“Porque sin educación no hay futuro”, remarcó la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal autora del proyecto. La iniciativa abarca todos los niveles educativos de gestión estatal, privada y social.
Ante el comienzo de un nuevo ciclo lectivo de forma presencial tras la pandemia Covid-19, se dio a conocer que en la provincia de Santa Cruz los alumnos de secundaria pasaron de año sin importar cuántas materias aprobaron. En ese contexto, la diputada nacional María Eugenia Vidal (Pro – Ciudad de Buenos Aires) presentó un proyecto de ley para que se declare la emergencia pública del Sistema Educativo Nacional en todos los niveles y modalidades obligatorio de gestión estatal, privado y social.
La iniciativa propone como objetivos: “Reducir la deserción escolar acrecentad por la emergencia sanitaria declarada a través del decreto n° 260/20; promover el cumplimiento de los ciclos lectivos establecidos por el Estado Nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; revincular a los alumnos que hayan visto interrumpida su trayectoria educativa; realizar una evaluación inicial diagnosticada y obligatoria en los niveles primario y secundario”.
“Aumentar la inversión presupuestaria en materia educativa; realizar un abordaje integral del Sistema Educativo nacional que asegure el acceso a dispositivos, la conectividad y producción de recursos educativos digitales”, agrega.
Además, en el artículo 11 propone que se fije un ciclo lectivo anual de 190 días y que se considere “día de clase” cuando se haya completado por lo menos la mitad d la cantidad de horas de reloj. La senadora Beatriz Ávila presentó un proyecto en el mismo sentido.
Acompañan con su firma los diputados Cristian Ritondo, Diego Santilli, Silvia Lospennato, Mario Negri, Juan Manuel López, Ricardo López Murphy, Maximiliano Ferraro, Victoria Morales Gorleri, Sabrina Ajmechet, Alejandro Finochiaro, Martín Tetaz, Paula Oliveto, María de las Mercedes Joury y Rogelio Frigerio.
La senadora provincial de Juntos por el Cambio se refirió a la situación que está atravesando el sistema educativo bonaerense durante la pandemia y advirtió sobre el hecho que la oposición “nunca” tuvo respuesta del gobernador Axel Kicillof “por el cierre de las escuelas”.
Frente a la delicada situación que se está viviendo en materia educativa en la provincia de Buenos Aires y la emergencia educativa impulsada desde el Senado provincial por el senador de JxC Juan Pablo Allan, presidente de la Comisión de Educación, la senadora de ese espacio Aldana Ahumada charló con Parlamentario sobre esta problemática.
En ese sentido manifestó que “lo que aprobamos en la Cámara de Senadores bonaerense, donde JxC tiene mayoría a pesar de ser oposición, fue sumamente importante para que la educación sea considerada un servicio esencial”.
“Al poner la educación como un servicio esencial, la presencialidad tiene que estar sostenida y garantizada. Tanto tiempo sin clases el año pasado y este de forma incontinua afectó de manera elocuente a los chicos. Sabemos que lo más importante para ellos es tener una rutina, un ámbito de relacionamiento y sociabilización”, sostuvo Aldana Ahumada.
La senadora de la primera sección electoral hizo referencia a algunas de las organizaciones internacionales que arrojaron “estadísticas sobre la falta de presencialidad” y advirtió sobre el impacto que esta cuestión “está generando en los jóvenes”.
“No lo digo yo, lo dice UNICEF, en América Latina y el Caribe, el 40% de los niños que no pudieron asistir a clases mostraron signos de angustia y depresión producto del encierro y de no poder sociabilizar con sus pares”, apuntó Ahumada.
“Esto nosotros ya lo estamos viendo, es por eso tenemos que accionar rápidamente”, dijo la legisladora opositora.
Una de las grandes polémicas que centró la discusión entre el oficialismo y la oposición en cuanto a la presencialidad, fue si el ámbito escolar era un lugar donde la propagación del virus y los contagios podían ocurrir o no.
Para la senadora de JxC “está confirmado que dentro de las escuelas no hay contagios; nosotros le hemos pedido al gobernador que nos muestre la evidencia en la cual se basó para tomar la decisión de cerrar las escuelas y todavía no obtuvimos una respuesta”.
“Sabemos la importancia que la escuela tiene en aquellos chicos que están bajo la línea de la pobreza, que hoy en día en el conurbano bonaerense es de un 73%”, agregó.
– ¿Desde el bloque Juntos por el Cambio se presentaron muchos proyectos sobre la necesidad de la presencialidad?
– Todos los proyectos fueron en una dirección clara, la de reactivar el sistema educativo para que los chicos estén en las escuelas.
– ¿Hay como un complemento de proyectos?
– Podríamos decir que sí, los últimos proyectos intentan ser un complemento de lo que venimos trabajando el año pasado, cuando la cuarentena comenzó a hacerse más extensa, y notamos que había situaciones que no estaban contempladas y tratamos de buscar la manera de ver qué cosas positivas podíamos hacer.
– ¿Y qué fue lo que pasó?
– Empezamos a ver que los chicos no volvían a las clases presenciales, los adultos mayores en la cuarentena se encontraban solos, sin poder relacionarse con sus familiares. Esto comenzó a generar angustia, depresión, estrés, etcétera.
– ¿Entonces?
– Lo primero que hicimos el año pasado fue presentar un proyecto creando una línea telefónica de salud mental de rápido acceso que tenga visibilidad, publicidad y que sea de fácil acceso para que puedan llamar recibiendo ayuda y contención y en casos graves que sean derivados. Luego viene esta idea de crear un programa bienestar y salud mental de los trabajadores del sistema de salud
Después de un año y medio de pandemia en donde todo el personal de salud está trabajando a contrarreloj y han pasado por situaciones muy angustiantes, empezamos a ver que no existía ninguna alternativa desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires para poder contener esta situación. Y hablando con diferentes instituciones y viendo cómo trabajan en otras jurisdicciones, empezamos a pensar en este programa para que sea un proyecto de ley que se pueda sostener en el tiempo y que el personal de salud tenga un dispositivo de escucha para poder contener su situación emocional.
– Hablemos un poco de política…
– No hay problema.
– Las principales alianzas políticas de esta época tienen a “la unidad” como un super valor?
– En principio yo habló por Juntos por el Cambio o Juntos, tal como se denominará en adelante nuestro espacio, y lo primero que quiero resaltar es que después del 2019 hasta ahora, lo más importante como fuerza de coalición fue habernos mantenidos unidos.
– ¿Por qué?
– Primero porque creo que este es un hecho inédito en la política argentina, ya que después de haber tenido un revés en 2019, la coalición se ha mantenido unida, fortalecida y consolidada. Y esto es lo que se vio cuando María Eugenia Vidal se presentó como precandidata a diputada nacional, y se muestra como una alternativa de unidad y sobre todo de consolidación para enfrentar al kirchnerismo.
– El jefe de Gabinete, Carlos Bianco, dijo hace unos días que “Juntos por el Cambio milita el exilio y el odio al país”…
– Esto es lo que venimos viendo el último año y medio, reiteradamente le están echando la culpa al otro de la ineficiencia, la falta de planificación y la mala administración de la pandemia que están teniendo ellos. Lo más fácil es echarle la culpa al otro y no se hacen cargo de lo mal que están administrando la provincia y el país.
– ¿Lo considera una caracteristica del Gobierno?
– Es una constante la del kirchnerismo de militar “la política del odio”, que es fomentada por ellos. Los senadores de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires hemos aprobado todas las iniciativas que el gobernador, en el marco de la pandemia nos trajo al recinto.
– En algunos casos los proyectos fueron, diríamos, retocados…
– Nosotros hicimos nuestros aportes, por supuesto, para ayudar y para que el gobernador tenga todas las herramientas para afrontar la pandemia, entonces: ¿quiere decir que somos una oposición constructiva?
– ¿Además hubo proyectos propios de la oposición?
– Claro, también presentamos un montón de proyectos para ayudar a pensar y poder expresar lo que escuchamos cuando recorremos los comercios y los barrios. El Gobierno debe mirarse frente al espejo y hacer autocrítica de cómo ha gestionado todo este tiempo y dejar a la oposición hacer su trabajo democráticamente.
El Senado bonaerense avanzó con dos iniciativas impulsadas, en soledad, por Juntos por el Cambio en materia educativa.
El Senado bonaerense avanzó con dos proyectos de Juntos por el Cambio que “buscan darle a la educación la prioridad que requiere”, sostuvieron sus impulsores.
Uno declara a la educación presencial como “esencial”, de Gabino Tapia, y otro que pide declarar la emergencia educativa en territorio provincial, presentado por Juan Pablo Allan. Ambos tuvieron media sanción y fueron girados a la Cámara de Diputados para su tratamiento.
“Estamos frente a un debate que iniciamos hace muchas semanas atrás y que por no contar con el acompañamiento del Frente de Todos para tratarlo con la urgencia que entendemos ameritaba, recién ahora podemos darle sanción a estas iniciativas que buscan garantizar los derechos de los chicos y chicas de la provincia y terminar con las desigualdades”, sostuvo Gabino Tapia
“Buscamos garantizar con este proyecto de esencialidad, la presencialidad desde un marco normativo”, puntualizó Tapia y agregó: “impulsamos esta iniciativa para que la suspensión de la presencialidad sea siempre la última opción”.
Por su parte, la senadora Aldana Ahumada (JxC) remarcó que “es primordial pensar que los chicos tienen que estar en las escuelas” y agregó que “la virtualidad representa muchas desigualdades”.
La emergencia educativa impulsada por Juan Pablo Allan, presidente de la Comisión de Educación en el Senado bonaerense, busca generar un esquema que permita dar respuesta al impacto negativo que tuvo el permanecer durante tanto tiempo con las aulas cerradas.
En momentos donde se define la posible vuelta a clases presenciales, el oficialismo bloqueó el debate de un proyecto de Juntos por el Cambio.
Fracasó este miércoles en la Cámara de Diputados el tratamiento de un proyecto de ley del interbloque Juntos por el Cambio para declarar la emergencia educativa para 2020 y 2021, en momentos donde se define la posible vuelta a clases presenciales.
Dado que la iniciativa no tenía dictamen de comisión y tampoco estaba incorporada al temario de la sesión, se requería una mayoría de tres cuartos de los votos, por lo que la moción, presentada por la radical Brenda Austin, resultó rechazada.
“La situación que está atravesando el sistema educativo nacional de punta a punta en Argentina en cada uno de sus niveles amerita que llamemos a las cosas por su nombre”, planteó Austin, y recordó que en diciembre se sancionaron nueve emergencias en distintas áreas.
La legisladora, presente en el recinto, advirtió que “más de 40 conglomerados fueron declarados esenciales; sin embargo, ni el Congreso ni el Poder Ejecutivo han entendido que la educación es una actividad esencial”.
“No queremos hacer una bandera de la grieta. Lo pedimos porque estamos absolutamente preocupados por la situación que atraviesan las escuelas”, afirmó la cordobesa.
En ese sentido aseguró que “solo la mitad de las escuelas tienen conectividad diaria con los estudiantes”, y agregó que según un informe de Unicef, “el 72% de los chicos están queriendo volver a clases” de forma presencial.
Por esta razón, reclamó “que la educación sea declarada actividad esencial y que se le devuelva a las jurisdicciones la decisión sobre la hoja de ruta”.
Atenta a la desigualdad e inequidad que padece la educación en el país y que la pandemia ha agravado, Brenda Austin pide garantizar el acceso equitativo a la educación y a la conectividad.
La diputada nacional Brenda Austin (UCR Córdoba) presentó un proyecto para que se declare la “Emergencia del Sistema Educativo Nacional” en todos los niveles y modalidades para el ciclo lectivo 2020 y 2021, y considerar a la educación como actividad esencial.
El proyecto propone crear un marco normativo integral para garantizar el acceso equitativo a la educación y a la conectividad, con capítulos especiales para estudiantes en riesgo de abandono escolar, jardines de primera infancia, designaciones de docentes suplentes, y transportistas escolares.
“La marca que distingue a la educación en Argentina es la desigualdad y la inequidad. La pandemia no ha hecho más que agravarlas. No poner en el centro de la escena lo que está pasando con la educación muestra a las claras nuestra incapacidad de pensar en el futuro inmediato. Declarar la emergencia educativa es un imperativo ético”, manifestó Austin.
La iniciativa apunta a diseñar un conjunto de dispositivos de urgencia a través de programas de acompañamiento y asistencia escolar, becas de conectividad, como así también garantizar la accesibilidad digital tanto a estudiantes en riesgo de abandono, como a docentes, a través de instituciones, las escuelas y las Universidades Nacionales. También propone un marco protectorio para llevar alivio a la difícil situación por la que atraviesan los jardines maternales y los transportistas escolares.
“El sistema educativo argentino enfrenta uno de los desafíos más grandes de su historia, mantener y sostener la continuidad pedagógica ante un contexto de profunda incertidumbre. El Congreso tiene y debe hacer algo. Por eso proponemos la creación de un Programa de detección y acompañamiento a estudiantes en riesgo de abandono, y la creación de Becas de Conectividad. Pensar acciones, políticas públicas, para revertir la brecha digital y las desigualdades es más urgente que nunca”, señaló Austin.
Agregó que “las escuelas Zoom y las escuelas Whatsapp son un claro ejemplo de cómo la virtualidad impactó de manera diferenciada en las instituciones educativas. Las diferencias son abismales. Uno de cada cinco alumnos/as de primaria no tiene acceso a Internet. En el norte de Argentina casi dos de cinco. Y en las familias pobres uno de cada dos. En el otro extremo la realidad de familias donde hay un solo dispositivo para todos los integrantes: leer las consignas, abrir un video, bajar un PDF, a veces se convierte en misión imposible. A mitad de mes, cuando se van quedando sin datos, aparece el silencio”.
También dijo que “debemos escuchar el grito de los jardines maternales de todo el país que, debido a la drástica baja en el pago de la matrícula, están cerrando a tiempo de pandemia, y son considerados una suerte de híbrido que el Estado ignora: no reciben la ayuda para instituciones educativas y tampoco para las Pymes”.
Austin destacó que “no se trata necesariamente de contar con más recursos, sino de dirigirlos mejor. Pensamos que la mejor respuesta es articular, de modo interministerial e interjurisdiccional, un conjunto de iniciativas que hoy se están llevando adelante como los ATP, los IFE, las tarjetas alimentarias, entre otras, para que estos recursos fortalezcan a la escuela como centro y prioricen a los niños, niñas y adolescentes en edad escolar como sujetos de derecho y destinatarios protagónicos de las políticas públicas”.
“La desigualdad educativa no es problema de algunos, es problema de todos. La fragmentación de la sociedad, el crecimiento de la pobreza, la marginalidad, la violencia y la imposibilidad de soñar con un futuro mejor tienen mucho que ver con la educación. Son demasiados los factores que nos indican la gravedad estructural por la que atraviesa nuestro sistema educativo. Frente a esto entendemos que resulta urgente que el Congreso de la Nación declare la emergencia educativa en todo el país y oriente recursos y esfuerzos a evitar una verdadera catástrofe generacional”, concluyó Austin.
Acompañan esta iniciativa los diputados de Juntos por el Cambio Albor Cantard, Marcela Campagnoli, Silvia Lospennato, Maximiliano Ferraro, Jose Riccardo, Emiliano Yacobitti, Federico Zamarbide, Alejandro Cacace, Lorena Matzen, Fabio Quetglas, Gonzalo del Cerro, Camila Crescimbeni, Gustavo Menna, Claudia Najul, Pablo Torello, Gerardo Cipolini, Héctor Stefani, Jorge Enríquez, Carlos Fernandez, Diego Mestre y Adriana Cáceres.
