En vísperas del debate en el recinto sobre el proyecto de ley de Bases, el presidente del bloque Unión por la Patria de la Cámara baja salió a calentar el clima.

Y lo hizo recogiendo la polémica desatada a partir de la firma del dictamen de mayoría y los supuestos cambios que se habrían redactado con posterioridad a que se firmara el texto.

“Ninguno de los 55 diputados que firmaron el dictamen de la ‘ley ómnibus’ conocían el texto que firmaban”, denunció el legislador santafesino, que agregó: “Y ninguno de los 257 diputados comenzarán la (posible) sesión conociendo qué es lo que se va a poner en votación”.

Así las cosas, Germán Martínez denunció que este “es el mayor bochorno parlamentario desde la Ley Banelco”.

La referencia del legislador de Unión por la Patria tiene que ver con el escándalo que rodeó los supuestos sobornos que habrían pagado en tiempos de la Alianza a los senadores que aprobaron la reforma laboral implementada entonces.

Ese escándalo estalló en abril del 2000 en medio de la sanción de la ley 25.250, conocida como Ley de Reforma Laboral, y por el mismo se investigó si el entonces gobierno radical de Fernando de la Rúa había hecho pagos a senadores del Partido Justicialista para que votaran a favor de su aprobación.

La investigación en la justicia concluyó con la absolución de los acusados al no encontrarse prueba del alegado soborno.

Por Leandro Bravo

José “Pocho” Romero Feris es precandidato al Parlasur por el espacio de Juan Schiaretti, Hacemos por nuestro País, y este jueves afirmó que la inflación actual “es insoportable, inmoral y corroe el bolsillo de la gente”.

Romero Feris fue senador nacional desde 1987 hasta el 2001, gobernador de Corrientes en el período 1983-1987 y legislador provincial en 1965 y 1966. De tal modo, recordó el tratamiento de la “Ley Banelco” (reforma laboral llevada a cabo por el gobierno de Fernando De La Rúa) al que consideró “vergonzoso y lamentable”.

Entrevistado por parlamentario.com, El exsenador sostuvo que Argentina “tiene que hacer una reformulación general en materia política, en materia económica, educativa y en relaciones internacionales también”. Además, se refirió a su etapa en el Congreso y expresó que “ese Senado era más trabajador” que el actual.

Finalmente, explicó sus razones para formar parte del proyecto encabezado por Schiaretti: “Ha tenido un buen gobierno sumamente positivo y las pruebas concretas son, que ganó la provincia y al mes la intendencia”, en relación a los triunfos de Martín Llaryora y Daniel Passerini, respectivamente.

– ¿Qué lo llevó formar parte del proyecto de Hacemos por nuestro País de Juan Schiaretti?

– El Partido Autonomista Nacional había decidió no llevar candidato a presidente. No era el momento de abrir un tema más de aquellos que representan sin mucha esperanza de ese deber. Creo que llegó el momento de que los argentinos tenemos que entendernos más. Pienso que, de los candidatos, es el que ha tenido un buen gobierno. Juan Schiaretti ha hecho un gobierno sumamente positivo y las pruebas concretas son que gana la gobernación y al mes, gana la intendencia por siete puntos. Lo que en sí mismo es el sistema electoral del país, hay que modificarlos urgente. No podés tener elecciones todos los días, además, de lo malo que somos los políticos, significa mucho dinero invertido, cuando lo que habría que hacer es una uniformidad del Sistema Electoral porque los gobernadores, a veces, adaptan sus fechas a lo que ellos les convienen, pero al pueblo le molesta ir a votar, votar y votar. Se aburren de votar cuando ven que resulta un fracaso para la sociedad y para la política. Creo que tenemos que tomar en serio un tema, hay que volver al Colegio Electoral porque la primera potencia del mundo lo tiene. No porque yo sea pro-Estados Unidos, pero tiene un Colegio Electoral “aggiornado” que, a lo mejor, vuelva a tener elecciones cada seis años porque ahora el que resulte electo presidente a los diez meses de asumir ya está viendo cómo llevar la elección del año siguiente porque hay elecciones cada dos años. Creo que acá tenemos que interpretar formal o profundamente que hay que hacer una reformulación general en materia política, en materia económica, educativa y en relaciones internacionales. Si no somos capaces de llevar a cabo una acción de esa naturaleza, si no somos capaces de decir “tenemos que hacer la cosas bien y tomar un camino que nos lleve a ser una Nación como la que fuimos y esté en el grupo de países fundamentales”, si nos resignamos a seguir como estamos y no producimos los cambios la historia requiere, indudablemente, el futuro no va a ser el mejor para los 46 millones de compatriotas.

– Su campaña hace hincapié en saltarse “la grieta” ¿Cree que eso sea posible para los próximos períodos?

– Si nos seguimos peleando todos contra todos y en lugar de construir, destruimos, indudablemente que el futuro que nos espera nos es el mejor. Ni siquiera para nosotros, ni para las generaciones que nos sucedan. ¿Qué les espera a los que estamos en este momento? Las circunstancias y responsabilidades que tenemos como seres humanos, como argentinos o como dirigentes, y no hacemos las cosas que tenemos que hacer. Nuestra obligación es pensar en el mediano y largo plazo. Tenemos que pensar con ese propósito, con ese objetivo y con ese espíritu. Pienso que acá, tenemos que pensar en cómo llegamos a las 24 horas del día en que vivimos y también tenemos que pensar otra cosa que es importantísima, no importa de donde se viene, sino a donde vamos. Acá no tenemos un sendero planificado y estructurado porque nadie solo, puede hacer absolutamente nada, no hay un equipo estructurado y con eso se viene la inflación, la pobreza y la indigencia. Yo digo que está inflación es una cosa insoportable. Esta inflación es inmoral porque corroe el bolsillo de la gente.  

– En su etapa como senador nacional ¿era tan difícil sesionar como ocurre ahora?

– No, reconozco que era un Senado trabajador donde se estudiaban los temas y los presupuestos se aprobaban, pero no a libro cerrado, analizábamos a fondo. Ese Senado lo único que tuvo de malo, que lo menciono en mi libro “Memorias para el futuro”, fue una cuestión que no fue honesta -ya no tengo miedo de decirlo- y lamentable, que fue lo de la Banelco. Tengo la satisfacción, que no es un mérito, es una obligación, cuando vino el despacho y no era de comisión, veo una copia del proyecto y me parece rara la cuestión. Fui el primero en pedir la palabra y cuestionar duramente su estado. Alberto Rodríguez Saá, jefe de bloque del Justicialismo en ese entonces, fue el primero en avalar lo que dije. Lo lamentable es que algunos dijeron una cosa en Diputados y dijeron otra cosa en el Senado. Esto fue vergonzoso y lamentable.

– Por último, si no formara parte de la propuesta de Schiaretti ¿estaría más cerca de Juntos por el Cambio o de Unión por la Patria?

– Ni por uno, ni por otro. Debemos luchar contra la grieta. Querernos más los argentinos. Pretendo conformar una nueva mayoría nacional y tener un proyecto de país donde los seres humanos tengan igualdad de oportunidades, igualdad ante la ley y que tengan un mejor bienestar general como lo dice el Preámbulo de nuestra Constitución Nacional.