Histórico: el Senado sancionó el aborto legal con una diferencia de nueve votos y algunas sorpresas

Con un fuerte lobby del Gobierno, los “verdes” se alzaron con la victoria tras el rechazo del proyecto hace dos años. Las últimas incógnitas terminaron de develarse durante la noche y la votación resultó 38 a 29, con una abstención y cuatro ausencias. El Ejecutivo aplicará un veto parcial que fue consensuado con los senadores.

Por Carolina Ramos

Esta vez sí: el aborto en Argentina ya es legal. El Senado le puso el broche de oro a un debate reinstalado por el movimiento feminista y aprobó, por una diferencia de nueve votos, el proyecto que habilita a las mujeres y personas gestantes a interrumpir el embarazo hasta las catorce semanas de gestación, de forma voluntaria y gratuita y con acompañamiento del Estado.

La victoria “verde”, enmarcada en una imponente movilización en las calles, fue finalmente por 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención, del jujeño Guillermo Snopek (Frente de Todos), que en 2018 había votado negativamente y fue una de las grandes sorpresas de la jornada.

Pero además, para ampliar la diferencia fueron claves las ausencias de dos “celestes”, el puntano Adolfo Rodríguez Saá (Frente de Todos) y la riojana Clara Vega (Mediar Argentina). Los otros senadores que no participaron de la votación fueron Carlos Menem -internado- y José Alperovich -de licencia-.

Las incógnitas que había en la previa se terminaron de despejar durante la noche, con discursos a favor por parte de tres indefinidos: el oficialista Sergio “Oso” Leavy, de Salta; la radical Stella Maris Olalla, de Entre Ríos; y la neuquina Lucila Crexell, que en 2018 había sido la única en abstenerse. Sumó también su voto favorable el entrerriano Edgardo Kueider, del Frente de Todos, que se había anotado en la lista de oradores pero luego se bajó.

Senadoras "verdes" junto a las ministra Gómez Alcorta en el Salón Eva Perón

Durante la jornada, varios funcionarios se mostraron en los palcos del recinto y en el Salón Azul, entre ellos las dos principales impulsoras de la ley: la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta. Con la sanción, el Gobierno pudo celebrar el cumplimiento de uno de los ejes de su campaña electoral.

La vicepresidenta Cristina Kirchner, por su parte, se mostró poco. Asistió para abrir la sesión y luego, como suele hacer, se retiró para regresar al final, dejando la mayor parte de la conducción en manos de la presidenta provisional, Claudia Ledesma Abdala, y el vicepresidente Martín Lousteau (UCR-Evolución). La posibilidad de un desempate, demasiado extrema, se esfumó enseguida.

Cristina Kirchner, ausente en casi toda la sesión

Antes del inicio de la sesión, una de las referentes antiabortistas, la tucumana Silvia Elías de Pérez, realizó una conferencia de prensa y denunció “presiones nunca antes vistas” por parte del presidente Alberto Fernández para aprobar la ley. Anunció que la discusión no se cerró este miércoles sino que continuará en la Justicia, donde plantearán la inconstitucionalidad.

Lo cierto es que desde la Casa Rosada participaron de forma activa en las negociaciones y así fue como se concedió un pedido clave a un senador de la oposición: el rionegrino Alberto Weretilneck. El Ejecutivo aplicará un veto parcial y de esa forma el exgobernador patagónico garantizó su voto favorable.

Se trata de una modificación que no altera el espíritu de la ley: según explicó la presidenta de la Banca de la Mujer, Norma Durango, se vetará la palabra “integral” vinculada a la salud, manteniendo como hasta hoy las causales de la ILE (Interrupción Legal del Embarazo), es decir, aquellas situaciones donde el aborto no es punible -violación o riesgo para la salud o la vida de la mujer-.

Verdes vs. celestes

El debate fue una nueva muestra de una grieta insalvable. Se repitieron los argumentos a favor y en contra de la legalización: por un lado, la necesidad de que las mujeres puedan tener autonomía sobre sus cuerpos y no mueran en abortos clandestinos; y por otro, la defensa de la vida desde la concepción y la noción del aborto como un “fracaso” del Estado a la hora de prevenir embarazos no deseados.

Al abrir la discusión, que se extendió durante 12 horas, Durango enfatizó que “la alternativa es aborto legal o clandestino, y si sigue siendo clandestino van a seguir muriendo mujeres”, y sostuvo a su vez que “si este fuera un tema de varones, hace décadas sería ley”.

Sesión histórica en un recinto semivacío por la pandemia

La legisladora advirtió que “las mujeres van a hacerse los abortos clandestinos a los lugares más sórdidos, solas, casi siempre sin acompañamiento de sus parejas y sus familias, y nunca con el acompañamiento del Estado. Por eso el Estado debe hacerse cargo. El Estado que durante años miró para otro lado”.

Tras insistir en que “el aborto sigue sucediendo y las mujeres siguen muriendo”, Durango planteó: “Yo no estoy a favor del aborto, nunca me hice uno, pero ¿quién de nosotros está a favor de un aborto?”. Y, tras la pregunta retórica, insistió en que “la ley no obliga a nadie a abortar: lo que habilita es una práctica segura”.

Además, citó un informe del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) que indica que “1.532 mujeres afrontan causas penales por aborto en 17 provincias”. “La penalización del aborto tiene un impacto diferenciado entre las mujeres pobres y las de clase media y alta, que van a un médico, pagan el misoprostol o se hacen la práctica segura”, afirmó.

Por el rechazo, el presidente de la Comisión de Salud, Mario Fiad, sostuvo que la ley demuestra “un fracaso estrepitoso del Estado” y aludió al artículo 19 del Código Civil y Comercial de la Nación, que dice que “la existencia de las personas humanas comienza con la concepción”. “Nosotros no titubeamos con las palabras, no buscamos eufemismos para referirnos a la vida”, reprochó.

Asimismo, explicó que “este proyecto deja solas a las mujeres, porque solo se les ofrece el aborto y nada más”, y negó que el Programa de los Mil Días brinde un acompañamiento, porque -consideró- “solo es declarativo y a tiempo futuro”.

“Aprobar este proyecto es reconocer el fracaso estrepitoso del Estado: como no pudimos garantizarle la seguridad a las mujeres, como fuimos incapaces de evitar que niñas y adolescentes sean abusadas, como no pudimos asegurarles el acceso a los servicios de salud de calidad, como no nos vamos a ocupar de garantizar las condiciones para que ninguna mujer muera por una hemorragia en una sala de partos… entonces, les ofrecemos el aborto”, sentenció.

Un recinto semivacío y pintado de verde

En el recinto se respetaron las medidas de distanciamiento social: como establece el protocolo de funcionamiento remoto, tuvieron sus lugares asegurados los vicepresidentes Lousteau y Laura Rodríguez Machado (Pro); dos senadores por el Frente de Todos; otros dos por Juntos por el Cambio; y uno por cada bloque minoritario.

Los vicepresidentes del Senado y la mendocina Pamela Verasay

Los legisladores se las arreglaron para turnarse en las bancas y de ese modo varios tuvieron su postal en el recinto. Oficialistas como María Inés Pilatti Vergara y Ana Almirón, ambas con discursos de alto voltaje, lucieron atuendos y pañuelos verdes. La puntana Eugenia Catalfamo -que en 2018 fue la única ausente por un embarazo- se tomó revancha y esta vez estuvo presente. Y dos fueguinos, Matías Rodríguez y Eugenia Duré, viajaron desde Tierra del Fuego para participar físicamente de la sesión.

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Por el Congreso pasaron, además, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzoti; las asesoras presidenciales Dora Barrancos y Cecilia Nicolini; la titular de AySA, Malena Galmarini; la ministra de Mujeres, Género y Diversidad bonaerense, Estela Díaz; y referentes históricas de la lucha por el aborto legal como Nelly Minyersky y Marta Alanis. También se vio a la directora ejecutiva de la ANSES, Fernanda Raverta, que cruzó desde la Cámara de Diputados, donde presenció el debate sobre la nueva movilidad jubilatoria.

El final de un debate histórico

Al momento de los cierres, Weretilneck ratificó su voto a favor y el salteño Juan Carlos Romero (Interbloque Federal) lo hizo en contra. Luego fue el turno de Elías de Pérez, que insistió en que “toda vida vale, sin discriminación entre deseados o no deseados, sin que importe el color de piel, la clase social, si es una persona del interior o de la capital. Por lo tanto, toda vida tiene que ser cuidada y protegida”.

La tucumana repitió que el aborto “significa que el Estado ha tirado la toalla” y que el proyecto enviado por el Ejecutivo “no trae nuevas libertades, tampoco nuevos derechos: lo que sí nos trae es la negación del acceso a la vida”.

A continuación, el jefe del interbloque Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff remarcó que la ley no alienta a las mujeres a abortar. “¡Se aborta en nuestras narices, ocurre, es un dato de la realidad!”, exclamó, y con ese mismo tono enérgico, aseveró: “¡Nadie quiere el aborto! ¡No lo quiere la ley! La ley protege las desigualdades, y el punto de partida son la clandestinidad y la pobreza”.

“Estamos hablando de un Estado cómplice que deja hacer”, advirtió el formoseño, y subrayó que “no es un tema menor garantizar a todas las mujeres argentinas el acceso a la salud pública”.

En el mismo sentido, la vicejefa del bloque oficialista, Anabel Fernández Sagasti, dijo que “lo que realmente molesta” al sector antiabortista “es la libertad de las mujeres” y el “poder de decidir”. “No tienen empatía con las miles de mujeres que toman la decisión de abortar”, lamentó.

Además, señaló que “no solamente es la revolución de las hijas, sino también de las madres, de las abuelas, de todas. Gracias al debate nos enteramos que nuestras madres abortaban y nuestras abuelas abortaban, y de la peor manera. Y hoy lo pueden decir”.

Fernández Sagasti también destacó que con la sanción de la ley “nos queda un horizonte muy bueno porque vamos a demostrar que la dirigencia política es capaz de ponerse de acuerdo sin mezquindades, poniendo por delante los intereses de las mayorías”.

De todos modos, la senadora coló la cuestión partidaria: “Soy feminista porque soy peronista, y que el Ejecutivo nacional peronista haya mandado esta ley hace la alquimia perfecta entre el feminismo y el peronismo”.

El último discurso quedó para el titular del bloque, José Mayans, que una vez más no ocultó su malestar por el tratamiento de este proyecto. Interpretó que para habilitar el aborto voluntario “hay que modificar la Constitución o hay que renunciar a los tratados internacionales”, porque de lo contrario “es un país sin ley donde cada uno hace lo que quiere”.

“El presidente, los legisladores y los miembros del Poder Judicial están obligados a cumplir la Constitución”, aseguró, y continuó: “Estamos de acuerdo con la ampliación de los derechos de las mujeres, con la autonomía y las libertades, siempre y cuando no dañe a terceros, como dice el artículo 19 de la Constitución, porque en todo derecho hay un límite, que es donde empieza el derecho del otro”.

Mayans denunció que “hay distintos estatus: para el niño deseado, todo; para el niño no deseado, ni justicia. Para el niño no deseado es la pena de muerte. El Estado no puede hacer eso, porque en Argentina no existe la pena de muerte”.

Los discursos más esperados

Con el correr de la noche, tres senadores indefinidos confirmaron su voto verde. La primera fue la radical Olalla, quien habló de “estadísticas preocupantes” de embarazos no deseados y señaló que “cabe preguntarse qué ha hecho el Estado en ese sentido para corregirlo, cómo se ha protegido el derecho a la salud”.

“Estamos tratando de reducir las muertes y las consecuencias gravísimas de las mujeres que acuden en la clandestinidad para resolver el problema de los embarazos no deseados”, aseguró la legisladora.

Finalmente, expresó: “Entendemos que se trata de una cuestión de derechos, que el Estado debe elegir la continuidad de un embarazo o no de acuerdo con la autonomía de la voluntad de la mujer. En definitiva, se conquistaría una nueva causa”.

Olalla rompió el silencio y anunció su respaldo a la ley

Poco tiempo después fue el turno de Crexell, que reconoció haber “reflexionado profundamente” después de abstenerse en la anterior votación: “No cambié mis creencias personales, no cambié mi modo de pensar respecto de lo que creo sobre el aborto. Cambié el enfoque: no se trata de feminismo o religión, es una causa silenciosa que mata y escribe historias muy tristes en nuestro país”.

“Los abortos no deberían existir, pero existen. Entonces, ¿qué es lo que falló? La estrategia punitiva”, sentenció la neuquina, y en ese sentido afirmó que “nada cambió” desde que se rechazó la ley por primera vez: “Las mujeres siguieron abortando, y muchas en condiciones de soledad y ocultamiento”.

Al sumar razones a su voto positivo, coincidió con Olalla en que “estamos ante un tema de salud pública” y “una cuestión de justicia social”, ya que “es un hecho insoslayable que aquellas personas que no cuentan con recursos se exponen a condiciones de precariedad” a la hora de realizarse la práctica.

Las secretarias Vizzotti e Ibarra, y la ministra Gómez Alcorta

Por su parte, el salteño Leavy manifestó: “Personalmente me opongo, odio el aborto y creo que nadie de los aquí presentes está de acuerdo con el aborto. Ninguno de todos los argentinos lo queremos, pero existe”.

Al comparar este debate con el de 2018, cuando votó en contra, dijo que “esta vez tenemos un proyecto diferente” y confesó: “Me di cuenta que esto no se trata de mí, de mis creencias o formación, sino que es algo que le compete a muchas mujeres”.

“Hoy tenemos que poner blanco sobre negro, tenemos que acompañar a esas mujeres que ya tienen decidido que quieren abortar para que lo hagan en los hospitales y seguras. No las dejemos que lo hagan de manera insegura. He comprendido a las mujeres que deciden abortar. Esta ley no promueve el aborto, solo les da un marco seguro para que no mueran en el intento”, sintetizó.

Por último, subrayó: “No se trata de estar a favor del aborto, se trata de estar a favor de la vida de las mujeres. Si mi voto hace que una mujer no muera por aborto, entonces lo voy a hacer”.

Sorpresa: la abstención de Snopek

Entre los “tapados” estaba ni más ni menos que el jujeño Snopek, que si bien no acompañó el proyecto, decidió abstenerse y así facilitó la sanción de la ley. Una señal política que fue leída, en parte, como un contraste con el gobernador Gerardo Morales, decididamente “celeste”.

En un breve discurso, Snopek aclaró que sigue creyendo en que “la vida comienza desde la concepción”, pero reconoció que “en los últimos dos años no hicimos absolutamente nada” para resolver la cuestión. El senador advirtió que “Jujuy tiene uno de los niveles más altos de suicidios por embarazos adolescentes, por arriba de la media del país, y el gobierno provincial no trabaja para prevenirlo”.

El oficialista pidió, entonces, una consulta popular, y dejó un mensaje para Fernández: “Él tiene la responsabilidad, se apruebe o no, de que en el próximo proceso electoral sea el pueblo, a través del voto, el que decida si esta ley es legítima”.

Qué dice la flamante ley

La norma sancionada legaliza el aborto de manera voluntaria hasta las catorce semanas de gestación, y luego de ese plazo se habilita la práctica en los supuestos ya establecidos en el Código Penal: violación; o peligro para la vida o la salud de la persona gestante.

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Por otro lado, se autoriza al personal de salud a ejercer la objeción de conciencia siempre y cuando la vida o la salud de la persona gestante no estén en riesgo. En caso de que todos los profesionales sean objetores, el establecimiento deberá derivar a la paciente a otra institución sin dilaciones y asumiendo los costos de la intervención.

El plazo para realizar el aborto será de diez días desde su requerimiento, y el sector público, las obras sociales y las empresas de medicina prepaga deberán incorporar la cobertura integral y gratuita de la intervención, incluyendo todas las prestaciones en el Programa Médico Obligatorio (PMO).

El Senado ya debate el aborto legal y hay expectativa “verde” por la sanción de la ley

La histórica sesión empezó a las 16 y duraría unas 12 horas. Solo hay cuatro legisladores que no confirmaron su voto y, en principio, el conteo arroja 34 a favor y 33 en contra. También se trata el Programa de los Mil Días.

Comenzó una nueva jornada histórica: desde las 16, el Senado debate el proyecto para despenalizar y legalizar el aborto y, a diferencia de 2018, el sondeo previo arroja un resultado afirmativo, con 34 votos a favor, 33 en contra y solo cuatro indefinidos. Cincuenta y nueve senadores se anotaron para hablar sobre el proyecto, que se de esa forma se votaría cerca de las 4 de la mañana del jueves.

Luego será el turno del debate del denominado Programa de los Mil Días, que busca acompañar a la mujer durante todo el embarazo y la primera infancia del hijo. Para esta segunda iniciativa hay solo cuatro oradores, por lo que la sesión terminaría, según las estimaciones, cerca de las 5 de la mañana.

Con una imponente movilización en las calles a pesar de la pandemia del Covid-19, el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo enviado por el Poder Ejecutivo y aprobado en la Cámara de Diputados tiene posibilidades de ser convertido en ley. A diferencia de hace dos años, cuando el “no” al aborto legal se imponía desde la previa, en esta oportunidad los “verdes” llegan con expectativa y no se descarta que haya sorpresas en la votación.

En el recinto de la Cámara alta se encuentran presentes, además de la vicepresidenta Cristina Kirchner, los vicepresidentes Martín Lousteau (UCR-Evolución), Maurice Closs (Frente de Todos) y Laura Rodríguez Machado (Pro), sumados a dos representantes por cada bloque, según lo estipula el protocolo de funcionamiento remoto.

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Según el cálculo de parlamentario.com, 34 senadores apoyan la legalización y 33 la rechazan, pero los “celestes” bajarían a 32 si, como todos los pronósticos indican, el expresidente Carlos Menem se ausenta en la votación, ya que se encuentra internado en el Sanatorio Los Arcos desde el 15 de diciembre, en estado delicado.

Si bien había circulado la posibilidad de que el proyecto sufriera cambios para afianzar la ventaja “verde”, eso se evaluará en la reglamentación. El impulsor de las modificaciones fue el rionegrino Alberto Weretilneck, quien se encamina a votar favorablemente si el Gobierno atiende al menos algunos de sus pedidos.

Entre los cuatro senadores que no confirmaron públicamente su voto hay dos del Frente de Todos que podrían votar a favor en una señal de lealtad al Gobierno: el entrerriano Edgardo Kueider y el salteño Sergio “Oso” Leavy, que en 2018 rechazó el proyecto. Las dos indefinidas restantes son la neuquina Lucila Crexell, que en la anterior votación se abstuvo; y la entrerriana Stella Maris Olalla, de la UCR.

Finalmente, el exgobernador tucumano José Aperovich se encuentra de licencia hasta el 31 de diciembre, luego de que el Senado aprobara la última prórroga a fines de agosto, debido a una causa judicial por presunto abuso sexual.

El proyecto busca legalizar el aborto de manera voluntaria hasta las catorce semanas de gestación, y luego de ese plazo se habilita la práctica en los supuestos ya establecidos en el Código Penal: violación; o peligro para la vida o la salud integral de la persona gestante.

La iniciativa autoriza al personal de salud a ejercer la objeción de conciencia siempre y cuando la vida o la salud de la persona gestante no estén en riesgo, y en caso de que todos los profesionales sean objetores, el establecimiento deberá derivar a la paciente de inmediato.

El plazo para realizar el aborto será de diez días desde su requerimiento, y el sector público, las obras sociales y las empresas de medicina prepaga deberán incorporar la cobertura integral y gratuita de la intervención, incluyendo todas las prestaciones en el Programa Médico Obligatorio (PMO).

Con pocos indefinidos, expectativa “verde” y lobby del Gobierno, el Senado vota el aborto legal

Solo hay cuatro legisladores que no confirmaron su voto y, en principio, el resultado arroja 34 a favor y 33 en contra. La sesión duraría unas 12 horas. También se tratará el Programa de los Mil Días.

En un escenario completamente distinto al de 2018, con unos pocos indefinidos y un fuerte lobby del Gobierno, el Senado votará este martes el proyecto de despenalización y legalización del aborto, que en principio cuenta con una leve ventaja “verde”.

La histórica sesión, que duraría unas 12 horas, comenzará a las 16 y también se tratará el denominado Programa de los Mil Días, que busca acompañar a mujeres embarazadas durante toda la gestación y en la primera infancia del hijo.

Tanto ese proyecto como el de aborto legal son dos apuestas fuertes del gobierno de Alberto Fernández, que en los últimos días reforzó las gestiones con senadores para garantizar la sanción de ambas leyes, sobre todo la segunda, un reclamo urgente del movimiento feminista.

Los preparativos para la jornada comenzaron este lunes con el montaje de un escenario de cara a la Plaza de los Dos Congresos, donde se congregarán militantes de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, organizaciones sociales y partidos de izquierda.

Puertas adentro también se puso en marcha un operativo para garantizar el cumplimiento de las medidas de higiene y distanciamiento, en un día donde también sesionará la Cámara de Diputados, desde las 11, con el proyecto de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria.

El protocolo de funcionamiento remoto del Senado solo autoriza la presencia de las autoridades en el recinto -la presidenta, Cristina Kirchner, los tres vices y los dos secretarios-, junto a dos representantes por cada bloque de la oposición.

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A diferencia de hace dos años, cuando el “no” al aborto legal se imponía desde la previa, en esta oportunidad los “verdes” llegan con expectativa y no se descarta que haya sorpresas en la votación, con al menos dos senadores que podrían cambiar su postura.

Según el cálculo de parlamentario.com, 34 senadores apoyan la legalización, incluyendo a la rionegrina Silvina García Larraburu, que había votado en contra en 2018 -fue la única “celeste” del bloque Unidad Ciudadana, que entonces integraba Cristina Kirchner- pero esta vez acompañará.

Otro rionegrino, Alberto Weretilneck, sorprendió al pedir una serie de cambios al texto en revisión pero, según supo este medio, también se encamina a votar favorablemente si el Gobierno garantiza que incluirá algunas de las propuestas en la reglamentación.

En ese sentido, no solo senadores “verdes” del Frente de Todos se pusieron en contacto con el exgobernador, sino también representantes de la propia Secretaría Legal y Técnica, que encabeza Vilma Ibarra, para comenzar a delinear la letra chica.

Los “celestes” son 33, pero bajarían a 32 si, como todos los pronósticos indican, el expresidente Carlos Menem se ausenta, ya que se encuentra internado en el Sanatorio Los Arcos desde el 15 de diciembre, en estado delicado.

Entre los cuatro senadores que no confirmaron públicamente su voto hay dos del Frente de Todos que podrían votar a favor en una señal de lealtad al Gobierno: el entrerriano Edgardo Kueider y el salteño Sergio “Oso” Leavy, que en 2018 rechazó el proyecto.

Las dos indefinidas restantes son la neuquina Lucila Crexell, que en la anterior votación se abstuvo y hasta ahora evitó hacer declaraciones; y la entrerriana Stella Maris Olalla, de la UCR, que también permanece en silencio.

Finalmente, el exgobernador tucumano José Aperovich se encuentra de licencia hasta el 31 de diciembre, luego de que el Senado aprobara la última prórroga a fines de agosto, debido a una causa judicial por presunto abuso sexual.

El proyecto busca legalizar el aborto de manera voluntaria hasta las catorce semanas de gestación, y luego de ese plazo se habilita la práctica en los supuestos ya establecidos en el Código Penal: violación; o peligro para la vida o la salud integral de la persona gestante.

La iniciativa autoriza al personal de salud a ejercer la objeción de conciencia siempre y cuando la vida o la salud de la persona gestante no estén en riesgo, y en caso de que todos los profesionales sean objetores, el establecimiento deberá derivar a la paciente de inmediato.

El plazo para realizar el aborto será de diez días desde su requerimiento, y el sector público, las obras sociales y las empresas de medicina prepaga deberán incorporar la cobertura integral y gratuita de la intervención, incluyendo todas las prestaciones en el Programa Médico Obligatorio (PMO).

Cruces dentro del oficialismo por el debate del aborto y un fuerte mensaje de Mayans

El jefe del bloque oficialista, que rechaza la ley, consideró que “no fueron válidos” los argumentos de los funcionarios del Ejecutivo que asistieron al plenario. Y se cruzó con senadoras de su propio bloque que pidieron acotar la lista de expositores.

Por Carolina Ramos

Arrancó picante en el Senado el debate sobre el proyecto de legalización del aborto: luego de los planteos por el giro a comisiones, afloró la grieta entre “verdes” y “celestes” dentro del propio Frente de Todos, con un fuerte mensaje del jefe del bloque, José Mayans, quien no solo apuntó al Gobierno sino que se cruzó con senadoras oficialistas que pidieron acotar la lista de invitados.

Estas escenas se dieron al finalizar la exposición de los ministros Ginés González García (Salud), Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres, Género y Diversidad) y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, en el plenario virtual de las comisiones de Banca de la Mujer, Salud y Justicia y Asuntos Penales.

Mayans pidió la palabra luego de que la presidenta de la Banca de la Mujer, Norma Durango, anunciara que, por un acuerdo entre senadores de ambos sectores, el debate continuará este martes en dos tandas, de 10 a 13 y de 15 a 18, con la participación de veinte invitados, diez por cada posición.

“Esta es una discusión muy profunda, cada uno tiene su convicción y todos representan a sus provincias y son senadores y senadoras que tienen muy estudiado el tema”, introdujo Mayans, uno de los detractores más firmes del aborto legal.

Foto: Comunicación Senado

“Yo escuché a los ministros y a la secretaria Legal y Técnica. Obviamente no compartimos ninguno de los argumentos que han dado. Para mi han sido argumentos no válidos”, lanzó el formoseño, al insistir en que “el derecho a la vida es desde la concepción”.

El senador siguió: “No estamos conformes con la presentación de la ley, no estamos conformes con las explicaciones que ha dado el ministro, no estamos conformes con las explicaciones de la secretaria legal y técnica, no estamos conformes con las explicaciones de la ministra”.

“Que quede bien claro: no es que nosotros venimos a aceptar acá… los escuchamos, vamos a escuchar a los expositores, y después vamos a sacar las conclusiones de lo que ha dicho cada uno”, aclaró Mayans, y advirtió que “en Diputados hubo que hacer correcciones urgentes porque sino la ley no podía tener el resultado que tuvo”.

Otra senadora “celeste”, la radical María Belén Tapia, pidió que, a diferencia del formato adoptado en la Cámara baja, las preguntas de los senadores se puedan formular “a viva voz” sin mediar el sistema virtual. Durango ratificó que, en efecto, esa era su intención.

Pero luego reavivó la polémica la neuquina Silvia Sapag (Frente de Todos). “Estoy viendo que los que no están a favor de la ley quieren entorpecer que sea tratada este año…”, arrancó, pero Mayans no la dejó terminar: “No tratamos eso, no queremos entorpecer nada. No puede decir eso. ¿Cómo vamos a estar entorpeciendo?”.

Sapag continuó: “Yo no participé en 2018 porque no era legisladora, pero todos sabemos de qué se trata. La mayoría tiene posición tomada. No vamos a convencer a nadie trayendo cada vez más expositores”. Y finalmente pidió bajar la cantidad de expositores a cinco por cada sector.

La puntana Eugenia Catalfamo, también a favor del aborto legal, coincidió con Sapag en la necesidad de “bajar el número a la menor cantidad posible”. “Quienes no formaban parte de esta Cámara en 2018 seguramente alguna posición habrán tenido. La discusión está saldada no solo entre los legisladores sino también en las calles”, aseguró.

Foto: Comunicación Senado

Con ánimo de poner paños fríos, la vicejefa del bloque oficialista, Anabel Fernández Sagasti, dijo tener “confianza” en los presidentes de las comisiones -Durango por la Banca de la Mujer, Mario Fiad por Salud y Oscar Parrilli por Justicia y Asuntos Penales- a la hora de definir la modalidad de trabajo.

Pero Mayans volvió a la carga. “Recibimos la información el viernes a la noche y el lunes estamos acordando la metodología de trabajo. En un tema tan profundo como este, hay tanta gente que quiere participar… obviamente vamos a hacer una reducción, pero esto es un tratamiento exprés”.

Sin nombrarla, criticó la propuesta de Sapag, al sostener que “sugerir cinco personas entre mil propuestas que vienen es un exceso”.

“Ya sabemos que cada uno tiene su visión del tema y que quieren un tratamiento exprés, pero sino hubiésemos ido directamente al recinto a tratarlo sobre tablas…”, ironizó, y concluyó que “el propósito de esto es que el pueblo argentino sepa de qué se trata, escuchar a los ministros y a otros sectores de la sociedad”.

Luego pidió la palabra la tucumana Beatriz Mirkin, del mismo bloque, para cuestionar a Mayans. “Me llama la atención la expresión de ‘debate exprés’. Es una expresión que normalmente utiliza la oposición. No es esta la situación”, afirmó, y manifestó: “Si quieren sesionar sábado y domingo, no tengo ningún inconveniente, pero hay que poner un límite adecuado”.

Hacia el final de la reunión, Fiad propuso que los expositores sean 20 este martes, 30 el miércoles -ambos días divididos en turno mañana y tarde- y 10 el jueves por la mañana, para dar lugar al debate entre senadores por la tarde. Durango se comprometió a evaluar ese esquema.

Aborto legal: seis diputados cambiaron su voto entre 2018 y 2020

La votación del proyecto en la madrugada de este viernes mostró el cambio de postura de legisladores que ya habían participado del debate hace dos años.

Por Carolina Ramos

Entre las sorpresas que dejó la votación del aborto legal en la mañana de este viernes, cinco diputadas y un diputado que en 2018 se habían pronunciado de una manera, en esta oportunidad lo hicieron de otra. Algunos fundamentaron su cambio de postura en el debate y otros, simplemente, se llamaron a silencio.

¿Quiénes pasaron de “verdes” a “celestes”? Fueron en total tres mujeres y un hombre: Sofía Brambilla (Pro-Corrientes), Roxana Reyes (UCR-Santa Cruz), Aída Ayala (UCR-Chaco) y Héctor “Tito” Stefani (Pro-Tierra del Fuego).

A diferencia de los casos de Brambilla y Ayala, quienes ya habían adelantado su decisión en los días previos a la sesión, llamó la atención el giro de Reyes, quien no participó del debate por una tragedia familiar reciente -sufrió la pérdida de uno de sus hijos- y tuvo que pedir autorización a la Cámara para poder votar.

Por su parte, el fueguino Stefani habló cerca de las 23.30. “¿Quién tiene la potestad de decidir cuándo empieza y cuándo termina la vida?”, se preguntó, y agregó: “El aborto es un tema que polariza a la sociedad. Los argentinos no aprendemos a trabajar entre antagónicos de manera complementaria”.

“Tratar este tema sin un debate profundo, en extraordinarias y en una sesión exprés, algo dice. No habla de seguir profundizando sobre el tema para encontrar una solución” para “salvar las dos vidas”, consideró.

A la inversa, hubo un solo voto negativo que se transformó en afirmativo, el de Flavia Morales (Frente de la Concordia-Misiones), ahora la única “verde” de su bloque, ya que sus pares Ricardo Wellbach y Diego Sartori se opusieron al proyecto.

Desde la votación de 2018 he reflexionado, he analizado. La penalización no logra evitar que muchas mujeres realicen esta práctica, y más aún en la clandestinidad. En efecto, la intervención del Estado, en este momento, es fundamental”, aseguró Morales.

Y añadió: “No se trata de lo que yo piense, sino de lo que está pasando allá afuera, y estas prácticas clandestinas están ocurriendo aun en pandemia. He entendido que tenemos que optar entre la existencia de una regulación u optar por que las cosas sigan de la misma manera”.

Por último, Alejandra Vigo, de Córdoba Federal, pasó de ser la única abstención en 2018 a votar esta vez en contra, y si bien se expresó a favor de la despenalización, negó que el aborto sea un “derecho”.

“El aborto no es el ejercicio del derecho de la mujer sobre su cuerpo”, subrayó, y tras reiterar que “hacer libre el aborto en cualquier situación no es la respuesta”, concluyó: “Las mujeres ponemos el cuerpo y el alma, pero las palabras ‘aborto’ y ‘libertad’ no van bien en la misma frase”.

Por 14 votos de diferencia, se aprobó la legalización del aborto en Diputados y ahora define el Senado

El proyecto recibió 131 votos a favor, 117 en contra y seis abstenciones, tras un debate de 20 horas y media, mucho más sereno que el de 2018. La Cámara alta tendrá el veredicto final.

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Por Carolina Ramos

El proyecto de despenalización y legalización del aborto volvió a quedar a tan solo un paso de ser convertido en ley. Con 131 votos a favor, 117 en contra y seis abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa y ahora el Senado tendrá la última palabra, con expectativa de una votación antes de fin de año y un pronóstico verdaderamente abierto.

La votación se produjo a las 7.30, al cabo de un debate de 20 horas y media que levantó temperatura recién al final, con los discursos de cierre. A nivel general, la sesión transcurrió en calma y estuvo muy lejos del clima beligerante que dominó hace dos años, cuando la discusión atravesó por primera vez las puertas del Congreso.

A diferencia de aquel momento, la postura a favor de la Interrupción Voluntaria del Embarazo llegó con ventaja numérica y el impulso del presidente Alberto Fernández, que este jueves celebró un año de gestión y cumplió su promesa de enviar el proyecto.

De todos modos, los votos a favor casi no aumentaron con respecto a 2018, cuando la aprobación fue por 129 a 125. Aunque esta vez sí se amplió la diferencia -fue de 14 votos- y sobresalió una mayor cantidad de abstenciones que facilitaron la media sanción, ya que hicieron reducir la base de cálculo para la mayoría.

Las seis abstenciones fueron de Héctor “Cacho” Bárbaro (Frente de Todos-Misiones), Alfredo Cornejo (UCR-Mendoza), Daniel Ferreyra (Frente de Todos-Jujuy), José Luis Patiño (PRO-CABA), Romina Uhrig (Frente de Todos-Buenos Aires) y Mariana Zuvic (Coalición Cívica-CABA).

En la votación hubo asistencia perfecta: solo faltaron los dos diputados que están de licencia, José Ignacio De Mendiguren -por su cargo en un banco público- y Eduardo Cáceres -por una causa por violencia de género que avanza en la Justicia-.

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Con atuendos y pañuelos verdes, los diputados a favor del proyecto estallaron de euforia y se fundieron en abrazos cuando el tablero marcó el resultado, en una postal de la transversalidad política con la que, una vez más, se desarrolló la discusión.

Fue el fin de una jornada donde volvieron a escucharse, casi intactos, los mismos argumentos a favor y en contra, aunque en esta oportunidad los “celestes” hicieron foco en la oportunidad para tratar la ley, en medio de la pandemia del Covid-19 y la crisis económica y social que trajo como consecuencia.

Voto a voto

A lo largo de la sesión se fueron definiendo los legisladores en duda: se confirmó el voto a favor de Francisco Guevara -el único sanjuanino “verde”-  y también el de la exgobernadora catamarqueña Lucía Corpacci, que apareció en su banca con el pañuelo de la Campaña por el Aborto y entrada la noche fundamentó su decisión.

Pero además, sorprendió la revelación de una diputada misionera, Flavia Morales (Frente Renovador de la Concordia), que en 2018 se había opuesto al proyecto y ahora, tras una reflexión personal y cierto trabajo de persuasión desde el Frente de Todos, acompañó con su voto.

Por el lado opuesto, la cordobesa Vigo informó, bien temprano, la oposición de los cuatro diputados que responden al gobernador Juan Schiaretti, que defendieron un proyecto alternativo.

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Durante la madrugada fueron varios los diputados que dieron a conocer su voto a favor, entre ellos la santafesina Alejandra Obeid (Frente de Todos), que había tenido algunas manifestaciones en contra: “Me costó mucho tomar esta decisión. Soy una mujer que practica la fe católica y he iniciado un proceso de construcción que continúa”, argumentó.

En sentido contrario, Nancy Sand, del mismo bloque, se convirtió en la segunda correntina en pasar de “verde” a “celeste”. Y el jujeño Jorge Rizotti (UCR), hombre del gobernador Gerardo Morales, anunció su voto favorable. “Hoy voy a acompañar la ley contra el aborto inseguro y clandestino”, dijo, y se escuchó algún aplauso.

Cuando se acercaba el final, los diputados autorizaron que Roxana Reyes pudiera votar desde Santa Cruz a pesar de no haber participado de la sesión. La radical sufrió la pérdida de uno de sus hijos el fin de semana pero se comunicó con las autoridades para pedir permiso para votar, y a diferencia de 2018 esta vez votó en contra.

Sesión XL

La sesión arrancó a las 11.12 con la presencia de 105 diputados en el recinto y 45 conectados de manera remota, esto es, 150 en total. Al inicio, prestó juramento Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista) en lugar de Romina Del Plá (PO), en función de la rotación de bancas acordada en el Frente de Izquierda.

La apertura del debate estuvo a cargo de los presidentes de las comisiones intervinientes: Cecilia Moreau (Legislación General), Pablo Yedlin (Salud), Mónica Macha (Mujeres y Diversidad) y Carolina Gaillard (Legislación Penal). En tanto, el dictamen de rechazo fue defendido por Carmen Polledo (Pro) y Marcela Campagnoli (Frente de Todos).

“Este debate ha sido puesto sobre la mesa hace muchísimo tiempo por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y por las miles y miles de mujeres que nos han impuesto este debate puertas afuera del Congreso”, destacó Moreau.

La titular de la comisión cabecera recordó que este jueves se cumplieron 37 años desde el retorno a la democracia y resaltó que la fecha “es simbólica para conquistar un nuevo derecho”.

Por su parte, Polledo advirtió que “la legalización del aborto no es un reclamo de nuestras mujeres, sino de grupos militantes que han quedado atrapados en consignas del pasado”.

“Es realmente increíble que en lugar de discutir cómo vamos a solucionar los problemas urgentes y dramáticos que hoy nos apremian, estemos aquí tratando la legalización del aborto”, se quejó la vicepresidenta de la Comisión de Salud.

Al inicio, hubo dos intentos de la Coalición Cívica para postergar el debate: primero, la santafesina Lucila Lehmann pidió aplazar el tratamiento hasta después del 6 de enero, debido a la cercanía de las fiestas de fin de año; luego, el bonaerense Javier Campos pidió discutir la convocatoria a una consulta popular. Ninguna de las dos mociones prosperó, porque se necesitaban dos tercios de los votos, que no se reunieron.

A lo largo de la tarde hubo varios pasajes salientes. Uno de ellos fue el discurso de una “celeste” del bloque oficialista, Vanesa Massetani, quien advirtió: “Ningún funcionario va a decirme lo que tengo que hacer hoy aquí en esta banca. Fueron elegidos a dedo. A mi me eligió el pueblo”.

Massetani pronunció esas palabras en la cara del ministro de Salud, Ginés González García, presente en el recinto. Sin nombrarlo, lo cuestionó por calificar al embrión como un “fenómeno” y hasta se ganó aplausos: “A veces resulta gracioso escuchar a expositores y funcionarios, el esfuerzo dialéctico que tienen que hacer para no llamar a las cosas por su nombre”.

También sobresalió la confesión de una diputada “verde”, Adriana Cáceres, embarazada de 19 semanas. “Quiero contar que estoy embarazada. Es un embarazo sumamente deseado, buscado por años, donde con mi marido tuvimos que transitar momentos difíciles, incluidos abortos naturales”, reveló, y lanzó un contundente “la maternidad será deseada o no será”.

Otro testimonio en primera persona fue el de la bonaerense Alicia Aparicio, del Frente de Todos, quien, al borde de las lágrimas, le dedicó la media sanción a su abuela fallecida en un aborto clandestino.

También se vivió un momento emotivo con la participación de una legisladora desde un sanatorio: la entrerriana Blanca Osuna, del Frente de Todos, quien se encuentra internada por Covid pero igual intervino en el debate para defender el proyecto.

Osuna, de 70 años, se encuentra en el Sanatorio La Entrerriana, en Paraná, y su discurso en esas circunstancias fue aplaudido desde el recinto. “Este voto es para que sea ley, por las jóvenes, por las pibas, por mis nietos, por mis hijas, por las miles de chicas que no están y por las que van a venir y nos van a recordar por haber cumplido con nuestra palabra”, dijo.

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Los últimos discursos comenzaron a las 5 de la mañana. “Esto está muy lejos de las necesidades de la gente. No sabemos escuchar las demandas sociales. El principal problema es la falta de credibilidad del presidente de la Nación y de sus políticas públicas”, advirtió la cordobesa Soher El Sukaria (Pro).

En la misma postura, la jujeña Gabriela Burgos afirmó que siempre estará “a favor de las dos vidas”. “Soy defensora de los derechos de las mujeres. No porque no acepte el aborto no defiendo a las mujeres. Voy a seguir militando por los derechos de las mujeres. Sí significaron un avance la patria potestad compartida, el divorcio vincular, el matrimonio igualitario, la paridad”, enumeró.

Luego fue el turno de Brenda Austin, quien destacó, como radical, que la sesión se haya realizado en el aniversario de la recuperación democrática. “Se nos ha dicho que este no es el momento, pero ¿cuándo es el momento?”, se preguntó, y resaltó el papel de la Campaña por el Aborto pidiendo al Congreso el tratamiento de esta ley “hace 13 años”.

Silvia Lospennato volvió a ser una de las más aplaudidas. “Estamos cruzando la última valla para el reconocimiento legal y pleno de la autonomía de las mujeres, y lo estamos haciendo tan juntas que ninguna grieta pudo separarnos”, arrancó, y agradeció al presidente por “cumplir su palabra y enviar este proyecto”.

Tras reivindicar también a Mauricio Macri por haber habilitado el debate durante su gestión, explicó que “si fuera inconstitucional el aborto, la Corte tendría que haber dicho lo contrario a lo que dicho en el fallo FAL” de 2012, cuando se ratificó que los abortos producto de violación no son punibles.

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Conectada desde su casa, Graciela Camaño profundizó su rechazo. “Lo que se está haciendo es transformar al feto en lo que los romanos llamaban res, cosa. Argentina abandonó este concepto en la Asamblea de 1813 cuando decidió la libertad de vientres. El hijo en el vientre de la mujer dejó de ser una cosa”.

“Hoy retrocedemos 207 años con esta ley, ¿en serio creemos que estamos ampliando derechos, en una Argentina empobrecida, agonizante?”, se preguntó, y además cuestionó que con la ley “el aborto podrá ser legal, pero jamás será justo”.

Hacia el final, la cordobesa Graciela Estévez destacó que “hoy vamos a lograr que ese lema que tenemos desde hace tantos años sea una realidad: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, y aborto legal para que las pibas, los pibes y les pibis puedan tener su proyecto de vida sin limitaciones”.

El cierre estuvo a cargo de Gabriela Cerruti, quien habló de “los cruces virtuosos, cuando se cruzan las demandas colectivas con las decisiones de los Estados”.

“El mundo es injusto, pero la respuesta no está en nuestro útero. El mundo es injusto porque está construido hace 500 años sobre un modelo de explotación de las mujeres y la naturaleza. Necesitamos un mundo con menos hipocresías, con menos dobles discursos”, afirmó, y pidió la ley “por las pibas que están en la calle, por las pioneras y las ancestras”.

Funcionarios presentes

A lo largo del jueves y viernes, representantes del Poder Ejecutivo pasaron por el recinto para presenciar la sesión y se reunieron con el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa.

Asistieron los ministros Ginés González García (Salud), Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres y Diversidad) y Sabina Frederic (Seguridad), además de las secretarias Vilma Ibarra (Legal y Ténica) y Carla Vizotti (Acceso a la Salud).

También se dieron cita la asesora presidencial Cecilia Nicolini; la titular de la ANSES, Fernanda Raverta; y la responsable de AySA y esposa de Massa, Malena Galmarini.

Si bien circuló la versión de que el propio presidente Alberto Fernández podía pasar por el Congreso en algún momento de la noche para renovar el impulso a la ley de aborto, finalmente no asistió. Su presencia hubiese sido un arma de doble filo en una votación que atraviesa a los partidos políticos.

Por su parte, Máximo Kirchner, jefe del bloque del Frente de Todos, continúa aislado y no habló en la sesión, aunque siempre se mantuvo activo en busca de afianzar los votos.

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Los “verdes” llevan ventaja para aprobar el aborto legal en Diputados pero hay 24 indefinidos

Del relevamiento realizado por parlamentario.com surge que hay, en principio, 123 votos a favor, 109 en contra y 24 indefinidos. El miércoles se firmará el dictamen y el jueves se tratará en el recinto.

Por Carolina Ramos

Eran cerca de las 8 de la mañana del 14 de junio de 2018 cuando un tuit cambió la historia. El diputado pampeano Sergio Ziliotto -luego electo gobernador- anunciaba el voto a favor de sus dos compañeros de bloque y se daba vuelta el resultado, que finalmente quedó sellado con el apoyo de un fueguino. Tras una madrugada para el infarto, se aprobaba en la Cámara de Diputados el proyecto de despenalización y legalización del aborto.

Dos años después, con una renovación de bancas de por medio, un presidente que impulsa la ley, el debate ya maduro y el movimiento feminista nuevamente en las calles, los diputados y diputadas “verdes” llegan a la sesión más confiados: tendrían garantizada la mayoría para volver a lograr la media sanción y girarla al Senado, donde están puestas todas las miradas.

La posición pro-aborto legal está muy cerca de alcanzar los 129 votos, si bien sigue habiendo un grupo de diputados entre signos de interrogación. Según el relevamiento que realizó parlamentario.com, hay 123 a favor del proyecto, 109 en contra y 24 indefinidos. El diputado número 257 es José Ignacio De Mendiguren, que está de licencia por su cargo en un banco público.

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La mayoría de los diputados electos en 2019 dieron a conocer su postura públicamente, y otros la confirmaron a este medio, pero la mantienen bajo reserva hasta el día de la sesión. Asimismo, entre los que ya votaron en 2018 hay dos mujeres que lo hicieron a favor y ahora irán por el rechazo: la chaqueña Aída Ayala (UCR) y la correntina Sofía Brambilla (Pro).

Entre los legisladores que no se pronunciaron figura ni más ni menos que Sergio Massa. A diferencia de hace dos años, cuando la posibilidad de un desempate de Emilio Monzó despertó todo tipo de especulaciones, esta vez es impensado que el presidente de la Cámara tenga que intervenir en la votación.

Por otra parte, el bloque Córdoba Federal -que fue clave para la aprobación del recorte de la coparticipación porteña- presentó en los últimos días un proyecto alternativo de despenalización del aborto. Pero lo cierto es que, lejos de acercar posiciones, dos de los cuatro integrantes votarán en contra de la iniciativa del Ejecutivo: Paulo Cassinerio (ya lo hizo en 2018) y Claudia Márquez, la mujer que asumió en lugar del intendente de la capital, Martín Llaryora.

“Mi voto es en contra. Tengo esta posición desde los años ’90, cuando era estudiante de Derecho, y no ha variado, por el contrario: a través del principio de progresividad de los derechos, se fue consolidando la protección de los derechos tanto de las mujeres como de los niños, y se dio carácter de niño al concebido cuando se ratificó la Convención de los Derechos del Niño. Mi postura personal es a favor de la vida”, ratificó Márquez ante la consulta de parlamentario.com.

Por lo tanto, resta conocer qué harán el jefe de la bancada “schiarettista”, Carlos Gutiérrez, que en campaña propuso convocar a una consulta popular; y Alejandra Vigo, esposa del gobernador, la única que se abstuvo hace dos años. Ambos guardan su definición bajo siete llaves.

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Otros diputados que evitaron expresarse hasta ahora son Mariana Zuvic (Coalición Cívica-CABA), Jorge Sarghini (Consenso Federal-Buenos Aires) y Lucía Corpacci (Frente de Todos-Catamarca). En la misma situación están Sebastián García de Luca (PRO-Buenos Aires) y Martín Berhongaray (UCR-La Pampa), quienes votarían a favor.

Tampoco confirmó su posición el propio titular de la UCR, Alfredo Cornejo, que en campaña propuso una consulta popular. Jimena Latorre, quien le siguió en la lista de diputados, también se había inclinado por esa propuesta, pero hace pocos días confirmó que acompañará, y lo mismo haría otro mendocino, Alejandro Bermejo (Frente de Todos).

La lista de indecisos se completa con el jujeño Jorge “Colo” Rizzotti (UCR), quien responde al gobernador Gerardo Morales; el chaqueño Gerardo Cipolini, también del radicalismo; y nada menos que 15 diputados del bloque oficialista, entre los que se encuentran la mencionada Corpacci; Carlos Ponce, exvicegobernador de San Luis; y el massista Ramiro Gutiérrez.

Desde luego, Máximo Kirchner apoyará, e incluso tendrá a su cargo el cierre del debate como jefe del bloque, si es que no resuelve dejarle el lugar a alguna mujer del Frente de Todos. Como está aislado porque mantuvo contacto estrecho con una persona con Covid positivo, es difícil imaginar un discurso final de un tema tan trascendente pronunciado desde una pantalla.

Entre las autoridades de Juntos por el Cambio, solo Cristian Ritondo (Pro) está en contra de la legalización. Mario Negri, jefe del interbloque, volverá a votar a favor, y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) siempre fue activo militante de la causa. En 2018 el bloque tuvo un solo “verde” (Juan Manuel López) y ahora se suman con su voto, además de Ferraro, Mónica Frade y Mariana Stilman.

José Luis Ramón, titular de Unidad Federal para el Desarrollo, volvería a votar en contra. En el anterior debate se había expresado a favor, pero a los pocos días cambió su postura, lo que le valió la expulsión del bloque que entonces compartía con el porteño Martín Lousteau. Recientemente, el mendocino propuso un plebiscito.

Hay dos bloques enteros que rechazan la Interrupción Voluntaria del Embarazo: el Frente de la Concordia misionero y Acción Federal. En Consenso Federal hay dos votos en contra -Graciela Camaño y Alejandro “Topo” Rodríguez- y un indeciso, el mencionado Sarghini. Eduardo “Bali” Bucca, titular del interbloque habitado por los “lavagnistas”, ya votó a favor.

Entre los “verdes” también figuran el representante del Partido Socialista, Enrique Estévez; el rionegrino Luis Di Giácomo; y por supuesto, Nicolás Del Caño y Romina del Plá, del Frente de Izquierda. Por último, hay dos bloques unipersonales en contra: Alma Sapag (Movimiento Popular Neuquino) y Beatriz Ávila (Partido de la Justicia Social).

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El horizonte más inmediato es el de la definición en comisiones y el sector pro-abortista lleva ventaja para alzarse, sin inconvenientes, con el dictamen favorable. Tiene mayoría en las comisiones de Legislación General, Salud y Mujeres y Diversidad, mientras que Legislación Penal es la más peleada. En las cuatro comisiones hay tan solo cinco indefinidos.

El proyecto de IVE fue debatido en cuatro jornadas con la participación de unos 70 expositores de ambos bandos. El plan es firmar dictamen el próximo miércoles a las 17, con la mayoría de los diputados ya en Buenos Aires. Es que, según acordaron jefes de bloque, a partir de ahora la virtualidad será la excepción: quienes participen de modo remoto deberán acreditar sus motivos ante una subcomisión que evaluará cada caso.

Con este nuevo esquema es que Diputados tratará, el próximo jueves, los proyectos de aborto legal y del Programa de los Mil Días, que también será dictaminado el miércoles, a las 14. Las autoridades de la Cámara trabajan desde el viernes para la puesta a punto del recinto, las galerías y los salones aledaños, donde habrá que guardar distanciamiento.

Massa hace equilibro y recibe a militantes a favor y en contra del aborto legal

Está previsto que este miércoles, mientras se discute el Presupuesto 2021, el presidente de la Cámara de Diputados reciba a representantes de la Campaña por el Aborto y de Unidad Provida.

Por Carolina Ramos

En el transcurso de la sesión en la que se tratará el Presupuesto 2021, la Cámara de Diputados volverá a teñirse de verde y celeste. A la espera de que el Poder Ejecutivo envíe de una vez por todas el proyecto de despenalización y legalización del aborto, Sergio Massa recibirá este miércoles, por separado, a militantes a favor y en contra de la ley.

En una búsqueda por hacer equilibrio y mostrar apertura, el titular de la Cámara baja tiene previsto escuchar a ambas facciones. Las representantes de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito se dieron cita a las 16 en el Palacio Legislativo, bajo coordinación de la diputada Cecilia Moreau (Frente de Todos), presidenta de la Comisión de Legislación General.

En tanto, a las 18.30 será el turno de Unidad Provida, el conglomerado de organizaciones que se formó en 2018 al calor del debate. En este caso es la santafesina Vanesa Messetani, también del oficialismo, quien se puso al hombro la organización del encuentro.

Ambas reuniones se harían en el Salón Delia Parodi, contiguo al de Pasos Perdidos, y obligarían a Massa a ausentarse durante esas horas en la sesión en la que se tratará el Presupuesto para el año próximo.

La garantía que quiere dar Massa es que el debate se lleve a cabo, en los tiempos que marque el Poder Ejecutivo”, confiaron fuentes consultadas. El titular de la Cámara baja -que, llegada una situación extrema, debería desempatar con su voto- no expresó públicamente su postura sobre el tema, del cual por ahora se mantiene al margen.

La Campaña por el Aborto planea transmitirle a Massa los argumentos de por qué “es urgente” la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), y a la vez pedirán que el tratamiento del proyecto sea expeditivo, sin entrar en largas jornadas con especialistas como las que se realizaron hace dos años.

Las comisiones que se abocarían al debate serían las de Legislación General, presidida por Moreau; Salud, encabezada por Pablo Yedlin; Legislación Penal, conducida por Carolina Gaillard; y Mujeres y Diversidad, al comando de Mónica Macha. Todos ellos son del Frente de Todos y están a favor del aborto legal.

Por parte de Unidad Provida el pedido será impedir que se abra el debate este año, en plena pandemia. “No es el momento. Se trató hace dos años y estamos en una situación crítica a nivel sanitario y económico”, opinó un referente de ese sector, que además advirtió que “esto hará que la gente se manifieste de manera masiva en las calles”, lo cual “sería contraproducente”.

El presidente Alberto Fernández ratificó este martes que el Gobierno está “avanzando” en el proyecto. “Es una promesa electoral mía y yo las promesas las cumplo”, dijo a Radio 10, y agregó: “Nunca oculté en la campaña electoral lo que a mi juicio hay que hacer con el aborto”.

Fernández insistió en que enviará la iniciativa “tan pronto como pueda” y señaló que mientras persiste la pandemia “los abortos siguen existiendo y muchas mujeres terminan siendo lastimadas o terminan muriendo en abortos clandestinos”.

Sin embargo, advirtió: “Yo lo que quisiera es que el tema no se convierta en una nueva disputa entre los argentinos. Respetemos a todos. Lo que no quiero es que se genere un nuevo debate”.