En el seno de la Comisión de Legislación del Trabajo se retomó la discusión que el año pasado concitó numerosas reuniones informativas, con el objeto de modificar la legislación vigente desde 1929.
En la reanudación del debate de la reducción de la jornada laboral en el seno de la Comisión de Legislación del Trabajo, se desarrolló este martes un intenso debate sobre los proyectos existentes sobre el tema, acordándose realizar próximamente una nueva reunión informativa para continuar el análisis sobre el tema. Se recordó en tal sentido que el año pasado ya hubo dos reuniones en ese sentido, pero el titular de la comisión, Martín Tetaz, lo justificó diciendo que "el público se renueva".
En el inicio de la reunión celebrada este martes se abordaron dos proyectos, de los diputados Sergio Palazzo y Julio Cobos, que en busca de un mayor consenso volvieron a asesores.
En primer lugar, se trató el proyecto del diputado de UP Sergio Palazzo, que modifica el artículo 19 de la Ley de Contrato de Trabajo, respecto al pago del preaviso. Originalmente se establecía que el preaviso era parte computable del tiempo de servicio a la hora de la indemnización. Con una modificación impuesta en tiempos de la dictadura, podía sustituirse por el pago del preaviso. Así las cosas, pagando el preaviso puede darse que a un trabajador, al no computársele esos dos meses, pueda corresponderle un año más de pago. Palazzo propone que se le compute como tiempo de servicio aun en la sustitución del pago que se efectúa en la actualidad, y aclaró al respecto que no es algo que tenga un impacto en las empresas, ni sea oneroso.
Si bien el presidente de la comisión, Martín Tetaz, había sugerido tratar ese proyecto primero pensando que contaba con consenso, desde La Libertad Avanza, la diputada Alida Mónica Ferreyra anticipó un dictamen en minoría de rechazo, con dos fundamentos. Uno práctico que es el de la realidad, dijo, ya que “esto no es materia ni siquiera judiciable, por cuanto los empleadores, al no tener en vista el plazo de preaviso, optan por lo que ha dado la Ley de Contrato de Trabajo, que es la ‘indemnización sustitutiva’. Además, habilita la ubicación de una nueva fuente laboral en el mercado”.
“Vemos que se cumple con la ley, la naturaleza del preaviso al tener la indemnización sustitutiva, pero además se logra terminar el vínculo de buen modo”, agregó. Su par Gabriel Bornoroni (LLA-Córdoba) dijo que “esto amerita un debate mucho más amplio, porque se está apuntando a que el trabajador tenga una indemnización mayor, para que se le compute un período más amplio de trabajo y la indemnización sea mayor. Puede pasar que el empleador, en víspera de que se le va a computar un año más, lo despida antes. No creo que lo beneficie al trabajador. El intervencionismo nos ha llevado al lugar donde estamos”, sostuvo, e insistió en que “le estamos dando una chance al empleador para que en cambio de despedirlo en un mes, lo despida un mes antes, para que no llegue a la indemnización pretendida por el trabajador”.
Palazzo aclaró que su propuesta era optativa y que “además con respecto a la desvinculación del trabajador, no es una cuestión consensuada, sino facultad del empleador sustituir el preaviso. No le encuentro asidero a la preocupación que usted tiene, porque si lo echa un mes antes terminaría pagando lo mismo”, le dijo a Bornoroni.
A su turno, el diputado del Pro Sergio Capozzi (Río Negro) expresó también sus reparos, pues dijo entender que “estamos creando una ficción, que es la de que el trabajador continúe en relación de dependencia cuando no lo está”, mientras que la diputada cordobesa Alejandra Torres sugirió pasar el proyecto a asesores, “para un mejor análisis”.
Palazzo estuvo de acuerdo, pero en el caso de que también lo hiciera el proyecto de Julio Cobos, que establece el derecho del trabajador a percibir las propinas a través de medios de pago electrónicos.
Habló entonces el diputado radical mendocino, que calificó su iniciativa como un proyecto “muy sencillo”, y se mostró dispuesto a que se discuta en asesores para recibir todas las sugerencias posibles, pero que si había consenso se lo pudiera sacar rápidamente.
Tras un breve debate, se acordó ese mismo procedimiento para ambas iniciativas para su estudio la próxima semana, para después en una nueva reunión volvieran a ser abordados, para dictaminar.
El debate sobre la jornada laboral
A continuación se inició la discusión sobre el tema central de la jornada: la reducción de la jornada laboral. Los proyectos que existen sobre el tema prevén la modificación de la Ley 11.544, la cual está vigente desde 1929.
Habló en primer lugar el diputado Eduardo Valdés (UP – CABA), quien dejó claro que el mundo está discutiendo este tema y los países más desarrollados están implementando la reducción de la jornada laboral. Puso como ejemplo España, y en América Latina Chile y Colombia. “La reducción de la jornada laboral a 8 horas llevó luchas intensas, y me alegraría que en este país donde el derecho laboral y de protección del trabajo ha sido un valor agregado, podamos implementarlo en estos tiempos”.
A continuación, Nicolás del Caño recordó el debate que se dio el año pasado, cuando expusieron diversos sectores. Comentó que “muchos sectores plantean la reducción de la jornada de trabajo como una manera de hacer más eficiente la producción capitalista; que el mayor descanso permita que los trabajadores estén en mejores condiciones para desarrollar esa producción”. Aclaró que desde la izquierda encaran la discusión desde otro ángulo: buscar aliviar la carga laboral.
Recordó que en nuestro país “tenemos la jornada más extensa de América Latina; se ha multiplicado la productividad del trabajo y la evolución permitiría aliviar la jornada de trabajo”, y abogó porque el trabajador pueda tener más tiempo para estar con su familia, para poder estudiar y desarrollarse.
También expuso el diputado Hugo Yasky, que detalló su proyecto poniendo como ejemplo el banco de horas de trabajo. Propuso “prohibir la posibilidad de que por convenios colectivos se puedan establecer cálculos netos de la jornada que alteren la jornada legal máxima que establece la Ley de Contrato de Trabajo”.
A su turno, la diputada Mónica Litza confesó que le parecía “ridículo” estar discutiendo esto en el siglo XXI. “Es una reivindicación, una lucha que ya tiene muchísimo tiempo”, apuntó, recordando que muchos trabajadores pasan mucho tiempo en el transporte público. Puso el ejemplo de quienes van a trabajar a Capital Federal desde el conurbano y tienen una hora, hora y media, dos horas, de viaje, cuando en el siglo XXI la tecnología permite que el rinde del trabajo sea eficaz, y recordó que la pandemia nos enseñó mucho sobre eso.
Recordó los dichos del papa Francisco en 2021, respecto de que “no puede haber tantas personas agobiadas por el exceso de trabajo y tantas por la falta de trabajo”. Llamó entonces a “encontrar un equilibrio y entender que no es que se va a trabajar menos porque no nos guste trabajar, sino que hay que tomar las herramientas que nos da la tecnología y la ciencia, y pensar en el bienestar, que tiene que ver con poder acceder a otras posibilidades que permiten tener una jornada más reducida”.
Habló después la expresidenta de la Comisión de Legislación del Trabajo, Vanesa Siley, quien tras contar que Unión por la Patria había unificado los proyectos de sus miembros con la idea de tener un solo, en ese ámbito se había discutido “largamente” el año pasado en esa comisión. “Vinieron a exponer muchísimas personas, incluso el actual secretario de Trabajo, Julio Cordero, que se hizo viral cuando preguntó en esta comisión ‘para qué quieren más tiempo libre’”.
Vanesa Siley habló de la importancia de “la modernización y el futuro laboral”.
Recordó que hubo el año pasado 25 expositores y planteó que esa discusión es uno de los temas que a su juicio “sí tienen que ver con la modernización laboral, porque a la vez de ser un debate histórico, el tiempo de trabajo es un bien a disputar”.
“Una de las reconvenciones necesarias es la reducción del tiempo, si entendemos que la tecnología debe estar al servicio de las personas y no la maximización de la riqueza –agregó-. Esta discusión es histórica, pero es del futuro, y más que en nuestro país desde 1929 no se cambia la legislación sobre jornada laboral”.
Por su parte, el diputado Sergio Palazzo celebró, como muchos de sus pares, que el titular de la comisión hubiera habilitado esa discusión que “seguramente va a servir para que de verdad estemos discutiendo sobre modernización laboral”, cosa que dijo entender que no era lo que figura en cambio en la ley de Bases.
Agregó que es de larga data la jornada de 8 horas en Argentina, que es uno de los que tiene la jornada laboral más larga del mundo. “Ha habido un crecimiento del impacto tecnológico que ha permitido que la producción haya mejorado con relación al pasado, pero ese aumento productivo no tuvo un correlato. El capitalismo ha tenido ganancias siderales con el impacto tecnológico, y sería muy razonable discutirlo”.
Luego detalló el proyecto que presentó junto a su compañero Carlos Cisneros, por el cual se reduce la jornada laboral a 6 horas diarias, 36 semanales; la jornada nocturna a 5 horas 15 minutos; también la jornada insalubre a 4 horas y media, entre otras cosas.
Finalmente expuso el titular de la comisión, Martín Tetaz, quien resaltó lo aprendido el año pasado durante las jornadas informativas realizadas. “Hay muchísimos experimentos en el mundo sobre reducción de la jornada laboral”, comentó, destacando que la evidencia científica es la que “nos ayuda a acercar posiciones”.
Tetaz habló de los “resultados muy buenos” por ejemplo en materia de salud mental, todo lo cual redunda en “ganancia productiva para el propio empresario, que al tener menos carpeta médica no necesita reemplazar a tantos trabajadores. Ese es uno de los principales aportes del experimento”. Asimismo resaltó el impacto ambiental que también tiene reducir las jornadas laborales a menos días.
Tras poner como ejemplo la flexibilidad que generó la pandemia y resaltar que “las dos grandes instituciones que organizan la vida social son el trabajo y la escuela”, Tetaz admitió que “hay mucho miedo de algunos sectores empresarios, (pero) otros no”, lo cual lo llevó a presentar un proyecto que establece la posibilidad de “probar y volver”.
En ese sentido señaló que “lo que tiene nuestra propuesta es el período de exploración, que no genera ningún derecho, si las dos partes no están de acuerdo”.
“Para sostener el salario cuando se cambia la jornada laboral, hay que probar que se sostiene la productividad –dijo-. Si las dos partes están de acuerdo, entendemos que no tenemos que legislar nada; ya lo están haciendo. Nuestro proyecto abre la posibilidad de explorar para aquellos convenios donde una de las dos partes tiene miedo”.
La propuesta de Tetaz prevé en definitiva “un período de exploración de 3 a 6 meses”, y al cerrar admitió no tener ninguna duda en que “vamos a un mundo que debe discutir las aplicaciones, los algoritmos”, y admitió que “no se trata de trabajar menos, sino mejor. Atrasa lo de analizar en el mundo cuántas horas se trabajan; no importa eso: cambiemos el paradigma del tiempo por el de la productividad”.
Mientras desde el Pro hubo cuestionamientos expresados por el diputado Sergio Capozzi y en La Libertad Avanza, donde sugirió realizar más reuniones informativas, la diputada Alejandra Torres dio sus argumentos para devolver el tema a asesores. En tanto que, previsiblemente, desde Unión por la Patria insistieron en avanzar con la discusión en busca de un dictamen.
En el inicio de la reunión también se completó la vacancia de una de las secretarías pendientes, que correspondía a Hacemos Coalición Federal, y fue ocupada por el diputado chubutense Jorge Antonio Avila, quien se aclaró que por su condición de sindicalista no estaba presente pues estaba en ese momento negociando paritarias.