Estalló cuando un senador oficialista interrogó a una aspirante a camarista sobre el tema que involucra a la familia Macri. Desde el oficialismo le pidieron a la postulante no contestar.
Así como el día anterior el clima en la Comisión de Acuerdos del Senado se enrareció por las preguntas formuladas al postulante a camarista Gabriel De Vedia en torno a una supuesta reunión que había tenido con Fabián Rodríguez Simón, este miércoles la situación “se picó” en ese mismo ámbito por las preguntas formuladas por otro senador de Juntos por el Cambio a otra postulante a camarista.
Fue al cabo de la exposición de la doctora Guadalupe Vásquez, propuesta para vocal de la Cámara Nacional de Apelaciones de Capital Federal, quien al concluir fue interrogada por el senador radical Julio Martínez respecto de si había trabajado con la fiscal Gabriela Boquín, que intervino en la causa de la quiebra del Correo Argentino, y con la ex procuradora general de la Nación Alejandra Gils Carbó. También le preguntó si había intervenido en la causa del Correo.
“No trabajé con Boquín, nunca. No la conozco personalmente”, fue la respuesta de Vásquez. A continuación detalló todo su recorrido laboral en el ámbito judicial y en ese marco reconoció que “entre numerosas personas, he trabajado con la doctora Gils Carbó”. Puntualmente fue en la Secretaría de la Fiscalía de la Cámara Comercial, que entonces estaba a cargo de la hoy ex procuradora general.
“Respecto del Correo, nunca tuve intervención en este caso”, concluyó.
El riojano Julio Martínez ya había adelantado que se reservaba el derecho de hacer más preguntas, y eso hizo a continuación, pidiéndole una opinión técnica respecto del caso en el que un deudor ofreciera el 100% del crédito reconocido y si en ese caso entendía que el acreedor puede negarse, y así y todo el juez homologar la propuesta.
Claramente el senador radical estaba refiriéndose a la cuestión del Correo Argentino, donde el Estado no aceptó la propuesta del grupo SOCMA y promovió que el juez interviniente decretara la quiebra. Previsiblemente reaccionó el presidente del bloque oficialista, José Mayans, y el senador de Juntos por el Cambio Ernesto Martínez -que presidió la reunión en lugar de la titular de Acuerdos, Anabel Fernández Sagasti- trató de apaciguar los ánimos pidiendo evitar “controversias y diálogos a la luz pública”.
Deseoso de evitar que la situación se desmadrara, el senador cordobés sugirió que esa era una pregunta teórica cuya respuesta podía encontrarse a partir de los antecedentes de la doctora Guadalupe Vásquez, y sugirió que así se permitiría resolver la situación “con solvencia”. Si así se evitaba la búsqueda de “una controversia que a esta altura no considero relevante, lo dejamos”.
Intervino entonces el kirchnerista Oscar Parrilli, que le pidió a Julio Martínez retirar esa pregunta que a su juicio rayaba en “una actitud casi de inteligencia, y además no corresponde pedirle a un postulante su opinión sobre un caso concreto”. Y tras remarcar que se estaba aludiendo a la situación “en la que está acusado el expresidente Mauricio Macri”, concluyó que el senador radical estaba “claramente preguntándole si es macrista o no”.
El senador oficialista insistió en que la pregunta era “fuera de lugar, desubicada, denota una actitud claramente persecutoria del Poder Judicial” que insistió en atribuirle al Gobierno anterior, y repitió sus dichos del día anterior, respecto de que “nosotros no le hemos preguntado a nadie a qué partido es o de qué estudio jurídico”. Para Parrilli, lo de Julio Martínez “denota una concepción de la justicia de poner jueces adictos, como fue durante el proceso de (Germán) Garavano y Macri”.
El senador riojano se negó a retirar la pregunta y aclaró que no tenía que “pedir permiso” para preguntar. Y advirtiendo que desde el oficialismo se habían referido a “un fallo claramente penetrado por la política al cual no me referí”, ratificó su pregunta.
El presidente del bloque Frente de Todos tomó la palabra para afirmar que nunca se había hecho ese tipo de preguntas en la Comisión de Acuerdos. “No que yo me acuerde… No corresponde este tipo de preguntas”, insistió.
Al frente de la comisión, el cordobés Ernesto Martínez trató de hacer equilibrio y puntualizó que no podían “poner en aprietos a la postulante”. Y trató de responder él la pregunta para dar por concluido haciendo lo que definió como una formulación académica: “Si alguien ofrece el pago del 100%, es una forma de cancelar las obligaciones. No tiene nada que ver con un caso en particular”.
Para tratar de equilibrar la situación y saldarla, concluyó: “Nadie retira preguntas, ni usted está en el compromiso de contestar. La presidencia entiende terminado ahí el tema”.
Igual, los ánimos no parecían haberse apaciguado, pero Ernesto Martínez insistió en que el tema estaba “terminado”, y agregó: “La doctora terminó hasta donde debía, no considero correcto comprometerla en respuestas en un sentido o en otro”.
“Rechazo que otros senadores me pidan que retire la pregunta -insistió el Martínez riojano-. La hago y la ratifico; rechazo los dichos de los senadores que piden que no contesten y quiero preguntar también si se puede considerar al Estado nacional como un acreedor hostil. ¿Cuál es su opinión en cuanto a la cesión de créditos en un proceso judicial?”.
Intervino entonces el senador chubutense Juan Mario País (Frente de Todos – Chubut), que reconoció la potestad de todos los senadores de opinar sobre Derecho, pero “el problema es que está politizando el tema en función de la causa de la quiebra del Correo, y le está haciendo preguntas concretas por las que puede llegar a ser recusada. Por eso estamos solicitando un tema de mesura”. Insistió en que el interrogatorio tenía un componente político y que su par de Juntos por el Cambio utilizaba argumentos pueriles para justificarse. “Todos sabemos de qué estamos hablando”, apuntó, reconociendo que el senador que presidía la reunión estaba conduciéndola “adecuadamente”, pero rechazaban las preguntas por lo que subyacía en las mismas.
En el mismo sentido intervino el kirchnerista Martín Doñate para pedir que Martínez retirara ese tipo de preguntas y decirle a Vásquez que se abstuviera de responder.
Ernesto Martínez siguió tratando de mantener el equilibrio: valoró los antecedentes y la valía de la doctora Vásquez y agregó que no veía correcto reclamarle a otro senador retirar las preguntas, ni tampoco hacer referencia a casos puntuales. Pero sugirió que la postulante contestara la pregunta: “Equilibrando esto, a la doctora le sobra capacidad para contestar perfectamente desde el punto de vista académico y sin compromiso alguno. No veo el motivo de la oposición”.
Mayans y Parrilli protestaron, advirtiendo este último que lo que ella dijera podía resultar un prejuzgamiento, y volvió a insistir con los modos que le atribuye al Gobierno anterior y la existencia de una mesa judicial.
“Siempre busco actuar con equilibrio”, aclaró Ernesto Martínez, que le pidió a su compañero de bancada ser “muy concreto” para evaluar si su requerimiento podía ser relacionado con un caso concreto. El Martínez riojano pidió “que lo diga ella si quiere contestar, pero no lo digan las partes. No lo acepto de parte de un gobierno que tiene en marcha la agenda de venganza e impunidad. Sino díganme qué hacen reuniendo esas bicamerales para hostigar al procurador Casal y el traslado permanente de jueces… Hasta han llegado a carpetear a dos militares…”.
“Esto lo va a decidir la presidencia”, resumió Ernesto Martínez, que concluyó el episodio de la siguiente manera: “Habiendo hecho catarsis ambos bloques, la doctora Vázquez queda desocupada”.