El 70% de las muertes infantiles serían reducibles con acciones preventivas

Lo expresó ante los senadores la directora de Salud Perinatal y Niñez del Ministerio de Salud, Gabriela Lerner, quien entre otros temas advirtió su preocupación porque “solo el 44% de los niños y niñas sostiene la lactancia exclusiva hasta los 6 meses”.

Al exponer este viernes ante el plenario de las comisiones de Salud y de Presupuesto y Hacienda del Senado, en el marco del debate sobre el proyecto de los Mil Días, la directora de Salud Perinatal y Niñez del Ministerio de Salud, Gabriela Bauer, destacó que “la riqueza de este proyecto es empezar a pensarnos en un conjunto del Estado armado y articulado”, y agregó que “todavía es mucho más lo que falta para llegar a esa justicia social en esta etapa de la vida”.

La funcionaria recordó que es en esos mil días donde se da la mayor velocidad de crecimiento que en otra etapa de la vida, por lo cual durante ese tiempo se establecen las bases para la autonomía de esas personas. Por eso el objetivo de generar efectos benéficos directos sobre la persona, pero también sobre las nuevas generaciones. “La inequidad en el acceso a la misma trae consecuencias irremediables y definitivas para muchos de los niños que atraviesan esas edades”, puntualizó Bauer.

A continuación precisó que “cuando uno observa las tasas de mortalidad, en el primer año de vida, tenemos el 8,8 por mil de los niños, y esta etapa recién se reproduce pasando los 60 años. Tenemos que en la Argentina en el último tiempo nacieron 685.394 niños, de los cuales alrededor del 9% son prematuros. La tasa de fecundidad va francamente en disminución en Argentina”.

Bauer hizo hincapié en las “marcadas desigualdades” registradas entre provincias, y habló luego de “determinantes sociales críticos”, observando “marcadísimas diferencias en porcentajes de madres adolescentes y con primaria completa. Son condicionantes de la vida futura de los niños y niñas y sus familias”.

“Solo el 43% de las personas gestantes inicia el control de embarazo antes de la semana 13, que es lo recomendado por los estándares”, agregó en otro pasaje, alertando que la prevalencia de anemia en los embarazos es de alrededor del 30%, “mucho mayor en las personas que viven bajo la línea de pobreza con respecto a las que no”.

“Y cuando avanzamos hacia la mortalidad materna, estamos lejos de los objetivos convenidos”, advirtió la funcionaria, que cuantificó en un 61% las que se producen por cuestiones prevenibles. Detalló que “cada 10 mil recién nacidos vivos, fallecieron 257 personas, de las cuales 31 eran adolescentes; y cuando vemos las curvas de evolución de la mortalidad materna a través de los años, de 2005 a 2018, vemos importantes fluctuaciones. Todas las causas de mortalidad materna son reducibles en la mayoría de los casos”.

En materia de mortalidad infantil, “observamos también las tremendas desigualdades que hay”, alertó, señalando que existe un promedio del país que establece del 8,8 por mil recién nacidos vivos, en 2018 fallecieron 6.048 niños. El 70% fallece en el primer mes de vida y una enorme proporción en los primeros 2 días de vida. Esto habla de que las intervenciones perinatales, o sea en el proceso del embarazo, el nacimiento y la atención inmediata de ese recién nacido implican una necesidad de organización que no estamos midiendo al día de hoy para dar una respuesta completa”.

En cuanto a las causas de mortalidad infantil, Bauer precisó que la mitad son de origen perinatal y un tercio debido a malformaciones congénitas. “Cuando se analizan las muertes, el 70% serían reducibles con acciones preventivas, tanto en el período gestacional y la etapa inmediata al nacimiento y al primer año de vida”, comentó la funcionaria, que señaló que “los que mueren luego del primer año de vida, un cuarto lo hace en el domicilio; esto indica un estado de  pérdida de acceso a las respuestas. El 73% de las muertes ocurridas entre 2018 y 2019 encontró que de esas familias, el 73% vive en condiciones de pobreza; el 71% en condiciones de hacinamiento o viviendas precarias”.

Según una encuesta realizada por el ministerio, el 15% de esos niños morían en una cuna; fallecieron más en el invierno y con mayor frecuencia los menores de 2 años.

Gabriela Bauer estimó que la población objetivo de esta ley de los Mil Días son niños y niñas menores de 3 años, alrededor de 2.100.000; las personas gestantes serían 690 mil por año. De ellas, el 56% vive bajo la línea de pobreza y un 15% en condiciones de indigencia. “Hay encuestas que reportan que hasta un 20% de estas familias pueden estar sufriendo un grado de inseguridad alimentaria -advirtió la funcionaria-. Y algo que nos preocupa mucho: solo el 44% de los niños y niñas sostiene la lactancia exclusiva hasta los 6 meses, que es un estándar de soberanía alimentaria recomendable”.

Al referirse a quiénes cuidan a esos niños y sus familias, señaló que “solo acceden a los centros de primera infancia el 325 de los niños y niñas, en tanto que alrededor del 70% de las personas gestantes y los niños del país se encuentran en condiciones de vulnerabilidad para el acceso al cuidado de su salud integral, con las consecuencias trágicas por la pérdida de oportunidades que en muchos casos puede implicar”.

Para terminar, la funcionaria habló de la necesidad de implementar políticas efectivas, no intervenciones aisladas sino integrales y gestionadas intersectorialmente. Esto es, distintos organismos hacia las mismas personas.

El proyecto de los Mil Días “jerarquiza y amplía las agendas de las primeras infancias”

Así lo expresó el secretario de Niñez del Ministerio de Desarrollo Social, Gabriel Lerner, quien graficó la incidencia que tendrá esa política en los sectores más humildes de la sociedad.

Al participar este viernes del plenario de las comisiones de Salud y de Presupuesto y Hacienda del Senado, el secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, del Ministerio de Desarrollo Social, Gabriel Lerner, expresó que el proyecto de los Mil Días impulsado por el Poder Ejecutivo está destinado a mujeres y personas gestantes, y niños y niñas de hasta 3 años de edad, precisando en 6,7 el porcentaje en Argentina de la población de niños y niñas de hasta 3 años, esto es casi 3 millones de niños y niñas. Un 13% de las familias tienen al cuidado algún niño o niña de esa edad, pero en los hogares pobres ese porcentaje se eleva al 24,4%. Datos que grafican que “la incidencia de esta política en los hogares humildes es de mayor relevancia allí que en la media de la población”, expresó el funcionario.

El secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, del Ministerio de Desarrollo Social señaló luego que la Tarjeta Alimentar tiene 1.600.000 titulares, siendo los niños destinatarios de ese beneficio un 47%, 940 mil niños y niñas que están recibiendo entonces una prestación alimentaria de parte de la cartera que conduce Daniel Arroyo.

Datos que sirven para ubicar a qué población está destinado el Programa de los Mil Días, remarcó el funcionario.

“Claramente es un proyecto que se inscribe dentro de la Convención de los Derechos del Niño”, señaló Lerner, que puntualizó como objetivo “lograr que las políticas públicas se pongan al tono de los altos estándares que plantea la Convención”. Agregó que “hay un frondoso conjunto de normas” en la materia, y esta puesta en discusión “está pensada para introducirse en esa trama. Apunta a prestaciones que mejoran el estándar de niños y niñas pequeños”.

Los destinatarios del proyecto son mujeres y otras personas gestantes y una parte de la infancia. El Comité de Naciones Unidas establece como edad deseable de la infancia los 8 años. “Acá hablamos de niños de 4, 5 y hasta 6 años; y en el proyecto se incluye hasta los 3 años”, puntualizó Gabriel Lerner, quien caracterizó como “otra bondad del proyecto” el hecho de que “jerarquiza y amplía las agendas de las primeras infancias. En los últimos años hemos focalizado nuestra mirada en los niños pequeños, las consecuencias de las vulneraciones de derechos en los primeros años de vida. Otro aspecto es que esta ley viene a reducir la brecha entre la formulación y reconocimiento en algunos derechos genéricos que no encontraban exigibilidad en algunas necesidades de niños pequeños y de las mamás y otras personas gestantes”.

Marisa Graham dio cifras alarmantes sobre embarazos de niñas de entre 10 y 12 años

Al exponer ante diputados, valoró el plan “de los mil días” y consideró que la ley va a requerir de una importante movilización estatal en todos sus niveles.

La defensora de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, Marisa Graham, consideró “muy auspiciosa, muy ambiciosa” la ley de los mil días, detallando en su exposición los puntos importantes de la misma y las sugerencias de ese organismo para mejorarla, confiando en que a la hora de la reglamentación se puedan corregir ciertas carencias.

Entre otras cosas, Graham consideró “muy importante” entre otras el sistema de detección temprana de la inscripción e identificación inmediata, expresando su deseo de que “también el otorgamiento del DNI fuera tan inmediata como la inscripción, sería un salto cualitativo importante”.

También saludó “la desjudicialización de las inscripciones tardías, que ha generado que haya una gran cantidad de niños y niñas sin poder registrarse durante muchos años”, y agregó algo que consideró inherente a “la dignidad” de los niños: “quitar el tema de la presentación del certificado de pobreza”.

“El Estado que las empobrece luego les pide que presenten un certificado de pobreza”, deslizó.

Graham consideró que el proyecto “tiene mucha base sanitarista” y manifestó su preocupación por la malnutrición de los niños. Y fundamentalmente consideró un gran desafío la escasa información que hay sobre las comunidades rurales y las poblaciones indígenas, y “la prevalencia de la desnutrición aguda de niños menores a 5 años, del 1,6%; pero cuando vamos a determinadas regiones de nuestro país, NEA y NOA, esas cifras suben a 2,5% y llegan en algunos casos hasta el 5%. Esa es una situación que nos preocupa mucho”.

“Me parece muy importante el cumplimiento del artículo 18 de la Convención de los Derechos del Niño: el Estado como garante de las familias que tienen algún déficit en el cuidado. A la ley le falta sumar algo que tenga que ver con el cuidado. La asignaciones familiares las saludamos, nos parecen muy bien; estamos totalmente de acuerdo con los controles de salud; estamos totalmente de acuerdo en que haya unidades de salud, pero nos parece que también uno de los centros del territorio donde se cumpla con esta ley tienen que ser los centros de cuidado. Nos parece que hay una ausencia de los centros de cuidado o los centros de desarrollo infantil, la importancia del acompañamiento en la crianza. Fíjense que la palabra crianza está solamente en el artículo 27 y la palabra cuidado y crianza me parece que tienen que estar más presentes en esta ley, si eso fuera posible”, señaló.

En un pasaje se refirió a los embarazos de las niñas, sobre todo las de 10, 11 y 12 años. “Han muerto niñas de 10 años y los niños por nacer… No me gusta estigmatizar regiones, pero en Salta hubo 27 partos de niñas de 10 a 14 años en el primer trimestre de este año; hubo 723 consultas de atención de niñas de 10 a 14 años, entonces nos preocupan mucho algunas regiones de nuestro país”, alertó.

A la hora de las sugerencias, pidió “linkear más esta ley con el plan que lanzó el Ministerio de Obras Públicas de 300 centros de desarrollo infantil nuevos, más los que ya existen en la Argentina; nos parece muy bien que los trabajadores de esos centros de desarrollo comunitario reciban alguna remuneración en el potencial trabajo, pero también que se mejoren los salarios de los organismos de protección en nuestras provincias. Y por último, en la unidad de gestión, donde están diversos ministerios, no entendemos la ausencia del Ministerio de Educación, ya que tiene muchos jardines de infantes y además nos parece absolutamente necesaria la participación de ese ministerio, porque tenemos que pensar que todo aquello que los niños de 0 a 3 acumulen les va a ser fundamental para el ingreso a la sala de 4, que recordemos es obligatoria y que estamos en una cobertura todavía muy, muy deficiente en sala de 4, aunque bastante universalizada en sala 5. Por lo cual abogamos para que la reglamentación nos muestre esa ingeniería que va a tener el Estado para poder ser eficiente en esa articulación”.