes pasado habían pronosticado 2,6 puntos menos.

El presidente encabezó en la semana una reunión del gabinete económico. (Foto: Presidencia de la Nación)

Tarde o temprano eso impactará en la imagen presidencial. Ya lo está haciendo, según un relevamiento de D’Alessio Irol/Berensztein, que anunció que la gestión nacional tuvo una caída de 11 puntos en su aprobación, retomando valores previos al comienzo de la pandemia. Dando cuenta, dice el estudio, del “empeoramiento del plano económico”. Ricardo Rouvier reveló por su parte un estudio que indica que “la prolongación de la cuarentena continuó erosionando la imagen del presidente y del Gobierno. Se mantiene la tendencia descendente, aunque sigue siendo el dirigente político con mejor imagen”.

“No hay ninguna objeción sobre el manejo de la crisis sanitaria, pero el hartazgo creciente de la población por el aislamiento y la cuestión económica empiezan a jugar en forma más significativa”, agrega el estudio. Un estudio de Aresco, en tanto, revela datos similares y alerta sobre una “pérdida de centralidad de la figura de Alberto Fernández entre sus no votantes”. Quienes piensen que estos datos harán flexibilizar la cuarentena, más vale no se ilusionen. En el Gobierno -y sobre todo el Instituto Patria- predomina este razonamiento: “La economía está perdida; defendamos la cuestión sanitaria”.