Media sanción para la profesionalización de acompañantes terapéuticos

El proyecto impulsado fue aprobado con 197 votos afirmativos, con dos modificaciones. La iniciativa busca que los acompañantes terapéuticos sean considerados trabajadores profesionales autónomos (no auxiliares).

La Cámara de Diputados le dio media sanción este miércoles al proyecto de ley para la regulación del Ejercicio Profesional del Acompañamiento Terapéutico para que los trabajadores sean considerados profesionales autónomos.

El proyecto obtuvo 197 votos afirmativos, 3 negativos de los liberales Javier Milei, Victoria Villarruel y la monobloquista Carolina Píparo. Fue consensuado a partir de propuestas de Soledad Carrizo (UCR), de Virginia Cornejo (Pro) y Daniel Gollan (FdT) y tuvo dos modificaciones en su artículo 3 y 23.

La ley tiene por objeto establecer el marco general del ejercicio profesional del acompañamiento terapéutico, sin perjuicio de las normas dictadas por las jurisdicciones locales, ya que en 13 provincias hay legislación al respecto.

El ejercicio profesional del acompañamiento terapéutico comprende a quienes con matrícula habilitante intervienen a través de un abordaje biopsicosocial integral, en el marco de un equipo interdisciplinario y/o por indicación de un profesional de la salud tratante a cargo, para facilitar la rehabilitación de la persona acompañada.

También para prevenir eventuales recaídas, identificar situaciones de riesgo y promover su reinserción en el ámbito comunitario, promoviendo el ejercicio efectivo de sus derechos, bajo el paradigma de salud comunitaria y colectiva.

La actividad del acompañante terapéutico se desarrolla a través de la práctica de estrategias terapéuticas no farmacológicas de asistencia en ámbitos institucionales, domiciliarios, ambulatorios y sociales-comunitarios sin distinción de género ni edad.

La iniciativa contempla artículos referidos a las condiciones de habilitación; los derechos y obligaciones; las prohibiciones (entre ellas prescribir medicamentos, drogas o fármacos); el registro de sancionados e inhabilitados; y la inclusión en el Programa Médico Obligatorio todas las actividades desarrolladas por acompañantes terapéuticos, entre otros aspectos.

Además, determina que “para el ejercicio profesional los acompañantes terapéuticos deberán inscribir previamente el título habilitante ante las autoridades competentes designadas por las jurisdicciones locales”.

El Poder Ejecutivo Nacional deberá promover ante los organismos que correspondan la creación de la carrera de acompañante terapéutico a cargo de Universidades e Institutos de educación superior, de gestión pública y privada y la unificación de los programas de estudios.

La palabra de los diputados

Palabra autorizada en su carácter de médico y autor de uno de los proyectos, abrió la ronda de expositores el oficialista Daniel Gollan quien resaltó que el proyecto ha sido consensuado con el conjunto de todos los bloques, tanto en la Comisión de Salud como en la de Legislación General. También reconoció a quienes presentaron otras iniciativas que se unificaron y mencionó a la diputada Soledad Carrizo y de Virginia Cornejo.

“Estamos poniendo a consideración un proyecto que viene a dar cuenta de una necesidad que ha sido fuertemente sostenida y militada por distintos referentes a lo largo y ancho del país que se han conformado en asociaciones, agrupaciones del tema que nos convoca que es el reconocimiento y la regulación del ejercicio del ejercicio profesional del acompañamiento terapéutico”, planteó Gollan.

El exministro de Salud comparó: “Es un tema que tiene que ver con esas nuevas necesidades que van surgiendo y tiene una historia porque hace no mucho tiempo la salud era casi patrimonio de los médicos, y todo el resto eran como asistentes y, obviamente, este criterio ha ido para bien deviniendo en un proceso en el cual ahora hay muchos más actores que se suman y que se organiza la respuesta como equipos de salud con una visión interdisciplinaria o multidisciplinaria”.

Así, remarcó que “el tema de la salud pública ya no es patrimonio de una sola incumbencia o de una sola profesión sino de un conjunto”. Al respecto, recordó que en el recinto han tratado muchas iniciativas que “dan cuenta de ese rol de la jerarquización de roles que, dentro del sistema, cumplían un rol secundario en la medicina ante la figura del profesional. También han aparecido nuevos actores”.

En ese sentido, planteó que han debatido y hay por tratar con el Cuerpo temas como obstetricia, instrumentadoras quirúrgicas, los agentes sanitarios que “es un proyecto que estamos debatiendo en comisión”, las nutricionistas. “Hay una gran cantidad de nuevos actores que irrumpen en el sistema sanitario, que cumplen un nuevo rol y que primero han tenido una respuesta de los territorios federales del país porque hay 13 provincias que ya normatizaron, vía leyes o reglamentos o resoluciones, han reconocido esta actividad y ya han dictado sus normas”, sostuvo el oficialista.

“Este proceso empezó hace años y es sano que estemos reconociendo la posibilidad de forma nacional esta nueva actividad, nueva entre comillas porque ya no es tan nueva. Los procesos sociales y de la salud son complejos y, entonces, van apareciendo estos actores como los acompañantes terapéuticos que vienen a cumplir un rol muy importante porque son el sostén, el acompañamiento de todas aquellas personas que por problemas de salud o discapacidad necesitan un soporte, una ayuda continua y permanente y, una vez que son atendidas en los centros de salud y son diagnosticados, necesitan por diferentes motivos y razones estar acompañados por alguien que garantice todo un proceso de contención, de rehabilitación, de reinserción social y por eso estamos poniendo a consideración este proyecto”, explayó.

Sobre la redacción del texto, explicó que establece los requisitos que hay que tener para acreditarse, para matricular, las incumbencias profesionales, no remplazan a otros sectores ni actores; establece los derechos y obligaciones y, entre ellas, está el respetar otras leyes con las cuales interactúa esa incumbencia como la Ley 26.529 de Derechos del paciente, la Ley 26.657 de Salud Mental, la Ley 26.934 de Plan integral para afrontar el consumo problemático, la Ley 26.061 de derechos del niño, la 24.901 de Atención Integral a Personas con Discapacidad, la 24.385 de Violencia de Género.

“A todas estas leyes están obligadas a cumplir con sus postulados los agentes terapéuticos”, precisó y contó que se plantea un plazo de adecuación para todos aquellos que ya tienen con un proceso de formación; se establece la necesidad de encarar un proceso de homogenización de todos los contenidos y formación a escala nacional como la Ley de Enfermería para “homogenizar las currícula de formación”.

“Es una ley que viene a dar cuenta de la necesidad de reconocer algo que ya está sucediendo, que es necesario para el sistema de salud, que ya está reconocido en muchas provincias del país y que necesita establecer un marco normativo escala nacional”, manifestó Gollan.

Además, explicó una modificación breve que se propuso a instancias de la Comisión de Legislación General del inciso B del artículo 3 habida cuenta de opiniones de la Comisión de Educación “se nos pidió que se realice un cambio en la redacción del dictamen en lo que se refiere a la definición del marco mínimo de formación adecuada de la profesión que nos proponemos a regular para que la redacción quede alineada al marco de la Ley de Educación Superior”.

“Como estaba escrito originalmente no estaba alineado”, precisó el diputado bonaerense y afirmó: “Hay consenso de todos los bloques de reemplazar el inciso B para que diga ‘poseer título reconocido oficialmente en acompañamiento terapéutico de nivel superior universitario o técnico profesional expedido por instituciones públicas de gestión estatal o privada en los términos de la Ley 24.521 de Educación Superior y la Ley 26.058 de Educación Técnica Profesional”.

Por último, planteó hacer una modificación del artículo 23 de adhesión a las provincias y sumar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Con esas dos modficiacones solicitamos la votación positiva de la ley y agradeciendo a todos los representantes de las agrupaciones de acompañantes terapéuticos su presencia”, cerró.

A continuación, hizo uso de la palabra el rionegrino Luis Di Giacomo quien destacó la “perfecta” alocución de Gollan sobre los sentidos que tiene la ley respecto de las demás leyes de salud con las que se relaciona.

Y complementó: “Hay que recordar cómo llegamos a este presente de profesionalización. Este es el elemento central de la ley que consagra la profesionalización dentro del equipo de salud con todo lo que eso significa para quienes desarrollen su actividad profesional en esta área, de tener incluidos, de todo lo que tenga que ver con arancelamientos, planes médicos de salud, los estatutos para salud pública y privada y poder salir de esa situación de idóneos o auxiliares que hasta el presente, en muchos casos en función de no haber una regulación de tipo nacional, hacía que no se distingan las capacidades formativas y las experiencias de cada uno y que, en muchos casos, tuvieran que actuar de forma voluntaria en una zona en negro dentro del esquema de trabajo”.

“Son múltiples los espacios en los que actúan los acompañantes terapéuticos como adicciones, trastornos alimentarios, discapacidades, problemáticas de la tercera edad, enfermedades crónicas, cuidados paliativos, en trastornos psicóticos, infantes, adultos”, enumeró y agregó: “Un acompañamiento que, a veces, tiene que ver con la aceptación de la problemática y empezar a manejarla tanto el paciente como la familia en un contexto de internación y en lo que significa la práctica ambulatoria cotidiana”.

Di Giacomo sostuvo que “acompañar es acompañar la cotidianeidad de las personas que necesitan este tipo de accionar para evitar el estancamiento, para evitar el aislamiento y posibilitar de forma rápida la reinserción laboral y social. Este acompañamiento profesionalizado va a ayudar a muchas personas que necesitan a especialistas y a alguien que los acompañen durante su día”.

Al intervenir en el debate, la diputada de izquierda Romina del Plá valoró el tratamiento de ese proyecto que anticipó que acompañarían, y recordó que hace tiempo que vienen pidiendo una solución sobre el tema, al punto tal que en 2016 impulsaron un proyecto sobre el tema a través del entonces diputado Néstor Pitrola.

Pero si bien apoyaron el proyecto, marcó algunos límites que pidió tomar en cuenta. “Porque vamos a aprobar una ley, pero no las condiciones laborales en las que están desempeñando esas tareas, que todas las veces son enormemente precarias”, dijo, agregando que “muchas veces se sigue manteniendo la situación de un salario cobrado a los premios”.

“Esta situación es inadmisible y me parece que son los temas que están quedando afuera”, dijo Del Plá, recordando que desde el lunes pasado hay una carpa frente al Congreso desde donde están reclamando los acompañantes terapéuticos. Así las cosas, la diputada habló de las cuestiones que quedan pendientes y algunas cosas que no están definidas en el proyecto a ser aprobados.

Por ejemplo, que “deben ser incluidos plenamente en los equipos interdisciplinarios; nada de auxiliar de tal cosa u otra; una integración plena. La matriculación que se está planteando tiene que estar a cargo del Estado, porque es gente que paga para poder trabajar, porque hay que adherir al monotributo”.

Para eso, sostuvo que la matriculación debería estar a cargo del Estado, “porque sino la jerarquización se va a convertir en un castigo”. Asimismo “debería avanzarse en la consideración de un trabajo insalubre”, por lo cual “no tendría que ser más de 30 horas semanales y el salario tiene que ser igual a la canasta familiar”. Por último, consideró que toda la formación tiene que ser en instituciones públicas. “Y tiene que haber mucha oferta, sino se va a convertir en el negocio de la capacitación privada”, concluyó.

La oficialista Mara Brawer destacó la importancia del proyecto que “se viene dando dentro de un cambio de paradigma en relación a la materia sanitaria” y explicó que se está abandonando el enfoque biologicista para consolidar una mirada integral de la salud y enfermedad”.

“En este nuevo paradigma se peinas en un contexto familiar, social, emocional. La autonomía y las decisiones personalísimas ahora son un derecho. Hoy entendemos que el sistema sanitario tiene que estar centrado en los derechos y en la autonomía del paciente”, planteó la porteña.

Así, manifestó que “regular esta actividad profesional tan importante tiene que ver con las políticas del cuidado de las cuales este Congreso tiene una enorme deuda, tareas del cuidado que generalmente realizamos las mujeres en las familias, pero que muchas veces requieren de un acompañamiento profesional y el Estado y la sociedad se tienen que hacer cargo jerarquizando este campo de la salud”.

 “Las personas tenemos que ser mirados integralmente, no somos una historia clínica, somos una historia de vida y eso los acompañantes terapéuticos lo saben bien”, resaltó Brawer y coincidió con la diputada preopinante de que “es una locura que sean monotributistas porque son el lazo entre la persona que sufre y la sociedad. Son los que acompañan, los que educan, los que rehabilitan”.

Por último, Brawer planteó que aún hay “dos grandes asignaturas pendientes, entre tantas” una de ellas es la Ley Nacional de Discapacidad y también una Ley de Eutanasia. “Tenemos que darles el derecho a las personas autónomas a decidir cómo quieren vivir”, remató.

Dictamen para la Ley Nicolás y la del acompañamiento terapéutico

Fue en el marco de la Comisión de Legislación General, que se reunió este miércoles para tratar además una serie de otros proyectos.

La Comisión de Salud emitió dictamen para dos proyectos de gran importancia

Las iniciativas sobre Acompañamiento Terapéutico y el Régimen de Seguridad Sanitaria y de los Pacientes avanzaron en la comisión presidida por Mónica Fein.