Luego de ocupar parte de su discurso en criticar al Poder Judicial, Alberto Fernández cerró el mismo con un pedido hacia todos los legisladores: discutir las grandes fortunas porque “estamos discutiendo más igualdad”.

El mandatario propuso que “nuestra utopía hoy sea la igualdad”, y contó que “en el sur del mundo, en el continente más desigual del mundo, asumamos ese propósito. En un mundo donde cuarenta personas acumulan más riquezas que millones y millones, donde algunos nacen condenados al hambre y el padecimiento donde otros tienen la suerte de nacer con su vida resuelta, el verdadero desafío, la verdadera revolución, es la búsqueda de la igualdad”.

“Construimos la democracia, vivimos en libertad, alcancemos la igualdad”, remarcó y precisó: “Igualdad en la diversidad, en las diferencias, en el conflicto. Igualdad que es en realidad equidad. Un mundo donde cada quien se desarrolle según sus circunstancias, pero donde todos y todas tengan las mismas oportunidades”, porque “para nosotros gobernar es generar igualdad”.

En esa línea, planteó: “Terminemos de una vez con las cadenas de desigualdad que condenan a muchos de nuestros compatriotas. Esas cadenas que articulan clase social, pertenencias, identidades, género, raza, porque la democracia es hacer por el otro, sobre todo por los que menos tienen. La democracia es un proceso de trabajo constante, de invención de derechos, de eliminación de privilegios”.

“Los invito a dar vuelta la página del tremendismo y el desánimo, a encarar con coraje los grandes desafíos de nuestro futuro como país. A arremangarse y trabajar, a poner cabeza y corazón en nuestro futuro común”, propuso Fernández

A continuación, invitó a “un compromiso con la patria a cada funcionario público, a cada legislador y legisladora, a cada miembro de los poderes del Estado, así como a cada trabajador, trabajadora, ciudadanos y ciudadanas”, y remarcó que “es hora de dejar de lado las mezquindades, las pequeñas rencillas, los narcisismos”.

Y siguió: “Quiero invitarlos a un compromiso de trabajo serio y cotidiano con nuestro país. No podemos quedarnos esperando que el mundo nos ayude. La Argentina debe ayudarse a sí misma. Y debemos ayudarnos entre nosotros, como un gran equipo. Argentina es un gran país. Creamos en Argentina, creamos en nosotros mismos”

“Senadores, senadores, diputados, diputadas, pueblo de mi patria. Cuando discutimos grandes fortunas lo que estamos discutiendo es más igualdad”, remarcó el jefe de Estado y cerró: “Porque solo a través de la igualdad, de crear las condiciones materiales para que todas y todos puedan tener las mismas oportunidades es que un país crece y progresa. La verdadera libertad nace de la igualdad”.