Por Cata Cabana. La historiadora hace referencia al intento de magnicidio a la vicepresidenta y al repudio generalizado de distintos sectores de la política que es una muestra de “defensa a la democracia”.
La historia argentina nos muestra la constante grieta que dirime todos y cada uno de los sucesos y procesos.
Si hacemos un recorrido histórico podemos ver y aprender de algunas consecuencias que esa grieta dejó.
A pesar de eso, por momentos logramos olvidar las diferencias y nos unimos para avanzar, y esos son los laureles que supimos conseguir.
Enumeremos. Nos llevó 6 años entender que el camino era la Independencia. Luego de luchar internamente, nos unimos para firmar. Nos llevó 44 años ponernos de acuerdo y firmar la Constitución Nacional. 66 años probamos hasta conciliar que el voto secreto y obligatorio era un ejercicio saludable.
Pero, 53 años estuvimos hasta aprender que la violencia y la censura no eran un camino viable.
Los procesos son extensos, y claro: no son absolutos. Pero en los últimos 39 años conseguimos el laurel más importante: la democracia.
Argentina se unió para declarar "Nunca más" y se comprometió a defender el poder del pueblo, a través de los representantes. Nuestro gran laurel es la diversidad de ideas, y la convivencia de las mismas.
La democracia nos enseña que no tenemos que pensar todos igual, y entonces a respetar. De la unión nace la fuerza, y se consigue el laurel. Coronados de gloria. No olvidemos nuestra historia, que, si bien es compleja, es ejemplo de unión y libertad.
Que los libros de historia del futuro nos recuerden como los que repudiamos un atentado y defendimos el principio de la democracia que supimos conseguir.