Cadena bovina: expertos expusieron los lineamientos estratégicos

Se dio en el marco de la Comisión de Agricultura y Ganadería. Además, los legisladores avanzaron con una batería de proyectos de declaración y resolución.

Representantes del sector ganadero presentaron ante Diputados lineamientos estratégicos para la Cadena Bovina

Los expositores alertaron que, si no se encuentra “una salida de crecimiento para poder valuar nuestra producción, la ganadería vacuna va a dejar de ser la producción emblemática del país”. También plantearon la necesidad de “trabajar una ley federal de carnes”.

La Comisión de Agricultura y Ganadería de Diputados, presidida por el radical Ricardo Buryaile (Formosa), se reunió este miércoles para debatir sobre los lineamientos estratégicos para la Cadena Bovina. También pasaron a la firma un paquete de proyectos de resolución y declaración.

Al encuentro, que se llevó a cabo desde las 11.15 en la Sala 1 del Anexo “A”, asistieron representantes del sector bovino que explicaron los puntos centrales del proyecto y alertaron que, si no se encuentra “una salida de crecimiento para poder valuar nuestra producción, la ganadería vacuna va a dejar de ser la producción emblemática del país”. El plan presentado, explicaron que busca potenciar la actividad en el plazo de diez años, con el objetivo de generar más de 100 mil nuevos puestos de trabajo, intentar superar el millón de toneladas extra de carne y, además, obtener ingresos por exportación por 4 mil millones de dólares más.

Buryaile agradeció a los miembros de la comisión por estar presentes luego de la sesión que se extendió hasta las 3 de la madrugada. Así, aclaró que “el objetivo de esta convocatoria es agradecerle a la cadena de la carne bovina que haya elegido esta comisión para presentar un proyecto del sector tan importante de la Argentina”.

“Es muy bueno que el sector privado venga y traiga sus inquietudes al Congreso de la Nación donde están los representantes y responsables de hacer las leyes o mejorar las cosas de tal manera que los diputados tengamos conocimiento de propia mano de lo que está pasando en la Argentina”, expresó el radical y contó que “como productor tengo conocimiento alguno de lo que está pasando, pero no mucho más allá porque con el trabajo político algunas cuestiones se pierden”.

Así, remarcó que “el sector de la carne bovina es un sector emblemático porque la carne argentina es una marca registrada en todo el mundo, no es la carne americana, ni la australiana. Es un emblema como el Malbec, como el fútbol, como Messi. Tenemos que apuntar a producir más y exportar más, y desde el Gobierno levantar las mayores restricciones posibles y destrabar las burocracias para que las fuerzas productivas se desplieguen”.

“Uno de los problemas que tenemos en el país es este doble estándar sanitario que nos condiciona y mucho. Creo que lo debemos trabajar con las provincias porque me han dicho que ninguna legislación va a salir en el marco de la cadena de la carne si no se habla el ministro del Interior con los gobernadores que son los que tienen que implementar las medidas y los gobernadores tienen que bajar las ideas a los intendentes”, cuestionó Buryaile.

En tanto, resaltó que vivimos en un país federal por lo que “hay que respetar las leyes y acordar cuáles son las reglas de juego”. “Uno de los grandes problemas de la cadena bovina en lo interno es la cuestión sanitaria, la cuestión impositiva que nos hace un sector marginal en muchos casos y hay que adaptar y en la mesa tiene que estar AFIP tratando de simplificar y ejerciendo un mayor control no es fácil porque si pueden tener 20 registros te los piden. Es importante tratar de simplificarle la vida al productor, tenemos que estar protegidos frente al mundo porque el desafío de la vacunación es una amenaza permanente cuando hay países vecinos que quieren levantar esas restricciones”.

En ese marco, el formoseño analizó que el “gran desafío es el mundo que se nos presenta hoy como una oportunidad, pero que lo desperdiciamos. Hoy 75% de las exportaciones de carne argentina van a China entonces hay que ver hacia dónde estamos mirando y qué estamos haciendo con el mercado interno y las potencialidades. Estamos con un equilibrio en el consumo de carnes”.

Representantes de la cadena bovina

Abrió la ronda de debate Dardo Chiesa de la “Mesa de la carne” quien contó que “la cadena de las carnes es una mesa de trabajo de 24 entidades para sacar lo mejor para nuestra cadena. También nos acompaña en la mesa el pollo, el cerdo y ovino”.

“En el federalismo que da el Congreso se juntan dos paradigmas. La ganadería la actividad económica más federal que tiene el país porque en cada rincón se puede criar a un animal y se hace de forma comercial o de subsistencia”, señaló.

Chiesa explicó que los lineamientos fueron presentados a principios de este año “político” y, en función de eso, trabajaron con la asistencia de los técnicos de FADA (Federación Argentina de Agrimensores) de buscar “cuáles son los puntos que nosotros consideramos sobre los cuales hay que trabajar para lograr mayor eficiencia. Para cada eslabón de la cadena todo es el más importante como retenciones, unificación del tipo cambiario, eliminar el pago de impuesto a las ganancias por tenencia. Cada sector va a encontrar su punto”.

Sobre el trabajo presentado, señaló que “son una enumeración de puntos a resolver que va a llevarnos a encontrar el camino para llevarlo adelante con grandes diferencias de cómo salir”, y ejemplificó: “Si hablamos de la media res hay un mundo para salir y cada productor tiene que encontrar la forma de cómo transitar”.

“Antes hay que salir del doble status sanitario, garantizar la sanidad. Nosotros defendemos al país libre de aftosa con vacunación y la usamos como herramienta de prevención”, planteó y sumó: “La ganadería tiene un desafío muy grande. Esta muy de moda hablar del futbol cuando ganamos el mundial en el 78’ éramos 25 millones de argentinos y teníamos 55 y pico de cabezas, hoy somos 46 millones de argentinos y tenemos la misma cantidad de cabezas. El crecimiento demográfico argentino ha superado en creces el crecimiento del rodeo y la producción que está estancada”.

En ese sentido, alertó: “Si no encontramos una salida de crecimiento para poder valuar nuestra producción, la ganadería vacuna va a dejar de ser la producción emblemática que fue para el país toda la vida y lo que representa”. “Este es el camino para elaborar una política de carnes y el objetivo es lograr 115 mil puestos de trabajos nuevos que se pueden dar si se logran estos objetivos y más de 400 mil millones de dólares”, cerró.

En un breve comentario, Buryaile recordó que en el 78’ había un total de 61 millones de cabezas y “nunca más se llegó a ese stock. Brasil tenía 50 millones de cabezas y hoy tiene 200 millones. 50 años después es el principal exportador de carne aviar, porcina y vacuna”.

A su turno y de forma breve, Ernesto Lowenstein de UNICA (Unión de la Industria Cárnica Argentina) expresó su orgullo al presentar algo que “24 entidades en donde hay competencia y discusiones nos juntamos detrás de unos lineamientos porque nos van a llevar a un sector que tenemos que mejorar”. Asimismo, cuestionó que FADA “puso sus números y sus creencias, eso fue conservador”, por lo que consideró que “si cumplimos lo que está diagramado tendremos un país distinto y espero que Brasil no siga siendo el primero”.

En su presentación, David Miazzo de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), explicó con los actores que tiene la cadena que es “compleja, con muchos actores repartidos a lo largo del país”. “Más de 900 cabañas de crías, 1200 Feedlot, 288 mil productores, miles de carnicerías, veterinarios, agrónomos, proveedores, 380 consignatarios, 380 frigoríficos, 400 mil usuarios de faena, más de 50 mercados a los que accede y los 47 millones de consumidores a nivel local”, detalló.

Y siguió: “Una cadena grande que actualmente genera 437 mil puestos de trabajo, un aporte de 13 mil millones de dólares al PBI, 4.200 millones de dólares por exportación y de derechos de exportación, algo que hay que eliminar, 343 millones de dólares”.

“Este documento busca generar una visión común para la Cadena Bovina Argentina con el objetivo de alinear acciones que permitan potenciar y modernizar la cadena con impactos positivos para el país y todos los argentinos”, respaldó.

Miazzo resaltó que los lineamientos fueron apoyados por 25 cadenas que representan a los principales eslabones, con más de 80 referentes como INTA, SENASA para “definir estos conjuntos de herramientas, escenarios y políticas”.

Como misión del proyecto, explicó que se propusieron “producir animales y carne para el consumidor argentino y mundial aportando una fuente proteica, saludable, segura e inocua”, a fin de generar “valor agregado, empleo genuino y divisas siendo un modelo económico con visión federal comprometidos con prácticas sostenibles, respeto ambiental y bienestar animal que son cuestiones más presentes”.

Nos vemos de acá en 10 años siendo una cadena de ganados sólida, integrada y en constante desarrollo. Producimos eficientemente alimentos de calidad que forman parte de la dieta de los argentinos con una presencia creciente en el mundo, agotando tecnologías innovadoras y prácticas sostenibles”, avizoró.

Entre las prioridades de la cadena planteó cuatro: los consumidores, la producción en sí misma, el desarrollo que puede generar y el ambiente y bienestar animal. “Los lineamientos estratégicos se componen de 60 acciones, políticas públicas e iniciativas conjuntas porque hay leyes o medidas del gobierno que el propio sector privado debe tomar hacia adelante. Están ordenadas en 16 ejes estratégicos y 4 áreas focales -la propia cadena, la producción, los mercados y el bienestar-”, precisó.

“Todas estas medidas deben estar en un marco macro económico para poder alcanzar las metas que se proponen ya que la inflación, las restricciones generan graves problemas a todas las actividades. Este marco debe testar enmarcado en un sentido de políticas fiscales y monetarias responsables, cero retenciones, cero restricciones, reglas de juego claras para que la actividad pueda crecer y desarrollarse”, señaló.

Sobre la cadena bovina, indicó que los ejes estratégicos son: “La integración de la cadena y la transparencia, la comunicación para informar qué consume, lo impositivo como alícuotas de IVA diferenciales, carga tributaria de ingresos brutos, derechos de exportación; la informalidad para moderniza y potenciar la cadena; y financiamiento. El objetivo es lograr integración, transparencia y formación hacia adentro de la cadena”.

Al hablar de la producción, señaló que los ejes están puestos en la genética, la mejora productiva, el estándar sanitario internacional, identificación y trazabilidad de la hacienda y tipificación de la carne. “Eso busca mejorar el valor productivo, equilibrar el desarrollo del sector y fomentar el crecimiento”, precisó y agregó que los objetivos son “usar la genética aprobada, mejorar la eficiencia productiva a partir de mejoras del destete, faena, productividad del stock, financiamiento de pasturas, alcanzar un estándar sanitario internacional con un organismo de control, tipificación e identificar los productos de calidad con sellos”.

Al hablar de los mercados, Miazzo hizo hincapié en “reforzarlos” para tener “precios de referencia locales” y el mercado externo como “las intervenciones y las aperturas”. Sobre el mercado interno el objetivo es “plantear una visión complementaria entre las distintas carnes para que tengan un motor de crecimiento”.

Por último, se refirió al área de ambiente e inocuidad cuyos ejes son “el bienestar animal, producción con cuidado del ambiente y la inocuidad de alimentos para la salud humana. El objetivo es focalizarse en las implicancias y tendencias a nivel internacional y nacional logrando esquemas que vayan en favor de la salud, certificaciones de cuidado del medio ambiente”.

“Entre las áreas a intervenir puede estar el Congreso con algunas leyes importantes en lo impositivo, en el estándar sanitario”, planteó y sumó que el plan está pensando en tres etapas. Además, informó que los objetivos que se pueden lograr es aumentar el stock ganadero a 63 millones de cabezas como consecuencia de la mejora productiva; mejorar en un 75% el destete; incrementar en un 63% por kilo de cabeza la productividad del stock; incrementar la faena de los 13,4 millones de cabezas a 15 millones para incrementar la producción de carne en un 35% y duplicar las exportaciones.

“De acá a 10 años podríamos pensar en una producción que el 57% vaya al mercado interno porque aumentan las exportaciones que pueden significar el 43%”, analizó y comentó que tendrá impactos en la actividad económica de 26 mil millones de dólares, incrementar 124 mil puestos de trabajo, 400 mil millones de dólares las exportaciones”.

Alberto Berardi de la Cámara Cárnica de Entre Ríos y de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas, manifestó: “En Argentina a diferencia de Brasil, no se trabaja en forma horizontal, se trabaja desde el individualismo y egoísmo, este proyecto es una excelente oportunidad y ejemplo para vencer esto”.

“Tener un lineamiento de lo que debe ser y tratar con ustedes que forman las leyes conformar la experiencia y con una legitimidad que el productor tiene”, propuso Bernardo Cané, integrante del Grupo Crea y preguntó: “¿Qué tiene Brasil que no tiene nosotros? Ha construido poder, tienen una fundación que pone los recursos necesarios para desarrollar las leyes. Los diputados y las empresas constituyen el desarrollo de las leyes, proponen normas. A Brasil lo decidieron los agropecuarios y todos los partidos tomaron consenso horizontal, no ponen para un negocio individual, sino que trabajan en conjunto y eso puso a Brasil como el principal productor de carne, maíz, soja, cerdo y pollo”.

Y sugirió dejar de lado “el individualismo y el egoísmo porque este es un ejemplo y oportunidad como un lanzamiento para entender que necesitamos duplicar la producción”.

Asimismo, Javier Peralta, secretario de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) cuestionó que las restricciones “no tienen ningún sentido ni efecto para el precio del consumidor. Tenemos que tener en cuenta el 78% de las exportaciones de carne tienen como destino China, pero no es el mismo producto que se consume acá”, pero aclaró que “no quiere decir que sea carne de mala calidad, sino que las culturas culinarias y métodos de cocción justifica que consuman otro tipo de carne. No significa que los japoneses se llevan lo mejor, y los chinos lo peor, sino que cada uno utiliza la carne a sus costumbres”.

“Si nos restringen las exportaciones, esa carne que nos está comprando China no lo vamos a comer acá por ende el precio al consumidor es cero porque pasa a ser una vaca que muere en el campo, el tambo deja de tener ingresos que permite amortiguar las pérdidas que produce. El tema de las restricciones de los cortes tampoco influye en el consumo interno”, explicó.

En su intervención, Fernando Herrera de la Asociación Productores Exportadores (APEA) habló del impacto de las exportaciones en el precio del consumidor es “algo que no se informa bien y hay una creencia que está vinculada con los volúmenes de exportación y precio de mercado interno. Hoy luego de todas las subas el corte más caro en el supermercado vale $7.000, en cualquier lugar del mundo ese corte vale 30 o 40 dólares al consumidor, con lo cual exportamos un 25% de la producción dejando al mercado interno el 75%, pero estamos muy lejos de pagar los precios internacionales. Es un dato a difundir y que se tergiversa y se impulsan medidas que perjudican a la cadena y no benefician al consumidor”.

 Silvina Campos Carlés, asesora económica de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO) advirtió: “Necesitamos políticas de largo plazo para poder armar un esquema de trabajo que no solo implique reducciones impositivas sino cambios en la forma de producir y para poder hacer eso tenemos que planificar”.

A su turno, Juan Eiras, director de la Cámara Argentina de Feedlot expresó: “Nosotros tenemos casi 30 meses en juego, desde la crianza hasta la terminación intensiva con suplementación, necesitamos de previsibilidad y de contar con la tranquilidad de que hay un futuro alentador y un horizonte posible”.

Al cierre del encuentro, el titular de la Comisión aclaró que “la unificación cambiaria desde acá no se puede hacer, nosotros no lo podemos hacer. Podemos discutir retenciones porque hay una ley para legislar en esta materia”.

“El tema de retenciones agrícolas se llevó puesto todo tipo de retenciones y ahí aparece una oposición blue de mandar todo a ganancias y eso es una quimera, es inviable. Las retenciones las reducís o no, podemos plantear qué se hace podemos disponer el marco de las retenciones”, señaló Buryaile y propuso: “Podemos proponer proyectos que incentiven la producción que hacen falta en el sector agropecuario a través de amortizaciones aceleradas. Hay que trabajar una ley federal de carnes”.