Ferraro sobre la obra pública: “Es mentira que se paralizan por decisión de esta administración, vienen paralizadas hace 9 meses”

El ministro de Infraestructura denunció que se han “encontrado con más de 2.500 obras que estaban paralizadas por falta de pago”, y que “se contrataron obras donde no existía ni el presupuesto ni la plata para pagarlas”.

Tras la ronda de preguntas, el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, afirmó que “es mentira que las obras se paralizan por decisión de esta administración, vienen paralizadas hace 9 meses”, y denunció que se han “encontrado con más de 2.500 obras que estaban paralizadas por falta de pago”.

“No me referí a la obra pública porque no está dentro de lo que estamos hablando en este proyecto de ley y tampoco del régimen. No es que no nos parecen interesantes las cloacas u otras cosas, pero dependen de un nivel de obra pública que dependen de las jurisdicciones”, explicó.

Así, denunció: “Nos hemos encontrado con que la administración anterior ha tenido un enfoque de obra pública que ha generado un parámetro de objetivos de una cantidad de obras pequeñas que son obras que tradicionalmente lo hacen las provincias o municipios porque está en contacto con la comunidad local, conocen mejor el territorio”.

“Nos hemos encontrado con más de 7 mil obras que cuando uno las ve no encuentra ninguna obra importante que son las obras que tiene que encarar el Estado nacional. Nos hemos encontrado con más de 2.500 obras que estaban paralizadas por falta de pago”, alertó.

Por último, Ferraro defendió: “Es mentira que las obras se paralizan por decisión de esta administración, vienen paralizadas hace 9 meses porque se contrataron obras donde no existía ni el presupuesto ni la plata para pagarlas, esto es el déficit fiscal financiado con emisión monetaria”.

Durante el 2024 nosotros vamos a terminar todas las obras que están en ejecución, priorizando las que están en mayor grado de avance. Vamos a seguir ejecutando todo lo que es obra financiada por organismos multilaterales porque están financiadas. Hay vocación de los organismos de ampliar los préstamos para mitad de año. Hay que desmitificar el tema de las obras”, aseguró y sumó que van a “incentivar” al sector privado para proyectos que tienen demanda y “el Estado tiene que impulsarlo y generar un ámbito donde se genere la inversión. Esto nos va a dar la posibilidad de seguir invirtiendo en infraestructura”.

El ministro de Infraestructura defendió la ley ómnibus porque “es un acelerador de la toma de inversiones”

Guillermo Ferraro planteó: “Venimos a cambiar el sistema de estructuras”. También se refirió al IVA: “Como el espíritu es devolver el IVA entonces directamente no lo cobramos”. Además, propuso la “eliminación de todo tipo de restricción a la importación y exportación”.

El titular de la cartera de Infraestructura, Guillermo Ferraro, se presentó este jueves ante el plenario de comisiones de Diputados para explicar los capítulos de la ley ómnibus correspondientes a su área y expresó que “es un acelerador de la toma de inversiones”, y explicó que proponen la eliminación de “todo tipo de restricción a la importación y exportación”.

Al inicio de su presentación, comentó que “estamos tratando un proyecto dentro de lo que consideramos que es una emergencia, una de las situaciones más críticas que ha pasado el país”, y denunció: “Para enumerar algunos temas se ha permitido y autorizado importaciones por varios millones de millones de dólares sin que existan los dólares. Tenemos el problema que, por distintas razones que nos encerramos en distintas políticas desacertadas, nos encerramos en una espiral donde cada vez las restricciones al acceso a la moneda extranjera, la posibilidad de acceder a las divisas del exterior, la posibilidad de poder importar se ha hecho casi nula”.

El funcionario alertó: “Hemos llegado a un estado de situación donde acá en el AMBA el transporte esta estatizado porque el 90% de los costos los paga el Estado nacional, donde el transporte ferroviario el 98% lo paga el Estado. Esto implica una situación, no solo de esfuerzo presupuestario y un estado cultural donde parece que lo que el Estado paga no lo paga nadie. Esto nos llevó a una situación de que todo lo vamos a pagar todo”.

Se hizo un uso y abuso de la emisión de dinero y eso fue generando esa espiral inflacionaria donde llegamos a estar en un nivel de inflación absolutamente insoportable para la población”, cuestionó.

Al respecto, indicó que “en ese marco el clima de inversiones es desalentador, tanto para la inversión extranjera, que es importante, pero también para la de los argentinos. Es muy difícil que venga del exterior una inversión al país si nos ven a que los propios argentinos no invertimos, y esto es así porque se ha generado este clima de restricciones”.

Ferrari aclaró: “No venimos a mejorar o a mejor administrar las estructuras del sistema, venimos a cambiar el sistema de estructuras y esto es importante entenderlo de esa forma porque no se entiende el porqué de la cantidad e intensidad de cambios que el Ejecutivo propone”, y reiteró: “Nosotros queremos cambiar este sistema perverso de estructura, no mejor administrar lo que está y esto implica un cambio cultural que como todo cambio requiere una claridad en el planteo y perseverancia en el tiempo y medidas y reglas que cambien el sistema”.

“El cambio es para volver a ser un país normal, porque tampoco estamos planteando un cambio hacia un modelo novedoso. Lo que queremos es volver a ser un país normal donde el empresario vuelva a ser empresario, en el sentido mejor definido de la palabra porque hay que preservarlo porque organiza el capital y los recursos humanos del empleo y, por lo tanto, cuando un empresario no ocupa ese rol y se le planteó durante mucho tiempo un rol de una negación del riesgo. Este cambio implica que el empresario vuelva a asumir su rol como animador, organizador de la sociedad, un rol creativo para ver oportunidades y donde el Estado poco pueda intervenir porque cuando el Estado interviene lo que hace es alterar, a través de regulaciones, esa creatividad. Si al argentino lo dejamos ser libre nos va a sorprender con su capacidad de creatividad”, explayó.

Así, planteó que “dentro del proyecto en uno de los anexos está el régimen de incentivo a los proyectos de inversión y rigen porque el país normal que avizoramos, debido a las rigideces que hoy tenemos, que hemos heredado, vamos a tener un tiempo como para poder salir de esas rigideces. Un tiempo debido a que escasean las divisas, a que la confianza hay que volver a ganársela, un tiempo para que el sector privado se convenza de volver a ocupar ese rol de emprendedor, de iniciador, de organizador, creador y que el Estado, al mismo tiempo, se retire de todo lo que pueda hacer el sector privado y ocupe un rol orientador, animador y por supuesto retirar todos los obstáculos para que pueda funcionar el sector”.

Como sabemos que va a tardar tiempo todo eso, hemos redactado el proyecto de ley donde queremos adelantar un clima de inversión para inversiones que sabemos que hoy están dispuestas a realizarse en el país, que es rico en recursos naturales y hay mucho interés, no solo en la extracción de recursos, sino que tenemos que pelear por la segunda parte que es la industrialización del recurso, y para eso se necesitan inversiones cuantiosas y necesita, al mismo tiempo, infraestructura de caminos, energética, logística. Todo esto requieren un tiempo de maduración, no es un negocio que genera un ingreso inmediato, sino que son proyectos para que empiecen a madurar necesitan varios años”, profundizó en su argumento.

El presidente de la Cámara de Diputados recibió al ministro de Infraestructura de la Nación.

Ferraro remarcó que “es importante para nosotros y para esos inversores que hoy están viendo, tanto nacionales y extranjeros, que el país tiene oportunidades de invertir, es importante adelantar ese clima de negocios favorables y el marco de lo que nosotros pensamos que debería ser el marco de un país normal”.

Por último, señaló que los objetivos que están en el artículo 3 “cuando hablamos de incentivos a proyectos de inversión importantes estamos hablando de una multiplicidad de la actividad. Todos sabemos que tenemos un tejido productivo en un porcentaje muy grande constituido por pequeñas y medianas empresas productivas como de servicios. Estos proyectos multiplican la actividad tanto del empleo como de las PyMes y de alguna manera está orientado hacia eso de facilitar la inversión y por otro lado la capacidad que tienen estos proyectos de generar este tipo de actividad”.

Sobre los sectores involucrados, explicó que “plantea una orientación, pero delega en el Ejecutivo la posibilidad de ampliarlo, estamos planteando los sectores de mayor dinámica de acuerdo a los montos de inversiones que se necesitan como la minería, la energía, el transporte”.

Además, comentó que la “ingeniería del articulado” se encuentra en “aislar el proyecto de inversión cuya decisión se tome en estos próximos dos años, la decisión y la efectivización de la inversión, aislarlos de las múltiples rigideces o regulaciones que hoy tiene en el mundo tributario, espacio cambiario, y en muchos casos no se pueden terminar de generalizar por las rigideces que tiene la economía, pero pensamos que va a ser abstracto el régimen cuando de acá a dos años podamos llevar a toda la macro en la mismas condiciones que planeamos”

Este proyecto es un acelerador de la toma de inversiones de varios de cientos de dólares de muchas empresas que quieren invertir hoy si existe este marco jurídico a nivel del país que planteamos”, afirmó y sumó: “Este régimen es de adhesión y en eso está el compromiso de invertir montos que por sector van a ser mínimos, pero con porcentajes que tienen que cumplir en los primeros dos años. Queremos acelerar la decisión de inversión tanto de empresas nacionales y extranjeras”, y aclaró: “No se trata de inversión de activos financieros, se trata de inversiones en activos computables que son bienes de capital, bienes productivos”.

Por último, describió los incentivos tributarios y aduaneros que se dan por el régimen: “Quien adhiera a este régimen y cumpla los objetivos de inversión porcentuales para este primer año y para el 2025 estamos reduciendo la tasa del impuesto a las ganancias al 25%. Las decisiones de inversión están globalizadas y los países compiten más cuando no se trata solo de la extracción del recurso”.

“Quien toma una decisión de inversión, cuando analiza el proyecto le va cargando costos y muchas de las regulaciones que tiene el país implica el costo argentino y cuando es tan alto no se toma la decisión de invertir. En el régimen de incentivo le vamos quitando a los proyectos que adhieran le vamos a quitar los ítems que hacen al costo argentino”, informó.

Sobre las amortizaciones explicó que “es importante desde el punto de vista impositivo la aceleración de las amortizaciones. Estamos permitiendo que quien maneja el proyecto amortizar en dos cuotas anuales iguales los bienes muebles y, también, considerar en un 60% la amortización de los bienes de capital”.

“Esto se une con el manejo del quebranto impositivo, que el proyecto en los dos primeros años da quebranto impositivo, y desde el punto de vista impositivo es importante solucionar dos temas que se solucionan con el régimen que es mantenerlo actualizado y la posibilidad de ajustar por IPC y si al quinto año no se pudo aplicar, da la posibilidad de transferirlo lo que disminuye el costo financiero de la inversión a fin de generar divisas e ingresos a partir del tercer año”, profundizó y cuestionó: “Esta exigencia de no poder cada vez con mayor intensidad disponer de divisas nos llevó a situaciones donde un inversor extranjero no pueda generar dividendos a su accionista en el exterior. Luego del tercer año permitimos, con este proyecto, generar el 100% de los dividendos y son decisiones que se toman pensando en la inversión productiva dentro del 10 años”-.

El impuesto al valor agregado (IVA)

De forma breve, comentó que el IVA “es otro costo argentino” porque “las políticas de incentivo ya existen en cuando a la devolución del impuesto al valor agregado. Cuando uno analiza el proyecto se da cuenta que la devolución del IVA nunca se sabe cuánto se va a devolver y qué implica nominalmente para el proyecto esa devolución”, y afirmó: “Como el espíritu es devolver el IVA entonces directamente no lo cobramos. Se genera un mecanismo de certificados donde financieramente el inversor no paga el IVA, sino que ese certificado impositivo le sirve para pagar a los proveedores, tiene un efecto cero desde el punto de vista financiero, si lo vamos a devolver directamente no lo cobramos al IVA”.

Impuestos débitos y créditos

“Es un mal impuesto, pero que cuesta modificarlo cada vez que se tiene la necesidad que hay que cubrir al fisco. En el caso los impuestos al crédito y débito se puede aplicar al pago del impuesto a las ganancias, con lo cual no genera costo desde el punto de vista financiero”, explicó Ferraro al respecto.

Derechos de importación y de exportación

Al hablar en materia de derechos de importación y de aranceles contó que “estamos planteando que sea para bienes de capital como parte del capital como insumos directamente ponemos arancel 0 para que no tenga un costo adicional con respecto a otros países con los que estamos compitiendo”.

Por otro lado, sobre los derechos de exportación informó: “Proponemos una excepción a los derechos de exportación a partir del tercer año. Los derechos de exportación no deberían existir en un país normal”.

“Deducción de intereses y diferencias de cambios que en el proyecto de impuesto a las ganancias están topeados que queda corto, nosotros proponemos la totalidad de deducción como gasto de los intereses o diferencias de cambios”, añadió luego.

El funcionario también explicó que plantean “una eliminación de todo tipo de restricción a la importación y exportación porque estamos en un callejón donde llevamos a la macro que desalienta a las inversiones por lo que le cobramos con respecto a otros países sino también a los obstáculos que tienen para importar o exportar son económicos, son registros, son trabas y todo eso encarece un proyecto de inversión”.

Régimen cambiario

Por último, habló sobre el régimen cambiario que “es una salida del corset que estamos en la economía que no debería existir y para lo producido a los proyectos adheridos al régimen planteamos la posibilidad de disponer de las divisas generadas por la exportación por lo que planteamos una liberación paulatina de las divisas en un primer año un 20%, en el segundo año un 40% y a partir del tercer año la disponibilidad de divisas en el exterior producidas por la exportación que genera el proyecto”.

“Tratamos de eliminar toda traba que existe en cuanto a la disponibilidad de lo que se produce, los activos que se invierten no van a haber normas que interrumpan procesos productivos”, concluyó.