La iniciativa es de autoría del excanciller y diputado nacional Santiago Cafiero en ocasión de conmemorarse el 73° aniversario porque “la base constituye el primer asentamiento humano al sur del Círculo Polar antártico”.
El diputado nacional Santiago Cafiero (UP) presentó un proyecto de resolución para que el Congreso Nacional apruebe el “mayor reconocimiento a la fundación de la “Base General San Martín” como instalación científica pionera de la República Argentina en el ámbito continental antártico y, específicamente, en el espacio dentro del círculo polar correspondiente al Sector Antártico Argentino, en ocasión de conmemorarse el 21 de marzo su 73° aniversario de su fundación.
Cafiero, excanciller y vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, expresó: “Es un verdadero hito antártico no sólo argentino, sino mundial porque la base constituye el primer asentamiento humano al sur del Círculo Polar antártico”.
“¿Por qué es importante este reconocimiento? Porque la Argentina sostiene una presencia ininterrumpida y más que centenaria en el territorio antártico, con un notable, pionero y ejemplar esfuerzo logístico y científico durante décadas, que implica a múltiples medios y recursos del Estado nacional”, explicó y contó que su objeto principal reside en “apuntalar la pretensión de soberanía que, con coherencia y legitimidad, nuestro país sostiene ininterrumpidamente en el contexto internacional”.
Entre los fundamentos describió que, desde el 22 de febrero de 1904, fecha en la cual fue fundado el Observatorio Meteorológico en Isla Laurie, Orcadas del Sur (actual Base Orcadas), la República Argentina prioriza como política de Estado –estratégica, y continua- la presencia y la actividad en el continente blanco; el último espacio terrestre que alberga potencialidades y posibilidades desconocidas para el desarrollo humano.
Además, señaló que “diversos hitos trascendentes del accionar nacional en la Antártida marcan y fortalecen el vínculo múltiple -político, histórico, científico, social, cultural, ambiental- con este territorio. Eventos significativos, como aquel inicial de 1904, que fueron llevados a cabo con el esfuerzo de personas que reunieron condiciones profesionales, valores humanos y patrióticos, destacándose el espíritu de sacrificio y compañerismo en un contexto tremendamente adverso”.
Al respecto, Cafiero precisó que uno de estos hitos fue la “Primer Expedición Científica a la Antártida Continental Argentina” que tuvo lugar en 1951 y desarrolló: “Con visión estratégica, el gobierno del presidente Perón comprendió la necesidad de fortalecer y consolidar la presencia nacional en el último continente. Para ello, se diseñó una política cuyo objetivo era penetrar en la Antártida ‘costas adentro’, con interés de reconocimiento territorial y científico para relevar la topografía hasta el Polo Sur de ser posible, y poder establecer bases, refugios e incluso una población estable”.
“La persona designada para concretar tamaña empresa fue el coronel Hernán Pujato. Un enérgico visionario antártico; militar de carrera y oriundo de Diamante, provincia de Entre Ríos, que merece un párrafo aparte en razón de sus dotes profesionales y valores patrióticos en términos de la promoción de los intereses nacionales. Pujato sería la persona ideal para la tarea: oficial del Arma de Infantería del Ejército Argentino, fue adiestrado especialmente en los rigores de la alta montaña mendocina como escalador y esquiador militar. Fue también el coronel Pujato quien presentó al presidente Perón un plan de acción antártico, que fue aprobado por el gobierno, poniéndose en marcha el proyecto de la Expedición en cuestión”, narró.
Entre los argumentos, el excanciller mencionó que “el 12 de febrero de 1951 zarpó del Puerto de Buenos Aires la Primer Expedición Científica a la Antártida Continental Argentina a bordo del transporte Santa Micaela de la empresa privada Pérez Companc –que brindó apoyo logístico a la misión- al mando del Capitán de Ultramar (Marino Mercante) Santiago Farrel. En el puerto de Buenos Aires, los expedicionarios fueron despedidos por el presidente y su esposa, Eva Duarte, junto a funcionarios y una notable multitud”.
“Luego de una dificultosa navegación, con peligro de naufragio, arribaron a Bahía Margarita, que se encuentra encerrada entre la isla Belgrano y la costa occidental de la Península Antártica, dentro del Círculo Polar. El Islote Barry, a los 68º 07' S y 67º 08' O, fue el emplazamiento elegido para erigir la entonces denominada ‘Base de Ejército General San Martín’, como la primera estación científica continental argentina. En aquel entonces la más austral y cercana al Polo Sur”, sumó.
En esa línea, recordó que “la Expedición había llegado al punto de destino el 8 de marzo de 1951. En sólo doce días de un trabajo muy esforzado, el grupo de invernada -asistido por conscriptos voluntarios- logró levantar las instalaciones: una estancia-habitación de dos pisos, con paredes dobles de madera, junto a una casa como depósito y otra similar para caso de emergencia, más cinco galpones para víveres, generadores eléctricos y alojamiento de perros para nieve. También se elevaron torres de la antena rómbica de 25 metros de altura para comunicación”.
“Finalmente, el 21 de marzo de 1951, en presencia de las tripulaciones del buque de la Armada Argentina, ARA ‘Sanavirón’ y del transporte perteneciente a la empresa Pérez Companc, el ‘Santa Micaela’, y contando con la ceremonia de bendición del Padre Salesiano Juan Monticelli, el jefe de la Expedición, coronel Pujato, y su segundo en el mando, Capitán Jorge Mottet, inauguran las instalaciones hoy conocidas como ‘Base San Martín’”, destacó.
El diputado de UP mencionó que las fuentes documentales señalan que, durante esa primera invernada, los trabajos realizados fueron intensos y demandaron un gran esfuerzo de parte de todo el personal. Con enorme sacrificio, se pudieron lograr todos los objetivos, recorriéndose más de 1.200 kilómetros con trineos tirados por perros, sobre esquíes o en vehículos a oruga.
“Dificultades iniciales postergaron en gran medida el trabajo científico, aunque diariamente se registraban todos los datos meteorológicos para transmitirlos a Buenos Aires y poder elaborar pronósticos. Se proporcionaban así datos invalorables para la navegación de los mares adyacentes a la Península Antártica. A partir de la fundación de la Base, se construyeron en los alrededores una serie de refugios que quedaron como testimonio de la presencia argentina: Paso de los Andes, Nogal de Saldán, Granaderos, Plumerillo, Chacabuco, Yapeyú, Maipo y 17 de agosto”, informó.
Al respecto, indicó que “además de la epopeya que significó la misma construcción de las instalaciones, se reconoció el territorio, aportando material para análisis científico. Toda esta amplia experiencia permitió realizar adaptaciones y modificaciones al equipamiento y los procedimientos para las futuras campañas antárticas”.
Cafiero mencionó que la Primera Dotación de la Base de Ejército General San Martín se integró por: coronel Hernán Pujato, Capitán Jorge Julio Casimiro Mottet, Sargento Ayudante Juan Heraldo Riella, Sargento Hernán Sergio González Supery, Sargento Lucas Serrano, médico Dr. Ernesto Gómez, meteorólogo Ángel María Abregú Delgado y Antonio Moro.
“Cabe decir que estos eventos ocurrieron años antes de la suscripción del Tratado Antártico de 1959, el cual realza el perfil de actividad y cooperación científica en el continente blanco. La Argentina puede considerarse pionera en este aspecto, ya desde el lejano 1904”, aclaró.
El diputado informó que actualmente la Base San Martín opera mediante el Laboratorio San Martín (LASAN) del Instituto Antártico Argentino (IAA) y una estación meteorológica. Entre las actividades científicas, se destacan diversos estudios del campo magnético, el comportamiento de la ionosfera y de los llamados “silbidos” atmosféricos; así como también el análisis de ruidos cósmicos y estudios glaciológicos, en el marco de cooperación internacional.
“Sin dudas, la Base San Martín es tanto un hito histórico en la trayectoria antártica nacional, cuyos efectos son múltiples y se proyectan en el tiempo; tanto en materia de presencia humana y desarrollo científico, pacífico y cooperativo, como eminente sostén de apoyo de la pretensión soberana nacional”, cerró.