En honor al niño de seis años que murió en una corrida de autos en Gregorio Laferrere, el presidente de Diputados y el ministro de Transporte proponen crear la figura de “homicidio vial”, con penas de 8 a 25 años de prisión.
Con la presencia de familiares de Tahiel Contreras, quien falleció a sus seis años víctima de una corrida de autos, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el ministro de Transporte, Mario Meoni, presentaron en el Congreso un proyecto que propone crear la figura de “homicidio vial”, con penas de 8 a 25 años de prisión para quienes maten corriendo picadas.
Durante el evento en el Salón de Pasos Perdidos, Massa consideró que “el desprecio a la vida tiene que tener el mismo castigo en el Código Penal”. “Es muy importante que este Congreso se aboque a la fijación de penas, para que los jueces no puedan escaparse por los vericuetos de la ley”, añadió.
El titular de la Cámara baja reclamó que la muerte de Tahiel “sea la última muerte en vano y que nos demos como sociedad y como Parlamento una fijación de nuevas normas de conducta, para que los hechos no se reiteren”.
Por su parte, Meoni expresó que “hay que castigar, de una vez por todas, a quien utiliza un medio que es para transportar y lo usa para matar”.
El proyecto, cuya autoría es del diputado Ramiro Gutiérrez (Frente de Todos) y tiene origen en la Agencia Nacional de Seguridad Vial, lleva el nombre de Tahiel Contreras, quien tenía seis años cuando el domingo 13 de septiembre falleció víctima de una picada en la localidad de Gregorio Laferrere, provincia de Buenos Aires.
Los padres de Tahiel, junto a otros familiares de víctimas de siniestros viales, formaron parte de la presentación en el Congreso. Su madre, Noelia Díaz, pidió que el proyecto “se haga ley” y reclamó “justicia por el asesinato su hijo y para todas las víctimas”.
El texto del proyecto establece penas de 8 a 25 años de prisión y detalla que el delincuente vial quedará preso desde el momento cero de la investigación, como así también le recaerá la pena absoluta de inhabilitación para conducir.
En la presentación también estuvieron presentes el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Pablo Carignano, y los diputados Carolina Gaillard -presidenta de la Comisión de Legislación Penal-, Paula Penacca, Carlos Selva, Facundo Moyano -vicepresidente de la Comisión de Transporte-, Ramiro Gutiérrez y Nicolás Rodríguez Saá; y los representantes del Observatorio de Víctimas del Delito y Siniestros Viales Sandra Rossi y Viviam Perrone, entre otros.
El bloque de Juntos por el Cambio, encabezado por la diputada María Luján Rey, presentó la “Ley Kevin”, un proyecto para subir las condenas por participar en carreras ilegales y por conducción imprudente. La iniciativa prevé prisión de 9 meses a 4 años e inhabilitación para conducir por el triple de tiempo de la condena […]
El bloque de Juntos por el Cambio, encabezado por la diputada María Luján Rey, presentó la “Ley Kevin”, un proyecto para subir las condenas por participar en carreras ilegales y por conducción imprudente.
La iniciativa prevé prisión de 9 meses a 4 años e inhabilitación para conducir por el triple de tiempo de la condena a quien participe u organice carreras ilegales. Además propone pena de 8 a 25 años e inhabilitación de por vida a quienes generen víctimas fatales por conducción imprudente. También busca incorporar como agravante de pena la fuga y el consumo de alcohol o drogas en el conductor.
“El desprecio por la norma, que muchas veces aceptamos como cultural, a veces se convierte el desprecio por la vida del otro. Es por eso que presente este proyecto, con el nombre de Kevin, el hijo de Viviam, una luchadora, una madre del dolor que después de lo que vivió solo trato de que no le pase mas a nadie”, explico Rey. “Por mi historia y lo que viví siempre estuve cerca de las ‘Madres del dolor’ y ahora desde mi rol de diputada nacional trabajo sobre este tipo de proyectos”, señaló Rey.
Kevin Sedano tenía 14 años cuando fue atropellado y abandonado por Eduardo Sukiassian, el 1 de mayo de 2002. Luego de una semana de agonía, el 8 de mayo, falleció. Durante los días que estuvo internado, la familia de Sukiassian se dedicó a esconder y borrar todas las huellas que pudieron. El caso de Kevin tardo 5 años en llegar a juicio. El acusado fue condenado en 2007 a tres años de prisión efectiva, sin embargo, a los dos meses, y a pesar de que la ley lo prohibía, pudo recuperar la libertad. Finalmente se dispuso domiciliaria para que pudiera estudiar. Tras cumplir una mínima pena desde su casa, la justicia cerró la causa y Sukiassian tramitó nuevamente el registro para volver a conducir.
