Tras un fuerte temporal que azotó a la Ciudad y otros puntos del país, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, supervisó un operativo de limpieza con equipos para el despeje y acondicionamiento de calles y sumideros, a fin de remover los árboles y ramas caídos durante la tormenta, despejar la circulación y resolver los daños ocasionados.

En el operativo participaron, además de la Policía de la Ciudad, 20 de las Direcciones de Emergencias, 18 de Bomberos, 5 de la Dirección de Pluviales, 33 de Gestión Comunal, 10 de la Dirección de Limpieza, 8 de Espacio Público y 15 de Tránsito.

Hubo un total de 400 llamados de emergencia por las ráfagas en el Centro Único de Coordinación y Control, donde se centralizan los operativos. Según el reporte de reclamos cargados, 408 árboles cayeron en la vía pública.

Atento a esta situación, Macri explicó que “estamos tratando de llegar lo más rápido posible a cada lugar donde hay una situación de crisis. Nosotros tenemos un criterio de prioridades en función de riesgo y peligrosidad” e indicó que “les pedimos a los vecinos y vecinas que por favor nos avisen y que por favor no salgan de sus casas si no es imprescindible, porque hay ramas y árboles caídos. Si no es importante, que no se muevan”.

“Hubo 16 heridos, aunque no de gravedad. Tenemos que ordenar la Ciudad lo más rápido posible porque mañana es un día hábil y la gente tiene que circular. Vamos a depender del clima de hoy. Cuánto llueve o cuánto no. El trabajo en la calle se complica mucho cuando vuelven las tormentas”, remarcó.

Por último, explicó que la reunión con el Comité de Crisis en el Centro de Monitoreo es “para estar encima de cada barrio y de cada realidad”, y cerró: “Extendemos el pésame a las familias de las víctimas que hubo en Bahía Blanca”.