Un informe enumera las ventajas para la Argentina de ratificar su pertenencia al tratado sobre aguas internacionales. Acceso a información y desarrollo científico, mecanismos de observación y control y el aprovechamiento sostenible y equitativo de los recursos genéticos marinos, entre otras cuestiones.
Organizaciones de la sociedad civil piden al Gobierno nacional que ratifique el Tratado de Alta Mar, que es un acuerdo global vinculante cuyo objetivo es la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en aguas internacionales. El mecanismo para hacerlo es que la Cancillería envíe al Congreso un proyecto de ley al respecto, para que lo aprueben ambas cámaras legislativas
En un informe que presentaron las organizaciones explican los alcances del Tratado, también llamado BBNJ por sus siglas en inglés, y la importancia para nuestro país de formar parte del acuerdo. Los principales puntos son: Acceso a los recursos genéticos marinos; mecanismos de gestión por zonas, incluidas las áreas marinas protegidas; evaluación de Impacto Ambiental y capacitación y transferencia de tecnología marina.
“Es fundamental que Argentina ratifique el Tratado de Alta Mar, no sólo porque apunta a la conservación del mar y promueve el desarrollo de la ciencia y el aprovechamiento responsable de los recursos genéticos marinos; sino también porque no podemos quedarnos fuera de la mesa de negociaciones donde se decide el futuro del océano”, aseguró Milko Schvartzman, responsable del Programa Océanos del Círculo de Políticas Ambientales.
Los océanos se ven amenazados por actividades humanas como el cambio climático, que produce alteraciones de la temperatura, acidificación e impactos en los recursos pesqueros y también la contaminación, la destrucción de hábitats y la sobreexplotación pesquera.