Con logros en veremos, avance a pura motosierra y licuadora

El presidente se entusiasma con una reducción del déficit más drástica que lo que podría haber pensado el economista más ortodoxo. Eso es a fuerza de un sinfín de recortes, pero sin afectar aún la imagen presidencial. Inversores y el Fondo reconocen, pero piden señales de gobernabilidad.