Los diputados porteños sancionaron con 36 votos a favor, 21 en contra y 0 abstenciones una iniciativa busca reducir las alícuotas que pagan varios sectores productivos, lo que implicará esfuerzo fiscal de 38.056 millones de pesos.
Después de un mes sin sesiones, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires volvió a reunirse en el recinto y le dio el visto bueno con 36 votos positivos, 21 en contra y 0 abstenciones a un proyecto que el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, remitió a esa Casa para establecer una baja en las alícuotas del Impuesto sobre los Ingresos Brutos a distintos sectores productivos.
La medida contó con el aval de los bloques de Vamos Juntos, Unión Cívica Radical, Republicanos Unidos, La Libertad Avanza, y el rechazo del Frente de Todos y el Frente de Izquierda – Unidad.
De esta manera, el texto recientemente aprobado reduce la alícuota de Ingresos Brutos del 1,5% actual al 1% (una baja de 33%). Mientras que, para el sector de la Construcción, la propuesta es bajar la alícuota del 2,5% al 2% (una baja del 20%). Además, se eliminará por completo la alícuota del 0,75% que tiene hoy el Sector Primario.
Esta medida se sumó a las otras propuestas que el alcalde local hizo en los últimos tiempos para darle un respiro a los bolsillos de los porteños, tal y cómo ocurrió semanas atrás con la eliminación al impuesto al sello en las tarjetas de crédito.
En los fundamentos del proyecto, Larreta recordó el conflicto que mantiene que con Nación por los recursos coparticipables de la Ciudad e hizo mención a la negativa del Gobierno Nacional de dar cumplimiento del fallo de la Corte Suprema de Justicia. “Sin embargo, embargo, se observa que también es necesario otorgar previsibilidad a los contribuyentes que están pagando el Impuesto sobre los Ingresos Brutos por los rendimientos de las operaciones concertadas con instrumentos emitidos por el Banco Central de la República Argentina en el marco de los compromisos asumidos por el Gobierno de la Ciudad”, advirtió.
“Es conveniente que esos contribuyentes puedan tener un margen de previsibilidad respecto de cuál será la presión fiscal que deberán asumir y del modo en que deberían materializarse los eventuales reintegros de los fondos previamente ingresados. Sucede que, como indica la pacífica jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, es necesario que el Estado prescriba claramente los impuestos y su funcionamiento para que los contribuyentes puedan ajustar y adecuar sus conductas”, completó el alcalde.
En primera instancia, el legislador Claudio Romero (Vamos Juntos) detalló que esta ley entrará en vigencia el primer día hábil de julio y explicó que “es equivalente a dejar de recaudar unos 38.000 millones de pesos”. “Quedará fijada una alícuota en 0 puntos”, advirtió.
Del mismo modo, aseguró que beneficiará a sectores de la ganadería y agricultura. “Fue una medida que se tomó ante la quita de la coparticipación por parte del Gobierno nacional, pero ahora serán las alícuotas más bajas del país”.
Luego, la legisladora Claudia Neira (FdT) anunció el voto en contra por parte de su bloque y manifestó que “debe llevarse un análisis detallado” sobre la quita de impuestos. “Este proyecto quedaría condicionado a un fallo de la Corte respecto a la Ciudad de Buenos Aires”, señaló.
A su vez, cuestionó que se le quiten cargas impositivas a la elaboración de bebidas alcohólicas, gaseosas y cigarrillos. Por su parte, amplió: “Hay que trabajar alícuota por alícuota. Nosotros planteamos la necesidad de pensar una Ciudad sin la disminución de ingresos brutos, pero en otro contexto”.
El presidente del bloque del Partido Obrero, Gabriel Solano, expresó: “Este impulso a la construcción no se corresponde a la cuestión habitacional de la Ciudad de Buenos Aires”, y agregó: “Cuando se hace una reducción impositiva, un punto fundamental es la falta de recaudación y saber quién va a ser afectado si esto deja de existir”.
Dentro de las falencias que observó ante la quita de este impuesto, Solano afirmó que los trabajadores de la salud, docentes y del subte “tienen salarios bajos” y serán perjudicados ante esta ley. “Es un beneficio empresarial y una demagogia de campaña”, sentenció.
Tras ello, el legislador del Frente de Todos, Franco Vitali, acusó al oficialismo porteño de “serlos reyes de cómo hacer plata sin laburar” y que “buscan beneficiar a megaempresarios amigos”.
Además, señaló que esta ley beneficia a empresario “amigos” como Luis Caputo, al que relacionó directamente con el intento de magnicidio contra la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner.
La legisladora Rebeca Fleitas (La Libertad Avanza) cuestionó que el proyecto este sujeto a un fallo de la Corte Suprema, pero afirmó su apoyo. De igual manera, propuso que el Gobierno de la Ciudad “aún puede hacer una reducción mayo de ingresos brutos”, y cerró: “El Ejecutivo hace gala de su eficiencia, pero no piensan en el ciudadano”.
En defensa del proyecto, Lucio Lapeña (UCR) sostuvo que “estamos cumpliendo con lo pactado en bases y títulos del Banco Central”, y añadió que “esto estaba establecido en el consenso fiscal en 2017 que fue interrumpido por el presidente Alberto Fernández”.
“se trata de cumplir con la palabra y de la reducción de alícuotas. El Gobierno nacional solo puso trabas, aumentar impuestos y emitir. Darle continuidad a la baja de estos impuestos es, sin dudas, el camino", indicó.
Asimismo, Lapeña afirmó: "Queremos seguir trabajando para que el Estado funcione con un esquema de incentivos que potencie el crecimiento, que potencie el bienestar social, el desarrollo económico, que le devuelva a los ciudadanos la esperanza de que es posible crear un futuro mejor para ellos y para las generaciones que vienen".
También, Matías Barroetaveña (Frente de Todos) sostuvo que “hablan de bajar impuestos y son una máquina de aumentar impuestos”, pero aclaró que “nadan en plata y no la gastan”. De igual manera, luego de presentar gráficos sobre evolución tributaria, afirmó que “esta segunda gestión de Larreta es el peor gobierno desde que ganaron (2007)”.
Finalmente, Claudio Romero aclaró: “No es cierto que esta ley tiene una condicionalidad y no es cierto que tenemos la alícuota más alta de comercio”.
“En estos ocho años bajamos impuestos y ordenamos las cuentas, y vamos a dejarle las finanzas de la Ciudad, al próximo gobierno que obviamente será de JxC, en una situación aliviada de manera financiera”, finalizó.